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El Papa Pablo VI, dirigiéndose a los padres conciliares del Vaticano II, declaró que María Santísima
es Madre de la Iglesia.
La Virgen María es la Madre de todos los hombres y especialmente de los miembros del Cuerpo
Místico de Cristo, desde que es Madre de Jesús por la Encarnación. Jesús mismo lo confirmó desde
la Cruz antes de morir, dándonos a su Madre por madre nuestra en la persona de San Juan, y el
discípulo la acogió como Madre; nosotros hemos de tener la misma actitud que el Discípulo
Amado. Por eso, la piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del
culto cristiano. Vamos cumpliendo así la profecía de la Virgen, que dijo: "Me llamarán
Bienaventurada todas las generaciones" (Lc 1,48).
María es Madre de la Iglesia porque, al ser Madre de Cristo, es también madre de los fieles y de los
pastores de la Iglesia, que forman con Cristo un solo Cuerpo Místico.
La Iglesia tributa a la Virgen un culto singular que empezó pronto en la Iglesia y que durará
siempre, según las palabras proféticas de María: "Me llamarán bienaventurada todas las
generaciones". Ese amor que los fieles tributan a María como Madre, procurando amarla como la
ama el Señor Jesús, es lo que conocemos como Piedad Filial.
La Imagen de María Madre de la Iglesia, como Patrona de la Diócesis de Caguas, fue aprobada por
el Papa Juan Pablo II en 1988. El Papa Pablo VI había proclamado a María como Madre de la Iglesia
al terminar el Concilio Vaticano II, sintetizando con ello y poniendo en manos de María la
renovación de la Iglesia en estos tiempos.
La Diócesis de Caguas, que nació precisamente en medio de la celebración del Concilio (4 de
noviembre de 1964) es la primera Diócesis del mundo en tener ese título de la Virgen como
Patrona. Fue ésta conexión entre la fundación de la Diócesis durante el Concilio y la proclamación
de ese título por Pablo VI lo que llevó a que se eligiera a María Madre de la Iglesia como Patrona
Diocesana. La obra original es un cuadro, pintado al óleo por el Revdo. P. Daniel Cronin, quien en
aquel entonces servía como Canciller de la Diócesis.
Sirvió como modelo para realizarla una joven de la Zona de la Montaña, para tratar de asegurar
que tuviera la proyección de una mujer puertorriqueña, trigueña.
Imagen peregrina de Nuestra Patrona María Madre de la Iglesia fue realizada por Edgar Vega.
Es una imagen que refleja a María como mujer histórica, con la serenidad de una mirada llena de
confianza y fe. No usa coronas ni ropas lujosas: es la sencillez a la que invita el Señor a su Iglesia. El
color de su manto se confunde con el color de los continentes: representa su profunda unidad con
la tierra, con la humanidad. La tierra y el mar representan la historia donde se encarna la Iglesia,
como lo hizo el Hijo de Dios. Al mismo tiempo, el extenso azul del cielo simboliza la amplitud de
eternidad y universalidad de esa Iglesia, unida a la realidad del cielo. La Virgen no carga al Niño
Jesús, sino a la Iglesia de la que es Madre. La Iglesia está representada con dos símbolos: la barca
(la Diócesis), y la silueta de la Basílica de San Pedro (Iglesia Universal).
La imagen peregrina que aparece a la derecha es obra del artista puertorriqueño Edgar Vega. El
Obispo Rubén A. González, luego de consultar al clero de la Diócesis, y luego de presentar la
imagen en la Asamblea Diocesana de Pastoral en el año 2001, encomendó al artista la confección
de esta imagen que igualmente se autoriza para la veneración pública, y fue ubicada en la Catedral
de Caguas al final del Año Mariano, desde el 16 de noviembre de 2003.