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Dinámica

funcional de la
obligación. Efectos

Derecho
Privado II
Dinámica funcional de la
obligación. Efectos

Efecto de las obligaciones en general


Anteriormente, se estudió la faz estática de las obligaciones, es decir, su
nacimiento, elementos constitutivos y accidentales y las diversas clasificaciones.
Ahora se ingresará al estudio de la faz dinámica, que comprende las diferentes
manifestaciones por medio de las cuales el ordenamiento jurídico otorga al
acreedor las herramientas para que el crédito se torne efectivo.

En línea con la bibliografía obligatoria de la materia (Pizarro y Vallespinos,


2014), los efectos de la obligación con respecto al acreedor se estudiarán a
través del agrupamiento de sus facultades en cuatro grandes tutelas que se
analizarán infra.

Definición. Diferencia con los efectos de los contratos

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que los efectos de las obligaciones son las
consecuencias de índole jurídica que emanan de la relación obligacional, y que
se plasman en los distintos medios con los que cuenta el acreedor para
satisfacer su interés, y posibilitar que el deudor ejercite regularmente su
derecho y su deber de cumplir.

Los autores destacan que no se deben confundir estos efectos de las


obligaciones con los efectos del contrato (que es causa fuente de aquellas),
que son normas convencionales por las que se crea, regula, modifica, transfiere
o extingue una determinada obligación.

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Tiempo de producción de los efectos. Efectos
inmediatos y diferidos, instantáneos y permanentes.
Remisión
La obligación puede producir efectos desde distintos momentos, según cómo
surja del convenio de partes (contratos) o de la ley que la crea (causa fuente).

Los efectos pueden producirse de modo:

 Inmediato: desde el nacimiento de la obligación, es decir, no hay lapso


de tiempo entre su creación y la exigibilidad. Por ejemplo: compra de
medicamento en farmacia: me entregan el remedio y debo abonar el
precio, sin tiempo en el medio.

 Diferido: luego de cierto tiempo. Son los casos de obligaciones a plazo.


Por ejemplo: compraventa de celular a plazo, me lo entregan hoy pero
la primera cuota debo abonarla el mes que viene.

 Instantáneos: ocurren en un solo acto. Por ejemplo: pago al contado,


entrega de escritura.

 De duración: se prolongan en el tiempo. Por ejemplo: pago en cuotas,


asesoramiento jurídico anual.

Entre quiénes se producen los efectos de la obligación


 Las partes: La obligación produce efecto directo sobre las partes titulares
de la relación obligacional, estos son: deudor y acreedor, y no existe
propagación respecto a los terceros ajenos a la misma.

 Sucesores: Se los define como aquellos a quienes se les transmiten los


derechos de otros. Estos pueden ser:

o Mortis causa o entre vivos según se requiera o no la muerte del


transmitente para que operen los efectos.

o Universales o singulares: en el primer caso, cuando se transmite


todo el patrimonio o una parte alícuota; en el segundo, cuando se
transmite un objeto particular. La sucesión universal es sólo
mortis causa, mientras que la singular puede ser mortis causa o
entre vivos.

 Terceros: Excepcionalmente, los efectos pueden extenderse a terceros:


personas ajenas al vínculo obligacional. En general, se extiende a estos
cuando sea válido el pago realizado por un tercero o cuando existe

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incorporación de terceros al contrato, regulado en los arts. 1027 a 1025 a
1030 del Código.

Los terceros pueden ser:

o Interesados: poseen un provecho lícito en el cumplimiento de la


obligación sea o no de contenido patrimonial, en consecuencia,
se perjudica si el deudor no cumple. Por ejemplo: el fiador está
interesado en que el deudor cumpla.

o No interesado: no se perjudica si la prestación no se cumple. Por


ejemplo: un amigo del deudor.

El contenido del crédito y la deuda


El derecho de crédito: naturaleza y contenido
El derecho de crédito es un verdadero “derecho subjetivo” del acreedor, que
adquiere desde el nacimiento de la obligación. Este derecho se materializa en
un conjunto de “derechos-poderes” (derecho a la prestación, poder de agresión
patrimonial) que hacen a la tutela de su crédito a fin de satisfacer su interés,
pero a la vez, conlleva un conjunto de “cargas” o deberes secundarios que
deberá realizar para permitir que el deudor cumpla y se libere.

La facultad del acreedor: tutelas satisfactiva,


conservatoria, resolutoria y resarcitoria
A los fines de satisfacer su derecho de crédito, el acreedor cuenta con las
siguientes facultades o tutelas:

 Tutela satisfactiva: derecho al cumplimiento de la prestación debida.


Puede ocurrir de manera ordinaria mediante el cumplimiento voluntario
y espontáneo del deudor, o también mediante el pago realizado por un
tercero (salvo que se trate de obligaciones “intuitu personae” que no lo
permiten), o de manera extraordinaria, ante incumplimiento del deudor,
mediante la ejecución forzada o, en defecto de ello, mediante el reclamo
del contravalor dinerario de la obligación debida.

 Tutela conservatoria: también llamada cautelar o preventiva. Es el


conjunto de facultades que tiene el acreedor con el fin de prevenir
incumplimiento futuro del deudor, antes que ocurra. Por tal razón, la
tutela conservatoria posee un doble propósito. El objetivo de estas
facultades es: asegurar la existencia del crédito, brindar certidumbre y
eficacia al derecho, y defender la integridad patrimonial del deudor. El

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acreedor puede realizar actos precautorios como solicitar garantías reales
o personales al deudor, preconstituir prueba, etcétera.

 Tutela resolutoria: en ella tienen lugar en las obligaciones recíprocas, a


fin de proteger el interés del contratante cumplidor, a quien se le
permite desligarse de una relación contractual incumplida y recuperar la
posibilidad de volver a contratar para poder satisfacer su interés. La
tutela resolutoria está regulada en el art. 1083 y siguientes del Código.

 Tutela resarcitoria: Incluye todas las cuestiones relacionadas a la


prevención y reparación del daño derivado del incumplimiento
obligacional en cualquiera de sus manifestaciones. Ante el
incumplimiento definitivo, le da derecho a obtener la reparación integral
de la prestación más los daños y perjuicios ocasionados por la conducta
del deudor.

Los límites del derecho de crédito


El derecho de crédito no es absoluto, sino que está sometido a un conjunto de
límites a los cuales debe atenerse. Algunos de ellos son:

 Naturaleza de la prestación debida: La naturaleza de la prestación va


más allá del derecho del acreedor de pretender que el deudor cumpla
con algo diferente a lo que se obligó.

 Principio de buena fe: como principio general del derecho, establece


límites al accionar de las partes (arts. 9, 961, 968, 991, 1061, 1063 del
Código).

 Abuso del derecho: también es un principio general, impide el ejercicio


del derecho del acreedor contrario al ordenamiento jurídico o que exceda
los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres
(arts. 10, 11, 240 del Código).

 Orden público: importa que las partes no pueden apartarse de las


disposiciones que ostentan este carácter, pues incurrirán en fraude a la
ley (art. 12 del Código). Por ejemplo: la Ley de Defensa del Consumidor
(art. 65) establece que es una ley de orden público.

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Deberes y cargas del acreedor. Definición.
Importancia
El acreedor no sólo tiene derechos y potestades, sino que también tiene
deberes jurídicos y cargas. Si se sigue en la línea de Pizarro y Vallespinos (2014)
se distinguen del siguiente modo:

 Cargas: son imperativos del propio interés del sujeto sobre quien pesan,
a fin de evadir una consecuencia desfavorable a sus intereses. Su
observancia no puede ser exigida compulsivamente y sólo afecta al
gravado. Por ejemplo: deber de controlar la cosa entregada luego de la
reparación realizada por el servicio técnico, de lo contrario, luego no
podrá alegar vicios manifiestos.

 Deberes: son deberes jurídicos en sentido estricto, principalmente de


cooperación, como contrapartida de su derecho de crédito y su
incumplimiento acarrean la “mora del acreedor” que se estudiará más
adelante. Por ejemplo: estar en el lugar y tiempo del cumplimiento de la
obligación para recibir la prestación, emitir y entregar el recibo al
deudor para liberarlo.

La deuda. Naturaleza y contenido


Es definida por Pizarro y Vallespinos (2014) como el deber jurídico específico,
de contenido patrimonial, denominada “prestación” que asume el deudor cuya
realización tiende a satisfacer el interés del acreedor y que acarrea, como
consecuencia, su liberación.

Su contenido se integra por:

 El deber de cumplir la prestación debida.

 Deberes secundarios de conducta orientados a hacer posible la


prestación. Son accesorios de la prestación principal como: entregar la
cosa envuelta, conservarla en buen estado, etcétera.

 Diversos derechos que se le reconocen al deudor, tales como a pagar,


liberarse, constituir en mora al acreedor, no violencia sobre su persona,
etcétera.

Principio “favor debitoris”


Pizarro y Vallespinos (1999) explican que el adagio tiene sus orígenes en el
derecho romano, e implica que en caso de duda acerca de la existencia o
inexistencia de la obligación, se estará por lo último, en virtud de que el deudor
es la parte más débil de la relación jurídica. Es una “vía de morigeración
razonable”.

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Los autores citados entienden que esta presunción está hoy superada, pues no
responde a los imperativos de justicia actuales que no justifican el trato
privilegiado.

Si bien el Código no recepta este principio en forma expresa, sí existen diversas


normas que lo consagran. Por ejemplo: art. 762, la facultad de elección en las
obligaciones de género corresponde al deudor; art. 780, en las alternativas
también como regla le corresponde elegir al deudor; art. 900, la imputación del
pago corresponde al deudor; etcétera.

Al retomar la postura de Pizarro y Vallespinos (1999), es necesario aclarar que


este principio fue modificándose para adaptarse a las nuevas formas de
contratación: en masa o por adhesión a cláusulas generales predispuestas y los
contratos de consumo, en los que se protege a la “parte débil”, que es el
adherente y consumidor o usuario, respectivamente. En estos casos, la parte
débil no es el deudor sino el acreedor, y por ello la modificación. El Código
consagra esta protección en los arts. 987 y 1094 y 1095, respectivamente, así
como también en el art. 3 de la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor.

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Referencias
Ley Nº 24.240 (1993). Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la
Nación.

Ley Nº 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la


Nación.

Pizarro, R. y Vallespinos, C. (1999). Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones.


Tomo II y III. Argentina: Hammurabi.

Pizarro, R. y Vallespinos, C. (2014). Compendio de obligaciones. Tomo 1 y 2. Argentina:


Hammurabi.

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