Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cortés la implantó en la Nueva España, para que "los dichos señores y naturales sirvan y
den a cada español a quien estuvieren depositados lo que hubieren menester para su
manutención" y para el trabajo personal en la agricultura y la ganadería, exceptuando
(aunque teóricamente) en la minería. Aún con prohibición real, la encomienda quedó
establecida, con modalidades distintas a las de las Antillas. La oposición de la Corona a su
introducción suscitó un serio problema político y una larga discusión legal. El alegato la
definió como un señorío limitado sin derechos jurisdiccionales y con percepción de
tributos, sin menoscabo de la soberanía real. El encomendero tendría obligaciones, como
las de contribuir a la defensa del territorio y procurar la paz espiritual del indio
doctrinándolo; "con inhibición de transferido y sólo si goza del usufructo del trabajo y del
producto indígenas". Mediado el siglo XVII la encomienda había desaparecido casi por
completo.