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APRENDIENDO JUNTOS

Los diversos problemas de aula analizados hasta el momento conllevan a un proceso de interpelación
de mi práctica cotidiana como formador de docentes, puesto que la prédica llevada al aula, muchas
veces entra en contraposición con el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes. En
consonancia con Saiz, Carlos, 2018, pensar críticamente es buscar conocimiento con el fin de lograr
nuestros fines del mejor modo, ayudados por las habilidades de razonar, decidir y resolver. Dando un
paso más, podemos añadir que pensar críticamente es razonar y decidir para resolver. Siempre de la
mano de este autor, debemos asumir que el pensamiento crítico está ligado a la eficacia de nuestra
acción, y esta eficacia, es lo que hace que el pensamiento sea crítico o no, sea bueno o no, sea correcto
o no. Es decir, el pensamiento crítico tiene un carácter descriptivo y normativo.
Por su parte Bezanilla Albisua, María José, 2018, en su trabajo de investigación cita a (Robert Sternberg
1986), quien otorga define al pensamiento crítico como los procesos, estrategias y representaciones
que la gente utiliza para resolver problemas, tomar decisiones y aprender nuevos conceptos. En
cualquiera de los casos, se otorga al pensamiento crítico un rol medular en el proceso formativo de los
docentes.
El protagonismo de mi rol de enseñante no debe eclipsar al protagonismo de mis estudiantes, o dicho
de un modo más popular, como docente no debo apagar la luz de mis estudiantes para que brille la
mía. Desde la planificación curricular se deben incorporar los espacios y ocasiones pertinentes que
conlleven a activar los procesos Cognitivos (procesos de percepción, aprendizaje y memoria) y no
cognitivos (lo volitivo y lo emocional) (Bezanilla Albisua, María José, 2018). De tal manera que las
sesiones de aprendizaje contengan oportunidades que conllevan a los estudiantes pasar de un rol de
espectador a un rol protagónico activando procesos lógicos (juzgar, relacionar palabras con
enunciados), procesos criteriales (utilización de opiniones para juzgar enunciados) y la procesos
pragmáticos (comprensión del juicio y la decisión para construir y transformar el entorno), tal como lo
plantea Ennis, citado por María José Bezanilla Albisua, 2018.
En el contexto actual, se asume al pensamiento crítico como aquel pensamiento que busca, el
bienestar, resolviendo eficazmente nuestros problemas. Todo el peso de la resolución, Toma de
decisiones, pero esta, a su vez, necesita lo que le aporta la explicación y argumentación y en diferente
grado.
El pensamiento crítico, lleva a la implicación, al compromiso y a la solidaridad, después de un proceso
individual. Para que el aprendizaje sea auténtico, incluido el del pensamiento crítico, las actividades en
clase tienen que ser significativas, activas, reflexivas, colaborativas y empoderadoras (Villarini 2003).
El pensamiento crítico es un proceso vital de autoafirmación

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