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Romanico.

Características generales.

 Aunque también se dan representaciones escultóricas y pictóricas, es la arquitectura la manifestación artística que
predomina entre todas ellas

 Dentro de la arquitectura, fundamentalmente encontramos inmuebles de tipo religioso, aunque es cierto que también hay algunos
ejemplos de edificios civiles, pero no es lo habitual.

 La iglesia románica es, por denominación, el edificio principal del momento.

 En ella se observa un claro predominio de los muros frente a los vamos, dando como resultado una sensación de oscuridad en el
interior y cierta seriedad y robustez del edificio desde el exterior. Es cierto que esto responde a las necesidades constructivas (posteriormente,
con el gótico, se depuran mucho más las formas), pero también casa con ese interés por mantener un ambiente austero y de recogimiento propio
de la época.

 En el caso de que existan ventanas, siempre son pequeñas y estrechas y muy anchas por culpa de la anchura de los muros; y son
en gran medida abocinadas.

 Predominan las formas horizontales frente a las verticales, algo que se ve muy bien reflejado en los primeros momentos de este
estilo. Con el paso de los años cobraría más fuerza el sentido vertical de los edificios.

 La simplicidad es otra de las características fundamentales; en general hablamos de un arte en cierta medida austero, pero como
ocurre en el punto anterior, conforme pasa el tiempo se tiende paulatinamente a la ornamentación.

 Los volúmenes son muy precisos, definidos y claramente articulados.

 La planta que predomina es la planta de varias naves de tipo basilical y con inspiración latina, donde los brazos del crucero se
proyectan físicamente hacia el exterior (planta de cruz latina)

 Es un estilo internacional, sí, pero con variantes según la zona donde nos encontremos.

 En la construcción del cualquier iglesia románica, uno de los problemas más comunes a resolver era la cobertura de los espacios
con bóvedas de piedra.

Elementos constructivos de la arquitectura románica

 El arco de medio punto (o 1/2 punto) es uno de los más empleados para cubrir las naves y para realizar la estructura de la bóveda,
pero también lo vemos en las portadas y en los vanos; llegando a emplearse a veces incluso como un elemento decorativo más.

 La cubierta normalmente es abovedada y está hecha de piedra.

 La bóveda más usada es la bóveda de cañón, que no es más que la repetición paulatina de varios arcos de 1/2 punto a lo largo de la
nave. En algunas ocasiones puede aparecer también la bóveda de arista.

 Como hemos adelantado, la bóveda de cañón es la más empleada, surgiendo esta de la sucesión de arcos de 1/2
punto apoyados en dos líneas paralelas y a lo largo de un eje longitudinal (nave). Dado su gran peso, deben tener buenos elementos
sustentantes, por ello se emplean las columnas y/o los pilares y los muros son de gran anchura y de escasa altitud; además de tener pocos vanos.

 Para hacer que la bóveda de cañón sea muy fuerte, se emplean arcos de fajón o arcos fajones, que no son más que un refuerzo de
todo ello.

 En el exterior destacan los grandes contrafuertes, que son los encargados de recoger el peso de todo el muro (recordemos que en el
muro descansaba a su vez todo el peso de la cúpula y las naves, con lo cual los contrafuertes ejercen una función importantísima).

 La bóveda de arista también se emplea en la arquitectura románica. Se forma por el cruce perpendicular de dos bóvedas de cañón y
se divide en 4 cuartos. Las aristas forman la intersección. Para que sea eficaz, lo normal es que se emplee para cubrir espacios cuadrados y el
grosos de las dovelas debe ser lo bastante grande. Es, al igual que la anterior, un elemento de gran peso.

 Durante el románico se puso de moda la sobreelevación del crucero en planta respecto al resto de la iglesia. De esta forma la
nave central, una vez llegaba a la zona del crucero, se alzaba de forma notable y se formaba la habitual cúpula o linterna, las cuales eran muy
vistosas desde el exterior.

 Normalmente se empleaban las cúpulas sobre pechinas o trompas, elementos indispensables para poder pasar de la planta
cuadrada del crucero a la circular de la cúpula.

 Como hemos dicho anteriormente, los muros eran muy gruesos, tenían escasos ventanales y bastante contrafuertes en su exterior.
Los pilares por su parte son mucho más usados que las columnas.

 Lo normal es el templo de una o tres naves, aunque evidentemente existen variedades, y en su interior podemos encontrar tanto
pilares como columnas a modo de elementos sustentantes.

 La columna románica tiene una función especial. Es, además de un elemento sustentante (hacia ella descarga parte del peso de la
techumbre), un mecanismo para dividir y distribuir el espacio en zonas. Pero además de eso, el capitel se "reaprovecha" y se convierte en un
lugar primordial para el desarrollo de la escultura. En ellos se tallaban auténticas obras de arte y pasajes bíblicos de lo más diverso, algunos
de ellos con una riqueza ornamental muy exquisita.

 A modo de resumen y de forma general, podemos concluir que el templo románico más generalizado es de planta de cruz
latina compuesto por una o varias naves longitudinales, terminando su cabecera con un ábside semicircular y un crucero o nave transversal.
 En los grandes templos existía la girola o deambulatorio, que no era más que una nave externa que recorría el perímetro de la
cabecera para poder transitar por ella en el caso de acudiese mucha gente al templo y evitar la interrupción de la liturgia.

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