SI BIEN DEJÓ A NUMEROSOS COREANOS EN CONDICIONES DE VIDA
EXTREMADAMENTE DIFÍCILES, TAMBIÉN ACTUÓ COMO UN Catalizador para resolver muchos de estos problemas. Varios de los grandes conglomerados empresariales fueron a la quiebra y desaparecieron las sociedades de riesgo entre el sector público y el privado. La reestructuración dirigida por el gobierno mejoró significativamente la salud financiera del sector bancario. La liberalización externa, sobre todo la apertura de los mercados de capitales, aceleró la integración de la república de corea en la economía mundial. En ese contexto, el gobierno también modernizó y fortaleció la política de regulación prudencial y la competencia. Finalmente se ponía en práctica un sistema económico moderno.