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Alumna: Benita Hernández de la Torre

Facilitadora: Bessy Elvia Sterling Pérez

Grupo: M15C4G13-076

Fecha: 07/04/2019

Proyecto integrador:
¡Verde que te quiero verde!
Contenido

Introducción........................................................................................................................................ 3
Objetivo .......................................................................................................................................... 3
Desarrollo............................................................................................................................................ 4
Medición de impactos ........................................................................................................................ 5
IMPACTO ECOLÓGICO. ................................................................................................................ 5
IMPACTO SOCIAL. ........................................................................................................................ 6
IMPACTO ECONÓMICO. .............................................................................................................. 6
Huella Ecológica .................................................................................................................................. 7
Soluciones oficiales............................................................................................................................. 7
Propuesta Personal............................................................................................................................. 8
CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 11
REFERENCIAS. ................................................................................................................................... 13
Introducción

Sin lugar a duda, desde la aparición del hombre en la tierra, nos vimos en la posición de servirnos
de los recursos naturales para satisfacer nuestras necesidades básicas. Con el paso del tiempo y el
desarrollo de los procesos productivos y el avance tecnológico entre otros; abusamos del uso de
esos recursos hasta causar el deterioro ambiental que hoy vivimos.

En el afán de maximizar los recursos para minimizar nuestras carencias, y además; con el pretexto
del progreso, dejamos de lado la armonía con el entorno, situación que hoy nos tiene al borde del
colapso y desafortunadamente olvidamos que solo tenemos un planeta.

En este trabajo hablaré de un problema que vivimos en mi comunidad, León, Guanajuato, pues
nuestros hábitos nada armónicos y totalmente contaminantes y depredadores, nos han llevado a
quedarnos sin agua, nuestros mantos freáticos se secaron y la poca agua que pueda encontrarse
aún; está contaminada por el abuso de productos químicos usados en la industria del cuero calzado.

Adicional a esto; hemos roto el ciclo del agua natural de nuestro ecosistema, por la deforestación
de las zonas montañosas y por el crecimiento urbano en el que se ha usado concreto hidráulico para
pavimentar las calles. Por si fuera poco; la ciudad es atravesada por un rio principal (Rio Turbio)
mismo fue pavimentado y entubado, lo que terminó por romper el ciclo hídrico local.

Y específicamente, mi comunidad, o mejor expresado; las autoridades de mi comunidad fueron más


allá al desarrollar el llamado Plan Maestro de Parques Lineales que incluye pavimentar y canalizar
con concreto hidráulico los 14 arroyos secundarios mas importantes de la ciudad, lo que ha alterado
el clima local.

Objetivo

Identificar las razones por las que mi comunidad se ha quedado sin agua al mismo tiempo que somos
una de las ciudades que más se inunda, para finalmente hacer una propuesta sustentable que dé
solución a esta problemática identificada.
Desarrollo

León, Guanajuato se encuentra a la falda de la Sierra de Comanja, esta zona montañosa se encarga
de captar el agua pluvial para la región, sus aguas descargan por el Rio Comanja hasta la Presa El
Palote que abastecía a la ciudad de agua potable. De esta presa se desprende el Rio Turbio que
atraviesa la ciudad recolectando el agua de 14 arroyos secundarios y 37 de menor importancia, este
trasvase de agua se encargaba de filtrar el liquido a los mantos freáticos y la restante la desemboca
en el Rio Lerma que culmina en el Lago de Chapala.

La ciudad fue fundada el 20 de enero de 1576 por la corona española específicamente para elaborar
calzado y productos de cuero dado que el ecosistema Valle de Señora (hoy sierra de Comanja)
estaba saturada de flora, fauna y abundante agua, materia prima necesaria para poder obtener los
materiales para fabricar el calzado y sus derivados que requería la corona para sus soldados. Desde
esa época, la actividad económica primordial de la ciudad se basó justamente en el cuero calzado y
marroquinería.

Esta industria requiere abundante agua y genera muchos desechos sólidos, líquidos y sólidos-
líquidos altamente contaminantes. La solución tradicional se basaba en un dicho popular “todo se
lo lleva el agua” y así se soluciono por siglos el deshacerse de los desechos, tirándolos al rio.

Estas practicas ancestrales trajeron como consecuencia dos situaciones, por una parte; el abuso del
agua terminó por hacer que el liquido escaseara dado que se dieron permisos de extracción sin
control, prácticamente cada tenería contaba con un pozo, lo que fue agotando los mantos.

Por otra parte; el verter los desechos contaminados al cauce del Rio Turbio, fue contaminando esos
mantos freáticos al punto de que la poca agua que aún quedaba, ya no se podía usar para consumo
humano.

Y es así como llegamos a la situación alarmante que vivimos hoy. León no tiene agua para vivir. La
solución inmediata fue traer el liquido de otras presas del estado, lo que ha sido muy costoso y se
ve reflejado en el pago por consumo. Pero además; trajo el descontento social de las comunidades
a las que se les extrajo el líquido.
Medición de impactos

IMPACTO ECOLÓGICO.
Me centraré en dos errores neurales que han roto el equilibrio ecológico de nuestro ecosistema,
que detona los escases de agua por contaminación de mantos freáticos y por la modificación de los
ciclos hidrológicos que detonan el fenómeno de lluvias torrenciales que causan las inundaciones
estos son:

a) La descarga de desechos en el drenaje común y arroyos de la ciudad.

Las empresas curtidoras vertían sus desechos químicos en los ríos, arroyos y drenaje común,
lo que derivó en la contaminación de los mantos freáticos de la localidad.

Durante más de 30 años, Química Central de México; actualmente ya clausurada, envenenó


a 30 por ciento de la población del estado con residuos de cromo hexavalente confinado en
sus instalaciones y en depósitos clandestinos a cielo abierto. La empresa, ubicada en la
carretera León-San Francisco del Rincón, contamina suelo, aire y agua de San Francisco del
Rincón, Purísima del Rincón, Manuel Doblado, Cuerámaro y León.

b) La pavimentación y canalización de arroyos.

El “PLAN MAESTRO DE PARQUES LINEALES” (IMPLAN, 2009), consistió en pavimentar y


canalizar por tubería los 14 arroyos secundarios más importantes, más 37 arroyos no tan
importantes y el Río de los Gómez, que pasa por la ciudad; incluso desviando sus cauces
naturales, esto contiene hasta cierto punto las inundaciones recurrentes, pero provoca que
el subsuelo ya no reciba ese líquido que le permitiría realimentar los mantos freáticos. Como
se puede ver en la siguiente figura:
Efectivamente, al canalizar los ríos y arroyos de la ciudad, en el periodo inicial nos ayudó a evitar las
inundaciones hasta cierto punto, lo que no se contempló es que al alterar los ciclos hidrológicos, las
lluvias aparecían de forma más agresiva y constante.

Los tan famosos “Aguaceros de Mayo” tradicionalmente conocidos entre la población, se han
convertido en “Aguaceros Torrenciales” acompañados de vientos fuera de lo acostumbrado en la
localidad, lo que ha hecho que la canalización sea insuficiente para transportar el agua pluvial
detonando ya un mayor problema de inundaciones.

Esta agua pluvial ya no puede trasminarse hacia el subsuelo por la tubería por la que corre, pero
además la poca que logra pasar al subsuelo no es suficiente para filtrar la contaminación ya existente
en los mantos freáticos.

IMPACTO SOCIAL.
El problema de León es que no hay agua1, se han abatido los mantos freáticos y los arroyos están
gravemente contaminados por las descargas de químicos de la industria del cuero y el calzado, “así
que en León no hay agua, y la que hay está contaminada y no sirve para nada”, declaró Carlos Chacón
Calderón, presidente de la Asociación de Grupos Ecologistas de León.

Según el edil Guerrero Reynoso, “necesitamos fuentes de abasto y éstas están cada vez más alejadas
de la ciudad; ahora no sólo tenemos que buscar en Guanajuato, sino en Jalisco, pero para que ello
se consolide todavía tardará años”, y mientras se consumen las reservas.

Pero en las colonias marginadas de la ciudad es donde se viven las situaciones más graves y al menos
220 mil familias reciben el suministro mediante pipas y no cuentan con drenaje.

IMPACTO ECONÓMICO.
Según el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León2 (SAPAL, 2016) La tarifa base por
suministro de agua se ha estado incrementado, en 2009 un metro cubico costaba $9.24, en 2015
costó $14.00 y para 2020 ese mismo metro tiene contemplado incrementarse en un 200%.

Es decir, que no solo no basta con que no existan las facilidades para el acceso a este líquido, sino
que el poco que se obtiene es muy costoso para la población. León no podrá sostener su crecimiento
habitacional ni industrial si no encuentra una solución a este problema de fondo.

1
“Sin agua, León, Guanajuato; sólo tiene reservas para 10 años” La Jornada en línea
2
Fuente Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL).
Huella Ecológica

La huella ecológica como tal ya está plasmada, pues ya es de conocimiento público que los mantos
freáticos están agotados y si no se apoya a la naturaleza alimentándolos con el agua pluvial, no
podrán reabastecerse, trayendo consecuencias más graves como la desertificación.

En este punto coincido con Palacios, J. (2008), quien indica que “León se está convirtiendo en un
desierto y no está mejor que nunca como pudiera parecer, los estudios de prospectiva disponibles
sitúan su cuenca entre las del país, como la más crítica de abatimiento en los mantos freáticos”.

Aquí si amerita hacer un paréntesis para no dejar de mencionar que las autoridades ambientales
tanto municipales, estatales y federales, han logrado erradicar la descarga de aguas residuales en el
drenaje común, así como en los arroyos que atraviesan la ciudad, podemos decir que el problema
de contaminación por descargas residuales actualmente ya está controlado, pero el daño ya está
hecho.

Nos falta ahora concretar acciones que permitan que el agua pluvial no nos cree un caos por
inundaciones, que no se desperdicie y además que llegue al subsuelo para dos razones a) que
alimente los mantos freáticos limpiando por procesos naturales el suelo contaminado y b) que una
vez solucionado por procesos naturales la contaminación del subsuelo, esto permita que el agua se
evapore a la atmosfera completando los ciclos hidrológicos naturales.

Soluciones oficiales

El 6 de julio de 2017 se emite el decreto presidencial en el Diario Oficial de la Federación para el


proyecto El Zapotillo conforme a los objetivos y estrategias del Plan Nacional de Desarrollo 2012-
2018 que indica que este proyecto surtirá de agua potable a Jalisco y León, Guanajuato. Con esto se
busca dar solución a la escasez de agua que vive la comunidad.

Pero lo que no se está considerando, es que dicho por el mismo Proyecto; esto solo proveerá liquido
por 25 años máximo, y que decir del descontento social de la comunidad El Zapotillo y el conflicto
político que se está viviendo entre los estados de Jalisco y Guanajuato, dado que León se ha
considerado una ciudad metrópoli, es decir; sus hábitos de consumo no disminuyen o se modifican
mientras se tenga el poder adquisitivo para pagar lo que consume.
Propuesta Personal

La captación de agua pluvial es una solución alterna a las estrategias oficiales para apoyar el
abastecimiento de agua en la ciudad a menor costo y con mayor beneficio, pero sobre todo nos
ayudaría a restablecer los ciclos hidrológicos del ecosistema evitando los daños por inundaciones
en las colonias de la entidad.

Como ya lo mencioné, León padece desabasto de agua y al mismo tiempo es una de las ciudades del
país que más se inundan por las lluvias. Esto principalmente se debe a que el municipio entubo y
pavimento todos los ríos y arroyos que atraviesan la ciudad y cuando el flujo rebasa la capacidad de
traslado, sobrevienen las inundaciones.

Mi propuesta es que se aproveche esta infraestructura, y que a cada cierta distancia del llamado
Parque Lineal se instalen vasos de captación pluvial adecuados para que al estar almacenada en sitio
se permita la filtración hacia los mantos para poder comenzar a reactivarlos.

Y después de esto; el excedente sea llevado a la planta tratadora de SAPAL para que de ahí,
conforme a los procesos internos se pueda obtener agua para a) uso humano y, b) la que no pueda
alcanzar un grado de pureza suficiente para consumo humano sea empleada en la industria,
parques, aseo público, etcétera.

¿Porque llamar la atención sobre los mantos freáticos?

Según la FAO3 (2003). “Alrededor del 30 por ciento del agua subterránea extraída en el mundo se
obtiene de los mantos acuíferos. En los últimos 40 años ha aumentado aceleradamente el número
de pozos entubados, sobre todo en China, Pakistán y México, así como en la India, esto ha dado lugar
a una explotación excesiva del agua, y en ocasiones la extracción supera la reposición un 400 por
ciento”.

Esto es lo que sucedió en León, durante todos estos años se extrajo toda el agua que la ciudad
requería de los mantos, y no se protegió la zona y si por el contrario se desviaron los cauces naturales
de arroyos que filtraban al subsuelo el agua pluvial.

3
Organización de las Naciones Unidas Para la Alimentación y la Agricultura
¿Qué es la captación pluvial?

La captación de agua de lluvia (FAO, 1991) es considerada como la recolección o cosecha de la


escorrentía superficial para propósitos de depósito, distribución, producción agropecuaria, forestal
y reabastecimiento de mantos freáticos. Las prácticas de captación de lluvia además disminuyen el
riesgo de erosión al disminuir la escorrentía libre del agua sobre las tierras.

¿Cuándo y en donde inician la construcción de depósitos de captación pluvial?

Desde sus inicios el ser humano ha aprovechado el agua superficial como primera fuente de
abastecimiento, consumo y vía de transporte por ello el valle de los ríos fue el lugar donde se
establecieron las primeras civilizaciones.

No se sabe con precisión el origen de los sistemas de captación de lluvia, pero autores como Ballén
(2006) y Gould y Nissen-Petersen (1999) coinciden que provienen de las primeras civilizaciones del
Medio Oriente.

En Baluchistan, en la India, hay evidencia de estructuras de piedra para embalse de agua de lluvia,
que datan del tercer milenio a.C. (Gould, 1999).

En el Desierto de Negev, en Israel y Jordania, se descubrieron sistemas de captación de lluvia que


tienen de 4000 años de antigüedad. Estos sistemas consistían en el desmonte de loma para
aumentar la escorrentía superficial, que era entonces dirigida a predios agrícolas en las zonas más
bajas.

En América se conoce el caso de los mayas en Yucatán que al pie de la montaña Puuc recogían el
agua de lluvia y la almacenaban en chultuns, que eran cisternas excavadas en el subsuelo e
impermeabilizadas con yeso, como se muestra en la figura 2.
Fig. 2 Chultun maya, depósito subterráneo impermeabilizado con yeso para almacenar agua de lluvia

¿Es viable la construcción de vasos de captación pluvial en México?

Este proyecto ya fue desarrollado en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas por la Comisión de
Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF, 2013), construyeron colectores pluviales por gravedad
para evitar las graves inundaciones que abatían a la ciudad y a la vez canalizar ese líquido hacia una
zona en donde puede tener mejor aprovechamiento. Como se aprecia en la siguiente figura:

El agua colectada con este alcantarillado pluvial es empleada para regar los jardines públicos, para
limpieza de banquetas, para uso en sanitarios públicos y toda aquella actividad que no tenga
relación con el consumo humano.
CONCLUSIONES
Hemos habitado este planeta sintiéndonos dueños y con el derecho sobre él y hemos consumido
sus recursos como si todo fuera inagotable o como si tuviéramos un planeta de repuesto que nos
ofrecerá exactamente las mismas ventajas de vida.

No es así, existe solo un planeta llamada Tierra, y este hábitat nos ha ofrecido condiciones para
desarrollarnos y evolucionar como humanos. Es momento de tomar conciencia de que tenemos que
colaborar como especie y aprender a vivir en equilibrio con otras especies dentro de este hábitat
natural.

De aquí la importancia de que se estén creando legislaciones nacionales e internacionales


encaminadas a proteger el medio ambiente, que se fomente la creación de tecnologías verdes,
políticas sociales y de conducta humana ecológicas, todo llevado hacia la recuperación del equilibrio
ecológico natural.

Todo puede comenzar con un pequeño esfuerzo individual, aunque no se vea de momento el
resultado, lo cierto es que la suma de pequeñas acciones logradas en nuestro hogar o nuestra
comunidad, el planeta si lo percibe y lo agradece, pues esto favorece a su recuperación.

Apagar una luz, no encender un televisor, bajar el volumen al radio, cocinar con aceites naturales,
reciclar, reutilizar, recoger una pequeña basura en la calle, recoger los desechos de nuestra mascota,
dejar de usar el auto un día a la semana, no usar perfume ni desodorantes en aerosol por un día,
bañarnos en menos tiempo, reparar una gotera en las llaves, usar jabones biodegradables, son una
muestra de los pequeños actos que sumados pueden generar un pequeño alivio a nuestro hogar
llamado Tierra.

A la par de crearnos una conciencia ecológica, necesitamos adquirir una conciencia cívica y política
que nos permita elegir autoridades que estén comprometidas con la conservación, preservación,
sustentabilidad y el desarrollo sostenido de nuestras comunidades basado todo en el respeto al
equilibrio con nuestro entorno ecológico.

Autoridades que velen por el cumplimiento de las leyes nacionales, estatales y municipales
encaminadas a cuidar la ecología y que también estén comprometidas con la comunidad
internacional ya preocupada y en acción por restablecer nuestro ecosistema mundial.
Como ciudadanos nos toca respetar estas leyes y además no asimilarlo como un cumplimiento de
obligaciones sino como un acto de armonía que nos retribuirá mejores condiciones de vida.

Mi comunidad, León, Guanajuato es un claro ejemplo de cómo podemos vivir en la ignorancia,


consumiendo recursos, afectando el medio ambiente tirando nuestros desechos a los arroyos bajo
la premisa de “el agua se lo lleva” y además la “Inteligencia” de nuestras autoridades que se les
ocurrió pavimentar y entubar los cauces naturales de agua que atraviesan la ciudad, sin contemplar
las afectaciones que se estaban creando en contra del ecosistema.

El resultado no solo se dio de manera directa en la ciudad al no reabastecerse los mantos freáticos,
sino que al no cerrarse los ciclos hidrológicos, la Sierra de Comanja que es el “Tinaco de León” o el
pulmón de toda la zona se está desertificando, lo que ha causado un incremento en las temperaturas
de toda la zona. León mantenía temperaturas mínimas de 10 °C y Máximas de 32 °C, hoy en día por
la alteración hidrológica hemos alcanzado temperaturas de más de 40 °C y en los últimos 20 años
hemos sufrido dos nevadas.

¿Responsables? Todos porque consumimos los recursos y contaminamos los arroyos, nuestras
autoridades remediaron males menores sin ver que iban a generar males mayores, todo en una
conjugación de una especie de “Ignorancia Conjunta” pues en su momento ninguna autoridad
detuvo los hábitos de desechar residuos en los arroyos y nosotros como ciudadanos no levantamos
la voz al ver que la autoridad al pavimentar los arroyos afectaría a los mantos freáticos.

Lo cierto es que nos ganó el tiempo, nos ganó la afectación, nos ganaron los resultados de nuestros
hábitos antiecológicos por expresarlo de algún modo y hoy en día estamos pagando el costo social,
y económico de nuestros actos erráticos.

El costo ecológico aun cuando ya lo padecemos, aun no podemos ver cuando lo vamos a poder
comenzar a pagar, pues la regeneración del equilibrio ecosistémico no se lleva a cabo de un día para
otro, serán largos años de constantes cambios en nuestros hábitos de consumo y de endurecimiento
y vigilancia de nuevas medidas, leyes o normas ecológicas.

Las apuestas debemos encaminarlas hacia la educación de las nuevas generaciones. Nosotros
debemos tener información constante y confiable. Nuestras autoridades deben estar vigilantes y
vigentes en los tratados y acuerdos nacionales e internacionales en materia ecológica, pero sobre
todo debemos estar conscientes de que no tenemos otro planeta para vivir, si terminamos con este,
terminamos con nuestra especie.
“Cuando las generaciones futuras juzguen a las que vinieron antes respecto a temas ambientales,
tal vez lleguen a la conclusión de que no sabían: evitemos pasar a la historia como las
generaciones que sí sabían, pero no les importó”

Mikhail Gorbachev

REFERENCIAS.
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Autónoma Metropolitana. Disponible en:
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