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¿Qué es la psicoterapia existencial?

La filosofía como un modo de vida

Por Ben Thornhill

“Sólo existe un problema filosófico verdaderamente serio… Juzgar si la vida vale o no


ser vivida responde a la pregunta fundamental de la filosofía.” Albert Camus.

La psicoterapia existencial es mucho menos conocida en comparación con otros


enfoques del bienestar mental. En este artículo intentaré resaltar brevemente sus
principios y esquema porque creo que podría y debería jugar un rol más importante en
cómo lidiamos con los problemas que todos inevitablemente enfrentamos como parte de
la vida.

En esencia, la psicoterapia existencial es la aplicación de ideas filosóficas a los


problemas del vivir. En su forma más efectiva, puede habilitar a una persona a entender
mejor el potencial de su existencia y estimularla para encontrar una nueva perspectiva
de la vida y de cómo la viven. Puede ayudar a las personas a encontrar sabiduría y
aprendizaje en sus sufrimientos y equiparlas para tomar decisiones consideradas y
valientes, lo que les permite aceptar y trascender su situación actual que los lleva a
terapia.

La pregunta fundamental de la filosofía de Albert Camus, de juzgar si la vida vale o no


ser vivida, captura una parte significativa de la filosofía del existencialismo: el
significado. Se basa en que, si partimos desde el punto en que aceptamos que vale la
pena vivir, entonces tenemos que comprometernos a vivirla de la mejor manera que
podamos y tenemos una responsabilidad con nosotros mismos de crear una existencia
significativa en la cara de la inevitable ansiedad existencial que viene con el desafío.

La psicoterapia existencial es un enfoque fenomenológico de la terapia, que le da


importancia a la experiencia subjetiva del individuo en terapia y le da aún más
relevancia a la descripción de esa experiencia, en vez de interpretarla y juzgarla.El
trabajo de un terapeuta existencial está filosóficamente fundado en las cuatro cuestiones
de la existencia – problemas que naturalmente surgen del hecho de que existimos: la
libertad y la a menudo olvidada responsabilidad que viene con ella, el aislamiento, la
muerte y la falta de significado.

SI PARTIMOS DESDE EL PUNTO EN QUE ACEPTAMOS QUE VALE LA


PENA VIVIR, ENTONCES TENEMOS QUE COMPROMETERNOS A VIVIRLA
DE LA MEJOR MANERA QUE PODAMOS

Cada cuestión está enraizada en los trabajos filosóficos de los pensadores existenciales
de los siglos XIX y XX, desde Kierkegaard hasta Nietzsche; Heidegger hasta Sartre y
en las bases del trabajo terapéutico existencial. A continuación exploraré brevemente
cada cuestión y tocaré lo que significa la fenomenología en la práctica, con la esperanza
de dar mayor claridad a este a veces mal entendido enfoque de la psicoterapia.

Libertad y Responsabilidad

“El hombre está condenado a ser libre; porque una vez arrojado al mundo, él es
responsable por todo lo que hace. Depende de ti darle un significado a la vida.” Jean
Paul Sartre.

Como seres conscientes de nosotros mismos con la habilidad de reflexionar y tomar


decisiones estamos “condenados a la libertad.” Sartre usa la palabra condenados para
transmitir la idea de que tener tal libertad no es, como en las nociones populares de
libertad, la habilidad de hacer lo que sea que uno quiere; viene con un precio, y ese
precio es responsabilidad. Frente a la gran responsabilidad de sacar el máximo provecho
de la libertad de elegir, nos ponemos ansiosos.

No ansiosos en el sentido que hemos visto en la sociedad, un trastorno neurótico, algo


que debe ser tratado con pastillas y evitado, sino un estado natural de angustia que viene
de tener que hacer nuestro propio camino en un mundo duro e implacable. En palabras
de Emmy Van Deurzen: “Es una en-fermedad pero no una enfermedad.”

Mientras estemos vivos y conscientes de nuestro potencial de actuar de diferentes


maneras, la angustia estará presente para alertarnos sobre la importancia de todo lo que
hacemos. Un enfoque filosófico de la ansiedad es usarla para inspirar coraje; para
trascender nuestros sentimientos de preocupación. Cuanto mejor lidiemos con tal
angustia y cuantas más decisiones valientes tomemos a pesar de ella, más nos damos
cuenta de lo que somos capaces.
LA HABILIDAD DE HACER LO QUE SEA QUE UNO QUIERE; VIENE CON
UN PRECIO, Y ESE PRECIO ES RESPONSABILIDAD

Incluso aquellos con una percepción determinista del universo tienen que trabajar bajo
la ilusión del libre albedrío y aún deben tomar decisiones cotidianamente. En lugar de
desairar la idea del libre albedrío,la psicoterapia existencial lo toma como el punto de
partida para cualquier deseo individual de crear más dirección en sus vidas y sacar lo
mejor de su potencial para el cambio dentro de sus límites.

A través del diálogo terapéutico, es posible reconectar a un individuo con lo que le


importa, resaltar valores que aprecia y hacerlo capaz de reflexionar sobre las
consecuencias potenciales de sus elecciones. Poder pensar a través de opciones
filosóficamente, desde una perspectiva de mayor claridad sobre quiénes son y a dónde
quieren ir es una habilidad que el terapeuta buscará inculcar en cualquier individuo con
quién trabaje, con la esperanza de empoderarlos para que sean más independientes y
resilientes mediante la toma de responsabilidad de sus elecciones en el mundo exterior.

Aislamiento

“En la profundidad del invierno finalmente aprendí que en mí había un verano


invencible.” Albert Camus.

El aislamiento va más allá de estar o no físicamente solo, es muy posible estar en un


concierto multitudinario lleno de vida, energía y música y sentirse completamente
solitario y psicológicamente aislado de aquellos que están alrededor suyo. Por otro lado,
es completamente posible estar solo y aún así estar enteramente comprometido en tu
propio mundo donde los sentimientos de aislamiento están lejos de tu mente.

Desde una perspectiva existencial, el sentimiento de aislamiento viene de estar


desconectado con el mundo. Cuanto más cedemos a la ansiedad, más nos alejamos de
ser la persona que nos gustaría ser lo cual puede aumentar el sentimiento de desaliento o
depresión.

Este sentimiento de aislamiento existencial está vinculado a lo que Heidegger se refirió


como “autenticidad.” Cuanto más decisiones tomamos sobre la base de lo que otros
piensan que deberíamos hacer, más nos desviamos de nuestro ser más auténtico –
aunque la idea de un ser auténtico es un concepto fluido, dinámico y cambiamos a
través de la vida – más aislados nos sentimos en nuestro mundo personal al punto en
que nos sentimos solos en una habitación repleta de gente o no sentimos ganas de salir
al mundo para nada.

Si aprendemos a actuar de una manera más “auténtica”, seremos capaces de tomar


decisiones más en sintonía con quienes somos y se siente más familiar; lo que se siente
correcto para vos en ese momento, lo cual disminuye nuestro sentimiento de aislamiento
y nos hace sentir más vivos.

CUANTO MÁS DECISIONES TOMAMOS SOBRE LA BASE DE LO QUE


OTROS PIENSAN QUE DEBERÍAMOS HACER, MÁS NOS DESVIAMOS DE
NUESTRO SER MÁS AUTÉNTICO

Entonces un profesional existencial buscará habilitar a la persona a que se conecte o


reconecte con las cosas que lo hacen sentir activo con la vida para que, ya sea que estén
solos o en compañía, ellos sean capaces de sentirse creativamente comprometidos en el
acto de vivir, conectados con un sentido de sí mismos y un sentido de propósito en lo
que están haciendo La idea es que una persona debería vivir por sí misma y a través de
eso beneficiar a otros, en vez de vivir solamente por uno mismo o perderse a sí mismos
en el mundo de otros.

Muerte

“Si tomo la muerte en mi vida, la reconozco, la enfrento directamente, me liberaré de la


angustia de la muerte y de la mezquindad de la vida – sólo entonces seré libre para
convertirme en mí mismo”. Martin Heidegger.

Hemos llegado a ver a la muerte como algo horrible. Es un tabú social. Algo que debe
ser barrido bajo la alfombra y olvidado. Nos hemos vuelto complacientes en nuestra
seguridad relativa y hemos crecido para esperar cualquier dolencia y enfermedades para
ser tratadas inmediatamente y con éxito.

Nuestro saber cómo tecnológico ha quitado el espectro de la muerte que siempre fue una
parte mucho más inmediata de culturas humanas pasadas ya que la mayoría de nosotros
en sociedad ya no tenemos dificultades para alcanzar nuestras necesidades básicas.
Enfermedades previamente incurables ahora son fácilmente anuladas y tenemos la
capacidad de mantener personas vivas mucho más allá de sus habilidades
independientes de sobrevivir naturalmente.

Sin embargo, somos seres mortales y lo que Heidegger está diciendo es que llegar a un
acuerdo con nuestra mortalidad, tener esa idea zumbando en el fondo de nuestras
conciencias mientras nos movemos por la vida, reconocer que nuestro tiempo aquí es
finito, puede darnos una motivación profunda para hacer lo máximo de nuestro tiempo;
para valorar cada día y no desperdiciarlos; para apreciar la experiencia de vivir y
moverse valientemente a lo largo del camino que elegiste con integridad y gratitud.

El trabajo de un terapeuta existencial a veces será conectar a un individuo con este


sentido de importancia; que vida es lo que tenemos y puede ser vivida y apreciada en
muchos niveles diferentes. A menudo podemos perder esta perspectiva y preocuparnos
con “la mezquindad de la vida” cuando, si retrocedemos un pasa, y pensamos
filosóficamente sobre nuestra experiencia, podemos reconectar con lo que es
importante.

Falta de sentido

“Era como si esa gran oleada de cólera me hubiera limpiado, me hubiera vaciado de
esperanza y, al contemplar el cielo oscuro salpicado de signos y estrellas, por primera
vez, primera vez, dejé mi corazón abierto a la benigna indiferencia del universo.” Albert
Camus.

La conclusión lógica de la mentalidad humana racional, atea y científica es que no hay


pruebas de que la vida tiene algún significado. A finales del siglo XIX Nietzsche previo
el peligro potencial del decaimiento de la creencias religiosas y la alza del nihilismo:

“Dios está muerto. Y nosotros lo hemos matado… ¿No es la grandeza de esta muerte
muy grande para nosotros? ¿No deberíamos convertirnos nosotros mismos en dioses
simplemente para parecer dignos de ello?”

RECONOCER QUE NUESTRO TIEMPO AQUÍ ES FINITO, PUEDE DARNOS


UNA MOTIVACIÓN PROFUNDA PARA HACER LO MÁXIMO DE NUESTRO
TIEMPO
En la ausencia de una explicación divina del universo lo que automáticamente otorga
significado en la vida del individuo, nos queda el “volvernos dioses” mediante la toma
de responsabilidad por crear ese significado nosotros mismos.

Lo que la filosofía y psicoterapia existenciales buscan hacer es usar esa idea para
empoderar al individuo. Cuando Camus se refiere a la “benigna indiferencia” del
Universo, sólo está diciendo que: el hecho de que es indiferente nos permite ser los
creadores de nuestros propios destinos; usarlo como un escrutinio sobre el que creamos
significado. Ya sea que eso es a través de un compromiso con ideas religiosas o no,
implica que una evaluación crítica las creencias propias es necesaria en orden a actuar
en el mundo desde una posición de convicción y mayor propósito.

En esta búsqueda de significado, el trabajo del terapeuta existencia es resaltar valores y


alentar a la reflexión. A menudo la incongruencia entre los valores y la realidad o la
forma en que actuamos en el mundo y la manera en la que actuaríamos idealmente
puede ser una fuente de frustración existencial. El proceso de la terapia existencial
procurará hacer posible que la persona se de cuenta de esta disparidad y alentará la
acción para permitir al individuo que conecte su mundo interno de valores y significado
con sus acciones en el mundo externo. Es a través de este acto de integración de estos
niveles de ser y conectar con el mundo lo que trae significado a la vida del individuo.

Fenomenología

“La vida no es un problema para ser resuelto, sino una realidad para ser
experimentada.” Søren Kierkegaard.

La psicoterapia existencial es un enfoque fenomenológico de la psicoterapia lo que


significa que la regla de oro es facilitar a los individuos para que describan sus propias
experiencias subjetivas del mundo para establecer lo que la experiencia significa para
ellos, como opuesto a imponerles una interpretación.

El terapeuta existencial debe por lo tanto mantener una mente abierta en orden a
permitir a las personas investigar sus propios seres. Y así el terapeuta debe esforzarse
para estar “co-presente” con la persona mientras ellos luchan con sus propios problemas
y soluciones existenciales y no tratar de proveerles desde una noción preconcebida de
verdad objetiva.
El terapeuta no busca etiquetar una persona con un diagnóstico que podría
desempoderarlo en su lucha con el problema que sea que enfrenta. Mientras que es por
supuesto importante tener un amplio conocimiento de las condiciones psicológicas, el
terapeuta existencia debe estar atento a las consecuencias de cualquiera de esas etiquetas
y si es que será de ayuda para la persona en el futuro. Toma el ejemplo de la ansiedad:
una etiqueta de “trastorno de ansiedad, ¿alentará a la persona a enfrentar y trascender
sus ansiedades o llevará a evasión y medicación?

Lo importante a tener en cuenta es lo que habilitará al individuo. Hay un amplio rango


de intervenciones psicológicas para toda una variedad de dolencias, pero un profesional
existencial siempre debe mirar a lo que está sucediendo desde lentes filosóficos y no
saltar a un set preexistente de tratamientos o arreglos rápidos.

Esto no es para decir que un enfoque existencial es siempre la respuesta y que la


referencia a otros tipos de profesionales nunca debe ser hecha, hay muchos enfoques de
la salud mental, todo lo cual tiene su valor, pero debemos tener cuidado de patologizar y
tratar a las personas basados en un set de síntomas antes que con un enfoque más
holístico del bienestar mental.

Conclusión

“La felicidad es la simple armonía entre los seres humanos y las vidas que llevan.”
Albert Camus.

La filosofía puede ayudar a todos a desarrollar principios morales y éticos para ellos
mismos y a encontrar qué los abre al arte de vivir en el mundo y florecer como flores
llegando al cielo, atrayendo nueva vida. El existencialismo reconoce el potencial único
del ser humano de ejercer el libre albedrío, dentro de un determinado marco de
referencia, y crear su propia esencia y continuamente cambiar en una relación dialéctica
entre sus mundos externo e interno en una puja por encontrar la armonía a la que refiere
Camus.

En su mejor momento, puede ayudarnos a no tener miedo del sufrimiento que


inevitablemente experimentaremos en la vida y nos permite entender que los tiempos de
crisis son momentos para la reflexión y el aprendizaje. Ayuda a descubrir lo que es
importante para nosotros a través de la investigación fenomenológica y provoca una
intensa motivación en personas que están siempre sorprendidas por lo que son capaces
cuando se comprometen en algo que importa.

Está basada en un diálogo honesto, abierto, amable, pacífico que busca significado y
verdad y puede habilitar a las personas a aprender cómo enfrentar sus problemas y
dilemas en una forma que les da mayor claridad, mayor libertad de contradicciones y
confusiones previas.

La meta final es que las personas aprendan a amar sus destinos y sus vidas, que saquen
el máximo provecho de lo que tienen, que sean lo mejor de quienes son y que
contribuyan al mundo en su propia forma mientras puedan. En pocas palabras, inspirar
acciones valientes y una forma más profunda de vivir.

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