La materia es definida como todo aquello que posee una ubicación
espacial, con una cierta cantidad de energía y que se encuentra sujeto a cambios en el tiempo y a interacciones con objetos de medición. Hablamos de cualquier tipo de entidad de masa que (a nivel microscópico) ocupa una región del espacio-tiempo y suele comportarse como una onda.
La materia, en la física y la filosofía, hace referencia a todo aquello que
constituye la realidad material objetiva. Por objetiva comprendemos una materia que puede ser percibida (así como yo percibo un perro, una planta o una mesa).
Se considera que la materia es lo que conforma la parte sensible de los
objetos perceptibles (o bien detectables) por medios físicos ya que, hablamos de todo aquello que ocupa un lugar en el espacio, se puede sentir, medir y tocar, por ejemplo.
La materia se encuentra en todas partes, y en cualquier estado físico. Hay
materia en el aire que se respira así como en un vaso de agua. Todo lo que vemos, sentimos y tocamos, es materia, que es un elemento fundamental para el desarrollo de la vida en el planeta.
Estados de la materia. La materia puede encontrarse en tres
diferentes estados físicos: sólido (como un bloque de hielo), líquido (como un vaso de agua) o gaseoso (como el dióxido de carbono que liberamos al respirar). Cambios de estado. La materia puede pasar de sólido a líquido por medio de fusión, de líquido a sólido por medio de la solidificación, de líquido a gaseoso por medio de evaporización, de líquido a gaseoso por medio de condensación y por último, de solido a gaseoso por medio de sublimación y de gaseoso a solido por medio de la sublimación inversa.