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CATARATAS

John Berger
Con dibujos de Sel~uk Demirel
CATARATAS
CATARATAS
Algunas notas tras haber sido operado de cataratas

John Berger
Con dibujos de Sel~uk Demirel

Traducción de Pilar Vázquez


Título original: Catoroct. publicado por Notting Hill Edltions, Este libro está dedicado al equipo del profesor
Londres, 2011.
Baudouin, de la clínica oftalmológica Quinze-Vingts
Diseño gráfico: Pau Aguilar de París, y al doctor Dupont-Monod.

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respecto a la exactitud de la información contenida en este
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responsabilidad en caso de error u omisión.

C> de la traducción: Pilar Vázquet


C> del texto: John Berger
C> de los dibujo.: Sel~uk Oemirel
C> Editorial Gu.stavo Gili, SL, Barcelona. 201_.

ISBN: 978-8~-252-2717-2 (digiul POF)


www.g,gill.com
'Catarata', del griego KatappaK'tl]a, significa
salto de agua , de catarata, y también rastrillo,
verja levadiza. algo que cae y obstruye el paso.
Ya han levantado el rastrillo delante del ojo
izquierdo. En el derecho sigue la catarata.

6 7
Juego a mirar un objeto cerrando primero
el ojo izquierdo, y luego el derecho. Las dos
visiones son claramente distintas. Definamos
la(s) diferencia(s).

8 9
Si miro solo con el ojo derecho, todo parece
gastado; si lo hago con el izquierdo solo, todo
parece nuevo. Esto no quiere decir que cambie
la antigüedad evidente del objeto que estoy
mirando; los signos que indican más o menos su
relativa decadencia o su novedad siguen siendo
los mismos. Lo que cambia es la luz que ilumina
el objeto y que este refleja. Es la luz la que
renueva o - cuando disminuye- hace parecer
más viejo lo que se mira.

---

10 11
La luz, que hace posible la vida y lo visible.
Puede que toquemos aquí la metafísica de
la luz (viajar a la velocidad de la luz significa
dejar atrás la dimensión temporal). La luz le
presta a todo lo que ilumina, sea lo que fuere,
una cualidad prístina, de primicia, aunque, en
realidad, puede ser un mar o una montaña tan
viejos como el mundo.

12 13
La luz existe como un principio continuo y
eterno. En cambio, la oscuridad no es, como
se suele suponer, un fin, sino un preludio. Esto
es lo que me dice mi ojo izquierdo, que apenas
empieza a distinguir los contornos.

14 IS
El color que ha vuelto con una fuerza que yo
no podía prever es el azul. (La opacidad de la
catarata desvía las ondas cortas del azul y del
violeta.) Y no solo han vuelto los azules puros,
sino también los azules que ayudan a formar
otros colores. Los azules contenidos en ciertos
verdes. en ciertos morados y magentas y
en ciertos grises. Es como si el cielo recordara
sus citas con los otros colores de la tierra.

--
-

16 17
Todos estos azules que juegan con la luz
crean el brillo de la plata o de la hojalata. Un
brillo que no tiene nada que ver con el brillo
sosegado del oro o del cobre. La plata es
rápida, como el mercurio. El brillo plateado de
los peces, del agua que corre, de la luz del sol
sobre las hojas.
Para mi ojo izquierdo, las noches son ahora
más oscuras, porque el contraste con el
resplandor del día es más fuerte. El azul es
también el color de la profundidad y de
la distancia.

18 19
Otra diferencia entre la visión de los dos ojos
afecta a la distancia. El rastrillo te encierra.
Con el ojo izquierdo puedo salir, y la distancia
aumenta de dos maneras. Veo más lejos y,
al mismo tiempo, toda medida de longitud
se alarga: un kilómetro se hace más largo,
y también un centímetro. Me hago más
consciente del aire, del espacio entre las cosas,
porque ese espacio está lleno de luz, igual que
--
un vaso puede estar lleno de agua. Con las
cataratas, estés donde estés, en cierto modo
-
siempre estás dentro.

20 21
Como resultado del aumento de mi percepción
del espacio, mi conciencia de lo lateral - de
lo que sucede de izquierda a derecha, de lo
que está paralelo al horizonte- también ha
aumentado. Soy más consciente de lo que
pasa delante de mí, en contraste con lo
que se dirige hacia mí. De la misma manera que
I . I
las distancias se hacen más largas, lo grande
se hace más grande.


1
1
1
1
-1

22 23
Cada par de ojos debe llevar inevitablemente su
propio horizonte. Pero este sentido ampliado
de lo grande y de lo lateral te anima
a imaginar, como ocurre en la infancia,
múltiples horizontes alternativos. El rastrillo
cayó desde arriba. Los horizontes se extienden -·I
en todas direcciones. ~1
{
~I

24 25
Detrás de mi ojo derecho cuelga una tela
de arpillera; detrás de mi ojo izquierdo hay
un espejo. No veo, claro está, ni la arpillera
ní el espejo. Sin embargo, aquello que miro
refleja radicalmente la diferencia. Delante de
la arpillera, lo visible permanece indiferente;
delante del espejo, empieza a jugar.

26 27
30 de mayo. Cielo azul sobre París, de un azul
que, por lo común, no suele tener. Alzo los
ojos para mirar un abeto y me da la impresión
de que los pequeños fragmentos fractales de
cielo que veo entre la masa de agujas del árbol
so n las flores azules del árbol, unas flores del
color de los delphiniums.


1--VS-~ .........-------
)

28 29
El tono plateado de la luz se vuelve opalino y
perlado. Pero esto no disminuye en absoluto
la cualidad de primicia que ofrece la luz. Como
si la luz y aquello que ilumina llegaran en el
mismísimo instante. (¡No es ese el secreto de
la visibilidad?)

- -

30 31
~

Mañana hará tres semanas que me I \

operaron. Si tuviera que resumir cómo se /


/ f
ha transformado mi experiencia de mirar
' t

las cosas, diría que es como encontrarse


de pronto en una escena pintada por
Johannes Vermeer. Por ejemplo, La lechera
(Rijksmuseum, Ámsterdam). Miras los objetos
y el pan que están sobre la mesa, el cuenco
de barro en el que la mujer está vertiendo la
leche de una jarra, y la superficie de todo ello
parece cubierta por un rocío de luz ...

32 33
la s gotas de luz del alba.

34 35
Más notas tomadas después de la operación del '8:::: J

~~
ojo derecho (26 de marzo de 2010). La catarata
de este ojo era más rígida y opaca.

--

36 37
c.. c. - -
Esta vez el raudal de luz es menos específico,
está más generalizado. No se trata tanto de
que las cosas parezcan mejor iluminadas como
de que, repentinamente, soy consciente de que
la luz lo rodea todo. El elemento aire se ha
transformado en el elemento luz. De la misma
manera que los peces viven y nadan en el agua,
vivimos y nos movemos a través de la luz.

--==- : -·
--

38 39
Esta luz ubicua recién descubierta parece calma
y silenciosa; son las sombras y la oscuridad las
que hacen ruido.
La luz te pone una mano en la espalda. No te
vuelves, porque reconoces su tacto desde hace
mucho, mucho tiempo. Es lo que viste primero,
pero nunca le diste nombre.

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I J '

40
La extracción de las cataratas es comparable
con la extracción de una forma particular de
olvido. Los ojos empiezan a volver a recordar las
primeras veces. Y es en este sentido en el que lo
que se experimenta después de la intervención
es una especie de renacimiento visual.

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-
....-::;:.._

42

1
El papel blanco en el que escribo hoy (dos días
después de la operación) es más blanco que
todos los blancos que me había acostumbrado
a ver. Vuelvo a la cocina de mi madre de
cuando era niño: el blanco de la mesa, el del
1
fregadero y el de las repisas eran parecidos. Y '1
esos blancos del papel, de la porcelana y del '¡
esmalte contenían una promesa que hoy evoca !¡
esta hoja blanca.

15
/~

Aclaremos las implicaciones de lo que estoy


diciendo. Sin duda, pasada mi infancia, seguí
~ 'Ir<-
viendo durante muchas décadas hojas de papel
tan blancas como esta. Sin embargo, poco a ~
poco esa blancura se fue apagando sin que me
diera cuenta. Así que lo que yo llamaba papel
~
blanco cambió, se hizo más apagado. Y lo que ·>.(-
sucede esta tarde no es que yo haya caído
>r •'-'·
en ello gracias a mi inteligencia, sino que la ~
>-,.<-
blancura del papel se ha precipitado hacia mis .
•.,¡;-
ojos, y mis ojos la han abrazado como quien
abraza a un amigo al que hace mucho tiempo - - iy,

que no se ha visto.

46 47
Escribo con tinta negra. Y los negros (a
diferencia de los grises, los azules, los verdes
o los marrones oscuros) han adquirido
más peso, se han hecho más densos. Otros
colores destellan, se desvanecen o penetran,
pero los negros parecen depositados.
Aplicados en la superficie. Y esto conecta
con su peso. El negro de una sustancia
natural -como el ébano, la obsidiana o la
cromita-, nunca es un negro puro; otros
colores se esconden en él. Los negros que se
aplican son siempre artificiales.

48 49
Antes de la operación hice un dibujo a color
de una flor: un pensamiento azul. Lo hice con
.
\
( .~ ~-
la idea de hacer otro dibujo de la misma flor
después de la operación.
Ninguno de los dos dibujos es una copia.
Ambos son una interpretación de lo que veía.
No llegaron directamente desde la retina de
mis ojos. Sin embargo, lo que los distingue es,
creo yo, semejante a la diferencia existente
entre lo que percibía antes y después de la
operación de cataratas.

~ ' ,~ .

50 51
Cuando los comparo ahora, es como si en
el primer dibujo hubiera anotado con la mayor
( {¡
precisión una secuencia de notas musicales,
pero sin ser capaz de oír las vibraciones de sus
sonidos físicos. En el segundo dibujo tenía las
vibraciones de esas notas delante de los ojos.
La estructura y la forma de la f lor no han
cambiado, ni tampoco ha cambiado la lógica
botánica de su colorido. Lo que ha cambiado
es la intimidad de este colorido. Los colores se
han quedado desnudos delante de mis ojos.

52 53
• •

Después de esta operación, a diferencia de la /


primera, el ojo operado me empezó a doler /
una o dos horas después de la intervención,
y el dolor continuó durante todo un día más
o menos. Era un dolor bastante tolerable
con unos analgésicos suaves. El paso por este
dolorcillo se hizo inseparable de mi viaje hacia
un nuevo mundo visible. Emergí del dolor en
el umbral de una nueva visibilidad.
''
6

54 55
La operación de cataratas devuelve a los ojos
gran parte de su talento perdido. El talento,
sin embargo, entraña invariablemente cierto
esfuerzo y resistencia, así como elegancia
y utilidad. Para mí, pues, la nueva visibilidad
no solo represent ó un don, sino también
un triunfo. Principalmente el triunfo de los
médicos y los enfermeros que llevaron a cabo
la operación, y también, en un nivel inferior,
el triunfo de mi propio cuerpo.
El dolor me hizo ser consciente de esto. ()
(j

56 57
Cuando uno abre un diccionario y consulta
una palabra, vuelve a encontrar o descubre
por primera vez con exactitud esa palabra.
No solo lo que denota exactamente la
palabra, sino también su lugar exacto en
la diversidad del lenguaje.
Con las dos cataratas eliminadas, lo que veo
ahora con los ojos se parece a un diccionario
en el que veo las cosas con toda exactitud.
La cosa en sí y también su lugar entre las
otras cosas.

-- --
--

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Soy mucho más consciente de la escala
comparativa: lo pequeño se hace más
pequeño, lo grande más grande, lo inmenso
más inmenso. Y lo mismo puede decirse de
los espacios, no solo de las cosas. El espacio
pequeño se hace más íntimo, el grande más
amplio aún. Y esto se debe a los detalles
- el gris exacto del cielo en cierta dirección,
la manera de arrugarse los nudillos al relajar la
mano, la ladera de un prado verde al otro lado
de la casa-, detalles así vuelven a adquirir
una importancia olvidada.

60 61
La tranquilizadora heterogeneidad de lo
existen te ha vuelto en toda su maravilla. Y los
dos ojos, ambos rastrillos levantados, registra n
una y otra vez la sorpres a.

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