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TRABAJO DE:
ESPAÑOL
LIBRO:
LA REBELIÓN DE LA RATAS
AUTOR:
PRESENTADO POR:
PRESENTADO A:
JOAQUÍN SALCEDO G.
GRADO:
DÉCIMO
SANTANDER DE QUILICHAO
AÑO LECTIVO
2019
INTRODUCCION
Rudecindo tuvo casi que tocar el suelo con las manos para poder salir por la
puertecilla, chueca y deforme como sus propios destinos. Ya afuera, el paisaje
desolado de los alrededores volvió a atemorizarlo. Luego miro el rancho donde
Vivian Candida y su hijo, un niño pálido y con aspecto enfermizo. Parecía un
muñequito de cera a punto de romperse. Rudecindo siendo un hombre pobre,
desgraciado, desamparado, se echó a andar hacia la tienda de joseto. Cristancho
al pasar por donde algunos edificios sentía una rabia incontrolable, al ver a los
extranjeros dentro de estos que eran personas con mayores conocimientos a él.
Pensaba, eran personas que hablaban inglés y para él, personas con estas
cualidades tenían la entrada asegurada al cielo, decían palabras extrañas que
parecían muy difícil de pronunciar y hablar. Al llegar a la tienda de Don Joseto, vio
una vitrina de color oscura, con los vidrios sucios, llenos de polvo, un conjunto de
dulce de diversas clases y botellas desocupadas. Que se le ofrece le pregunto
Joseto a Rudecindo, vengo a ver si me vende unos panecitos. Joseto se inclinó y
metió la mano derecha a la vitrina. Saco tres pequeños, morenos, cubiertos por
una finísima capa de polvo y se los entrego.
Con alegría y emoción decían, ya tenemos algo para el almuerzo, ahora según
Rudecindo solo le faltaba que llegara Candida sana y salva. Sus deseos se
convirtieron en realidad, pues Pastora llego con el cabello alborotado y unas gotas
de sudor en su rostro. Traía consigo una olla llena de mazamorra, y una talega de
papel, llego con la explicación y el argumento que se había encontrado al diablo y
disculpándose por la demora, todos estaban satisfechos porque habían tenido un
día espectacular y comerían muy bien. Toda la familia de Rudecindo le agradecía
a Candida por su generosidad y por todo lo que habían hecho por ellos desde que
llegaron a Tìmbali.
No conforme con toda la comida que ya tenían Rudecindo y Pacho buscaron otro
anzuelo y decidieron seguir pescando, y como si fuera poco otra vez pescaron otra
sardina, incluso más grande que la primera y complementaron lo que había sido
un día privilegiado para ellos. Rudecindo se encargó personalmente de abrirles el
vientre a las sardinas con un cuchillo y pudieron comer en paz y alegres. Al
regresar todos a casa a Pastora se le ocurrió la idea de ir a la iglesia al día
siguiente, todos estaban de acuerdo debido a que estaban muy separados de
Dios y quedaron en ese plan para el día siguiente. Ya siendo de mañana
Rudecindo y su familia se dirigieron hacia la iglesia, decididos a escuchar la
palabra de Dios. Al llegar se sentaron en una banca totalmente desocupada,
observaba detalladamente todo movimiento que hacían en la iglesia entre ellos,
cuando encendieron algunas luces de la iglesia, cuando colocaron los libros en el
sitio, además de lo que ellos tenían que hacer, como arrodillarse en el momento
en que el cura apareciera, para que comenzara la misa. Frente a Rudecindo se
encontraban sentados en las bancas dos borrachos. No decían nada. Sus ojos se
cerraban, inclinaban la cabeza sobre el pecho y de pronto la levantaban,
asustados, y fingían escuchar pero luego la borrachera los dominaba y caían
somnolientos, en la otra banca se encontraba una mujer que se había quedado
dormida con el seno desnudo, en fin le llamaba la atención todo lo que veía. Se
dio cuenta de que no estaba prestando atención a la misa y por eso fijo su
atención en el altar, cuando el padre había terminado de leer el evangelio. Se
aclaró la garganta y hablo. Dirigiéndose a todos los borrachos que no lo
escuchaban y a la mujer que dormía profundamente. Sus palabras eran las
siguientes: “la pobreza, llevada con resignación, es una virtud grata a los ojos del
altísimo. Muchos de vosotros hermanos míos, os desesperéis por vuestro destino.
Pero recordad que cuando Dios vino a la tierra para redimirnos, no llego entre las
sedas y las comodidades, entre los ricos y los potentados. Soportad
pacientemente vuestra pobreza y bendecid a Dios, porque os ha dado el mismo
camino que siguió Cristo en la tierra; y porque en el cielo, después de la muerte de
nuestros cuerpos, por esa resignación, por esa virtud de la pobreza,
encontraremos al Padre que nos abrirá sus brazos para recibirnos y albergarnos
en ellos por toda la eternidad”. Para Rudecindo el padre hablaba con mucha
sabiduría y certeza ya que la pobreza para él, estaba calificada como una virtud.
Y el cielo quedaba más allá de la tierra. Volviendo de la iglesia hacia su casa
Rudecindo estaba con mucha ilusión de que llegara el día siguiente por que iba a
madrugar a conseguir trabajo en la compañía carbonera de oriente.
Espero alrededor de media hora para que luego la misma muchacha entrara a la
oficina para traducir las palabras que decía el jefe de personal ya que no hablaba
español. Al instante entro el jefe de personal y la reunión no se tardó más de
quince minutos solamente le hicieron dos simples preguntas, como se llamaba y
que trabajo le gustaría, al final de la entrevista lo mandaron como obrero en la
mina de la pintada afirmándole que ganaría cuatro pesos con cincuenta centavos
al día. Al llegar a su casa las reacciones de su familia son las mejores lo felicitan y
abrazan.
Cuando llego a la mina al otro día, siendo su primer día de trabajo conoció a un
minero llamado paco espinel, quien le contaba de todas las barbaries que habían
pasado en esa mina antes de que el llegara, entre ellas los cuatro mineros que se
encontraba sepultados en cualquier parte de esa mina por un derrumbe que hubo
no hace mucho tiempo. Conoció al capataz de esa mina un hombre que al
principio no parecía tan cuchilla, sin embargo las apariencias engañan y esto fue
lo que sucedió pues después de un tiempo determinado se empezó a comportar
de manera intolerante y explotadora, si un obrero caía desmayado no permitía
siquiera que lo ayudaran a levantarse. Fue un día duro para Rudecindo al llegar a
su casa el único consuelo que tenía era el que por lo menos llegaba con sus
primeros cuatro pesos en el bolsillo. La noche estaba tranquila no se oía ni el
zumbido de una mosca, hasta que se percibió un olor a humo. Se figuraba que era
un vecino que andaba quemando basura o algo por el estiro, eso pensaba
Rudecindo hasta que oyó el grito de Candida, su casa se estaba incendiando tan
rápidamente como si hubiera pasado un huracán. Rudecindo Cristancho y su
familia apagaron el fuego a punta de cube tasos de agua, cuando ya había pasado
la conmoción Candida se encontraba herida y lastimada no podía siquiera
moverse, entonces Rudecindo y su familia decidieron albergar a ella y a su hijo en
su casa mientras se recuperaba.
Rudencindo, con el pasar del tiempo había caído en cuenta que el salario que
ganaba no alcanzaría para los gastos de toda su familia, además de que se
mataba nueve horas diarias para un salario tan miserable como este. Las cosas
empezaron a andar mal y ahora casi no había dinero para el alimento de toda su
familia, se llegó a un punto extremo de que Pacho el hijo menor de Rudecindo
robo para ayudarle a su papá con los gastos, además Don Joseto el de la tienda
había resultado ser un viejo pervertido que acosaba a la hija de Rudecindo
además de diablo la persona acusado de quemar la casa de Candida ,por esta
razón Mariena no volvió más a la tienda y salía lo menos posible, pacho no podía
soportar estos hechos estaba tan enojado que al ver una escena de estas le clavo
un puñal a al diablo en la pierna que lo llevaron hasta la cárcel. Por este hecho
Pastora y Rudecindo tuvieron que hablar con el alcalde de Tìmbali para que lo
dejara en libertad. Las tragedias invadieron a esta familia al otro día de que
ocurriera esta suceso Pastora sufrió un terrible accidente que la llevo a perder él
bebe que estaba esperando debido a una caída que tuvo.
Rudecindo quedo totalmente herido por la pérdida de su hijo estaba cansado de
todas estas tragedias que azotaron a su familia y de que el no ganara el dienro
suficiente, entonces decidió realizar una huelga o una rebelión con sus
compañeros mineros, para acabar con la conocida explotación hombre a hombre
Tuvieron una pelea muy sangrienta en donde se perdieron muchas vidas entre
ellas lastimosamente la de Rudecindo un hombre recordado por que hizo hasta lo
imposible para que hubiera equidad en este mundo y se acabara las injusticias.
OPINIÓN PERSONAL