Edisson Stiven Niño Alvarez1

Perdida de la identidad de Enfermería

Enfermería, según la definición elaborada por la Facultad de Enfermería de la Universidad

de Moscú, en Rusia, es la «ciencia o disciplina que se encarga del estudio de las respuestas
reales o potenciales de la persona, familia o comunidad tanto sana como enferma en los
aspectos biológico, psicológico, social y espiritual» [1]. Partiendo de esta definición el lector
podría percibir la enfermería como una profesión fuerte, de prestigio y sobre todo líder en su
campo y líder ante la sociedad, pero si preguntamos a cualquier persona del común que no
tenga ninguna cercanía con la definición ni con la profesión, definiría al profesional de
enfermería como el “ayudante” del médico, aquel que solo administra medicamentos y limpia
algunos culos. Pero esta percepción social ante la profesión ¿a qué se debe?, esto no se debe
a un simple estigma social que salió de la nada o porque sí, a mi parecer, los mismos
profesionales de enfermería son los que se han puesto este título de un “simple ayudante”,
¿ Cómo enfermería se ha ganado este título?- Mi respuesta a esta pregunta , es la perdida de
la identidad como profesionales- Nos hemos acostumbrado tanto a este estigma que no nos
interesamos en cambiarlo y poco a poco perdemos nuestra identidad como profesionales y
nos acoplamos a lo que dicen el resto de la profesión.

El neoliberalismo es un modelo económico que se basa en la idea de que el Estado debe

cumplir únicamente sus funciones como ente organizador social, debe crearse un Estado que
garantice la libertad económica, de modo que este no interviene en el funcionamiento de la
economía. Es un modelo que favorece la administración privada, bajo la idea que este es
mucho mejor que la administración pública. [7], [8]. De este modo, el neoliberalismo ejerce
relaciones e instrumentos de poder que le quita importancia al bienestar de las personas
haciendo que se le brinde más importancia al mercado, a generar capital, a ser productivo, lo
que lleva inevitablemente a que algunas disciplinas se acoplen a este modelo, y terminen
adoptándolo, promoviéndolo y olvidando su identidad.

El neoliberalismo es un modelo económico que impulsa, favorece y promueve al capitalismo,

creando relaciones de poder e instrumentos de poder para lograr este fin. Foucault en uno de
sus textos expone que la medicina es una práctica social pues sus ejercicios siempre han
estado enfocadas al bienestar social, no a una relación única individual entre el enfermo y el
médico (por lo menos así la ve desde el siglo XVIII, fecha que para él representa un gran

1
Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá- Filosofía social, Docente: Juan Camilo Leal Balcarcel.
cambio en la práctica de la medicina)[3], partiendo de esta idea al ser la medicina y en este
caso la enfermería, una ciencia de practica social, significa que tienen ciertas funciones,
“responsabilidades” sociales como las de definir lo que es normal y no es normal, como las
de mantener, prolongar y apoyar todas las diferencias que se presentan en nuestra sociedad,
como la de ser un defensor de la moral y remplazar la religión para explicar el pecado como
enfermedad [4]. Pero estas funciones, responsabilidades, no dictan o significan que estas
disciplinas como la medicina o la enfermería, disciplinas de practica social, sean buenas
practicas o más exactamente, que estas responsabilidades y funciones sean buenas y con un
único fin de lograr el bienestar social, el bienestar común, pues dichas funciones
(responsabilidades) no son más que instrumentos de control y refuerzo de poder al ser estas
disciplinas responsables de reconocer las diferencias sociales y definir lo que es normal y no
lo es , terminan siendo practicas normalizadoras, que para Foucault; Normalizar significa el
enumerar, controlar a los individuos para que cumplan su rol dentro de la sociedad y de esta
forma ser productivos.

Es en esto último, es donde identifico la falta de una identidad sólida, una identidad como
disciplina con una cierta responsabilidad social- humanitaria verdadera, la cual se centre en
velar por el estado real de salud de las personas con el único fin de brindar un cuidado, un
trato humano para mantener o mejorar la calidad de vida. En vez de ser un instrumento de
poder utilizado para ejercer control con fines de mantener e impulsar un modelo político-
económico como el neoliberalismo, velando y promoviendo la salud, definiendo lo que es
normal y no es normal etc. Con el único fin de mantener sanas a personas para que puedan
cumplir su papel en la sociedad, para que puedan contribuir al capitalismo.

Tener una identidad como profesionales, en mi opinión, es de vital importancia para el avance
y fortalecimiento de la profesión, no tener una identidad clara y no defenderla, significa un
riesgo para la supervivencia de la profesión, pues un enfermero(a) que no conoce su identidad
como profesional, cae inevitablemente en el juego de poder que lo utiliza como “mecanismo
de control”, permite que otras disciplinas lideren sobre él, permite que otras disciplinas se
adjudiquen funciones propias de enfermería, lastimosamente, como ya se está viendo en la
actualidad. Pero “recuperar” una identidad de antaño, en la actualidad y con el avance (por
lo menos científico) de la profesión, no es muy práctico, más bien hay que enfocarse en
“crear” una nueva identidad como enfermeros, basándose en lo que actualmente nos
concebimos como profesionales, y no acoplándonos a la concepción que el resto de
disciplinas del área, nos adjudica y mucho menos acoplándonos a ser un instrumento de
poder, un instrumento de normalización, útil para el modelo de sociedad capitalista actual.

Pero el objeto de crear una nueva identidad, reconocerla, adoptarla como nuestra no es solo
para no permitir que algunas funciones propias de la práctica de enfermería sean adjudicadas
totalmente por otras disciplinas, este fin, aunque podría ser válido a mi opinión, sería egoísta,
pues en algunas ocasiones es necesario delegar algunas tareas para brindar una mejor
atención a la persona. El objeto de crear y mantener una identidad sólida es el de cumplir una
responsabilidad social-humana (no sujeta a ser un instrumento de poder, del modelo de
sociedad actual) que creo que tenemos como profesionales al servicio de la sociedad.

Hoy en día la percepción y utilidad de la salud, ha cambiado en comparación a la de hace un

tiempo, ya que se pasó de pensar; (en el siglo XIX) que había que mantener la higiene, la
limpieza y la salud para de este modo no pausar las prácticas laborales, debido una
enfermedad, y ser lo más productivo posible, a pensar ( en el siglo XX) que la enfermedad
aunque es algo malo, es necesaria para el descanso y se necesita cuidar de ella, más en
específico se necesita cuidar del cuerpo, se necesita dejar de trabajar para mantener y gozar
de buena salud [3], (pág. 152-153) . Este gran cambio de prioridades que se observa en lo
anterior, debería traer consigo mismo, un cambio en las disciplinas de la salud como la
enfermería, un cambio en cuanto a sus funciones y responsabilidades sociales, un cambio o
resurgimiento de una nueva identidad, enfocada a cumplir esto último.

Pero aun justificando la importancia de la función del enfermero(a), (con el cambio de

prioridades mencionado) este pareciera desinteresado en dichas funciones y
responsabilidades. Buscando fuentes para este ensayo me encontré con un artículo, un estudio
que, en resumidas cuentas, habla de un cambio que sufrió la academia en Inglaterra en la
década de los 90, cuando se integraron algunas disciplinas, que eran consideradas vocaciones
mas no profesiones, al sistema de educación universitario [6]; entre dichas disciplinas
integradas, se encontraba la enfermería -en la que el autor se vio especialmente interesado-
debido a que los docentes recientemente incluidos a la academia universitaria, sentían
inseguridad sobre el cambio de la identidad que esta transición, de vocación a profesión les
traía, dichos docentes manifestaron esta inseguridad, según ellos, debido a que no estaban
seguros o no le encontraban la utilidad dentro del negocio académico a esta transición.

Esto último me lleva a pensar que desde la academia y no solo en la práctica de la disciplina,
existe el problema de identidad ya que la academia, busca formar profesionales útiles para el
mercado, productivos… y hace pensar que la academia (aunque no es así) deja en un segundo
plano la importancia de formar profesionales enfocados al trato humano, un trato que se
caracteriza por la empatía existente con el enfermo, el ser consciente de su dolor, considerarlo
como un igual y desear su bienestar, lo que resulta ser la esencia de disciplinas como la
enfermería.

Dentro de la práctica clínica de la profesión, más exactamente la práctica quirúrgica, la

enfermería entre otras cosas se “desempaña como instrumentador” (quien es, en resumidas
cuentas, quien se hace cargo de todo el instrumental que se usa en un procedimiento
quirúrgico: bisturí, equipo de sutura, pinzas etc..); Esto lo nombro debido a que en este
escenario identifico, como estudiante de enfermería, la notoria falta de identidad y una
relación de poder evidente entre el modelo de sociedad capitalista, el modelo económico
neoliberal ( que quiere crear profesionales productivos) y la academia de la profesión (que
los forma), debido que al realizar mis estudios en este campo quirúrgico, y aun sabiendo que
enfermería se desempeña como instrumentador , no se abarcó esta destreza con gran
profundidad debido a que en Colombia, como en muy pocos países, enfermería no desempeña
este papel. A pesar de que, en dicha ocasión, (en la que me encontraba cursando el 4to
semestre, de mi carrera de enfermería) se mostró interés por parte mía y de mis compañeros
por profundizar en esta área, de instrumentación, la respuesta de la academia (los docentes)
fue negativa, justificándose con que en Colombia el enfermero(a) no le compete esta labor y
que por lo tanto no sería proactivo profundizar en este tema, ya que no nos sería útil
laboralmente.

Foucault menciona que la medicina percibe al cuerpo como un atlas y ubica en el a la

enfermedad con una exactitud geométrica [5], esto y el caso mencionado en el párrafo
anterior, llevaría a pensar al lector, que las disciplinas que se especializan en el sector salud
tratan a dichas personas como un objeto de investigación al que curar, a pesar de que se trata
de personas tratando personas.

Desde la academia, indirectamente, y desde un segundo plano se nos presenta una función
en la sociedad, como un negocio en el que hay que ser productivos. Pero al mismo tiempo,
por lo menos en el caso de enfermería, la academia nos hace consientes del trato humano que
debemos brindar.

Pero esto último a mi parecer pasa a un segundo plano cuando por el tiempo de trabajo o por
experiencias propias de cada profesional, se vuelve más importante ser productivo.
Enfermería crea el estigma y la visión social de ser un ayudante o simplemente el que aplica
los medicamentos, ya que olvida la importancia de crear y mantener una identidad como
profesional, olvida tal vez el motivo por el que quiso estudiar esta disciplina, en caso de que
ese hubiera sido su sueño, pierde el tacto y la capacidad de empatizar con el enfermo, olvida
que es una persona tratando personas y automatiza su función se vuelve el instrumento de
poder que normaliza, y cuida de las personas con el único fin de salir rápido de ellas,
reintegrarlas a su vivir cotidiano. Crea la pérdida de identidad que critico en este ensayo.

La pregunta que me gustaría dejar para finalizar este ensayo es ¿Por qué se pierde el interés
por crear una identidad solida?, si como estudiante de enfermería soy consciente de esto, soy
consciente de que existe un responsabilidad social-humana como disciplina de practica
social, ¿porque es un problema actual para la profesión la perdida de la identidad, la falta de
enfermeros “empoderados” en su profesión?, en que momento caemos en las relaciones de
poder del modelo de sociedad actual y se vuelve más importante el ser productivo y generar
más dinero sin importar que. Con la elaboración de este ensayo incluso me llego a cuestionar,
si algún día, como profesional, llegaré a olvidar esta crítica, si automatizaré mi práctica, la
pérdida de identidad, si no me importará el estigma social y seré parte del problema.

Bibliografía.
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2. Zamorano Pabón IC. Identidad profesional en enfermería: un reto personal y
profesional. Invest Educ Enferm. 2008;26(2 suppl): 168-171.
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1976;2:152-70. Conferencia dictada en el curso de medicina social que tuvo lugar
en octubre de 1974 en el Instituto de Medicina Social, Centro Biomédico de la
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5. Foucault, M., & Perujo, F. (1979). El nacimiento de la clínica una arqueología de
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6. Higher education change and professional-academic identity in newly 'academic'
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8. Neoliberalismo, S. (2019). Significado de Neoliberalismo. Retrieved from
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