NORBERTO BOBBIO:
EL FILOSOFO
Y LA POLITICA
Antologia
Estudio preliminar y compilacién de
José FERNANDEZ SANTILLAN
Prefacio de
NorBERTO BOBBIO
ae
FONDO DE CULTURA ECONOMICA
MEXICOSOBRE LAS POSIBLES RELACIONES ENTRE FILOSOFIA
POLITICA Y CIENCIA POLITICA’
Como fildsofo del derecho y como estudioso, desde hace algunos afios, de
ta ciencia politica, tengo el pie en dos estribos. Quisiera aprovechar esta
posicion incémoda pero en cierto aspecto privilegiada para decir algo
sobre el problema de las relaciones entre la filosofia politica y la ciencia
politica. En cuanto doy por sentado que ambas disciplinas tienen pleno
derecho de ciudadania en ¢] nuevo y amplio reino de nuestras facultades
de ciencias politicas, aqui no pretendo detenerme en la naturaleza y fun-
ciones de ésta y aquélla, sino que considero mas util tratar de delimitar sus
-respectivas fronteras. Estimo que una operacién de esta indole puede ser
de alguna utilidad para no caminar a tientas moviéndonos ora en una
direccién, ora en otra, seguin soplen los vientos. Hace cuarenta afios, en
‘tiempos de nuestros estudios universitarios y bajo el imperio de la filosofia
‘idealista, nadie queria oir hablar de la ciencia politica, a la que se habia con-
denado al ostracismo junto con todas las demas ciencias sociales. Seria
verdaderamente lamentable que hoy, en un clima filos6fico distinto, donde
tanto las corrientes neoempiristas anglosajonas como las diversas inter-
pretaciones antiideolégicas del marxismo (por ultimo, la estructuralista)
han favorecido el desarrollo del estudio “cientifico” de la sociedad en ge-
neral y de la sociedad politica en particular, el interés renovado por la
‘ciencia politica terminase por ensombrecer la filosofia.
El problema de las relaciones entre la filosofia politica y la ciencia politi-
ca tiene muchas facetas, porque manteniendo firme el significado de uno
de los dos términos, o sea, el de ‘ciencia politica’, entendiéndolo como
estudio de los fenémenos politicos realizado con la metodologia de las cien-
cias empiticas y utilizando todas las técnicas de investigacién de la ciencia
del comportamiento, si el otro término —ilosoffa polftica’— es usado,
como generalmente acontece, bajo significados muy variados, también las
relaciones entre ellos se plantean inevitablemente de manera diferente.
El objetivo principal de este trabajo es mostrar que a cada acepcién de
“filosoffa politica’ corresponde una manera diferente de presentar el pro-
blema de las relaciones entre filosoffa politica y ciencia politica y, por tan-
to, poner en guardia a todo el que crea que el problema tiene una soluci6n
univoca. Creo que mostrar las cosas de esta manera puede servir para po-
ner en evidencia una de las razones de la confusion que reina en la materia.
* Dei possibili rapporti tra filosofia politica e sciénza politica. Estratto dal I° Simposio di
Filosofia della Politica “Tradizione e novita della Filosofia della Politica", Facultad de
Jurisprudencia, Universidad de Bari-Laterza, Bari, 1970, pp. 23-29.
5556 RELACIONES ENTRE FILOSOFIA POLITICA Y CIENCIA POLITICA
Me parece que se pueden distinguir por lo menos cuatro significados
diferentes de ‘filosoffa politica’.
1. La manera mis tradicional y coherente de entender la filosoffa politi-
ca es concebirla como la descripcion, proyeccién y teorizacion de la épti-
ma reptblica 0, si se quiere, como la construccién de un modelo ideal de
Estado fundado en algunos postulados éticos tltimos, sin preocuparnos
de cuando y cémo pueda ser efectiva y totalmente realizado. Pertenecen a
esta forma de pensamiento ciertas “utopias al revés” de las que ha habido
ejemplos conocidos sobre todo en el ultimo siglo, que consisten en la des-
cripcidn no de la 6ptima, sino de la peor reptiblica o, si se desea, del mode-
lo ideal del Estado que no debe realizarse.
2. Una segunda forma de comprender la filosoffa polftica es considerarla
como la basqueda del fundamento tiltimo del poder, que permite respon-
der a las preguntas “za quién debo obedecer?” y “¢por qué?” Se trata del
problema bastante conocido de la naturaleza y funcién de la obligacion
politica. Bajo esta acepcién, la filosoffa politica se resuelve en la solucion
del problema de la justificacién del poder iiltimo, o, en otras palabras, en
la determinacién de uno o mAs criterios de legitimidad del poder. Cuando
se hace referencia, por ejemplo, a la filosofia politica moderna y se men-
ciona a escritores como Hobbes y Locke, Rousseau y Kant, De Maistre y
Hegel, se hace referencia a teorias que, partiendo generalmente de
supuestos filos6ficos sobre la naturaleza humana, de la sociedad y de la
historia, tienden a esgrimir buenas razones, incluso las mejores, por las
cuales el poder tiltimo debe (o no debe en determinados casos) ser obede-
cido, vale decir, a proporcionar una justificacién de la obligacién politica y
a delimitar su ambito. De conformidad con esta connotacién, todas las
filosofias politicas se podrian clasificar segtin los diversos criterios de
legitimacién del poder que han sido en su turno adoptados.
3. Por ‘filosofia politica’ también se puede entender la determinacién del
concepto general de ‘politica’, como actividad auténoma, manera o forma
del espirita —como habria dicho un idealista— que tiene sus caracteristicas
peculiares que la distinguen asf de la ética como de la economia, el dere-
cho o la religién. De la misma manera se dice que la tarea de la filosoffa
del derecho es la determinacién del concepto del derecho. Tengo la impre-
sién de que éste ha sido —sobre todo por influencia de Croce, quien evoca-
ba a Maquiavelo como el descubridor de la categoria de la politica— el
sentido predominante en Italia. Cuando entre nosotros se habla de filoso-
fia politica, el pensamiento corre: inmediatamente no tanto al problema de
la obligacién politica, como haria un estudioso inglés, sino al problema de la
distincién entre politica y moral, entre razon individual y razén de Estado,
al problema de si la conducta polftica posee sus propias leyes, de si res-
ponde a criterios propios de valoracién, si el fin justifica los medios,
Estados se pueden gobernar con padrenuestros, 0, como hoy se dirfa, si
hay una ética de grupo distinta de la ética individual, 0, siguiendo la termi-