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Capítulo 4.

Motivaciones de las FARC-EP para realizar la toma de Mitú

El 1 de noviembre de 1998 las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -

Ejército del Pueblo (FARC-EP), en el marco de su ajedrez político-militar, llevan a cabo

una ofensiva estratégica sobre la capital del departamento del Vaupés, Mitú.

Como es de esperarse el saldo que deja esta operación es confuso; los medios oficiales

relacionados a las FF.MM dan cuenta de 8 militares muertos y 20 heridos. Mientras que

los partes dados por el comandante del bloque oriental Jorge Briceño, da cuenta de 28

militares muertos y 38 heridos. Además de un total de 61 uniformados secuestrados.

Esta iniciativa militar de las FARC representa una respuesta a la inestabilidad política

del país en aquel momento, además de reafirmar que la zona de despeje en El Caguán

fue ganada militarmente. en todos los comunicados emitidos por las FARC, se presume

haber salido victoriosos de la guerra.

En aquel momento las FARC comienza un proceso de transformación a su estrategia

militar. Lo que tradicionalmente se consideraba una guerra de guerrillas, comienza a

tomar forma de movimiento, un ejemplo de esto es la capacidad armamentística y de

maniobra que se emplea durante los combates a campo abierto, donde la superioridad

frente a las FF.MM., es inminente. un factor sustancioso que da paso a este crecimiento

militar exponencial es la nueva organización táctica en modalidad de bloques que

permite la aglutinación de una gran cantidad de combatientes en zonas específicas del

territorio colombiano, y es finalmente es ese momento cuando las FARC tiene una

organización tan sólida, que es comparable con la de las FF.MM.

La guerrilla saco a los 45 policías que se rindieron y a los 22

bachilleres que los acompañaban y se los llevaron en lanchas por el río

Vaupés. 17 lanchas de la guerrilla, con un incierto número de muertos,


dice el parte oficial del Ejército, fueron posteriormente destruidas por la

brigada móvil n.°3. La prensa liberal informaba de la derrota militar de

las FARC. (García, 2016, p.101). |

Aunque la toma se había concretado, las FARC habría quedado limitada militarmente,

la retoma de Mitú fue para muchos el mayor golpe dado a la guerrilla en aquel

momento. Los expertos en el tema aseguraron que aquella decisión tomada por los

comandantes daba pie a una ofensiva de las FF.MM. de la que las FARC no podría

recuperarse. Aquel fallo representaba el fracaso de un intento por convertir de la guerra

guerrillas, en una guerra generalizada.

Ahora bien, aunque hasta el momento se ha hablado de dos objetivos muy generales que

pretendía las FARC respecto a su incursión en Mitú; el responder a la inestabilidad

político-militar y demostrar la iniciativa ofensiva, sería posible adentrarse a objetivos

aún más específicos.

Antes de cada toma se realiza un ejercicio de planeación militar, dirigido por los

máximos cabecillas o comandantes de los bloques cercanos al lugar de la incursión.

Dado que las estrategias de las FARC responden a las necesidades mismas de la

organización, no sería cauto dictar unos objetivos generales sobre las tomas realizadas

por las FARC en la historia colombiana. En este caso únicamente se hará referencia a lo

ocurrido en la capital del Vaupés.

De los hechos ocurridos durante la toma de Mitú, destacan algunos elementos por su

afinidad a esta investigación. Entre ellos se encuentra en primer lugar, el saqueo de todo

tipo de entidades financieras que posean activos en el momento de la toma, además de

arrasar con todos los víveres de las bodegas, supermercados y tiendas. Evidentemente

esta serie de acciones tienen como fin proveer a las FARC de recursos económicos para
mantener y prolongar la “lucha revolucionaria”. Por otro lado, el siguiente elemento

fundamental observado en la toma, es el robo de armamento a las FF.MM. para proveer

a los combatientes los insumos suficientes para repeler las ofensivas estatales y

maximizar su poder de fuego, esta sería una de las razones por las cuales las FARC

centraba sus operaciones sobre las incursiones en bases militares, acto que

históricamente se repitió en numerosas ocasiones. Finalmente, y como último elemento,

se ha decido elegir la toma en sentido global, es decir, el impacto que tiene para el

Estado y la población, el que un grupo al margen de la ley posea el poderío suficiente

para poner en riesgo la soberanía de la nación, y perpetuar el miedo en la ciudadanía.

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