“Como no te voy a querer , como no te voy a querer , si eres el Papa Francisco vicario de Cristo

quien nos viene a ver” (Si es posible lo coreas fuerte y repites la frase dos veces para que marques
el momento).

Lugo de corear te paras en el centro , respiras hondo , miras serio a todos y dices mirándolos ,
manteniendo la seriedad , en cada línea vez a cada lado.

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Era un 20 de Junio del 2017 , aún lo recuerdo y la emoción me sigue embargando

como aquel día , yo corría y corría , sin mirar a nadie , sin pensar en el tiempo ni en
las mil preocupaciones de aquella época , sólo quería llegar a casa . Llegué a la
puerta , respiré , miré a mi madre y ella con una gran sonrisa sin necesidad de
preguntarle, me dijo en una sólo a exclamación : ¡Sí , panchito viene! ¡Panchito
llega al Perú!.
214 – 214 era el número que recorría en mi cabeza , eran los días que debía esperar
para conocer al peregrino , para ver a mi caminante de cristo , aquel que no le
importa nada con tal de ir de lugar en lugar, a dejar el regalo más hermoso que una
persona le puede dar a otra “la Fe” . De pronto , me detuve y no pude evitarlo otros
números me acecharon mi mete , esas cifras no me hacían feliz , por el contrario
me perturbaban, me aterraban y algunos hasta me hacían sentir vergüenza : ¡
1001 – 1001! , el número de feminicidios en Perú los últimos 5 años , 250 – 250 , el
número de conflictos sociales que acechan a mi país y en su mayoría afectan a los
más pobres , nuestros hermanos pobres 1'197,000