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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR


TÉCNICO PROFESIONAL PNP

TEMA

CURSO :

DOCENTE :

ALUMNO :

SEMESTRE :

Huancayo - 2018

1
DEDICATORIA

A Dios, por permitirme un días más de vida,


a nuestros padres por su apoyo incondicional para
cumplir mis metas y ser un profesional de éxito, a
nuestros docentes que proveen una educación
académica profesional mucho más integral
desarrollando la capacidad de implementar estos
conocimientos en la práctica ante un problema real.

2
ÍNDICE

DEDICATORIA...........................................................................................................................2
ÍNDICE........................................................................................................................................3
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................3
CAPITULO I...............................................................................................................................4
MEMORIAS DE UN SOLDADO DESCONOCIDO...............................................................4
1.1. ASPECTOS GENERALES..........................................................................................4
1.2. RESUMEN......................................................................................................................5
1.3. IMPORTANCIA............................................................................................................13
1.4. GENERO LITERARIO................................................................................................14
1.5. MENSAJE....................................................................................................................14
1.6. FUENTES PRIMARIAS O DIRECTOS.....................................................................15
1.7. FUENTES SECUNDARIAS.......................................................................................15
1.8. FUENTES TERCIARIAS............................................................................................15
1.9. VOCABULARIO POLÍTICO.......................................................................................15
CONCLUSIONES....................................................................................................................16

3
INTRODUCCIÓN

¿Puede la autobiografía de un hombre mostrar la complejidad de la violencia


que asoló a nuestro país en las últimas décadas? El testimonio del antropólogo
ayacuchano Lurgio Gavilán, quien militó en Sendero Luminoso, combatió en el
Ejército peruano, se unió a la carrera sacerdotal y luego fue profesor
universitario, es plasmado en el libro Memorias de un soldado desconocido:
autobiografía y antropología de la violencia, la nueva publicación del IEP y la
Universidad Iberoamericana de México.
La publicación se divide en cuatro partes. En ellas, el autor describe, desde su
propia experiencia, su paso por las tres “instituciones totales” del Perú
(Sendero Luminoso, las FF.AA. y la Iglesia Católica) y su vuelta a Ayacucho, el
lugar donde todo empezó, mientras busca el camino a la reconciliación consigo
mismo.

4
CAPITULO I

DELITO CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL

1.1. EL AMBITO SEXUAL Y LA LIBERTAD

Norberto Bobbio, distingue entre libertad de querer o de voluntad


(libertad positiva), y libertad de obrar (libertad negativa).

a. La libertad que querer o voluntad, es autodeterminación, la misma que


no es otra cosa que la situación en la que un sujeto tiene la posibilidad
de orientar su voluntad hacia un objetivo, de tomar decisiones sin verse
determinado por la voluntad de otros.

b. La libertad de obrar, supone realizar u omitir el comportamiento que


se tiene voluntad de efectuar o de omitir, sin que un tercero no
autorizado interfiera en dicha realización u omisión.

Diez Ripolles, dice que los delitos de la libertad sexual tienen dos
aspectos:

a) lo positivo, significa libre disposición de las propias capacidades y


potencialidades sexuales, tanto en su comportamiento particular como
en su comportamiento social; y,

5
b) lo negativo, se mira en un sentido defensivo y remite al derecho de
toda persona a no verse involucrada sin su consentimiento en un
contexto sexual.

Miguel Bajo Fernández, dice que la libertad sexual debe entenderse de


dos maneras: como libre disposición del propio cuerpo, sin más
limitaciones que el respeto a la libertad ajena; y como facultad de repeler
.agresiones sexuales de terceros.

Caro Coria, dice que la libertad sexual debe entenderse como:

a. Sentido positivo-dinámico de la libertad sexual, se concreta en la


capacidad de la persona de disponer libremente de su cuerpo para
efectos sexuales.

b. Sentido negativo ? pasivo, se concreta en capacidad de la persona de


negarse a ejecutar o tolerar actos sexuales en los que no desea
intervenir.

Esta división se hace con fines pedagógicos, ya que la libertad sexual en


su vertiente positiva como negativa no se oponen entre sí, ambos
constituyen un complemento que refleja distintos aspectos de un mismo
bien jurídico.

Debemos señalar que la libertad sexual es la facultad de la persona para


autodeterminarse en el ámbito de su sexualidad, sin más limitaciones
6
que el respeto a la libertad ajena, facultad que se expande hasta utilizar
el propio cuerpo a voluntad, seguir en cada momento una u otra
tendencia sexual, hacer y aceptar las propuestas que se prefieran, así
como rechazar las no deseadas.

1.2. LA INDEMNIDAD SEXUAL COMO BIEN JURIDICO

El bien jurídico protegido estaría definido por los conceptos de


indemnidad o intangibilidad sexuales, que procede de la doctrina italiana
y reconocida por la doctrina española a finales de los años setenta.

Bramont Arias y García Cantizano, manifiestan que hay


comportamientos dentro de los delitos sexuales en los que no puede
afirmarse que se proteja la libertad sexual, en la medida que la víctima
carece de esa libertad. Se busca proteger la indemnidad o intangibilidad
sexual, o sea la seguridad o desarrollo física o psíquico normal de las
personas.

Caro Coria, indemnidad o intangibilidad sexual, son las condiciones


físicas y psíquicas para el ejercicio sexual en libertad, las que puede
alcanzar el menor de edad, recuperar quien este afectado por una
situación de incapacidad transitoria, o como ocurre con los retardados
mentales, nunca lo obtendrían.

Muñoz Conde, habla de protección de menores e incapacidad orientada


a evitar ciertas influencias que, inciden de manera negativa en el
desarrollo futuro de su personalidad En aso de los menores sean adultos
puedan decidir su libertad sexual y en caso de los incapaces, para evitar
que sean utilizados como objeto sexual por terceras personas que
abusan de su situación.

La indemnidad o intangibiliad sexual es el verdadero bien jurídico que se


tutela con las conductas delictivas previstas en los tipos penales. Se
relaciona con la necesidad de proteger y garantizar el desarrollo normal
del ámbito sexual de quienes no han logrado madurez suficiente, como
es el caso de los menores y los incapacitados, por tanto el Estado debe

7
proteger la sexualidad de las personas que por sí solas no puede
defenderlo al no tener la capacidad suficiente para valorar realmente una
conducta sexual.

La indemnidad sexual, se relaciona directamente con la necesidad de


proteger y garantizar el desarrollo normal en el ámbito sexual de quienes
aún no han alcanzado el grado de madurez suficiente para ello, como es
el caso de los menores; asimismo de quienes por anomalías psíquicas,
carecen de plena capacidad para llegar a tomar conciencia de lo que
significa una relación sexual.

Antecedentes históricos:

La violación entendida como acceso carnal ha sido contemplada por las


legislaciones antiguas:
* En Roma se castigaba con la pena de muerte a quienes ejercían
violencia sobre personas casadas o solteras.

* En el Código de Hammurabi de los babilónicos y caldeos se


sancionaba de una manera enérgica, la agraviada, la sociedad y todos
los dioses eran las víctimas. La sanción que se aplicaba al violador era
pena de muerte mediante ahorcamiento en público.

* El derecho Hebreo tenía penas más drásticas, se sancionaba con la


pena de muerte al violador, así como a los familiares más cercanos.

* El derecho Canónico también sancionaba este delito con pena de


muerte, pero tenía como requisito que la víctima sea virgen y ser
desflorada y ésta no reunía esas características no se consideraba como
tal, sancionándose con penas más leves.

* En las leyes españolas, el Fuero Juzgo castigaba al hombre libre de


100 azotes y al siervo a morir quemado en fuego. El Fuero viejo de
castilla determinaba la muerte de quien forzaba a una mujer virgen o no.

* Las partidas (Tratado de Derecho Penal, Fontán Palestra Carlos, p.50)


amenazaban con pena de muerte al hombre que robara a una mujer
viuda de buena fama, virgen, casada o religiosa o viviere con algunas de
ellas por la fuerza.

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* En el Perú, los incas sancionaban al violador con expulsión del pueblo;
el linchamiento, sólo se aplicaba la pena de muerte para los
reincidentes.

* En la época de la Colonia la cifra negra de la criminalidad aumenta


debido al abuso y flagelo de los cuales eran víctimas nuestros indígenas.

* En la época de la República, estando vigente el Código de 1924, había


pena de muerte para el violador que agraviaba a menores de 7 años,
siendo sustituida por la pena de internamiento. Posteriormente la
Constitución de 1979 y la actual, se aplica pena de muerte en caso de
traición a la patria en situación de guerra exterior.

1.3. DEFINICION DE VIOLENCIA SEXUAL

Miguel Noguera, define como "el acto sexual o análogo practicado contra
la voluntad de una persona que inclusive puede ser su cónyuge o
conviviente, mediante la utilización de violencia física o grave amenaza
que venza su resistencia.

Tiegui, la violación puede conceptuarse como el acceso carnal obtenido


o procurado mediante violencia o sin consentimiento de la víctima.

Pedro Bodanelly, define como acto carnal con persona de uno u otro
sexo, ejecutado sin su consentimiento o en contra de su voluntad
mediante violencia real o física, como por amenaza grave o intimidación
presunta.

Maggiore Giuseppe, consiste en obligar a alguno a la unión carnal por


medio de la violencia o amenaza.

Sin embargo, de estas definiciones podemos ver que el concepto de


Noguera Ramos, es el más completo al reunir todos los presupuestos
que debería cumplir la violación sexual.

Según El actus reus del crimen de violación bajo el derecho internacional


está constituido por la penetración sexual sin el consentimiento de la
víctima, aunque sea leve, de la vagina o el ano o cualquier objeto
utilizado, o la boca de la víctima por el pene del perpetrador.
9
El Estatuto de la Corte incorporó en la definición de violación, un término
mucho más amplio que el de penetración, la "invasión" para que
resultara neutro en cuanto al sexo. La definición de invasión incluye no
solo la penetración de un órgano sexual, sino también cualquier tipo de
abuso sexual con objetos o con partes del cuerpo.

Este concepto es clave para muchas legislaciones latinoamericanas


donde todavía la violación se define como "acceso carnal", reduciéndose
a la penetración con un órgano sexual masculino. La violación requiere
que el autor haya invadido el cuerpo de una persona mediante una
conducta que haya ocasionado la penetración, de cualquier parte del
cuerpo de la víctima o del autor con un órgano sexual o del orificio anal o
vaginal de la víctima con un objeto u otra parte del cuerpo.

El concepto de invasión se utiliza en sentido amplio para que sea neutro


respecto al sexo de la víctima. Además requiere que la invasión haya
tenido lugar por la fuerza, o mediante la amenaza de la fuerza o
mediante coacción, como la causada por el temor a la violencia, la
intimidación, la detención, la opresión psicológica o el abuso de poder,
contra esa u otra persona o aprovechando un entorno de coacción, o se
haya realizado contra una persona incapaz de dar su consentimiento
genuino. Se entiende que una persona es incapaz de dar su
consentimiento genuino si adolece de incapacidad natural, inducida o
debida a su edad

El delito sexual denominado por la doctrina como Violación sexual, pero


la forma como se ha ampliado su contenido y formas de comisión,
entonces se ha extendido y se denomina delito de acceso carnal sexual.

1.4. CARACTERISTICAS PRINCIPALES DEL DELITO DE VIOLACION DE


LA LIBERTAD SEXUAL

En el delito de violación sexual se presentan dos supuestos:


La violencia, es el empleo de la fuerza física que se dirige sobre el
cuerpo o la voluntad del sujeto pasivo obligando a mantener relaciones
sexuales. La violencia o fuerza física para ser típica debe coactar,

10
restringir o reducir el ámbito de autodeterminación del sujeto pasivo, a
consentir contra su voluntad el acto sexual u otro análogo.
La violencia debe ser directa o inmediata en el sentido de proximidad
entre ésta y la realización del acto sexual. La violencia debe dirigirse
directamente sobre la persona de la víctima a modo de fuerza física que
obligue a practicar las relaciones sexuales. Es decir, tiene que existir
resistencia consciente de la víctima y su vencimiento por el autor.

La grave amenaza, consiste en la conminación de palabra o de obra de


causar un daño ilícito, inminente, posible y verosímil a la víctima y que le
infunde temor y miedo. La amenaza no requiere ser absoluta ni
irresistible, es suficiente que sea idónea y doblegue la voluntad de la
víctima. Debe tratarse de una coacción externa y sumamente grave. Se
requiere que la amenaza inminente, seria y desprovista de indicios de
broma o burla.

El empleo de violencia o la grave amenaza.


La práctica de un acto sexual u otro análogo, se refiere a la penetración
por conducto vaginal, anal o bucal, asimismo la introducción de objetos o
de instrumentos en la vagina o ano de la mujer. Según Ricardo Núñez, la
introducción por vía bucal ahora constituye acceso carnal, aunque
carece de glándulas de evolución y proyección erógenas, y al tener
contacto con el órgano masculino no cumple una función sexual
semejante a la de la vagina. Sobre el acto sexual o coito oral, dice
Bramont Arias-Torres, resulta problemático, ya que el primero supone
daño físico, manifestado en el coito vaginal, produciéndose la
desfloración. Villa Stein, señala que el coito bucal equipara el acceso
carnal a la penetración bucal o anal. Flavio García del Río, considera la
violación sexual solamente la penetración vía vaginal o vía anal, en tanto
el coito bucal, es una forma de masturbación, no constituye violencia
carnal, sino un acto libidinoso.
Es la libertad sexual, entendida como la capacidad de actuación que le
asiste al individuo con el solo imperio de su voluntad de disponer ante sí
y frente a los demás integrantes de la comunidad de su propio sexo, con
la voluntad de elegir, aceptar o rechazar las pretensiones que produzcan
en la esfera de su sexualidad. Cuando se encuentran ausentes de la

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estructura psíquica del sujeto el intelecto y la voluntad, falta también
capacidad para ejercer libre y espontáneamente los sentimientos
individuales del sexo; razón por la cual se tutela el pudor sexual.

Bien Jurídico Protegido


Violencia Sexual en nuestros Códigos
Título II. Se regulaba la violación y el estupro en nuestros códigos.
Código Penal 1863: Sección Octava: "De los delitos contra la
honestidad"
Código Penal 1924: Título I, Sección Tercera, del Libro Segundo.
"Delitos contra las buenas costumbres". Delitos contra la libertad y honor
sexual. Regula la violación, actos contrarios al pudor y seducción. Había
pena de muerte para los que violaban a un menor de 7 años.
Código Penal 1991: Libro segundo. Parte especial "Delitos" .Titulo IV:
Delitos contra la libertad. Capitulo IX : "Violación de la libertad sexual"

12
CAPITULO II

TRATA DE PERSONAS

2.1. LA TRATA DE PERSONAS EN EL TIEMPO

El término Trata significa "tráfico o comercio en el que se venden seres


humanos como esclavos: las personas que se dedicaban a la trata
capturaban negros en África y los vendían en América como esclavos1.

Trata también significa "1. f. Tráfico o comercio con personas: trata de


esclavos. 2. trata de blancas Tráfico con mujeres jóvenes, para
dedicarlas a la prostitución"2.

La trata de personas es en efecto, la venta, comercio, negociado o


tráfico de seres humanos que inició con la venta de esclavos, siendo
ésta "una institución jurídica que conlleva a una situación personal por la
cual un individuo está bajo el dominio de otro, perdiendo la capacidad de
disponer libremente de su propia persona y de sus bienes"3; es decir, la
persona humana es cosificado y utilizado como objeto de venta,
comercio, negociado, o tráfico, hecho que fue aceptado en caso de la
trata de esclavos por los Estados, quienes incluso recibían impuestos
por dicha actividad.

La esclavitud y venta de esclavos viene como practica social desde "la


antigüedad greco-romana, y ambas pueden considerarse las primeras
sociedades "esclavistas" al estar sustentada su base económica por este
sistema. Del siglo V a. C. al siglo I es la época de mayor implantación y
extensión de la esclavitud.

Con la llegada y conquista de América, por parte de los europeos, se


trazaron planes de expansión que exigían mano de obra barata. En un
principio se esclavizó a los pueblos indígenas americanos, pero la
legislación española se planteó muy pronto la solicitud de dicha práctica
(gracias a los escritos de Bartolomé de las Casas y de la Escuela de

13
Salamanca), e hizo que se importaran personas esclavizadas de África,
que además tenían mayor resistencia física y a las enfermedades,
especialmente las tropicales, comenzando así el comercio a gran escala
de esclavos africanos: la trata de esclavos.

2.2. TRATA DE PERSONAS EN LA LEGISLACION PERUANA

La trata de personas es uno de los delitos que atenta contra la esencia


misma del ser humano, toda vez que se utiliza al ser humano como
mercancía que se pone al mercado en la cual se oferte al mejor postor
sin siquiera tener el menor respeto por el prójimo, despreciando la
esencia humana de la dignidad y los derechos, por ello la naturaleza
jurídica del delito de Trata de Personas es compleja debido a la dificultad
que se tiene para su comprobación, siendo uno de los factores de
impunidad la falta de precisión del bien jurídico protegido, o los bienes
jurídicos protegidos, generando preocupación social, sobre todo cuando
llega a manos de jueces insensibles sobre la magnitud del problema.

La Constitución Política del Estado en su artículo 1º señala que "la


defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin
supremo de la sociedad y del Estado" disponiendo que nadie está
obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella
no prohíbe, proscribiendo la restricción de la libertad personal, salvo en
los casos previstos por la ley y prohibiendo la esclavitud, la servidumbre
y la trata de seres humanos en cualquiera de sus formas, señalando que
ningún ser humano debe ser víctima de violencia moral, psíquica o
física, ni sometido a tortura o a tratos inhumanos o humillantes15. Ésta
norma, al igual que la Declaración Universal de los Derechos Humanos y
otros instrumentos internacionales, nos brinda un marco de protección
absoluta a nuestra libertad e integridad; sin embargo, pese al esfuerzo
del Estado por disminuir el problema de la trata de personas, no se
consigue resultados alentadores.

El Código de los Niños y Adolescentes señala en su artículo 4º que "el


niño y el adolescente tienen derecho a que se respete su integridad
moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. No podrán ser
14
sometidos a tortura, ni a trato cruel o degradante. Se consideran formas
extremas que afectan su integridad personal, el trabajo forzado y la
explotación económica, así como el reclutamiento forzado, la
prostitución, la trata, la venta y el tráfico de niños y adolescentes y todas
las demás formas de explotación".

En el Perú el delito de Trata de Personas está causando preocupación


cada vez mayor en todos los sectores involucrados de la sociedad, ello
conlleva a que el Estado busque la forma de controlar el delito, dictando
no solo normas sancionadoras, sino dictando políticas y planes de
trabajo que permitan ser más eficaces y eficientes en el control del
delito, debido a que las mujeres, niños y niñas de las zonas más
vulnerables del país (sierra y selva) están siendo transportadas a
regiones donde la producción minera, el turismo, tala de madera,
narcotráfico y exportación, demanda sus servicios.

El Artículo 153º del Código Penal modificado por la Ley Nº28950 Ley
Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, señala que
"El que promueve, favorece, financia o facilita la captación, transporte,
traslado, acogida, recepción o retención de otro, en el territorio de la
República o para su salida o entrada del país, recurriendo a: la violencia,
la amenaza u otras formas de coacción, la privación de libertad, el
fraude, el engaño, el abuso del poder o de una situación de
vulnerabilidad, o la concesión o recepción de pagos o beneficios, con
fines de explotación, venta de niños, para que ejerza la prostitución,
someterlo a esclavitud sexual u otras formas de explotación sexual,
obligarlo a mendigar, a realizar trabajos o servicios forzados, a la
servidumbre, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud u otras
formas de explotación laboral, o extracción o tráfico de órganos o tejidos
humanos, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
ocho ni mayor de quince años.

2.3. PRINCIPIOS Y POLITICA INTEGRAL CONTRA LA TRATA DE


PERSONAS

15
Cuando se aborda temas sobre trata de personas se requiere el trabajo
conjunto de las instituciones encargadas de velar por la paz social y el
resguardo del estado de derecho, la sociedad reclama que se realice
coordinaciones permanentes que coadyuve en el desbaratamiento de las
organizaciones delictivas; sin embargo, se tiene casos en las cuales se
hallan involucrados no solo miembros de la policía nacional, sino jueces
y fiscales, quienes llegan a ser personas que protegen muchas veces a
éstas organizaciones.

El Estado con buen propósito viene realizando planes de corto, mediano


y largo plazo para procurar reducir el índice del delito de trata. En ese
afán señalaron algunos principio que deben ser valorados por los
magistrados del Poder Judicial y Ministerio Público, los miembros de la
Policía Nacional, abogados de la defensa pública y en general, por todos
los sectores encargados de abordar los temas de trata de personas,
entre dichos principios se cuenta con:

Primacía de los derechos humanos.- se considera que los derechos


humanos de las víctimas de trata de personas y sus familiares directos
(hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad)
constituirá el centro de toda labor para prevenir, perseguir, proteger y
asistir.

Perspectiva de género.- Debemos estimar que las mujeres se


encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, conforme se muestra
en las altas incidencias del delito.

Protección integral de la víctima de trata de personas.- Corresponde al


Estado velar por la protección y asistencia integral de la víctima que
incluya, como mínimo, la repatriación segura, alojamiento transitorio,
asistencia médica, psicológica, social y legal, mecanismos de inserción
social, y las demás medidas previstas en la Ley Nº27378 (de
colaboración eficaz)

Interés superior del niño.- Debe adoptarse las medidas urgentes y


necesarias priorizando los derechos del niño y adolescente.

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Información a las víctimas sobre sus derechos y el proceso de
asistencia.- Todas las organizaciones que intervienen a la víctima le
informarán sobre sus derechos, los alcances de las asistencias
integrales, los beneficios e implicancias de los procedimientos que
derivan de su situación.

Reserva, confidencialidad y derecho a la privacidad.- Se mantendrá en


reserva la identidad de la víctima y se preservará la confidencialidad de
las actuaciones policiales, fiscales y judiciales, reserva de su imagen y
de las entrevistas sociales, psicológicas o historias médicas, bajo
responsabilidad penal, administrativa y civil 24.

Instituciones Responsables de la Prevención de los Delitos de Trata de


Personas

 Ministerio de Educación
 Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social
 Ministerio de Salud
 Ministerio del Interior
 Ministerio de Comercio Exterior y Turismo
 Ministerio de Relaciones Exteriores
 Ministerio de Justicia
 Ministerio de Transportes y Comunicaciones
 Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo
 Ministerio Público
 Poder Judicial
 Gobiernos Regionales y Locales.

Instituciones Responsables de la Persecución y Sanción de los Delitos


de Trata de Personas.

 La Policía Nacional del Perú.


 Ministerio Público
 Dirección General de Migraciones y Naturalización
 Poder Judicial
 Instituciones Encargadas de la Protección y Asistencia a Víctimas,
Familiares Directos Dependientes, Colaboradores, Testigos y
Peritos en los Delitos de Trata de Personas.
 Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social.
 Ministerio de Salud.
17
 Ministerio del Interior, Ministerio de Educación, Ministerio de
Relaciones.
 Exteriores, Ministerio de Justicia, Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo.
 Ministerio Público.
 Poder Judicial.
 Policía Nacional.

18
CAPITULO III

ORGANIZACIONES CRIMINALES

3.1. DEFINICION

Organización criminal o grupo delictivo organizado (termino que utiliza la


Convención), definiéndolo como un grupo estructurado de dos o más
personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente
con el propósito de cometer uno o más delitos graves.

3.2. DEFINICION DE ORGANIZACIÓN CRIMINAL (LEY N° 30077)

Art. 2.- Se considera organización criminal a cualquier agrupación de


tres o más personas que se reparten diversas tareas o funciones,
cualquiera sea su estructura y ámbito de acción de acción, que, con
carácter estable o por tiempo indefinido, se crea, existe o funciona,
inequívoca y directamente, de manera concertada y coordinada, con la
finalidad de cometer uno o más delitos graves señalados en el art. Tres
de la presente ley.

3.3. ELEMENTOS DE UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL

1.- cúpula o dirigentes, que son aquellas personas encargadas de la


dirección coordinación y supervisión de las actividades criminales.

2.- realización de actos ilícitos o actividades primarias de la organización


3.-redes de protección de organización criminal que aseguran la
permanencia y funcionamiento de esta.

19
4.- el financiamiento que es esencia el objetivo mismo de la organización
criminal.

3.4. ESTRUCTURAS DE CRIMINALIDAD ORGANIZADA

Industrias o Empresas Criminales poseen una estructura compleja que


les permite realizar actividades Ilícitas y licitas. Tienen presencia
transnacional Crimen Organizado Tienen una estructura de configuración
piramidal con niveles estratégicos y operativos con un mando central con
capacidad decisoria. Su actividad es especializada y centralizada a un
sector determinado.

3.5. DIFERENCIAS

20
3.6. TIPOLOGIAS DE CRIMINALIDAD ORGANIZADA

Jerarquía Estándar o Tipología 1

Tiene una estructura piramidal, un comando o liderazgo unificado a partir


del cual se origina una jerarquía vertical con roles definidos de cada uno
de sus escalones de integrantes, y un código de honor de absoluta
lealtad al jefe recurren con frecuencia a la corrupción el chantaje y la
violencia.

Jerarquía Regional o Tipología 2

Se caracteriza por tener un liderazgo único, y presentan estructuras


regionales con autonomía operativa y un jefe regional. En nuestro medio
a esta tipología corresponde las organizaciones dedicadas al
contrabando.

21
22
Podemos leer su relato como mero testimonio de lo que le ocurrió a
alguien. Sin embargo, sería mejor acercarnos a sus páginas
comprendiendo que los hechos de los que fue protagonista nos
marcaron a todos de una u otra forma. Se trata de páginas que nos
desafían a asumir nuestra condición de sociedad de postguerra. Es
decir, una sociedad inscrita —de manera necesariamente confusa y
conflictiva— en el tiempo posterior al pico de la tragedia que implica toda
guerra. Un tiempo en el cual los ajustes de cuentas por hacer respecto al
pasado no pueden circunscribirse a los recuerdos, sino que exigen la
realización de acciones de reconstrucción vital colectiva; es decir, actos
de verdad y de justicia dirigidos a enrumbar el inevitable futuro común.
Digo esto porque ocurre que, a casi diez años de la Comisión de la
Verdad y Reconciliación, el balance que se puede hacer resulta
realmente preocupante, pues el poder público —el Estado y sus
instituciones— se encuentra realmente a la zaga de una sociedad en la
cual el pasado reciente de horror viene siendo asumido de manera
sumamente activa, mediante el establecimiento de distintas formas de
2
memorias, olvidos y silencios, en plena disputa en estos años.

En tal contexto, la autobiografía de Lurgio Gavilán se inscribe —lo


podemos apreciar siguiendo sus propias palabras— en una larga y
tortuosa búsqueda por construir nociones de pertenencia, igualdad y
reconocimiento en tanto ciudadanos de pleno derecho que aún
arrastramos todos los peruanos: “¿Qué es el Perú?; ¿indios sin alma
como sostenían los primeros religiosos que llegaban al nuevo mundo?,
¿o solamente unos mendigos sentados en un banco de oro como
expresó Antonio Raymondi?”, se pregunta Lurgio, y su respuesta es
simplemente rotunda:

23
Perú es un país plural, diverso, de todas las sangres, una amalgama de
culturas con una idiosincrasia discriminatoria. ¿Cuándo hemos sido un
solo Perú, un país unificado? A veces creo que somos huklla (estar
unidos) solamente cuando nuestros futbolistas visten la “rojiblanca” y
hacen gritar de alegría a todo el Perú […]. ¿Cuál pasión es la que se nos
enciende? ¿Qué noción tomamos entonces del país en que vivimos?
¿Qué línea temporal adoptan esas simbologías? ¿Perduran? O, como
dice la cumbia de una agrupación norteña —con respecto al amor—,
“porque aparece y desaparece”.

3.7. RESUMEN

PARTE I

EN LAS FILAS DE SENDERO LUMINOSO

Esta parte se trata de un niño desafortunado al car en las manos de


Sendero Luminoso nos narra una vida, una vida extraordinaria. Pero
también nos narra la historia de Perú entre las décadas de 1980 y 1990
a través del dolor, la violencia y las causas estructurales que llevaron a
la muerte de miles de peruanos, la mayoría campesinos, pobres y
quechua hablantes. Cuando la Comisión de Verdad y Reconciliación de
Perú comenzó a investigar a inicios del 2000 el enfrentamiento entre las
fuerzas insurgentes de Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario
Túpac Amaru y el ejército peruano, el número de víctimas estimado
oscilaban entre 35,000 y 40,000. No obstante, al concluir las
averiguaciones, la cifra redondeó casi los 70,000 muertos. La mayoría,
muertes silenciosas y anónimas, no solamente porque ocurrían en
regiones apartadas a la metrópoli capitalina como son la Amazonía y la
serranía peruanas, también porque sólo un racismo arraigado podría
explicar cómo la ausencia de 35,000 peruanos — en su mayoría
campesinos e indígenas — pasó inadvertida; quizá al encontrarse ellos
mismos al margen del acceso a la ciudadanía. A su vez, las culturas a
las que se adscribían y las regiones que habitaban eran pensadas
indomables, atrasadas y peligrosas.
24
En este escenario de guerra, Lurgio Gavilán narra el conflicto interno a
través de tres temporalidades que entrecruzan su vida. La primera de
ellas, a sus 12 años cuando siguiendo a su hermano mayor se incorporó
a las filas armadas de Sendero Luminoso, logrando ascender a oficial de
inteligencia a los 14 años. Aun siendo niño, Lurgio gozó de la
hermandad entre compañeros de lucha, pero también participó del
ajusticiamiento de los “soplones”, estuvieran éstos entre los compañeros
guerrilleros o entre campesinos de comunidades aliadas al ejército.
Asimismo, la muerte no le fue ajena al presenciar el deceso de
compañeros en combate, incluyendo la de su propio hermano.

PARTE II

TIEMPOS EN EL CUARTEL MILITAR

El segundo momento autobiográfico que Lurgio narra es cómo antes de


cumplir los 20 años, fue capturado por el ejército en un enfrentamiento
armado y logró salvarse de la cárcel y el ajusticiamiento cuando el oficial
a cargo del ataque decidió incorporarlo al ejército. Dentro de las fuerzas
castrenses, Lurgio presenció la tortura y el asesinato de detenidos, así
como la violación y ejecución de mujeres prisioneras, acciones al
margen de la ley. Pero en el ejército también aprendió a leer y escribir en
castellano, así como finalmente “pudo comer”, como el mismo lo señala.
El tercer momento, toma escenario en 1998, donde antes de haber
cumplido los 25 años, ingresa como seminarista a una orden
franciscana. En ella pone orden a sus vivencias a través de la escritura e
inicia a narrar sus memorias como soldado desconocido de dos
ejércitos. Esta autobiografía, escrita en un estilo ágil, narrativo y
vivencial, nos aproxima a la historia de la guerra interna de Perú a
través de uno de sus protagonistas de base, quien peleó bajo distintas
banderas y contextos para sobrevivir a circunstancias límites. A lo largo
de las páginas también se percibe la curiosidad de Lurgio para conocer
mundos distintos, así como su gran poder de observar y aprender para
sobrevivir. En esta conjugación de vivencias Lurgio recrea cómo era su
vida en Ayacucho al describir sus paisajes, la música, la poesía, las

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fiestas, los animales y la vida cotidiana. Una riqueza paisajística y
cultural que contrasta con la marginalización, el racismo y la pobreza
que viven los indígenas rurales en el Perú. No obstante, los procesos de
exclusión basados en la etnicidad, la racialización y la clase social son
cuasi universales, en el caso peruano, como a lo largo de América
Latina, éstos forman parte de procesos de larga duración y de raigambre
colonial. Asimismo, esta violencia estructural y la rabia ante ella, generó
entre los campesinos un fuerte deseo de querer cambiar las cosas. Bajo
este escenario se enmarca la adherencia de Lurgio a Sendero Luminoso
y su creencia (entonces) de su papel transformador. Al respecto, relata
cómo cargaba todos los días el Libro Rojo de Mao Tse Tung, aun sin
saber leer ni escribir, lo cual no le impedió ser y sentise parte de una
sueño de cambiar el mundo. Es necesario precisar que Lurgio no intenta
convencernos de un proyecto ideológico, ya que había dejado de creer
en el mucho tiempo antes de escribir sus memorias. Por el contrario,
narra el drama humano de la guerra interna y es crítico tanto de la
violencia de la guerrilla, cómo de la violencia de las fuerzas armadas.
Éstas últimas ajusticiaron comunidades campesinas que en teoría
venían a emancipar del terror de los guerrilleros. En este sentido, como
nos dice la antropóloga Kimberley Theidon (2004), el conflicto interno en
Perú fue una guerra “entre prójimos”.

Por otro lado, la lectura del libro de Lurgio nos permite hacer conexiones
con otras imágenes de conflicto y guerra. Una de ellas es el libro titulado
“No nacimos pa´ semilla” del periodista colombiano Alonso Salazar
(1990). En el, Salazar describe la vida de los niños y jóvenes sicarios de
las colonias marginales de Medellín, y recopila distintos testimonios
entrecruzados entre los sicarios, sus madres, los sacerdotes de los
barrios que habitan y sus propios enemigos. En estas crónicas, se
aprecia la percepción efímera de la vida entre los jóvenes sicarios ya
que viven sin miedo a perderla. Pero este libro, también es un duro
retrato de la marginalización social en Colombia, donde la falta de
oportunidades llevó a que muchos jóvenes de barrios marginales se
unieran como sicarios ya que no tenían nada que perder. Las vidas

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mismas de estos jóvenes parecían estar tiradas a la basura por la
sociedad y el Estado colombianos, quien los juzgaba culpables de su
propia miseria ¿qué podrían perder si de hecho su vida no valía nada?.
En este contexto, ser sicario se dibujó como una alternativa posible. De
la misma manera que ser guerrillero fue para muchos campesinos una
posibilidad de construir un proyecto utópico de cambio social.

PARTE III

TIEMPO EN EL CONVENTO FRANCISCANO

Lurgio Gavilán permaneció en el Ejército de 1985 a 1994. Como


soldado, ahora perseguía a quienes antes habían sido sus camaradas.
El teniente que lo protegía lo puso en el colegio, donde aprendió a leer y
a escribir. Cuando alcanzó la mayoría de edad, entró al Servicio Militar
Obligatorio (SMO) y al acabarlo se reenganchó como instructor. En
Huanta, vivió en la antigua base de los infantes de Marina. Allí tenían a
los prisioneros encerrados en un corral. Cuando sus familiares llegaban
a buscarlos, los militares negaban su presencia. "En las noches se los
llevaban, solamente me contaban que habían matado a todos".

En agosto de 1993 fue enviado a la base de Viviana, de donde salía a


veces de patrullaje junto a unas misioneras que recorrían los pueblos
asolados por la violencia. Un día, una de esas monjas le dijo: "¡Usted
puede ser sacerdote!". Él se rió y le dijo que tenía graves pecados y que
seguro Dios lo botaría a patadas. "¡No, no!", le respondió la misionera,
"Dios vino al mundo a buscar a los pecadores". En las siguientes
semanas, Lurgio reflexionó mucho sobre esas palabras. Y decidió irse.

Meses después, estaba en la casa de Juan Luis Cipriani, en Huamanga,


para pedirle que lo admitiera en la Iglesia. El entonces obispo de
Ayacucho le pidió que le contara su vida. Cuando supo que había sido
militar, lo interrumpió: "¡Al cuartel van las prostitutas!, ¿verdad?". Lurgio
admitió que sí. Cipriani le dijo que un pecador no podía ser sacerdote. El
ex soldado dejó la casa al borde de las lágrimas.

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En marzo de 1995 fue admitido en la Orden Franciscana, en el Templo
de los Descalzos de Lima. La vida como postulante era muy parecida a
la del cuartel, recuerda. El cordón blanco que sujetaba su hábito tenía
tres nudos, que simbolizaban los votos de castidad, obediencia y
pobreza. El segundo y el tercero eran difíciles de cumplir. No faltaban los
hermanos que se enamoraban de alguna monja, "pero luego las
lecciones de espiritualidad franciscana nos hacían olvidarlas".

En esas horas de soledad y silencio en su celda de franciscano, empezó


a escribir sus memorias. Lo hizo desde 1996, cuando todavía era un
postulante, hasta 1998, cuando acabó el noviciado y fue investido con el
sayal franciscano. "A pesar de haber encontrado la paz y la tranquilidad
necesarias en el convento", cuenta en sus memorias, "a pesar de tener
por fin un momento para reflexionar sobre lo vivido, fui sintiendo que
probablemente este tampoco sería un lugar en el cual me quedaría para
siempre".

Cuando acabó 1998, sabía que dejaría la congregación. "Quería tener


una familia, quizás un hijo, y salir al mundo como cualquier persona".

Lo que ocurrió después de que Lurgio dejó la orden no está contado en


el libro. Volvió a su pueblo, en la selva ayacuchana, y tuvo una mujer y
un hijo. Ingresó a la Universidad San Cristóbal de Huamanga a estudiar
Antropología. Se graduó y, a través del Instituto de Estudios Peruanos
(IEP), obtuvo una beca de la Fundación Ford para estudiar una maestría
en México. Antes de viajar, le enseñó el manuscrito de su libro a Carlos
Iván Degregori. El antropólogo, estudioso de la violencia política, lo
animó a publicarlo. Degregori murió cuando el libro entraba a la editorial.
Al teléfono, Lurgio dice que dudó mucho antes de animarse a sacar a la
luz sus memorias. "No quiero ser estigmatizado", dice. "Yo digo: esto ha
sido parte de mi vida, yo no elegí eso. No quiero que me juzguen. Ha
sido parte de mi vida y yo vivo agradecido".

PARTE IV

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VEINTE AÑOS DESPUÉS RECORRIENDO LAS HUELLAS DEL
PASADO

Es la historia de un hombre que, aún niño, decidió ir en busca de su


hermano hacia la montaña y terminó incorporándose las filas de SL.
Luego de varios años, cayó herido en combate y fue rescatado por un
militar de manos de los ronderos y militares. Entonces se incorporó a la
institución castrense, donde obtuvo educación, comida y techo. Más
adelante, en su encuentro con monjas misioneras del Jesús Verbo y
Víctima, cuando patrullaban las montañas, su suerte cambió al
presentársele la opción de ser sacerdote Así, se incorporó a la Orden
Franciscana, donde encontró momentos de paz, pero no de sosiego.
Finalmente, decidió estudiar en la universidad y obtuvo una beca para
cursar estudios de posgrado en Antropología.

Esta es la historia autobiográfica de Lurgio, a quien tuve el gusto de


conocer en una presentación de su libro. Dicho testimonio, vivido y
narrado por el propio autor, es, además, la historia de un hombre que no
solo narra su pasado inmediato en términos de sus actos y desventuras,
sino también la historia de las dramáticas condiciones en las cuales los
actores armados tomaron a las comunidades indígenas como presas de
sus delirios. Estas historias entrecruzadas, individual y colectivamente,
hacen de la autobiografía un libro excepcional. Así lo señala Degregori
en el prólogo, en cuyo texto afirma: «sus recuerdos nos pintan una
realidad muy distinta de la que el Informe Vargas Llosa presentaba en
esos años sobre la comunidad de Uchuraccay, como un mundo
congelado en el tiempo, Quiero detenerme en el concepto de testimonio
y lo que aporta este documento autobiográfico. Cuando leía el libro,
varias veces me pregunté: ¿cómo leer y situar el testimonio de Lurgio en
un momento muy particular de violencia que vivimos en Latinoamérica?
Como tales, los testimonios contienen intencionalidad, son memorias
que circulan y se apropian con un fin, a diferencia de la historia de vida o
la biografía. Todo testimonio, en primera o tercera persona, al circular
públicamente, presupone una forma de verdad. Es relatar al mundo lo

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«sucedido» para generar moralidades y afinidades, desprendiendo al
autor de las palabras.

Como señala Lurgio: «es mejor que la obra se encargue de


justificarme». Ya han pasado los años de revuelo en los que los
movimientos guerrilleros abrieron un hueco muy hondo en la consciencia
de la gente y cuyos resultados han sido terriblemente contraproducentes
a las utopías enarboladas. Ciertamente todavía siguen languideciendo
algunos movimientos como Sendero, pero las condiciones han cambiado
fuertemente a diferencia de hace cuarenta años, por ejemplo. También
han pasado los años en que el testimonio sirvió como un arma para
denunciar las violencias traumáticas de parte de los aparatos del Estado
(Beverley, 2010; Binford, 2008), testimonios que servían como medios
propagandísticos al mismo tiempo para atraer apoyos y formar opinión
pública afín a las causas revolucionarias. Estamos ahora en el siglo XXI,
en el que el paso de regímenes autoritarios abrió camino a las llamadas
democracias, sin embargo, prontamente, muchos regímenes han
experimentado regresiones autoritarias o nuevas formas de dominio en
las que la violencia se generaliza conforme se declaran estados de
emergencia. En este escenario, ¿cómo puede ser recibida la
autobiografía de Lurgio en un contexto de violencias confusas?

En primer lugar, me parece que uno de los aportes más interesantes del
libro es que su testimonio rompe con el canon tradicional del testimonio
en forma de heroísmo o tragedia (Beverley, 2010). No pretende ser una
voz de los sin voz, no hay mediación —como dice Yerko en el ensayo
introductorio—, porque al autor, aunque le interesa dejar constancia de
las atrocidades de Sendero Luminoso o del Ejército peruano y las rondas
campesinas, toma un punto de vista cuasi atmosférico en la narración.
Es decir, no es una historia de violencia, como dice, sino relatos de la
vida cotidiana carentes de dramatismo y partidismo político.

En este sentido, la autobiografía se acerca más a un tipo de realismo


literario en forma etnográfica que a un testimonio revolucionario. En
segundo lugar, con relación a las discusiones antropológicas sobre la

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forma de narrar la violencia, la autobiografía no pretende inscribirse en
un estilo discursivo que privilegia el testimonio como estrategia para
construir afinidades electivas en torno al trauma, el dolor o el sufrimiento
de las personas. No pretende construir comunidades de resentimiento
(Das, 2008). Es decir, relatar experiencias de vida que contribuyan a
generar afinidades éticas. Estas comunidades de resentimiento, como
las ha llamado Das, comparten la idea de que la violencia y sus efectos
negativos en el ser humano solo pueden ser aprehendidos cuando la
posición frente al sufrimiento es profética. Es el género de una dramática
denuncia del presente, pues el profeta habla en nombre de la comunidad
futura.

Nada de esto pretende el testimonio de Lurgio. Cuando uno se adentra


en la narración, en cada cambio de vida, Lurgio vuelve a reivindicar la
vida misma, lo que pudo haber pasado pero sobre todo lo que podía
seguir viviendo en su presente. Esta narración, me parece, rompe el
estilo dramático o trágico de la denuncia, aun cuando elabora juicios
fuertes sobre los actores armados. Esta manera particular de escritura
es la que podemos rescatar del libro de Lurgio: su forma de redimir la
vida, la manera en que resuelve sus cotidianidades cargando con el
peso del pasado, no en el sentido de utilizarlo como un látigo para azotar
el presente, sino en la forma en que incorpora a su presente los
acontecimientos que le sucedieron, como cuando, veinte años después
de su ingreso a las filas de Sendero, decide volver a las tierras que lo
vieron nacer, a buscarse en los rastros.

¿Qué está buscando Lurgio en esos rastros? Dice: «Los recuerdos son
como un viaje a través del tiempo infinito… siento que estoy viejo, siento
que se ha ido el tiempo muy rápido. Entonces me viene el deseo de
volver la mirada atrás y recordar las cosas pasadas… Así pienso
mientras miro el horizonte» (p. 170).

La autobiografía de Lurgio no es un testimonio más del proceso fratricida


de la guerra peruana, o por lo menos no pretende serlo; al contrario, su
escritura denota más un juicio a la historia dramática del Perú, a esa

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«violencia divina» de la que nos habla Walter Benjamín, una violencia
divina que parece objetivarse en fuerzas omnipresentes que empujan a
los individuos a actuar sin saber las consecuencias de los actos.

3.8. IMPORTANCIA

Hoy Lurgio Gavilán es candidato a doctor en la Universidad


Iberoamericana de México. La publicación de su historia ha despertado
mucho interés, al punto que ha sido entrevistado por diversos medios
periodísticos. Sin embargo, quizás el mayor mérito del libro es que ha
abierto una puerta para tratar de reescribir la historia del conflicto
armado interno, esta vez a partir de los grises, de los puntos intermedios
y ambiguos, de las historias particulares de los que fueron víctimas y
victimarios a la vez en una región y un tiempo extremos. Los debates en
torno a la memoria se pueden —y deben— enriquecer con las historias
particulares de los soldados y policías que llegaron a ser senderistas, los
campesinos que devinieron violentos ronderos y todas las situaciones
similares que cuestionan las interpretaciones oficiales que se sostienen
hasta ahora. Entre los oficiales del Ejército he escuchado con frecuencia
que su cuestionamiento a priori del Informe de la Comisión de la Verdad
y Reconciliación radica en que quienes la conformaron no estuvieron allí
durante el periodo de violencia. Para muchos militares y policías, la
cercanía de la muerte y las consecuencias de ese estado anímico son
experiencias vitales intransmisibles, difícilmente comprensibles para el
resto. Quizás el libro de Lurgio les demuestre lo contrario, y más bien los
anime, como espero que suceda con los otros actores del conflicto, a
contarnos su propia historia.

3.9. GENERO LITERARIO

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Es Genero Dramático el libro Memorias de un soldado desconocido
constituye un testimonio ejemplar sobre la violencia fratricida que vivió el
Perú en las décadas de 1980 y 1990, cuando Sendero Luminoso (SL)
tomó las armas para luchar contra el Estado. Es la historia de un hombre
que, aún niño, decidió ir en busca de su hermano hacia la montaña y
terminó incorporándose las filas de SL. Luego de varios años, cayó
herido en combate y fue rescatado por un militar de manos de los
ronderos y militares. Entonces se incorporó a la institución castrense,
donde obtuvo educación, comida y techo. Más adelante, en su encuentro
con monjas misioneras del Jesús Verbo y Víctima, cuando patrullaban
las montañas, su suerte cambió al presentársele la opción de ser
sacerdote Así, se incorporó a la Orden Franciscana, donde encontró
momentos de paz, pero no de sosiego. Finalmente, decidió estudiar en
la universidad y obtuvo una beca para cursar estudios de posgrado
en Antropología.

3.10. MENSAJE

Es un llamado de atención a todos los peruanos de todos los niveles. La


gente sigue siendo pobre; nuestro sistema económico es muy desigual,
aún existe abandono, hambre y necesidades básicas. El factor pobreza
nos lleva al analfabetismo, y lo tenemos desde la primaria, y también en
la Universidad. Hay abandono del Estado y Sendero Luminoso lo ha
capitalizado como lo quiere hacer ahora el Modavef. Es el mismo
lenguaje y debemos estar alertas para evitar que se repita la historia.

3.11. FUENTES PRIMARIAS O DIRECTOS

 http://www.librosperuanos.com/libros/detalle/12929/Memorias-de-un-
soldado-desconocido.-Autobiografia-y-antropologia-de-la-violencia
 https://iep.org.pe/fondo-editorial/tienda-virtual/memorias-de-un-soldado-
desconocido-segunda-edicion-revisada-y-aumentada/
 http://revistaargumentos.iep.org.pe/articulos/resenas-al-libro-memorias-
de-un-soldado-desconocido-de-lurgio-gavilan-iep-2012/
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3.12. FUENTES SECUNDARIAS
 http://www.academia.edu/5031026/Rese
%C3%B1a_de_Memorias_de_un_soldado_desconocido._Autobiogra
f%C3%ADa_y_antropolog%C3%ADa_de_la_violencia
 https://buensalvaje.com/2013/01/10/memorias-de-un-soldado-
desconocido-autobiografia-y-antropologia-de-la-violencia/

3.13. FUENTES TERCIARIAS


 https://www.google.com.pe/search?
q=MEMORIAS+de+un+soldado+desconocido&ei=c-
DpWqLdGqTI5gKl9Zoo&start=30&sa=N&biw=1350&bih=643
 http://www.acuedi.org/doc/11752/memorias-de-un-soldado-
desconocido-segunda-edici%26Atilde%3B%26sup3%3Bn-revisada-
y-aumentada.html
3.14. VOCABULARIO POLÍTICO

 Terrorista
 Sendero luminoso
 Camarada
 Zona de emergencia
 Cuartel general
 Militares

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CONCLUSIONES

 La memoria funciono en la construcción de la identidad del personaje de


Lurgio Gavilán como un filtro y como un sistema de recopilación de
experiencias.
 Sin memoria no hay identidad
 La memoria funciono como un filtro al ser esta la que determino que
recuerdos serian recuperados.

 Por otro lado al servir como recopiladora de experiencias pasadas hizo


surgir ciertas características en la identidad como la anomia, el
desarraigo, el dolor de recordar y el perdón como liberación del estado
de víctima y de perpetrador.

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