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UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Facultad de Antropología

Programa Educativo
Antropología lingüística

Experiencia educativa
Introducción a la Antropología Lingüística

Docente
Ma del Rayo Pérez

Modalidad: Ensayo

Título: El valor de las promesas dentro de las peticiones y ofertas

Estudiante
María Cristina Morales Reyes

Xalapa, Ver a 09 de noviembre de 2017


“En todo sistema de comunicación hay varios componentes: emisor, receptor,
mensaje, código, canal y contexto… el emisor es el conjunto integrado por el
cerebro que “piensa” el mensaje y el aparato fonatorio que lo “traduce” a una
emisión acústica. El receptor es el aparato auditivo que recibe la onda sonora y la
transforma en impulsos nerviosos que luego son interpretados por el cerebro. El
mensaje es la idea a comunicar. El código es el lenguaje hablado. La combinación
del mensaje y el código constituyen la señal” (Miyara, 1999, pp. 1-2).

Todo este conjunto de pequeñas partes hacen posible la comunicación.


Realmente no pensamos a la hora de hablar en el proceso que hay para emitir
palabras, y no sólo eso, también darle sentido a lo que se dice.

“La lengua permite la comunicación en una comunidad; el habla es el acto de


seleccionar signos y organizarlos, y el lenguaje es un sistema articulado formado
por signos lingüísticos”.

Me propuse hablar sobre el tema de los actos lingüísticos (acto de comunicar y


con el que realizamos una acción diversa. No solo describe si no también le da
sentido a lo que se dice). Me parece que muchas veces no ponemos atención a
lo que decimos. Así como también, tampoco sabemos ponerle nombre a las
cosas.

"Ser un etnógrafo del lenguaje significa tener instrumentos para oír, y luego, para
escuchar atentamente lo que las personas dicen cuando se reúnen, significa
aprender a comprender qué pretenden los participantes en una interacción, qué es
lo que ellos consideran significativo, a qué prestan atención y con qué fines”.

En cualquier tipo de relación entre los seres humanos el lenguaje es sumamente


importante para comprendernos. El lenguaje nos acerca o aleja según lo usemos,
peo si sabemos distinguir qué intención tenemos al comunicar algo, es más
sencillo llegar a la comprensión.
Alguna vez en broma alguien me dijo: "conecta la lengua con el cerebro" y me hizo
pensar inmediatamente en lo que dije y lo importante que es decir lo que se quiere
con precisión... "... dominar adecuadamente el cúmulo de distinciones y la riqueza
de matices que exhibe el lenguaje ordinario" (Austin, 1990, pp. 10).

Ya que de no hacerlo, caemos en confusiones, no importa de qué relación se


trate, pues en cualquier contexto se requiere que tenga sentido lo que decimos "...
si no hemos hecho claramente explícito qué es lo que realmente decimos cuando
a diario nos comunicamos con el prójimo..." (Austin, 1990, pp. 10).

Por ejemplo, si me encuentro con alguien en la calle y al despedirme después de


saludarlo, le digo que lo llamo por la tarde, puedo llamarla o no, porque no
concreté la hora y no nos dimos cuenta ninguno de los dos. Realmente no hubo un
compromiso y así en cualquier relación, ya sea familiar, de pareja, laboral o
escolar por mencionar algunas, se necesita tener claro algunas distinciones sobre
los actos lingüísticos como son el pedido, la oferta y la promesa implícita.

No me refiero a que todas las personas estudien lingüística para comunicarse


mejor, pero cuando menos en el área laboral que es donde me voy a referir en mi
trabajo, que exista un interés y a propósito, de dar a conocer la importancia de las
promesas o compromisos dentro de lo que ofrecen o piden las personas.
Probablemente si ellas en sus áreas de trabajo le dieran el valor que requieren las
promesas evitarían roces o incluso el despido.
"El uso del lenguaje está lleno de ejemplos de expresiones lingüísticas que están
en conexión o señalan en la dirección de aspectos del contexto socio-cultural”
(Duranti, 1990, pp. 41).

Me parece que cuando actuamos, expresamos lo que hemos aprendido.


Hablamos en base a un discurso cultural que tenemos y es lo que hay, entonces,
si se ha crecido dentro de un contexto en donde las promesas se usan y no se
cumplen, así mismo en un trabajo aunque se haya firmado un documento por
ejemplo donde la persona se comprometió a respetar ciertas condiciones
laborales, no le importa si no cumple. "una de las perspectivas comunes de la
cultura es que es algo aprendido, transmitido, heredado de generación en
generación a través de las acciones humanas, casi siempre tomando la forma de
una interacción cara a cara y, desde luego, mediante la comunicación lingüística”.

Hay situaciones donde las personas ofrecieron algo y no cumplieron o pidieron


algo y no fue lo que querían. Llegando incluso a estafas de diversos niveles
económicos, habiendo de por medio un documento que avala el compromiso. Aún
así algo faltó, pues no estamos habituados a revisar a detalle lo que se acordó,
como si no existiera una promesa en el acto y finalmente habrá un problema, en el
que tendrá que acudir alguna autoridad para sancionar al que no está cumpliendo.
Dentro de las empresas, tanto los empleados como los empleadores, tendrían que
estar muy pendientes a la hora de aceptar tanto lo que ofrecen como lo que están
pidiendo. En ambos lados, los derechos deberían ser por igual, pero vale la pena
estar conscientes antes de comprometerse para evitar posibles conflictos.

Dentro de los actos lingüísticos, las promesas nos permiten coordinar acciones
con otros. Las promesas implican un compromiso entre las personas, pero
también socialmente. Y cuando no las cumplimos se llega a sancionar a quien no
lo hace; y cuando no se cumplen se llega al reclamo.

En todas las áreas de nuestra vida hacemos promesas. "podemos decir, por lo
tanto, que la acción de hacer una promesa implica dos movimientos lingüísticos:
una petición o una oferta..." (Echeverría, 2002, pp. 97). Como las promesas nos
permiten coordinar acciones mutuas es necesario que se llegue a un acuerdo de
lo que se prometió. (
Precisamente para evitar conflictos a la hora de pedir u ofrecer, se requiere de
conocer las condiciones de satisfacción y muy importante, el factor tiempo, pues la
promesa no se cierra hasta que se cumple el pedido o la oferta.

"El acto de hacer una promesa comprende cuatro elementos fundamentales:

- Un orador.
- Un oyente.
- Una acción a llevarse a cabo (esto es, algunas condiciones de satisfacción).
- Un factor tiempo” (Echeverría, 2002, pp. 94).

Es relevante fijarnos en el impacto que tienen las promesas en nuestras vidas y


observar nuestra capacidad para cumplirlas, pues de no hacerlo nos vamos a
encontrar con un sin fin de problemas. Muchas veces no somos conscientes de lo
que ofrecemos o pedimos y pasamos por alto que está involucrada nuestra
palabra en la promesa, y cuando las cosas salen mal, muchas veces acudimos a
responsabilizar a terceras personas de lo que no cumplimos.

Hay personas que por no saber ofrecerse como competente en su trabajo, pasan
desapercibidos para los demás y no se supo que tan valioso es para la empresa.
También hay a quien no le gusta pedir u ofrecer por creer que no serán
escuchados. Por lo tanto, los compromisos involucrados en la oferta y el pedido
son de gran peso en la sociedad para la coordinación de acciones.

"Austin (Austin, 1990) bosquejó una teoría general de los actos lingüísticos e hizo
un estudio de las expresiones realizativas "Performative utterances", Charla
difundida por la BBC de Londres en 1956”.

En el lenguaje cuando decimos lo que decimos no es lo mismo la mesa es grande


y de madera a decir, limpia la mesa grande por favor. En la primera oración solo
estamos describiendo a la mesa y algunas características, pero en la otra oración
ya estamos haciendo una petición.

Austin observó que en el segundo caso se llevó a cabo una acción que no solo es
pronunciar, hay algo más. "Tales expresiones se caracterizan... por la presencia
de un verbo en la primera persona del singular del presente del indicativo, voz
activa." y las llamó realizativas derivada de realizar (Austin, 1990, pp. 30).

Antiguamente se creía que el lenguaje solo describía las cosas, con el tiempo esto
ha cambiado, pues ahora sabemos que "las palabras que empleamos a diario son
herramientas de las que nos valemos para realizar múltiples tareas..." (Austin,
1990, pp. 17).

Con base a las entrevistas que realicé, llegué a esta conclusión:

Algunas personas piensan que el tener buena relación con las personas en sus
trabajos es indispensable para generar confianza y sobretodo para reciprocidad,
pues como trates serás tratado. Además cuando nos se cumple con lo que se
comprometen, hay consecuencias y hasta despidos laborales. pero sobretodo la
falta de credibilidad, se distorsiona la imagen de lo que pretenden proyectar y se
origina la falta de autoridad y respeto al no ser congruentes en lo que se pidió u
ofreció. Cuando las personas no cumplen con sus promesas se nota el poco valor
y la falta de compromiso con la misma persona y con la sociedad porque no les
importa afectar a terceras personas. No tienen seriedad en sus compromisos, ni
principios, ética, valores. Son irresponsables. El valor de una promesa es muy
importante porque te define como el ser humano que eres, además de que genera
satisfacción y fidelidad hacia los demás.

"La idea de Wittgenstein no es solo que saber, cómo se usa una palabra (o
cualquier otra expresión lingüística) significa conocer los tipos de cosas que
podemos hacer con ella, -una pieza de ajedrez puede moverse solo en direcciones
limitadas, pero hay una infinidad de situaciones nuevas en que podemos utilizarla,
y en cada una de ellas poseerá un nuevo <significado>-, si no, también, que cada
uso implica un tipo particular de existencia- “ (Citado por Duranti, 1997).

Después de haberse comprometido a algo, las cosas ya no son iguales, si se


cumple o no, la realidad será distinta, sin embargo dependerá del contexto, de las
personas y de lo que decidan hacer con la situación. Este trabajo no es sobre la
verdad o la falsedad.

Detrás de las palabras y de las conversaciones con estas personas, casi todas
coinciden en sus opiniones de como ellas ven el tema del compromiso en las
promesas. El uso de las expresiones dice mucho de cada persona y de la historia
que tienen. Sin juzgar la naturaleza de las acciones, estas personas están en
desacuerdo con la falta de compromiso para cumplir promesas. Habría que
analizar los contextos directamente para saber como algunas personas la cumplan
con sus compromisos, pero no es el objetivo de mi trabajo.

Las promesas tienen un gran poder de acción y de coordinación de acciones. En


sentido contrario, es posible observar el costo, la insatisfacción, la pérdida de
energía, tiempo y recursos que produce el incumplimiento de las promesas o la
incapacidad para establecer compromisos efectivos.

La identidad pública de las personas y organizaciones se construye en gran


medida a partir de la capacidad que éstos manifiestan para realizar ofertas,
aceptar pedidos y, sobretodo, hacer y cumplir promesas.

Sin embargo, en toda promesa que hacemos, al ser un compromiso de acción


futura, existe una probabilidad de no poder cumplirla, por motivos de "fuerza
mayor". En esos casos nuestro compromiso es revocar oportunamente la promesa
y ofrecer una solución alternativa que no interrumpa la red de acciones futuras.
Como menciona Korsbaek (Korsbaek, 2003, pp. 162) “el punto de partida de
Malinowski lo podemos resumir así: la definición de la lengua como la
comunicación vocal de pensamiento no sirve, la lengua es un modo de actividad y
las palabras en sí no llevan ningún significado; el significado lo adquieren gracias
al contexto de la situación, y surge como una relación multifacética entre la
palabra en su frase y el contexto de su producción e intercambio, el significado de
las palabras no se debe a una relación entre la palabra y las cosas que existan en
el mundo; sino del lugar de la palabra en el contexto cultural total”
(Malinowski,1935, visto en Korsbaek, 2003).

BIBLIOGRAFÍA

AUSTIN, John L. (1990). Cómo hacer cosas con palabras. Palabras y acciones.
Ediciones Paidos: España.

DURANTI, Alessandro (2000). Antropología lingüística. Cambridge University


Press: Madrid.

ECHEVERRÍA, Rafael (2002). Ontología del lenguaje. Dolmen Ediciones: España.

KORSBAEK, Leif (2003). La antropología y la lingüística. Revista Ciencia Ergo


Sum, vol. 10, num. 2. Extraído desde
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10410205

MIYARA, F. (1999). La voz humana. Extraído desde


http://www.fceia.unr.edu.ar/acustica/biblio/fonatori.pdf

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