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Cómo darte cuenta si tu hijo sufre bullying

* Señales de alerta en la escuela y en las tareas


escolares

- Cambio repentino en la asistencia a clase o en el rendimiento


académico.

- Éxito académico, parece el niño mimado o la niña mimada del


profesor o de la profesora.

- Le cuesta concentrarse en clase, se distrae con facilidad.

- Se va tarde al recreo y regresa pronto al aula.

- Tiene algún tipo de dificultad en el aprendizaje.

- Falta de interés en las actividades o en actos de la escuela.

- Deja de asistir a actividades de la escuela que le gustaban.

* Señales de alerta en cuanto a lo social

- Solitario, retraído, aislado.

- Escasas o nulas habilidades sociales/ interpersonales.

- No tiene amigos ni amigas o tiene menos que otros


estudiantes; poco popular, suelen elegirlo último o última para
formar grupos o equipos.
- No tiene sentido del humor o tiene un humor inapropiado.

- Otros estudiantes suelen burlarse o reírse de él o de ella, le


toman el pelo, lo menosprecian y/o insultan. No sabe hacerse
valer.

- Otros estudiantes lo molestan, y le dan patadas o golpes a


menudo. No sabe defenderse.

- Utiliza un lenguaje corporal característico: hombros


encorvados, cabeza gacha, no mira a las otras personas a los
ojos, los rehúye.

- Tiene una diferencia ostensible que lo aparta de sus


compañeros o compañeras.

- Prefiere la compañía de los adultos en los tiempos libres.

- Toma el pelo, molesta o irrita a otros, los provoca y no sabe


cuándo parar.

- Empezó de pronto a acosar a otros estudiantes.

* Señales de alerta en lo físico

- Frecuentemente enfermo.

- Se queja frecuentemente de dolores de cabeza, de panza, etc.

- Arañazos, moretones, ropa u objetos personales rotos o


dañados sin una explicación obvia.

- Repentino tartamudeo.
- Tiene una diferencia de carácter físico que lo aparta de sus
iguales: lleva anteojos, tiene sobrepeso o pesa menos de lo que
debería, es más alto o más bajo que sus compañeros, habla raro
o tiene un aspecto raro.

- Cambió su pauta de comidas, pérdida repentina de apetito.

- Torpe, descoordinado, le va mal en los deportes.

* Señales de alerta en lo emocional, conductual

- Cambio repentino de humor o de comportamiento.

- Pasivo, huraño, callado, tímido, retraído, irritable.

- Baja o nula autoestima y confianza en sí mismo.

- En exceso sensible, cauto, apegado.

- Nervioso, ansioso, preocupado, temeroso, inseguro.

- Llora con facilidad, y a menudo, se angustia, sufre cambios de


humor extremos.

- Irritable, problemático, agresivo, irascible, se revela contra


otros (pero siempre pierde).

- Se culpa de los problemas/ dificultades.

- Excesivamente preocupado por su seguridad personal; dedica


mucho tiempo y esfuerzos a pensar/ preocuparse por ir y volver
a salvo del comedor escolar, del baño, del recreo, evita siempre
ciertos lugares de la escuela.
- Menciona la posibilidad de salir corriendo.

- Menciona la posibilidad de suicidio.

Cómo ayudar a los niños frente a una posible situación


de acoso escolar

La licenciada Andrea Baldantoni, especialista en niños,


adolescentes y familias de Hémera, Centro de estudios del
estrés y la ansiedad, da las siguientes pautas:

* Alrededor de los 9 ó 10 años, la conexión con el grupo de pares


es fundamental, el aislamiento es una de las situaciones sociales
más dolorosas para los chicos y puede estar acompañada de
situaciones de maltrato de los pares. A través del deporte o un
hobby se puede ayudar a los chicos a conectarse con sus pares y
reducir el aislamiento. Este tipo de actividades ofrece a los
chicos, la chance de encontrar refugio y una posible plataforma
para la consolidación de la autoestima y la confianza personal.

* Enseñar a los niños a calmarse y controlar el llanto a través de


ejercicios de respiración. Esto les permite tener más dominio
sobre sus conductas y no quedar tan a la merced del acosador.

* Respirar y no tomárselo tan seriamente. Que los chicos


puedan ver que “ese chico es malo con todos, no es solo
contigo”.

* Descatastrofizar: catastrofizar lleva al pánico.


* Escuchar. Cuando los chicos escuchan de un adulto que el
bullying está mal, eso ya ayuda a la autoestima y la confianza en
si mismos.

* Educar las emociones. Ayudar a que los chicos puedan


nombrar y registrar la gama de emociones.

* No usar frases como “no le hagas caso”, “aguántatela”. Esto


cierra los canales de comunicación. Utilizá esta oportunidad
para sostener conversaciones abiertas en donde puedas
enterarte lo que esta ocurriendo en el colegio y así poder armar
un plan de acción.

* Enseñar al niño a hacerle frente a la intimidación sin


exponerse a ser maltratado ni derrotado en una pelea. Practicar
en casa para que el niño aprenda a ignorar al acosador y/o crear
estrategias enérgicas para saber que hacer frente a la situación
de acoso (por ejemplo decir “¡NO!”). Ayudar al niño a identificar
maestros y amigos que pudieran ayudarlo en caso de ser víctima
de maltrato.

* Establecer límites en relación a la tecnología: los chicos


necesitan la mirada a largo plazo de un adulto acerca de las
consecuencias que sus acciones pueden tener. “¿Qué pasa si un
futuro empleador ve tu Facebook?”

* En las pantallas y en los videojuegos no aparecen las


consecuencias inmediatas por agresiones o crueldades, no surge
la capacidad de reparar el daño causado. La sobreexposición a
las pantallas genera menos empatía. Los padres deben
colaborar a construir esta habilidad emocional básica para los
vínculos sanos y responsables.

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