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OCURRENCIAS EN LA REPUBLICA ARGENTINA 359 gieron la republica. Don Bernardino Rivadavia fué nombrado secretario de Negocios extranjeros y del Inte- rior, y se hizo el alma del nuevo Gobierno; Don Fran- cisco Cruz fué hecho secretario de la Guerra, y Don Ma+ nuel Garcia, secretario de Hacienda. Sin embargo de la separacién de las provincias, era el Gobierno de Buenos Aires, por un tdcito consentimien- to, el unico canal por donde se llevaban las negociacio- nes con las naciones extranjeras, y los agentes diploma- ticos y cénsules residian ain en la capital. Uno de los primeros actos de la nueva administracién fué la formacién de una Junta provincial constituyente de trece miembros: cuatro representando 4 la ciudad, y nueve 4 la provincia, Talento, sensatez é ilustrado dis- cernimiento marcaron la conducta de esta Corporacién; Gémez, Agiiero, Frias y otros varios, hablaron con la elocuencia de senadores romanos 6 ingleses, y los dia~ rios de sus sesiones, impresoscon regularidad y circula- dos por todas las provincias, se lefan con grande an- siedad. A reclamacién del Poder ejecutivo, que tenfa el dere- cho de proponer las leyes, la Junta acordé algunos decre- tos, los cuales no fueron meramente impresos y promul- gados, sino LLEVADOs A EFECTO. Para la inviolabilibad de las personas y propiedad. Olvido de las ofensas politicas pasadas. Tolerancia religiosa. Extincién de las 6rdenes mondsticas. Libertad de imprenta. La administraci6n de justicia se hizo mds pura. Fijaron la mayor atencién en la educacién de la gene- racién naciente; crearon una Universidad, y cien estu- diantes de las provincias que se habfan separado, los conservaron en el establecimiento 4 expensas de Buenos Aires. Fstablecieron muchas escuelas en la capital y diferen» 360 OCURRENCIAS EN LA REPUBLICA ARGENTINA tes en la provincia. Los extranjeros residentes, deseando Ja prosperidad de las instituciones filantrépicas, se pu- sieron al frente para la formacién de una escuela lancas- teriana. La muy ilustrada dofia Mariquita de Thomp- son, dofia Mercedes de Riglos y otras seiioras respeta- bles de Buenos Aires, asf como diferentes caballeros, prestaron su poderoso apoyo, y este establecimiento, que se hizo muy popular, llegé en poco tiempo 4 estar en un excelente pie. Cincuenta 6 sesenta jévenes de las primeras familias fueron enviados 4 Inglaterra, 4 Francia 6 4 los Estados Unidos para educarse; y este ntimero aumenté cada dfa. La Biblioteca publica, fundada por Moreno, fué enri- quecida frecuentemente con donativos. Establecieron un Banco, que contribuy6 eficazmente para mantener el crédito puiblico, y cuyos gastos se cu- brian con los productos que dejaba el descuento de las letras. Los directores fueron elegidos de entre los co- merciantes naturales del pais 6 ingleses residentes en 61, la mayor parte gozaban de los derechos de ciudadanos; el secretario, D. Santiago Wilde, era inglés. También introdujeron un Banco econémico, y fué bien asistido. Las pocas instituciones caritativas de Buenos Aires se hicieron el objeto de la atencién publica y se generaliz6 Ja vacuna. Se formaron asociaciones cientificas y clubs de miisica bien atendidos. Organizaron una policia civil y la pu- sieron en el mejor pie, no slo en la ciudad sino en toda la provincia. Buenos Aires no puede ser acusada con justicia de haber permanecido voluntariamente tranquila especta- dora de las tiltimas campaiias de la guerra en el Pert, pues ayud6 4 los habitantes de Chile 4 sacudir el yugo de la dependencia de Espaiia, y con ellos establecié el fundamento de la libertad del Pera; pero estos costosos HOSTILIDADES DE LOS INDIOS 361 esfuerzos agotaron los recursos de Buenos Aires, lo que Junto 4 la discordia civil, habfa reducido la repiblica 4 una sola provincia. Por lo tanto no estuvo m4s en su mano, atin cuando hubiese querido, el continuar ayu- dando al Perti en Ja guerra que mantenia por su inde- pendencia. Reducida 4 tales circunstancias limité sabia- mente su atencién 4 la mejora de sus propios 6 inte- riores negocios, aspirando sus ministros 4 la gloria duradera de establecer un Gobierno digno de ser imita- do por las otras reptiblicas de la América del Sur, y esta gloria la han merecido. En continuacién del plan juiciosisimo de economfas que se propusieron, el ejército permanente qued6 redu- cido 4 unos cuantos centenares, los cuales con la milicia los pusieron en un pie respetable, para hacer frente 4las incursiones de los indios*. Los oficiales que quedaron sin ser empleados y que habian servido en el pais 6 en Chile y Pert, recibieron una decente pensién en clase de retiro, Las piraterfas tuvieron término también, y unas cuan- tas lanchas caiioneras permanecieron armadas, las cuales estaban en la rada de Buenos Aires. Dieron al comercio un nuevo impulso; la aduana tomé planta diferente; el contrabando fué perseguido y quedé * Durante el periodo de anarquia se habian hecho los indios muy temibles para Buenos Aires, y la poblacién criolla esparci- da por las Pampas; y se habian aumentado tanto en ntimero y audacia que las partidas de caballeria patriota enviadas para repeler sus incursiones, las pusieron muchas veces en vergonzosa fuga. El capitén Raush, actualmente coronel, y alemén muy bizarro, puso fin 4 estas irrupciones de los indios adoptando el plan de formar su gente 4 pie en cuadros vacios con sus caballos en el centro; y haciendo un fuego vivo y bien dirigido contra los indios siempre los rechazaba; 4 lo cual montaban nuevamente & caballo sus tropas y perseguian 4 los fugitivos con gran ventaja y mortandad. El valiente y arrojado Raush ha logrado después de esta época atacar 4 los indios en su propio territorio, y los ha intimidado tanto, que ha puesto fin 4 sus incursiones,

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