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Cultura funeraria
Análisis semiótico de la gráfica popular en el cementerio de San Diego.
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Introducción
Capítulo 3. Semiótica:
3.1 Semiótica en el Diseño Gráfico
3.2 Antropología visual
3.3 Símbolos, signos e íconos, como elementos del diseño
3.4 Herramientas de análisis semiótico: leyes gestálticas
Conclusiones
Bibliografía
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La cultura popular funeraria es una investigación de carácter ensayístico; encuadrada en
producto final, una pieza editorial sobre una investigación de campo, contieneun registro
fotográfico, y una clasificación de los espacios de inhumación dentro del cementerio, esta
investigación sacó a la luz, que en la actualidad con nuevas leyes internas, e influencia
núcleo del problema planteado, que cada año las lápidas populares, (espaciosde
difunto, contienen una gran cantidad de riqueza visual, porque la normativa general de la
lápida era de diseño libre, y el deudo podía expresar sus sentimientos de pérdida, amor,
por tipología estándar, evidenciando una pérdida de los símbolos sociales identitarios, en
El PIDtiene por objetivo general analizar a través de herramientas semióticas los signos,
símbolos e íconos que se encuentran graficados, tallados, impresos en las lápidas del
cementerio de San Diego como una manifestación cultural. Asimismo, los objetivos
reflexionar sobre el arte fúnebre, analizar el valor cultural que aportan las gráficas a la
íconos en las lápidas, analizar cómo estas representaciones van evolucionando a través
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del tiempo, creando códigos culturales únicos en la sociedad quiteña, analizar los nuevos
modos de representar la muerte como las lápidas virtuales en las redes sociales.
Para conocer el estado del arte se realiza un relevamiento de antecedentes entre los
hacer una aproximación particular dentro de la generalidad del concepto, delimitando sus
D' Angelo, Mariela. (2007). La gramática del signo icónico. Proyecto de Graduación (PG).
tiene como propósito conjugar los conceptos y matrices analíticas ofrecidas por las
nos dará una guía sobre que material de investigación podremos usar para el presente
proyecto.
Coronel Cisneros, Santiago. (2013). Los aportes del Diseño Gráfico a la comunicación
Palermo. Este PG tiene como propósito mostrar que la artesanía es un modo de vida,
forma parte activa de la economía ecuatoriana, guarda además conexión social y cultural
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con la persona que se dedica a esta actividad, el sentido de identidad ecuatoriana se
revaloriza al entender que cada objeto artesanal tiene una carga de identidad, la
cultura popular en las manifestaciones de la muerte afecta también a los artesanos que
viven de ella, los lapideros, artistas a priori que de la misma forma que un tatuador dibuja
en la piel la idea y concepto que una persona lleva, los maestros artesanos la expresan
Mendoza Lizcano, Stella. (2013). El conflicto armado en los graffitis de Bogotá. Proyecto
Palermo. Este PG tiene como propósito mostrar un análisis de graffitis en la zona del
centro de Bogotá, para investigar porque a través de este medio se expresan contenidos
las lápidas, para ver como a través de este medio se expresan contenidos referentes al
según Barthes, es una orientación hacia el signo que contempla específicamente el tema
de Investigación (PI) porque el presente proyecto busca estudiar como los signos,
provienen, qué referente histórico nos muestran y nos definen como sociedad.
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Esta publicación tiene como objetivo analizar la importancia de la semiótica con respecto
porque el presente proyecto busca realizar una relación entre los símbolos en las
visual.
[ISSN: 1669-2306]. Buenos Aires: Universidad de Palermo. Esta publicación tiene como
proyecto busca estudiar como los signos, símbolos e íconos encontrados en las lápidas
Atahuapa, Rosa; Luna Chevez, Grace Steffania; Radici, Flavia; Rodríguez Tobar, Marta
5229]. Buenos Aires: Universidad de Palermo. Esta publicación tiene como objetivo
muchos textos escritos sobre la temática que se aborda aquí, pero sí sobre el tema en
importancia que van a orientar el sentido general del trabajo y van a conformar el marco
teórico. Del autor Ember Melvin “Para que un pensamiento o una acción puedan ser
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consideradas como rasgos culturales. Deberán ser comunes a un grupo de personas o a
sarcófagos, etc., de un cementerio, definido como el lugar donde los restos mortuorios
viene desde hace varios siglos, y nunca ha sido analizada desde una prospectiva de la
tienen un papel importante en este análisis, desde la cosmovisión andina hasta lo que
desde que el cristianismo empezó, la idea del cuerpo y alma, hicieron de la muerte una
siempre fue bueno, los defectos y errores no se recuerdan, solo lo mejor del individuo, en
Diego, que más allá de ser patrimonio cultural, es un ícono histórico para la sociedad
quiteña, con el cual nos sentimos identificados, o en la mayoría de los casos sabemos
que existe.
dichas formas con tres: Primero están los mausoleos, obras arquitectónicas de gran
tamaño, donde las personas, mayormente de la época colonial mostraban su nivel socio
económico A; También tenemos las tumbas, que son espacios de inhumación que se
encuentran bajo tierra, éstas son las más simples y sencillas; Por último están las lápidas,
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Para resolver la problemática y desarrollar la propuesta se recurre a una metodología que
necesario destacar que el autor considera que el texto realiza un importante aporte a la
símbolos e íconos que representan a una sociedad, y como estos se pueden vincular en
muerte, de una manera muy diferente a otros tipos de profesionales, como lo clasifica,
como aprecia el arte, la cultura, la morfología única en las lápidas de San Diego.
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Capitulo 1
“Cultura popular es la cultura no oficial, la cultura que no formaban parte de la elite, las
clases subordinadas, tal como las definió Gramsci” (Burke [1978], 1976,p.29). Para que
exista una cultura popular o subcultura, debe existir una cultura más general, en este
dominante. (Blanco et al., 2000). La cultura popular, como su nombre lo indica, proviene
del pueblo, esta clase social, mira de manera diferente la vida, esta población en muchos
de los casos, lo único que tiene que perder, es su vida, la aspiración final del día; es
llevarse algo que comer, pagar un arriendo, en conclusión, sobrevivir. En contraste, sus
eventos sociales, muestran que son gente alegre, unida, colaboradora, solidaria, estas
reuniones culturales, están generalmente vinculadas, con alcohol, baile y comida, este
sector, para el país, se lo considera una carga económica innecesaria, por no aportar al
producto interno bruto. La clase media y alta, miran con vergüenza ajena ante el resto del
mundo, la forma que vive la gente del pueblo, y está siempre buscando distinguir que
vestir, hablar, actuar, entre otras, mientras que la cultura popular, nació en un barrio, en
una localidad, que después fue adquiriendo fuerza, y comenzó a crear su propio lenguaje
demográfica mayor a las otras subdivisiones sociales, si bien, se desea ignorar sus
prácticas culturales, estas no están fuera del desconocimiento público. En cada nación
cultura general, en este caso la cultura popular siempre será un elemento de conflicto
para las clases dominantes (Blanco et al., 2000). Por otro parte, la música llamada
popular, por los precios de sus entradas, y la gente que la escucha, comenzaron a tener
composiciones musicales con armonía, ritmo y letras apasionantes, que potenciadas por
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famosos del país, y radios locales, llegaron a ser escuchadas por toda la nación. Estos
elementos que conforman la clase popular, sus rasgos únicos, y formas singulares de
Las lápidas minimalistas, que contienen únicamente los datos del difunto, pertenecen a la
clase media alta y alta, siempre sobria, queriendo aparentar un estilo europeo. Estas se
conjugan con la riqueza cultural de la clase popular, que muestra una gran variedad de
sobre el óbito, desde la llegada del ataúd junto con mariachis; cantautores de origen
mexicano, o con artistas que interpretan las canciones más queridas del difunto,
acompañan su cuerpo al lecho de muerte, los deudos colocan la lápida que comunica al
mundo, su equipo de futbol, su frase célebre, el apodo familiar, etcétera, y muchas veces
alado de esta, una botella de su licor favorito, siempre el más económico para su viaje al
funerarias, son los íconos que se encuentran en ellas, todos parecidos, todos diferentes,
siempre hay algo que descubrir, una ilustración para entender esto, sería una
competencia de diseñadores, queriendo mostrar una pieza gráfica mejor que la otra, se
presente en los símbolos religiosos, los cristos: blancos, morenos, negros, la mayoría
mirando hacia abajo en señal de duelo, la otra parte mirando al cielo en señal de ruego,
las manos juntas para la oración, las manos elevadas para dar bendición, cruces con una
manta en la parte derecha, ángeles transportando el alma del difunto, escaleras que nos
dan a entender el camino hasta el cielo, corazones alrededor del nombre del difunto, que
representan todos sus hijos y familiares cercanos, los rostros perfectamente tallados a
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mano, por los seudo artistas del mármol, siempre con una sonrisa, expresan toda la
encuentran ahí, cuando se analiza el dicho popular, tienes que morir para que todos te
alaben, se vuelve lógico. Toda esta riqueza, se encuentran en los nichos, espacios de
los lados laterales del campo santo, alejados del centro donde están localizados los
mausoleos, separando así los niveles socio económico de la sociedad quiteña actual.
los más queridos, los olvidados, los comerciales, por ejemplo: los recién llegados, tienen
que ver con aquellas lápidas que muestran la fecha de defunción con el año actual, y el
mármol pulido y brillante, los más queridos, son aquellos espacios fúnebres que
ya es de varios años a tras, los olvidados, que a pesar de estar adornados por flores
artificiales, se puede observar las fotografías dañadas por el tiempo, las cartas de sus
hijos con fecha de 5 años atrás, la estética sucia, y vieja de la lápida que nadie recuerda,
dependiendo de la administración, tiene hasta 5 años para renovar el pago, o que los
huesos sean exhumados, los comerciales, espacios de la muerte vacíos, con una lápida
fabricada en concreto; que dice en letra esténcil, disponible. Los nichos son la forma de
maximizar el espacio comercial de una necrópolis, uno sobre otro, uno al lado de otro, la
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diferencia más grande entre un difunto y otro, es la gráfica de la lápida, el material, los
van y vienen, los difuntos ahí solo son difuntos que no comparten ningúna clases social o
parentesco.
Para las comunidades andinas, la muerte es considerada como parte de la vida. Es decir,
la muerte no constituye una tragedia en la vida de los andinos, más bien, la muerte es
como una conclusión, cumplimiento y culminación de una etapa de la vida, esto se debe
imaginario social que los identifica, que los vuelve únicos, que produce orgullo, vergüenza,
alegrías, tristezas, un lugar donde son socialmente aceptados, le tiene cariño, amor, y
respeto en la mayoría de los casos, es el lugar donde los lazos de amistad se forman, es
el lugar que llaman hogar, donde las tradiciones, lenguaje, idiosincrasia, cultura,
demografía, los identifica como nación ante el mundo. Así pues, este también está
religión católica; mezclada con los ritos paganos ancestrales, construyen la identidad
cultural de un país, y también pueden ser visibles en una región, como Latinoamérica. La
muerte genera muchas discusiones con tendencias filosóficas, religiosas, y culturales que
están con nosotros desde los orígenes mismos de la historia, el culto a los muertos es
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Todas las culturas, desde el inicio de la historia, las personas dan culto a sus muertos,
social, demografía, etc. El óbito como concepto puede ser visto de diferentes maneras,
conocimiento de la conciencia que provee los atributos esenciales del ser humano y que
integran en el funcionamiento del organismo como un todo” (Aries, 2005:31). Así pues, la
muerte para la ciencia es algo tan simple como la ausencia de vida, cuando el individuo
deja de respirar y sus funciones biológicas terminan, por otro lado cuando se refiere a la
conciencia humana, la definición serian todas las características, rasgos, y fragilidad del
única en los seres humanos, es la que ha generado; varios debates de que sucede con
ella cuando una persona muere. Este tema al ser una experiencia desconocida, del que
dónde todas las respuestas van a ser respondidas, el lugar donde encontrarán descanso,
para los practicantes de esta religión, el morir es lo mejor que les podría pasar. También
existe el otro porcentaje; los no creyentes: los ateos, agnósticos, y paganos que aún
conservan sus ritos, tradiciones y creencias, donde miran a la muerte con una diferente
tienen que ver con prácticas pre hispánica, otras con procedencia occidental cristiana y
otras con influencia africana. Etc.” (Alvares, 2002:21). Los ateos son aquellos que niegan
la existencia de dios, los agnósticos, creen que existe un dios, pero no le dan importancia,
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y los paganos son todos aquellos que tienen una diferente cosmovisión a la religión
cristiano católica. Las prácticas funerarias, los ritos y las tradiciones normalmente
necesitan un lugar y un espacio donde se realizan, dichos rituales, son conocidos ahora
“La fundación de los pueblos de los muertos, los cementerios, es la ocupación del suelo,
a veces imprevista, que hace el primer difunto que necesariamente ocurre entre los
individuos deciden colocar su hogar, delimitar sus terrenos, y empezar a vivir de los
recursos naturales que en tal existen, en ese momento fundan un pueblo, los primeros en
llegar son los primeros en morir, ya sea por vejez, por enfermedad, o algún accidente que
afecte su vida, el Reino de Quito; por su parte, no fue diferente, y cuando comenzó a ser
una sociedad, los cementerios o los espacios para la inhumación fueron creados.
El apareciendo de los espacios de los muertos cercanos a las ciudades de los vivos es
según Morín, uno de los rasgos distintivos de la humanidad: Este acto fundacional
determina el parecimiento de una geografía de las prácticas funerarias, las cuales
determinan el aparecimiento de los espacios de sepultura, como espacios geográficos
de orden simbólico, nunca indiferentes. De hecho se han debatido entre la
santificación y el rechazo. Las prácticas que relacionan el acto mortuorio con la
inmortalidad determinan el surgimiento de espacios sagrados, mientras que lo que la
relaciona a la enfermedad determina el aparecimiento de espacios lejanos. (Morín,
1970:22).
Los cementerios públicos y privados, tienen un mensaje simbólico para las personas que
siguen vivas, el hecho de enterrar a un ser querido, según la psicología ayuda en la parte
del duelo, los espacios de inhumación son lugares necesarios para recordar, visitar,
que están intrínsecamente presentes en toda cultura. Morín describe que estas prácticas
están entre santificación y rechazo, y clarifica esta idea al diferenciar entre los espacios
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perpetuidad del alma, empiezan con los cementerios que se encuentran debajo de las
para la iglesia católica, mientras que los espacios lejanos, habla de salubridad, el ser
de manera hermética para que los olores no salgan, la historia habla que en las
inundaciones, los cuerpos mal enterrados salían de sus tumbas, y las ratas que comían la
carne putrefacta infectaban a la gente. En la actualidad, las personas entienden que los
una cuestión de tiempo, la necesidad de un lugar donde los huesos serán colocados, es
muerte de los fundadores del pueblo, este lugar donde fueron destinados a ser
enterrados, cuando la ciudad crece, el pueblo de los muertos queda dentro de la urbe,su
carácter simbólico que lo relacionan con lo sagrado, con el temor y la fantasía es parte de
la identidad de un pueblo; aunque resulten no ser tan antiguos como se piensan, estos
son un reflejo del mundo de los vivos, donde se pueden ver gran parte de las tensiones
Los primeros entierros en Ecuador, fueron de forma precaria e insalubre, pero al ser la
iglesia la que regía y dominada después de la conquista española, es obvio pensar que
2003:89). La iglesia católica que administró la muerte hasta el siglo XIX, antes que los
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tumbas a las que ellas llamaban lugares de reposo sagrado, o donde considere la iglesia
católica como un lugar santo, eran parte de su doctrina de salvación, así las criptas
pedazo de cielo, la salvación eterna, con firma y sello del obispo encargado. La iglesia
criptas o los altares de los templos católicos, los esclavos, los indígenas, los mestizos, no
tenían los recursos económicos; o la suficiente influencia familiar para poder ser
enterrados en las criptas religiosas, el anonimato en sus entierros, era una característica
de su clase social. Su individualidad no era reconocida para los colonos, los cuales no
los españoles que trajeron consigo la religión católica, era una necesidad para el reposo
de su alma, ser enterrados en espacios sagrados, colocando sus nombres para que
quizá; sean proclamados santos, por haber traído una religión sangrienta para los
indígenas esclavizados.
con el paso del tiempo, es un espacio propio donde se ven las identidades de nuestro
pueblo. (Pedersen, 2007). Los cementerios de la urbe son un símbolo de prestigio para
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las clases sociedades altas, en la epoca de la colonia, un gran ejemplo, es el cementerio
turístico muy concurrido. Ecuador por su parte, tiene al cementerio de San Diego, a
finales del siglo XIX, fue uno de los primeros que vio la influencia europea en las clases
exclusivo para personas con los mismos lazos sanguíneos, otras fosas ideológicas,
relevante para la sociedad quiteña, fue el escultor Peña Durini, usando modelos europeos,
mayormente italianos y algunas obras propias; creó varias piezas de arte únicas, que se
contrastan con los espacios de inhumación de las tumbas populares. “Pero aquel tiempo
habría de pasar, y aquella obsesión de la élites por perpetuarse de manera tan pomposa
hicieron que estas formas de expresar la muerte de una persona fueran desapareciendo,
formas más económicas para dar culto a los muertos empezaron a surgir, la clase media
darle menos importancia al óbito, y empezó a utilizar estos parques de soledad, como un
recurso más económico de expresar sus sentimientos de perdida, por otro lado, la clase
más lejanas del centro de la necrópolis, las paredes exteriores, son los lugares más
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manifestaciones de la muerte del pueblo se encuentran, en una administración
imaginación y de creatividad que carece las obras de producción industrial típica de las
grandes necrópolis. (Pedersen, 2008), al no ser obras que busquen ser artísticamente
originales, sino una expresión de los sentimientos del deudo, hacen de estas obras
esto pues, al encontrar varias obras similares; de diferentes artistas lapidarios, revelan el
Siendo las primeras tumbas de carácter religioso, ahora las creaciones populares van
desde grafitis en las lápidas, símbolos de su equipo favorito, figuras de Walt Disney y
objetos de toda índole, que dan un contraste diferente a las lapidas populares.
Las iconografías populares, refieren a las creaciones del pueblo, la forma de expresar el
expresiones no religiosas, las lápidas con tipografía formal, las creaciones populares, las
lápidas estandarizadas, los íconos religiosos, son contrastes de la cultura quiteña, cada
con madera, forjaduras en hierro y vidrio, concreto, entre otros. Estas obras, aún cuando
tienen rasgos parecidos, el tallado del artista fúnebre, la tipografía empleada, los detalles
usados, vuelven singulares laslápidas colocadas en el lugar donde reposan los cuerpos,
contenido de los diseños coloridos, las intervenciones con stikers infantiles, caricaturas
naif pintadas por los deudos, que adornan el lugar donde fue enterrado el niño.
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“La alta tasa de mortalidad infantil de muchas de las sociedades que conforman
Latinoamérica, en especial de las marginadas, sigue y seguirá siendo un patrimonio
popular que supone la incorporación de tumbas de niños como parte principal de los
cementerios”. (Pedersen, 2008:12).
retorno de un ángel al cielo. Gutiérrez afirma que un niño muerto no tiene que ser ni
las posesiones materiales que tenemos, son elementos que heredamos al nacer, y
manifiesta en los epitafios tan singulares de las tumbas, y en las gráficas que ellos
deudo comunica sus sentimientos de perdida, de dolor, expresa sus sentimientos, y esto
lo vemos en la lápida, nos informala clase social de donde proviene, su equipo favorito, y
varios elementos más que muestran la singularidad del individuo. “La aparición de los
cementerios, como el culto a los muertos, en su memoria individual más que colectiva,
cementerio de la ciudad es tan viejo como el primer deceso ocurrido en la urbe, toda
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en hallar un espacio final para sus huesos, en principio las iglesias de la colonia, tenían
lazos familiares, pero lógicamente unidos con la ideología de la perpetuidad del alma, sus
nombres eran escritos en libros, pero sus restos corporales eran confundidos con otros,
cuando el sacerdote era cambiado de una localidad a otra, generalmente estos registros
especifico para el culto a los muertos fuera de los espacios urbanos se vuelve lógico.
Los cementerios en espacios sagrados, eran únicamente para las clases adineradas en
la sociedad colonial quiteña, este tipo de discriminación produjo conflictos, no había lugar
donde enterrar difuntos españoles nacidos en América, los llamados criollos, que no eran
ricos ni nobles, también apareció una nueva clase social que iba surgiendo de una
manera impensada y con una nueva personalidad, esta era la de los mestizos resultante
del cruce de los españoles con las indias. (Andrade, 2003). La discriminación que sufrían
los criollos, los mestizos y los indígenas, fue una de las razones detonantes para la
este lugar fue rellenado con piedras, tierra y basura, no existe un registro que afirme que
los cuerpos fueron exhumados, después que el relleno finalizo, fue construida una calle
Iglesias como la Merced en 1545 acogió a los cuerpos de los primeros conquistadores,
En 1546 alrededor de 300 soldados españoles que parecieron en la batalla de Iñaquito
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fueron enterrados en los potreros del rey (Parque del Ejido). En 1565, una vez fundado
el hospital de Santa misericordia y en la actualidad el museo de la ciudad, se creó otro
camposanto. En 1580, monjas y civiles fueron sepultados en el monasterio de las
Conceptas. En 1617, Santo Domingo destina otro espacio para cementerio, esta vez
bajo la capilla del Rosario. En 1653 la casa de Mariana de Jesús es modificada para
convertirla en convento donde varias personas serian sepultadas, en 1828 se creó El
Tejar. (Sociedad Funeraria Memorias, 2011: 11)
El primer cementerio protestante fue creado por el presidente García Moreno, hombre por
Orellana hizo en el siglo XVI. Los científicos viajaron a Quito por Guayaquil, que en aquel
tiempo se lo conocía como el “hueco pestífero del Pacífico” y fue ahí donde se enfermó el
coronel que era parte de la tripulación y falleció prematuramente en Quito a una semana
fueron hasta el cementerio del Tejar, el único donde se podían enterrar extranjeros y
fueron detenidos por los frailes que administraban el campo santo que informaron sobre
las políticas de no enterrar a personas protestantes o con otra religión, con esta
información fueron a la plaza grande a pedir al presidente que les ayude, en tal
descenso al segundo plano del Ejido o flanco sur del actual parque, donde existía una
fosa para enterrar a los animales, reos, excomulgados, y fusilados, los expedicionarios
científicos presididos por Mr. James Orton, pudieron enterrar a su compañero protestante,
a ella, los reos eran quienes quebrantaban los mandamientos bíblicos, los excomulgados
rebelarse contra un ministro católico, era oponerse contra el mismo Dios, este tipo de
rebeldía era penada con la muerte. La administración católica, influyo en gran manera la
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Censos afirma que el ochenta por ciento de la sociedad ecuatoriana se denomina católica,
esta religión está inmersa en nuestra sociedad, esta tiene gran influencia en la cultura, de
manera lamentable la gente que profesa estas creencias, no tienen idea las bases de su
religión, los dogmas y sacramentos que rigen profesar su fe,solo tienen la etiqueta
único en el país que fue declarado patrimonio cultural de la humanidad, “Carlos Espinoza,
jefe de servicios de la Sociedad Funeraria Nacional, indicó que solo en Quito ellos
(http://www.telegrafo.com.ec/noticias/quito/item/los-cementerios-de-la-capital-historia-
tradicion-y-leyenda.html)
encuentran todas las clases sociales, que contrastan en un mismo lugar, desde los
majestuoso mausoleos, hasta los nichos colocados en las paredes para la gente más
humilde, esta necrópolis fue el primer paso de la modernidad Quiteña, siendo la primera
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entidad privada que administrara la muerte junto con la iglesia. A pesar de estar
siglo XIX; la sociedad quiteña, tenía la urgencia de un espacio para enterrar a sus
catolicismo. (Marín, 2003). “De tal forma el 8 de junio de 1851, el Padre prior de los
la cual mediante el aporte de veinte centavos mensuales que pagarían los que se asocien
La planificación del camposanto estuvo a cargo de los arquitectos Juan Pablo Safiz y
Thomas Reed. La apertura al público y la bendición del cementerio fue el 2l de abril de
1871. Es así que desde 1872 la ciudad contó con un espacio de inhumación general,
pero no público, al menos en sus inicios ya que se lo constituyó, principalmente para
uso de los socios de la Hermandad Funeraria Dominica. (Moya y Peralta, 2007)
entidad privada no religiosa llamada Sociedad Funeraria Nacional que hasta hoy en día
lo que creemos y somos, una ciudad de contrastes, que lleva más de 140 años en
permite realizar fotografías, o hacer visitas turísticas, como en otros cementerios con sus
plantillas estándar en todo el cementerio, esta norma, impide que la gente exprese
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libremente sus sentimientos y que la cultura popular se pierda, otros afectados, son los
maestros lapideros, que ven con desagrado no poder extresar el arte que el deudo
solicita, aunque por otro lado, realizar lápidas estandar, afirman no es dificil realizar. El
funeraria, de colocar lápidas frias, minimalistas, con un estilo europeo marcado, serán el
legado que tendrán las siguientes generaciones, como el imaginario social de la muerte.
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