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Conciencia Capitulo 5 PDF
Conciencia Capitulo 5 PDF
con la emoción
5 en el cuerpo
Un volcán en el interior
de un iceberg
C
omo dice Roy, el replicante de en juego; tomamos lápiz y papel y hacemos
Blade Runner, somos esclavos una lista de ventajas e inconvenientes; esto,
del miedo. Pero sin él, sería nos decimos, hará que nuestra elección sea
imposible cualquier tipo de más acertada. Pero en otras ocasiones, las
oportunidad de supervivencia. Imagina por que más, nos movemos guiados por un
un momento lo que significaría no tener profundo impulso. Somos arrastrados a una
miedo al fuego: Seguramente, terminarías acción de la cual sólo somos observadores,
quemándote. Al igual que el miedo, el res- no podemos hacer nada para evitarla. Algu-
to de emociones nos ayudan a valorar y nas de estas acciones se ven reflejadas en
generar el significado que tiene el medio los crímenes pasionales, donde la emoción
para nosotros. Sin ellas seríamos incapaces toma la iniciativa. Hace pocos días leí en la
de tomar las decisiones adecuadas en cada prensa el caso de un chico asesinado por su
momento. Nuestra vida cotidiana, en mayor hermano cuando veían la televisión: «Cuando
o menor medida, está determinada por mul- dispara el televisor», se llamaba el artículo.
titud de decisiones que nos llevan a distintos Por lo visto, la disputa comenzó cuando el
cursos de acción: Qué vamos a comer hoy, programa que veían no era del agrado de
qué ropa nos pondremos, iremos andando uno de ellos, por lo que se estableció una
o en coche al trabajo, compraremos este o discusión acalorada sobre el dominio del
aquel mueble, etc. Unas decisiones tendrán mando a distancia. El presunto autor del
repercusiones inmediatas; otras no afectarán crimen cogió una escopeta de caza y pegó
a nuestra vida hasta pasado algún tiempo. un tiro en la pantalla del televisor y otro a
¿Qué hace que elijamos una acción entre su hermano, muriendo éste en el acto. Al
varias alternativas? poco rato, el fratricida se entregaba a las
En ocasiones, queremos ser precavidos, autoridades consternado por lo que había
sobre todo, cuando el tema económico está sucedido.
• LA CONCIENCIA
durante y después de su investigación. La vida la atención de los profesores, si mi nada
de un ser humano está llena de decisiones y envidiable reputación de alumno perezoso
la toma de decisiones está llena de corazona- y descuidado no me hubiera condenado
das. Sería imposible que un joven estudiante de antemano a la indiferencia de todos.
pueda comenzar su carrera previendo dónde Eran éstas una petulante independencia de
va a ser más rentable su adquisición de co- juicio que me arrastró alguna vez hasta
nocimiento. Las motivaciones pueden ser tan la discusión de las opiniones científicas
diversas y raras que distan mucho de la ra- de un querido sabio y dignísimo maestro,
cionalidad pretendida. Cajal, por ejemplo, nos con escándalo bien justificado de mis con-
cuenta en su libro Reglas y consejos sobre discípulos, y un sentimiento profundo de
investigación científica que, a lo largo de sus nuestra decadencia científica, que llegaba
estudios de bachiller y su carrera de medici- a la exaltación cuando, al leer el profuso
na, sus resultados eran más que mediocres. Tratado de Fisiología de Beclard, atestado
Fue un espíritu patriótico el que, después de de citas y preñado de experimentos con-
su carrera, le impulsó a emprender su obra tradictorios, echaba de menos los nombres
científica. En sus propias palabras: de sabios españoles. Semejante preterición
«...yo fui, durante el bachillerato, uno de causábame profundo, pareciéndome que
los alumnos más indóciles, turbulentos y des- los manes de la patria habían de pedir-
aplicados, y cómo al llegar a la universidad nos estrecha cuenta de nuestra dejadez
y cursar (y no ciertamente por espontánea e incultura, y como un ultraje a nuestra
voluntad) la carrera de medicina en Zarago- bandera vergonzosamente tolerado. Y más
za, no brillé ni poco ni mucho en las aulas, de una vez, durante mis paseos solitarios
donde, exceptuando algunas asignaturas bajo las sombrías y misteriosas alamedas
en las cuales estímulos paternos, harto de que rodean la ciudad heroica, agitado el
insinuantes y enérgicos para ser desatendi- cerebro por el estruendo de las tumul-
dos, me obligaron a fijar la atención, figuré tuosas aguas del Ebro, en esos eternos
constantemente entre medianos, o, a lo más, soliloquios que constituyen la conversación
entre los regulares. Se podría decir también favorita del soñador, que gusta recatar su
que, desde el punto de vista de la inteli- alma y sus queridas esperanzas de la he-
gencia, de la memoria, de la imaginación o rradora sonrisa de los hombres prácticos
de la palabra, en nuestra clase de cuarenta y de las cabezas equilibradas, sin medir
alumnos escasos se contaban lo menos diez lo arduo de la empresa ni reparar en la
o doce que me aventajaban. escasez de mis facultades, exclamaba:
...Sólo dos cualidades había en mí quizá «No, España debe tener anatómicos, y si
algo más desarrolladas que en mis condiscí- las fuerzas y la voluntad no me faltan, yo
pulos, cualidades que acaso hubieran atraído procuraré ser uno de ellos.»
• LA CONCIENCIA
¿Es posible un Mr. Spock?
• LA CONCIENCIA
Huir o dar la cara
Unas veces nos excitamos cuando «¡eh!, ¡eh!, ¿hay alguien ahí? ¿Qué quieres
debemos, otras no. La angustia es una de mí?» Un ruido más fuerte. Me doy
emoción que se desarrolla como previsión la vuelta y salgo corriendo. Las piernas
de que algo perjudicial puede suceder. golpean el suelo; tengo la sensación de
¿Algo? ¿Qué? volar a una cuarta del piso.
Nada, silencio, sólo eso. Un silencio No sé cuanto tiempo he corrido para
envolvente que ocupa todo el espacio a llegar hasta aquí, una farola junto a la que
mi alrededor; un silencio que oprime mi hay un quiosco de prensa. El vendedor
pecho y lo aplasta hasta sacar el último me mira perplejo; creo que ve en mi cara
aliento de mi vida. el miedo. Poco a poco, mi corazón se
...Un ruido. Sí, eso parece, algo... Algo estabilizaba. Aún me pregunto, ¿miedo a
allí, en la oscuridad. qué?
No, no era nada. J. A. Ruiz
Giro la cabeza para tener otra perspec-
tiva; sigue sin haber nada; sólo oscuridad Piensa en alguna situación que hayas
y silencio. vivido parecida a la aquí narrada, intenta
Un escalofrío recorre mi espalda; miro describirla. Es posible que, como en este
a derecha e izquierda; siento que algo relato, aparezcan descripciones de tu
está cerca; mi corazón late fuertemente. activación fisiológica. Es difícil expresar
Me paro, vuelvo la cabeza y miro: solo un sentimiento sin ellas. Esta activación
oscuridad. «No es nada», me digo; me nos prepara para la acción. Huir o dar la
tiemblan las piernas y me sudan las ma- cara. Ruidos indefinidos, sombras, formas
nos. Una voz interior de ánimo, me dice: extrañas, etc., pueden producir activa-
«Estás tonto, no hay nadie». ciones fisiológicas que nos predisponen
Respiro profundamente y comienzo a a la huida o al ataque. La emoción en
caminar de nuevo, esta vez, acelerando este caso, funciona a modo de impulsor
el paso. Oigo unos chasquidos tras de valorativo de primera instancia. Actúan
mí; mi cara parece arder; mi boca está sobre datos borrosos e incompletos, poco
seca; Vuelvo de nuevo la cara y, nada. Un definidos. Este mecanismo tan simple po-
brillo en la oscuridad; se me antoja que siblemente sea uno de los que más vidas
es... No sé, pero algo me dice que corra. haya salvado.
Me oigo diciendo de forma temblorosa
de consecuencias (criaturas popperianas). más. Este organismo, como nos dice Riedl
Todas estas criaturas cumplen los criterios (1983), es un aprendiz de brujo. ¿Y qué
físicos y objetivos de definición de razón. El hace éste que los demás no hagan? Pues
organismo humano, procedente del diseño desarrolla armas a distancia que van más
de la selección natural, reúne muchas de es- allá de los recursos interiores de todas las
tas características y, como veremos, algunas demás criaturas: una cultura donde reposar la
10 • LA CONCIENCIA
comprueba que la causa del cosquilleo no había hablado, que le decía «ven tras de mí».
es un insecto (como una araña o un mos- Al final dio con la cabeza en la pantalla del
quito) a punto de picarnos el que recorre ordenador. Es curioso que los esquizofrénicos
nuestro brazo, y a los que, parece, tememos confundan su yo y el de los otros, que no
de modo innato. Si estimulamos mediante sepan si un pensamiento es propio o ajeno,
electrodos el circuito cerebral de la risa, y sean tan susceptibles a la imitación de
la persona se ríe y luego afirma que algo movimientos.
gracioso hay en la cara del experimentador Una madre puede saber que su hijo está
(Ramachandran y Blackeslee, 1999). Parece mal y que le ha ocurrido algo con sólo mi-
que se trata de un mecanismo ciego o in- rar su cara, aunque bien es cierto que las
consciente que, una vez activado, nos lleva madres siempre van más allá. Si ellas tienen
a interpretar de modo positivo el entorno. hambre o frío infieren que tenemos hambre
En resumen, mi cara me informa de lo o frío (tú estás sintiendo lo mismo que yo),
que siento, es el aspecto informativo de con lo que puede que nos den de comer
las emociones; mi cara comunica al otro mi sin ganas o nos tapen cuando tenemos calor.
estado mental, es el aspecto comunicativo Esta manera de entender la expresión emo-
de las emociones. Él y yo nos enteramos cional nos hace comprender que sirve para
casi al mismo tiempo. La emoción tiene comunicar a los demás nuestro estado de
este doble aspecto, informativo y comunica- ánimo interno, nuestra experiencia única.
tivo. Además, yo puedo tener conocimiento
consciente de ello y usarlo para engañar o Darwin: ¡Qué mala cara tienes!
fingir estados mentales1. Profundicemos en Desde una óptica evolutiva, fue Darwin
este doble aspecto. (1872) el primero en intentar trazar el signi-
Parece que ciertas formas y movimien- ficado y la valencia de la expresión facial y
tos activan estructuras en nuestro cerebro su importancia en la comunicación. Mantuvo
que intervienen en la comprensión de la que las expresiones faciales de las emociones
valencia emocional de los objetos que nos son innatas y, por tanto, universales. Darwin
rodean y, de forma muy especial, de nues- también señaló que existen diferencias entre
tros congéneres. Se han realizado múltiples las expresiones voluntarias y las que se pro-
experimentos que así lo confirman, en los ducen de forma espontánea. «¡Qué cara más
que cabe destacar el realizado por Michote falsa tiene aquel tío!» es una expresión muy
van de Berck2: En una pantalla aparecían común que nos confirma la capacidad que
dos pequeños rectángulos en movimiento; la tenemos de diferenciar entre una expresión
mayoría de los sujetos que los observaban, facial forzada de la que surge de manera
manifestaron encontrar una relación funcional natural. Una sonrisa espontánea se extinguirá
entre ellos. Terminaban apreciando que uno de forma lenta, a diferencia de la risa falsa
perseguía al otro, es decir, atribuían una re- que se extinguirá de golpe. Esto ocurre por-
lación causal (los cambios de un objeto ocu- que cada una de ellas (sonrisa falsa y espon-
rrían en función del otro). Estas impresiones tánea) está controlada por partes distintas de
nos sugieren la existencia de una valoración nuestro cerebro. A los actores, maestros del
emocional: Si un rectángulo huye del otro, arte del engaño, se les pide que se pongan
se podría decir que tiene miedo, y el que en una situación real, esto es, que generen
lo persigue está enfadado. En una ocasión un autoengaño, para que su expresión facial
ocurrió que el participante del experimento, sea convincente.
un paciente con esquizofrenia, reaccionó de No sólo la cara es fuente de expresiones
un modo bastante tragicómico: Trataba de del estado de ánimo, sino que el cuerpo,
seguir el rectángulo, argumentando que le en general, participa de tales expresiones.
12 • LA CONCIENCIA
do en nuestra acción. ¿Tienen emociones percibidas conscientemente. Esto nos lleva
estos ordenadores?, ¿o la emoción la posee a pensar que la mejor manera de empatizar
el usuario? Entre en unos almacenes de con los demás puede ser adoptar la misma
juguetes, los muñecos parecen estar tristes expresión y aspecto. De hecho, parece ser
o contentos según la mueca de sus caras. que es lo que hacemos. Cuando vemos a
¿Tienen emociones estos muñecos? Parece alguien caerse tendemos a constreñir la cara
que el doble aspecto de las emociones, de la misma manera que lo hace el que
informativo y comunicativo, establece un lo sufre o si alguien nos cuenta su alegría
nexo de unión entre el yo y los otros (aun- sonreímos igual que él. Los enamorados tien-
que sean inanimados). Dennett (1992) dice den a sincronizarse y es usual verlos incluso
que los humanos somos menteros: Tenemos intercambiarse sonrisas y miradas empáticas
mente y tendemos a atribuir mente a casi de complicidad, actuando como ante un es-
todo (ordenadores, coches...). Según James pejo. Es cierto que las emociones son con-
(1890), lo que define a una mente es la tagiosas como un bostezo, por eso se usan
existencia de intenciones y la equivalencia risas enlatadas en las comedias televisivas o
funcional (la existencia de muchas maneras ganchos que se desternillan en los shows.
de alcanzar un mismo fin, junto a la perse- Estos contagios afectan a nuestro estado de
verancia de meta). ánimo; sobre todo, nos afectan los estados
Las expresiones emocionales espontáneas, emocionales de las personas cercanas. La
que surgen del devenir cotidiano de la vida gente expresiva contagia más a los otros. Al
(la sonrisa, el llanto, etc.), están controladas imitar de modo abierto o encubierto, como
por estructuras cerebrales de las cuales no en el experimento anterior, nos contagiamos,
se tiene control voluntario. Por mucho que esto es, sabemos lo que el otro siente. Por
nos empeñemos en actuar ante una situación supuesto, los contagios pueden ser positivos,
de una forma que no sentimos realmente, si nos llevan a un mayor equilibrio emocio-
vamos a ser descubiertos. Nos fallará la voz nal, o negativos, si nos llevan al desánimo
o el gesto. De esto podemos deducir que (Davis, 2002).
las emociones nos informan bastante bien de Hemos dicho que las expresiones tienen
lo que significa el medio para nosotros, al la finalidad de comunicar estados internos.
tiempo que también nos pueden informar del Creo que esto es posible gracias a la inter-
estado mental de los otros. Algunos teóricos acción de dos sistemas para la acción, uno
de la emoción (Goldman y cols., 1992), han motor y otro interpretativo. Voy a insistir una
postulado que el cerebro contiene estructuras y otra vez sobre la idea de que la vida de
capaces de activar respuestas fisiológicas que un organismo implica fundamentalmente dos
intentan emular el estado interno de la otra cuestiones: La percepción del medio que le
persona. Se han realizado experimentos con rodea y la acción. La primera facilita la re-
personas que observaban las expresiones caudación de datos (acerca de la naturaleza
faciales de otras personas, mientras se les del medio, su valencia para el organismo...),
tomaba un registro electromiográfico-facial3. lo que le permite generar un plano espacio-
Se ha encontrado lo que podríamos llamar temporal en el que situarse. La segunda le
una «emulación sutil» de los movimientos permite moverse según sus necesidades y,
faciales de las personas observadas, esto es, así, adecuar su vida con la existencia de las
un registro de actividad muscular por debajo demás cosas.
del que tendrían si ellos mismos moviesen Como vemos, ambas teorías (la comunica-
sus músculos faciales. Estos cambios se pre- tiva y la informativa) no son excluyentes. Para
sentan incluso cuando las imágenes son pre- la primera, la emoción tiene una finalidad
sentadas a una velocidad en la que no son comunicativa, de gran peso en la superviven-
cia y objeto de la selección natural, ya que mentales falsos, esto es, engañar. Pero este
aquellos sujetos que reconocen e interpretan es otro tema.
mejor los movimientos de sus congéneres
tienen una ventaja selectiva frente a los que
no. Para la segunda, es la percepción de El principio de la huella motora
los cambios fisiológicos internos la que va
a disparar la emoción. Darwin y James nos Volvamos a James (1890). Nos decía que
van a acercar a la idea de la existencia de no corremos por tener miedo, sino que al
una teoría de la mente, que es la que nos correr –huir–1 nos da miedo. La acción de-
permite inferir que lo que yo siento y lo que termina el estado mental, éste es el principio
tú sientes es lo mismo, tu mente y la mía de la huella motora. Un ejemplo imaginado
son iguales. Recordemos aquello que decía- (y falso) nos servirá para entender esta idea.
mos de la madre celosa en el cuidado de Imagine al antepasado del hombre, que se
su hijo: Te tapo porque yo tengo frío; infiero tropieza por primera vez con un tigre dientes
que tú sientes lo mismo que yo siento. Sólo de sable. Del grupo humano, unos sonríen
puedo acceder a mis estados mentales por al tigre, otros intentan cazarlo con palos,
introspección. Los del otro me son inac- otros se tumban y los únicos supervivientes
cesibles. Pero yo y el otro podemos tener del encuentro huyen. Estos últimos, al final
información de nuestros estados mentales de su carrera, sienten latir como loco a su
propios y ajenos por el resonar interno del corazón y a su cuerpo sudar, pero han so-
cuerpo y el movimiento externo, la expresión brevivido. El organismo aprende a huir para
facial y la postura corporal. Esto nos permite salvar la vida, y la mejor manera es que las
fingir caras y posturas y transmitir así estados consecuencias (salvar la vida, sudar, aumento
14 • LA CONCIENCIA
de la tasa cardiaca) de la conducta (correr)
queden grabadas en una huella de memoria
conjuntamente. En el futuro, ante un rugido,
se activará la huella de memoria, desenca-
denando la activación del sistema simpático,
que provocará que la persona comience a
sudar y que su corazón se dispare, antes de
correr. Podríamos decir que se acaba de ac-
tivar la intención de sobrevivir, que dispara la
conducta seleccionada de salir corriendo. Ha
nacido el miedo. La reacción es circular. Co-
rrer produce sudoración, etc. Sudar estimula
la conducta de correr. El ejemplo es falso,
pues el miedo existía antes que el hombre.
Con frecuencia, la activación de esta huella
de memoria o concepto de acción puede
ser inconsciente. A veces tenemos miedo y
no sabemos de qué (¿por qué nos sudan las
manos?), como en la ansiedad generalizada o
en los miedos aprendidos de modo implícito
(Ratey, 2002).
La huella motora es un sistema de memo-
ria en el que los conceptos aparecen como
fines y acciones para conseguirlas (Milán y
Tornay, 1999). Con frecuencia, esa acción es
interna. No se trata de respuestas abiertas,
sino encubiertas; de la activación de pro-
gramas motores, de órdenes que proceden
de la activación de sistemas como las tri-
pas o el sistema nervioso autónomo1 y que
se comunican a sistemas superiores, a la
mente consciente, mediante una llamada de ¿Tenemos un cerebro en la tripa?
atención. Así, la experiencia consciente sería
resultado de la excitación corporal desenca- El animal de las múltiples
denada por una intención inconsciente, como cabezas
puede ser la bajada de los niveles de glucosa
en sangre, que se traduce en la sensación ¿Sabías que «hay un cerebro en la tripa»?
consciente de vacío o hambre (Carter, 1998). (Gershon, 2001). Se comienza a hablar de la
El contexto afectaría a la interpretación de existencia de un segundo cerebro en la tripa
esta excitación corporal. Es fácil confundir el que, por otro lado, ha estado relacionado
hambre con la sed, o con el deseo sexual ampliamente con las emociones. Un cerebro
o la agresividad, etc. Estas son las llamadas capaz de recordar, de ponerse nervioso y
conductas de desplazamiento. Consisten en de traer de cabeza (nunca mejor dicho) a la
satisfacer una necesidad diferente a la que corteza cerebral. Más de 100 millones de cé-
se tiene por la imposibilidad de estarse lulas nerviosas no sólo controlan la digestión,
quieto. sino que también controlan los músculos
16 • LA CONCIENCIA
un ruido de fondo, del que emergen gritos repente te callarías. Poco a poco irías reco-
señalándonos lo inmediatamente importante brando la palabra, ajustando tu tono, hasta
para hacer. La pregunta sería: ¿Qué emoción pasar desapercibido en el nuevo volumen
tenemos cuando no tenemos emoción? Es establecido. Este equilibrio que se produce
un poco como el enigma de la Gioconda: de forma automática nos sirve para ilustrar
¿Qué emoción trasluce su cara? Las varia- e introducir la homeostasis1 que encontramos
ciones de la emoción son infinitas, aunque en las emociones.
sólo tengamos una docena de palabras para Como hemos mencionado en otro apar-
describirlas. Se puede sentir una emoción tado, las emociones están íntimamente rela-
que sea tristeza esperanzada, con miedo al cionadas con los procesos fisiológicos más
rechazo, pero alegre, con independencia del básicos de activación y desactivación del
resultado, de pasar un rato divertido en un organismo. Parte del sistema nervioso trabaja
viaje organizado. Ratey (2002) mantiene que controlando todos los sistemas viscerales
todos tenemos un nivel de base en nuestra (corazón, hígado, páncreas, riñones, vejiga,
emocionalidad, equivalente de modo meta- etc.) que se ocupan de banalidades como
fórico a nuestra tasa cardiaca en reposo, a llevar nutrientes a todos los rincones del
partir del que oscilamos, subimos o bajamos, organismo, controlar niveles de glucosa en
para terminar volviendo a él. Seguro que la sangre, regular la eliminación de desechos
conoces gente que siempre está alegre o o la regulación de la temperatura. El siste-
siempre parece cansada, con independencia ma encargado de todo esto es el sistema
de los acontecimientos externos. Gente muy nervioso autónomo en sus dos vertientes:
variable y otra que es muy estable. Este nivel Simpática y parasimpática. La primera, tiene
basal pude venir determinado genéticamente la función de movilización o activación de los
o aprenderse (y, por tanto, ser modifica- sistemas que dependen de ella; la segunda,
ble). En todo caso, marca nuestro punto de es la encargada de apaciguar esta activación
partida y el espacio de cambio emocional. y conservar energía. Ambos sistemas trabajan
Otros autores mantienen que la ausencia de para mantener el equilibrio homeostático del
emociones no existe (Davis, 2002), de modo organismo.
que, cuando una emoción decae, el organis- Para ilustrar esto, te voy a contar mi ex-
mo envía una orden general de reequilibrio. periencia personal con la homeostasis emo-
Veamos esto con más detalle. cional: No hace mucho fui con unos amigos
a hacer lo que llaman «puenting»2. Momentos
antes de saltar el miedo iba inundándome,
Del grito al silencio miedo que se manifestaba en forma de
cosquilleo en el estómago, aceleración del
Entramos en un bar, donde una veintena pulso, sudor frío. Cuando terminé de colo-
de conversaciones se cruzan; si pretendes carme las cuerdas y estaba en la barandilla
comprender su contenido, te será imposible. del puente dispuesto para saltar, los latidos
El volumen de la música está muy elevado del corazón debían oírse del otro lado de la
y, en esa maraña, incluso te cuesta trabajo carretera, ya que mis amigos me decían que
escuchar tus propias palabras y entender no diese golpes en la baranda. Cuando me
la conversación de tu interlocutor. Subes el solté al vacío sentí un gran alivio, la tensión
volumen y agudizas el tono. La activación acumulada durante la preparación, pareció
provocada por el creciente murmullo no es liberarse al dar este paso. Instantes después
percibida, pero está. Si, de pronto, todos ba- me encontraba 40 metros más abajo balan-
jasen el volumen de su voz, te encontrarías ceándome de la cuerda, chillando alborotado;
dando voces, todo el mundo te miraría y de se podría decir que más de la cuenta.
18 • LA CONCIENCIA
cesos y, en particular, al que nos trae más nuestra conciencia. Un dolor de muelas o
de cabeza en la últimas décadas, la emo- de cabeza, la sensación de suciedad o un
ción, ese proceso interno que nos señala lo pensamiento prohibido, por ejemplo, interfi-
relevante, moviendo el organismo ante un riendo constantemente con nuestra actividad
peligro o apaciguándolo ante la visión de la actual como comer, leer, trabajar... El miedo
persona amada. El interior de un volcán es bloquea nuestra conciencia con sus múlti-
una caldera en la que se producen nume- ples llamadas, como las sobrecargas de una
rosos fenómenos de convección antes de pequeña centralita, de modo que no pode-
que la lava salga al aire despedida a través mos procesar la información proveniente del
de la chimenea. En el interior del organismo mundo exterior, ya que sólo podemos ser
podemos entender que ocurre algo pareci- conscientes de una cosa cada vez. La ale-
do, numerosos procesos inconscientes que gría, por el contrario, descarga la central de
responden al medio desde el interior y de la conciencia, dejándola limpia y disponible
los que somos informados cuando ocurren, para recibir información del exterior, lo que
cuando salen a la luz de la conciencia, la nos hace más listos, cooperadores y reacti-
parte visible del iceberg. vos al entorno.
¿Cómo me siento en un momento de- Nuestra capacidad consciente de cono-
terminado? Voy caminando por la calle y, cer es, como recoge Riedl (1983), la más
de pronto, me doy cuenta de lo cansado reciente «superestructura» edificada sobre un
que estoy, ¿qué ha pasado? De pronto se continuo de procesos cognoscitivos, que es
me han acabado las pilas. Pero si hace un tan antiguo como la vida en este planeta. La
momento estaba bien o, mejor dicho, no era conciencia es el último invitado a esta familia
consciente de que me estaba poniendo mal. compleja de sistemas. Podríamos decir que
Nadie está bien en todos los momentos del actúa como si se tratase de un telediario,
día. Los acontecimientos y nuestra propia presentándonos las ocurrencias más rele-
acción hacen que nuestro estado cambie. vantes del entorno a modo de película sin
Cuando nos preguntan por nuestro estado, fin. Esto nos da la posibilidad de repasar en
probablemente digamos lo primero que nos moviola una y otra vez lo sucedido para así
viene a la cabeza, pero si analizáramos y generar una mayor variedad de respuestas en
registráramos minuto a minuto nuestro esta- la interacción con nuestro medio. Esto que
do y los sucesos que han ido ocurriendo a nos hace sumamente adaptativos nos pone
lo largo del día, podríamos ver los cambios en la terrible tesitura de la elección. La con-
que hemos sufrido. No es lo mismo que ciencia es la última en enterarse de la emo-
nos ocurra un acontecimiento desagradable ción, pero tiene un papel interpretativo de la
cuando estamos desperezándonos a primeras acción. El mismo movimiento puede dar lugar
horas de la mañana que cuando estamos a emociones distintas según la interpretación
a pleno rendimiento. Nuestras emociones, del contexto. Tenemos una reacción interna y
como hemos dicho, tienen mucho que ver un estímulo externo. La sensación de lo que
con la activación-desactivación de sistemas ocurre (Damasio, 2002) puede que aparezca
fisiológicos relacionados con la acción. Todo cuando se ponen ambas en relación.
esto es algo sobre lo que tenemos poco
control consciente. En este sentido, he de
decir que nuestras emociones marcan de Aplicación práctica
forma rotunda la aparición de un pensa-
miento en la representación consciente. De ¿Un buen truco para ligar? Si te encuen-
esta manera, algo archivado como posible tras en tal situación, prueba a imitar con
peligro, va a estar inundando continuamente sutileza a la persona que quieres caer bien.
Direcciones de Internet
Pensamiento crítico
En un buscador introduce los siguientes
Es posible un Mr. Spock. ¿Una mente sin términos:
emoción puede elegir? Desde la ciencia-fic- 1) Basic emotions.
ción, se ha tratado de imaginar un ser sin 2) William James page.
emociones; una mente que maximiza su 3) The Darwing page.
función de utilidad por el cálculo frío de 4) Cerebro entérico.
costes y beneficios. Pero, ¿qué hace que el
tres sea mejor que el cuatro o el dos mejor Sobre la importancia de educar el movi-
que el ocho? Sin miedo a perder o la alegría miento:
de ganar, ¿qué es un coste o un beneficio? http://www.enbuenasmanos.com/articulos/
¿Cómo valora un ser sin emociones? ¿Con muestra.asp?art=385
20 • LA CONCIENCIA
¿Quién es e
l je
Por Emilio Gó fe?
mez Milán
Podemos en
ten
como una esp der lo que sigue
ec las cositas d
llama a su em ie de chiste. Un jefe e nuestros es
p le a d o a tr p er ro s. R es p ec clavos
interfono: «L avés del to a la men
ópez, acuda pasa igual, te te nos
despacho». El nd
empleado en a mi el amo es la ca emos a pensar que
despacho del tra en el b
je conciencia. C eza, la mente o la
sentarse y da fe y éste le ordena uando es posi
ble que
rle la mano. sean esclavo
respuesta, el Po s d
empleado def r toda vísceras. En M e la tripa y otras
mitad de la o a
ficina e intenta eca en encontramos rvin Harris (1980),
con el jefe. Es copular u n
te ción antropoló a curiosa descrip-
recoge las hec le da un coscorrón y gica del jefe d
es como un e tribu
Si cambiamo . llorón que
s las palabra convencer a
amo y emp s je los miembros debe
leado por p fe por tribu con
sú de su
situación nos erro, la
parecerá má trabajen, reco plicas para que
rensible y ha s ja
bitual. La pre comp- colaboren. Ta n la cosecha o
¿quién es el a gunta es, l vez así funci
m cabeza respec on
que defeca y o? El que ordena o el to a la tripa. A a la
posteriormen so le m o s pensar unque
gen las heces te le
. Curiosa co reco- cido a la soci que es más pare-
humana de lla stu ed
marnos amos mbre emociones so ad industrial. Las
mandamos cu ando n «perras en
mu estomago», «n
pasear, damo cho y sacamos a iños chillones el
s de comer, mente de las », «la
cepillamos, m lava vísceras». Pon
imamos y reco mos, Tamagotchi
en
ga un
gemos entenderá. su vida y
lo
22 • LA CONCIENCIA
Casi todos los chistes e historietas graciosas tienen una estructura lógica: se conduce al oyente por un sendero
1
de expectativas, haciendo subir poco a poco la tensión y, al final, se introduce un giro inesperado que obliga a
una reinterpretación completa de todos los datos anteriores que conduce a aliviar la tensión. Este alivio, genera
la explosión súbita de risa del oyente. (Ramachandran y Blackeslee, 1999)
Recordar capítulo 2
2
siempre es mucho mayor que el valor calórico de su cuerpo, esto significa que hay más calorías disponibles per
capita cuando la población humana consume directamente el alimento de las plantas que cuando lo utiliza para
alimentar a animales domesticados.
Recogido por Alasdair Macintyre en su Historia de la ética. (1.976)
4
Un experimento clásico recogido por José M. Fernández y cols, en Comportamiento no verbal y Emoción. 1990
6
Técnica muy usada en el estudio de las emociones. Se sabe que las expresiones faciales voluntarias generan
7
una actividad autónoma del sistema nervioso y que está asociada a la activación emocional. De esta manera,
la toma de registro de diversas actividades y cambios fisiológicos nos puede dar información de la aparición de
la emoción en el sujeto. En la técnica referenciada se sitúan distintos electrodos en distintos puntos de la cara,
relacionados con la expresión de la emociones.
Una amiga mía dice que no hace deporte pues correr es de cobardes, aunque yo siempre le digo, que muy
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posiblemente somos los descendientes de muchos cobardes que gracias a huir-correr, sobrevivieron.
En el capítulo siguiente hablaremos del cerebro emocional, del sistema límbico, y en particular del hipotálamo,
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considerado un puente entre el cuerpo y el cerebro, fundamento de nuestras motivaciones básicas: comer, be-
ber...
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Nombre dado a propuesta del fisiólogo W. B. Cannon al conjunto de condiciones imperantes en un organismo
sano por coordinación de los procesos fisiológicos. La homeostasis se mantiene mediante una serie de actividades
opuestas que se equilibran recíprocamente.
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Actividad puesta de moda a finales de los años 80, por algunos aficionados a los llamados: deportes de riesgo.
La lúdica y excitante actividad, consiste en saltar al vacío desde un puente, bien con gomas elásticas, bien con
cuerdas dinámicas. Si pretendes hacerla, recomiendo que lo hagas con gente experta y, aún así vigila que la
longitud de las cuerdas y su estiramiento no sea superior a la altura del puente. De lo contrario, te puede dar
dolor de cabeza.