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Los matrimonios jóvenes de hoy día se endeudan fácilmente por querer mantener
el estilo de vida que tenían al vivir con sus padres y por falta de disciplina en
cuanto al manejo adecuado del dinero.
Hemos llegado a un punto que podría ser uno de los factores primordiales del
porque de una mala administración financiera.
Y esto es, como anteriormente se ha señalado, esa palabra clave, que con solo
escribirla o expresarla se define sola. “Disciplina“.
La cual significa entre otras definiciones como el conjunto de reglas para mantener
el orden entre los miembros de un grupo. Esto es una de las bases del hogar, lo
que ahí se enseña, eso, es lo que sus integrantes practican dentro de una
sociedad, quizá no determina en su totalidad el proceder de una persona, porque
cada individuo tiene pensamientos y formas de actuar propias a su ser, pero sí
afecta en gran medida algunas actitudes que dan muestra de lo que se aprendió
en el hogar. Y si nuestros progenitores tenían dificultades financieras, no había
una organización como tal, no había disciplina, o peor aún, si la había pero no la
inculcaron, pues de una u otra forma los resultados serian similares.
Un buen salario o una excelente entrada de dinero no terminan con los problemas
financieros de una familia, pues es la actitud hacia el dinero lo que importa.
No es lo que se gana sino lo que se gasta! Debemos aprender a vivir dentro de
nuestros propios medios.
Pero desgraciadamente más de una familia vive fuera de sus medios, se gasta
más de lo que se gana.
¿Lo necesito?
“Ahorrar implica sacrificarse hoy por beneficios que quizás nunca veré”.
“Solo los ricos pueden ahorrar”.
¿Tienen o no razón las personas que afirman eso? Pues están muy equivocadas.
Para ello no necesitamos ser expertos en finanzas. Con lo que sabemos se puede
empezar. Solamente falta sacar un poquito de tiempo y ponerse al mando de las
finanzas.
2- Alimentos
El experto asegura que las personas generan una afinidad hacia productos
específicos por preferencia o por dieta, por lo que no escatiman sus gastos en
estos.
Sin embargo, tenga en cuenta los siguientes consejos que no afectarán la calidad
de los alimentos:
-Buena organización. La despensa debe ser organizada de tal manera que los
productos recién comprados y con fecha de expiración lejana estén en el último
lugar. Consuma primero los que estén en primer lugar y luego los más antiguos.
-Limitar las comidas fuera de casa. En el caso que sea necesario cámbielo por un
café o un postre que sale más barato.
3- Ropa
Si bien la elección y compra de la ropa es subjetiva (para muchos puede ser una
prioridad), ahorrar en este rubro no es sinónimo de vestir mal, ni de estar fuera de
moda.
-Cuide de la ropa. Fíjese en las indicaciones de lavado para que postergue su vida
útil.
-Reutilice la ropa que tiene. Añada o elimine detalles dependiendo del momento.
4- Gasto de agua
5- Energía
-Al cocinar. Trate que el recipiente que use sea más ancho que el fogón, así
aprovechará al máximo el calor. Gastará menos energía si tapa todo lo que
cocina. Apague el fogón cinco minutos antes de terminar de cocinar los alimentos,
así aprovechará el calor residual. Cuando pueda, use el microondas en lugar del
horno convencional. Esto le ahorra entre 60% y 70% de energía.
-Luz. Aproveche al máximo la iluminación solar. Use colores claros en las paredes
y techos que provocan una sensación de claridad. Apague las luces que no esté
utilizando. Ubique puntos de luz de manera que iluminen simultáneamente varias
habitaciones. Use bombillas ahorrativas, éstas duran ocho veces más y ahorran
hasta un 80% de energía.
Prefiera los tubos fluorescentes donde requiera más luz ya que consumen cuatro
veces menos energía. No deje los electrodomésticos en hibernación, apáguelos si
no los va a utilizar durante más de dos horas. Bájele el brillo a las pantallas.
Desconecte siempre los equipos.
6- Teléfono
-Fijo. Haga una comparación de las tarifas que se ajusten a las necesidades
reales de la familia en los diferentes operadores. Evite salirse del plan al que esta
suscrito. Analice si los servicios con los que cuenta son indispensables, de lo
contrario cancélelos.
-Móvil. Consulte en todas las empresas y decídase por el plan que más se adapte
a sus necesidades y, sobre todo, a su presupuesto. Igualmente, verifique que esté
usando todos los servicios con los que cuenta. Trate de estar en la misma
empresa móvil que la mayoría de sus contactos o su familia y así evitará gastar en
paquetes especiales.
Conclusión
Para lograr una buena administración en el hogar, desde lo económico hasta los
momentos de recreación, debe participar toda la familia, teniendo en cuenta que
se inicia desde el jefe de la familia, hasta el integrante más pequeño de esta,
dando como resultado el sentirse útil e importante, por toda lo que se hace en el
hogar, y de lo cual en gran medida depende el éxito y alcance de nuestras metas y
objetivos personales.
Tus finanzas personales son un desastre? ¿Quieres invertir pero no sabes cómo?
¿Has invertido ya pero te sale mal? ¿No eres capaz de ahorrar nada al mes? No te
preocupes, aquí te mostramos 15 consejos para mejorar tus finanzas personales,
tomar decisiones inteligentes y ahorrar o ganar más dinero:
Conócete a ti mismo. Según sea tu carácter podrás invertir de una u otra manera. No
es lo mismo una persona detallista, que puede adoptar estrategias financieras
complejas, que una persona compradora compulsiva que lo primero que tiene que
hacer es recorta su gasto.
Ahorra regularmente y cuánto antes mejor. Todos los estudios indican que el
tiempo y la paciencia son los mejores aliados de los inversionistas.
Valora el dinero. Ganar dinero cuesta mucho, esfuerzo, tiempo, dedicación, quizá
dejar de ver a tus hijos. Valora todo lo que tienes que invertir y dejar de hacer para
conseguirlo, así tendrás más cuidado a la hora de malgastarlo.
Enseña a tus hijos cuánto cuesta ganar dinero. Si ellos saben el esfuerzo que te
cuesta conseguir el dinero que llevas a casa, valorarán más tu trabajo y malgastarán
menos el dinero. Además, a la larga conseguirás que sean más ahorradores y
cuidadosos con el dinero.
No malgastes el dinero. No compres o contrates lo primero que veas. Busca,
compara, razona y después actúa.
Guarda tus espaldas. Guarda dinero para tu jubilación cuando eres joven, así
cuando llegues a ella la podrás vivir con tranquilidad.
Maximiza tus ingresos. Aunque puede que no estés satisfecho con tus ingresos
actuales, lo importante es rentabilizarlos al máximo. No pienses en subidas de sueldo
o ingresos futuros porque puede que lleguen o no.
Paga tus deudas en tu juventud. Si has de contraer una deuda, es mejor que se
produzcan durante tu juventud. No las dejes para la jubilación, ese tiempo tiene que
estar destinado para descansar, no para estar pendiente de posibles problemas
financieros.
No enlaces deudas mes tras mes. Si por un problema puntual un mes tienes una
deuda, intenta pagarla lo antes posible. No dejes que las deudas pasen de un mes a
otro, ya que podrás entrar en una espiral de la que quizás no puedes salir.
No compres acciones de la empresa donde trabajas. Es mejor diversificar las
inversiones: ya supone un alto riesgo la posibilidad de perder tu trabajo si la empresa
va mal.
Ignora los pronósticos económicos y financieros.Ten en cuenta que los asesores
financieros basan sus pronósticos en previsiones y datos, pero la suerte o el destino
también tienen una parte importante en ellas. Ten en cuenta que las mayores crisis
económicas y financieras del último siglo -como el colapso de 2008- no fueron
previstas.
Mantén tus acciones a largo plazo. Esto se debe a que aunque son volátiles,
producen mejor retorno cuanto más tiempo las tengas. Pero tienes que tener en
cuenta que has de mantenerlas a pesar de los derrumbes.
Nunca compres inversiones que estén de moda. Son mucho más arriesgadas.
No inviertas solo en un país. Los mercados bursátiles ofrecen muy buena
diversificación.
No te compliques. No establezcas una estrategia financiera ni unas inversiones
complicadas. Seguir una estrategia diversificada y simple, que se revise cada año, y
que tenga en cuenta tus peculiaridades, es más que suficiente.
¿Cada cuánto hace un balance de sus finanzas personales? Comenzamos por
esta pregunta porque sabemos que muchas personas no hacen la tarea
juiciosa de averiguar por lo menos cada semestre, qué tienen, qué deben,
qué les hace falta y qué han conseguido. Y no es que no quieran hacerlo,
más bien es que nunca han tenido el hábito o más bien suelen creer que si
lo hacen se vuelven cuadriculados con el dinero y con ello hasta tacaños.