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JUEVES 13

AGUINALDO DE JUBILADOS Y ESTATALES SON VICTIMAS DEL NUEVO


AJUSTE
Cavallo busca equilibrarse cortando sueldos

El ministro planteó varias opciones


para cumplir con el Déficit Cero este
año y el próximo: patear al año que
viene el pago de aguinaldos de éste, y
para el que viene eliminarlo o extender
al 21 por ciento el descuento sobre
haberes de estatales y jubilados. Los
legisla-dores proponen subir
impuestos.
Por David Cufré

Los empleados públicos no cobrarán el medio aguinaldo en diciembre. Sólo lo harán,


entre Navidad y Año Nuevo, los jubilados con haberes de hasta 450 pesos. El resto de los
jubilados correrá la misma suerte que los agentes estatales. Para este grupo, por ahora no
hay seguridad de que vayan a percibir la totalidad del medio aguinaldo en enero, aunque
probablemente quienes se ilusionen con esa posibilidad sufrirán una nueva decepción. Tal
cómo adelantó Página/12, el Gobierno estudia liquidar el sueldo anual complementario en
cuotas. Por ahora no se sabe su número, pero se especula con que serían doce. El jefe de
Gabinete, Chrystian Colombo, se comprometió ayer ante un grupo de diputados a pagar el
medio aguinaldo que falta de este año –con las demoras del caso– por tratarse de un
“derecho adquirido”. Sin embargo, tanto él como Domingo Cavallo dijeron claramente que,
si no se recortan otras partidas, en 2002 no se liquidará el aguinaldo. El ministro de
Economía ofreció una alternativa no mucho más excitante: pagar el aguinaldo en 2002,
pero elevar de 13 a 21 por ciento el descuento en jubilaciones y salarios de agentes
públicos.
Semejantes opciones desmienten la promesa de Cavallo de que no habría más ajuste de
gastos el próximo año, promesa que hizo tras sus entrevistas en Washington con el FMI.
Ayer les dijo a los legisladores radicales Horacio Pernasetti y Raúl Baglini que es preciso
reducir erogaciones en 1600 millones. Y eso tomando en consideración que el canje de
deuda con acreedores del exterior será exitoso y que se ahorrarán 4000 millones de pesos
por la eliminación de los estímulos impositivos de los planes de competitividad. Esta
última estimación duplica los cálculos más optimistas que se hacen en el sector privado.
Pero concediendo que todo salga como imagina Cavallo, todavía hará falta –según
propone– dejar de pagar el aguinaldo en 2002 o llevar los recortes de jubilaciones y sueldos
al 21 por ciento.
Los problemas con la recaudación impositiva, que cae de manera estrepitosa por efecto
combinado de la recesión y de las restricciones para extraer dinero, obligan al Gobierno a
corregir constantemente sus proyecciones de gastos. Este mes está haciendo malabares para
no caer en default y para que no salga de control el descontento social. El propio Cavallo se
presentó ayer a una reunión con diputados del Frepaso y jubilados para dar explicaciones
sobre por qué se postergaba una semana el pago de jubilaciones. Allí se comprometió a
buscar una solución a ese tema y por la noche, tras entrevistarse con el ministro de Trabajo,
José Dumón, se anunció un cronograma de pagos a jubilados con menos demoras y la
liquidación del medio aguinaldo entre Navidad y Año Nuevo para quienes perciben hasta
450 pesos (ver aparte).
Pero en aquella reunión también reconoció que se vienen tres meses “muy difíciles”,
insinuando que habría medidas de alta conflictividad, como la suspensión por un año del
aguinaldo. Ante Pernasetti y Baglini fue más directo. Y lo mismo ocurrió en una reunión de
Colombo con los diputados aliancistas Darío Alessandro, Jorge Pascual, Fortunato
Cambareri y el senador Carlos Maestro. El jefe de Gabinete dijo que de algún lado habrá
que recortar 1600 millones de pesos, por lo cual las opciones son las mencionadas más
arriba o suprimir “selectivamente” otras partidas, misión que contempla medidas
igualmente dolorosas, que difícilmente tengan apoyo político para su aprobación.
Los legisladores aliancistas respondieron que ninguna de las alternativas sugeridas por el
Ejecutivo para el Presupuesto 2002 son viables. E hicieron una contrapropuesta, con dos
variantes. La primera es que en lugar de achicar gastos por 1600 millones, el Gobierno
intente mejorar la recaudación en esa suma. Para ello, los diputados alentaron que se
negocie con el justicialismo la aprobación de alguno de los proyectos de ley presentados
por la Alianza sobre el cierre de las sesiones ordinarias.
Uno de ellos, de Alessandro y Pernasetti, obtuvo media sanción. Establece una suba de la
alícuota de Ganancias del 35 al 45 por ciento para las empresas que ganen más de 5
millones de pesos al año, y un millón en el caso de las personas. Como el justicialismo
rechazó esa iniciativa, los diputados proponen volver a la carga con otros dos proyectos, de
Beatriz Nofal y Carlos Maestro. El primero es para cobrar Ganancias por la distribución de
dividendos, y el segundo para obligar a retener Bienes Personales a las empresas cuyos
accionistas viven en el exterior. Estos últimas dos iniciativas aportarían una recaudación de
unos 2000 millones de pesos al año. Y en el caso de que se avanzara con el de Maestro,
podría cobrarse un anticipo de Bienes Personales este mismo mes, que dejaría en las arcas
del Estado unos 300 millones, según calculan los legisladores.
El otro planteo de los aliancistas, para el caso de que el Gobierno no quiera avanzar con la
suba de impuestos, fue todavía más osado: negociar con los acreedores para no pagar
intereses de la deuda durante todo el próximo año. En el canje local se dispuso que a partir
de abril próximo el Estado debe comenzar a liquidar intereses. Los diputados quieren que
en el canje internacional que se inicia ahora se disponga el no pago de intereses en 2002, y
luego extender esa misma medida a los bancos, AFJP y demás acreedores locales, con
quienes se acaba de cerrar la reestructuración de la deuda.

Sin cambios en sueldos


El Gobierno evalúa la posibilidad de autorizar la extracción total en efectivo de los
salarios que cobran los empleados en relación de dependencia, pero la eliminación del
actual tope de 1000 pesos mensuales “no será inminente”. “La flexibilización rige para
el 86 por ciento de las cuentas que comprende a los sueldos de 1000 pesos o menos; se
verá si en el futuro se puede ampliar aún más, pero por ahora sigue igual”, aclaró un
vocero de la Jefatura de Gabinete. Posteriormente, el ministro de Economía, Domingo
Cavallo, salió a bajar las expectativas sobre esas expectativas, al señalar que la
modalidad actual se mantendrá “hasta que estemos en condiciones” de cambiarla.
“Aprovecho la ocasión para desmentir que sea inminente el levantamiento de las
restricciones a la extracción de dinero”, declaró el jefe del Palacio de Hacienda anoche,
al participar en un acto organizado por Confederaciones Rurales Argentinas. La versión
había surgido de informaciones suministradas por un diputado del interbloque federal
de partidos provinciales, que mantuvieron por la tarde un encuentro con Chrystian
Colombo. Sin embargo, las aclaraciones posteriores indicaron que se había tratado de
una consulta de un legislador que había sido respondida por el jefe de Gabinete como
“una posibilidad en estudio”, pero sobre la que aún no había decisión tomada.

REDUCEN LA DEMORA EN EL PAGO ANTE LA MASIVA PROTESTA


Jubilados deben esperar menos

El ministro de Trabajo, José Dumón, y el de Economía, Domingo Cavallo, se reunieron


anoche para buscar una solución a la demora en el pago de jubilaciones, por orden de
Fernando de la Rúa, de acuerdo con la información oficial. La decisión de postergar la
liquidación de jubilaciones una semana generó indignación entre los afectados,
registrándose actos de protesta con alta temperatura. Por tanto, el Gobierno se apresuró en
dar marcha atrás, aunque sea parcialmente, con su determinación inicial. De este modo, los
jubilados cuyos haberes no superen los 450 pesos cobrarán en forma escalonada desde
mañana al 21, en lugar de haberlo hecho desde ayer. Y quienes ganen entre 450 y 1999
pesos cobrarán entre el 17 y el 28.
En cambio, para aquellos con haberes por encima de 2000 pesos todavía no hay fecha de
cobro. “Los pagos se realizarán en enero, en fechas a determinar”, consignó la Anses a
través de un comunicado. Asimismo, confirmó que los jubilados que ganen hasta 450 pesos
cobrarán el aguinaldo entre Navidad y Año Nuevo. Pero no se dice nada sobre el aguinaldo
de quienes perciben haberes a ese monto. Página/12 pudo saber que deberán olvidarse de
cobrarlo antes de fin de año.
Antes de tomar estas decisiones, Cavallo recibió en Economía a los diputados aliancistas
María América González, Marcela Bordenave, Margarita Jarque y Fabián De Nuccio,
quienes estuvieron acompañados por dos jubilados, Zulema Reyes y Juan Murga, que
habían participado de las manifestaciones de protesta por las demoras en los pagos. En
rigor, los legisladores concurrieron al Palacio de Hacienda para entrevistarse con algún
funcionario de esa cartera. Pero se sorprendieron cuando lo vieron entrar a Cavallo,
acompañado por los secretarios de Hacienda, Jorge Baldrich, y de Legal y Técnica, Alfredo
Castañón.
En esa oportunidad, Cavallo dijo que no estaba al tanto del alcance de las medidas y pidió
precisiones por teléfono al nuevo titular de la Anses, Gustavo Macchi. Después de escuchar
los reclamos de diputados y jubilados, Cavallo se comprometió a buscar una solución, que
llegó, parcialmente, por la noche.

En un año se destruyeron 700 mil puestos de trabajo


Hoy se conocerá el resultado de la
Encuesta Permanente de Hogares
de octubre, que mostrará que la
tasa
de desocupación trepó al 18,3 por
ciento. Según el Censo, sería
mayor.
La tasa de desocupación describió
un salto de 14,7 a 18,3 por ciento en
doce meses.

El Gobierno deberá digerir hoy otro tramo amargo, coincidente con el paro general
convocado por las dos CGT y la CTA. El Indec difundirá, oficialmente, las cifras de
desocupación relevadas en la encuesta de hogares de octubre último. Según fuentes de
Economía, consultadas por este diario, con los datos procesados hasta anoche, la tasa de
desempleo se ubicaría en el 18,3 por ciento, confirmando un aumento vertiginoso
comparado con el 14,7 por ciento de octubre del año pasado. De otro modo, unos 300 mil
personas habrían pasado a formar parte en el último año del ejército de desocupados que ya
sumaría cerca de 2,5 millones. La tasa de desocupación hubiera sido mayor si no fuera por
la caída de la tasa de actividad, que significa que menos gente salió a buscar trabajo, lo que
se denomina “efecto desaliento”. Pero más importante es que el relevamiento muestra que
cayó la tasa de empleo, lo que significa que se destru-yeron 700.000 puestos de trabajo,
récord absoluto en la historia de las mediciones. Según reconocen los propios técnicos del
Gobierno, la medición de la desocupación que arrojará el Censo, más precisa y abarcativa
que la de la encuesta de hogares, sería incluso bastante superior que la que se conocerá hoy
oficialmente.
Las cifras de desocupación que difundirá el Indec corresponden a la encuesta permanente
de hogares (EPH), que el organismo releva dos veces año, en mayo y octubre, desde 1974.
Pero los datos de desocupación que surgirán del Censo, todavía en proceso de elaboración,
podrían ser significativamente más altos.
El motivo es que la EPH registra información de una muestra de hogares en 28
aglomerados urbanos del país. Luego, esa información se proyecta para el total de centros
urbanos de más de 10.000 habitantes, asumiendo que en éstas ciudades la desocupación es
la misma que en los grandes aglomerados efectivamente sondeados. Por si fueran pocos los
supuestos, la encuesta no capta información de las zonas rurales, donde también se asume
que la tasa de desocupación es similar a la de los centros urbanos del interior del país.
El Censo, en cambio, mide la desocupación en todas las ciudades del país y en las zonas
rurales. Y, de acuerdo a los datos preliminares que manejan los técnicos, todo indicaría que
el desempleo en las pequeñas ciudades del interior sería superior al de las grandes capitales.
Sea como fuere, las cifras de la EPH que se conocerán hoy son suficientes para conmover a
cualquier gobierno. Los datos son los siguientes:
La tasa de desocupación se ubicaría en el 18,3 por ciento, notablemente arriba del 14,7
por ciento de un año atrás y al 12,4 por ciento que marcaba en octubre de 1998, cuando
empezó a evidenciarse la recesión. Además, es prácticamente el mismo nivel alcanzado en
mayo de 1995, cuando el “efecto tequila” disparó el desempleo hasta el 18,4 por ciento.
Sin embargo, en relación a aquel registro, los expertos coinciden que hoy la situación hoy
es más graves por dos razones.
En primer lugar, porque en números absolutos la cantidad de desocupados es en la
actualidad más del doble que la de entonces. Si se tomaba en cuenta la proyección
poblacional que manejaba hasta ahora el Indec, el número de desocupados rondaría los 2,5
millones de personas, aunque la cifra definitiva podría ser algo inferior si se considera que
la población total censada fue de 36 millones. Sea como fuere, habría unos 300 mil
desocupados más en relación a octubre del año pasado. En mayo del ‘95, los desocupados
eran poco más de 1 millón.
En segundo lugar, porque los actuales niveles de desocupados se dan simultáneamente
con niveles salariales cada vez más bajos, lo cual es consistente con el ininterrumpido
crecimiento de la población bajo la línea de pobreza. Según reveló ayer Ernesto Kritz,
titular de la Sociedad de Estudios Laborales, “durante los tres meses anteriores a la
medición de la EPH, el 30 por ciento de las empresas redujo los salarios de su personal el
15 por ciento”.
En los partidos del Gran Buenos Aires, la desocupación rozaría el 20 por ciento, en
comparación con el 16,5 por ciento registrado en octubre del año pasado.
Para la tasa de desocupación no aumente, se deben crear anualmente 250 mil puestos de
trabajo, porque esa es la cantidad de gente que ingresa por año al mercado laboral. Sin
embargo, de acuerdo a las cifras que manejan en el Ministerio de Trabajo, la tasa de empleo
en el sector formal de la economía cayó en el último año un 4,3 por ciento.

Cinco mil personas junto a Moyano en el Congreso


“La única concertación que vamos a apoyar es la concertación con el pueblo”, bramó
Hugo Moyano ayer por la tarde frente al Congreso de la Nación, ante unas cinco mil
personas que respondieron a la convocatoria de la CGT “rebelde” y del grueso de los
partidos de izquierda. Acusando “problemas en la garganta”, con una camisa rosa y
mojándose con la garúa porteña, el camionero habló muy pocos minutos, los suficientes
para citar a Eva Perón y prometer que “no habrá paz sobre la tierra mientras no haya
justicia social”. A pocos metros de él, compartiendo el palco, estaba el sacerdote Luis
Farinello.
La concertación lanzada por el Gobierno fue el blanco predilecto del breve mensaje de
Moyano. “Frente a la situación de caos, producida por la incapacidad y la sumisión del
Gobierno frente al poder internacional, empezaron a hablar de concertación”, dijo. “Que no
se equivoquen las aves de rapiña, que creen que van a concertar en nombre del pueblo”,
exclamó el camionero, apuntando sus cañones a los sectores empresariales que participan
de la convocatoria oficial. “La única concertación que vamos a apoyar es la concertación
con el pueblo, la concertación con la patria”, agregó. Por otro lado, no confirmó si la
semana próxima habrá más huelgas. “Eso lo ha lanzado el otro sector del movimiento
obrero, que no ha hablado con nosotros”, dijo Moyano, en alusión a la central que comanda
Rodolfo Daer.
La convocatoria de la marcha estuvo muy lejos del número que Moyano pudo lograr en
otras oportunidades, pese a ser el anticipo del paro de hoy. Las columnas de la CGT
“rebelde” se colocaron frente al escenario, sobre Entre Ríos. En tanto, las agrupaciones de
izquierda se ubicaron sobre Rivadavia, a la derecha del palco. También se hizo presente un
puñado de personas con una bandera de Montoneros, que se quedó del lado de los
sindicalistas.
Los gremios que movilizaron gente fueron, además de los camioneros, el Sindicato
Argentino de Televisión, ATE-Rama PAMI, los trabajadores de Vialidad Nacional, de
Dragado y Balizamiento y los de las industrias de la pintura. También estuvieron los
gastronómicos, químicos, portuarios, plásticos y viajantes, que responden a la CGT oficial.
En tanto, el PC, el Movimiento Socialista de los Trabajadores, Patria Libre, el Partido
Obrero y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) aportaron el mayor número entre
las fuerzas izquierdistas. Precisamente, antes de que hablara Moyano, se produjo una
escaramuza entre los dos sectores presentes en la movilización. Los cegetistas acusaron a
los militantes de izquierda de querer sobrepasar un vallado de seguridad, mientras que
desde “la otra vereda” denunciaron que “un grupo de seguridad identificado con los
sindicatos pertenecientes a la CGT. “Fue una vergonzosa agresión”, disparó el líder del
PTS, José Montes. Según dijeron desde ese partido, un joven militante tuvo que ser
atendido de urgencia en el Hospital Italiano, con un fuerte golpe en el pómulo.
Antes de su discurso, Moyano, acompañado del secretario general de la Unión Tranviarios
Automotor (UTA), Juan Manuel Palacios, se encontró con el bloque de senadores
peronistas, a quienes les entregó un petitorio de tres puntos, que consisten en “la
derogación de las facultades delegadas, la ley de los sobornos, que es la ley laboral y la
libre disponibilidad de los salarios de los trabajadores”, según informó el dirigente
camionero, al término de la reunión.
A través de un comunicado, los senadores del PJ acordaron que presionarán para que se
pueda disponer de la totalidad de los sueldos y para derogar los “superpoderes” concedidos
al Ejecutivo. De la derogación de la Ley de Reforma Laboral no dijeron nada. A fin de
cuentas, varios legisladores peronistas habían quedado salpicados por el escándalo.

PARO GENERAL POR 24 HORAS DE LAS TRES CENTRALES SINDICALES


CAVALLO CONSIGUIÓ LA UNIDAD GREMIAL
La huelga es contra el modelo
económico. Comenzó a las 0 hora
de hoy. Es la segunda emprendida
por todas las centrales de
trabajadores contra el actual
gobierno. No harán actos ni
marchas.
El descontento ciudadano frente al
“plan candado” tendrá una buena
oportunidad para expresarse.

Las últimas medidas de Domingo Cavallo lograron lo que los trabajadores no pudieron
por sí solos: la unidad de todo el arco sindical, que hoy volverá a coincidir en un paro
nacional contra el modelo económico. Se trata de la segunda huelga conjunta que la CGT
oficial, la CGT disidente y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) realizan en los dos
años que lleva de gestión Fernando de la Rúa, quien criticó la convocatoria de los
gremialistas. “Es una medida de fuerza sin sentido, sin justificación y con una razón
puramente política”, advirtió el Presidente.
Las tres centrales sindicales coincidieron en la convocatoria al paro, a pesar de sus
diferencias, después de que Cavallo anunciara las nuevas medidas económicas. Los
reiterados llamados del Gobierno a fortalecer “la unidad nacional” para superar la crisis no
lograron desactivar la protesta e, incluso, el titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer, no
descartó la realización de una nueva y más extensa medida de fuerza en los próximos días
si se mantienen algunas de las medidas, como por ejemplo la limitación en la extracción de
dinero de sueldos.
“La única concertación que vamos a apoyar es la concertación con el pueblo”, aseguró ayer
el titular de la CGT disidente, Hugo Moyano, en una muestra de cuál es la posición de los
sindicalistas, aunque marcó distancia con la idea de Daer de lanzar otra huelga: “Eso es
algo que largó el otro sector. No hemos hablado de nada parecido hasta ahora y además
siempre está la duda que lo cumplan”.
El anterior paro en el que coincidieron las dos CGT y la CTA que lidera Víctor De Gennaro
fue convocado el 19 de julio pasado y también en repudio a las medidas económicas. El
motivo de la huelga en aquella oportunidad fue la decisión de Cavallo de atar el sueldo de
los estatales a la recaudación en el marco del déficit cero.
En vistas del malhumor de la sociedad frente a las nuevas disposiciones económicas se
especula con que el paro que comenzó a la cero de hoy y concluirá a las 24 será de los más
fuertes de los últimos tiempos. Como en toda huelga, será clave lo que pase con el
transporte, área en el que se descuenta que la medida tendrá fuerte adhesión, la
administración pública, los bancos y las industrias. En este caso, además, el paro cuenta
con un guiño del peronismo, que no hizo nada por detenerlo o aunque sea amortiguar sus
efectos.
Además de recalcar que la huelga “es sin sentido y sin justificación porque tienen una
razón puramente política”, De la Rúa declaró que “quienes los disponen deberían pensar
también que el país precisa una tregua para superar estas dificultades”. Y agregó: “No es
abriendo polémicas o parando el país como vamos a salir, sino con el diálogo”.
El paro también fue reprobado por su vocero, Juan Pablo Baylac. “Luego de la
movilización, mañana (por hoy) el paro y seguimos en la escalera del daño sin
preocuparnos realmente por la situación del país, por los intereses generales de los
argentinos”, señaló ese funcionario.
Otro que salió a criticar la medida de fuerza y las movilizaciones que ayer realizaron los
gremialistas fue el ministro de Trabajo, José Dumón. “Esta –sostuvo– es la manifestación
de los sectores que tienen características violentas, que no lo hacen por reivindicaciones
laborales, sino políticas.”
Moyano respondió las críticas. Alertó sobre “la incapacidad del Gobierno para resolver los
problemas” y defendió la huelga con el argumento de que “es conveniente expresar la
disconformidad”. El líder camionero negó, además, que intente “un golpe institucional” por
convocar a un paro. Así, salió al cruce de la acusación que Baylac viene reiterando desde
hace días acerca de que Moyano está actuando en combinación con el gobernador
bonaerense, Carlos Ruckauf, quien pretende anticipar la salida de De la Rúa del poder para
sucederlo en la Presidencia.

La izquierda convoca
Para expresar su adhesión al paro, organizaciones sociales y partidos de izquierda
realizarán marchas, cortes de ruta y ollas populares en diversos puntos de la ciudad y el
Conurbano:
La coalición Izquierda Unida –integrada por el Movimiento Socialista de los
Trabajadores y el Partido Comunista– marchará por el microcentro, y se manifestará
frente a la Bolsa (25 de Mayo y Sarmiento) y el Ministerio de Desarrollo Social (9 de
Julio y Belgrano) a partir de las 11.30.
Comedores y organizaciones de desocupados de Vicente López, San Isidro, San
Martín, San Miguel y Tres de Febrero harán una olla popular frente a la quinta de
Olivos. A partir de las 12.
Desde las 10, el Polo Obrero realizará piquetes en Callao y Corrientes, Puente
Pueyrredón (Avellaneda), Cruce Varela (Florencio Varela), Ruta 202 y Panamericana,
Márquez y 9 de Julio (San Martín), General Paz frente a estación Migueletes (San
Martín) y autopista Ricchieri frente al Mercado Central (La Matanza).

LOS CACEROLAZOS PUSIERON EN MÁXIMO


EL FUEGO DEL ENOJO Y EL FASTIDIO

Apagones y ruido de cacerolas


acompañaron los insultos al
Gobierno y a Cavallo, pero a
diferencia del gran apagón de
1996, esta vez la convocatoria
fue espontánea y no política.
La protesta de los vecinos en San
Martín y Juan B. Justo, anoche,
tras el cacerolazo.

Por Martín Granovsky

Dos oleadas de cacerolazos, una más débil al mediodía y otra más fuerte a la noche,
sacudieron ayer a la Argentina. Fue una protesta basada en la clase media, y sobre todo en
los comerciantes, que dejó una sensación firme: una nueva convocatoria, con mayor
difusión, podría alcanzar los niveles del histórico apagón de 1996 contra el gobierno de
Carlos Menem.
La Cámara de Actividades Mercantiles Empresarias (CAME) había convocado a oscurecer
las vidrieras e incluso los carteles luminosos de cines y teatros.
En la Capital Federal, el cacerolazo fue visible en especial en Palermo, Belgrano, Almagro
y Caballito.
Los barrios presentaron un mismo paisaje. En las veredas, cacerolazos de los comerciantes
y de muchos vecinos que bajaron para expresarse fuera de su departamento. En los
balcones, más cacerolas sonando rítmicamente como un modo de protesta civil. Y algunos
gritos. Pocos. En Lanús, el “Hijos de puta”, centrado más bien en el ministro de Economía,
se combinó con “¡Argentina, Argentina!”. No hubo consignas especiales, porque era
evidente que cualquier familiaridad con la política tradicional, con la política partidaria,
hubiera sido rechazada por el humor antipolítico de una parte de los que salieron a
protestar.
El 12 de septiembre de 1996 una queja colectiva similar, pero mucho más masiva y
organizada, provocó una baja del consumo de luz del 47 por ciento. En esa época este
diario accedió a la confirmación de esa cifra impactante 20 días después del apagón, porque
en caliente el Gobierno de Menem dijo que la caída había sido solo del 11 por ciento.
Minimizaron su repercusión tanto el mismo Presidente como su secretario de Energía,
Carlos Bastos, el mismo que ocupa hoy el Ministerio de Obras Públicas. Aquella fue la
mayor convergencia de oposición, en su variante organizada y en su costado natural, en una
época en la gente no recelaba de sus políticos como una clase diferente. Encabezaron la
convocatoria Carlos Chacho Alvarez, Graciela Fernández Meijide, Gustavo Beliz y, por el
radicalismo, Rodolfo Terragno, todos ellos miembros de la multisectorial. “No negamos las
huelgas, las marchas ni las ollas populares, pero hay que ofrecer un tipo de protesta que les
permita participar a todos”, fue la explicación de los organizadores de entonces.
El mismo estilo, pero más inorgánico, se repitió ayer, cinco años más tarde. En Pacheco de
Melo y Larrea hubo media hora de ruido de cacerolas. Poca gente en la calle, y bocinazos
de adhesión de los automovilistas que escuchaban los golpes.
–¿Sabe qué me dijo mi hijo? –preguntó a Página/12 una psicóloga después del cacerolazo–.
“Mami, esto es porque De la Rúa prometió muchas cosas y no cumplió con su palabra,
¿no?”. Tiene cinco años.
En general, nadie se acordó de la hora a la que estaba convocada la protesta de la noche,
pero el sonido de una cacerola fue convocando a otra y así terminó armándose un
cacerolazo con pocas palabras y un fuerte sentido de canalización del enojo y el fastidio
incluso a pesar del sentimiento predominante de que nadie los escuchará.
Lo que no explotó en las largas colas de los bancos ni entre los desplazados de la economía
negra de subsistencia, apareció ayer en veredas y balcones.
Un recorrido desde el Congreso hasta Scalabrini Ortiz y Santa Fe poco después de las ocho
permitió trazar un mapa de la protesta en la calle. Ruido en Congreso. Golpe de metal en
las veredas. Cacerolazos. Tránsito normal, acentuado porque no hubo corte de calles. Y al
cruzarse con un grupo de ruidosos, bocinazos. Más cacerolazos en Córdoba y Azcuénaga,
en la zona de las facultades, pero quienes protestaban no eran estudiantes sino, otra vez,
vecinos y comerciantes unidos en grupos de cinco o diez. Ruido en Salguero y Charcas. Y
mucho, mucho ruido en Scalabrini Ortiz y Santa Fe, siempre con más mujeres que hombres
como en el resto del país. Entre las ocho y media y las nueve menos cuarto, los vecinos se
miraban de reojo de balcón a balcón mientras hacían sonar una tapa o una sartén con más o
menos sentido del ritmo.
Lo mismo en Federico Lacroze y Ciudad de la Paz, en Belgrano, y en Corrientes y
Medrano, donde una señora se quejaba de que los argentinos, en realidad, protestan muy
poco aunque “todos estamos perdiendo”. Por la noche, en Cabildo, el entusiasmo fue tan
grande que los ruidos empezaron antes y terminaron después. En Santa Fe y Salguero el
tránsito llegó a estar cortado. En Pueyrredón y Las Heras una señora gritaba que “el que
estatizó la deuda fue él”, hablando de Cavallo y su maniobra de 1982, como presidente del
Banco Central durante la dictadura militar.
La misma situación de espontaneidad y sonido de metales se repitió en Rosario, Córdoba,
Salta y Jujuy, y fue muy notoria en la zona sur del Gran Buenos Aires, donde algún
comerciante inclusive llegó a explicar que en el exterior los descubiertos no se cobran y
aquí suelen ser castigados con intereses de usura.
Entre los protagonistas, nadie se animaba ayer a pronosticar el efecto político de la
protesta, y ni siquiera parecía tener interés en apuntar hacia adelante, pero una cosa es
segura: se quejó ruidosamente justo la base electoral de la Alianza en el ‘99, la clase media
de las grandes ciudades de todo el país que garantizó el triunfo de De la Rúa y Alvarez y
enterró las pretensiones de Eduardo Duhalde porque no lo vio suficientemente distanciado
de Carlos Menem.

Protesta de la CTA
Entre paraguas negros, trabajadores estatales, docentes, judiciales, desocupados y
pequeños empresarios hicieron ayer, convocados por la CTA, una manifestación en
repudio a las políticas de ajuste frente al Ministerio de Economía. “Vote sí”, se leía en
los paraguas en alusión a la consulta popular que promueve el Frente Nacional contra
la Pobreza a favor de un seguro de empleo y formación, y una asignación universal por
hijo. Los dirigentes gremiales armaron un escenario sobre la calle Hipólito Yrigoyen y
no pararon de repartir críticas a De la Rúa y Cavallo. “La crisis es un proyecto
estructural que se implementa desde la dictadura”, dijo el secretario general de ATE,
Juan González. “Hoy todos somos estatales, docentes, jubilados, argentinos
hambreados por este plan económico”, agregó el dirigente de la Asociación de Personal
Aeronáutico (APA) Ariel Basteiro. El acto abarcó toda clase de reproches. Víctor
Mendivil, secretario gremial de la CTA, calificó a los miembros de la Corte Suprema
como “traidores a la patria por liberar a quien (en alusión a Carlos Menem) entregó el
país”. También dijo que De la Rúa “puso en el gobierno a Cavallo para seguir
entregando el país”. El dirigente piquetero Luis D’Elía anunció que el 20 de diciembre
los desocupados de La Matanza se movilizarán hacia la Plaza de Mayo. Y exhortó “a la
clase media que putea en las casas a que salga a la calle”.

HUBO DESDE CORTES DE RUTA HASTA UN CAJERO INCENDIADO


MIÉRCOLES ENTRE PIQUETES Y TOPLESS

La protesta contra las medidas económicas cobró temperatura ayer en todo el país, bajo
modalidades muy surtidas.
La legisladora porteña Lía Méndez encabezó una movilización de militantes
semidesnudos del Partido Humanista frente a Economía. Ella misma se manifestó en
topless junto a otras mujeres (foto). Los varones se taparon con cajas de cartón.
Los 413 trabajadores despedidos de Telecom rodearon la Cancillería y lograron que el
vicecanciller italiano Mario Bacchini interrumpiera su actividad protocolar. Los recibió y
se ofreció a intervenir en el caso.
Al menos siete taxis fueron incendiados ayer en Capital Federal, seguramente como parte
de la preparación del paro de hoy.
En La Plata, empleados estatales intentaron entrar al Banco de la Provincia para protestar.
Como no pudieron, cortaron las calles.
Taxistas, jubilados y trabajadores de la sanidad cercaron la casa de Gobierno de Tucumán
y otros edificios públicos. En Jujuy, trabajadores municipales y desocupados cortaron la
ruta 34. Más de 2000 trabajadores repudiaron en Neuquén el pago de una parte de sus
sueldos en Lecop.
Hubo piquetes en San Martín, Quilmes, Escobar y La Matanza.
Cajeros automáticos recibieron ataques con piedras y hasta una bomba molotov. Nadie se
lo adjudicó.

VIERNES 14

ALTO ACATAMIENTO DE LA MEDIDA DE FUERZA SINDICAL EN TODO EL PAIS


Paro contra el “plan candado”

La paralización total de los transportes fue la base de la huelga que, de acuerdo a la evaluación
sindical, paralizó al país. El Gobierno, por su parte, aceptó que la medida tuvo el 59 por ciento de
adhesión. Hubo taxis incendiados y en distintas ciudades se produjeron incidentes.

Mientras el presidente de Fernando de la Rúa recibía en la Casa Rosada al jefe formal


de la oposición justicialista, el ex presidente Carlos Menem, quien le propuso dolarizar la
economía, se cumplía ayer la huelga convocada por las tres centrales sindicales contra las
últimas medidas económicas del llamado “plan candado”, con un alto índice de
acatamiento en todo el país. La fuerza de la medida se apoyó sobre la adhesión
prácticamente total en los transportes y la administración pública que afectó a las demás
actividades. En Rosario, Mar del Plata, Neuquén, Córdoba, San Juan y Mendoza se
produjeron incidentes y en varias provincias se verificaron cortes de ruta y actos. Rodolfo
Daer, Hugo Moyano y Víctor De Gennaro, dirigentes de las dos CGT y la CTA,
respectivamente, coincidieron en que el paro tuvo “casi un ciento por ciento” de
efectividad, en tanto que la estimación del Ministerio de Trabajo no pasaba del 59 por
ciento.
El comercio, que por lo general es remiso a sumarse a estas medidas, estaba cerrado en
todo el país desde las primeras horas de anoche, aunque a medida que avanzó el día fueron
abriendo, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires y en Río Negro. En la Capital Federal,
los trenes no anduvieron, en tanto que lo subterráneos funcionaron con intervalos de entre 8
y 11 minutos, al igual que los días feriados. En las centrales de Retiro y Constitución hubo
pasajeros que perdieron los últimos trenes del miércoles y debieron quedarse a dormir a la
intemperie. El paro en el transporte colectivo fue casi total y era imposible conseguir taxis
durante la madrugada. Pero al avanzar el día comenzaron a aparecer los taxis, remises y
algunos micros truchos que traían pasajeros desde el Conurbano al área metropolitana. El
tránsito de automóviles particulares fue especialmente congestionado en las principales
vías de acceso a la ciudad. En las ciudades del interior, el panorama era verdaderamente
desolador, con las calles desiertas y los comercios cerrados.
Cerca de cien personas del sindicato de camioneros organizaron una olla popular frente al
domicilio del ministro de Economía, Domingo Cavallo, en la esquina de avenida
Libertador y Ortiz de Ocampo. Al mismo tiempo un grupo de bancarios realizó un acto en
el microcentro, arrojando petardos y bombas de humo y se producían cortes de ruta frente
al Mercado Central, al igual que en La Plata, Florencio Varela, en distintos puntos de Mar
del Plata, en el interior de Jujuy, en Formosa y Tucumán y en el centro de Mendoza y se
realizaron actos y marchas con algunos incidentes en Mar del Plata, Neuquén, Córdoba y
Rosario. En la ciudad de Pergamino arrojaron un neumático incendiado en el interior del
edificio de la intendencia (ver aparte).
Como suele ocurrir la evaluación del paro generó visiones diversas entre sindicalistas y
Gobierno. Mientras los dirigentes gremiales estimaron que paró “casi el cien por ciento”, la
cifra oficial era del 59 por ciento. El jefe de la CTA, Víctor de Gennaro indicó que “el paro
fue histórico y contundente” y que forma parte de una pulseada entre “los que nos quieren
convencer que hay que aceptar no tener futuro, que sigan muriendo cien chicos por día y
que aumente la desocupación y esta Argentina que estamos empezando a construir”. Daer
indicó que con este paro, “la sociedad argentina en su conjunto rechazó estas medidas
económicas que son totalmente impopulares, golpean el tejido social y profundizan la
miseria y la marginalidad”. Por su parte Moyano aseguró que “el mensaje de la sociedad
fue contundente” y reclamó “la necesidad de cambiar el modelo económico”.
Mientras los jefes de las dos CGT evaluaban el paro, el gobernador de la provincia de
Buenos Aires, Carlos Ruckauf, a quien desde el Gobierno señalan como el referente
político de este movimiento sindical, no avaló totalmente la protesta porque cree “mucho
más en la propuesta que en la protesta”, aunque celebró que hasta el mediodía no se habían
producido hechos de violencia en la provincia.
Al mismo tiempo que Ruckauf endurecía sus posiciones con el gobierno nacional, el jefe
formal del Partido Justicialista, Carlos Menem, visitaba la Casa de Rosada, en lo que los
medios políticos tomaron como un aval al oficialismo en un momento crítico como el del
paro. El ex presidente se entrevistó con De la Rúa, propuso dolarizar la economía pero
reivindicó el derecho de los trabajadores a protestar.
El presidente De la Rúa, estimulado por la visita de su antecesor en un momento tan
significativo, sugirió que el paro tuvo motivaciones políticas, en tanto que su ministro de
Trabajo, José Dumón, lo dijo con todas las palabras, ya que, afirmó “el paro no tiene
reivindicación laboral ninguna, es un paro que inexplicablemente se dice que se hace por la
libre disponibilidad del salario cuando el 86 por ciento de los asalariados cobra menos de
mil pesos”.

LA REACCION DEL GOBIERNO ANTE EL PARO DE AYER


A la noche, todos entendían

A su manera, indirectamente, el Gobierno terminó admitiendo el impacto del paro de


ayer. El ministro de Trabajo, José Dumón, y el viceministro de Interior, Lautaro García
Batallán, informaron al final del día que el acatamiento fue del 59 por ciento, muy por
debajo de lo que afirmaron las centrales sindicales pero nada menos que el doble de lo que
admitieron en los seis paros anteriores que sufrió Fernando de la Rúa. En general, el
Gobierno les baja el precio a las protestas y jura que sólo un treinta por ciento participó.
A la mañana temprano, cuando todavía no estaba claro el panorama, De la Rúa fue
intransigente. “Los motivos del paro no están claros”, dijo. “Al parecer se vinculan con las
medidas bancarias.” Siguiendo con su lógica, el Presidente explicó entonces que “todos
saben que éstas fueron imprescindibles dentro de la maniobra de quienes provocaron
pánico y corrida bancaria aquel viernes, ocasionando un grave daño a la economía del
país”. De la Rúa se permitió recordar que sus medidas “no responden a una política
permanente sino a una emergencia para evitar un perjuicio al país, que nos despojaran de
nuestro patrimonio y atacaran las reservas de los ahorristas”.
A lo largo del día, se fueron sumando declaraciones de adentro y de afuera del Gobierno
que parecían apuntalar al Presidente. El gobernador bonaerense Carlos Ruckauf, por
ejemplo, avisó que “yo creo mucho más en las propuestas que en las protestas”. Carlos
Menem se limitó a recordar que “el paro es un derecho”, mientras que el actual senador
Raúl Alfonsín tronó contra la medida, “que no beneficia a nadie y conspira contra la idea de
quienes quieren mejoras. Hay reclamos legítimos, pero de esta manera no vamos a
solucionar nunca las cosas”.
Pero al final del día todo pareció cambiar. Dumón, por la mañana, veía al paro como
“político, sin reivindicación laboral alguna. Es un paro inexplicable que se dice que es por
la libre disponibilidad del salario y lo cierto es que el 86 por ciento de los asalariados cobra
menos de mil pesos. La gente no está de acuerdo con este mecanismo”. Cuando anochecía,
los funcionarios ya habían cambiado su discurso. “Sabemos que hay tensión social, fastidio
y malestar que compartimos todos”, decía García Batallán.
Claro que esta comprensión tuvo límites. Para el viceministro de Interior, el acatamiento al
paro fue alto porque no hubo transportes. “En las provincias de San Luis, La Pampa y
Santa Cruz, donde los servicios de colectivos funcionaron casi con normalidad, el
acatamiento fue bajo,” explicó. García Batallán se permitió también una ironía. “Parece que
se están poniendo al día por los paros que no hicieron durante los últimos diez años”, dijo
el funcionario, recordando la rara quietud sindical de la era menemista y los siete paros
generales en dos años de gobierno aliancista.

BOMBAS CASERAS Y MARCHAS CON INCIDENTES


Represión en Neuquén y Córdoba

Unos cinco mil manifestantes se enfrentaron con la policía en el centro de la ciudad de


Neuquén ayer en el marco de la protesta gremial y un hecho similar, aunque de menor
intensidad, se produjo en Córdoba, en tanto que en la ciudad de Pergamino los
manifestantes fueron reprimidos luego de que se provocara un principio de incendio en el
edificio de la intendencia. En la madrugada, en la ciudad de Mar del Plata fueron
apedreados 20 colectivos, mientras que en Buenos Aires fueron incendiados tres taxis. En
Mar del Plata se lanzó una bomba molotov contra un cajero automático del Banco Francés,
en La Plata estalló una bomba de estruendo frente al Banco Nación y en Rosario un
canillita hirió de un balazo en una pierna a un gremialista que lo apremió para adherir a la
medida de fuerza.
En Neuquén, la manifestación conformada principalmente por empleados estatales fue
reprimida cuando algunos manifestantes rompieron los vidrios y pintaron las paredes de la
Casa de Gobierno. A partir de ese momento, todo el centro de la ciudad, en un radio de 15
cuadras, principalmente sobre la avenida Argentina, se convirtió en un verdadero caos. Los
manifestantes eran dispersados con gases y palos y volvían a reagruparse para lanzar
piedras contra los policías por lo que se produjeron varias detenciones.
En Córdoba un grupo de manifestantes del sindicato de Luz y Fuerza rompió a pedradas las
ventanas de los bancos de Galicia y Francés y el frente del diario La Mañana que pertenece
a Ambito Financiero, lo cual motivó la intervención de la policía para reprimirlos.
En la ciudad bonaerense de Pergamino, un grupo de manifestantes que participaba en la
protesta convocada por la CGT disidente ingresó en la sede de la municipalidad local,
donde se produjeron roturas y se quemó una llanta de automóvil hasta que fueron
desalojados por la Gendarmería Nacional.
En Capital y Gran Buenos Aires fueron incendiados tres taxis entre las 3 y las 5 de la
madrugada, los que se sumaron a los siete taxis incendiados el día anterior, cuando también
se habían encontrado cuatro bombas molotov sin estallar, en la Plaza del Congreso y fue
incendiado un colectivo de la línea 59.
En Mar del Plata, una bomba casera estalló en la sucursal del Banco Francés del barrio de
Constitución y provocó un incendio y la rotura de vidrios. Durante la madrugada del jueves
fueron apedreadas 20 unidades de la empresa de transporte 12 de Octubre y 25 de Mayo.
En San Juan, dos legisladores fueron agredidos a huevazos en la puerta de la Legislatura
por trabajadores estatales que protestaban porque el gobierno paga la totalidad de sus
salarios con bonos Lecop.

OPINION
Por J. M. Pasquini Durán

Aprietos
Con el “cacerolazo” del miércoles y la huelga de ayer, más parecida a un sábado que a
un domingo, una verdadera multitud popular envió su mensaje a los que gobiernan, a
los que conciertan y también a los que desconciertan: No quieren seguir así,
maltratados, humillados y miserables. Un mensaje sensato, habida cuenta de las
evidencias que lo apoyan y del tiempo que hace que las sufren. Mal harían los
politólogos oficiales en seguir distraídos o en mirar sólo lo aparente, por ejemplo, las
diversas movilizaciones callejeras, aunque algunas de ellas fueron bien concurridas.
Los sordos ruidos que oír se dejan, cuando se escucha el rumor de la calle, vienen de
más hondo, de ese recóndito lugar donde dormitan los tigres hambrientos. A su vez, el
Gobierno, en lugar de amigarse con las mayorías descontentas, volvió a emplear ese
increíble don de la oportunidad que lo distingue a cada rato: abrió la Casa Rosada para
recibir a Carlos Menem, el hombre que en el discurso oficialista, hasta anteayer no
más, era el que les dejó la herencia nefasta, el fiestero de los privilegiados, el santo
patrono de los coimeros. ¿Qué necesidad tiene el Poder Ejecutivo de irritar al tigre,
tironeándole de la cola?
Cualquier persona de mediana información sabe que Menem no tiene más remedio que
ser aliado circunstancial de Fernando de la Rúa, si es que guarda in pectore la ilusión
de llevar a doña Cecilia a vivir en la residencia presidencial. Lo obliga el reglamento
sucesorio a esperar hasta que se cumpla el actual mandato y, además, necesita tiempo
para mancar a los adversarios internos, si es que lo dejan. Por lo tanto, el Gobierno
podría tenerlo gratis en corral propio, sin ninguna alharaca, pero los que manejan la
agenda presidencial tienen tan pocos amigos para mostrar que no vacilaron en ponerlo
en vidriera, sin medir efectos ni costos. Es cierto que si fueran hábiles para ese tipo de
mediciones el Gobierno estaría viviendo tiempo propio y no prestado. ¿O lo habrán
exhibido para darle celos a Ruckauf y a todos los gobernadores que andan probándose
la banda presidencial? Las cavilaciones caen tan rápido en el ridículo que mejor
pasarlas por alto lo más rápido posible.
De cualquier modo, Menem primero y luego el chaqueño Angel Rozas, titular del
Comité Nacional de la UCR, fueron ayer para iniciar la ronda de la llamada
concertación, una cláusula necesaria para el Fondo Monetario Internacional (FMI) que,
insaciable, quiere que su programa se aplique y que todos al unísono sonrían contentos
por más que duela. Por eso, los huéspedes de la víspera hablaron de temas que les
interesan sobre todo a los banqueros, que si dolarizan o devalúan o ambas cosas, una
detrás de la otra, o ninguna de las dos. Al pueblo, en cambio, lo que le importa es si
habrá empleo, cada vez más escaso incluso en las estadísticas oficiales, si pagarán el
aguinaldo y las jubilaciones, si tendrán un techo digno, si los hijos podrán ir a la
escuela y la familia sanarse en el hospital, si alguien en este país podrá vivir del trabajo
honesto, sea peón, comerciante o profesional. Pocas veces como ayer, las imágenes
ayudaron a identificar en qué anda cada uno: los inquilinos y amigos de la Rosada
ocupados en los trámites de sofisticadas ingenierías financieras del FMI, mientras en la
calle la mayoría aguantaba preocupada por esas otras sencilleces.
No se sabe si las dos CGT también van a sentarse a esperar que garúe finito o si van a
aprovechar el impulso para organizar nuevas formas de resistencia. El hábito de la
experiencia diría que después del bramido de ayer van a esperar a ver si alguien pasa
por caja con alguna propuesta de pago, pero, en fin, estos son tiempos raros y cuando el
piso quema hasta los elefantes bailan. Por fortuna, los ciudadanos no dependen sólo de
políticos y sindicalistas, de concertajes o desconciertos, porque ahora mismo tienen a la
mano otros recursos: unas tapas de cacerola, algún piquete, una huelga y a partir de hoy
la consulta popular del Frente Nacional contra la Pobreza. En sustancia, se trata de otra
sencillez: ¿Quiere, sí o no, que la riqueza se redistribuya con más justicia que ahora?
¿Quiere, sí o no, terminar con la extrema pobreza en el país? Puesvaya hasta la urna,
junto con sus vecinos, amigos o compañeros de trabajo, y vote hasta que el Sí
estremezca como el bramido de los volcanes latentes. Aunque sea para darles un susto a
los que Ud. sabe.

LOS LIDERES SINDICALES EVALUAN EL PARO


Balance de un día
Contentos con el acatamiento, Moyano, De Gennaro y Daer hablaron sobre qué
sigue a la protesta. Hubo coincidencias en las críticas al plan y al modelo, hubo
marcadas diferencias en cómo evaluar la reunión entre Menem y De la Rúa.

Victor de Gennaro.
Lucha contra la pobreza.
Víctor de Gennaro no podía ocultar su entusiasmo por los resultados del paro. Usando
adjetivos como “contundente”, “histórico”, “fundacional”, el titular de la Central de
Trabajadores Argentinos definió la medida de fuerza como una primera parte de la
construcción “de otro modelo: el paro fue el no a lo que se hace, la votación por el
Frente Nacional de la Pobreza será el sí a una alternativa”.
“Creemos que el paro fue realmente contundente,” dijo De Gennaro. “En este momento
de tanta bronca y tanta angustia, en el que se ven dos proyectos de Argentina, uno
expresado en la reunión de ayer a la mañana en la Casa Rosada y otro que puja por un
nuevo comienzo, es un paro histórico”. Para el líder sindical, el alto acatamiento y
aceptación de la huelga general “es una respuesta a los que cuestionan al paro como
herramienta, porque quedó demostrado el alto consenso que tienen los trabajadores con
productores, comerciantes, agro, cultura.” Esto, según De Gennaro, sucede porque “no
sólo protestamos contra lo que no nos gusta, sino hacemos propuestas para salir de la
crisis. No hay que dolarizar ni devaluar, esa es una discusión desde el poder y entre los
que se benefician. El tema real es cómo se acaba con la inmoralidad de este proyecto de
los sectores financieros y económicos más concentrados.” Y el líder sindical no tiene
dudas sobre el camino a seguir: el reparto de la riqueza. “Por eso es una alegría que
mañana (por hoy viernes) miles de militantes salgan a poner urnas en todo el país para
que se vote un salario social, en el marco de la actividad del Frente Nacional contra la
Pobreza.” Contrapuesto a esta iniciativa, De Gennaro ve la reunión de ayer entre el
presidente Fernando de la Rúa y el ex presidente Carlos Menem como “una postal clara
de quiénes están con el proyecto de los intereses financieros y económicos, los que no
sólo tienen el mismo ministro de Economía sino que tienen la misma subordinación a
los mismos poderes.” Para el sindicalista, son también los que usan “la desocupación
como un disciplinador social, una forma de fracturar a la sociedad”.

Hugo Moyano.
Devaluación y cambios
Hugo Moyano no quiso dar porcentajes, pero subrayó que el paro no fue sólo “de los
trabajadores: también pararon profesionales, comerciantes, industriales, lo que muestra
el grado de repudio al modelo económico y de rechazo a las restricciones del plan”.
El camionero, líder de la CGT disidente, pidió al Gobierno que le dé al peso “su nivel
real y deje la ficticia paridad de uno a uno con el dólar”. Para Moyano, “no le podemos
vender nada a nadie por el sistema cambiario, lo único que exportamos es materia
prima por la relación cambiaria. Si no sinceramos nuestro dinero, si no le damos el
valor real, no tenemos destino”. Después de “repudiar y lamentar” los episodios de
violencia en varios puntos del país, el cegetista condenó la propuesta del ex presidente
Carlos Menem de dolarizar: “Eso condenaría de por vida a nuestra economía a no
poder desarrollarse”. Moyano vio la reunión entre Menem y Fernando de la Rúa como
“la foto que vimos hoy es de la Argentina que debemos abandonar. Se juntaron los dos
máximos responsables de la implementación de un modelo económico que nos llevó a
esta degradación”.

Rodolfo Daer.
Alegría por los resultados y por Menem
Rodolfo Daer tuvo una tarde de satisfacción, que completó leyendo en público las
estimaciones de adhesión al paro en todo el país. Con variaciones de provincia en
provincia, el secretario general de la CGT oficial afirmó que “entre un 75 por ciento y
un 98 por ciento de los trabajadores acataron la huelga”. Con este respaldo, Daer exigió
al gobierno “la libre disponibilidad de los salarios: rechazamos este racionamiento que
causó una paralización completa de la actividad económica y la cesación de pagos en
todo el país”. El cegetista también destacó las muestras de descontento de sectores de
pequeños empresarios y de comerciantes. Pero pese a su alianza de facto con la otra
CGT y con la combativa CTA, Daer no pudo evitar hablar bien de Carlos Menem.
“Tuvo gran importancia”, afirmó, hablando de la reunión del ex presidente con
Fernando de la Rúa. “Es una reivindicación para el doctor Menem, después de todos
los calificativos que existieron sobre su persona”.

DEBATE: PARA QUE SIRVIO EL PARO

Eduardo Aliverti.
Mejor poco que nada

Desde que el mundo es mundo, un paro sirve si le duele a la patronal.


Le puede doler en términos estrictamente económicos: el paro afecta la producción y
por lo tanto la ganancia. Le puede doler en aspectos de imagen social: la empresa no
pierde nada importante respecto de sus ingresos, pero su prestigio se ve afectado frente
a la comunidad y eso, tarde o temprano, deteriora la penetración de sus productos. Y le
puede doler a partir de un criterio meramente político: en la correlación de fuerzas,
gana la parte gremial y queda estimulado un espíritu combativo en los trabajadores. Por
supuesto, hay combinaciones de un factor con otro.
La “patronal”, a su vez, es una definición que admite diferentes lecturas. Puede tratarse
de una empresa privada o de un grupo de tales, o puede tratarse de una administración
estatal. Y el paro puede perseguir una reivindicación salarial y/o de condiciones
laborales o –en su lugar o además– un objetivo que, siempre convencionalmente, se
denomina “político”: hay que avanzar en el marco de la lucha de clases –visto de un
modo maximalista– o bien por razones de posicionamiento de poder.
Tomadas todas las circunstancias descriptas, el paro de ayer no sirvió virtualmente para
nada que no sea el cumplimiento burocrático de un rol por parte de los jerarcas
sindicales. Por lo demás, la “patronal” -tomados conjuntamente el Gobierno y los
megagrupos a que este responde– no sintió siquiera un rasguño en la piel de sus
intereses. Ni económica, ni social ni políticamente. Jamás podría haberlo sentido, desde
el momento en que las bases no contaron casi en absoluto. Son bases dispersas,
golpeadas, sin liderazgo ni aspiraciones definidas. Rechazan a los capitostes cegetistas
y, si es por la afectación productiva, poco le hace una mancha más al tigre del
derrumbe nacional.
Sin embargo, hay una pregunta cuya respuesta no se salda con ninguna de esas
contestaciones: ¿que el paro no sirva quiere decir, entonces, que no hay que hacerlo?
¿Hay que inmovilizarse porque detrás están Daer o Moyano? ¿Qué, en lugar de un paro
lanzado por burócratas? Hay luchas mejores, claro, que un paro de compromiso, pero
mientras se las construye -hipótesis un tanto optimista, es cierto– ¿es cuestión de no
mostrar ningún signo de disconformidad? ¿De sentarse a esperar el paso del cadáver
del enemigo?
Objetivamente, el paro no sirvió para nada. Pero menos sirve rechazarlo sin construir a
cambio nada de nada.
James Neilson.
Luchar por luchar

De todas las armas que poseen los trabajadores, el paro es sin duda la más eficaz, pero,
como un buen rifle, no sirve en absoluto para derribar a bombarderos que vuelen fuera
del alcance de las balas, inconveniente éste que muchos han optado por pasar por alto.
Para combates contra enemigos de poca monta como empresas determinadas o, a lo
sumo, un sector entero, el paro puede resultar mortal. Dirigido contra un gobierno en
nombre del conjunto, en cambio, es golpista por suponer la marginación de las
instituciones políticas, lo cual raramente beneficia a los trabajadores, mientras que
contra algo tan incorpóreo como una ideología o una actitud es ridículo. Con todo, si
bien los centenares de paros políticos que se han celebrado a través de los años han
probado ser peor que inútiles contra los desastres que han sumergido a millones de
obreros argentinos en la miseria, los sindicalistas, trátese de corruptos siniestros o de
hombres honestos comprensiblemente angustiados por una realidad que no se parece
para nada a lo que preferirían, siguen organizándolos ya porque no pueden pensar en
nada mejor, ya por calcular que cuantos más logren convocar mayor será su propio
protagonismo y su poder. A esta altura, la mayoría de los que participan en huelgas
genéricas como la programada para hoy entenderá que sólo lograrán disfrutar de una
oportunidad para desahogarse gritando insultos furiosos contra De la Rúa, Cavallo, la
globalización, Estados Unidos y otros símbolos de los tiempos duros que corren. Con
la posible excepción de algunos estatales y los organizadores mismos, nadie conseguirá
un solo centavo más. Antes bien, al contribuir a agravar una situación signada por una
extraña mezcla de parálisis y caos, privarán a algunos trabajadores de sus empleos y
causarán problemas a muchos que ya se sienten totalmente abrumados. Asimismo, por
si les importa, el espectáculo brindado por personajes como el camionero Hugo
Moyano asustará aún más a los escasos inversores locales o foráneos que a pesar de
todo podrían sentirse tentados a dejar su dinero aquí. Entre los perdedores seguros
estarán los taxistas, los camioneros y los chóferes de micros que dependen
directamente del consumo. Pero puesto que sus jefes sindicales son combativos pocos
prestarán atención a este detalle. En cuanto a los convencidos de que es mejor luchar
como en los viejos tiempos que resignarse o intentar asegurar la salvación propia, para
ellos parar, incluso en un país ya parado, es un estilo de vida que tiene sus ventajas
emocionales y que, al intensificarse la bronca que tantos sienten, resultará ser cada vez
más atractiva.

ENTRE HOY Y EL LUNES HABRA MESAS PARA LA


CONSULTA DEL FRENTE NACIONAL CONTRA LA POBREZA
Un voto a favor del salario de inclusión
Más de 20 mil mesas de votación
colocará el Frente Nacional contra
la Pobreza para consultar su
propuesta del Seguro de Empleo y
Formación. Un fenómeno político
pero no partidario, con una
propuesta simple y efectiva: 380
pesos mensuales para cada jefe de
familia y una asignación por hijo.

En 20.598 mesas ubicadas en 535 localidades del país, el Frente Nacional contra la
Pobreza someterá a consulta popular la más definida propuesta para atacar al mismo tiempo
el deterioro social, la recesión económica y la desilusión con la política. La votación, que
se extenderá por cuatro días, hasta el lunes 17, se pronunciará a favor o en contra de la
creación de tres instrumentos que en conjunto constituyen un salario de ciudadanía: un
denominado seguro de empleo y formación, de 380 pesos mensuales para cada jefa o jefe
de familia desocupado, una asignación universal de 60 pesos por mes por cada hija o hijo
de hasta 18 años, y otra de 150 pesos para los mayores de 65 años que no perciban
jubilación o pensión alguna.
La Junta Promotora Nacional del Frenapo espera que alrededor de un millón y medio de
hombres y mujeres mayores de 18 años se pronuncien en favor de la propuesta, que en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue declarada de interés por la Legislatura.
El objetivo declarado de la propuesta es que ningún hogar quede por debajo de la línea
estadística de la pobreza que, según los cálculos oficiales del INDEC, es de 500 pesos
mensuales para una familia tipo de matrimonio con dos hijos menores. Se votará en
escuelas, lugares de trabajo, locales sindicales, iglesias, plazas, estaciones de ómnibus, y
también en urnas móviles ubicadas en la vía pública. Es la primera vez que un instrumento
de democracia directa es utilizado por una iniciativa que no surge del gobierno.
El Frenapo se constituyó el 14 de julio de éste año, sobre la base de lo que hasta entonces
había sido el Movimiento por la Consulta Popular, que el año pasado presentó un petitorio
en apoyo de la propuesta con 700.000 firmas.
Pese a ello, ni el Poder Ejecutivo ni el Congreso convocaron a la consulta popular prevista
por la constitución reformada en 1994. En consecuencia, el Frenapo decidió asumir la
convocatoria por su cuenta. El Frente Nacional contra la Pobreza es un movimiento político
pero no partidario, constituido por un alto número de organizaciones empresariales,
universitarias, de trabajadores, de derechos humanos, culturales, artísticas, y por
personalidades a título individual. Sus figuras más conocidas son el secretario general de la
Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, la presidenta de Abuelas de
Plaza de Mayo, Estela Carlotto, el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo
Buzzi, el de la Federación de Tierra, Habitat y Vivienda, Luis D’Elía; el de la Federación
Universitaria Argentina, Manuel Terrades; el de la Asamblea de Pequeños y Medianos
Empresarios, Francisco Dos Reis; el del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos,
Edgardo Form; el del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky; el premio
Nobel de la Paz de 1980 Adolfo Pérez Esquivel; el economista y miembro de la conducción
de la CTA, Claudio Lozano;el sacerdote Luis Farinello; la religiosa Marta Pelloni; el rabino
Daniel Goldman; las diputadas nacionales Elisa Carrió, María América González, Alicia
Castro, Marcela Bordenave y Graciela Ocaña, la senadora Vilma Ibarra, los diputados
nacionales Alfredo Bravo, Eduardo Macaluse y Jorge Rivas y el diputado porteño Patricio
Echegaray, entre otros.
También adhieren una serie de intelectuales y artistas, que el martes organizaron un festival
de respaldo a la propuesta en el Luna Park, en el que intervinieron Mercedes Sosa y
Adriana Varela, entre otros.
Macaluse es autor de un proyecto de ley instituyendo los tres instrumentos de la propuesta
del Frenapo, que cuenta con dictamen favorable de la comisión de legislación laboral. Sin
embargo, sólo fue debatido en una sesión en minoría de la Cámara de Diputados a la que
asistieron más de 70 legisladores de todos los partidos, ya que las conducciones radical y
justicialista no le dieron quórum suficiente.
Entre el 11 y el 21 de setiembre, siete caravanas que partieron de la Plaza del Congreso
llegaron a los puntos extremos del territorio nacional, participaron en la realización de
actos en cien localidades, dejaron constituidas juntas provinciales y municipales y
explicaron la propuesta en forma directa a más de 50.000 personas. En uno de esos actos,
De Gennaro denunció el escándalo de un país “hecho de pan en el que mueren cien chicos
al día por hambre”. Verbitsky sostuvo que la pobreza en la Argentina no es un fenómeno
natural, sino el resultado de decisiones políticas, que se pueden modificar si hay voluntad
de hacerlo. Por esos días el ministro de Economía de los Estados Unidos, Paul O’Neill,
había dicho que le preocupaba la situación argentina, pero también las de Pakistán y
Uganda. “Esos países tienen ingresos per capita de 400 dólares, mientras el ingreso
necesario para que una persona supere la línea de la pobreza es de 2.600. Su pobreza no
tiene un remedio inmediato, así redistribuyan el ingreso total por el número de habitantes y
hagan coincidir la estadística con la realidad. La Argentina, en cambio, tiene un ingreso per
capita de casi 9.000 dólares, lo cual indica que con una moderada redistribución sería
posible que nadie quede por debajo de la línea de la pobreza”, agregó el presidente del
CELS.
El costo de la propuesta asciende a 11.000 millones de pesos por año, o un 4 por ciento del
Producto Interno Bruto, y el Frenapo ha identificado fuentes de recursos disponibles por el
doble de ese monto. “Ese dinero se volcaría en forma inmediata y directa al consumo,
porque iría a un sector social que ni ahorra ni fuga recursos”, afirma Lozano.
La reactivación del mercado interno que esto produciría generaría una recaudación
adicional de impuestos de 5.600 millones. La reasignación de los actuales planes sociales
pondría a disposición otros 3.700 millones. Los economistas del Frente también enumeran
la restitución de los aportes patronales de bancos, hipermercados y empresas privatizadas,
por otros 1.500 millones; la eliminación de exenciones en los impuestos a las ganancias y a
los bienes personales, que produciría hasta 5.700 millones, anuales; la reimplantación de
gravámenes a consumos suntuarios, por mil millones, y la reestatización de la Seguridad
Social, un mercado de 4.200 millones anuales.
La consulta había sido convocada para los días 13,14 y 15 de diciembre, pero la fecha se
modificó a último momento, cuando la Central de Trabajadores Argentinos resolvió
declarar un paro general para el jueves 13.
“El consenso antiajuste debe ser transformado en un consenso organizado y movilizado que
proponga una salida distinta frente a la crisis. Esta construcción requiere no sólo de más y
mejores representantes, sino de la posibilidad de que los representados se involucren y se
hagan presentes en la definición del rumbo del país y organizar de una manera distinta el
presente y el futuro de la sociedad argentina”, alega la Junta Nacional del Frenapo.
La escasez de recursos condicionó la forma de realización de la consulta. No habrá dos
boletas sino sólo una, que describe la propuesta y ofrece dos casilleros, por Si y por No,
para que cada votante marque su preferencia. Tampoco habrá sobres, dado que el Frenapo
no podía comprarlos. La boleta se doblará y se introducirá en las urnas. También el
mecanismo de control es elemental, pero según espera el Frenapo, eficiente. Para votar es
necesario presentar un documento de identidad con foto y en el que conste el número del
DNI o Libreta Cívica o de Enrolamiento. El sexo y el número serán ingresados en
computadora, mediante un software que indicará si algún número se repite. En ese caso, la
persona que intentó votar dos veces será expuesta a la consideración pública.
Al concluir cada jornada los delegados locales informarán cuántas personas votaron, pero
los resultados globales y porcentajes de votos recién se darán a conocer después del cierre
del último día de los comicios.

Objeciones y respuestas
Estas son algunas objeciones que desde distintos sectores se han formulado al Frenapo
y su propuesta, y la contestación de los frentistas:
–¿Como se va a pagar 380 pesos a un desocupado cuando mucha gente acepta trabajar
por 200 pesos o menos?
–Precisamente, se trata de poner un piso salarial, cosa que con casi 20 por ciento de
desocupación abierta no existe. El seguro es el nuevo nombre del salario mínimo. Con
el seguro de 380 pesos, nadie aceptaría trabajar por menos.
–Este es el partido de Lilita Carrió y se están preparando para las elecciones de 2003.
–No sólo hay representantes del ARI sino del Frepaso, el PJ y la UCR, que a
contramano de sus partidos coinciden en atacar el punto central de la crisis, que es la
pobreza y la pésima distribución del ingreso. El Frenapo es un movimiento político
pero no partidario. Ni ofrece chapas o zapatillas ni pide votos por candidatos. La
consigna no es “nosotros los vamos a representar mejor que otros” sino “No deleguen,
participen” y “No se puede separar lo social de lo político”.
–¿Con esta crisis de dónde van a salir los recursos?
–La crisis obedece a la concentración tremenda de la última década. El seguro y las
asignaciones cuestan 11.000 millones al año y se han identificado recursos disponibles
por el doble. La propuesta del Frenapo es la única que produciría un shock de consumo
y una reactivación inmediata de la economía.

EN UN AÑO HAY 720 MIL PERSONAS MAS


CON PROBLEMAS LABORALES. Y YA SUMAN CASI 4 MILLONES
“Sólo en Kabul debe haber más desocupación que aquí”
Tal como anticipó Página/12, la tasa
de desocupación alcanzó al 18,3 por
ciento. En sólo un año el número de
desocupados creció en más de 500
mil, alcanzando el record de 2,5
millones de personas. El secretario de
Política Económica, Guillermo
Mondino, se lamentó de una forma
muy peculiar.

“Sólo en Kabul debe haber más desocupación que en Argentina”, se lamentó el


secretario de Política Económica, Guillermo Mondino. Tal como anticipó ayer Página/12,
el INdEC anunció oficialmente que la tasa de desocupación llegó en octubre al 18,3 por
ciento, un salto espectacular en relación al 14,7 por ciento de octubre del año pasado. En
sólo un año el número de desocupados creció en más de 500 mil, alcanzando el record de
2,5 millones de personas. La población con “problemas de inserción laboral” –como llaman
ahora en Economía a desocupados y subocupados– llegó a casi 4 millones de personas, 720
mil más que hace un año. La tasa de desocupación hubiera sido mayor si no fuera porque
también cayó la tasa de actividad; es decir, menos gente que la que correspondía por el
crecimiento de la población salió a buscar trabajo, “desalentada” por las escasas chances de
conseguirlo. En los partidos del Gran Buenos Aires el desempleo trepó hasta el 21 por
ciento, en el Gran Rosario saltó al 23 por ciento y el Gran Córdoba fue una de las regiones
del interior del país donde más empleos se perdieron.
En porcentaje, la tasa de desocupación de octubre último es prácticamente el mismo
registro que mostró el termómetro en mayo de 1995, cuando, como consecuencia del
“efecto tequila”, el índice alcanzó el 18,4 por ciento. Sin embargo, hoy la situación es
bastante más grave por varias razones:
En números absolutos, entonces, los desocupados eran poco más de 1 millón. En cambio,
hoy el ejército de desempleados es más del doble: 2,5 millones de personas, unas 505 mil
más que un año atrás.
En aglomerados urbanos como el Gran Rosario y Mar del Plata, la tasa de desocupación
se disparó hasta el 22,8 por ciento, un registro que ni siquiera se había alcanzado durante el
tequila (ver aparte).
En los últimos seis años, los salarios y remuneraciones no dejaron de caer, por lo que los
niveles actuales de desocupación ocurren en simultáneo con niveles salariales mucho más
bajos. De ahí que el ininterrumpido crecimiento de la pobreza en los últimos años haya
superado hace rato los niveles alcanzados durante la recesión post Tequila.
Más impresionante que la tasa de desocupación en sí es lo ocurrido con la tasa de empleo,
que registró una de las bajas más fuertes desde que empezó a relevarse la encuesta de
hogares en 1974. De otro modo, en los centros urbanos se destruyeron 380.000 puestos de
trabajo. Según el Ministerio de Economía, 251.000 empleos se perdieron en el Gran
Buenos Aires, en tanto que en el Gran Córdoba se cerraron 57.000 puestos.
Sólo para aglomerado Gran Buenos Aires (Capital y partidos del conurbano), donde la
desocupación llegó al 19 por ciento, existe hasta ahora información detallada de los
ocurrido en el mercado laboral durante el último año. Los resultados son los siguientes:
El número de desocupados de la región ya supera el millón, 230 mil más que hace un
año. Entre los jefes de hogar, la desocupación creció un 40 por ciento; es decir, hoy hay
desocupados 107 mil jefes más que hace un año.
También se extendió el “tiempo de búsqueda” de los desocupados en la región. En
promedio, el millón de desocupados del GBA pasa 7 meses y 7 días buscando hasta
conseguir un empleo.
De los puestos de trabajo perdidos en el GBA, 135 mil correspondían a empleos
asalariados formales o en blanco y otros 89 mil a asalariados en negro. En tanto, la
encuesta también captó 7 mil cuentapropistas que quedaron desocupados.
En la Construcción se cerraron 71 mil puestos de trabajo, lo que representa una caída del
21 por ciento del empleo del sector; en el comercio se perdieron 55 mil puestos; y en la
industria 43 mil. Por su parte, los despidos en el sector bancario y de servicios a empresas
llegaron a 75 mil; en el servicio doméstico a 36 mil; en el sector salud a 34 mil; y en el
transporte a 22 mil.
En los partidos del conurbano bonaerense, donde la desocupación alcanzó al 21 por
ciento, los planes de empleo del gobierno provincial sirvieron, aunque tímidamente, para
atenuar el drama. Allí, los planes de empleo pasaron de 31 mil a 51 mil, un crecimiento del
66 por ciento.
A diferencia de otros años, en la Ciudad de Buenos Aires también hubo una fuerte
destrucción de puestos de trabajo. Entre octubre del año pasado y octubre último se
perdieron 120 mil empleos, fundamentalmente, en la construcción, bancos y servicios a
empresas, en el comercio y en el sector salud. La excepción a la regla en la Ciudad fue el
incremento del empleo público del 13 por ciento, es decir, unos 19 mil puestos de trabajo
adicionales; y el sector de enseñanza, que aumentó su dotación de personal en 15 por
ciento. Sin embargo, los datos del INdEC no permiten precisar si dicho empleo público
corresponde a contratos pagos por el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, o por el
gobierno nacional.

FINAL PARA EL "MODELO DE LA SOTA" EN CORDOBA


Desde La Feliz al Gran Rosario

Más allá del Gran Buenos Aires, “la situación más crítica se reconoce en San Miguel de
Tucumán, Mar del Plata, La Rioja, San Luis, Comodoro Rivadavia y Córdoba”, dice el
informe distribuido ayer por el Ministerio de Economía. En todas esas ciudades se
produjeron dos fenómenos simultáneos: cayó la gente que busca empleo y se destruyeron
puestos de trabajo.
La encuesta permanente de hogares, que releva el INdEC dos veces al año (mayo y
octubre) desde 1974, capta información de 28 grandes aglomerados urbanos de todo el país.
En esas ciudades, los encuestadores preguntan a la gente si trabajó en la última semana. Si
la respuesta es negativa, entonces preguntan si buscó “activamente” empleo en la última
semana; si la respuesta es positiva, entonces el encuestado es considerado un desocupado.
En cambio, si la respuesta en negativa no es un desocupado para el INDEC sino un
“inactivo”, es decir, alguien que no trabaja por voluntad propia.
En todas las ciudades citadas anteriormente, no sólo se registró pérdida de puestos de
trabajo sino que hubo más gente que declaró no estar buscando trabajo pese a estar
desocupados. Por eso, el aumento de la desocupación se vio “atenuado”. En períodos largos
de recesión y alto desempleo, la baja en la tasa de actividad (que, justamente, mide la
participación en el mercado laboral) se suele asociar al llamado “efecto desaliento”. De
otro modo, crece la cantidad de personas que manifiestan no haber buscado trabajo en la
última semana, aunque estén desempleadas hace mucho tiempo. Desde el sentido común, la
idea es que desalentados por las escasas posibilidades de conseguir un empleo,
directamente dejan de buscarlo, para ahorrarse, entre otras cosas, los costos ligados a esa
búsqueda: compra del diario, transporte, etc.
Los casos más destacados en todo el país son los siguientes:
En Córdoba, donde se destruyeron 57 mil puestos de trabajo, la desocupación saltó del
12,5 al 15,9 por ciento. Tales resultados parecen dar por agotado el llamado “modelo De la
Sota”, del cual se vanagloriaba el gobernador cordobés cuando las mediciones del INdEC
del 2000 mostraban resultados levemente favorables para la provincia, que la distinguían
del promedio nacional.
En Mar del Plata, la suba fue del 20,8 al 22,8 por ciento; y es junto al Gran Rosario, la
ciudad de mayor desempleo del país.
La excepción a la regla nacional es Río Gallegos, donde la medición de octubre último
registró una desocupación de apenas 2,5% frente al 1,9% de un año atrás.

Nadie estaba preparado


Por Sandra Russo

“De algo nos tiene que servir el análisis”, dice Clara, y no se refiere a un análisis
clínico, sino a los trece años de psicoanálisis que hizo ella y a los diez que hizo Marcos, su
marido. Clara tiene cincuenta años, y Marcos cincuenta y tres. Ella trabaja en la ferretería
de su cuñado, y gana seiscientos pesos. A Marcos, que ganaba dos mil, lo despidieron hace
cuatro meses de una financiera en la que trabajó quince años.
La tarde en la que Marcos llegó con la noticia del despido, que los dos presentían, dejaron
al hijo de ambos, Ignacio, de ocho, con Celma, su niñera peruana, y se fueron a tomar un
café al bar de la esquina. Cabeza con cabeza, esa tarde hicieron cuentas y resolvieron que
tenían que cambiar de vida.
La indemnización, incompleta y en cuotas, serviría para ir amortiguando la caída de clase.
Primero pensaron en Celma. Ya no tenía sentido tener niñera, porque en el departamento de
dos ambientes amplios, en pleno Almagro, Marcos y Celma serían una multitud. Y además,
Marcos era uno de esos nuevos desocupados argentinos que, bañados en un pragmatismo
desesperante, saben que no volverán a ocuparse. Celma trabajaba con ellos desde hacía tres
años. En negro, por supuesto, como más del noventa por ciento de las empleadas
domésticas. Clara y Marcos hicieron puntillosamente las cuentas y, tras anunciarle entre
lágrimas la noticia a la joven peruana, le pagaron –ellos sí, completa y al contado– su
indemnización. A partir de entonces, cada mañana, Clara salía para la ferretería y Marcos
partía con Ignacio al colegio, y después se ocupaba de la casa, de las compras, de la cocina.
A las cinco menos cuarto ya estaba otra vez en la puerta del colegio de Ignacio, y los dos
esperaban a Clara haciendo tareas o mirando tele.
“De algo nos tiene que servir el análisis”, dice Clara ahora, después de estos cuatro meses
en los que su matrimonio se fue fracturando. “Yo sé y él sabe que lo del hombre proveedor
es una historia vieja, un cuento arcaico, así que si hay que vivir de los pobres seiscientos
pesos que traigo yo, se hace. Con la cabeza está todo bien, pero con el ánimo no. El no
elige pelar papas ni manejar el lavarropas ni jugar tres horas por día a las palabras cruzadas
con Ignacio, y tiene la sensación de que ya no elige nada”, dice Clara, y agrega: “Creo que
ni siquiera sabe si me elige a mí”.
Dicen los psicólogos, en las notas de esta semana sobre la crisis, que la gente se refugia en
sus vínculos, que hay un regreso a los afectos frente a la hostilidad de lo público. Decir se
dice fácil. Y es probable que todo el mundo atine a guarecerse allí donde se ofrece la única
seguridad posible en esta época en la que todo tiembla y todo cae. Pero nadie sabe cómo
preservar esos vínculos de la furia, de la angustia, de la impotencia, de la humillación, del
sentimiento de injusticia que está brotando en nuestros interiores. Esos afectos son
percibidos como la última trinchera personal, como el territorio que cada uno y cada una se
encargan de mear una y mil veces para mantenerlo a salvo de la tempestad. Y es allí, en ese
íntimo núcleo familiar, en ese sillón en el que un chico se sienta sobre las piernas de su
padre desganado, en esa cama en la que marido y mujer ya no se hablan, en esa mesa en la
que un almuerzo transcurre en el más completo y tenso de los silencios, donde cada uno y
cada una sienten que una vez más, están perdiendo.
No es una moraleja ni un consejo ni un diagnóstico, pero tal vez sería útil recordar que
nadie estaba preparado para esto.

SABADO 15

VOLVIERON LOS SAQUEOS EN ROSARIO EN EL MISMO LUGAR QUE EN EL


‘89
ANTES POR LA HÍPER, AHORA POR LA RECESIÓN

Hubo saqueos en Rosario


y el Gran Rosario. La gente se
llevó, o intentó llevar, comida.
Autoridades nacionales,
provinciales y municipales
coinciden en señalar que la
gente actuó por necesidad,
sin que la movilizaran
organizaciones políticas.
La provincia y el municipio
responsabilizan a la nación.
Por Eduardo Tagliaferro

El fantasma de los saqueos dejó de ser una de las fantasías que más alteraba a la
dirigencia política. Tanto en Rosario como en la ciudad de Mendoza hubo varios incidentes
con grupos de personas que se presentaron a pedir comida frente a supermercados. “Esta
mañana, unos 70 cartoneros se presentaron a reclamar que se le permitiera retirar efectivo a
los acopiadores que les compran los cartones con los que ganan de 3 a 5 pesos diarios”,
comentaron a Página/12 varios funcionarios provinciales y municipales. Reparaban en el
hecho por dos razones. Por un lado, por el peso que la falta de efectivo circulante tiene
entre los sectores más carenciados, en una zona que tiene una historia de postergaciones. Y
por otro, recordaban que en Santa Fe hay entre 5 y 6 mil cartoneros en la misma situación.
Así explicaban que anoche la policía provincial hubiera convocado a todos sus efectivos
que se encontraban de franco. También destacaban que los reclamos fueron en el mismo
lugar donde comenzaron los saqueos de 1989. “Estamos preocupados por que si bien
fueron aislados, los episodios fueron espontáneos”, admitió a este diario uno de los pocos
funcionarios del gobierno nacional que se avino a formular declaraciones. Claro que con
rigurosa reserva de su identidad.
“En la madrugada del viernes hubo un intento de robo al supermercado Santa Ana”, dijeron
a este diario voceros de la jefatura de la policía santafesina. Señalaban que en esa ocasión
fueron detenidos cuatro jóvenes cuyas edades van de los 17 a los 25 años. Acostumbrados a
las teorías conspirativas, remarcaban que los apresados tenían antecedentes penales. Los
elementos secuestrados dan más cuenta de la necesidad que del afán de enriquecimiento:
verduras, jabones y sidra. En el mismo local, unas horas más tarde, un grupo compuesto
mayoritariamente por mujeres y niños salió corriendo sin pagar. A las pocas cuadras fueron
detenidas unas 10 personas que habían dado cuenta de las góndolas de carne.
Lejos de la mirada que un vocero policial hizo de los hechos, un funcionario municipal
enrolado entre los seguidores del Intendente socialista popular Hermes Binner minimizaba
que se estuviera frente a episodios premeditados y organizados. “En estos casos siempre se
puede decir que hubo alguien que fogoneó pero si la gente no necesita, no sale”, precisó
ante una consulta de este diario.
El titular del radicalismo Angel Rozas no coincidió con este punto de vista y atribuyó los
saqueos a maniobras políticas. “Muchos seudodirigentes aprovechan la situación de
desesperación de muchos argentinos. Los motivan y los llevan a cometer saqueos o algunas
otras actividades que hemos visto en el pasado”, dijo en su paso por Santa Fe.
En diálogo con Página/12 otro funcionario rosarino destacó la diligencia de los
funcionarios de Carlos Reutemann y se explayó en lo que calificó como “ausencia” de la
administración de Fernando de la Rúa. “Es muy difícil mantener la calma ante la actitud
que está manteniendo el gobierno nacional. No hay respuestas”, dijo. En este punto resaltan
las deudas por la coparticipación provincial. La estiman en unos 140 millones de pesos.
Dicen que, luego de haber prometido que llegarían unos 70 millones a cuenta. el gobierno
les notificó anoche que solamente podría enviarles unos 35 millones.
Episodios aislados se vivieron en distintos puntos de la ciudad. En la zona sur, frente a la
empresa mayorista Micropack fue asaltado un camión que estaba descargando mercadería.
En el incidente fue detenida una persona. Horas más tarde, en la zona norte de la ciudad, en
la localidad de Empalme Granero, se viviría uno de los momentos más violentos. Unas 70
personas se presentaron frente al supermercado Azul para reclamar alimentos. La
movilización de unos 200 efectivos policiales fue enfrentada por los vecinos, quienes desde
los techos apedrearon a los uniformados. Hubo disparos al aire y gases lacrimógenos. Un
chico de entre 8 y 10 años fue herido por el perdigón de una bala de goma. A pesar de que
el menor fue retratado por las imágenes televisivas, la policía santafesinadesmentía el
hecho que sin embargo fue admitido por el ministro de gobierno provincial, Lorenzo
Domínguez.
El nivel de dirigentes que llegó al lugar testimonia la importancia que iban tomando los
acontecimientos. Se podía ver al jefe de la policía de Santa Fe, comisario José Storani, al
nuevo jefe rosarino de la fuerza, el comisario Jorge Populin, el subsecretario de promoción
comunitaria del gobierno provincial, Daniel Bonis y el secretario de promoción social
rosarino, Daniel Zamarini. Los dirigentes comenzaron a negociar con los vecinos de
Empalme Granero. Así comenzó el reparto de bolsas de alimentos en el club “La Gloria”.
Todo con momentos de mucha tensión. Cómo cuando se limitaron las raciones a los jefes
de familia o cuando una lluvia torrencial amenazó con la finalización de la entrega de
comida. Se repartieron unas 400 cajas de comida ante la atenta mirada de tropas de
infantería policial. Incluso, discretamente ubicada, se pudo ver a una camioneta del
ejército.
Los incidentes siguieron en un local que la cadena Norte de supermercados tiene ubicado
en un complejo Village de cines. En esta ocasión, la concentración de gente fue dispersada
preventivamente. También hubo saqueos en “La Gallega” un comercio ubicado en las
calles Donado y Derqui. La policía informó que se rompieron vidrios y aparecieron cajones
de verdura tirados en la vereda.
Tanto los hombres del socialista Binner, como los del peronista Reutemann coincidieron
ante este diario que las causas debían encontrarse en la actual política económica.
“Disminuyeron por miles los planes Trabajar, las cajas con alimentos y la ayuda social”
dijo Antonio Bonfatti, secretario de gobierno de la Municipalidad de Rosario. Y vinculó el
ajuste a los pagos de la deuda externa: “en lugar de recortar los pagos de la deuda y hacer
un pacto entre todos los argentinos, el gobierno los privilegia. No hay salida dentro de este
modelo”, añadió.
Para que no quedaran dudas aclaró que al referirse al modelo, estaba hablando del
neoliberalismo. “El mismo que comenzó en 1976 con José Alfredo Martínez de Hoz y que
hoy a través de distintos nombres como Roberto Alemann o Domingo Cavallo”, completó.
Concordantemente, Domínguez, dijo a este diario que “la situación se agravó luego de las
últimas medidas económicas, ya que se profundizó la falta de circulante”. No dudó en
reconocer el impacto que la medida tiene en la denominada economía informal.
Las comunicaciones con el gobierno nacional fueron la constante de la jornada. Reutemann
habló con el ministro del Interior Ramón Mestre, quien después de comprometer la
asistencia de unas dos mil cajas alimentarias y 35 de los 140 millones que se le adeuda a la
provincia en concepto de coparticipación, partió en silencio para Córdoba. En la Rosada no
podían ocultar su preocupación. Más aún cuando percibieron que estaban frente a hechos
espontáneos que, al caer la noche, había producido las detenciones de unos 28 pobladores
de Santa Fe, pobres de solemnidad.

En Mendoza también hubo


Varios locales mendocinos se vieron sacudidos ayer por saqueos. En dos casos grupos
formados por mujeres y niños lograron evadir los controles de una supermercado y
llevarse mercadería. También hubo tres intentos que fueron frustrados por la policía
mendocina. Todos los hechos se sucedieron en el denominado Gran Mendoza, es decir
los barrios circundantes a la ciudad capital.
Los hechos comenzaron en el anochecer del jueves en Guaymallén, al este de la capital,
en una sucursal de Supermercados Atomo. Un grupo de unas cincuenta personas,
conformado por jóvenes y mujeres con niños y unos pocos hombres, sacaron
mercaderías sin que los guardias de seguridad pudieran impedirlo. Simultáneamente, en
el barrio Godoy Cruz, unas cien personas reclamaron alimentos frente al Supermercado
Vea. La fuerte custodia de tropas de infantería, sumadas a la custodia del local,
dispersaron la concentración.
El intendente de Godoy Cruz, César Biffi, dijo que su municipio “está otorgando
asistencia social a unas 8 mil familias”. Sostuvo que la ayuda consiste en la entrega de
bolsones con alimentos. El gobernador mendocino. Roberto Iglesias reconoció que “no
podemos eludir la asistencia porque esta situación socio-económica es un caldo de
cultivo para estos excesos”. Paso seguido sugirió que podría tratarse de actividades
planificadas. Por las dudas su gobierno organizó la distribución de mercaderías y
alimentos.

OPINION
Por Martín Granovsky

Sin tarjeta de débito


La irrupción en el supermercado fue sin tarjeta de débito. La combinación de pobreza,
desigualdad y liquidación abrupta de la economía negra provocó ayer el mayor acto
colectivo de desesperación desde el principio de la depresión económica de cuatro
años.
Rosario tenía condiciones favorables para un saqueo.
Entre desocupados y subocupados con empleo precario, el 40 por ciento de la
población tiene problemas.
En Rosario el desempleo subió un 5 por ciento desde la última medición, divulgada
en octubre.
La cifra de desocupados es del 22,8 por ciento, la mayor en una gran ciudad junto
con Mar del Plata.
En toda la provincia de Santa Fe, los indigentes pasaron de 257.189 en octubre del
2000 a 353.206 en mayo de este año, según proyecciones elaboradas por la consultora
Equis que dirige Artemio López. Indigente es un adulto varón que no cubre 2700
calorías diarias con un costo mensual de 63 pesos.
Sin embargo, ni siquiera la pobreza extrema produce saqueos. Hacía falta el
irresponsable shock recesivo impuesto por Domingo Cavallo por encima de la recesión
ya existente, que terminó con el esquema de subsistencia de Rosario y sus alrededores.
En este esquema se entiende mejor la visita del ex presidente Carlos Menem al jefe del
Ejército, Ricardo Brinzoni, esta misma semana. La Ley de Defensa y la de Seguridad
Interior excluyen a las Fuerzas Armadas de la preservación del orden interno. Pero
cuando la represión empieza a aparecer como el único camino, reaparece la ilusión de
utilizar otra vez a los militares para neutralizar la protesta interna. Parece pensamiento
conspirativo. No lo es. Y tampoco es pesimismo: como diría Cavallo, el blanqueo
forzoso es muy bueno para la familia argentina. Lástima que, en Rosario, el plástico de
la modernidad se haya vuelto explosivo.

EMPEZO LA CONSULTA DEL FRENTE NACIONAL CONTRA LA POBREZA


“La convocatoria es espectacular”
Hasta el lunes se podrá votar en la
consulta popular que apuesta a la
creación de un seguro de empleo y
formación de 380 pesos por jefe
de familia desocupado. Víctor De
Gennaro, eufórico por la respuesta.
Se distribuyeron 20 mil urnas en
todo el país. En Plaza de Mayo votaron
Carrió, Bravo, Zamora y Vilma Ibarra.

Con más de 20 mil urnas desparramadas a lo largo y ancho del país, y con una
interesante cantidad de votantes, ayer comenzó la Consulta Popular por un seguro de
empleo y formación de 380 pesos por jefe de familia desocupado, entre otros beneficios
sociales, que impulsa el Frente Nacional contra la Pobreza (Frenapo) y que se prolongará
hasta pasado mañana. “La respuesta de la gente es espectacular. Antes protestábamos por
los ajustes, ahora además proponemos una alternativa a este modelo basado en la timba,
que impulsan (Fernando) De la Rúa, (Domingo) Cavallo y (Carlos Menem)”, dijo a
Página/12 un eufórico Víctor De Gennaro, titular de la Central de los Trabajadores
Argentinos (CTA) y miembro de la Junta Promotora de la Consulta.
La urna instalada en la mismísima Plaza de Mayo fue la que robó la atención en la primera
jornada. Allí votaron los diputados nacionales del ARI Elisa Carrió, Alfredo Bravo y Mario
Cafiero, Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, y la senadora porteña frepasista
Vilma Ibarra. “Tenemos que votar para construir un país desde otro lugar. El país que
teníamos no existe más, y yo le pido a la gente que vote por otra nación”, afirmó Carrió,
luego de emitir su voto favorable a la propuesta del Frenapo. Por su parte, Zamora señaló
que “el Gobierno va a negar fondos para esto, y en el Congreso va a ser difícil que salga,
pero tenemos que pelear”.
A través de la Consulta, la gente puede expresarse sobre los siguientes puntos: pago de un
seguro de 380 pesos para cada jefe de familia desempleado, una asignación universal de 60
pesos por hijo menor de 18 años para todos los trabajadores y una retribución mensual de
150 pesos para las personas mayores de edad que no se han podido jubilar.
En el Frenapo no sólo se preocuparon por proponer una serie de beneficios sociales, sino
que además explicaron de dónde pueden surgir los fondos para financiarlos. La restitución
de aportes patronales a los grandes contribuyentes, reasignar los planes sociales vigentes,
mejorar la recaudación impositiva, eliminar exenciones a Ganancias y Rentas y modificar
el régimen de las AFJP son los mecanismos con los que podrían cubrirse los nuevos planes.
En el centro porteño, las urnas estuvieron, entre otros lugares, en el PAMI, en Perú y
Diagonal Sur, en Plaza de Mayo y en Florida y Avenida de Mayo. “Acá ya pasaron 300
personas para votar”, dijo Marta, una de las mujeres encargadas del puesto del Frenapo en
esta última intersección.
Además, hubo urnas en Acoyte y Rivadavia, Asamblea y Emilio Mitre y Alvarez Thomas y
Lacroze. Durante este fin de semana, las urnas recorrerán distintos barrios, como la Boca,
San Telmo y Parque Centenario. Quien quiera votar, debe tener más de 18 años y exhibir su
DNI.
“Es impresionante cómo se extiende la red territorial del Frenapo. Hubo urnas hasta en
lugares como El Dorado, en Misiones, o en barrios inundados en la provincia de Buenos
Aires. Hasta que no haya ningún hogar pobre en Argentina, no vamos a parar, seguiremos
movilizándonos, seguiremos con todo este trabajo”, enfatizó De Gennaro. “Es
imprescindible pelear por este seguro de empleo y formación, para acabar con este
desempleo disciplinador contra la sociedad, y con todas las chantadas que propone este
Gobierno”, agregó. Hasta el lunes, habrá tiempo para quien quiera participar de la movida.

Vivir dentro de un banco


“Y encima de cobrar salarios miserables, los argentinos tenemos que sufrir ahora la
humillación de vivir dentro de un banco para rendir cuentas de lo que somos como
personas.” “A Domingo Cavallo, que es un empleado de Estados Unidos y fue educado
por ellos, le cierran la puerta en el FMI y cuando se la abren un poquito es para pedirle
más ajuste.” “Dicen que el modelo está agotado. Yo creo que va a agotarse realmente el
día que el pueblo firme su partida de defunción.” Esas fueron algunas de las frases que
Luis Zamora, diputado de Autodeterminación y Libertad, pronunció ayer ante unas
doscientas personas en el acto que organizó ayer frente al Congreso para rechazar el
último paquete de Cavallo y el nuevo ajuste que pide el FMI para prestarle dinero al
país.

PANORAMA POLITICO
Por J. M. Pasquini Durán
ALUD
Cuando Raúl Alfonsín, en su tiempo, anunció una “economía de guerra”, muchos le
creyeron, hasta que su administración, la primera de la democracia que daría educación,
comida y salud por 100 años, terminó en final prematuro. A continuación, tras algunos
titubeos desafortunados, en 1991 Carlos Menem encontró a Domingo Cavallo y, una vez
más, se repitió la ilusión de la vieja leyenda: el horrible sapo se convirtió en príncipe
encantador, a cuyos pies cayeron rendidas la inflación y otras malignidades. Nadie sabía,
porque el antiguo cuento nunca relató esos capítulos, que tales milagros duraban poco y
eran irrepetibles. Para colmo, la pareja se hizo pedazos debido a que cada uno de ellos
creyó que tenía la exclusividad de la pócima mágica.
Hartos de reyertas, de corsarios y de pasajeros ilusionistas, los pobladores de la Gran Aldea
buscaron al vecino manso, de familia, sin hábitos extravagantes, incluso con fama de
aburrido para quienes confundían su talante circunspecto con molicie, y le confiaron los
destinos colectivos. Después de las turbulencias pasadas, sus propulsores esperaban un
período de meticuloso orden administrativo, sereno y pacífico, con cierta tendencia al
progreso, basado en dosis sensibles de justicia social aportadas por un coro demócrata de
mediana edad y experiencias juveniles partisanas, cuyos miembros ocuparon expectables
posiciones en el nuevo organigrama institucional. De hecho, quedó formado un nuevo
cuadro político, bipolar como hasta entonces, pero dividido en coaliciones. El peronismo
con los conservadores, desde la historia del sapo y el príncipe, y los radicales inclinados
hacia la democracia liberal con preocupaciones sociales, una actitud que en Europa suelen
llamar socialdemocracia, aunque su aporte al Poder Ejecutivo fue el más notorio exponente
del ala conservadora del partido centenario.
Para no abundar en historias conocidas, quedan eximidos de esta crónica los capítulos más
recientes. El repaso era necesario sólo para recordar, a trazo grueso, que la incapacidad del
sistema político para representar, en la más amplia acepción del término, a las bases
ciudadanas viene ganando velocidad en la cuesta abajo desde hace un largo rato. Es lógico
que esa sensación de inminente estallido concentre la atención en la política, o si se quiere
en la antipolítica, porque los administradores del mercado no son elegidos por las urnas. La
crisis actual, sin embargo, es multipolar, o sea que afecta a todo el sistema de partidos,
incluidas las más recientes agrupaciones, y a otras formas de representación social. Expone,
además, con toda crudeza el fracaso cruel de las teorías acerca de la “mano invisible” del
mercado que había llegado para reemplazar al anterior Estado de bienestar. Ni siquiera
pudo prescindir del Estado para que le saque las papas del fuego al aparato financiero y
archivó todas sus monsergas acerca de la libertad de comercio y la propiedad privada
cuando tuvo que apropiarse del control hasta de los salarios y ahorros más humildes.
¿Dónde andan ahora esos liberales que se santiguaban hasta hace poco tiempo ante la más
mínima sugerencia de la intervención del Estado para equiparar tanta injusticia en el país?
Basta escuchar el parloteo de sus delegados para darse cuenta de que el alud será
imparable: unos repiten la lección memorizada acerca de los gastos fiscales y políticos
como la causa última de semejante depresión económica, como si esos factores alcanzaran
para explicar por qué uno de cada cinco argentinos esté desempleado. Otros hacen
proposiciones legítimas para reparar tanta injusticia, pero no tienen ideas o fuerza para
acumular la masa crítica de respaldo político-popular que les permita realizar esos
programas reparadores. Ni el más optimista presagio puede asegurar que una concertación
entre De la Rúa, Menem, Angel Rozas y Cavallo puede traer alivio, ni qué hablar de
soluciones verdaderas, a los sufrimientos de una Nación con múltiples fracturas, que ya no
confía enmédicos o curanderos, o a los avatares de una economía en la que prosperan sólo
los especuladores y los malandras. Con un Poder Ejecutivo sin partido ni base, aislado y
autista, con la principal oposición que sólo reúne sus fragmentos dispersos cuando puede
sacar algún provecho inmediato y con poderes constitucionales, la Justicia y el Legislativo,
que sólo aportan al descrédito generalizado, ¿alguien sabrá cómo impedir el estallido del
actual sistema político? Quede en claro: del sistema en su conjunto y no la mera caída o
desestabilización del Gobierno.
No es poca cosa un pronóstico de este porte, pero tampoco es el fin del mundo. Sin el
agotamiento de los regímenes que los precedieron, el yrigoyenismo y el peronismo no
hubieran sido posibles, para citar dos ejemplos significativos entre tantos antecedentes
universales. Cada vez que se produjo una reorganización de este tipo, las fronteras políticas
y económicas alcanzaron nuevos espacios. Aunque más no sea por precaución, sería bueno
prepararse para los acontecimientos, para lo cual se demandan algunos requisitos. Primero
que nada, saber qué país puede ser la Argentina en este siglo, para lo cual hay que
apaciguar los debates repetidos a favor y en contra del modelo vigente y avanzar sobre el
diseño del futuro. A la vez, la sociedad no puede estar guardada en sus casas ni resignada a
dialogar con un cajero automático. Desde hace varios días, en distintos sitios, a veces con
espontaneidad y otras con premeditación, grupos de ciudadanos están haciéndose notar y
oír en sus reclamos. En estado de alerta o movilización de la ciudadanía, el estallido
político no tiene por qué ser seguido de la violencia social sin sentido ni habrá que repetir
ninguna Semana Trágica. Las comunidades tienen una capacidad infinita para erigir líderes
cada vez que los necesitan, o para destruirlos cuando las defraudan, sobre todo cuando
tropiezan con alguien o con una corriente que saben hacia dónde van.
¿Habrá alguna posibilidad de pensar en el futuro en medio de tantas urgencias actuales?
Quizá sea la única manera de encontrar respuestas también para esas urgencias, en lugar de
dar vueltas sobre el mismo círculo. A modo de ejemplo: ¿cuántas veces por año irán a
cortar la ruta los que no cobraron el subsidio, o los que se les acaba o los que lo quieren?
¿Cuántas veces regresarán, frustrados o exitosos, a contar los días hasta la próxima vez?
¿Ese país les alcanza o les gustaría algún otro? ¿Qué haría falta para cambiarlo? Aun así,
presentados como preguntas, estos temas suenan más interesantes que el infinito y único
relato, en capítulos cotidianos, de Cavallo, o en aprender si conviene más la transferencia
bancaria que el cheque de mostrador, o, peor aún, dejar que se pierdan trescientos empleos
diarios como si fueran un granizo o cualquier otro fenómeno natural, sobre el que uno nada
puede hacer para impedirlo. Hay personas que no comen y otras no pueden retirar sus
plazos fijos: ¿qué puede reunirlas para luchar en común? Las ganas de vivir mejor y el
orgullo de compartir una identidad y una raza, que nunca serán suficientes para ninguno si
los demás tampoco pueden disfrutarlas con dignidad.

PANORAMA ECONOMICO
Por Julio Nudler

Urgente, nuevo régimen


La convertibilidad está muerta. Lo que debe decidir rápidamente la Argentina es si deja
flotar el peso o adopta el dólar como moneda única. En esta opción, puede dolarizar a la
paridad actual o tras una postrer devaluación del peso. Con flotación o con
devaluación+dolarización, las consecuencias patrimoniales serán muy significativas en
el corto plazo. Así, si la modificación del régimen cambiario incluye una depreciación
tanto nominal como real (salarios y precios internos suben menos que el dólar), será
necesaria una fuerte quita en las deudas en dólares del Estado y del sector privado. En
este último caso, el proceso será muy confuso y puede provocar una vorágine de
quiebras. De todas formas, es imprescindible una depreciación real para restaurar la
competitividad porque el peso está sobrevaluado. Por tanto, dolarizar a la paridad actual
(1 a 1) sería indeseable. Aunque se dolarice sin devaluación previa, no podrán evitarse
los efectos patrimoniales, imprescindibles para cambiar los precios relativos, sólo que en
tal caso ocurrirían mediante más deflación. Es falso que dolarizar sin mover antes el tipo
de cambio evitaría las perturbaciones patrimoniales (es decir, que algunos ganen y otros
pierdan con una devaluación). También puede asegurarse que, cualquiera sea el nuevo
régimen monetario que se escoja, por un período prolongado habrá que aplicar celosos
controles cambiarios y sobre el movimiento de capitales (giros al exterior), manteniendo
la congelación de los depósitos bancarios. La pérdida de confianza en el sistema
financiero, y los intensos desacomodos reales y financieros a que estarán expuestos
muchos sectores, exigirán controles generalizados para prevenir una desenfrenada
corrida contra los activos. De una u otra forma, el país vivirá un proceso largo y
engorroso de ajustes. En cuanto a la dolarización como disyuntiva, la Argentina no reúne
la mayoría de las condiciones para su éxito en el largo plazo. La adopción del dólar
como moneda tendrá a la larga más costos que beneficios, aunque en el corto plazo
parezca una jugada menos riesgosa que liberar el tipo de cambio. Es verdad que la
flotación implica serios riesgos, como el de una alta inflación y bruscos impactos
patrimoniales si saltara exageradamente (sobrerreacción u overshooting) la paridad
nominal y real. Pero, aun así, flotar será mejor que dolarizar como estrategia de largo
plazo para el país. Los peligros de la flotación cambiaria podrían minimizarse mediante
el establecimiento de metas de inflación a respetar y el nombramiento de alguien creíble,
independiente y conservador al frente del Banco Central.
Esto es, en apretada síntesis, lo que plantea en un conciso e impactante estudio,
concluido –a nivel de esbozo o primera versión– el domingo 2 de diciembre, Nouriel
Roubini, quien se graduó de economista en 1982 en la Università Luigi Bocconi, se
doctoró seis años después en Harvard, es investigador asociado del National Bureau of
Economic Research y, entre otros muchos cargos, fue consejero del Departamento
norteamericano del Tesoro de julio de 2000 a junio de 2001, y dicta Economía y
Negocios Internacionales en la Universidad de Nueva York.
La pregunta que Roubini plantea es si la Argentina debe dolarizar o conservar el peso,
dejando fluctuar el dólar, como hacen Brasil, Chile y casi todos los países del mundo.
Para él, las principales opciones son: 1) Ir hacia la flotación cambiaria, con libre
movilidad de los capitales. Una alternativa sería mantener temporariamente las
restricciones impuestas el sábado 1° para evitar que el peso se desintegre. 2) Dolarizar al
tipo de cambio actual. 3) Devaluar primero y dolarizar después. En las dos últimas
opciones también se mantendría el pisón colocado sobre capitales, remesas y depósitos,
todo para evitar que una corrida bancaria destruya al sistema y dinamite la paridad. 4)
Seguir con el esquema peso/dólar, con una tercer moneda no convertible (Lecop,
patacones) para que el Estado goce del señoreaje (privilegio de fabricar un medio de
pago de la nada), pero dejando que se deprecie. 5) Preservar la convertibilidad,
intentando sortear su colapso mediante el engrillado de capitales y depósitos.
Pero a Roubini no le caben dudas: “Desde el 1° de diciembre, la convertibilidad está
muerta... y el libre movimiento de los capitales también. Pronto emergerá otro régimen
(monetario y cambiario)”. Y las dos verdaderas opciones que ve son flotar o dolarizar.
La flotación tiene la ventaja de que permite usar el tipo de cambio nominal para
absorber el impacto económico de shocks externos o internos (por ejemplo, que caiga el
precio de lo que el país exporta, o desaparezca la demanda, o se encarezcan los insumos
que importa, o suba la tasa de interés mundial, u ocurra una catástrofe natural, etc.) que
hagan necesaria una depreciación real. Pero, en ese caso, la Argentina debería tomar
todos los recaudos para no recaer en la inestabilidad monetaria y la inflación.
Posiblemente haga falta un congelamiento más severo de los depósitos para manejarse
ante los antojadizos efectos patrimoniales de una devaluación en este contexto de pánico
y corrida. Incluso si la Argentina dolarizara sin devaluar, las restricciones tendrían que
mantenerse por bastante tiempo, pero si hubiese orificios en los controles sobre
extracciones y remesas, el abandono del 1 a 1 se tornaría inevitable. Todos querrían huir
del peso a cualquier costo. En Turquía, el 21 de febrero, ni tasas del 5000% frenaron la
fuga de reservas.
¿Por qué no tendría sentido dolarizar 1 a 1? Por las siguientes razones: 1) La
dolarización no evitará que, tarde o temprano, haya que corregir precios relativos
(abaratar los productos argentinos). 2) Habiendo un problema de competitividad, para
crecer hace falta una depreciación real. Si no, no habrá crecimiento, aumentará el riesgo
de default y otra gravísima crisis de deuda rondará en el horizonte.
En un caliente apartado de su opúsculo, Roubini refuta las razones de quienes afirman
que la Argentina no tiene un gran problema de competitividad, y por tanto no necesita
devaluar, o que devaluar no es la manera de solucionarlo. El asegura que sólo una
drástica depreciación reducirá el costo de los activos físicos y de capital en la medida
necesaria para atraer inversiones. “La Argentina –dice–, como muchas otras economías
emergentes que sufrieron crisis, necesita tener su moneda subvaluada durante un tiempo
para volver a crecer. Por eso hace falta una gran depreciación real.” Hacer lo mismo vía
deflación de precios y salarios llevaría una década y seguiría siendo enormemente
doloroso.
A quienes descartan que el peso esté sobrevaluado, mostrando el actual superávit
comercial como prueba, les contesta que éste se está logrando gracias a que la profunda
y prolongada recesión trituró la demanda de importaciones y la inversión. Y aunque la
pequeña economía argentina, exportadora de materias primas, no pueda modificar por sí
misma sus términos de intercambio, ya que otros dominan los mercados mundiales, sí
puede mover sus precios relativos, logrando una devaluación real, exactamente como
hicieron, y con éxito, Australia, Nueva Zelanda y Canadá –que también exportan
commodities y padecieron caídas en sus términos de intercambio– en los últimos años.
Replica igualmente a quienes se oponen a la flotación porque la Argentina, al estar
fuertemente dolarizada, no podría tener una política monetaria independiente. Para
Roubini, una depreciación nominal del peso conducirá a una depreciación real y a un
mayor precio de los bienes transables (que se exportan o importan) en relación a los no
transables (muchos de los servicios), independientemente de cuánto monten los pasivos
dolarizados. Lo mismo puede decirse de la caída de los salarios reales, medidos en
dólares. Y este economista no ha dejado de advertir que los salarios argentinos han
demostrado ser flexibles a la baja tanto en términos reales como incluso nominales.
En cuanto a que, tratándose de la pecadora Argentina, una devaluación se iría totalmente
a precios, Roubini no lo cree. Recuerda que en todos los colapsos monetarios de los ‘90
(México, Corea, Rusia, Brasil y otros), hubo real devaluación, con llamativamente
escaso traslado a precios. ¿Por qué no sucedería lo mismo en la Argentina, un país que
hace diez años tiene bajísima inflación o incluso deflación? En cambio, no considera al
país apto para la dolarización, entre otras razones porque los ciclos de la economía
argentina están muy poco correlacionados con los de la estadounidense. Así, cuando
Estados Unidos crecía vigorosamente, entre 1999 y 2000, la Reserva Federal aplicó una
política monetaria muy contractiva, que hubiese resultado nefasta para la Argentina, que
estaba en recesión (si bien, vía patrón dólar e intereses de la deuda, el daño no fue
menos pavoroso). Además, si el dólar continuara robusteciéndose respecto del euro y del
yen, la Argentina seguiría perdiendo competitividad, sobre todo ante Brasil y sus otros
partenaires regionales, cuyas monedas caerían respecto del dólar. ¿Hay que decir más?

DOMINGO 16

LAS CLAVES DE LA NUEVA ASOCIACION


Cuanto más amor, mayor espanto

Por qué se produjo la


convergencia entre el
Presidente y el ex. El mensaje
de Cavallo a Menem. De la Rúa
y su emisario Frei. Kiguel,
Roque, el avance dolarizador y
el pánico a
salir formalmente de la
Convertibilidad. Dolarizar sin
dólares. Al G-7 le gustaría
apoyar pero no lo dejan.
Por Martín Granovsky

“Decile a Menem que nos apoye. Le conviene. De la Rúa quiere terminar, pero Carlos
también necesita tiempo para crecer dentro del peronismo.” La frase, según confiaron a este
diario un dirigente peronista y un importante consultor, fue pronunciada por Domingo
Cavallo y transmitida de inmediato a Carlos Menem por un emisario antes de la cumbre
con Fernando de la Rúa. Tanto el cálculo de Cavallo como la reunión en sí misma han
cambiado el verso de Borges en dos direcciones. Al actual Presidente y al ex los unen, hoy,
tanto el amor como el espanto. Y, a la vez, a mayor amor entre ellos, mayor espanto ajeno.
De la Rúa es un formalista de la política, que cree en el valor gestual de la concertación
aunque no haya nada que concertar y puede repetir sin avergonzarse que dialoga con
Menem porque éste es el presidente del justicialismo. Sin embargo, cada vez que ambos se
reunieron en los últimos dos años fue signo de que algo brusco estaba sucediendo. El año
pasado, en una reunión privada en Olivos que De la Rúa siempre negó pero fue cierta,
Menem le susurró: “Te vamos a ayudar”. Y, poco antes de la absurda renuncia de Carlos
Alvarez a la vicepresidencia, le advirtió: “Cuidate de Chacho”. Después hubo una reunión
pública con Menem, supuestamente para inaugurar el diálogo político, que es la metáfora a
la que recurre el Gobierno cada vez que precisa disimular una voltereta para alejarse aún
más de las ilusiones del ‘99. Y esta semana se produjo la gran cumbre en la que De la Rúa,
en tono de estadista, prometió estudiar la propuesta de dolarización que le elevó el riojano.
Si el giro anterior consolidó la falta de voluntad del Ejecutivo por investigar el escándalo
de las coimas y, en cambio, cerrar filas con el viejo Senado, el último giro dejó espalda
contra espalda a Menem y De la Rúa contra enemigos, adversarios, populistas,
intervencionistas, keynesianos, devaluadores, industrialistas o simples candidatos a la
Presidencia.
En el medio de ambos giros, Menem había recibido señales claras de la preocupación
presidencial por su cautiverio. “Estuve estudiando el fallo del juez (Jorge) Urso y me
parece absurda la calificación de asociación ilícita”, dijo por ejemplo De la Rúa al ex
presidente chileno Eduardo Frei, seguro de que el político chileno que más se le parece lo
informaría en Don Torcuato. Efectivamente lo hizo, y por supuesto Menem lo dejó
trascender.
Uno de los deportes habituales desde hace dos años es buscar un pacto explícito de
impunidad entre De la Rúa y Menem. Si existe, es obvio que no fue escrito. Y además, no
importa. En política no hay pacto más sólido que el que sellan los hechos con el
fundamento de un interés común. Ambos quieren durar. Los dos buscan comprar tiempo.
Uno, Menem, es un punto de referencia importante para el establishment local e
internacional. El otro, De la Rúa, aún sueña con ganarse la confianza definitiva de los
operadores financieros, a quienes siempre quiso favorecer a pesar de que éstos le devuelven
su compromiso desconfiando de su autoridad, que en cambio si atribuyen a Menem. Y los
dos están absolutamente convencidos de que no hay valor político mayor que el uno a uno.
Menem, porque lo inventó junto con Cavallo, y solo lo reemplazaría por una economía
dolarizada. De la Rúa, porque piensa que soporta mejor la certeza de esta recesión cruel
que la incertidumbre de la devaluación.
El nombre de Miguel Kiguel, el economista de Roque Fernández que se sumó al exiguo
equipo de Domingo Cavallo, formado estos días solo por el israelí Jacob Frenkel y el
asesor Horacio Liendo, es el gran gesto de la convergencia entre De la Rúa y Menem. Ni
De la Rúa ni Cavallo impugnaron a Kiguel por sus antecedentes junto a Roque, que según
ambos era, hasta hace muy poco, el autor del déficit fiscal del último tramo de Menem que
impidió gobernar bien a la Alianza. Tampoco se les ocurrió cuestionarlo porque menos de
dos años después de privatizar el Banco Hipotecarioterminó presidiéndolo. El pragmatismo
desesperado que proviene de la segunda parte de la política en estado puro –la política
como el arte de conservar el poder– tiñe los tumbos de la nueva asociación.
Hace poco más de un año, colaboradores de José Luis Machinea solían quejarse de que De
la Rúa debía afrontar un cuadro fiscal muy severo y peligroso pero que, al revés de Menem,
no tenía delante suyo un cataclismo palpable para todo el mundo como la hiperinflación de
1989. Afortunadamente, unos cuantos meses de esfuerzo lograron achicar las diferencias.
Ya está claro que el peor costado del Plan Candado no es la molestia de la clase media –
sometida a un blanqueo forzoso en condiciones de recesión absoluta– sino la supresión de
un día para otro de todas las economías de subsistencia, desde cartoneros a remises de
barrio, pasando por verduleros y pequeños artesanos. Como ése es, en la Argentina, el
verdadero subsidio de desempleo, su liquidación sin reemplazo de ningún tipo puede
provocar un nivel de crisis desconocida hasta el momento. Otra razón más para que De la
Rúa haya visto en Menem su Richelieu.

LA REUNION MENEM-DE LA RUA ENCRESPO AL PERONISMO


El Gobierno se quedó sin mesa y sin mantel
A horas de finalizado el encuentro entre Fernando de la Rúa y Carlos Menem, un muy
alto funcionario del Gobierno nacional había dicho a Página/12: “Vamos a ver si esto
empioja las negociaciones por la concertación con el resto del peronismo; seguramente lo
sabremos la semana que viene”. El interlocutor de este diario, hombre del Presidente, no
deberá esperar más. Con la lógica y obvia exclusión del menemismo, no hay en el PJ quien
haya deglutido el meeting y, menos aún, el golem que de él surgió, verbigracia, la avanzada
dolarizadora que el Ejecutivo se comprometió a estudiar, que el propio De la Rúa mediatizó
con un “no es el momento”, sin descartarla.
Más que de “empioje” –para utilizar el neologismo de la fuente citada anteriormente–, la
reacción del peronismo no menemista no quedará en declaraciones más o menos vitriólicas:
Eduardo Duhalde ha comenzado a armar una mesa de diálogo paralela, los 14 gobernadores
justicialistas preparan para mañana, en el CFI, un brainstorming con economistas para
elaborar un plan económico alternativo, y los legisladores lanzarán su andanada
prorrogando las ordinarias para arrancarle los superpoderes a Domingo Cavallo y proponer
un seguro de desempleo menos ambicioso que el del FRENAPO. Carlos Ruckauf apura la
inauguración de su “Instituto del Nuevo Modelo” mientras exige que De la Rúa eche a
Cavallo; José Manuel de la Sota ordena a sus escuderos que tengan a mano la ley propuesta
por el diputado de su tropa Eduardo Di Cola por si se produce la acefalía y haya que elegir
nuevo presidente antes de tiempo; y Carlos Reutemann, enojadísimo (ver reportaje en
página 6) porque no le pagan las deudas, se aleja cada vez más del Gobierno federal ante la
oquedad de la respuesta recibida de boca de De la Rúa ayer mismo por los saqueos en
Rosario.
Por si fuera poco, la foto de Menem en la Rosada coaguló la posición de sus compañeros
en un férreo rechazo al presupuesto 2002 en los términos con que fuera enviado por el PEN
e hirió de muerte la mesa de concertación que laboriosa y amargamente faena el jefe de
Gabinete, Chrystian Colombo.
El jarabe que derrama este escenario en el pensamiento del peronismo es más que un
fantasma lejano: sus principales dirigentes, con mayor o menor grado de sinceridad, niegan
que quieran derribar al Presidente, juran -todos– que harán hasta lo imposible para
sostenerlo hasta el 10 de diciembre de 2003 pero, a la vez, descreen que ese mandato se
cumpla.
Fotos y fatos
Para caracterizar al encuentro del jueves, el peronismo no menemista descerrajó una
fraseología de la cual algunos ejemplos han sido extraídos de diálogos que mantuvo
Página/12 con varios de sus referentes:
Carlos Ruckauf: “Si los dos salen a decir las mismas cosas, son lo mismo. El nexo entre
De la Rúa y Menem es Cavallo. Yo quiero otro modelo. Esa reunión fue la cristalización de
una alianza para dolarizar y estoy en desacuerdo. La dolarización es la consolidación
económica de este modelo”.
Néstor Kirchner: “Fue un claro sinceramiento de cuadro político en Argentina. Dolarizar
es una idea de Menem totalmente aislada. Así y todo, el Gobierno marcha hacia un proceso
de dolarización. Veo al Gobierno muy cerca de las posturas de Menem”.
Adolfo Rodríguez Saá: “Cuestionamos que el Gobierno no haya permitido unificar la
posición del peronismo porque invita a Menem por un lado, a Duhalde por otro y a los
gobernadores por otro. En vez de tener una opinión única vamos a tener varias. Además, se
da una falsa opción entre devaluación y dolarización. Son otras las medidas que hay que
tomar.”
Eduardo Duhalde: “De la Rúa y Menem son las dos vertientes, la radical y la justicialista,
que creen en este modelo, bastante en soledad en los partidos. Por eso no me extraña que
hoy coincidan y crean que esto se va a solucionar sacando una fotografía de la realidad de
hoy y prolongándola en el tiempo con la dolarización”. La “foto” hizo las veces de
metáfora para nominar lo que no quería el peronismo extra Menem. Los gobernadores del
Frente Federal le pidieron a Colombo en Puerto Iguazú y a De la Rúa en la reunión de la
Cancillería, que convoque a todos los peronistas juntos. “Ello nos hubiese obligado a
debatir y a consensuar una posición, hubiésemos ido a la concertación con alguna
propuesta y habría sido más fácil incluso para el Gobierno”, dijo Rodríguez Saá a este
diario.
Gracias a eso, la concertación está, para mal del Gobierno y sufrimiento de Colombo,
herida de muerte. Veamos:
Los 14 gobernadores peronistas se reunirán mañana a las 15 en el CFI con economistas
de su partido (Jorge Remes Lenicov, Oscar Lamberto, José María Vernet, Rogelio Frigerio,
nieto, etc.), de extramuros (como Diego Espósito) y recibirán una delegación de técnicos
que trabajan con el norteamericano Alan Meltzer –quien propusiera un cambio radical del
papel que debe jugar el FMI ante la renegociación de deudas como la de la Argentina–,
para elaborar un plan económico alternativo.
Entre las ideas que ya están barajando figuran la creación de una nueva moneda, el
Argentino, y una emisión de 10.000 millones y que el 30 por ciento del presupuesto se
ejecute con esta nuevo valor; un plan de forestación y otro de vivienda que insuma unos
7.000 millones de “Argentinos”, que, según sus cálculos, crearían más de un millón y
medio de puestos de trabajo. Eso, entienden, reactivaría la economía, permitiría alejarse del
precipicio y, recién después, pasar a una banda flotante ya con esa moneda en reemplazo
del peso. Puede ser este u otro plan, pero su discusión será seguramente la base inicial de
cualquier plática con el Gobierno.
Ruckauf, a través de uno de sus fieles laderos, dejó en claro que la salida de Cavallo no
sería más que una buena señal para cambiar el (no)plan económico vigente. Ruckauf
pretende que, tras despedir a Cavallo, De la Rúa se siente con el PJ a armar un nuevo
programa y negociar con el FMI. “Ya nos asustaron con el cuco de `nosotros o el abismo’;
ya caímos en el abismo”, machacó Ruckauf ante Página/12.
Duhalde mueve su mesa de arena en espejo con la Rosada y Menem. A la foto tomada el
jueves pasado, el senador quiere imponerle lo que ha dado en llamar “la foto del futuro”.
“Por eso se reunió con Chacho Alvarez y Juampi Cafiero; por eso el martes o miércoles se
reunirá con Lilita Carrió”, confió a este diario uno de sus centuriones.
Ayer, el ex gobernador reunió en el restaurante El Mangrullo, de Ezeiza, al vicegobernador
Felipe Solá, al titular de las cámaras de Diputados de la Nación y la provincia, Eduardo
Camaño y Osvaldo Mércuri, legisladores e intendentes. Allí se discutió, incluso, sobre las
pocas chances que tiene la hipotética reunión con De la Rúa. “No sirve una conversación
con De la Rúa en los términos en que la plantea el Gobierno si no hay acuerdo
programático. Si es para la foto y para ratificar políticas en las que no está de acuerdo, que
no cuenten con él”, confió un operador duhaldista.
El senador mantuvo reuniones con Ramón Puerta para acercar posiciones, y una ronda de
consultas con los gobernadores del PJ. Es improbable que se muestre por la Rosada. No
obstante, es el único dirigente que hoy por hoy mantiene alguna relación con Cavallo. Y
sigue siendo buena.
Carlos Reutemann está en llamas con el Gobierno. “No le mandan la guita que le deben,
le quieren hacer pagar el mal gobierno nacional a él, que tiene una administración ordenada
y, para colmo, ahora amenazan reaparecer los saqueos”, dijo uno de sus operadores a este
diario. Reutemann se reunió ayer con De la Rúa. Los saqueos fueron el tema central. Ante
la indignación del Lole y la catilinaria que decerrajó contra los incumplimientos del
gobierno federal en materia de deuda, el Presidente atinó a responder:
–Bueno, Carlos, la semana que viene te mando algún funcionario para evaluar el problema.
–¡¿Qué funcionarios?! –enrojeció Lole– ¡Mandame bolsas con comida!
José Manuel de la Sota está convencido de que la cumbre del jueves responde a “la
picardía de algunos del Gobierno que quieren meter algún palo en la rueda de la
oposición”, confió uno de sus armadores a Página/12. El hombre del gobernador cordobés,
luego de despotricar contra las medidas del Ejecutivo, la zamarreada foto con Menem, y
ningunear a la dolarización que pretende (“sería como plantar un sauce en el Sahara: se
secaría antes de nacer”), fraguó el pensamiento que recorre a la mayoría del peronismo.
Dijo:
–Acá habría que avanzar en la ley Di Cola (de Acefalía). Está en marcha pero congelada.
Esta ley es como la mujer del vecino: todos la miran y nadie se le anima. Por ahora.

Cómo dolarizar sin dólares


Por M.G.
¿De la Rúa dolarizará como quieren Menem y banqueros como Manuel Sacerdote y
Emilio Cárdenas, el mismo que acusó una vez a Menem de encabezar un gobierno de
ladrones y terminó como su embajador en Naciones Unidas? Puesto que el Gobierno
incorpora cada vez más hombres y propuestas del menemismo, conviene saber que la
última entrega de “Agenda estratégica”, el boletín informático del ex secretario de
Planeamiento de Menem, Jorge Castro, rescata una idea del ex jefe de asesores
económicos de Ronald Reagan, Seteve Hanke. El economista propuso una dolarización
sui generis en “Un plan de dolarización y banca libre para la Argentina”. Según la
versión de Castro, .lo que Hanke impulsa como .particularmente ventajoso. para
nuestro país es el uso combinado del dólar estadounidense como unidad monetaria
junto con la posibilidad de que los bancos privados puedan emitir billetes denominados
también en dólares. De esta forma, la Argentina elimina el riesgo de la devaluación
pero, simultáneamente, retiene el derecho de señoreaje que, de otra forma, sería
capturado por el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos”. Dice Castro
que .los billetes emitidos por los bancos son elegidos por la misma razón que los
cheques del viajero: el público utiliza aquellos cuyo emisor les genera confianza en el
cumplimiento de su promesa de pago y no adquiere los de entidades que desconoce o le
producen dudas”. Naturalmente, la confianza estaría depositada en los grandes bancos
extranjeros. Sacerdote y Cárdenas, por caso, representan al Boston y al HSBC.
En el esquema oficial, los neodelarruistas Kiguel, Menem, Roque, Hanke, Cárdenas,
Castro y Sacerdote ayudarían también a los neomenemistas De la Rúa y Cavallo a
presentarse con éxito ante el mundo. No es una tarea fácil. El mismo jueves en que se
divulgaba el 18,3 por ciento de desocupación, triunfaba el paro de las tres centrales
sindicales y se reunían Menem y De la Rúa, una importantísima fuente del Banco
Mundial dijo en Washington lo que sigue:
“Para la ayuda financiera no miren tanto al FMI, porque el que decide es el G-7”.
“El escenario más posible para la Argentina es salir de la Convertibilidad,
reestructurar la deuda externa y devaluar”.
“En la Argentina hay demasiado ruido político, y el peronismo no ayuda”.
“Hay nuevos funcionarios en el Tesoro de los Estados Unidos y nuevos directivos en
el Fondo”.
“La Argentina ya recibió varios paquetes”.
“Cavallo es un economista brillante, pero no es una persona fácil y no sé si
sobrevivirá”.
Ayer dejó la Argentina el vicecanciller italiano, Mario Baccini. Su visita fue lo que un
diplomático promedio denominaría “constructiva”. Se entrevistó con el canciller
Adalberto Rodríguez Giavarini, prometió ayuda para pequeñas y medianas empresas de
la Argentina y firmó acuerdos culturales. También expresó su “solidaridad y apoyo” a
la Argentina, e indicó que ese respaldo debía leerse teniendo en cuenta que Italia es
miembro del grupo de siete países más ricos del mundo. Pero más allá de este mensaje,
Baccini fue más sutil. Recordó que los italianos están muy interesados en invertir en la
Argentina, un país con lazos tan fuertes y tan querido en Roma. El problema, dijo
también la diplomacia italiana, es cómo convencer a los inversores. Y dejó dos
inquietudes. La primera, las dificultades en remesar utilidades después del Plan
Candado impuesto por Cavallo a los depósitos bancarios y las transferencias al exterior.
La segunda, decisiones como la tomada por la italianísima Fiat, que resolvió levantar
su planta Iveco de la Argentina.
“El G-7 apoya a la Argentina, pero ese apoyo está sujeto a las decisiones técnicas del
Fondo”, explicó un diplomático europeo a Página/12 mientras se reía de la ingenuidad
política argentina de haber congeladotambién los fondos de las embajadas y su
personal. Después el Gobierno volvió atrás, pero los primeros cables salidos de Buenos
Aires comenzaban explicando el Plan Candado por la experiencia propia de quienes los
escribían.

“El que está en el ring es Cavallo,


así que no sé qué pasaría si se va”
Carlos Reutemann no quiere
pensar que “le armaron” los
saqueos en su provincia. Defiende
la continuidad del Presidente y
hasta muestra un cierto respeto
por Cavallo. Prevé una Navidad
dura.
“Yo no me levanto cada mañana a
ver a quién puedo joder o quién me
quiere cagar.”

Por Pablo Feldman


Desde Santa Fe

Horas después del avance sobre algunos supermercados de Rosario, el gobernador


santafesino Carlos Reutemann trazó un cuadro de situación: “Pasa en Rosario por las cifras
de desocupación y por la falta de efectivo”. Aun así, rescató “el funcionamiento de la red
de contención social”, destacando que “me tranquilizó hablar con el intendente Hermes
Binner que me dijo que la situación social no era la del ‘89”. En cuanto a la medidas para
paliar la crisis, confirmó a Página/12 que habló con el presidente Fernando de la Rúa. Pero
no se mostró optimista: “Dijo que en la semana viajarán funcionarios de la Nación, y nada
más”. El gobernador confirmó que la policía tiene orden de “disuadir hasta donde se pueda,
porque más lejos no se puede ir” y descartó la presencia de Gendarmería porque “la Nación
no tiene plata para movilizarla”. En relación con las versiones de una posible convocatoria
a la Asamblea Legislativa, Lole fue terminante: “Yo creo que De la Rúa tiene que llegar
como sea a 2003, salvo que él no quiera y levante la bandera de rendición”.
Este es el diálogo con Página/12.
–¿Qué evaluación hace de los episodios del viernes en Rosario?
–Es evidente que la crisis económica tiene especial impacto en Rosario, basta ver los
índices de desocupación. Pero no creo que la situación sea muy diferente en otros lugares,
porque en Mendoza sucedió algo parecido.
–El tema es que Rosario tiene una connotación especial en el tema de saqueos: allí
empezaron en 1989.
–Sí, es evidente que cuando se habla de Rosario se enciende una luz roja. Apenas tuve
noticias de lo que estaba pasando hablé con el intendente Hermes Binner que me dijo que
esto no tenía mucho que ver con los sucesos de 1989. Y Binner es un hombre que tuvo
participación en aquellos días a diferencia de mí que los leí en los diarios o lo vi por
televisión. Pero ahora la red de asistencia funciona a pesar de que la Nación no cumple. Lo
que sucede es que hay otro fenómeno: la falta de efectivo. Esta vez sabemos que hubo
changarines y cirujas que estaban acostumbrados a vender lo que juntaban sacando 4 o 5
pesos por día, y ahora desde hace dos semanas no ven ni una moneda. Son muchos y,
además, acostumbrados a pelear en la calle...
–¿Binner le dijo que podía haber algo “armado”?
–No, pero me dijo que el contexto social era diferente al del 89 y que las características
eran otras, que por entonces a diferencia de ahora no había prácticamente ninguna
contención social. Eso me tranquilizó bastante porque me lo dice una persona de
experiencia, que vivió en carne propia los dos momentos.
–¿Y cómo funcionó la asistencia de la provincia y el municipio?
–Le diría que como se pudo, ya que la nación no envía alimentos ni paga los planes
Trabajar, ni cumple con la remisión de fondos.
–¿Habló con alguien del gobierno nacional?
–Sí, hoy a la tardecita (por ayer) hablé con el Presidente y me dijo que en la semana
viajarán a Santa Fe funcionarios del gobierno nacional y también se comprometieron a
mandar las cajas que debieron haberse recibido el 10 de diciembre y nunca llegaron...
–¿No le mencionó informes de inteligencia sobre Rosario?
–Nada, no me dijo más nada. Además los que saben realmente lo que pasa no son los
servicios sino la gente que trabaja en el lugar, las organizaciones barriales, las vecinales, las
parroquias, nosotros tampoco hacemos demasiada inteligencia.
–A la hora en que se producían los incidentes, en Buenos Aires corría el rumor de una
posible convocatoria a la Asamblea Legislativa. ¿Hablóalgo de eso con el Presidente?
–No, pero le digo una vez más lo que dije siempre, yo creo que hay que hacer todo lo
posible para que De la Rúa llegue a 2003, como sea, salvo que él no quiera o no pueda y
pida su relevo. Pero no lo veo, porque sería sacrificar la Unión Cívica Radical y si bien el
Gobierno no acierta, no lo veo a De la Rúa levantando una bandera de rendición.
–¿Y la continuidad de Cavallo?
–Eso es otra cosa, pero Cavallo siempre sale hacia adelante, aun en el medio del incendio el
hombre pega un manotazo y sale, pero crea muchas rispideces. Lo que también hay que
decir, es que el que está en el centro del ring es Cavallo, y en el rincón no hay nadie, así
que no sé qué pasaría si se va Cavallo.
–¿No cree que tenga nada que ver la interna de su partido en el hecho de que los disturbios
ocurran en su provincia?
–Yo no creo en la política conspirativa, no me levanto cada mañana a ver a quién puedo
joder o quién me quiere cagar, más aún si se trata de un tema como éste en que está en el
medio la gente más necesitada.
–Pero no todos piensan así, si ir más lejos pasó en el ‘89...
–Sí puede ser, me dijeron que algunos de los detenidos tenían billetes de diez pesos y que
tenían números corridos y que hubo gente en los barrios que los vecinalistas y las
organizaciones del lugar no conocían. También escuché la versión que decía: “Vemos que
todos tienen problemas y este tipo no tiene ningún problema, vamos a embarrarle la
cancha” pero prefiero no entrar en el terreno de las especulaciones, y menos en el de las
mentes malditas.
–¿Cómo imagina los próximos días, se acerca la Navidad?
–Y van a ser días muy difíciles, pero nosotros estamos trabajando con la Municipalidad, sin
mezquindades y esperamos que la nación cumpla. La idea es reforzar la red de contención
social, hacer un entramado más seguro con instituciones intermedias, la Iglesia, las
vecinales y la gente que está en cada barrio.
–¿Qué orden tiene la policía?
–Básicamente de disuadir, de proteger a la gente de los barrios, a los pequeños
comerciantes y también a los supermercados. De ninguna manera la policía tiene la orden
de impedir hasta las últimas consecuencias. Una cosa es la disuasión y otra cosa es cuando
se pone en peligro a las personas. Así que la idea es disuadir hasta donde se pueda, más
lejos no se puede llegar.
–¿Va a haber refuerzos y desplazamientos de policía en Rosario?
–Vamos a hacer lo que esté a nuestro alcance. El viernes se movilizaron más de 2500
efectivos y ese mismo día hablamos con el gobierno nacional para averiguar la posibilidad
de refuerzos de Gendarmería y nos dijeron que no podían desplazar efectivos.
–¿Están afectados a otras zonas?
–No, me dijeron que no tenían recursos para moverlos, la verdad es que no lo podíamos
creer pero es así: el gobierno nacional no puede pagar el desplazamiento de la
Gendarmería. Esperemos que no haga falta nada de eso y que con la asistencia social
alcance, sobre todo porque a Rosario le colgaron el cartelito de los saqueos hace diez años,
y si pasara otra vez sería muy difícil de remontar.

Saqueo en Mendoza y varios “pedidos”

Tomaron un
supermercado y
“pidieron” en otro
en Mendoza,
mientras en
Avellaneda
rodeaban un tercero.
Rosario en calma.

Desde el viernes, Rosario es otra vez sinónimo de saqueos, como en aquellos primeros
meses de 1989. Aunque esta vez, la situación social es más grave, ya que Rosario padece el
desempleo más alto del país: 22,9 por ciento. Ayer, un día después de los episodios que
alarmaron al Ejecutivo, los funcionarios provinciales intentaron tranquilizar los ánimos.
“La situación está bajo control. Comenzó a descomprimirse el clima”, declaró el ministro
de Gobierno, Lorenzo Domínguez. Y desde el municipio –que gobierna el frepasista
Hermes Binner– reconocieron que la gente actuó por “necesidad” y reclamaron “una
respuesta” al presidente Fernando de la Rúa. En Mendoza hubo un saqueo y un intento, y
en Avellaneda un “pedido”.
Aunque no quiso hablar de “saqueos”, el secretario de Gobierno de Rosario, Antonio
Bonfatti, reconoció que “la presión de la gente para obtener algún tipo de mercadería”
alteró el funcionamiento de varios comercios de la ciudad. “Indudablemente los reclamos
fueron por necesidad y no movilizados”, agregó Bonfatti, quien de esa forma desmintió que
haya operaciones políticas detrás de los robos. Los saqueos comenzaron el viernes al
mediodía, cuando unas treinta personas entraron al supermercado Santa Ana para llevarse
bolsas de comida. La policía detuvo a diez. El mismo día, un camión de reparto fue
asaltado en la zona sur y horas más tarde unas 70 personas rodearon al supermercado Azul
para reclamar comida. La policía comenzó a reprimir y los vecinos arrojaron piedras. En el
enfrentamiento, resultó herido un niño de 8 años, que recibió un perdigón.
Si en Rosario la situación pareció calmarse, en Mendoza –donde también se habían
registrado saqueos– el escenario no varió demasiado: los hechos habían comenzado el
jueves a la noche en el este de la capital, en el Gran Mendoza. Y en el barrio Godoy Cruz,
unas cien personas se habían citado frente a un supermercado para exigir comida. Ayer a la
mañana, se produjo un nuevo saqueo en el departamento de Guaymallén, donde un grupo
de vecinos de barrios humildes entraron organizadamente y en forma pacífica a un
supermercado de la cadena Atomo. Casi todos eran mujeres y niños, y se llevaron
productos alimenticios de primera necesidad, sobrepasando al único custodio que había en
el comercio. Mientras esto sucedía, un grupo de vecinos de un barrio pobre de Las Heras se
concentró delante de otro local de la misma cadena de supermercados. El clima llegó a
ponerse tan difícil que el cuerpo de Infantería de la policía provincial recibió la orden de
acuartelarse en su totalidad, en prevención de incidentes.
Entretanto, en Avellaneda, unas 250 desocupados y piqueteros ocuparon un supermercado
Carrefour en reclamo de alimentos. Después de tres horas de tensión, abandonaron el local
luego de que los gerentes del comercio se comprometieran a entregarles comida para 500
personas. “Lo hemos conseguido a través del esfuerzo de la gente que está decidida a
luchar para que haya una mesa digna. Esto sirve para paliar el hambre de un solo día pero
la lucha continúa. A mayor ajuste, mayor piquete”, dijo uno de los piqueteros al finalizar la
protesta.

DE GENNARO ANUNCIO UN EXITO SUPERIOR AL ESPERADO PARA EL


FRENAPO
Ya hubo un millón y medio de votos

El líder de la CTA dijo que


en un día votó más gente de la
que esperaban en cuatro. Hoy
y mañana siguen las urnas.
Hay 17.425 urnas en 579
localidades, y una asistencia
masiva que desbordó lo
esperado.
Con sólo dos días de votación, el veredicto parece estar claro para Víctor De Gennaro,
secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos y uno de los fundadores del
Frente Contra la Pobreza: “Superó las expectativas”. De Gennaro lo dijo ayer al anunciar
que la consulta por un seguro de empleo y formación de 380 pesos que comenzó el viernes
ya superó el millón y medio de votantes. “Es espectacular el aliento de la gente, con su
protagonismo está tirando abajo a los que dicen que democracia es solamente el voto
calificado de los mercados, de la Bolsa de Comercio y los grupos financieros”, afirmó. La
consulta continuará hoy y mañana, por lo que las 17.425 urnas seguirán instaladas en
calles, plazas, veredas y entradas de hipermercados. La movida también llegó a España: se
armaron mesas de votación en Vigo, Barcelona y Madrid, donde ayer adhirieron por la
propuesta muchos argentinos (ver nota aparte).
Hay mesas de votación en 579 localidades de todo el país, atendidas por unos 600.000
militantes de todas las organizaciones que componen el Frenapo: sindicatos, organismos de
derechos humanos, la CTA, la Federación Agraria Argentina, Apyme, organizaciones no
gubernamentales, entidades religiosas, entre otras. Y la respuesta fue masiva, hasta tal
punto que los propios referentes –como De Gennaro– no pudieron ocultar su satisfacción:
“Estamos superando las expectativas. Ya superó el 1,5 millón de votantes”, afirmó el
dirigente de la CTA.
El viernes, la mayoría de los sufragios provinieron de las mesas de votación instaladas en
lugares de trabajo, escuelas y facultades. Ayer, en cambio, se produjeron en calles, plazas y
mesas ubicadas en espacios públicos. En el conurbano bonaerense, donde se concentró la
más alta cantidad de urnas, los militantes del Frenapo cambiaron el paisaje habitual de
plazas, esquinas y avenidas, donde se registraron muchísimos votos. Los organizadores
también destacaron la adhesión recogida en la Capital Federal, Entre Ríos, Mendoza, Santa
Fe, Córdoba y Tucumán. El economista Claudio Lozano, de la CTA, aseguró que en el
segundo día de votación la Consulta continuaba con “muy buen eco”, luego de superar “en
un sólo día los votos que pensábamos obtener en cuatro”.
Ayer, además de las miles de personas anónimas que votaron a favor de la propuesta,
también lo hicieron varios dirigentes de diversos partidos políticos. El ex candidato a
senador Gustavo Beliz (PJ, Nueva Dirigencia), los radicales Leopoldo Moreau y César
Martucci, Mario Cafiero (actualmente en el ARI) y el ex vicegobernador Rafael Romá se
acercaron a las mesas del Frenapo para respaldar la iniciativa. También emitieron su voto
legisladores del Frepaso y del Frente para el Cambio, junto a algunos intendentes
justicialistas del Gran Buenos Aires, como Alberto Balestrini (La Matanza), Julio Alak (La
Plata) y Alberto Descalzo (Ituzaingó).
“Esta participación nos compromete mucho más, tenemos un objetivo muy claro que es el
de terminar con la pobreza en el país”, remarcó ayer De Gennaro, quien no podía ocultar su
euforia. Sin embargo, el titular de la CTA se preocupó por remarcar los costos sociales del
modelo económico que se instauró en 1976. “Es una inmoralidad que haya hogares pobres
en Argentina, que sigan muriendo 100 chicos por día de hambre, mientras el gobierno
discute quién se lleva las reservas”, se indignó.
Evidentemente, la iniciativa –que propone un seguro de empleo de 380 pesos para todo jefe
de familia desocupado, un subsidio de 60 pesos por hijo menor de 18 años y otro de 150
pesos para mayores de 65 años sin aporte previsional– está captando respaldos muy
amplios, desde artistas populares, como Víctor Heredia, hasta la controvertida jueza María
Romilda Servini de Cubría, quien ganó fama cuando censuró al humorista Tato Bores y se
ganó el seudónimo de “Baru-buru-budía”.
MESAS EN MADRID, VIGO Y BARCELONA
En España también se vota
Por Carolina Bilder
Desde Madrid

Cientos de argentinos residentes en este país y españoles vinculados al mundo


académico, literario, artístico y deportivo anunciaron su apoyo a la consulta popular del
Frente Nacional Contra la Pobreza (Frenapo). Más de una docena de urnas se colocaron en
las ciudades de Vigo y Barcelona, mientras en Madrid se votó anoche en un acto convocado
para apoyar la propuesta.
El director técnico Angel Cappa, la argentina Elsa Osorio –recientemente premiada por
Amnistía Internacional por su obra “A 20 años luz”– y la escritora española Maruja Torres
convocaron al acto, al que adhirieron la directora de cine Manané Rodríguez, el músico
Paco Ibáñez, el diputado español por Izquierda Unida Gaspar Llamazares y más de 70
ciudadanos argentinos y españoles a título individual.
“Encuentros de esta naturaleza alientan precisamente lo que nos están arrebatando a los
argentinos, que es la esperanza. Uno puede soportar una condena al hambre, a la miseria,
pero es muy difícil soportar la falta de esperanza. Este acto adhiere sobretodo a eso: Es
posible construir un mundo mejor. Intentémoslo, volvamos a estar juntos”, se pronunció
ante Página/12 Angel Cappa, uno de los principales oradores del acto.
A partir de las 20 horas, un nutrido grupo de argentinos se fue acercando al Instituto
Europeo Di Design con el pasaporte en la mano para la votación que duró tres horas. En el
salón colgaba un cartel que decía “Ningún pobre en la Argentina. Juntos vamos a poder”.
En total, ciento cincuenta argentinos apoyaron el proyecto firmando una planilla con sus
datos y marcando el sí.
La actriz Mónica Rúfolo presentó el acto y el abogado de la Asociación Argentina Pro
Derechos Humanos-Madrid, Carlos Slepoy, se encargó de explicar la propuesta del Frenapo
y hacer un llamamiento más amplio para convocar a españoles y a argentinos que estén
dispuestos a reunirse para pensar propuestas alternativas ante la crítica situación argentina.
Le siguieron Cappa, Osorio y el dirigente de Izquierda Unida Daniel Pereira.
La desilusión con la política y la indignación por las recientes medidas económicas
adoptadas por el gobierno argentino ocuparon buena parte de los comentarios entre los
asistentes. “A mi madre, que es jubilada, no le están pagando la pensión y encima le tienen
retenido los pocos pesos que había conseguido ahorrar en los últimos años”, comentaba
indignado un argentino.

Noventa por ciento de pesimistas


que creen en la convertibilidad
Una encuesta muestra una
abrumadora mayoría que piensa
que todo está “mal o muy mal” y
que no va a mejorar, pero que
se resiste a la devaluación o la
dolarización. La imagen del
Gobierno tuvo una leve mejora.
Seis de cada diez encuestados
creen que habrá default.

Por Raúl Kollmann

En una Argentina en la que nueve de cada diez personas piensa que la situación es mala
o muy mala, una gran mayoría sigue respaldando la convertibilidad y son minoría los que
se inclinan por la dolarización y menos aún por la devaluación. Muy pocos son los que
tienen una opinión positiva sobre la gestión del presidente De la Rúa, aunque lo ven
levemente mejor que hace un mes. La mitad de los argentinos cree que el país se encamina
al default y que el panorama económico va a empeorar.
Las conclusiones surgen de una encuesta nacional realizada por la consultora Ibope OPSM
y denominada Monitor de Tendencias Económicas y Sociales. Es un testeo que se realiza
semanalmente para un grupo de empresarios y que conduce Enrique Zuleta Puceiro,
consultor que ha trabajado para candidatos de la Alianza, el radicalismo y partidos
provinciales. En total, se encuestaron 1200 personas en 56 localidades de todo el país,
respetándose la proporción por regiones, edad, sexo y nivel económico-social.
Prácticamente todos los consultores reconocen que la gente vive uno de los peores
momentos, primando la incertidumbre y enormes dudas sobre cómo resolver los problemas
cotidianos, qué sucederá con los ahorros o los créditos. Esto, como es obvio, se traduce en
que nueve de cada diez personas evalúa como mala o muy mala la situación actual. En ese
marco se evalúa la actuación del Gobierno.
Para Zuleta, “el Presidente y el Gobierno haciendo algo, tomando decisiones, reconstruyen
un piso de adhesiones que, a diferencia de los anteriores, todavía es muy bajo porque se
percibía que hacía poco o nada. Cuando el Presidente toma una alternativa, hay gente que
lo ve bien. Incluso habría que sumar a los que opinan regular del Gobierno, porque eso no
es poco en la actual situación. El gobierno ha sumado a la dificultad de pisar los depósitos,
la bancarización. Son dos crisis: obligarle a la gente a moverse con los bancos y
paralelamente tocarle los depósitos. Ni la bancarización ni la restricción de los 250 pesos
por semana tienen antecedentes en el mundo. A esto habría que agregarle que a la gente ni
siquiera le queda claro hacia adonde va todo esto, porque no cree que se recaude más y
percibe fundamentalmente la recesión y la falta de trabajo.
Tampoco le gusta una concertación en la que se reúnan sólo radicales y el peronistas, al
estilo de la que comenzó el jueves con la visita de Menem a la Casa Rosada. Eso tiene un
rechazo del 85 o el 95 por ciento”.
Los dilemas de la hora tienen que ver también con la dolarización, la devaluación y la
convertibilidad. Como se ha demostrado a través de los últimos años, la devaluación sigue
siendo un cuco para la gente: tiene créditos en dólares, cree que se viene la hiperinflación y
por lo tanto es una de las alternativas más rechazadas. Otros consultores han “apretado”
más a los encuestadores formulándole preguntas al estilo de “¿usted estaría dispuesto a
respaldar una devaluación si después viene la reactivación?”. Como es obvio, ante esa
alternativa, la gente rechaza menos la devaluación, pero en general es una opción muy
resistida, aunque en menor medida que hace unos años.
Por el contrario, los encuestados no saben muy bien en qué consiste la dolarización, pero
tienen la sensación de que no correrían tanto riesgo con sus créditos ni con la inflación. La
pesificación .-que en verdad también implica una devaluación.- es muy poco conocida.
Más allá de una u otra política económica, lo cierto es que más de la mitad de la población
cree que la Argentina va camino al default y que la economía evolucionará
desfavorablemente en el próximo período. Eso sí, curiosamente la gente le echa la culpa a
los políticos y no a los economistas por la actual situación: el 70 por ciento opinó que
estamos ante una crisis política que afecta a la economía y no una crisis económica que
afecta a la política.
EL CACEROLAZO Y LOS SAQUEOS EN PARALELO AL CONCLAVE DE LA RUA
MENEM
La consigna es liberación o CBU

El cacerolazo que sorprendió a


todos y metió miedo en el Gobierno.
Los saqueos reales en Rosario y los
potenciales en Buenos Aires. Todo
ganancia para Menem. ¿Y para el
Presidente? Boneda es lo que sobra.
Cacerolazo: “Es la primera derrota
de la Alianza en Capital. Bien o mal
acá ganamos las elecciones de
octubre. Ahora nos gritan que nos
vayamos”.

Contaba la historia de estas pampas (si usted prefiere, una versión de esa historia) que el
gaucho fue más que un gaucho cuando tuvo su lanza y su caudillo, que el ciudadano lo fue
más cuando –tiempos del yrigoyenismo– libreta de enrolamiento en mano, supo valerse del
voto. Y que el laburante tuvo su cuota de poder cuando el carné sindical cambió en algo la
correlación de fuerzas. Movimientos populares debatidos, limitados, reformistas las más
veces permitieron que muchos argentinos disputaran el espacio público. Lo hicieron
usualmente con arrogancia, con prepotencia y aun con un jacobinismo mal direccionado
que los aislaba de potenciales aliados. Pero, así y todo, hubo tiempos –no siempre breves–
en que ser gaucho, ser argentino, ser trabajador era una condición honrosa y hasta
desafiante. En todo caso, la memoria de esas épocas permite que, a despecho de lo ajado de
sus pergaminos, el radicalismo y el peronismo sigan teniendo quien los represente en todos
y cada uno de los confines de la Argentina.
La lanza, la libreta de enrolamiento, el carné sindical vinieron apareados con colectivos que
potenciaron a sus integrantes, les permitieron mejorar sus condiciones de vida y hasta les
dieron el orgullo de ser lo que fueron. ¿Qué diantres tiene qué ver esa historia con un país
en el que un buen tramo de sus pobladores –de hecho no lo más sojuzgados- transita su
vida, cual si fuera un purgatorio, de casa al cajero automático y del cajero a casa, y cuyo
único signo palpable de identidad es el CBU?
Quizá conserve algo en común. Es el actual, algo se husmea, un país que no se banca más.
Y, acaso, broten cenizas de los pasados fuegos. Dos hechos, aislados entre sí por obra y
gracia de la fragmentación social, permiten suponerlo: el cacerolazo y los saqueos.
El cacerolazo superó las previsiones de sus organizadores, de los medios que debían
cubrirlo, de sus propios protagonistas que minutos antes de lanzarse a meter bulla no lo
tenían agendado. Ese colectivo improbable, incómodo, pero ineludible porque expresa el
tono de los tiempos –”la gente”– se hizo sentir y cómo. Como suele ocurrir si se afina
apenas la mira, hay más mujeres que hombres en “la gente”.
El cacerolazo fue impensado, toda bronca acumulada que detonó en alegría, en ese
sentimiento incomparable que brota en cualquier persona de bien, aun aquellas de
tendencia individualista, cuando se suma a algún hecho colectivo, así sea una batucada
informal.
“No nos convocó nadie –se preciaban (palabra más, palabra menos) las vecinas y vecinos–
detrás de esto no hay ni un sindicato ni un partido.” Tenían razón, pero tal vez andando el
tiempo deberán reparar que la pura espontaneidad, la falta de orgánicas y de proyectos de
poder es más un problema que un logro. Al fin y al cabo, mediaron casi dos meses entre el
“triunfo del voto bronca” y el ruido de las ollas y en el medio la mayoría silenciosa siguió
siendo ambas cosas, amén de inerte.
Pero el fenómeno no es menor y el Gobierno lo registró. “Es la clase media que nos da la
espalda –analizó frente a este diario un integrante del ala política del Gabinete– estamos
como Menem en el ‘97.” “Es la primera derrota de la Alianza en Capital” se estremeció una
alta espada del Gobierno. “Bien o mal, acá ganamos las elecciones de octubre. Ahora nos
gritan que nos vayamos.” La potencia de las frases sólo se mide bien si se recuerda la
proverbial tendencia al autismo y a la sordera que campea en la Rosada. Pero la surtida
protesta de estos días pareció encontrar antenas mejor orientadas, como se ve.
Ocurrió lo mismo con los saqueos. “Son espontáneos. No los capanguea la izquierda ni la
Corriente (Clasista y Combativa)”, diagnosticó un importante funcionario de Interior y eso
lo preocupa. Es que el Gobierno cree tener bajo control a la izquierda social, aun a la más
organizada y, de mínima, conoce sus límites numéricos. Pero la reacción de pobres
noencuadrados hace temblar todo el tablero. Los saqueos comenzaron en el mismo lugar
que el ‘89, lo que prueba que la realidad ama las simetrías, las metáforas... quizá las
profecías.
Es posible y hasta probable que las reacciones de estos días se repitan y potencien. Y no
tienen por qué quedar confinadas a la Capital y Rosario. En la provincia de Buenos Aires,
el ministro de Seguridad tiene desde hace varios días un informe que hace fruncir su ceño y
los del gobierno nacional que (vía Ministerio de Defensa) ya lo conoce. Preanuncia, para la
semana que empieza mañana, la inminencia de acciones masivas reclamando alimentos y
productos de primera necesidad frente a supermercados, que –de no ser acogidos– podrían
derivar en saqueos. La información no fue compilada apenas por los usualmente paranoicos
y poco perceptivos servicios de Inteligencia. También aportaron data intendentes del
sufrido conurbano y funcionarios de los ministerios de Trabajo nacional y provincial. Todos
prevén un incremento del conflicto social para las Fiestas, con inicio –ya se dijo– en los
próximos días.
Para prevenirlo el vicegobernador Felipe Solá viene urdiendo un acuerdo entre los
principales hipermercados de la provincia y dirigentes de la Corriente Clasista y Combativa
(CCC): la entrega de bolsas de comida para necesitados, cuyo costo será soportado por
mitades entre la provincia y los híper. En Provincia no saben si esta medida alcanzará para
evitar más reclamos y movilizaciones. Sobre todo si provienen de pobres no contenidos por
la CCC o por otros encuadramientos políticos o sindicales.
Al fin y al cabo, explica en riguroso off the record un peronista intendente del conurbano,
el argentino todavía piensa tener derecho a poner algo digno en su mesa para las Fiestas. Y
las que se vienen, con el aguinaldo en jaque para “los privilegiados” que trabajan y todo
aún peor de ahí para abajo, pintan como para hacer perder la paciencia a los más pacientes.
King makers in the Pink house

La corporación política no atraviesa sus mejores días ni su mejor año. Su tendencia a la


autodestrucción a veces parece irrefrenable. Varios senadores de la Nación dedicaron el fin
de semana pasado a mejicanearse los despachos, con maniobras propias de una
estudiantina, y desesperación similar a la de los pobres que piden comida. Son los primeros
senadores elegidos por voto directo, deberían haber desempeñado un debut más acorde. El
retorno de Carlos Menem a la Casa Rosada, el día en que una huelga medía inapelable el
malhumor de todo el país, mucho más allá de los trabajadores dependientes, también fue
una señal indigesta. La concertación que convoca el Gobierno ya es bastante enclenque
como para “inaugurarla” con la presencia del más desmerecido y desacreditado alto
dirigente del PJ. Fernando de la Rúa lo puso por delante de su propio partido, de los
gobernadores del PJ, de fuerzas sociales y sindicales... él sabrá por qué lo hizo. Ciertamente
no para recuperar buena onda de quienes lo votaron en masa hace dos años y hoy hacen
cola para insultarlo. Pruebas al canto: una encuesta de una consultora afín al Gobierno
registra que un 0 por ciento (cero por ciento, no hay error) lo considera muy bueno y menos
del 1 (uno, leyó bien) lo estima “bueno”. Los talibanes deben medir mejor, aún hoy, en
Afganistán.
Menem no se privó de nada. Desoyendo consejos de sus aliados más moderados, no se
contentó con ir acompañado por Rubén Marín y Eduardo Bauzá, junto a él las máximas
autoridades de su partido. “Vamo’ a ir también con los muchachos”, se entusiasmó ante un
confidente y allegó a Alberto Kohan a su comitiva. Por ahí, en la próxima le toca a Víctor
Alderete.
La gente del común barrunta acuerdos urdidos debajo de estas mesas de consenso. No les
falta lógica a esas sospechas, que no se pueden probar. En igual sentido, algunos intérpretes
más calificados traducen como un “pago” al menemismo el ingreso de Miguel Kiguel al
equipo económico. En Hacienda se indignan con la especie. Dos fuentes consultadas por
Página/12 insisten en que Domingo Cavallo tenía a Kiguel in pectore desde hace meses,
cuando Menem moraba en Don Torcuato. Sólo la obstinación del Presidente y de Chrystian
Colombo en evitar la renuncia de Daniel Marx (“no podemos cambiar de caballo en mitad
del río”, arguyó en varias situaciones límite el jefe de Gabinete) demoró su llegada. Lo
cierto es que el recambio ocurrió justo ahora y, en temas tan sensibles, cuesta creer en
coincidencias.
Hay, por lo pronto, algunas coincidencias objetivas de intereses entre el actual Presidente y
su predecesor:
Menem –en aras de su proyecto personal– necesita tiempo para reposicionarse y le
conviene largamente que ese lapso sea el de un patético gobierno radical, algo que De la
Rúa le garantiza con creces. Por eso es el menos apurado de los dirigentes del PJ.
El odio y el antagonismo con Carlos Ruckauf.
Algunas amistades económicas transversales en el CEMA y el CEA.
En la Rosada registran eso y acaso fabulan que Menem puede domeñar la hidra de cien
cabezas que suele ser el peronismo. En ese aspecto el riojano le dio una lección de
elegancia a De la Rúa. Cuando éste le pidió apoyo para el presupuesto 2002 y la ley de
participación (al fin y al cabo, el plato principal, el postre, y el café de la concertación),
Menem eligió una verónica lujosa. Le comentó que esos temas eran competencia del
Congreso y de los gobernadores. Una forma simpática de asumir que no puede, ni por
asomo, conseguir apoyos significativos en esos ámbitos.
“Menem quiere agenda y la Rosada le viene de perillas”, explica una de sus espadas. El ex
presidente no se privó de reunirse con el general Brinzoni, una tenida con tufillo
filogolpista, otro mal trago innecesario.
Para el riojano todo fue ganancia. Recuperar protagonismo le sabe a gloria. Y va por más.
Algunos de sus allegados más moderados –Carlos Corach entre ellos– piensan que ya está a
tiro para ser el gran elector en la madre de todas las batallas: la interna del PJ. “Puede ser el
King maker” comentó Corach entre amigos, el que elige al rey, según la voz que viene de la
historia del Medioevo y que la práctica política norteamericana aplica a los popes de los
grandes partidos. Bien puede que ese logro –que significaría la lápida de las ambiciones de
Ruckauf– a Menem le parezca escaso. Como fuera, el jueves no cabía en sí de gozo.
El Gobierno cosechará tempestades en el radicalismo y en el resto del peronismo. Ruckauf
salió presto al cruce diciendo que Menem y De la Rúa son lo mismo. “Dijo lo que piensan
casi todos los dirigentes, pero no se animan”, interpretó un importante dirigente justicialista
que no ama especialmente al gobernador bonaerense.
Por arriba de la mesa, toda pérdida para el oficialismo. Por abajo, cada uno ve lo que quiere
ver. La foto del encuentro sugiere algo más estructural que algún pacto de coyuntura: la
continuidad esencial entre el anterior gobierno y éste. O mejor aún, entre los últimos cuatro
años del menemismo y la administración De la Rúa. El período ‘89 al ‘95 incluyó, guste o
no, años de aparente prosperidad, una burbuja si se quiere engordada por las joyas de la
abuela, pero al fin y al cabo no sólo malaria. Y apoyo masivo. Lo que ahora prosigue es la
decadencia comenzada en 1995 y –salvo el relevo de caras y de estilos– la existencia de
una casta gobernante desdeñada por la población y aislada de la realidad, sólo atenta a las
“señales” del poder financiero.

3800 palos en Boneda

“Le dicen ‘Boneda’” chancean funcionarios y gobernadores. Cavallo prefiere llamarlo


“seudo moneda”. –¿Cuánta plata hay en Lecop, patacones y esas yerbas? –indaga
Página/12 ante una importante voz del Gobierno.
–3800 millones.
–¿Tres mil ochocientos? –Página/12 sabe que los números en la Rosada son aproximativos,
redondeos generosos, pero igual le parece mucho. Y se llevará una sorpresa.
–Bueno –sonríe de buena gana el interlocutor–, algunos fajitos más habrá dando vueltas.
Alguna emisión sin registrar, travesuras de los gobernadores. En Tucumán aparecieron
algunos bonos mellizos. No falsificaciones, mellizos hechos en las imprentas oficiales. Tal
vez haya ... ¿mil palos más?
Quien dice mil, dice dos mil. Tres mil ochocientos, cuatro mil millones de moneda que
circula, sin generar inflación alguna. Sin mellar la recesión, sin recalentar una economía
exangüe. Toda una demostración de que muchos dogmas de los economistas expectables
están tan licuados como el prestigio de Cavallo. A la corporación de economistas se le
quemaron todos los libros. Sigue fijada en la híper como único término de referencia de sus
profecías. Pero la híper es remota en la historia y en el imaginario de los argentinos de a pie
cuyo karma actual es la depresión, la falta de actividad.
Hemos sido fieles a la regla: la convertibilidad exige para afrontar los desequilibrios,
reducir actividad y quemar moneda. Y vaya si hemos reducido y quemado. Y acá estamos,
con las provincias pidiendo boneda como si fuera maná.
Acaso haya que cambiar los ejes de análisis, pensar otra vez en producir, en orientarse al
mercado interno (Mercosur incluido), en limitar importaciones, en adecuar la producción al
pobre mercado local, en vez de flotar como una piragua inestable en el maremoto de una
globalización que nos arrasó como Estado, como nación y que amenaza arrasarnos como
comunidad.
Poco puede esperarse de una corporación económica que reinó sobre este país a golpes de
decretos de necesidad y urgencia, pidiendo facultades extraordinarias (casi siempre de
dudosa constitucionalidad y siempre de nula popularidad) y siguiendo un libreto único que
nadie jamás votó. El Cavallo de hoy es una parodia o una exacerbación de lo que, en
tiempos menos excitados pero no distintos, fueron Roque Fernández o José Luis Machinea.
Todo da señales de agotarse, pero no aparecen discursos políticos que recojan el guante y
digan algo diferente. La consulta popular promovida por el Frenapo propone algo distinto,
un cambio de eje, otra forma de mirar al país. Pocos dirigentes políticos se animan a
acompañarla y menos aún tienen voluntad de discutirla en vez de comentar sólo lo que hace
o deja de hacer Cavallo.
El déficit cero es una falacia, la boneda inunda al país, la malaria crece. La corporación
política, bien gracias. La clase media empieza a desperezarse. Los pobres se hicieron ver.
¿Por dónde se romperá el frágil equilibrio de una estabilidad pantanosa, más que falsa?
¿Por la economía, por la política, por lo social?
Si puede, lector, vaya al cajero, saque hasta 250 pesos y haga juego.

LUNES 17

MASIVO RESPALDO A LA CONSULTA DEL FRENAPO POR EL SALARIO


CIUDADANO Y PARA JUBILADOS
Dos millones de esperanzas por otro modelo económico

Los organizadores de la Consulta ya contaron


el 67 por ciento de las mesas y proyectan que
casi dos millones de personas ya votaron. Esto
duplica el piso esperado. En el interior hubo
poblaciones que tuvieron asistencia total: no
hubo ausentes en las urnas. Los distritos más
grandes fueron el GBA, Capital, Santa Fe y
Entre Ríos. En Concordia se votó pese a los
saqueos.
Por Laura Vales

En la reserva ecológica los porteños hicieron cola para votar. En Misiones un operativo
especial llevó urnas hasta las poblaciones metidas en la selva. En algunas zonas del sur del
país, como la pequeña localidad de El Hoyo, en Chubut, la votación terminó antes de
tiempo, cuando el habitante número 98 puso su boleta y en el pueblo ya no quedó nadie sin
votar. La Consulta del Frente Nacional Contra la Pobreza avanzó en su tercer día con una
participación muy por encima de la esperada. Las proyecciones del Frenapo indican que
entre el viernes, el sábado y el domingo votaron un millón novecientas mil personas. La
Consulta termina hoy a las seis de la tarde y la gran apuesta es a alcanzar los dos millones
de electores.
“Nos habíamos fijado un piso en cada lugar del país y prácticamente en todos lados ese
mínimo se está superando”, resumió anoche con los primeros datos en la mano Víctor De
Gennaro, secretario general de la CTA y uno de los fundadores del Frenapo.
La votación consiste en decir sí o no a la creación de tres instrumentos que en conjunto
constituyen un salario de ciudadanía: un seguro de empleo y formación de 380 pesos
mensuales para cada jefa o jefe de hogar desocupado, una asignación universal de 60 pesos
por mes por cada hija o hijo de hasta 18 años y otra de 150 pesos para los mayores de 65
años que no perciban jubilación ni pensión.
De acuerdo a los datos relevados hasta anoche por el Frente, los distritos con más alto
número de electores son la provincia de Buenos Aires (578.828), la Capital Federal
(186.683), Santa Fe (118.950) y Entre Ríos (90.340). Los datos corresponden al 67 por
ciento de las urnas escrutadas, con un total de 1.345.703 votos en todo el país. La
proyección del número de electores para el 100 por ciento de las urnas en estos tres
primeros días de la Consulta es así de 1.989.140 votos.
El balance final de la consulta se dará a conocer hoy, a las seis de la tarde, en una
conferencia de prensa en el local de Rivadavia 1944.
El domingo ofreció postales de todos los sectores sociales. En la Capital Federal se vio
votar a caras conocidas, algunas previsibles como Mercedes Sosa o los actores Daniel
Fanego y Raúl Rizzo; otras que causaron cierto revuelo, como la jueza federal María
Romilda Servini de Cubría.
En los barrios más postergados de La Matanza, grupos de cartoneros se organizaron para
llevar la Consulta a sus vecinos, recorriendo calles y pasillos de villas y asentamientos con
la urna arriba de sus carros tirados a caballo. Ocurrió en Villa San Antonio, en la zona de
altos de Laferrere y en el asentamiento El Tambo, según repasó Luis D’Elía, de la
Federación de Tierra y Vivienda.
Los piqueteros abrieron 337 urnas en todo el partido y caminaron barrios (Villa Adriana, La
Loma, Don Juan, Independencia, San Cayetano) para invitar a votar a la gente casa por
casa.
En Concordia, la ciudad con mayor índice de desocupación de Entre Ríos, el padrón se fue
completando mientras a unas pocas cuadras se producía un nuevo saqueo a un
supermercado.
Vale la pena contar cómo se originó el disturbio: “El viernes, los presidentes de 16
comisiones vecinales de las zonas más pobres organizaron una jornada solidaria en la plaza
para pedir donaciones de alimentos para repartir en la Navidad”, relató Beba Tribulatti,
integrante del Frenapo local. “La convocatoria, sin embargo, no dio resultado. Ocurre que
los que tienen trabajo están sin cobrar y entonces nadie puede dar mucho. Los saqueos
empezaron después de que en esos barrios se viera que el festival había sido un fracaso y
que no habría bolsas de Navidad. Los (viene de página 3) supermercados donde la gente
entró para llevarse comida están cerrados hace mucho tiempo y todo el mundo sabe que
tienen mercadería adentro.”
El responsable de la Consulta en El Hoyo (Chubut), telefoneó a la sede central del Frenapo
el sábado:
–Bueno ya está, listo, anoten los resultados –anunció. –¿Cómo que ya está? –se fastidiaron
del otro lado de la línea–; la consulta termina el lunes, así que traten de mantener las urnas
hasta el final.
–Es que no vale la pena –se ufanó el chubutense–. Acá ya votó todo el pueblo. No quedó
nadie sin participar.
Con la Consulta en la Argentina se usa por primera vez un mecanismo de democracia
directa por una iniciativa que no fue convocada desde el Gobierno. Sin el respaldo del
Poder Ejecutivo, sin el apoyo de las mayorías en el Congreso y sin usar las maquinarias de
los partidos políticos, las mesas de votación se sostienen a pulmón, con el impulso de los
60 mil militantes del Frente.
La falta de grandes aparatos partidarios se nota a simple vista y si bien eso dificulta el
proceso (ayer, por ejemplo, hubo menos mesas que el viernes y el sábado), en todos los
puntos que recorrió este diario el detalle era rescatado como un dato positivo por los
votantes, casi sin excepción.
“En general, la mayoría de los que se acercan conocen la propuesta”, apuntó en el centro de
votación de la Costanera Sur Julio Gambina, de Attac Argentina, “pero los que no, quieren
saber antes de votar quiénes están detrás del Frenapo. Hay mucho insulto hacia la clase
política, la gente incluso se molesta al saber que, aunque éste es un frente no partidario,
algunos políticos lo apoyan”.
El Frenapo reúne organizaciones empresariales, universitarias, de trabajadores, de derechos
humanos, culturales. Lo integran también intelectuales, artistas y por supuesto, políticos,
como las diputadas nacionales Elisa Carrió, Alicia Castro, Marcela Bordenave, Graciela
Ocaña y sus pares Alfredo Bravo, Jorge Rivas y Patricio Echegaray.
Entre los representantes de los organismos de derechos humanos está la presidenta de
Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto; el del Centro de Estudios Legales y Sociales
Horacio Verbitsky; el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Por la Asamblea de
Pequeños y Medianos Empresarios, Francisco Dos Reis y Edgardo Form por el Instituto
Movilizador de Fondos Cooperativos.
Su planteo central es que el principal problema del país es la desigual distribución de la
riqueza que se produce. El Frenapo sostiene que la pobreza es la consecuencia de la
desocupación, y que la desocupación se ha convertido en el instrumento de
disciplinamiento social más fuerte, tanto en lo político como en lo cultural y económico.
“Económicamente –puntualizan– porque la desocupación sirve para sobreexplotar a los
ocupados, en lo social porque fractura a las familias y diluye a las organizaciones
populares; en lo político, porque ¿qué clase de ciudadanía es la que se ejerce en un país con
la mitad de la población viviendo por debajo de la línea de pobreza? En lo cultural,
finalmente, porque apela al terror de aquel genocidio que fue la hiperinflación se continúe
con este genocidio que es la planificación de la desigualdad actual.”
Los organizadores esperaban que la Consulta lograra un piso de un millón de votantes. Ya
lo duplicaron.

Hubo saqueos en dos provincias


Un supermercado quebrado, con las puertas cerradas y los depósitos llenos de comida.
Y, asu alrededor, cientos de personas que buscan alimentos.
Esa imagen basta para comprender el clima que se vivió
ayer en Entre Ríos y Mendoza, donde cientos de personas
volvieron a saquear comercios y pequeños negocios de
venta de alimentos. En la ciudad entrerriana de Concordia,
la convulsión social parece no tener fin: una de las tres
sucursales de la cadena Maxi Total fue tomada por “unas
800 personas”, según cálculos de la policía. Y en los
alrededores de la capital mendocina, unas 300 personas robaron supermercados y
almacenes de barrio. El incidente más grave se produjo en Las Heras, frente a un local de la
cadena Atomo, donde 70 personas quemaron cubiertas y arrojaron piedras mientras la
policía lanzaba gases lacrimógenos.
En Concordia, que padece un desempleo del 19,5 por ciento, grupos de indigentes rodearon
una sucursal de Maxi Total a la espera de que el síndico de la empresa quebrada permitiera
la entrega de carne, pastas, verdura y otros productos. “Ahí hay mercadería que se echa a
perder mientras nosotros nos morimos de hambre”, se quejaba un manifestante. La multitud
ingresó por la fuerza al comercio y se llevó gran cantidad de alimentos. La desesperación
de la gente pudo más que la policía, reforzada con destacamentos de Colón, San Salvador,
Federación y Villaguay.
En Mendoza, los hechos se sucedieron entre las 8 y las 18, en la periferia de la capital,
donde cientos de personas intentaron entrar por la fuerza a dos sucursales de Atomo en Las
Heras, un supermercado Vea en Godoy Cruz, y un mercadito de Guaymallén, donde 30
personas intentaron robar un supermercado y luego se llevaron pollos y huevos de una
granja avícola. En un intento por frenar la explosión, el gobernador radical Roberto Iglesias
anunció que hoy reforzará sus planes sociales.
El ministro de Trabajo, José Dumón, afirmó a Página/12 que “se estaba viendo la
posibilidad de usar planes Trabajar para descomprimir la situación”. Y adelantó que el
Gobierno “colaborará intensamente con los gobiernos provinciales”. Por su parte, el
intendente de Concordia, Hernán Orduna (PJ), culpó al modelo económico por los saqueos.
“Hay que cambiar la política económica nacional y dejarse de jorobar, porque ya no hay
más margen para la asistencia”, dijo. El intendente de Rosario, Hermes Binner (PSP-
Frepaso), aseguró que entre hoy y mañana se repartirán 20 mil cajas de alimentos a familias
indigentes, “la única medicina para la crisis”.

MARTES 18

EN QUILMES SE PRODUJO EL MAYOR CONFLICTO, CON PIQUETES PIDIENDO


BOLSAS
El reclamo de comida llega a Buenos Aires

El argumento siempre es el mismo: que no


tienen nada que poner en la mesa las próximas
navidades. Pero la novedad es geográfica. Los
reclamos por alimentos llegaron al Gran
Buenos Aires donde miles de personas
rodearon cuatro supermercados hasta que el
gobierno provincial les prometió planes Trabajar
y algo de comida. También hubo tensión en
Mendoza, Salta y Concordia y en Rosario la
policía se enfrentó con los indigentes.

Después de los saqueos del fin de semana, la situación es cada vez más frágil en
Concordia, Rosario y Mendoza, pero la novedad más importante es que los conflictos por
la falta de alimentos llegaron al Gran Buenos Aires. Grupos de desocupados se
concentraron frente a los supermercados Auchán, Makro, Vital y Carrefour de Quilmes, y
las protestas sólo se desactivaron mediante promesas de envío de comida y el pago de
planes Trabajar. Mientras tanto, el Ministerio de Desarrollo Social dispuso enviar 200 mil
kilos de comida para las zonas en conflicto, apostando a enfriar los ánimos.
En Concordia, escenario de copamiento de negocios durante los últimos días, dos mil
personas se instalaron en la playa de estacionamiento del supermercado Norte. La tensión
sólo comenzó a aflojar cuando el director de Asistencia Social provincial, Héctor Londra,
informó que 8 mil familias de la ciudad recibirán ayuda del gobierno entrerriano.
En Mendoza, los saqueos se evitaron a duras penas. En la capital provincial y en las
localidades de Las Heras y Guaymallén, la policía frustró los intentos de distintos grupos
que intentaron ingresar a los supermercados. Según fuentes policiales, hubo 15 personas
detenidas por estos hechos, entre los cuales están dos militantes peronistas vinculados a un
concejal de esa fuerza. En Salta, donde muchos recuerdan los piquetes de Tartagal y
General Mosconi, se redobló la presencia policial en los supermercados de la capital, y en
Rosario los pedidos fueron reprimidos a balazos (ver aparte).
El Ministerio de Seguridad bonaerense aseguraba manejar un informe de inteligencia que
advertía que se iban a multiplicar los reclamos por alimentos. El fantasma de los saqueos
asusta al Gobierno nacional, porque le recuerda los últimos meses de Raúl Alfonsín en
1989, pero también a Carlos Ruckauf. Además del informe que posee el ministro Juan José
Alvarez, el vicegobernador Felipe Solá negocia con los hipermercados la distribución de
bolsas de comida junto a la Corriente Clasista Combativa (CCC), para ahuyentar posibles
desbordes. Sin embargo, el problema se presenta con aquellos pobres no encuadrados en
esa organización.
Precisamente ayer fue la Coordinadora de Trabajadores Desocupados (CTD) Aníbal Verón
la protagonista de la protesta en Quilmes, ciudad gobernada por el aliancista Fernando
Geronés. Unas dos mil personas exigieron comida frente al supermercado Auchán. Luego
fueron al Carrefour de la Avenida Calchaquí, en donde permanecieron hasta el atardecer. La
CTD es un grupo mucho más intransigente que la CCC y que la Federación de Tierra y
Vivienda que conduce Luis D’Elía, a quienes aquella acusa de ser una “burocracia
piquetera”.
En Quilmes, recién cerca de las 20 una asamblea de los desocupados decidió aceptar la
propuesta tripartita hecha por la Nación, el gobierno bonaerense y los supermercados: que
se distribuyan entre los manifestantes 3 mil bolsones de alimentos frescos de 20 kilos cada
uno, y que el viernes se salden los pagos adeudados por los planes Trabajar.
“Es una situación gravísima la que se vive por la situación económica, por la recesión, en
resumen, por el estado de necesidades básicas que no están satisfechas”, dijo el sacerdote y
dirigente de la CTD Alberto Spagnolo.” Hace seis meses que venimos reclamando
alimentos y no tenemos respuestas a los reclamos; seguimos sin un plan alimentario en
serio”, agregó.
Pero el tema no está cerrado. “Si no se cumple con lo acordado, el miércoles estaremos con
el plan de lucha nuevamente en la calle”, señaló Spagnolo, y advirtió que “si el Gobierno y
la clase política siguen sin oír los reclamos de los pobres y los desocupados,
desgraciadamente, estamos yendo hacia estallidos sociales mucho más graves aún antes de
fin de año”.
En el Carrefour de Avellaneda, un distrito donde es intendente el frepasista Oscar Laborde,
cerraron sus puertas a las 18, ante la presenciade grupos de desocupados que también
pedían comida. Al levantarse la protesta en Quilmes, ellos hicieron lo mismo.
“Es muy difícil que tanto la provincia como la Nación cumplan con lo que pedimos”,
asumía un colaborador de la CTD. “Por lo tanto, lo más probable es que el miércoles
volvamos a reclamar”, decía, en sintonía con Spagnolo.
Por su parte, el Gobierno nacional observa con creciente preocupación el encadenamiento
de protestas. Saben que las deudas que todavía mantiene con las provincias es uno de los
causantes del problema. Ante ese panorama, el Ejecutivo apuesta a que el envío de comida
y la regularización de los pagos de los planes Trabajar puedan descomprimir la situación.
Además, confían en que la decisión de Domingo Cavallo de permitir extraer 500 pesos más
de las cuentas bancarias de sueldos inyecte efectivo y se calmen algo los ánimos.
Con los saqueos del fin de semana dando vueltas en el ambiente, el Gobierno apostó a la
promesa de enviar alimentos a las provincias en conflicto a través del Desarrollo Social.
Según informaron en esa cartera, Sartor dispuso mandar 200 mil kilos de comida a Santa
Fe, Entre Ríos y Mendoza. Precisamente ayer el ministro estuvo reunido por la tarde con el
gobernador mendocino, Roberto Iglesias, mantuvo contactos telefónicos con el mandatario
entrerriano Sergio Montiel, y hoy tiene previsto recibir al mediodía al santafesino Carlos
Reutemann.
El ministro de Trabajo, José Dumón, había revelado que las instrucciones de Fernando de
la Rúa son “colaborar codo a codo con las provincias que tienen problemas”.

Una misteriosa presencia militar


Los saqueos del último fin de semana, y los pedidos de alimentos en el Gran
Buenos Aires, ya inquietaron a los supermercadistas. Los máximos
directivos de la Cámara Argentina de Supermercados y de la Federación
Argentina de Supermercados se reunieron ayer, y según dejaron trascender
mostraron su “preocupación” ante el cuadro en todo el país. Hoy tratarán de
tomar una postura unificada para hacer frente a los reclamos, que, calculan,
se extenderán en estos días previos a las Fiestas. En Rosario, Página/12
estableció que la salida fue la integración de un comité de crisis con
representantes del gobierno nacional, provincial y municipal; miembros de
las fuerzas de seguridad, de Cáritas y otras instituciones intermedias,
además de propietarios de supermercados. Inexplicablemente participaron
oficiales del Segundo Cuerpo de Ejército, que no cumple ninguna función
de seguridad interna. Al hablar del resto de los participantes, el intendente
Hermes Binner destacó la conformación del comité de crisis porque “es una
demostración de la actitud madura que tienen las entidades representativas
de la ciudad para abordar el problema de acuerdo a la magnitud de la
realidad. En conjunto hemos decidido aportar a todos estos sectores que hoy
están padeciendo las mayores consecuencias de este sistema económico. Por
eso apelamos a todas las instituciones sociales porque tenemos que respetar
el padrón único de beneficiarios. Hay un acuerdo con los supermercadistas
para que ellos no entreguen la ayuda alimentaria en forma individual y sí lo
hagan en forma solidaria a través de los canales ya establecidos en la red
junto a las instituciones sociales”.

RESULTADO EN ROSARIO POR UN RECLAMO DE ALIMENTOS


Balas, tiros, piedras y un perro

Por José Maggi


Desde Rosario
Un reclamo barrial por entrega de alimentos en Empalme Graneros provocó ayer una
brutal represión policial. Los episodios ocurrieron a las 16 en Avenida de la Travesía y
Génova cuando alrededor de un centenar de vecinos de un asentamiento cercano quemaron
cubiertas y cortaronel tránsito. Los manifestantes, que se
habían congregado a las 11 ante una supuesta promesa de
entrega de bolsones, terminaron reprimidos ferozmente por
las fuerzas policiales, quienes dispararon sus armas con
cartuchos antitumulto y gases lacrimógenos. De la refriega
resultaron gran cantidad de heridos por balas de goma, uno
de ellos con 22 impactos en su cuerpo, y tres policías
lesionados por piedras, uno de los cuales además fue
mordido por un perro.
El delegado del Ministerio de Gobierno de Santa Fe, Osvaldo Turco, llegó hasta el lugar y
adelantó que informó al ministro sobre lo que definió como “excesos”. Y con brutal
sinceridad le dijo a Página/12 que estaba allí “para evitar que caguen a palos a la gente”.
Merced a su intermediación, pasadas las 18 llegaron camiones con 200 cajas de alimentos
de Promoción Comunitaria provincial, y otras 250 de la Secretaría de Promoción Social de
la Municipalidad.
En rigor la protesta había comenzado el viernes cuando un número similar de personas
cortó el tránsito en la misma esquina, para reclamar bolsones de alimentos. Pero en aquella
oportunidad la protesta no tuvo mayores resultados.
La gente se agolpó ayer nuevamente antes del mediodía, ante una supuesta promesa de
entrega, y los ánimos se fueron caldeando con el correr de las horas. A las 16, cuando el
choque cuerpo a cuerpo aparecía inevitable, todo se desmadró de golpe. Primero fue un
disparo al aire, pero los restantes fueron directo al cuerpo. Los efectivos hicieron
velozmente más de cien metros por Travesía persiguiendo mujeres, niños y adolescentes
que corrían en dirección al caserío de chapas. Los más osados respondieron recogiendo
piedras en su camino, que lanzaban a sus perseguidores. Pero cuando las mujeres llegaron a
los pasillos de la villa buscando resguardo, comenzaron a escucharse disparos de armas de
fuego. El sonido puso en jaque a los efectivos, que siguieron corriendo con gran velocidad
pero en dirección contraria, tratando de parapetarse en una construcción cercana en medio
de la avenida. Una camioneta ubicada a unos cien metros de frente al tiroteo terminó con
dos impactos en su carrocería.
En medio de la revuelta, tres policías debieron ser auxiliados por sus pares, lesionados por
la pedrada. Pero uno de ellos se llevó la peor parte. Cuando era arrastrado por sus
compañeros para recibir asistencia, un perro se prendió de su pantorrilla, que no soltó por
largo rato a pesar del esfuerzo de la víctima.
Desde el otro lado se contabilizó una veintena de heridos por los perdigones de goma. Uno
de ellos es Pablo, de 31 años, quien habita una vivienda en Juan José Paso y las vías. “Un
policía me pegó un tiro en la nuca con la escopeta y después me disparó de cerca, a menos
de medio metro, tres o cuatro tiros con el arma”, dijo. Lo acompañaba Carlos Mieres,
miembro de una cooperativa de cartoneros ubicada en Carrasco 2075, que el último viernes
organizó una protesta frente al Palacio de los Leones. “Estamos moviéndonos por las cajas
porque no queremos salir a saquear ni nada eso, porque sino puede pasar esto”. Otro dato
que revela la dimensión de la crisis es que de las 70 cajas logradas tras la marcha de
protesta, solo veinte llegaron a manos de los cirujas, “porque había gente desocupada que
esperó el camión y se llevaron el resto”, reveló Mieres.
Luego de la feroz represión se hizo presente Osvaldo Turco, delegado del ministro Lorenzo
Domínguez en Rosario. El funcionario tuvo que escuchar los reclamos a viva voz de las
mujeres que habían sufrido losimpactos de perdigones en su cuerpo, y los efectos de los
gases lacrimógenos. También plantearon la libertad de dos jóvenes detenidos durante la
revuelta.
Una hora después llegaron los bolsones de comida, de la provincia y la municipalidad.
Fueron 250 cajas, que forman parte de las 20 mil que se comprometieron a donar empresas
privadas de Rosario.
MAS DE 2.700.000 VOTOS OBTUVO LA CONSULTA DEL FRENAPO
El “urnazo” que nadie esperaba

La Consulta Popular por un seguro de


empleo que organizó el Frenapo logró una
respuesta que sorprendió incluso a sus
organizadores, que ya preparan asambleas
en todo el país.

Por Laura Vales

Más de dos millones 700 mil personas se pronunciaron en favor de la creación de un


salario de ciudadanía para enfrentar la desocupación, la pobreza y la recesión económica.
Así lo anunció ayer el Frente Nacional contra la Pobreza, luego de cerrar la última urna de
la Consulta Popular que se realizó desde el viernes hasta ayer en todo el país. La iniciativa
sometió a votación una propuesta para la creación de un seguro de desempleo, de una
asignación universal por hijo y otra para los jubilados que carecen de cobertura. Fue la
primera vez en el país que un instrumento de democracia directa se utiliza sin el respaldo
del gobierno ni el apoyo de los aparatos de los partidos políticos; el nivel de respuesta en la
sociedad ayer sorprendió hasta a sus propios organizadores.
“La gente se apropió de las ganas de votar”, consideró el secretario general de la CTA
Víctor De Gennaro, uno de los fundadores del Frenapo, cuando se conocieron las cifras de
la votación.
Según el recuento preliminar (en base al 64 por ciento de las urnas escrutadas) votaron en
todo el país 1.755.249 personas entre el jueves, viernes y sábado. El total proyectado es así
superior a los dos millones 700 mil electores. Como el cálculo no incluye a quienes se
acercaron a votar ayer, la cifra final va a ser incluso superior. Los datos definitivos se
conocerán en el transcurso de la semana.
“Quizás nuestro mérito”, agregó ayer De Gennaro, “es haber posibilitado frente a tanta
mediocridad política plantear el verdadero problema de los argentinos que es la
desocupación y la pobreza”.
A modo de primera lectura sobre los resultados de los cuatro días de votación, en el
Frenapo consideran que hubo dos cuestiones claves que resultaron atractivas para los
votantes. La básica es esta de haber identificado a la desocupación y a la pobreza como
tema prioritario, pero en segundo lugar en todo el país fue notorio que la gente adhirió a la
propuesta en la medida en que comprobaba el tipo de organización que la sostiene, de
carácter multisectorial y transversal y desvinculada de los partidos.
Incluso la falta de recursos y las dificultades para montar la votación (se imprimieron pocas
boletas, hubo lugares donde quedaron mesas sin abrir por falta de militantes), agregaban
anoche a este diagnóstico, fue visto con simpatía por los ciudadanos.
Para el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky el
nivel de participación registrado evidencia que la Consulta fue apoyada por sectores de la
sociedad a los que habitualmente no llega el voto de centroizquierda. “Es la primera vez
que una propuesta de transformación progresista supera la barrera del millón y medio de
votos”, señaló ayer.
Incluso si se comparan con los resultados de las últimas elecciones el resultado es
impactante. Los dos millones 700 mil votos del Frenapo superan a los que obtuvo el PJ a
nivel nacional, en una elección marcada por la desilusión política, y con los que recuperó la
mayoría en las dos cámaras del Congreso.
El paso siguiente del Frenapo será realizar asambleas en todas las provincias con la
participación de su mesa nacional. Luego habrá un encuentro nacional, en febrero, para
definir medidas concretas.
El objetivo del Frente es que ningún hogar quede por debajo de la línea de pobreza, que el
INDEC establece en 500 pesos de ingresos mensuales para una familia tipo de matrimonio
con dos hijos menores. Para esto propone la creación de un seguro de empleo y formación
de 380 pesos para cada jefe y jefa de hogar desocupado, una asignación universal de 60
pesos por hijo menor de 18 años y una asignación de 150 pesos para los jubilados sin
cobertura. Las medidas que defina su asamblea estarán directamente ligadas a conseguir la
implementación de estos tres instrumentos.
Apenas el recuento esté terminado se pedirán entrevistas, además, ante todas las instancias
nacionales, provinciales y municipales del país. Laintención es que, de Fernando de la Rúa
para abajo, todos los niveles de gobierno reciban el reclamo para que no se apruebe el
presupuesto 2002 y se derogue la ley de déficit cero. El Frenapo rechaza también el
mantenimiento de los superpoderes y plantea que la concertación debe consistir en un
nuevo compromiso federal para enfrentar el desempleo y la desigualdad.

LA LECTURA DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD SOBRE LOS SAQUEOS


Los policías creen en la bronca

Los encargados de reprimir los conatos de


saqueos aseguran que detrás de la gente no
hay organizadores políticos sino hambre.

Por Raúl Kollman

Las fuerzas de seguridad e inteligencia reconocen que la gran parte de los saqueos y de los conatos de
saqueos de estos últimos días se deben fundamentalmente a la bronca y el malestar por la situación
económica y la falta de dinero. De todas maneras aducen que en el sur del Gran Buenos Aires y en Rosario
aparecen “canalizando a la gente muchos de los dirigentes de siempre, de los que reclaman planes Trabajar
No vemos que hagan negocio económico con esto, lo que hacen es proselitismo político. En Concordia, en
cambio, el movimiento que se llevó alimentos de un supermercado fue caracterizado como “muy
espontáneo, sin ninguna organización. Era una empresa en quiebra y los vecinos, desesperados, vieron un
boquete y se metieron a agarrar lo que había. Eso sí, estaba el Chelo Lima, aquel que hizo la payasada junto
a la sargento Pato fingiendo que era un guerrillero en el monte entrerriano. Estaba en el saqueo, pero no
tuvo ninguna influencia”. También –según las fuerzas de seguridad– fue distinto lo de Mendoza donde
resultaron detenidos dos matones ligados al PJ. Por supuesto no faltan en el Gobierno los que hacen una
lectura lineal: los líos son en Mendoza y Entre Ríos, provincias con administración aliancista y en Santa Fe
donde está Carlos Reutemann, que no quiere elecciones ya. Obviamente sugieren que Ruckauf o alguno de
sus adherentes está detrás de las movidas.
Para las fuerzas de seguridad, los hechos que se produjeron desde el viernes significaron un alerta y un
síntoma que consideran más que peligroso. Las órdenes que llegan desde la Casa Rosada y los gobiernos
provinciales son “negociar, negociar y negociar, no hacer demostraciones de fuerza y evitar cualquier
enfrentamiento. Y además, por sobre todo, tener las fuerzas en el lugar antes que lleguen los saqueadores,
para evitar males mayores”. Ayer a la tarde se dio un hecho inédito: un fiscal bonaerense le ordenó a la
empresa Carrefour cerrar su supermercado de Quilmes para evitar un posible saqueo.
En el Gran Buenos Aires, sobre todo en la zona sur, hubo que negociar durante horas frente a los
supermercados Makro, Vital, Auchán y Carrefour. Conducían el piquete hombres del Movimiento de
Desocupados Aníbal Verón una organización que, según las fuerzas de seguridad, se escindió del
Movimiento Teresa Rodríguez cuando tomaron una sucursal del Banco Provincia. El Aníbal Verón es un
grupo fuertemente politizado, más de izquierda que peronista y una mezcla de desocupados con gente de
clase media. Ayer las negociaciones duraron horas, aunque el eje de las tratativas fue el pago de planes
Trabajar que se les deben desde hace rato. En el marco de esos diálogos, los piqueteros pidieron 600
toneladas de comida, una cifra sideral, por lo que los supermercados presentes se retiraron de la mesa. Al
final, hubo un compromiso de la Provincia de Buenos Aires de pagarles los planes Trabajar y los
supermercados les entregarían algo de comida el sábado.
En Mendoza se da un caso conflictivo: fueron detenidos dos matones -Humberto “Chango” Carrera y
Carlos Farías– relacionados con dirigentes del PJ y empleados de la municipalidad de Las Heras. En
principio se los acusó de ser autores intelectuales de los saqueos e incluso se los vinculó, a través del
diputado nacional Guillermo Amstutz con la corriente que lidera Ruckauf. Con el correr de las horas, el
gobernador Roberto Iglesias dijo que el diputado no tuvo nada que ver y que incluso intercedió para frenar
los saqueos. De todas maneras, el papel de los matones nunca quedó claro, aunque hay que agregar que
hubo sucesos en al menos diez lugares distintos de Mendoza, producto de que en los cajeros automáticos n
había ni billetes ni bonos ni nada.

EL INTENDENTE DE CONCORDIA, EL PERONISTA HERNAN ORDUNA


“Salió a saquear gente desesperada”

Por Romina Calderar

Concordia es una ciudad de 150 mil habitantes de los cuales 50 mil están desocupados o subocupados.
El sábado a las dos de la tarde, un grupo de gente entró al supermercado Maxitotal, que cerró hace tiempo,
para llevarse la mercadería almacenada. Como allí no había muchas cosas, el grupo siguió viaje a otra
sucursal de la empresa. El domingo fueron a un supermercado Norte, y como allí pudieron hacer poco y
nada porque el personal de seguridad estaba advertido, se metieron en los almacenes de barrio. Los
comerciantes tenían armas y se produjo una balacera que milagrosamente no produjo ninguna muerte. “Yo
me la veía venir y ya le había dicho al gobernador, Sergio Montiel, que iba a haber estallidos. El dijo que
no. La única salida ahora es cambiar la orientación de la política económica”, dijo a este diario el peronista
Hernán Orduna, intendente del distrito.
–¿Qué balance hace de los saqueos?
–Para usar una frase que está de moda, ésta es una pelea de pobres contra pobres. El domingo hubo un
tiroteo entre la gente que pedía comida y los dueños de los almacenes de los barrios más humildes, que
salieron a defenderse. No hubo heridos, pero fue una noche pesada. La mayoría de la gente que salió a
saquear es gente desesperada, que está sin laburo, pero todos los malandrines también aprovecharon la
volada y quedaron contentos. El domingo, Norte empezó a correr la bola de que iban a repartir bolsas y
ayer se distendió un poco la cosa. Terminaron entregando mil.
–¿A quién responsabiliza de esta situación?
–Hay una base material objetiva que tiene que ver con la desocupación feroz que hay en Concordia. Hay
ocho mil jefes y jefas de familia que son trabajadores de la fruta. Y gracias a la Convertibilidad no se
exporta nada. El programa alimentario UNIDOS, que debería llegar mensualmente, lo recibimos salteado. A
los municipales les debemos los sueldos de setiembre, octubre y noviembre porque no entra un mango. La
matriz de hambre es real. Y es el producto de un modelo que viene desde 1976.
–¿Cómo cree que se puede solucionar esto?
–En lo inmediato, la proximidad de las fiestas es un elemento muy fuerte: el gobierno tiene que enviar
ayuda alimentaria para esa fecha. Y en el corto plazo hay que cambiar la orientación de la política
económica. Eso es más profundo que devaluar o dolarizar. Acá hay que dejar de lado la especulación,
cobrarles impuestos a las empresas que más dinero ganan. Pero estos radicales...
–¿Usted cree que los radicales no saben gobernar?
–Yo creo que hay que cambiar la orientación de la política económica y formar un frente político y social.
–¿Qué opinión tiene de la consulta popular que realizó el Frente Nacional contra la Pobreza (FRENAPO)?
–Creo que fue una propuesta brillante que va en el camino correcto. Nosotros fuimos el primer municipio
que adhirió a la consulta.
–¿Cómo reaccionó el gobernador Sergio Montiel frente a los saqueos?
–Yo le había adelantado al gobernador el lunes de la semana pasada que iba a haber un estallido. Y el dijo
que no, que no creía que eso fuera a ocurrir. Y ocurrió. Montiel reaccionó, ayer me reuní con el ministro de
Acción Social, con gente de la Pastoral Social. Acá no hay margen para peleas. Sería suicida y miserable.
Tratamos de distribuir lo que hay.

MIERCOLES 19

Ruckauf tironeado entre los que piden y los que saquean

En el gabinete bonaerense están


expectantes por la actitud de la
gente que se agolpa en las
puertas de los supermercados.
Tratan de repartir comida para
disuadir saqueos.
El vicegobernador Felipe Solá
está gestionando el reparto de
comida para evitar saqueos.
Por Laura Vales

El funcionario escucha el informe sin un comentario, se remueve en su silla con el aire de quien acaba
de recibir una noticia incómoda y pregunta cuántos son.
–Unas 400 personas, de nuevo en Quilmes –le dicen del otro lado.
–¿Qué hacen?
–Están dando vueltas, caminan. Hay movimiento, mujeres con chicos y nos pareció mejor tenerlo al tanto.
–¿Pero hacen algo? –insiste el de traje con la vista fija en la cucharita del café.
–Por ahora sólo caminan.
–Avíseme si pasa algo más.
El hombre tiene cargo de ministro en la provincia de Buenos Aires y un diagnóstico sobre los saqueos y
pedidos de comida. “Esto no es como en el ‘89”, dice a Página/12; “aquélla fue una crisis de coyuntura, en
cambio ahora hay una situación estructural”.
Ayer en el conurbano hubo nuevos pedidos de alimentos a los supermercados y un saqueo, el primero que
se produce en la provincia. A la mañana unos 60 vecinos de la villa 9 de Julio (en San Martín) cruzaron la
calle que separa el asentamiento de la zona asfaltada y pidieron comida en el local de la cadena Dia%. El
encargado del lugar les pidió que volvieran a las tres de la tarde con la promesa de que la casa central de la
firma le mandaría “un camión de mercadería”. A las tres, al ver que el camión no aparecía, los del negocio
intentaron bajar la persiana y los vecinos se abalanzaron para impedirlo.
Algunos consiguieron entrar y manotear las primeras góndolas. En el forcejeo, una fila de botellas terminó
por el piso mientras el encargado de seguridad llamaba a la policía; cuando se escucharon las primeras
sirenas la gente abandonó el supermercado.
Se reagruparon a cuatro cuadras, en el negocio que todos identifican como “el de los chinos”. Pero en la
puerta ya estaba apostada la policía y después de unos minutos la manifestación se desarmó.
Al mismo tiempo en San Miguel 200 habitantes de la Villa Mitre llegaban hasta la esquina del Disco de la
zona; hubo ladrillazos contra la custodia. Frente al Carrefour de San Isidro se reunieron otras 300
personas.
¿Son grupos organizados? En realidad, lo que preocupa a los funcionarios es que empezaron a verse
algunos que no. En los primeros reclamos de la semana (como el que se vio el lunes en Quilmes, por
ejemplo, del Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón) participaron efectivamente grupos
organizados, “aunque acompañados por una cantidad importante de gente más inorgánica”.
Se trata de organizaciones de piqueteros que por ser más recientes o todavía no muy numerosas, no
consiguen garantizarse el pago a término de los planes de empleo o la llegada de bolsas de alimentos desde
el municipio. Pero ayer, el primer saqueo fue protagonizado directamente por vecinos que “no respondían
a nadie” y que posiblemente por esto tengan poca experiencia en negociar con la policía, con los
comerciantes o los fiscales.
Para el conurbano la estrategia ante el conflicto social será intentar redoblar la asistencia y apoyarse en los
intendentes. En La Matanza, Alberto Balestrini prepara contra reloj una caja de Navidad, en un trabajo
conjunto con el consejo de emergencia económico que integran todos los partidos políticos, la iglesia, los
empresarios y los piqueteros. “Estamos tratando de llegar a 10 mil familias que hoy no reciben nada.
Queremos que el 24 a la noche puedan tener una cena decorosa, aunque sea de fideos con tuco”, dijo ayer
el intendente a este diario.
También se multiplicaron las gestiones para que los beneficiarios de los planes de empleo puedan
cobrarlos esta semana, algo que parece bastanteprobable con el Plan Barrios, que se paga en patacones,
pero más complicado con los Trabajar.
En La Plata consideran que “los que están saliendo a pedir comida ni siquiera son los más pobres de entre
los pobres, sino los más articulados”, y la pregunta que se hacen todos es qué va a pasar con los que no. En
el Ministerio de Seguridad que conduce Juan José Alvarez se ha ordenado a la policía que sostenga al
máximo una actitud de diálogo con los manifestantes mientras el vicegobernador Felipe Solá y el ministro
de Trabajo Aníbal Fernández intentan armar un colchón de asistencia que distribuirían esta semana. Todos
se muestran convencidos, sin embargo, de que esto no es lo del ‘89 y nadie está seguro de que el conflicto

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