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Escuela Colombiana de Ingeniería

Programa de Economía
Principios de Economía
Taller N°1

1. En la siguiente tabla se presenta las cantidades ofrecidas y demandadas para cada nivel de precios por
chocolatinas.

Cantidad demandada Cantidad Ofrecida


Precio pesos
(Millones de Paquetes) (Millones de Paquetes)
$200 180 60
$400 140 100
$600 100 140
$800 60 180

a. Trace la línea de oferta y demanda encuentre la cantidad y precio de equilibrio


b. Suponga que el precio de las chocolatinas es de $700, describa la situación del mercado de chocolatina y
como se ajusta al precio
c. Suponga que el precio de las chocolatinas es de $300, describa la situación del mercado de chocolatina y
como se ajusta al precio.
d. Si un incendio destruye la fábrica de chocolatina y la cantidad ofrecida de cada artículo para cada nivel de
precios disminuye en 40 millones de paquetes explique e ilustre lo que sucede en cada mercado
e. Encuentre la Ecuación de Oferta y Demanda

2. Consideremos una política pública en contra del consumo de cigarrillo:


a. Algunos estudios indican que la elasticidad precio de la demanda de cigarrillos es 0,4. Si un paquete de
cigarrillos cuesta cerca de $3.000 y el gobierno quiere reducir el consumo de cigarrillos en un 20%
¿Cuánto debe aumentar el precio?
b. Si el gobierno aumenta permanentemente el precio de los cigarrillos ¿tendrá ahora la política un efecto
mayor en el consumo de cigarros en un año o en cinco años?
c. Los estudios muestran que los adolescentes tienen una elasticidad mayor que los adultos, ¿por qué será
verdad esto?
d. Tras analizar la siguiente noticia utilice el modelo de mercado en competencia perfecta para analizar
gráficamente, la situación que el cierre de la frontera con Venezuela ha dejado sobre mercados como el
de: Estaciones de servicio, Supermercados u Hoteles. Desarrolle el análisis de por lo menos dos de estos
mercados.
Por Redacción portafolio.co
Creado 2016-02-18 07:07

Con dificultad, Cúcuta aprende a vivir sin Venezuela

Última actualización - 7:07 am


A seis meses del cierre de la frontera, la región necesita infraestructura y reformas de fondo para atraer más
actividades productivas.

¿Del hermano Maduro o del hermano Santos? preguntan los dueños de los pequeños locales en la frontera colombo-venezolana, en el área
de Cúcuta, para dejar claro que ya todo lo que venden no es de contrabando de Venezuela, sino que también hay artículos colombianos.
A eso los llevó la medida del presidente venezolano Nicolás Maduro al ordenar el cierre de la frontera, hoy hace seis meses.
Un balance agridulce para los habitantes del área metropolitana de Cúcuta. Sectores económicos que ganan, otros que pierden, otros que se
sostienen, desempleo que aumenta, informalidad que se incrementa, pobreza al alza, inflación no vista hace muchos años, una ciudad
autosostenible con un circulante que no crece: ese el panórama que se vive en el área metropolitana de Cúcuta, en la cual residen casi un
millón de habitantes.
Las actividades económicas que antes ganaban, ahora subsisten o pierden: carbón, hoteles, restaurantes, transporte, casas de cambio y
agencias de aduanas. Las que antes apenas subsistían, ahora ganan: sector agropecuario, estaciones de servicio, supermercados.
Otros como la industria textil y de calzado, que deberían incrementar sus ventas, sobreviven por la falta de circulante.
Las estaciones de servicio han sido las más beneficiadas, pues pasaron de vender 4,1 millones de galones al mes (cupo para el
departamento) a lo que denominan la demanda real de la ciudad (casi 13 millones de galones).
Lo que quiere decir que las dos terceras partes del combustible que se consumía en la ciudad (unos ocho millones de galones) llegaban
desde Venezuela.
Otro sector que vive una época dorada es el de víveres y abarrotes, compuesto por supermercados, tiendas de barrio y plazas de mercado,
cuyas ventas aumentaron 20 por ciento en promedio.
El sector agropecuario ha sido otro de los grandes beneficiados. Andrés Hoyos, presidente del Comité Departamental de Ganaderos de
Norte de Santande, afirma que el gremio arrocero está vivendo una bonanza, pues la arroba de arroz se vende a 17.000 pesos cuando antes
del cierre de la frontera costaba 10.000 pesos.
“El 80 por ciento del arroz que se consumía en la ciudad era venezolano, ahora los 1,2 millones de toneladas que se producen se venden en
el área metropolitana”, agrega.
Otra cosa diferente sucede con la carne, ya que el sacrificio de ganado no ha aumentado como se preveía. Antes del cierre de la frontera se
sacrificaban unas 30 reses, de las 425 que se consumen en la ciudad diariamente. “Ahora el promedio es de 55 reses diarias”, afirma Hoyos.
Esto también se nota en el precio de la carne en las plazas de mercado, en donde el kilo cuesta 10.000 pesos y no los 19.000 que vale en
cualquier ciudad colombiana. Lo mismo que el ganado en pie, que se comercia a 3.000 pesos el kilo y no a 4.200 pesos, el promedio de
todo el país.
Aunque en general son tiempos difíciles para la región, pues los que sufren son los miles de informales, como los ‘pimpineros’,
bachaqueros, mototaxistas y cambiabolívares, que de un día para otro se quedaron sin el sustento diario, los gremios de la ciudad
manifiestan que la actividad económica se ha mantenido con el circulante que quedó después del cierre de la frontera.
“Porque al contrario de siempre, el dinero fluye y se mantiene en la ciudad, no se va para Venezuela”, sostiene Andrés Hoyos.
Pero le piden al Gobierno Nacional que invierta rápidamente en obras de infraestructura en la región con el fin de generar más circulante y
evitar que este se agote.
Otro aspecto positivo es que antes del cierre de la frontera nadie se imaginaba en la ciudad que Cúcuta sobreviviría sin Venezuela, y está
costando, pero lo está haciendo, aunque falta mucho por hacer y ajustar para que la independencia sea mayor.
LOS SECTORES QUE NECESITAN AYUDA
Uno de los sectores más afectados por el cierre de la frontera sigue siendo el carbón, del cual se exportaban 120.000 toneladas mensuales
por Venezuela.
De ese total, solo ha sido posible sacar unas 40.000 mensuales a través de Colombia, “para lo que se necesitan apenas unos 1.400
trabajadores, de los 4.000 que había antes para producir solo ese carbón”, explica Jaime Rodríguez, presidente ejecutivo de la Asociación
de Carboneros de Norte de Santander (Asocarbón).
Otro gremio que se quedó literalmente sin negocios fue el de las casas de cambio, cuyos negocios casi que desaparecieron al caer 97 por
ciento.
Juan Fernando González, presidente de Asocambios en Cúcuta, revela que se han perdido unos 200 empleos y algunas han cerrado, pero
que todos están aguantando a pérdida a que vuelvan a abrir la frontera.
Los hoteleros también han visto bajar los niveles de ocupación de un promedio de 45 por ciento a 30 por ciento. “La situación es
preocupante porque ya no hay venezolanos que vengan de paso ni colombianos que vengan a hacer negocios”, opina Alexander Trujillo,
gerente del hotel Casino Internacional de la ciudad.
Lo mismo que restaurantes y agencias de viajes, comercio que no ha podido recuperar sus niveles de negocios.
Pedro Vargas Núñez
Subeditor Portafolio
Cúcuta

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