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ANGELES LOPEZ

FEDERICO SABATTNI
N3
CAPITULO 2
DEL RECONOCIMIENTO DE LAS IMAGENES.
LA MEMORIA Y EL CEREBRO.

Bergson a lo largo del capitulo introduce el tema de las relaciones entre la memoria
y el cerebro, la cual lleva a cabo en tres parte;

En primer lugar distingue dos clases de memoria de diferente naturaleza: una


memoria corporal y una independiente del cuerpo, los cuales desarrolla mediante
un ejemplo que consiste en el aprendizaje de una lección.

En el desglose del aprendizaje que Bergson realiza, muestra los diferentes


caracteres que el acto presenta. Poniendo en primer lugar la adquisición de un
recuerdo, de un saber objetivo: El recuerdo de la lección aprendida de memora, lo
cual posee los caracteres de un habito.

Pero en el proceso de adquisición de este resultado se genera una multiplicidad


de recuerdos, cada una de las lecturas realizadas para llegar a memorizar la
lectura.

Bergson se empeña en diferenciar estos actos, y así como arriba menciono


clasifica el acto de lectura como un habito, similar a los demás hábitos del cuerpo,
ya que el acto mismo ha exigido primero la descomposición y luego la
recomposición de la acción total. Y contraponiendo por otro lado, las diferentes
lecturas como un acontecimiento de su vida singular e irrepetible, describiéndolo
como un acto que tiene como esencia llevar fecha y en consecuencia el no poder
repetirse.

En segundo lugar se aboca al modo de reproducción que aún hace aun más
evidente diferencia existente entre ambos, una diferencia de naturaleza;

Diciendo así que el recuerdo de la lectura determinada es solo una representación


y solo eso, sostenida por una intuición del espíritu la cual puede alargar o acortar a
su antojo determinado una duración arbitraria.

Y por el contrario, el recuerdo de la elección aprendida exige un tiempo


determinado. Este ya no se trata de una representación, si no de una acción.

De la oposición entre estas dos memorias, establecida a partir de sus respectivos


mecanismos de adquisición y de reproducción, Bergson también expone la
diferencia entre su significación objetiva y su función práctica:

Las imágenes-recuerdo que constituyen una experiencia individual y subjetiva. Y


su puesta en práctica, será representativa e intelectual en sentido propio.

En cambio los mecanismos montados sobre el cuerpo constituyen una


experiencia meramente pragmática, de un orden riguroso y sistemático. Ademas,
las califica a estas dos memorias como una memoria que imagina y otra que
repite, diciendo que la segunda puede suplir a la primera e incluso dar la ilusión de
ella.

En segundo plano, expone la distinción de ambas memorias en el acto del


reconocimiento;

En primer lugar, el reconocimiento habitual, automático o por distracción, como


dice Bergson. Es un reconocimiento en el que las imágenes-recuerdo, aún
estando de alguna manera presentes no juegan el papel principal. Conquistada a
través del esfuerzo, permanece bajo la dependencia de nuestra voluntad. La otra
modalidad del reconocimiento: el reconocimiento atento.

En él las imágenes, los recuerdos van a pasar al primer plano. Esto no significa
que estén totalmente ausentes del conocimiento automático, al contrario: los
esquemas que continúan la percepción son como formas o cuadros en los que
pueden alojarse determinados recuerdos que guardan con aquellos una similitud
de estructura.

La diferencia entre el reconocimiento automático o por distracción y este ultimo es


la importancia que las imágenes-recuerdo tienen en él, al insertarse en el esquema
motor de forma regular y consciente y no por azar e involuntariamente como en el
anterior. En ambas, el esquema motor es el cerebro, juega un papel de mediador.

Siguiendo mas adelante, Bergson plantea la distinción entre sonido y sentido en el


lenguaje articulado. La cuestión según B. Es la de saber como el conocimiento de
una lengua, que no es mas que un recuerdo puede modificar la materialidad de
una percepción presente, y hacer oír actualmente a unos lo que otros en
condiciones físicas no oyen. Para lo cual él dice que para que el recuerdo sea
evocado es necesario que el oido oiga la palabra.

La duda a la cual apunta no es solo el como podemos distinguir los sonidos si no


también como somos capaces de captar el significado que llevan.

En cuanto a la primer duda de como es que podemos captar la percepción


distintas de los sonidos, Bergson plantea que tal acto requiere de una memoria la
cual consta; en una coordinación de las tendencias motrices de los músculos de la
voz a las impresiones del oído, un perfeccionamiento del acompañamiento motor.

Esta memoria tiene una finalidad doble; la de registrar una estructura o esquema
que contenga virtualmente el detalle fonético de la palabra escuchada y
reproducirla o articularla, una vez alcanzado el necesario nivel de
perfeccionamiento, de una manera completa y actual.

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