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Universidad Mariano Gálvez de Guatemala

Campus de Salamá, Baja Verapaz.


Facultad de Contaduría Pública y Auditoría
Matemáticas I
Ing. ANGEL RENE CORDON ADQUI.

Tema. El hombre que Calculaba


Capitulo XIX al XXV.

Nombre. Mynor Alexander Misael Raxcacó Pangan


Carné. 2432 19 12447
Firma

Fecha. 28/03/2019
“El Hombre que Calculaba”
CAPÍTULO XIX
El elogio que hizo Beremiz de la ciencias hindú, recordando algunas páginas de la
historias de las matemáticas con la cual impresiono al príncipe Cluzir schá. El príncipe
narra uno de los problemas no cita por Beremiz. La cual es, habían tres marineros que
habían sido recomenzados por sus valioso esfuerzo y trabajo de poder sobrevivir en la
mar con una gran tempestad evitando las fuetes olas, los mismos recibieron una cantidad
de monedas que no es menor a dos cientos y no superior a tres cientos, las guardaron en
una caja y al día siguientes se las darían, aconteció que el primer marinero se despertó en
la noche y se acordó de las monedas y pensó que sería mejor tomar su parte así ya no
tendré que discutir con mis compañero, tomó el cofre y con justicia dividió las monedas
entre tres, la división era inexacta y sobraba una moneda que la tiró al mar para que no
hayan discusiones volvió sigilosamente; unas horas más tarde el segundo marinero se
levantó y pensó lo mismo fue y tomó el cofre, y dividió las monedas entre tres, la división
era inexacta y sobraba una moneda que la tiró al mar y curiosamente el tercero también
luego se levantó a escondidas, dividió las monedas entre tres, la división era inexacta y
sobraba una moneda que la tiró al mar, al día siguiente llegando a su destino el cobrador
de impuestos encontró un puñado de dinero en la caja y procedió a repartirlas la cual igual
fue inexacta y procedió él se quedó con una moneda y los mismos con cantidades iguales.
La pregunta es ¿Cuántas monedas habían? Y ¿Cuántas le tocaran a cada marinero? El
hombre que calculaba, procedió y respondió que en principio les dieron un total de 241,
la reaparición entre ellos mismos y el que dividió el cobrador de impuestos fue la
siguiente. El primero le correspondió un tota l de 103 es segundo 76 y el tercero 58
monedas, 1 le correspondió al cobrador de impuestos y las 3 que fueron arrojadas al mar.
El príncipe le dio una medalla de plata a Beremiz por darle una explicación a un problema
q parecía no tener.
CAPÍTULO XX
Beremiz da su segunda clase, donde la esperaba su alumna invisible, para ello le
fue necesario darle a conocer cómo fue que aparecieron los numero por lo mismo las
necesidades del hombre fue buscando maneras y formas de lleva un control de los bienes
que posee por ellos surge la necesidad de tener conocimientos de unos numeros hasta los
pajaritos pueden contar sus huevos como distinguir entre dos y tres. Prosiguiendo le
comento que el más antiguo sistema de numeración es el “Quinario” luego el sistema de
base 20, esto se aplicó en varios pueblos. Luego el sistema de base diez que surge a través
de los dedos de las manos hasta hoy en día, también apareció la numeración Romana
hasta la actualidad; la necesidad de los hombres de temer un forma de contar, o sea llevar
un sistema contable ya sea para contar las ovejas que tenga, hasta hacer complejos
cálculos y así dio por finalizada la clase.
CAPÍTULO XXI

Al paso del tiempo la alumna invisible había hecho extraordinarios progresos en


las últimas semanas. Ya conocía cuatro operaciones con los números, los tres primeros
libros de Euclides y calculaba con fracciones de numerador 1,2 y tres. Cierto dia por la
tarde llegaron unos soldados con orden de Visir que necesitaba urgentemente a Beremiz
para la solución de un problema. Llegando al de Visir Maluf, le conto lo siguiente;
Anteayer paso un incendio en la cárcel, mucho de los presos sufrieron por las llamas. Por
ello el rey ordeno que todos los presos se les perdonaran tal condena o reducir la mitad
del mismo. Pero entre todos ellos ay uno que tenía cadena perpetua y poer ello como se
podría calcular la mitad de la vida, Respondió Beremiz de manera cautelosa y prudente;
Es posible que la X de la vida de Sanadik este calculada por el destino en la pared de la
celda condenado, entonces el rey Visir Maluf tuvo el que aceptar propuesta he ir a visitar
dicho condenado a la cárcel.

CAPÍTULO XXII

La prisión de Bagdad parecía una gran fortaleza persa o china ya en ello, Beremiz,
camino al subterráneo de dicho lugar acompañados por el carcelero y por dos guardias,
los mismos llevaban una gran luz que permitían ver todos los rincones de las carceletas
que se daban cuenta de las terribles condiciones que vivían las personas que permanecían
en ese lugar al momento de llegas hasta la celda de Sanadik. Se toparon con escritos en
las paredes y toda clase de maldiciones, ya de regreso en el palacio del Visir en cual
esperaban la respuesta, el calculista dijo que la división que pedía era imposible, porque
no se sabría exactamente cuánto tiempo viviría preso y cuánto tiempo le tenía de vida. Él
recomendó que fuera necesario dejarlo en libertad vigilada así sucesivamente. Hasta que
el visir ordeno dejarlo en libertad y se cumpliera lo que el calculista informo.
CAPÍTULO XXIII
Beremiz, recibe una inesperada visita del príncipe Cluzir Schá. Cuando ello pasaba
por la ciudad llamo toda la atención de los que vivían en ella ya que iban en jinetes bien
armados con ropas de buena túnica etc. Ese príncipe llego a ver el calculista y/o hacerle
unas propuestas diciéndole que desde que tuvo el prestigio de oírle en casa del poeta
Iezid, se convenció que fuera de gran ayuda que ocupase algún cargo para él, para que sea
su secretario o Director del observatorio de Delhi. Si aceptaba dicho cargo se tendría que
ir junto a él. El calculista se negó a aceptar dicha oferta, ya que él desde un principio
acepto enseñarle clases de matemáticas a la hija de Iezid, el príncipe ya había el progresó
que estaba alcanzando la hija de Iezid, en pocos meses ella podría enseñar el problema de
las perlas a los Ulemas.
El problema se trataba de las perlas era que un padre dejó a sus hijas y que se
repartieran de la siguiente manera: la hija mayor se quedaría con una perla más un
Séptimo de las que quedasen; la segunda: 2 perlas más un Séptimo de las que quedasen; la
tercera: 3 perlas más un Séptimo de las que quedase, y así sucesivamente, ellas fueron a
un juez porque decían que la división era injusta, pero el juez negó la acusación porque
decía que la división era justa y exacta, se pregunta: ¿Cuántas perlas había? ¿Cuántas eras
las hijas del raja? Y El Calculista respondió que ay un total de 36 perlas y 6 hermanas a
ellas les tocaría a cada una 6 perlas. Luego el príncipe, Después de haber resuelto todo lo
anterior el príncipe fue atraído por un número que se hallaba escrito cinco veces en la
pared del cuarto esto mismo es él; 142.857, le pregunto al calculador que significado tiene
el mismo. El respondió de uno de los más curiosos números en la matemática. Este
número presenta, en relación con sus múltiplos coincide verdaderamente interesante que
que se puede multiplicar por 2, 3, 4, 5, 6 sólo cambiaría el orden de los números, y así
culmino y quedaron resuelto los problemas presentados e n el viaje a india.

CAPÍTULO XXIV
Empieza una amenaza contra Beremiz la cual es provocada por Tara- Tir, el
rencoroso jeque, que había estado fuera de la ciudad de Bagdad por un tiempo, ha
regresado rodeados de sicarios rondando por la calle, Beremiz sin darse cuanto ya que el
resolvía problema que constituye el epitafio del célebre geómetra griego Diáfano. En una
de esas llega el capitán Hassan que es el jefe de la guardia del sultán, que le comenta el
Bagdalí que él ha observado varias veces que los ha espiado. Horas más tarde recibieron
una carta de aviso de Hassan diciendo que todo estaba resuelto los 3 asesinos has sido
ejecutados y que Tara- Tir recibió 8 bastonazos y pago una multa de 27 sequies de oro y
le fue obligado a abandonar la ciudad.
CAPÍTULO XXV
El Bagdalí y Beremiz llegaron al palacio de califa, un viajero recibió y los separo se llevó
a Beremiz a un salón donde estaban siete más grandes sabios de esos lugares, le iban a poner a
prueba o interrogar al calculador. Apunto de comenzar se acercó Iezid para entregarle el anillo
que había extraviado en su casa que fue encontrada por unas de las esclavas de harem. El noble
Iezid añado mi encantadora hija Telassim me pidió que le permitiera ofrecer al geómetra persa,
su maestro de la ciencia de los números. Después le entrego una cajita en ese mismo momento
Beremiz abrió la cajita la cual encontró su anillo y una nota que decía Animo, confía en Dios.
Rezo por ti. Le prometieron que si pasaba las pruebas le recompensaría tal, que hará de él uno de
los hombres más enviados a Bagdad. Iba a empezar dicho interrogatorio que hasta ahora había
tenido lugar bajo los cielos.ps del islam.

CAPÍTULO XXVI
Empezó el primer sabio a hacer la siguiente pregunta. Quiero pues que nos presentes en
este momento, sin la menor vacilación, quince indicaciones numéricas y citas notables
sobre el Corán. Y el mismo le dio cinco ejemplos la cual insistió en decirle q aparte de los
ya mencionados nos des otras Diez relaciones numéricas ciertas y notables sobre el libro
increado. Beremiz con una tranquilidad empezó a dar o explicar los mismos q le fueron
preguntado después de terminar hace una pausa y dice, Estas son, atendiendo a vuestra
petición, las indicaciones. Numéricas sobre el Corán. En la respuesta que acabo de dar ay
un error que me apresuro confesar y prosiguió diciendo en vez de quince relaciones cite
dieciséis. La cual el sabio alagó la respuesta por ser eficaz. Así paso la primera prueba
pero aún le faltan seis.

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