fo de los ja sn el mundo de los negocios” de
tilizado en al aula por la Escuela de Postgrado de la
Parte 1
El arte del
pensamiente
estratégico1
Analisis: el punto
de partida
Hace algunas semanas recibf el folleto de una agencia de
viajes japonesa, donde se me invitaba a “disfrutar de mi de-
porte favorito en un maravilloso escenario de belleza natu-
ral”, E] atrayente encabezado proponia “golf, tenis, arque-
ria, ciclismo, navegacién a vela”, “el deporte de su gusto”
en un “lugar ideal para vacacionar”, el corazén mismo del
Parque Nacional Ise-Shima, famoso por su costa accidenta-
da y su produccién de perlas cultivadas.
Debido a que en una ocasién trabajé como guia de turis-
tas, sabia cudn agotador resulta un dia completo de viaje
desde Tokio hasta la peninsula Shima; sin embargo, el folle-
to desperté mi curiosidad.
El programa era extenuante. El autobis salia de Tokio a
las 9 dela mafiana del sabado y llegaba al hotel a las 5 de la
tarde, después de un viaje de mas de 200 millas. Durante
la manana del domingo se tenia tiempo para practicar el de-
porte propuesto por el folleto. Luego, a las 2:30 de la tarde,
se tomaba el autobiis de regreso a Tokio, a donde se llegaba
a las 10:30 de ese mismo domingo.
Me parecié que el tiempo disponible para disfrutar las be-
Hezas de la naturaleza descritas por el folleto —“‘majestuosas
alturas esmeralda que unen una montafia a la otra”, “cielos
de color azul cobalto”, “mar cristalino” y “pequefias y pin-
torescas bahias salpicadas por las balsas de los cultivadores de
perlas ”— era bastante corto. Mi calculadora de bolsillo meconfirmé que 43% del tiempo que duraba la excursién se
pasaba dentro del autobiis. Otro 40 % se irfa en dormir, co-
mer, bajiarse, vestirse y demés actividades que, de una u
otra forma, uno también debe llevar a cabo en casa. Todo
esto sélo dejaba unas seis horas y media, es decir, un
raquitico 17%, para los deportes que representaban la razén
del viaje. El costo previsto era de $125 délares, lo que daba
un costo por hora dedicada a deportes de aproximadamente
$19.25 délares. Si lo que me interesaba era el tenis, para
mi era claro que seria mejor conducir mi auto durante me-
dia hora hasta uno de los clubes piiblicos de tenis de los su-
burbios de Tokio, pagar la cuota de $12 délares y disfrutar
alli todo el dia.
Por supuesto, lo que vendia la agencia de viajes era un pa-
quete que constaba de una serie de elementos distintos,
incluyendo el “ambiente”, integrados como un todo. Por lo
general, los clientes pagan sus $125 délares por el paquete,
sin preguntarse cuanto les cuesta cada elemento y si el con-
junto realmente vale lo que piden. Para lograr esto, debe
profundizarse en lo que se le ofrece, identificar los distintos
componentes del paquete y entender la forma en que cada
elemento contribuye al total.
Volviendo a mi ejemplo, esta claro que en lo que concierne
‘inicamente al deporte, un jugador de tenis obtendria 10 ve-
ces mas por su dinero si se quedase en la ciudad y jugase en
una cancha local. Pero habiendo reconocido estos hechos,
suponga que a usted le fascina jugar tenis rodeado por un es-
cenario espectacular y que hace mucho que desea conocer
las bellezas tan bien anunciadas del Parque Nacional Ise-
Shima. En este caso, gestas consideraciones secundarias jus-
tifican el gasto, después de todo? Pueden o no justificarlo. El
punto es que el andlisis le ha permitido hacer valer su propio
juicio autodirigido en sustitucién de la f6rmula otros-dirigen
de aceptar el paquete, pagando por un ambiente que usted
ni siquicra ha tratado de definir.
!L PENSAMLENTU ESTRATEGICO
12 ELARTE