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¡NO, NO PUEDE SER!

En horas de la mañana cuando Marielsi arreglaba su cuarto, decía en voz alta lo siguiente:

¡No, no puede ser…! que desespero, no dejo de pensar lo que Nelsi me dijo anoche. Me
dijo que se iba de Venezuela…, porque unas amigas se van. ¡No, no puede ser…! , tengo que
hablar muy bien con ella, ¡eso no puede ser!

Cómo vamos a dejar a la patria que nos vió nacer, a nuestra familia, estudios, conocidos…
¡no, no puede ser…! ¡Ah…! Y mi mamá, mi papá, mis abuelitas, se morirían de dolor… no dejo
de pensar ¿qué le pasa a Nelsi?, ¡Dios…, cómo le hago entender la locura que va hacer! Y que
comprenda que si queremos superar la difícil situación que atraviesa el país, debemos afianzar
aquí nuestras raíces para que con nuestro trabajo, tesón y estudios mejorar las condiciones para
crear la patria buena en la que podamos vivir bien, en paz y armonía, juntos como hermanos, por
el engrandecimiento material y espiritual del pueblo.

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