Está en la página 1de 7

28 El neoconductismo americano

Generalidades

La revolución conductista introducida por Watson en la psicología americana


encontró pronto ~Rulos gueJ-ª l!_i_cj_ero_n__av.anzar. Todos ellos coinciden en aceptar la
definición de psicología como ciencia de la conducta (en inglés, behaviour), y en pro-
curar asimilarse en todo a las ciencias de la naturaleza. Al mismo tiempo, amplían las
ideas de Watson e incorporan otras influencias, hasta elaborar sistemas originales den-
tro de una orientación general común de tipo conductista.
Los elementos tomados de la psicología de Watson son, por un lado, el !}_bjeto a
estudiar, que es la conducta; por otro, el método con que estudiarla, que no puede ser
otro que el método de la ciencia positiv~erimental. En su análisis relacionan estí-
ni_ujgJ_y_ ,:.gspJJf$_!a_$, y reconocen, como Watson, la prioridad de los problemasctel
áf2!._e_ndizaje entre todos los otros que tiene la psicología. Pero a todo esto hay que aña-
'dirle elementos nuevos.
La razón es bien simple: sobre la psicología americana influyen otras escuelas con-
temporáneas. El primer no_mbre a tener en cuenta es Pavlov, cuyo libro sobre Los refle-
jos condicionados se escnbe en ~ 926. El segundo influjo bien perceptible es el de la
psicología de la Gest~lt: en especial a través de las exposiciones de w. Kohler. En ter-
cer lug~r, hay dos ps1_col_ogos preocupados por 1~ _motivación como s. Freud y E. L.
Thorndtke; a:bos c~mc1_~ende~ acen~ar la func1on de la motivación, del placer y el
castigo, e~ la _etermmac~o_n e a con ucta. _Quizá el último elemento a tener en cuen-
ta sea el mfluJo de un f1s1co, Percy W. Bndgman cuyas reflex· d , ·
, · modema, aparec1·das en 1928, .mteresaron
sobre la f1s1ca ' a estos iones metod o1.og1cas
neo-conduc t1s . tas. nuevos con uct1stas, o
¿Cuáles son las innovaciones? Señalemos las más relevantes:

1. La influencia de Pavlov se muestra en el esfuerzo d


interpretar y asimilar el reflejo condicionado dent quJ to os _han de hacer para
2. Frente a un~ _P?sible reabsorción de la psicologí:o ; :us s! stem,as. . ,
nivel de anahs1s en el plano de la conducta (niv P0 1 fisiologia, se s1tua el
' e1 «m?l.~~~ ), atendiendo a las
© Ediciones Pirámide
"' / '' .~ .

El neoconductismo americano 311

rel~~i?nes entre or~anismo y su medio, mientras que los procesos fisiológicos


org,micos quedan situados en un plano «molecular», con unidades de análisis
mucho menores.
3. Se plantea la cuestión de la interacción de la motivación y el aprendizaje. Un
a;pecto cent~·al e_s e_l de la necesidad, o no, de que haya refuerzo para que se
P oduzca aprend 1za3e, con lo cual se vuelve a cuestionar el valor de la ley del
efe~to d~ _Thorndike; otro aspecto es el que lleva a distinguir entre aprendizaje
Y eJecucion; otro, la reaparición como problema psicológico de la «propositivi-
dad» de la conducta.
4. Ello _obliga_a tener en cuenta, entre el estímulo y la respuesta, unos elementos o
«vanables rntervinientes» cuya existencia se infiere a partir de la observación
de conducta.
5. En estos sistemas se analizan fo1mas integradas, globales, de conducta, análo-
gas ~ aquellas en que se centra la psicología de la forma, aunque, por lo gene-
ral , mterpretadas aquí como formaciones aprendidas.
6. Por último, estos rasgos aparecen acompañados de una común intención cientí-
fica: la de construir «sistemas» psicológicos en los que se abarque íntegramen-
te la conducta.

Este sistematismo hizo que se enfrentasen entre ellos mismos, pero hay motivo
para encuadrar en un mismo grupo a los neoconductistas. Aquí nos vamos a referir a la
obra de Edward Chace Tolman, Clark Leonard Hull y Edwin Ray Guthrie, cuyas vidas
han corrido en coincidencia temporal tan estrecha como su coincidencia intelectual.

El conductismo prepositivo de Edward Tolman (1886-1959)

Edward Chace Tolman (West-Newton, Massachussets, USA 1886-Berkeley. Cali-


fornia 1959), después de graduarse en electroquímica en 1911 , fue a Harvard a estudiar
Psicología por influencia de W. James; allí obtendría el doctorado en 1915. Conoció el
conductismo en l 914 por mediación de Yerkes, y se adhirió a él con firmeza. En 1918,
profesor de la Universidad de Berkeley, trabajó sobre los problemas relativos al apren-
dizaje por ensayo y error que había introducido Thorndike. Además. aportó a la psico-
logía una teoría sistemática del aprendizaje en la que se introducían factore s cogniti -
vos. Sus obras más significativas tal vez sean Purposive Behavior in Animals and Men
( 1932), y Principies of Purposive Behaviour ( 1959).
Tolman construye un sistema, el conductismo propositivo, que aspira a integrar
conductismo y gestaltismo: «Para un Conductismo Propositivo, la conducta ... es pro-
positiva, cognitiva y molar, esto es, 'gestáltica'. El Conductismo Propositivo es un con-
ductismo molar, no molecular, pero no deja de ser un conductismo. Todo lo que ha de
estudiar son estímulos y respuestas y los determinantes comportamentales de las res-
puestas» ( 1951 , 4 I 8).
Como se ve, Tolman analiza la conducta en términos de estímulos y respuestas,
pero reconoce la existencia de unas propiedades de carácter global, no meramente

<D Ediciones Pirámide


34 La orientación conductista americana

Introducción

La p_sicología ~onductista iniciada por Watson y desarrollada por los grandes neo-
conduct1stas amencanos, Tolman, Hull, Guthrie, y muchos otros de un relieve menor,
se convirtió en el p_rincipal protag~nista de la escena psicológica americana después de
la II Guerra M~I2~~l__ha~ta el comienzo d~ la década de los años sesenta.
Quizá el elemento decisivo en ese proceso se halle en la aparición -de unas efecti-
vas técnica~ de control de la cond~cta. La ciencia ha dejado áóierfo el paso a una tec-
ñologiaen el campo de la enseñanza y en el de la clínica, y esto ha mostrado la utili-
dad social implicada en aquella teoria (Staddon, 200 l ).
El neoconductismo ha acentuado la importancia del aprendizaje en el estudio del
comportamiento, hasta convertirlo en el problema central con el que todos los demás
sehallan relacionados . Plantea su enfoque teórico en términos de estímulos y respues-
tas, y las correlaciones qÜe entre ambos elementos se pueden e tablecer. Se propone,
yadesde un primer momento, construir una ciencia natural que formule leyes y permi-
t~ pre~i_cciones. Y, por supuesto, considera el comportamiento o conducta como su
~tjvo definidor, al que se aproxima con una _metodología experimental.
Sentado lo anterior, el neoconductismo que se despliega en torno al final de la
II Guerra Mundial venía a continuar una investigación ya en marcha. Skinner, Spence,
Miller, Mowrer, representan algunos de los más importantes esfuerzos por hacer pro-
gresar la teoría. A ellos vamos a dedicar el tema presente.

La psicología de B. F. Skinner (1904-1990)


!3urrus Frederic Skinner (Susquehanna, Pennsilvania (US_~), l ?04-Cambridge,
Massachusets f 990] ha
sido a juicio de los propios psicólogos amencanos ~onsulta-
dos en varias' ocasiones, el ~ás importante entre los _inv~stigadores en activo en l_a
segunda mitad del siglo Su obra ha dado origen a un smnumero de desarrollos y apli-
ca · · · de los cuales ha elucubrado des-
ciones, Y los aspectos sociales y humanistas acerca
O Ect·iciones
· Pirámide
~I H Histona de las ,aea~ µ:,1w ,v:1,...,...u

de su personal punto de vista de hombre de ciencia han producido resonantes discu-


siones (Todd y Morri s, 1995: Richelle, 1993). . .,
Sk inner obtuvo el doctorado en Psicología bajo _la d1re~c1on ~e_ E.G. Roring, enJa
unive rsidad de Harvard en 1931 . Fue profesor de Ps1co logia en Minnesota hasta 1945
posteri ormente en lndidna y por fin vue lve a Harvard . Entre sus obras más importante~
fi guran: Th e Beha vior of Or:ganjsms ( 1938 ), Ciencia Y Conduela humana _( 1953),
Sobre el c;,;~¡¡;cti.\'1~10. Más allá de lo lihertod y de la dignidad ( 1971 ), Y una selección
de su obra hecha por él mismo, Registro Ac1111111/oti\!o ( 1959).
Skinner ha reali zado una labor rundamental , el <<análi sis de la conducta» , en térmi-
nos de estímul os y respuestas. Conducta es para é l «la acti vjdad observa ble del org~-
ni smo» ( 1975b, ~91 ). que consiste esencialmente en movimiento ( 1975a, 20). Es una
realid ad mu y compleja, «can1biante~-íluida y-evanescente», pLie. e~ proceso y no cosa
( 196S, 15 ), y e l anJ Iisis a que la ha sometido busca, precisamente, <<descubrir las _rel~-
c iones fun cionales que prevalecen entre aspectos medjbles de la conducta y diferentes
circunstancias y hechos de la vida de un organi smo» ( 1975b, 288). Como se ve, se tra-
ta aqu í de estJ blecer «relaciones funcion ales», es decir, leye que reg ulen la depen-
denciJ e inte1Tel;1ción de unos elementos del comportamiento res pecto de otros.
Lo~ e lementos que Skinner tiene en cuenta son fund amentalmente do): los estíml!-
los y la respuestas. Se trata de variables que on observable., entidades físicas que se
hall an fu era del organismo ( 1965, 31 ), el cual es considerado como una «caja negra;>
como un sistema del que sólo conocemos su input o entrada y su salida o output. La
orientación de esta psicología es, pues, estrictamente periferalista (conducti smo «radi-
-
cal>>) ( 1975a, 23), eliminándose las variables intermedias explicati vas admitidas por un
-
co nductismo «metodológico» (Fuentes y Lafu ente, 1989; Richelle, 1993).
La correlación funcional entre estímulo y respuestas la denomina «reflejo»
( 1975b. 499). Por ello co1;1enzó a aceptar el reflejo como «instrumento» para la des-
cripci ón de la conducta (Idem, 509), pero sólo como acto de comport;:un iento y no
como concepto neurológico ( 1975a, 24).
Skinner encuentra dos grandes tipos de conexión entre estímul os y respuestas. Uno
e. el estudiado por Pavlov: aquí los estímulos, al actuar sobre e l organi smo. desenca-
denan una respuesta. Skinner ll ama a esto «conducta respond~nte:. pues aparece el
estímul o primero y la respuesta después. Al lado de ese paradi g-ma reconoce la ex i. -
tenci a de otro distinto, el ~le la «~~nducta operante>): aquí surge~ una respuesta de ~·or-
ma aparentemente espontanea : esa respuesta determina ciertas consecuencias o elec-
tos: esto_~ cf~ctos _rco~ran sobre la_conducta que los originó. bien para forta lecerla 0
para ex t1ngu1rb . Aqu1 son _los cst1mulos consiguientes a la respuesta. 0 (<cont ingc11 -
c1a, ». los que guardan con esta una rel.1ción runci on.11 . El estudio ele cst:, L'l)nduct ~1ope-
rante e" la gran obra de Skinncr ( 0' Dnnohuc y Fcrguson. 2001 ).
, Por 1() rni~ll<_), e~límulos y rcsru ~su,s S() ll cL:lSC S n lipns de :1cn11t cc illliClllP~
( fJ em, 49) , Jcl1111dos_r or ,llgunas prop1edaclcs comunes pero con v.,ricd:tcl de j'pr11 1:1_)
en concreto. L ~l~_ : st1111ulos p11ctk11 ser J e cu;it_rn 1ipos: cliL·iiantcs O provuc:1d0fl'):
cuando su ;.1r;.inc1? n ~lcscnc.1dcn;_1 l:1 rcs pucst:1 ( ldcni , 149): discrimin:ili vos. ;1quclln)
q_ue meramente 1nd1c.rn «la ·rr_cscntac i1111 de 1.1 oc;. isi6 n' p:ira un;t rcsp~csl:P'
(ldcm , 2.56), pero no la prod11cc n d1rcc1 :1mc111 c: ;1éslns se aiiade e l cslímuln L'lllnc1onal.
La orientación conductista americana 379

ese peculiar estado en el organismo que es ta emoción (Ídem 257) y en


roduce . .d - , b. 1 , , ,
~ue ~el e~f!]2.ulo_~f_orz,~ .0 1». so ie e que hen~os de de~enern~s un poco. En efecto, el
11n, ·áclor, o retuei_zo. es aque~l~ consecuencia o contmgencia producida por la res-
refo; que «aun~enta l~ probabilidad de nueva~, respuestas» (1975b, 14 l ). Skinner, en
pueanáhsts,. · busco cuantificar
l .,
sus datos,
d
Y atend10 a la frecuencia de una respuesta como
. .
su . d de su corre acion con eterrrunada situación. Cuando a una conducta le
· d1ca orfuerzos, la ·f1ecuenc
1n • 1·a d e d.ic h a conducta o su tasa de respuestas en la situación
. uen re
s1;da se increrne?t~. . . - .. .
d sk.inner ha d1s~1~~u1do e~tre ref~er~os ~?s1t1v?s y n~g~t1v?s; eE._ lo~ eri~t;r_o~_lo~
. a es la a an ~ on de cieita esttmulac1on, mientras que en los segundos el resulta-
refuerz d . ., d , . ., -
--de la condy~ta e la e apancion e una condtc1on o factor p~rturbador, y lo que aho-
~~fuerza
ra re es este poner fin a algo
. f de agradable. Hay refuerzos Priñfof,rios.. , como el ali-
o que naturalmente saos ·acen y apoyan una conducta, y otros secundarios,
rnen t ' d . l 1 - .;- . -
a rendidos, que a qu~eren ese pape po~ su en ace con l?~ primeros; entre estos ay ~lgu-
~ r z o s generalizado , cpmo el dmero, o la atenc1on personal, que pueden aplicar-
~:~ Cl7alquier tipo de conducta indistintamente. Pero, ¿por qué refuerzan los refuerzos? 1
Se trata, como se puede ver, de un replanteamiento de la «ley del efecto» e~ci._a-
da por 1,h.Qrngjke (cap; 25), e_ar_a qu~en la satts!acción ref2!zab~ -~S_!:_e~ uesta~ apren-
didas, y la insati facc1on las extlngma. ~ara Sklnner, lo entirnientos de sat_isfacción e
frisatisfaccioñacompañan al refuerzo, pero no constituyen su clave. En realidad, ésta
hay que · u_scarla en un pl~no más biológico: «l_? su ervivenci11~_~:mtingen,!_~ ':_?11 c_i_~~-
fá -clase de c~~_port~1ento» ( 1975c, 42). De todo modos, plantear ésta cuestión,
piensa Skinner, apenas sirve de nada, porque no hay otro modo de determinar cuáles
son los refuerzos eficaces para un organismo si no es mediante la comprobación empí-
rica de su capacidad para 1nantener o reforzar una conducta concreta, lo que produce
en todo caso una definición circular.
En el centro de esta psicología está el problema del (i) aprendizaje. El condiciona-
miento instrumental u operante examina, precisamente, los cambios de la conducta en
función de los resultados, es decir, de la experiencia. En el centro de su atención está,
p__!!es,, el_a rendizaie_, -~
- Por de pronto, hay dos tipos de resultados o contingencias, «recompf:nsa_y casti go»
(1975b, 141), cuyos efectos no son paralelos. Las recompen a o refuerzo actúan
establecí _dO.JJl_!a cierta conducta, el castigo tiende a suprimirla. Los refuerzos pueden
ser administrados de diverso modo a l producirse las respuestas, según diversos planes
0 programas, que tienen consecuencias diferentes. Hay planes continuos, en que cada

respuesta co1Tecta obtiene refuerzo, y los hay intennitentes; entre estos últimos, unos
s?n simples, como aquellos en que se refuerza la respuesta correcta emitida al cabo de
cierto tiempo (programa de intervalo) o al cabo de cierto número de respuestas no
re~orzadas (programa de razón) , y hay programas combinados; también es posible que
el Intervalo o la razón utilizados sean fijos , o bien que sean va1;ables. En este último
caso la respuesta establecida es mucho más resistente a la extinción.
Para que se produzca la extinción ha de dejarse sin refuerzo la conducta. También
es posible- producir efectos de «generalización», cuando el organismo emit~ u~a ~es-
puesta en circunstancias no idénticas, sino sólo análogas, y efectos de «d1scnrmna-
© Ediciones Pir'5.,.,;r1 ~
1 •• ..., ........ , - -- · - - - •

., - refuerzo sólo a determinados estímulos ocasionales, discri· .


cion». al acompanar e1 . mi-
nativos pero no a otros de cualidad diferente. . . .
El 1:efuerzo permite est~j)l~cer respue_stas que 1mc1almente no se daban~~-
to. Mediante un selectivo uso de los mismos, se,. pueden llevar a cabo procesos de
~ odelado de conducta. Aquí las respuestas que mas se acerc~n a una for~a final dese-
ad~-van siendo recompensadas, y por aproximaciones sucesivas se consigue la adqui-
sición de comportamientos sorprendentes, como el de _la paloma qt!~<aprendüí.tlli.&.q1
a los bolos o a pilotar un misil hasta dar en el blanco (Idem , 174 s).
- -Mientras el refuerzo establece respuestas, el casti go tiende a hacerlas desaparecer
( 1965. 182). Pero para Skinner esto no es un procedimiento deseable ni exento de pro-
blemas. La conducta castigada no desaparece de modo absoluto ( 1974, 64 s¿ 1 y_:;tde.iruís
2_ueden pr~se11tarse reacciones perturbadoras y no adaptati vas de tipo neurótico.
Los refuerzos y castigos muestran una interacción de los procesos de (ii) motiva-
ción con los de aprendizaje. Skinner ve en la conducta para obtener el refuerzo «el
campo mismo del propósito y la intención» (1 975c, 58). La conduct~~9p_~rante es el
ejempl.9 más clf1rO 9e una conducta que tiende a un fin . Esta propositividªcL_g_ue hasta
aquí había sido vivida subjetivamente, tiene su traducción en términos objetivistas
mediante el co1:cept9 de contingencias de refuerzo (Ídem, 60). -
~ A1 c~mpo de~~ motivación corresponde no sólo el propósito o dirección de la acti-
vidad, smo tambi~n la fuerza, «el impulso ... la energía básica disponible para las res-
puestas d~l orgams1:10» (1975a, 355). Precisamente para Skinner la diferencia entre lo
«voluntano» Ylo «mvolu~tario» «descansa en gran parte en los cambios espontáneos
?e fuerza 9ue cabe explicar mediante operaciones que caen dentro del campo del
impulso» (Id~~, 392). E~ todos los casos la conducta está sometida a determ~,
1
¡Yes «una actividad contmua . ' coherente» ( 965 , 116)·, unas veces -esta, con - -t ro lada por
os refu~rzos, y _el SUJeto a pesar de ello se siente libre ( 1975c 180)· otras está forzado
'1 por presiones v10lentas. ' ·
\ Finalmente, un tipo especial de re d ,. .,
en \a que Skinner b ~· spueS ta ~ caracter motivacional es la em~
1os aspectos st1b" t·
\ do que prect·isponenoa lausca .. , ·- -
apancion de ciertos ti
·
Je ivos de vivencia • sino el carácter· --
,
de es ta-
El campo de los procesos (' •.) pos de respuesta (l 965, l 62).
Por de pronto, cuando el sujeto t~rst ~~g,_1itivos encuentra un tratamiento muy pecu~iar.
de al mismo (Ídem 122)· de 1·ºLial ª ªctJº el control de un estímulo decimos que auen·
' , b , mo o cuand 0 ·b· b. nte
que ejerce el control pero «no son : perc1 irnos, hay algo en el am ie
' 1 os s1mplen1 t , nos
rodea; respondemos a él de 01 .~ne. . en e captadores' del mundo que
'l ias peculiares d b'd · ndo
hemos estado en contacto con él» ( 1975c e 1 as a lo que ha sucedido e~~ ad
regulada por los refuerzos y control d , 75 ). La conducta perceptiva es una act1v1d
- - donde la est1mulación
suenos, . ¡ a a.·por .estírn u¡os,. Y esto mismo . es aphca• bl e a Jos .
. , a expe11encia p -rn1·
nan ese peculiar tipo de «comporta . . ersonal y el estado emocional dete1
.,
Tam bien mrento perce t 1 , -
(<nensar es co . . , P ua » (ldem 8~) que es el sueno.
f d L.=. __ . - - · mporta1 se» (ldem 100) L , - . . .· res
se un an en una capacidad d-e a-bs·t . •, · · · os procesos coonitivos supeI 10. ,
( ct· c. 1acc1on expl' d e . . - 1on
m_e iante el cual cierto rasoo O • . ica a por un proceso de discnnilíla~ , .
as1_, cuando a un giupo de ~bt,J.etosaspecto adquiere control). y otro de oeneralizac1onl.
suJeto p
' osee un «concepto» que ªº.
, se responde co 11
, una respuesta común.
º se dice . qt1e e
~01upa a aquellos.
• .J,•
Skinner publicó una de sus obras más controvertid· . .
en eta v - . .
·zada d•"'sde
195? erbal. ...Hhl· 11
·
"'
d
"' l · •t d
.
.
t: dC o e comunica .,·,
cion
as, Verbal
entre
Beha vwr
- - ~----.
hablante y0
-· .
du ortallllento retorza o por mediación de ot r • 'yen-
• - ,
[, , , ras personas El o ente en
, es . rza al hablante y este esta contro lado por estí 111 l ct· · .- .~ .-~---
,,. retue . , . . .· . u os 1scnmmat1vos de
.,fecro.. , De acue1 do con 1as ocasiones que determinan la a . . .. , d 1
.. ac1on. . , Sk, · d' .- . panc1on e as ope-
.1

s1tu acc 1•ones verba 1es.
. 0 . rnner- . 1t erencia el <~tacto » - 1.-rase , .
evocada por un
ra111es
. 0 0 suc
eso-, el «mando»_ -trase evocada
. . por . una care •
nc1a. como. por eJem- .
obJCcun ru eººe
para obtene1
.
algo-._
e 1 «comportamiento
.
·1utocr1't·

1co >>, 1·orma do por
. ses en que se descnbe o cont1 ola. otras respuestas
plo,
· verbal•"'s
e '""
del pt.opio • su¡eto. . y
tra rnás. Corno se ve. el lengua_1e aparece como un comportamiento .1 · d'd
¡aunos . ~ b .. Sk' . . . . pren 1 o
acde ín dole ·social · En su o 1.1. . :-- 1nner concentra
. . . su · ••iteiic,
. · 0- 11 en
- la d.1mens1on • , que
y sure llamó_parole. el uso activo q_ue el md1v1duo hace de una lengua, dejando en
~ ~esti_ón -~~ 3 l~mg~,e ·. ~ sistema _estructur~I- y normativo que o~dena las
!
c·óiÍStr~cciqnes hn~l;! •~t~c~s. P1 ec~sa1~1ente esta au~~ncia ~11 _su obra de las di mensio-
,,--de estructura lmgu1st1ca n1ot1varon una reacc1on energica y, por lo demás. muy
~es osa , del lingüista. Noain Chomsky
tam . - (n. 1928) para quien es inaceptable esta
ducción del lenguaJe a mero conJunto de estúnulos y respuestas y p-ara qui-en la
~:trúctÜradela _mente hace posible, de n1odo innato, la adquisici9n de las di stintas
~ramftiéas y reglas lingüísticas que rigen la creación de expresiones hecha por el
o . - -
ñafif'1,D1e.
~ inalmente, en el tema de ( iv ) pe rsono lidad, la psicología skinneriana . ha recooi.do o
la idea de distintos yos, idea clásica en la obr;:i de James, y 1~ ha traducido por la de una
piur~lidad de «sistemas organizados de respuesta» (Skinner, 1965, 285 s). que están
funcionalmente vinculados a estímulos di ~c riminativos, por una parte, y a una historia
de refuerzos, por otra. De este modo Skinner ha concebido una i!ltem.retación
«ambienta lista~> _deJa personalidad .
Los sistemas de respuesta pueden armonizar entre sí, o entrar en conflicto: \a idea
freudiana de un id, un ego y un superego en la personalidad la reinterpreta Sk.inner
como «tres conjuntos de continge ncia » que dan, por ello, sistemas diversos (Skinner.
1975c, 141 ).
. En todos los casos hay, no obstante, un presupuesto determini sta con que tr;:ibaja la
Ciencia de la Conducta y qu e Skinne r apli ca tambi én a la vida social en su novela Wal -
1e~ , ut.9pia de una soc iedad organi zada rucionalmente según los principios del
~0nd1 c1ona~~to,_9_.!:!e posibilitan una «ingeniería comportamental>).
e M_etodológicamente, Skinne r ha procurauo estudiar la conducta concreta de modo
s:penmental. Ha inventado un espacio idóneo para ello, 1~ «~aja d~ kl n~~~>> en la que
controlan los estítnulos y las respuestas de un organi smo, y ha diseñado instrumen-
tos que Ie han permitido • • obtener registros . de las respuestas em1t1 · ·das en que es , t as se
acurnu1 · Al ·
se O ~nen una_s curvas indicativas de s u mayor o _menor frecu~nc1~: tiempo q~e
O
tic p n1a a la fi s1ologizació n de la psicología se aleJ aba de la aplicac1on de la estad1 s-
13;tomo método ( 1975a, 457 ): «Nos e nfrentan1os con la conducta e~ SÍ >> ( 1975b,
dep ' con hechos y no con teorías (Ídem I 02). y al manipular las van ables de que
ende la ,
conducta, logramos un auténtico control sobre ella.

También podría gustarte