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Entrevista A Jean Pierre Garnier
Entrevista A Jean Pierre Garnier
- Tengo 70 años. Vivo en París. Casado, 2 hijos y 3 nietos. Soy doctor en Física, mi especialidad es la
mecánica de los fluidos. La política debe sustentarse en la tolerancia. Tengo la certeza de que hay
que pensar en los demás como nos gustaría que los demás pensaran en nosotros.
- La respetada revista American Institute of Physics de Nueva York y su comité científico la han
validado publicándola en el 2006 porque es una teoría que ha permitido, primero, prever, y luego,
explicar la llegada de planetoides al sistema solar.
¿Quiere que le explique para qué sirve la ley del desdoblamiento del tiempo?
- Sí pero sencillito.
Tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo: un segundo en un tiempo consciente miles de
millones de segundos en otro tiempo imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya
experiencia pasamos luego al tiempo consciente.
- Exacto. Tengo una síntesis instantánea de un análisis que he realizado en otro tiempo aunque no
tenga la memoria de ello.
- Sí, en cada instante presente tengo un tiempo imperceptible en el cual fabrico un futuro
potencial, lo memorizo y en mi tiempo real lo realizo.
- ¿?
- Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin embargo, tal como demuestran los
diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes.
Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible.
- Tenía entendido que las leyes de la cuántica no se aplicaban a las cosas grandes.
- El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da como resultado el hombre que vive en el
tiempo real y en el cuántico, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el
mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo real.
- ¿Nuestro otro yo cuántico crea nuestra realidad?
- Sí. Y sabemos que, si tenemos dos partículas desdobladas, ambas tienen la misma información al
mismo tiempo, porque los intercambios de energía de información utilizan velocidades superiores
a la velocidad de la luz.
- No.
- En los años 20, Paul Langevin demostró que si un gemelo viajaba a la velocidad de la luz,
envejecía menos que el que se quedaba quieto. A Langevin no le creyeron. Hubo que esperar 50
años: en 1970, gracias a los relojes atómicos, se comprobó esa ley.
- Existe otra propiedad conocida en física: la dualidad de la materia; es decir, una partícula es a la
vez corpuscular (cuerpo) y ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a
buscar informaciones a velocidades ondulatorias.
- Vaya.
- El intercambio se realiza a través del agua del cuerpo. Ese intercambio de información
permanente es el que crea el instinto de supervivencia y la intuición.
- Así es. Si por ejemplo pienso en una catástrofe, ese potencial ya se inscribe en el futuro y puede
sufrirla usted u otro. De manera que la conclusión es: "No pienses en hacer a los demás lo que no
quisieras que los demás pensaran en hacerte a ti". No es una ley moral ni filosófica, es una ley
física.
- Es difícil controlar el pensamiento.
- De día, mucho; pero justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto, y basta con que
durante ese minuto controlemos: esa es la manera de conectar con esa parte energética,
llamémosla el doble, para pedirle que solucione los problemas.
- No: es una relación, y hay que dejar totalmente las riendas al otro; las noches están para eso. La
noche no sólo permite borrar potenciales no deseados, sino que también nos guía los
pensamientos del día siguiente.
- Asombroso.
IMA SANCHIS
“La Vanguardia”
La teoría del desdoblamiento del tiempo permitió explicar la llegada de planetoides cerca de
Plutón, pero va mucho más allá y nos cuenta que esa ley es aplicable a nuestra vida:
"Tenemos un cuerpo muy bien hecho que nos permite proyectarnos en el porvenir: ir a ver el
futuro, arreglarlo y volver para vivirlo. Y es durante la noche cuando tenemos la capacidad de
arreglar ese futuro que hemos construido durante el día. Podemos ver los peligros antes de vivirlos
por medio de la intuición, y borrarlos".
- La información con nuestro doble se intercambia mediante aperturas entre los distintos tiempos.
Estas "aperturas temporales" imperceptibles, son aceleradores del transcurso del tiempo que nos
arrastran hacia otros espacios a velocidad prodigiosa.
- Nuestro "doble" es verdaderamente otro "yo". El cuerpo visible explora el espacio en nuestro
tiempo. El otro, generalmente imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro
desdoblamiento.
- De manera esquemática podemos decir que un cuerpo energético informa a nuestro cuerpo
físico. Toda partícula emite y recibe ondas. Todo organismo recibe informaciones para vivir y
sobrevivir.
- Nuestro doble está a nuestro servicio, esperando contactar con nosotros para transmitirnos los
mejores instintos de supervivencia, ya que él viaja al futuro y nos transmite la información.
- Tenemos varias potencialidades en nuestro futuro. Se trata de escoger la mejor para beneficio
nuestro y de nuestro planeta, aprendiendo a recibir las informaciones de nuestro "doble" y no
empezar a poner en duda su existencia.
- No hay necesidad de recordar los sueños. Basta con prepararnos a "bien soñar" por la noche para
vivir bien durante el día, modificando nuestros pensamientos (siempre en positivo).
- Momentos antes de dormirnos podemos ponernos en contacto con nuestro "doble", exponerle
nuestros problemas y pedirle que busque la mejor solución posible (de entre los posibles futuros).
¿Recuerdan la frase "lo consultaré con la almohada"?
- Tener total confianza en que tu "doble", te lo va a resolver de la mejor manera posible (ya que tu
doble eres tú en otra dimensión). Tener la "certeza" de que ya te lo resuelve. Tener una actitud de
total despreocupación y confianza. No pensar en hacer a los demás lo que no quieras que los
demás piensen en hacerte a tí. Estar muy atentos a las señales que nos da la vida. Saber escuchar
los "avisos".
- El control de las aperturas temporales cambia nuestras noches y también nuestra vida. Además
es un medio muy eficaz para ya no estar angustiados o deprimidos frente a una situación delicada,
a condición de saber cómo y por qué proceder. En efecto, el saber que el día siguiente será mejor
nos alegra el corazón, el estrés desaparece y con él las enfermedades. El dirigir nuestra vida es
nuestra responsabilidad.
- Es preciso ser dos para intercambiar información: uno de ellos viaja entre su presente y su futuro.
El otro entre ese futuro (que es su presente) y el futuro de ese futuro (que es su propio futuro). Así
pues, las tres realidades presentes -del pasado, del presente y del futuro- son accesibles al mismo
tiempo por intercambios de información en las aperturas temporales.
- Nuestro doble es un explorador o mensajero. Está ahí para asegurarnos el mejor presente a cada
instante. Está listo para darnos todas las informaciones necesarias en cuanto se lo pidamos. Puesto
que "él" es "yo", está siempre dispuesto a crearnos el mejor porvenir.
- Cuando estamos seguros de recibir ayuda en todo momento y en todo lugar, esta confianza se
vuelve un automatismo saludable.
- Nuestro doble tiene la capacidad de explorar lentamente nuestro futuro, en un tiempo tan rápido
que no nos damos cuenta de ello. En nuestro tiempo recibimos sus consejos en forma de
sugerencias inmediatas, que crean nuestra intuición.
- El hecho de estar desdoblados sin tener tiempo de darnos cuenta, nos da la sensación de saberlo
todo intuitivamente, sin tener que pensar en nada.
- Su benevolencia es incuestionable porque "él" es "tú", y siempre lo será puesto que te asegura la
vida después de la muerte, en otro tiempo, pero como es imperceptible lo hemos olvidado. Es
buscando y reencontrando el contacto con nuestro "doble" que podremos equilibrarnos y
entender el objetivo de nuestra vida terrestre.
- Nuestra encarnación en la tierra tiene como objetivo permitir a nuestro "doble" arreglar los
futuros que hemos perturbado. Le servimos de trampolín hacia el futuro que deberíamos construir
según sus consejos. De esta manera el Apocalipsis volvería a encontrar su sentido etimológico de
descubrimiento maravilloso de lo escondido. El planeta sólo actualizaría futuros beneficiosos para
todos.
Nuestro doble, no es el cuerpo astral o etérico del que algunos hablan. Es verdaderamente nuestro
“yo”, en otra dimensión.
Alfa-omega….omega-ALFA…..OMEGA-ALFA…
Los que habían creado el griego sabían a ciencia cierta que existía un desdoblamiento de los
tiempos debido a “aceleraciones sucesivas” de su transcurrir y que para vivir había que utilizar: un
pasado – un presente – un futuro – !!! al mismo tiempo !!!
Imaginemos dos mundos idénticos que transcurren a diferente velocidad, uno más lento y el otro
más rápido, de tal forma que éste más rápido (imperceptible por tanto al otro) puede informar
sobre lo que acontece a este más lento y así poderse beneficiar de esta información y tomar el
camino más adecuado en el vivir cotidiano.
Imperceptible porque p. ej. cuando vamos al cine no somos capaces de captar los mensajes
subliminales que nos pasan en medio de las películas, debido a su velocidad. Así un
desdoblamiento también puede ser imperceptible.
La información se intercambia mediante aperturas entre los distintos tiempos. Estas “aperturas
temporales” imperceptibles, son aceleradores del transcurso del tiempo que nos arrastran hacia
otros espacios a velocidad prodigiosa.
Todos nos desdoblamos, pero vamos a tal aceleración que es imposible que lo podamos percibir,
también por nuestra interrupción periódica de la visión. Por ejemplo luces en discotecas (visión
lenta al cambio de luz o rápida).
El desdoblamiento pone luz en la oscuridad. Los tiempos imperceptibles son siempre tiempos
reales pero oscuros, en donde se fabrican futuros instantáneos. Sin estos potenciales, la vida es
imposible.
Nuestro “doble” es verdaderamente otro “yo”. El cuerpo visible explora el espacio en nuestro
tiempo, el otro, totalmente imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro
desdoblamiento.
De manera esquemática podemos decir que un cuerpo energético informa nuestro cuerpo físico.
Toda partícula emite y recibe ondas. Todo organismo recibe informaciones para vivir y sobrevivir.
Nuestro “doble” experimenta muy rápidamente nuestro futuro y, por aperturas imperceptibles
entre los dos tiempos, intercambio permanentes de informaciones nos llevan por el buen camino.
Ahora bien, ¿cómo dejarnos guiar por esta parte de nosotros mismos que, desde pequeños, hemos
aprendido a ignorar?
Nuestro doble está a nuestro servicio, esperando contactar con nosotros para transmitirnos los
mejores instintos de supervivencia, ya que él viaja al futuro y nos transmite la información.
La información del futuro, éste es el control que nos equilibra. Tenemos varias potencialidades en
nuestro futuro. Se trata de escoger la mejor para beneficio nuestro y de nuestro planeta,
aprendiendo a recibir las informaciones de nuestro “doble” y no empezar a poner en duda su
existencia.
¿Cómo? ¿Guiando nuestros sueños? Eso no es posible ya que perdemos el control. Sin embargo, es
fácil controlar el momento en que nos dormimos. Y es efectivamente ese control el que permite,
en primer lugar, obtener el intercambio de informaciones deseadas.
Si no nos queda el recuerdo no pasa nada, nuestro cuerpo recibe las indicaciones que le permiten
tener mejores instintos de supervivencia. Nos lo comunica, a veces, poco a poco y otras veces
rápidamente.
Un dato importante: el presente no es más que el regreso de un futuro que yo había creado en el
pasado. Digamos que es una actualización.
No hay ninguna necesidad de recordar los sueños. Basta con prepararnos a “bien soñar” por la
noche para vivir bien durante el día, modificando tus pensamientos (siempre en positivo).
Forma de proceder: momentos antes de coger el sueño: ponernos en contacto con nuestro
“doble”, exponerle nuestros problemas y pedirle que busque la mejor solución posible (de entre
los posibles futuribles).
Tener total confianza en que tu “doble”, te lo va a resolver de la mejor manera posible (ya que tu
doble eres tú en otra dimensión). Tener la “certeza” de que ya te lo resuelve. Tener una actitud de
total despreocupación y confianza. No “pensar” en hacer a los demás lo que no quieras que los
demás “piensen” en hacerte a tí. Estar muy atentos a las señales que nos da la vida. Saber escuchar
los “avisos”.
Esperar 40 días (cuarentena). Esto te libera de angustias y te permite mirar sin miedo al porvenir.
El control de las aperturas temporales cambia nuestras noches y también nuestra vida. Además es
el único medio eficaz para ya no estar angustiados o deprimidos frente a una situación delicada, a
condición de saber cómo y por qué proceder. En efecto, el saber que el día siguiente será el mejor
que el mismo día nos alegra el corazón, el estrés desaparece y con él las enfermedades. El dirigir
nuestra vida es nuestra responsabilidad.
Debes saber que tu tiempo está acelerado en las aperturas de un tiempo normal.
Pasado, Presente y Futuro. Tres realidades simultáneas transcurriendo a velocidades diferentes.
Esto nos permite actualizar a cada instante un pasado o un futuro potencial experimentado por
otra realidad desdoblada de la mía. Así podemos decir: Yo era, Yo soy y Yo seré, simultáneamente
pero en tiempos diferentes.
1ª Ley: Ley del desdoblamiento – Nuestras preguntas del pasado son respondidas en un futuro
potencial. Este futuro potencial no debe ser modificado mientras se fabrica, si no, la respuesta ya
no corresponderá con la pregunta.
2ª Ley: Los intercambios de información sólo pueden ir del pasado al presente o del presente al
futuro, nunca del pasado al futuro.
Así pues el presente separa “la luz de las tinieblas”. Es preciso ser dos para intercambiar
información: uno de ellos viaja entre su presente y su futuro. El otro entre ese futuro (que es su
presente) y el futuro de ese futuro (que es su propio futuro).
Así pues, las tres realidades presentes -del pasado, del presente y del futuro- son accesibles al
mismo tiempo por intercambios de información en las aperturas temporales.
Nuestro doble es un simple explorador o “mensajero del séptimo tiempo”. Está ahí para
asegurarnos el mejor presente a cada instante. Está listo para darnos todas las informaciones
necesarias en cuanto se lo pidamos, puesto que “él” es “yo”, está siempre dispuesto a crearnos el
mejor porvenir.
Debemos saber que nuestro otro “yo” vela por nosotros. ¿Qué hay qué hacer?
Buscar en nuestro doble las informaciones necesarias para solucionar nuestros problemas. ¿De qué
manera? Quedándonos dormidos como un bebé confiado, con la certeza de que mañana será un
día mejor.
Cuando estamos seguros de recibir ayuda en todo momento y en todo lugar, esta confianza se
vuelve un automatismo saludable. Ser al mismo tiempo prudentes e impacientes, sabiendo que
vivimos a dos en dos tiempos diferentes, utilizando este desdoblamiento en el día a día.
Nuestro doble tiene la capacidad de explorar lentamente nuestro futuro, en un tiempo tan rápido
que no nos damos cuenta de ello. En nuestro tiempo recibimos sus consejos en forma de
sugerencias inmediatas, que crean nuestra intuición.
El hecho de estar desdoblados sin tener tiempo de darnos cuenta, nos da la sensación de saberlo
todo intuitivamente, sin tener que pensar en nada.
La ley de los tiempos es sencilla: “Si nadie en la Tierra pensara en matar, no existiría ningún futuro
potencial asesino y la actualización de un asesinato sería imposible”.
Si nuestra rabia inicial fabrica un futuro no-cebo (lo contrario de placebo, pongo el guión porque
no me lo deja escribir junto), nuestra responsabilidad es total en el crimen que se limita a
actualizar ese potencial.
Si hubiésemos sabido fabricar un efecto placebo, en vez de nocebo, con nuestro doble en el futuro,
este desconocido quizá se hubiera vuelto pacifista y seríamos responsables de un sosiego
momentáneo de la Tierra.
Todo depende, pues, de nuestro modo de vida y de nuestros pensamientos que crean el conjunto
de nuestras posibilidades de futuro y eso durante los veinticinco mil años de nuestro
desdoblamiento actual.
Nuestro doble puede modificar los futuros que nosotros hemos creado, siempre a petición
nuestra, él solo puede actuar a través de sugerencias. Sus informaciones siempre son las correctas.
Cuando le damos las gracias, él entiende que va por buen camino y no duda en seguir adelante con
lo que ha empezado, en función de las informaciones que recibe de su pasado.
CAMBIAR EL FUTURO
Restablecer un cuerpo enfermo o acallar una mente angustiada viene a ser, cambiar el futuro y
consecuentemente cambiar el mundo. El quejarse o lamentarse crean inmediatamente en el
futuro algo del que poder quejarse o lamentarse.
Aquél que se mantiene en contacto con su doble, no teme al futuro, cosecha sólo informaciones
capaces de crear y de recibir las mejores posibilidades futuras individuales.
Equilibrándose de esta manera, equilibrará al planeta cuyo futuro potencial colectivo mejorará
poco a poco. Sólo nuestro doble es capaz de volvernos a dar las ideas que eran las nuestras cuando
nacimos.
Lo primero y más importante es tomar conciencia de nuestros problemas. Cuando nos quedamos
dormidos, sin pedir nada, es como si estuviéramos perdidos en una gran ciudad.
Es pues, importante proporcionar a nuestro cuerpo físico las indicaciones necesarias, que serán
decodificadas en el momento del intercambio por nuestro doble y por los cuerpos energéticos que
vendrán a nosotros.
Es el agua de nuestro cuerpo la que almacena y restituye las informaciones. El ver nuestros
problemas atrae las energías futuras responsables de nuestras dificultades. Si intentamos
encontrar nuestras soluciones, atraeremos otros futuros, que no pueden ser los más adecuados, ya
que no se corresponden con nuestras preguntas del pasado.
Sin embargo, si pedimos a nuestro doble que resuelva nuestros problemas y clasifique las
soluciones, lo atraeremos hacia nosotros y nuestros sueños serán benéficos siempre que
aceptemos su solución, con una confianza absoluta y en la certeza de que es el mejor futuro
posible.
Nuestro doble es más poderoso que los más poderosos de la Tierra, puesto que él es nuestra
parcela creativa, esta imagen luminosa que el Creador quería de nosotros en el futuro antes de
nuestra evasión a las tinieblas. La duda fabrica instantáneamente razones de dudar en el futuro y
luego nos prueba que teníamos razón de dudar.
Sin embargo, la certeza de un resultado ya crea el resultado en el futuro, pero antes de actualizarlo
en nuestro presente, es mejor dejar que la otra parte de nosotros compruebe la utilidad y la
ausencia de peligro para el prójimo.
Nuestra confianza absoluta permite a nuestro doble actualizar el futuro que permite confrontar
esta confianza. Nuestra certeza de un resultado le permite elegir un futuro conforme a esta
certeza.
La mejor manera de quedarnos dormidos es pedir a nuestro doble que nos envíe el mejor futuro
que hemos podido crear. ¡Que se haga tu voluntad! El dejar nuestro lugar de director de orquesta
a nuestro doble nos adormece más rápidamente que nuestros deseos o proyectos.
Una parte nuestra pasa sus días fabricando los futuros que la otra selecciona durante la noche.
Así pues, un solo intercambio de información con nuestro doble arregla pues nuestro presente
durante 3 días, en función de un futuro potencial de 40 días. Es la “cuarentena”. 3 días es también
la duración para pasar las tres velocidades que aceleran el motor del tiempo hacia el futuro: el
muerto fallece.
El sueño paradoxal es parecido a la EBM, solo que un cuerpo energético viene inmediatamente a
asegurar nuestra supervivencia durante los intercambios de información. En la EBM nuestro
organismo dejado al abandono, incluso puede descomponerse, sólo nuestro regreso en esos tres
días lo hace recuperarse.
Si nuestro doble es capaz de restablecer un organismo en descomposición, ¿por qué no nos podría
curar de cualquier trastorno o desorden corporal? ¿Qué hace sino seleccionar, arreglar y utilizar los
potenciales que hemos encerrado en los doce espacios que separan los siete tiempos?
Los llenamos desde hace 25.000 años. Podemos decir que hemos almacenado futuros en 12 cofres
que están al “servicio de nuestra vida”, en griego zoi-diáconos o zodíaco. Debido a nuestra
encarnación los modificamos y deberíamos permitir a nuestro doble hurgar dentro para volver a
poner orden en ellos.
Utilizando cada vez una sola apertura imperceptible de su tiempo, nuestro doble abre tan solo uno
de nuestros 12 zodíacos durante 3 de nuestros días. Para abrir los 12 zodíacos necesita, pues, 36
días. Luego, durante 3 días se hará una síntesis de las informaciones obtenidas. El día 40 aportará
siempre la mejor solución a todos nuestros problemas.
Podemos entonces, organizar, junto a nuestro doble nuestros mejores futuros. Nos bastará a los
dos juntos 7 períodos de 39 días para volver a poner orden en los 12 futuros potenciales.
Una síntesis de la misma duración resolverá nuestros problemas pasados y así pues, 7 veces 39 nos
pondrán frente a un nuevo futuro. El feto sigue esta ley en el vientre de su madre. Su doble
también hurga en los 12 zodíacos para quedarse sólo con lo necesario. Hacen falta, pues, los 7
ciclos de 39 días para acabar el embarazo en 273 días. Para elegir a sus padres, el niño y su doble
necesitan conocer los futuros potenciales.
Si son de diferentes signos zodiacales mejor, sino, dados los tiempos que transcurren, no pasa
nada, ya que las puertas del futuro están abiertas de par en par y las del pasado empiezan a entre-
abrirse.
Sólo hay una contraindicación: la libertad de aquél o aquélla a quien queremos ayudar, sin su
consentimiento es peligroso llevar a cabo cualquier acción.
En efecto, somos los músicos del futuro de nuestros dobles. Sólo puede existir armonía entre éstos
si en su futuro -es decir en nuestro presente- tocamos la misma música. Cualquier desacuerdo
aleja a los directores de orquesta de nuestro pasado. Sin embargo, la armonía entre varias
personas permite crear una orquesta.
Así favoreceremos la “sincronicidad” en nuestra vida, nuestro entorno arregla nuestra vida diaria
de manera estupenda.
Cada 25.000 (24.840) años desemboca en un período de 1.080 años que permite la reunificación
con nuestro doble. ¿Cómo será esta reunificación?
En realidad el tiempo de nuestro doble se yuxtapondrá con el nuestro un muy corto instante para
permitir nuestra reunificación instantánea. “Toda duda, reflexión o incomprensión nos dejará
clavados en nuestro mundo y nuestro tiempo y nos encerrará de nuevo otros 25.000 años.”.
Esta breve yuxtaposición final necesita de una comprensión inmediata entre las dos partes
desdobladas. Nos devuelve la vestimenta plata de señorío de los Sumerios o como nos decía S.
Juan, nos permite vestirnos con nuestras vestiduras blancas después de la apertura de los siete
sellos del Apocalipsis.
Abriendo las 12 puertas zodiacales, estos sellos corresponden a las 7 explosiones solares de
envergadura, de las cuáles algunas ya se han producido. El “Apocalipsis caótico” es sencillamente
el “descubrimiento debido a una apertura enorme” entre el pasado y el futuro.
El final de los diferentes tiempos necesarios a nuestro desdoblamiento nos permitirá ir en el
tiempo y el espacio de nuestra comprensión. Algunos reharán su unidad con su doble en el pasado
y se beneficiarán de esta manera de los intercambios con el Creador. Otros arrastrarán a sus
dobles al futuro en donde se podrán tomar más tiempo para intentar entender y recuperar los
preceptos de una supervivencia instintiva cerca del Creador.
Nuestro doble se encuentra todavía en la luz creadora y sus informaciones pueden sacarnos de
cualquier situación problemática. Es un ser de luz que sigue siendo una parcela del Creador.
No posee la verdad universal, posee sólo la nuestra, aquella para la cual ha sido programado por
las preguntas del Creador. No es la de los demás. Por eso debemos dejar de lado todo proselitismo.
Es un ser de luz que sigue siendo una parcela del Creador. Está dotado de la fuerza creadora de una
estrella que es nuestro polo de reunificación y de reconstitución.
El creador se ha dividido para conocerse mejor. Cada uno de nuestros dobles le aporta una
respuesta. “Cada alma tiene una estrella y el que lleva una vida intachable durante el tiempo que le
es acordado tomará a su estrella”.
OBSTÁCULOS
El miedo, la tensión, angustia, pavor, conmoción, fobias, temor, inquietud, ansiedad, desamparo,
desasosiego, perdición, preocupación, tormento…
De igual forma un intercambio con nuestro doble no es la consecuencia de bondad por su parte,
sino de fuerzas antigravitacionales que nosotros debemos poner en marcha. Esta energía puede
ser extraordinaria.
Ninguna enfermedad debería ser incurable, todo depende de nuestros futuros potenciales y de
nuestros dobles. Si grandes o pequeños problemas nos permiten crear potenciales válidos, serán
de utilidad. Una curación sólo es válida si nos permite construir un mejor futuro.
El cambio de nuestro pensamiento es más importante que el de nuestro cuerpo. Pedir a nuestro
doble que nos resuelva el problema de la mejor manera posible.
Aquél que puede ver un futuro peligroso y suprimirlo, se vuelve un excelente terapeuta.
Hacedlo antes de dudar del resultado, veréis que la fuerza de vuestro doble no tiene límites (sólo
las personas convencidas por esa otra parte de sí mismas son convincentes de forma natural).
Cada uno de nosotros es el jefe de nuestra orquesta del futuro. Estamos en la Tierra para crear
armonía entre nuestros músicos y no para modificar las partituras de nuestros dobles.
Podríamos pensar en que cuanto menos sabemos más nos podemos apoyar con toda confianza en
nuestro doble.
Todos moriremos, pero sólo es nuestro doble quién puede decidir la fecha, es importante dejarle
esta decisión, sobre todo cuando el cuerpo médico condena en nombre de las estadísticas. Una
enfermedad grave es una buena campanada de alarma pues libera de pensamientos parásitos.
El único límite es el que nos imponemos nosotros mismos, sea porque nos confundimos de
dirección o porque pensamos que somos demasiado débiles. El final actual de un ciclo solar y el de
nuestro desdoblamiento depende de los límites que nos pongamos, ya que nos permite mover
montañas.
Las sugerencias de nuestros dobles deberían guiarnos todo el tiempo, sino nos volveremos
marionetas de aquéllos que fabrican nuestros futuros.
Nos hemos desdoblado para explorar un espacio peligroso que, poco a poco, en 180 años, cerraba
sus 12 puertas planetarias, separando así durante 25.000 años, los 7 tiempos necesarios a la
diferenciación vital del pasado, presente y futuro.
Desde entonces, separados del Creador -cuya existencia y unicidad son una obligación de espacio y
tiempo- hemos construido futuros potenciales peligrosos que debemos suprimir.
Viviendo en colectividad, siempre somos responsables de las desgracias de aquéllos que actualizan
esos potenciales para vivir o sobrevivir.
Nuestra encarnación en la Tierra tiene como único objetivo permitir a nuestro “doble” arreglar los
futuros que hemos perturbado. Le servimos de trampolín hacia el futuro que deberíamos construir
según sus consejos. De esta manera el Apocalipsis volvería a encontrar su sentido etimológico de
descubrimiento maravilloso de lo escondido. El planeta sólo actualizaría futuros buenos para
todos.
Y recuerda, esto es fundamental: “No pienses en hacer al prójimo lo que no quisieras que él
pensara en hacerte a ti”. Es la única manera de que todos nuestros futuros potenciales sean
buenos y utilizables por la colectividad.
Es urgente dar marcha atrás antes de que el final de los tiempos haga incontrolables nuestras
aperturas temporales, pues la puerta del futuro se abre antes que la del pasado.