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Tema 1

La patria potestad
Según con el Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia del mundo, se entiende
como los derechos y obligaciones que tienen los padres sobre sus hijos no
emancipados, todo lo que haga referencia con el cuidado del niño para su óptimo
desarrollo.
La Responsabilidad de Crianza, con tributo de la Custodia
Comprende el deber y derecho compartido, igual e irrenunciable del padre y de la
madre de amar, criar, formar, educar, custodiar, vigilar, mantener y asistir material,
moral y afectivamente a sus hijos e hijas, así como la facultad de aplicar
correctivos adecuados que no vulneren su dignidad, derechos, garantías o
desarrollo integral. En consecuencia, se prohíbe cualquier tipo de correctivos
físicos, de violencia psicológica o de trato humillante en perjuicio de los niños,
niñas y adolescentes.
Obligación De Manutención
Es aquella que comprende lo concerniente para el sustento, vestido, habitación,
educación, cultura, atención médica, medicinas, recreación, deportes y asistencia.
Régimen de Convivencia Familiar
En términos muy sencillos, establece que los niños, niñas, y adolescente (menores
de edad) tienen el ineludible derecho constitucional y legal de mantener relaciones
personales y directo con los padres, cuando estén separados, con la excepción
del interés superior del menor de edad.
Familia Sustituta
CONCEPTO: Se entiende por familia sustituta aquella que, no siendo la familia de
origen, acoge, por decisión judicial, a un niño, niña o adolescente privado
permanente o temporalmente de su medio familiar, ya sea por carecer de padre y
de madre, o porque estos se encuentran afectados en la titularidad de la Patria
Potestad o en el ejercicio de la Responsabilidad de Crianza.
La familia sustituta puede estar conformada por una o más personas y comprende
las modalidades de: colocación familiar o en Entidad de atención, la Tutela y la
adopción. (ART. 394 SEGÚN LA LOPNNA)
Análisis de LOPNNA
El estudio evidencia cómo las colas son prácticas y lugares contrarios a los fines
de formación cívica y de promoción de valores ciudadanos. En las colas las
normas son discrecionales, variables, no hay una normativa fundamentada en la
Ley, sino en el criterio o proceder arbitrario que improvisa el efectivo militar, el
vigilante o el responsable del establecimiento, ante las cuales el comprador es un
individuo sin derechos, sometido a las pautas que se le imponen. Pero, además,
en estas colas la civilidad se disminuye cuando las personas se enfrentan, pelean,
se gritan e insultan, de tal manera que además del riesgo físico de golpes o
empujones, en estos espacios bs NNA están expuestos a una formación social en
violencia, supeditada a la sobrevivencia y que promueve valores de egoísmo,
confrontación, amenazas y agresión entre personas.
También se constató cómo la situación de agobio y tensión que generan las colas
afecta las relaciones familiares siendo documentadas situaciones de maltrato
físico de madres hacia sus hijos, a partir de las molestias o
cansancio que implica la larga e incómoda espera.
Examinando con atención las informaciones registradas es posible apreciar
como la política pública legitima, apoya y utiliza la fuerza coercitiva del Estado
para imponer a la población a procedimientos de sometimiento y control de la
ciudadanía que pretende hacer efectiva la compra y adquisición de alimentos y
otros insumos esenciales; esta decisión pública no diferencia o discrimina la
condición de niñez, ancianidad o enfermedad, sino que exige las mismas y
condiciones y requisitos para todas las personas y grupos familiares (por ejemplo,
no se diferencia si un hogar tiene más niños que alimentar). Se observa la
vigilancia y regulación de las colas por parte de funcionarios militares (Guardia
Nacional) quienes imponen su orden y regulación a los grupos humanos que al
acudir a estos establecimientos deben subordinarse al yugo u ordenamiento que
se les impone. Las colas pueden ser calificadas como prácticas o procedimientos
violatorios de derechos humanos, porque implican la exposición a condiciones y
requisitos arbitrarios que se han impuesto a las personas sin fundamentos legal, y
sin asegurar el cumplimiento de garantías a las que el Estado está Obligado para
el cumplimiento del derecho a un nivel de vida adecuado.
Tema 2
Representación Y Administración de los Bienes del hijo sometido a Patria
Potestad
El Padre y la madre que ejercen la patria potestad representan en los actos civiles
a sus hijos menores y aun simplemente concebidos, y administran sus bienes, (art.
267 encabezamiento del C.C.). Se confiere a los padres correspondientes dos
poderes distintos: el poder de representación y el poder de administración.
Atribución del poder representación y administración.
El poder de representación consiste en la facultad de celebrar actos jurídicos en
nombre de otra persona, de manera que los efectos activos y pasivos de tales
actos recaigan directamente en esa otra persona. La fuente del poder de
representación puede ser la voluntad del representado o la ley. En el primer caso,
se habla de representación voluntaria por su fuente, y en el segundo, de
representación legal por su fuente.
Igualmente, el contenido del poder de representación puede estar determinado por
la voluntad del representado o directamente por la ley. En el primer caso se habla
de representación voluntaria por su contenido y en el segundo, de representación
legal por su contenido.
El poder de representación que corresponde a los padres en ejercicio de la patria
potestad tiene su fuente en la ley y está determinado en su contenido también por
la ley, de modo que es una representación legal tanto por su fuente como por su
contenido.
Excepción.
Excepcionalmente, se evaluará la posibilidad de que un niño, niña o adolescente a
quien se le ha dictado, por vía judicial, medida de colocación en una familia
sustituta, pueda ser adoptado o adoptada por la persona o pareja a quien se
otorgó́ esta medida de protección. Sólo se podrá́ proceder en este sentido si se
Cumplen, como mínimo, los siguientes requisitos:
a) Que dicha persona o pareja haya estado inscrita, antes y al momento de
dictarse la correspondiente medida de colocación o de haber acogido al niño, niña
o adolescente, en el respectivo programa de familia sustituta.
b) Que se compruebe la inviabilidad o imposibilidad del restablecimiento de los
vínculos del niño, niña o adolescente con su familia de origen, y que la familia
sustituta no ha obstaculizado, en modo alguno, la reintegración familiar de dicho
niño, niña o adolescente.
e) Que hayan transcurrido dos años desde la fecha en que se inició́ la colocación.
d) Que la evaluación bio-psico-social-legal realizada por la correspondiente oficina
de adopciones, sea favorable.
En caso de llenarse todos estos requisitos, se debe considerar cumplido el
emparenta miento técnico en relación con estas personas. En caso contrario, el
respectivo niño, niña o adolescente será́ emparentado con otra persona o pareja
de las que Integran el registro de solicitantes de adopción elegibles. (ART. 493-H
SEGÚN LA LOPNNA)
Clasificación de los actos de administración.
Los Actos de Administración que pueden efectuar los padres pueden ser los
siguientes:
1.- Actos de conservación o conservatorios: que reúnen las condiciones de: A) ser
necesarios para sustraer de un peligro inminente a uno o más elementos del
patrimonio y B) no implicar sino a lo más un gasto insignificante en relación con las
posibles consecuencias de peligro.
Los actos de conservación pueden ser de conservación material (reparaciones de
edificios que amenacen ruinas siempre que su costo sea insignificante) o de
conservación jurídica (registro de un documento, interrupción de la prescripción,
etc.).
2.- Actos de simple administración y actos que exceden de ella: estas dos
categorías de actos no pueden ser definidas aisladamente, existen varios criterios
fundamentales, los cuales son:
 A) Criterio de la naturaleza jurídica objetiva del acto: basta examinar la
naturaleza jurídica que objetivamente tiene el acto para determinar si
excede de la simple administración o si es de simple administración. En
efecto, si en virtud del acto sale el patrimonio un bien (sin compensación
como ocurre en la donación o con compensación como sucede en
la venta o permita) o se crea el peligro de ello (Ej. si se lo hipoteca), el acto
es un acto de disposición o que excede de la simple administración.
En cambio, si el acto no tiene por efecto que salga ningún bien del
patrimonio ni crea el peligro de ello (Ej. Arrendamiento), el acto es de
administración o de simple administración, a menos que reúna las
condiciones arriba indicadas para los actos de conservación.
El criterio de la simple administración se divide en tres categorías: 1) las
enajenaciones, que se caracterizan por producir la pérdida total o parcial de un
elemento del patrimonio (con o sin compensación), venta, permita, constitución del
usufructo, etc.); 2) las renuncias que se caracterizan por causar la pérdida de un
elemento del patrimonio sin que se persiga la finalidad de transmitirlo a otro, como
ejemplo la renuncia de la herencia o legado y 3) las disposiciones propiamente
dichas, que se caracterizan por exponer a la persona a la pérdida de bienes,
ejemplo la hipoteca, fianza, prenda, etc.
 B) Criterios económicos: Si la finalidad de la ley al distinguir entre actos de
simple administración y actos de disposición es establecer un régimen más
severo para la celebración de éstos, debido a que con ellos pueden
causarse mayores perjuicios al menor, es lógico que la distinción entre
ambas categorías de actos atienda a la trascendencia económica de los
mismos. De allí que se hayan propuesto varios criterios económicos de
distinción:
 El criterio económico más rudimentario que consiste en calificar los actos
de simple administración a aquellos que sólo afectan o pueden afectar a la
renta, y de actos de disposición a los que afectan o pueden afectar
al capital, pero la ley establece que el arrendamiento por más de tres años
excede de la simple administración, por ello este criterio no puede ser
acogido.
 Conforme al criterio económico usual son actos de simple administración,
los actos que, sin ser conservatorios en el sentido arriba expuesto, tienden
a la conservación o mejoramiento del patrimonio sin comprometer la
existencia de éste ni de una parte considerable del mismo, mientras que
son actos que exceden de la simple administración aquellos que
comprometen la existencia del patrimonio o de una parte considerable del
mismo. Lo que importa determinar con este criterio es la transcendencia del
acto de que se trata en relación con el patrimonio de la persona
correspondiente y no en relación en el bien aislado a que se refiere el acto,
entonces un acto puede ser acto de disposición para una persona de
escasos medios económicos y actos de simple administración para una de
amplios recursos.
 C) La consideración de la institución: la calificación de acto de simple
administración o de disposición depende también de la institución que se
considera, esto es, un acto que es realizado por el padre o la madre en
ejercicio de la patria potestad constituye un acto de simple administración
podría constituir un acto de disposición si lo realiza un tutor. Este parecer se
fundamenta en la idea de que la distinción anotada tiene por finalidad crear
un régimen más severo para ciertos actos en protección del administrado y
de que, por ende, es perfectamente comprensible que el legislador someta
al régimen más severo un número mayor de actos cuando tiene menos
confianza en el administrador que caso contrario (al menos cuando están
sometidos al mismo grado de control).
 D) Conclusiones: el criterio fundamental de distinción entre los actos de
simple administración y de disposición es el denominado criterio económico
usual y que dicho criterio debe ser complementado con la consideración de
la institución correspondiente.

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