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HIPERTENSIÓN

¿Qué es?
La hipertensión arterial es una patología crónica que consiste en el aumento de la
presión arterial. Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos
síntomas claros y que estos no se manifiestan durante mucho tiempo.
Si no se siguen las recomendaciones del médico, se pueden desencadenar
complicaciones graves, como por ejemplo, un infarto de miocardio, una hemorragia o
trombosis cerebral.
Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a
medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y
puede verse dificultado al paso de sangre a través de ellas. Esto se conoce con el
nombre de arterioesclerosis.

¿Cuáles son los síntomas?


La hipertensión generalmente no causa síntomas y por ese motivo a menudo se le
denomina "el asesino silencioso". Las personas que tienen una alta presión arterial
generalmente no lo saben hasta que se la toman.
A veces, las personas con una marcadamente elevada presión arterial pueden
experimentar:
 Dolores de cabeza
 Mareos
 Visión borrosa
 Náuseas y vómitos
 Dolores en el pecho y dificultad para respirar
A menudo la gente no busca atención médica hasta que los síntomas se derivan a un
daño orgánico causado por la hipertensión crónica (a largo plazo). Se pueden observar
los siguientes tipos de daño orgánico provocados por una presión arterial alta y
crónica:
 Ataque al corazón
 Insuficiencia cardiaca
 Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio (AIT)
 Insuficiencia renal
 Daño ocular con pérdida progresiva de la visión
 Enfermedad arterial periférica que causa dolor en las piernas al caminar
(claudicación)
 Evaginación de la aorta, llamada aneurisma
¿Cuáles son los valores normales?

La tensión arterial alta se clasifica como:


Normal: menos de 120/80 mmHg
Prehipertensión: 120/80 a 139/89 mmHg
Estadio 1 de hipertensión: 140/90 a 159/99 mmHg
Estadio 2 de hipertensión: 160/109 a 179/109 mmHg
Estadio 3 de hipertensión: mayor de 179/109 mmHg
Control de la presión arterial
La presión es una variable fisiológica, que se modifica dentro de ciertos límites a lo
largo del día. Se reduce durante el sueño y sube con el ejercicio, la alimentación o la
actividad sexual. Se encuentra bajo el control de varios sistemas neurohumorales, que
actúan modificando el gasto cardíaco y la resistencia periférica.
Uno de los mejor descritos es el control ejercido por el sistema nervioso autónomo. Este
percibe los cambios de presión arterial a través de baroreceptores ubicados en la
circulación (por Ej. seno carotídeo), que se conectan con el sistema nervioso central.
Cuando la presión cae, las descargas autonómicas provocan vasoconstricción refleja
(arterial y venosa), taquicardia y aumento de la fuerza contráctil cardiaca. Por el
contrario, si la PA aumenta, las descargas provocan bradicardia, vasodilatación e
hipotensión.
En los últimos años, se ha investigado extensamente el papel de diversas hormonas
vasoactivas, que constituyen otros sistemas integrados de control, de gran importancia
fisiológica y¬ fisiopatológica. Estas son:
Sistema renina-angiotensina-aldosterona, es vasoconstrictor y estimulante de la
retención renal de sodio.
Sistema kalikreina-cinina, vasodilatador natriurético (induce pérdida de sodio,
principal determinante de la volemia, por la orina) y mediador en el riñón de la
liberación de prostaglandinas;
Hormonas natriuréticas, destacando entre ellas el péptido natriurético auricular o
atriopeptina.
Vasopresina u hormona antidiurética, es un potente vasoconstrictor de efecto breve,
al que el organismo recurre para mantener la presión arterial sólo en hipotensiones
graves. Se induce su secreción en perdidas mayores al 10 % de la volemia.
MECANISMOS DE REGULACIÓN DE LA PRESION ARTERIAL.

REGULACIÓN NERVIOSA
El sistema nervioso regula la presión sanguínea a través de circuitos de
retroalimentación negativa por reflejos de dos tipos:

1. REFLEJOS BARORRECEPTORES
Son receptores sensoriales sensibles a la presión, se encuentra en la aorta, en arterias
carótidas internas y grandes arterias del cuello y tórax.
Estos envían impulsos al centro cardiovascular para ayudar a regular la presión
sanguínea, los dos reflejos más importantes es:
-El reflejo del seno carotídeo; este ayuda a regular la presión sanguínea en el cerebro
por estímulo del centro cardiovascular en el bulbo raquídeo, que este a su vez recibió la
información de los barorreceptores.
-El reflejo Aórtico; regula la presión arterial sistémica por estímulo del centro
cardiovascular.
Cuando la presión arterial disminuye, los barorreceptores envían impulsos nerviosos
con menor frecuencia al centro cardiovascular produciendo la disminución de la
estimulación parasimpática del corazón y aumentando la estimulación simpática que a
su vez incrementará la secreción de adrenalina y noradrenalina que produce la médula
suprarrenal.
2. REFLEJOS QUIMIORRECEPTORES
Son receptores sensoriales que controlan la composición química de la sangre, se
encuentra junto a los barorrecptores del seno carótideo y del arco aórtico, en cuerpos
carotídeos y aórticos.
Detectan cambios de O2, CO2 y H+.
Estos quimiorreceptores proveen aferencias al centro respiratorio, en el tronco
encefálico , para ajustar la frecuencia de ventilación.
AUTORRECGULACIÓN
1. CAMBIOS FÍSICOS
El calor promueve la vasodilatación y el frío la vasoconstricción, además el músculo
liso de la arteriola exhibe una respuesta miogénica que contrae con más fuerza cuando
está estirado y se relaja cuando el estiramiento disminuye.

2. SUSTANCIAS QUÍMICAS VASODILATADORAS Y


VASOCONSTRICTORAS
Algunos tipos de células liberan una variedad de sustancias químicas que alteran el
diámetro de los vasos sanguíneos.
Las sustancias vasodilatadoras incluyen K+, H+, ácido láctico y ATP, la agresión tisular
provoca la liberación de cininas vasodilatadoras e histamina.
Los vasoconstrictores son el tromboxano A2, radicales superóxido, la serotonina y las
endotelinas.

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