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Historia de la Hermenéutica a} El problema de Ia inteleccién 1. El concepto y la cuesti6n de la hermenéutica sur- gen por primera vez en un contexto de problemética filoséfica en Friedrich Schlelermacher. Este toma la pa- labra del uso linguistico teolégico, pero sitda el pro- blema biblicohermenéutico de la comprensién @ in- terpretacién correctas de la Sagrada Escritura en el horizonte més amplio de la comprensién histérica y Ik teraria (més tarde se diré comprensi6n propia de las ciencias del espiritu) que é1 intenta dilucidar filos6fica- mente. Esto sucede principalmente en sus lecclones so- bre hermenéutica’; sin embargo, el problema herme- néutico se halla también en sus escritos restantes. Hermentutica es para Schlelermacher «el arte de com- prender», mas exactamente una doctrina metédica ‘que como tal esta ordenada no a un saber teorético, sino a un manejo practico, a saber, a la practica o téc- nica de la interpretacién correcta de un texto, Aqui se trata de «comprender», lo cual desde ahora se con- jerte en la nocién y el aspecto fundamentales de toda la cuestion hermenéutica?, Schleiermacher quiere com- pfender cada pensamiento o'cada expresién a partir de la totalidad de un «contexto de vida» de la que’! surge. Aqui distingue entre la comprensién adivina- torian, que en su medida plena sélo es posible frente 2 espititus afines y significa un presentir esponténeo a partir de un sentimiento vivo, de un «aclimatarse», y luna comprension «comparativay, que se apoya en una multiplicidad de conocimientos objetivos, gramaticales ¢ historicos, y abre el sentido significado a partir de la comparacién o de la conexion de las afirmaciones?, Mientras que la comprensién adivinatoria significa un presentir o un concebir inmediatos del sentido, la ‘comprensién comparativa consiste en una refundicién de varios datos aislados. Pero por cuanto ambos ele- mentos deben actuar conjuntamente, se muestra ya aqul algo asi como un circulo hermenéutico en el cual el momento adivinatorio significa la proyecci6n esponté- nea de una precomprensién, a través de cuya proyec- cién es guiada la réfundicién comparativa. Sin embargo ambos momentos se integran hasta tal punto en uni- dad que Schleiermacher puede definir la hermenéutica + Fr, Schlefermacher, «Hermencutike, en Werke 17 2 Cf. para ello KO, Apel, «Das Verstehen (eine Problemgeschichte as Begiifsgeschichte)», en Archivo for Beorffigeschichte, ¢. 1, Bonny 1955, 142-199. 3 Werke I, 360 5. # Werke U7, 315 . 5 K.G, Droysen, Grundriss der Histortk, Leipzig 1868, 9. como la wreconstruccion historica y adivinatoria, obje- tiva y subjetiva de un discurso dado». Aqui acentia Schleiermacher que para ello es exigible un «meterse dentro» del autor, un «aclimatarse» a su situacién e intencién, a su mundo de pensamiento y de represen- tacién; un pensamiento repetido desde entonces con frecuencia, cuya validez, sin embargo, ha sido ultima- mente convertide en cuestionable, o al menos relativi- zada, por Gadamer. 2. El problema de la comprensién se plantea con nueva importancia asi que se instaura la reflexion acerca de la peculiaridad y el método esencialmente propio de las ciencias historicas, y esta reflexién las se- para expresamente de las ciencias naturales. Esto, preparado por Ranke, sucede especialmente en el libro Grundriss der. Historik (1868), de KJ. Droysen, quien sefiala la distincién entre ef método de las clencias na~ turales y el hist6rico mediante los conceptos wexplica- ‘cine y «comprensi6n». Explicacién significa el retro~ +traer causalmente el fendmeno aislado a la ley general ¥y necesaria; comprensién, por el contrario, la concep- Gién de lo singular en su peculiaridad y en su signifi- cacién, También aqul emerge otra vez él pensamiento que es de importancia fundamental para toda com- prensién y que se mantiene hasta la problemética her- menéutica de la actualidad: «Lo singular es compren- dido en lo total a partir de lo singulars5. Esto sefiala ya tung estructura de la intelecci6n esencialmente circular. ‘Wilhelm Dilthey recoge el problema y lo continda en vistas al conjunto de la pro-blemética de las cien- cias del espiritu, Esto ocurre ante todo en la Einleitung in dle Geisteswissenschaften del afio 18836 y mas tar- de en la obra Aufbau der geschichtlichen Welt del afio 19107. Difthey se remonta expresamente a Schleiermacher; de él procede la biogratia de Schlelermacher, hasta hoy insuperadaf, en que estudia minuciosamente lo hermenéutico en el pensamiento de Schleiermacher. Dilthey es el primer que formula la dualidad entre ciencias naturales y ciencias del espiritu, que se distin- guen por un método analitico explicativo y un proce- dimiento comprensivamente descriptive: «explicamos por procesos intelectuales, pero comprendemos por la © W. Dithey, Gesammelte Schriften , Leipzig - Berlin 1823; trad. castellana: Introduccién a las clencias de! espttu, Fondo de Cultura Econémica, México 71909. 7 Ibi, Vil, Leipzig = Berlin 1927; trad, castellana: E! mundo histé- rico, Fonde de Culture Econémica, México 1944. * W. Dithey, Leben Schlelernachers, Berlin 1966. “en la inteligencia, por el sumergir las fuerzas de las fa- cultades en el objeto». Como base de la comprensién de las ciencias del es- piritu coloca Dilthey una «psicologia comprensiva» ‘opuesta expresamente a una psicologia propia de las ciencias de la naturaleza, que explica por las causas. «Explicamos la naturaleza en sus leyes, entendemos la vida del alma»"®, Se exige para esto, sin embargo, abarcar lo singular en el contexto del todo, entendido por Dilthey como Unidad de vida, unidad de la que brota la exterioriza- én singular de la vida. «En la comprensién partimos del contexto del todo que nos es dado vivo, para ha- cernos concebible lo singular a partir de este todo»". Mientras que este planteamiento tuvo una amplia re- percusion en el Ambito de la psicologia, Dilthey mismo, por la impresin de la critica de Rickert y de Husser! al psicologismo, abandoné més tarde la fundamenta- ®, Segin eso el mundo se fundamen- ta, a partir del ser, como horizonte de inteleccién que nos es asignado onticohistoricamente. En los escritos ms tardios este horizonte historico de comprension se fundamenta atin en forma més expresa en el lenguaje, porque toda inteleccién se realiza en el lenguaje, y el horizonte histérico de la intelecci6n se constituye en el lenguaje®. En él llega el ser al habla. En él se inter- preta histéricamente la comprensién originaria del ser. Por ello el Heidegger tardio no habla ya de hermenéuti- a, y apenas si habla de tiempo e historia. Su pensar to se concentra més bien en el acontecer del lenguaje, que é1 intenta dilucidar a partir del ser. Precisamente por ello el pensamiento del Heidegger de la época tar- dia se convierte de nuevo en hermenéuticamente sig- nificativo y penetra determinativamente en la proble- mética hermenéutica de la actualidad. También en el campo teologico. Es mérito de Hans-Georg Gadamer el haber recogi- do los planteamientos de Schleiermacher, Dilthey y Heidegger y haberlos refundido en una teorla filosé- fica de la comprensi6n’, También él se remonta al «circulo hermenéutico» —en el sentido de Heidegger— y muestra el significado positivo del «prejuicion. Esta palabra, que recibié por primera vez su sentido peyo- rativo a partir de la ilustraci6n, en su empefio por una ciencia carente de presuposiciones, libre de prejuicios, y que Gadamer se ha esforzado en revalorizar, sig ano otra cosa que una «precomprensién» sobreveni- da histricamente y todavia no reflexionada cientifica- mente, la cual, prescindiendo de hasta qué punto alcanza el pleno sentido de la cosa, abre sin embargo tun primer acceso de la comprensién que prepara el ca- mino a cualquier comprensién ulterior y més profunda que, por consiguiente, es presupuesta por ésta. El pro- blema que resulta de la diferencia de maneras de ver en cada precomprensién, condicionado por el horizon- te histérico determinado cada vez, busca Gadamer de solucionarlo por el hecho de que ocurre un encuentro y fusion de horizontes. No se trata, pues, como desde Schleiermacher se exigid frecuentemente, de «intro- ducirse» en la posicién del otro, por ejemplo de un autor de una obra del pasado, para poder compren- derla correctamente, sing que somos mas bien «noso- tros» quienes debemos y queremos entenderle, esto es, a partir de nuestra propia posicién historica. Pero nosotros podemos ampliar nuestro limitado horizonte propio mediante la comprensién del otro, en lo cual se fealiza una «fusién» de horizontes, Sin embargo, la po- sibilidad de esto ests condicionada por la propia histo- ria. La continuidad «historico-efectual» proporciona la posibilidad de la comprensién, en cuanto la palabra pronunciada en el pasado se ha pronunciado dentro de la historia, se ha consumado e interpretado en la Platén acerca de la verdads, Cuadernas de filosofia 10-12. Buenos ‘Aires 1953; «Carta sobre el humana», Realided 7y 9, Buenos Aires 1948, 2 Especialmente en Unterwegs 2ur Sprache, 1.. 2 H.G. Gadamer, Wafvhelt und Methode, GrundzOge einer phi- losophischen Hermeneutik, Tubinga, 1961, 21965. (Version castella- 1a Verdad y método, Sigueme, Salamanca, 1877.)

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