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¿Qué es la disnea?
Otras causas:
Anemia: baja cantidad de hemoglobina (Hgb), que se puede producir por pérdida de
sangre, si las reservas de hierro son bajas, o después de quimioterapia
Si está hiperventilando o respirando muy rápido por miedo, ansiedad o causas
desconocidas
Otras causas que también pueden ponerlo en riesgo de padecer disnea (llamadas
factores de riesgo), pueden incluir:
o Fumar
o Agentes ambientales irritantes, como polución, químicos o espray para el
cabello
o Si es una persona mayor o si el sistema inmune está alterado debido a la
quimioterapia, el uso prolongado de esteroides o enfermedades crónicas
Se le puede tratar con antibióticos en caso de presencia de bacterias
en una muestra de esputo o si su médico considera que una bacteria
provocó la infección.
Si la causa de la bronquitis es un virus, los síntomas pueden tardar 2
semanas o más en disminuir, y los antibióticos no ayudan. El
tratamiento incluye medicamentos para la tos, tomar muchos líquidos y
evitar los agentes irritantes.
o La disnea puede ser consecuencia de una enfermedad crónica (de larga
duración), como fibrosis pulmonar o bronquitis crónica. Es posible que pase
por períodos en que se siente bien y luego pase por períodos en que se siente
enfermo.
o Con algunas causas de disnea, como la bronquitis crónica y la fibrosis
pulmonar, los episodios severos de tos, falta de aire y congestión (llamados
agravamientos) pueden durar unos pocos meses cada vez y ocurrir varias
veces al año.
¿Cuáles son algunos de los síntomas que hay que tener en cuenta?
Informe a su médico y a los miembros del equipo médico que le esta atiendiendo, de
cualquier medicamento que esté tomando (incluso medicamentos de libre venta,
vitaminas o remedios a base de hierbas).
Informe a su médico y a los miembros del equipo médico que le esta atiendiendo, si
tiene diabetes, o alguna enfermedad del hígado, de los riñones o del corazón. Si tiene
historia familiar de enfermedades cardíacas, derrames, colesterol alto o alta presión,
ya que esto la puede poner en riesgo de ciertas afecciones. Notifique a su médico si
hay antecedentes de alguna de estas enfermedades en su familia.
Si fuma, debe dejar de hacerlo. Si no fuma, evite el humo. Ser fumador activo o pasivo
puede dañar el pulmón. Platique con su médico acerca de técnicas que pueden
ayudarlo a dejar de fumar.
Evite el contacto con personas enfermas. Lávese las manos con frecuencia, con agua
y jabón, durante al menos 15 segundos cada vez. Use pañuelos desechables cuando
estornude o tosa.
No comparta los utensilios para comer o beber con nadie.
Si es mayor de 65 años o tiene un sistema inmune alterado debido a quimioterapia,
enfermedad crónica o uso de esteroides, el Centro para el Control de Enfermedades
(CDC, por sus siglas en inglés) recomienda que reciba una vacuna contra la gripe
cada año y una vacuna contra la pulmonía cada 5 años. Consulte a su médico para
ver si esto es conveniente para usted.
Las personas con problemas pulmonares deben hacer ejercicios respiratorios
(inhalación y exhalación profunda) para mover el aire desde el fondo de los pulmones
(oxigenación) para prevenir infecciones y pulmonía. Para esto se puede utilizar un
espirómetro durante 15 minutos, dos veces al día.
El control de las secreciones mediante la tos o respiraciones profundas lo ayudará a
respirar con más facilidad. Recuerde que si está deshidratado, las secreciones serán
más espesas y más difíciles de eliminar. Asegúrese de tomar de 2 a 3 litros de líquidon
(no alcohol, café o refrescos a menos que sean descafeinados) por día para
mantenerse bien hidratado.
Darse duchas o baños calientes, y usar un vaporizador puede ayudar a que las
secreciones sean menos espesas.
Intente hacer ejercicio, lo que tolere, para promover el intercambio del aire
(oxigenación) y para mantenerse en buena condición. Caminar, nadar o actividades
aeróbicas moderadas también pueden ayudar a perder peso y sentirse mejor.
Asegúrese de hacer ejercicio bajo la supervisión de su médico y platique con el para
decidir un programa de ejercicio que se adapte a sus necesidades.
Intente evitar "alérgenos ambientales" (como humo y todo aquello que pueda provocar
alergia (espray para el cabello, hongos, ácaros y mascotas) y causarle un episodio de
falta de aire o que los síntomas empeoren.
Lleve un diario y anote cualquier síntoma anormal, como fatiga en exceso, falta de aire
o dolor en el pecho, que se produzca con frecuencia. Anote los alimentos que ingirió,
el ejercicio o la actividad que estaba realizando cuando aparecieron los síntomas y
cómo se sentía antes de que estos aparecieran. Este diario puede ser valioso para
identificar ciertas "causas que inicien" los síntomas.
Las preguntas que debe realizarse pueden incluir:
o ¿Los síntomas se presentaron gradualmente o el episodio apareció de
repente? ¿Se sentía preocupado? ¿Estaba realizando algún tipo de actividad o
estaba descansando?
o ¿Ingerió algún tipo de alimento diferente? ¿Estuvo cerca de animales? ¿Viajó
recientemente? ¿Qué hizo diferente?
Con problemas de respiración severos, dormir con la cabecera de la cama elevada
puede ayudar a facilitar la respiración. Esto se puede hacer esto si duerme con 2 ó 3
almohadas adicionales. Esto ayudará a que los pulmones se expandan (extensión) y
fomentará el drenaje de las secreciones.
Emplee técnicas de relajación para disminuir su ansiedad. Si se siente nervioso,
busque una area tranquila y cierre los ojos. Respire profundamente, de manera lenta y
constante, e intente concentrarse en cosas que lo hayan relajado en el pasado.
Debe restringir la cantidad de alcohol que bebe o evitarlo totalmente. El alcohol puede
ser malo con muchos medicamentos.
Participar en grupos de apoyo puede ser útil para discutir con otros lo que le está
pasando. Pregunte a su médico si conoce algún grupo de apoyo que pueda
beneficiarlo.
Si se le prescribe un medicamento para tratar este desorden, no deje de tomarlo a
menos que su médico se lo indique. Tome el medicamento exactamente como se le
indicó. No comparta sus pastillas con nadie.
Si se le pasa una dosis de su medicación, pregunte a su médico qué debe hacer.
Si experimenta síntomas o efectos secundarios, especialmente si son severos,
asegúrese de mencionarlos a alguno de los miembros del equipo médico que le esta
atiendiendo. Ellos pueden recetarle medicamentos y/o sugerir otras alternativas
efectivas para el manejo de estos problemas.
Asista a todas las citas para los tratamientos.