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la última Década.1
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Minor Campos Arce. Bachiller en Enseñanza de los Estudios Sociales. Ex-.Coordinador del Consejo de
Asociaciones. Ex-Presidente de la Asociación de Estudiantes de Historia. Federación de Estudiantes de la
Universidad Nacional de Costa Rica. FEUNA. Socio Fundante de la Asociación Agenda Ciudadana por la
Educación Costa Rica.
Antecedentes:
En Costa Rica, el movimiento estudiantil inicia sus primeras luchas desde la década
de 1970, en donde protagoniza una de las protestas sociales que más han marcado la
historia del país y que aún hoy perduran en los recuerdos de los costarricenses.
En 1970 ALCOA (Aluminum Company of America) logra que el Gobierno de
Costa Rica les otorgue permisos para extraer Bauxita en una región al sur del país (Pérez
Zeledón), a la cual los habitantes de dicha región se opusieron; poco a poco la oposición se
fue extendiendo, hasta involucrar al movimiento estudiantil. Los estudiantes se adhirieron
al movimiento, lo que intensificó la campaña de oposición. Posteriormente, sindicatos,
agrupaciones de izquierda, asociaciones de maestros, entre otros se unieron, lo cual
provocó que diariamente se gestaran marchas y protestas, todo esto con la constante
represión del gobierno.
Ese mismo año los diferentes colectivos de lucha en el país debieron volver a
activarse para defender una institución nacional de generación eléctrica y comunicaciones,
que estaba en peligro frente a una transnacional que amenazaba con llevarla a la quiebra, el
ICE. No obstante, los movimientos sociales siempre bajo los valores de democracia, paz,
justicia social, independencia y soberanía llevaron su fuerza a las calles evitando que esto
sucediera.
Ante esta situación tan oscura comprendimos que debíamos dar la lucha a nivel
nacional, y en vista del estrecho presupuesto que nos otorgaba esta negociación, nos
articulamos entre las Federaciones Estudiantiles de las cuatro universidades públicas,
tratamos de negociar haciendo uso de los espacios que por derecho habíamos ganado
décadas atrás, los estudiantes tomamos los edificios para presionar a las autoridades
universitarias y que el acuerdo traidor fuese derogado. Como parte de las medidas se
tomaron el Edifico de Rectoría de la Universidad Nacional, el Edificio de Rectoría de la
Universidad de Costa Rica y el Recinto de San Ramón de la Sede de Occidente de la UCR.,
hicimos que las universidades entraran en paro, apoyados por los sindicatos de trabajadores
universitarios.
Aunque la lucha parecía haberse ganado, tan solo unos meses después debimos
volver a las calles, esta vez por el problema de becas. Las becas son un insumo muy
importante que beneficia a las personas de escasos recursos para acceder y mantenerse en la
universidad, solo en la Universidad Nacional de Costa Rica el 80% de la población de
estudiantes goza de alguna beca, las cuales contemplan desde exoneración completa de
pagos, residencias estudiantiles, alimentación, y ayuda económica.
1. Eliminación del tope de los 12 créditos (en la universidad nacional no se pagan más
de esta cantidad).
2. Eliminación de las becas de representación estudiantil (cultura, arte, deporte).
3. Eliminación de la exoneración de créditos de los estudiantes que trabajaban ad
honorem en proyectos de investigación.
4. Disminución de las horas colaboración de 4 a 3 horas.
5. Implantar la Beca empresa.
Otro logro recientemente adquirido fue, el del voto universal, y lo logramos también
mediante la lucha por nuestro derecho a elegir, por ello a partir del año 2013 cada
estudiante matriculado podrá elegir de manera democrática al director(a) de la unidad
académica a la cual pertenece y de igual manera podrá elegir a las demás autoridades
universitarias.
Si bien se han alcanzado importantes metas, los retos actuales para nuestro
movimiento continúan ya que la intervención de las entidades financieras mundiales ha
llegado ahora hasta nuestros campus, amenazando con acabar de una vez todo lo alcanzado.
Los empréstitos ofrecidos por Banco Mundial para “mejorar” la educación superior de
Costa Rica esconden una oscura verdad, y son los requerimientos que esta entidad solicita a
cambio.
Las condiciones van desde, abrir únicamente carreras técnicas, otorgar becas a
estudiantes solo a cambio de trabajar en empresas privadas, y obligar a las universidades a
que se apeguen a estándares impuestos bajo la farsa de la acreditación de carreras; estas
entidades se aprovechan de que los gobiernos poco a poco han tratado de desfinanciar a las
casas de enseñanza superior para violentar su autonomía y libertad de catedra a cambio de
dinero, que al final termina por convertir la educación en un bien transable y no en un
derecho humano.