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El Movimiento Estudiantil Universitario en Costa Rica: principales retos y logros de

la última Década.1

Considerando que en la coyuntura internacional las luchas juveniles y estudiantiles


surgen en un contexto en el cual la Educación Superior Universitaria debe ser defendida y
protegida de la amenaza de la mercantilización y la privatización, que ciertos estados
latinoamericanos han aplicado para sus proyectos de Estado, creemos fielmente que es
necesario que estas temáticas y sus ejemplos de lucha se traten en todos los espacios
posibles de nuestras Universidades Públicas Latinoamericanas, y de esta manera
empoderarnos de la o las situaciones como defensores del legado Institucional de nuestros
países.

Nos enfrentamos al fantasma del globalismo, neoliberalismo y neoconservadurismo


latente, a las oleadas de privatizaciones, a la comercialización de los activos de la sociedad,
a la corrupción constante de las cúpulas políticas de nuestros estados, tal situación amerita
la movilización de nuestros pueblos, con el fin de garantizar la defensa de la dignidad
nacional, de reconstruir la política, y que esta funcione como herramienta de bienestar del
pueblo. Para ello, es necesario contar con la presencia participativa de las organizaciones de
base.

Los estudiantes ha tenido la necesidad de organizarse para la defensa de su


condición, es por ello que la lucha de los diferentes movimientos estudiantiles
universitarios es parte de lo que a través de la historia han desarrollado los pueblos
latinoamericanos en contra de aquellas condiciones adversas con las que los gobiernos han
tratado de cercenar su derecho a la educación superior de calidad, es de esta manera en que
nacen los Movimientos Estudiantiles Universitarios.

1
Minor Campos Arce. Bachiller en Enseñanza de los Estudios Sociales. Ex-.Coordinador del Consejo de
Asociaciones. Ex-Presidente de la Asociación de Estudiantes de Historia. Federación de Estudiantes de la
Universidad Nacional de Costa Rica. FEUNA. Socio Fundante de la Asociación Agenda Ciudadana por la
Educación Costa Rica.
Antecedentes:

En Costa Rica, el movimiento estudiantil inicia sus primeras luchas desde la década
de 1970, en donde protagoniza una de las protestas sociales que más han marcado la
historia del país y que aún hoy perduran en los recuerdos de los costarricenses.
En 1970 ALCOA (Aluminum Company of America) logra que el Gobierno de
Costa Rica les otorgue permisos para extraer Bauxita en una región al sur del país (Pérez
Zeledón), a la cual los habitantes de dicha región se opusieron; poco a poco la oposición se
fue extendiendo, hasta involucrar al movimiento estudiantil. Los estudiantes se adhirieron
al movimiento, lo que intensificó la campaña de oposición. Posteriormente, sindicatos,
agrupaciones de izquierda, asociaciones de maestros, entre otros se unieron, lo cual
provocó que diariamente se gestaran marchas y protestas, todo esto con la constante
represión del gobierno.

La protesta y huelgas se extendieron por centros educativos de otras provincias,


incluyendo las secundarias y el 24 de abril de 1970, al ser aprobado el proyecto, los
manifestantes arremeten contra el edificio de la Asamblea Legislativa enfrentándose con la
policía. Sin embargo, las manifestaciones continuaron hasta que finalmente el proyecto fue
archivado.

Durante esta coyuntura en particular, el movimiento estudiantil se tornará uno de los


principales actores sociales dentro del país y jugará un importante papel dentro de las
luchas sociales nacionales, se constituirá como un agente de cambio dentro de la dinámica
sociopolítica.

La participación del movimiento estudiantil dentro las luchas sociales le brindó


también las herramientas necesarias para transformar la estructura interna de la
Universidad, y ganar cada vez más poder ante la administración de la misma, logrando de
esta manera el reconocimiento de sus derechos, garantías y una posición de peso dentro de
los espacios de toma de decisiones, y es bajo la presión de este ente que en el Congreso
Universitario de la Universidad de Costa Rica en 1971 se logra obtener un 25% de
representación dentro de las cúpulas políticas de la Universidad, otorgándoles beneficios
como participar de la elección de Rectores, Decanos, asignación de presupuestos entre otras
garantías que perduran hasta hoy.

Dos décadas después se atenta directamente contra los empleados de la educación


en Costa Rica, ya que se pretendía realizar una reforma al sistema de pensiones y
jubilaciones de quienes trabajaran en el sector educativo, esto bajo las políticas que el
último Plan de Ajuste Estructural (PAE III) pretendía implantar.

Esta reestructuración del sistema de jubilación para los sectores magisteriales


eliminaría una serie de derechos a quienes trabajaban en educación, por lo que nuevamente
las agrupaciones de base, sindicatos, maestros, movimientos estudiantiles, padres de
familia, entre otros se lanzaron a las calles para protestar en contra de las nefastas políticas
que el gobierno trataba de imponer, es después de más un mes de protestas, de instituciones
educativas cerradas y amenazas de continuar en huelga, que el gobierno decide retirar de la
Asamblea Legislativa la reforma de ley.

Ese mismo año los diferentes colectivos de lucha en el país debieron volver a
activarse para defender una institución nacional de generación eléctrica y comunicaciones,
que estaba en peligro frente a una transnacional que amenazaba con llevarla a la quiebra, el
ICE. No obstante, los movimientos sociales siempre bajo los valores de democracia, paz,
justicia social, independencia y soberanía llevaron su fuerza a las calles evitando que esto
sucediera.

Actualmente, la educación pública en nuestro país no está exenta de amenazas, las


políticas que los gobiernos han venido implementando de manera solapada van desde la no
accesibilidad, mala cobertura, y programas de estudio que no respetan la diversidad étnica y
cultural del país, la mercantilización, entre otros aspectos no menos negativos.

No obstante, uno de los sectores de la educación pública que se ha visto más


amenazado y violentado en los últimos años ha sido el de la Educación Universitaria
Estatal, al cual se le ha tratado de reducir presupuesto, de privatizar, hasta de comercializar
como si fuera un bien y no un derecho.
En Costa Rica, la Educación Superior Publica es financiada por el Gobierno, con el
Fondo Especial para el Financiamiento de la Educación Superior Estatal (FEES), este
presupuesto es proporcionado a las cuatro universidades públicas (UCR, ITCR, UNA y
UNED) según lo establece el artículo 85 de la Constitución Política, y es distribuido de
acuerdo a las particularidades de cada institución como: cantidad de estudiantes, de
recintos, de cuánto destinan a investigación y además se le otorga un porcentaje a las
Federaciones Estudiantiles para su organización, entre otros parámetros, y es negociado
cada cinco años con una comisión del Gobierno Central.

En el año 2010, con una negociación sin representantes estudiantiles, el Gobierno y


los Rectores firmaron un acuerdo en que se otorgaría a las universidades un presupuesto
sumamente reducido, y que únicamente respondía a las políticas de desfinanciamiento que
las clases políticas están impulsando para beneficiar a las grandes entidades financieras
mundiales.

Ante esta situación tan oscura comprendimos que debíamos dar la lucha a nivel
nacional, y en vista del estrecho presupuesto que nos otorgaba esta negociación, nos
articulamos entre las Federaciones Estudiantiles de las cuatro universidades públicas,
tratamos de negociar haciendo uso de los espacios que por derecho habíamos ganado
décadas atrás, los estudiantes tomamos los edificios para presionar a las autoridades
universitarias y que el acuerdo traidor fuese derogado. Como parte de las medidas se
tomaron el Edifico de Rectoría de la Universidad Nacional, el Edificio de Rectoría de la
Universidad de Costa Rica y el Recinto de San Ramón de la Sede de Occidente de la UCR.,
hicimos que las universidades entraran en paro, apoyados por los sindicatos de trabajadores
universitarios.

Debimos actuar de manera expedita y organizada pues sabíamos que el


desfinanciamiento nos pondría ante una condición perjudicial, que a la postre no solo
atacaba nuestro presupuesto sino la autonomía y gestión de las universidades, así logramos
articular un movimiento nacional que saliera a defender el presupuesto justo para las
universidades. Durante varios días se realizaron marchas y protestas frente a la Casa
Presidencial y Asamblea Legislativa, siempre repudiando la traición que nuestros propios
rectores habían hecho, al cerrar el acuerdo sin consultar a los consejos universitarios,
federaciones de estudiantes o sindicatos universitarios.

La presión rindió frutos y se volvió a negociar, se logró que la suma que el


Gobierno había pactado en un primer momento aumentara en un 100%, y que aumentara de
manera progresiva a partir de los dos siguientes años. Además, el Gobierno se comprometió
a adquirir un prestamos con el Banco Mundial por doscientos millones de dólares para
invertir en la infraestructura de la Universidades Públicas.

Aunque la lucha parecía haberse ganado, tan solo unos meses después debimos
volver a las calles, esta vez por el problema de becas. Las becas son un insumo muy
importante que beneficia a las personas de escasos recursos para acceder y mantenerse en la
universidad, solo en la Universidad Nacional de Costa Rica el 80% de la población de
estudiantes goza de alguna beca, las cuales contemplan desde exoneración completa de
pagos, residencias estudiantiles, alimentación, y ayuda económica.

El problema con las becas se originó cuando autoridades universitarias trataban de


implantar políticas como:

1. Eliminación del tope de los 12 créditos (en la universidad nacional no se pagan más
de esta cantidad).
2. Eliminación de las becas de representación estudiantil (cultura, arte, deporte).
3. Eliminación de la exoneración de créditos de los estudiantes que trabajaban ad
honorem en proyectos de investigación.
4. Disminución de las horas colaboración de 4 a 3 horas.
5. Implantar la Beca empresa.

Estas políticas fueron discutidas en diversos espacios universitarios, para generar


información y así procurar el empoderamiento del movimiento estudiantil sobre esta
temática. Así, el proceso de posicionamiento del tema a nivel universitario, nos llevó a
discutir por todo el territorio de la universidad y sus recintos, en talleres, asambleas
abiertas, reuniones, las consecuencias que estos lineamientos traerían al estudiantado.
El proceso implicó la concientización del movimiento estudiantil sobre la
problemática planteada. El 22 de agosto se realizó un mitin frente a la rectoría para pedir
cuentas sobre estas “ideas” que se discutían en espacios importantes, y a la vez pudimos
posicionar el tema a nivel nacional.

Se realizaron diferentes actividades culturales, artísticas importantes que lograron


difundir la problemática a nivel universitario y nacional, con ello se logró generar presión
ante las autoridades que tomaban las decisiones en este campo.

Entregamos un pliego de peticiones en el cual dejábamos claro nuestra negativa a


las políticas antes mencionadas, aunado a ello presentamos una propuesta de establecer un
piso en el fondo de becas.

Producto de las diferentes movilizaciones y llamados a las autoridades a desistir


sobre sus medidas, se logró que la administración accediera a conformar mesas de
discusión entre autoridades universitarias y los estudiantes. En las mesas de discusión se
tuvieron importantes avances, además de olvidar esas medidas, se abrió un debate
importante sobre nuestra profunda negativa de que el sector privado tuviera injerencia
dentro del Fondo de Becas de nuestra universidad pública.

En la negociación se logró que las ayudas económicas dadas por el Departamento de


Bienestar Estudiantil, se aumentaran en 100%, además de que las ayudas para giras
aumentaran en 50%, se aumentaron los rubros del mantenimiento de residencias
estudiantiles, entre otros. Otra iniciativa importante fue establecer un piso al Fondo de
Becas de aporte institucional, que garantizara una sostenibilidad para los próximos años, ya
que, diferíamos grandemente con la administración en ese punto, para ellos la
sostenibilidad versaba sobre “traer” dineros de otras cuentas universitarias en tiempo de
escasez para el Fondo, para nosotros era establecer un piso que garantizara el
financiamiento a largo plazo.

Posterior a estos logros se han crearon comisiones de estudiantes que


permanentemente están estudiando el panorama universitario y nacional, con el fin de
evitar con anterioridad que se nos violenten nuestros derechos a la educación superior.
Sin duda estas experiencias de lucha nos ayudaron a despertar y madurar
políticamente y sentimos la necesidad de prepararnos, por ello mediante la celebración de
nuestro XII Congreso Estudiantil Universitario (CEUNA) actualizamos el estatuto orgánico
y decidimos gestionar la autonomía financiera, obteniendo así una más eficaz ejecución del
presupuesto.

Otro logro recientemente adquirido fue, el del voto universal, y lo logramos también
mediante la lucha por nuestro derecho a elegir, por ello a partir del año 2013 cada
estudiante matriculado podrá elegir de manera democrática al director(a) de la unidad
académica a la cual pertenece y de igual manera podrá elegir a las demás autoridades
universitarias.

Si bien se han alcanzado importantes metas, los retos actuales para nuestro
movimiento continúan ya que la intervención de las entidades financieras mundiales ha
llegado ahora hasta nuestros campus, amenazando con acabar de una vez todo lo alcanzado.
Los empréstitos ofrecidos por Banco Mundial para “mejorar” la educación superior de
Costa Rica esconden una oscura verdad, y son los requerimientos que esta entidad solicita a
cambio.

Las condiciones van desde, abrir únicamente carreras técnicas, otorgar becas a
estudiantes solo a cambio de trabajar en empresas privadas, y obligar a las universidades a
que se apeguen a estándares impuestos bajo la farsa de la acreditación de carreras; estas
entidades se aprovechan de que los gobiernos poco a poco han tratado de desfinanciar a las
casas de enseñanza superior para violentar su autonomía y libertad de catedra a cambio de
dinero, que al final termina por convertir la educación en un bien transable y no en un
derecho humano.

El panorama se agrava con la proliferación desenfrenada de Universidades Privadas,


que cobran precios elevadísimos por una educación que únicamente responde a la lógica de
la economía capitalista, es decir brindan carreras rápidas que satisfagan la necesidad del
mercado, dejando de lado una formación integral que tenga como base el humanismo y el
respeto por la dignidad humana.
Aunque parece que el horizonte no siempre estará libre de obstáculos, nuestro
movimiento estudiantil haciendo uso de su autonomía tanto política como económica, les
ha demostrado a las autoridades políticas, no solo universitarias sino también de gobierno,
que la verdadera razón de ser de la educación pública somos los estudiantes y que no existe
manera de callar la voz de quienes defienden el legado Institucional que hasta el momento
ha sido el encargado de crear la intelectualidad en nuestros pueblos latinoamericanos.

En Costa Rica, defendemos las universidades públicas para garantizar la


permanencia de los 83 mil estudiantes matriculados y los más de 31mil becados, para
aumentar la inversión en becas estudiantiles, aumentar la ayuda económica y becar a más
personas que lo necesitan, para garantizar la accesibilidad, para mejorar e impulsar el
desarrollo regional del país, enfatizando en las poblaciones menos favorecidas.

Quizás lo más importante, es comprender que en la actualidad los movimientos


juveniles en Latinoamérica poseen la capacidad de empoderarse y representan la
posibilidad de transformarse en el parangón para el cambio social en cada uno de nuestros
países.
Bibliografía Consultada.

 Araya Pochet, Carlos. Las trasformaciones de la Educación Superior en la década de


los 70. Revista de Ciencias Sociales. 1990.
 Campos Arce Mainor. Una Lucha del pasado y el presente: las Universidades
Centroamericanas. I Simposio internacional Joven: Retos Juveniles en los Umbrales
del Siglo XXI. Liberia, Costa Rica. 2012.
 O`neal Coto Katzy. ALCOA en perspectiva histórica. Universidad de Costa Rica.
 Quirós Castro Rodrigo. Las representaciones sociales de la clase media en las
coyunturas de conflicto social en la Costa Rica neoliberal. 1984-2000. Diálogos
Revista Electrónica de Historia. Febrero-Septiembre, año/vol 8. Num 001.
Universidad de Costa Rica. ISSN 1409- 469X.
 Sindy Mora Solan. “Desunión y distanciamiento: relaciones bases - dirigencias en la
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ISSN 1409- 469X. Número especial 2008.
 León Coto Sandra. Negociación del FEES. Agosto de 2010.

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