armado acontecido entre 1879 y 1883 que enfrentó a Chile contra los aliados Bolivia y
Perú. La guerra se desarrolló en el océano Pacífico, en el desierto de Atacama y en las
serranías y valles peruanos.
El Perú, que había firmado con Bolivia un Tratado de alianza defensiva con carácter
secreto, ordenó preparar sus fuerzas militares y simultáneamente envió un diplomático a
Chile para mediar. Ante el avance chileno en territorio disputado, el 1 de marzo, Bolivia
se declaró en estado de guerra contra Chile. Cuando Perú se negó a permanecer neutral,
Chile declaró la guerra a ambos aliados el 5 de abril de 1879. El 6 de abril, el Perú
declaró el casus foederis, es decir, la entrada en vigor de la alianza secreta con Bolivia.
Aunque el impuesto de los diez centavos y el tratado de 1873 aparecen a primera vista
como los detonantes del conflicto, las causas fundamentales de la guerra fueron
profundas y complejas. Entre ellas los historiadores señalan la vaguedad de las fronteras
coloniales, el interés por el negocio del salitre y la tensión producida por las diferencias
entre el progreso de Chile y la inestabilidad política y económica de los aliados. A ello
se añade la competencia entre Perú y Chile por la hegemonía regional que incluía una
alianza con Bolivia como aliado menor.
Los territorios disputados, así como las zonas aledañas, se ubican en el desierto de
Atacama, y en aquel tiempo tenían acceso expedito solo por mar. En los primeros seis
meses, Chile logró la supremacía naval, indispensable para conquistar las zonas costeras
del desierto. Antes de fines de 1879 ocupó la provincia peruana de Tarapacá y a
comienzos de 1880 ocupó la zona de Tacna y Arica, tras lo cual Bolivia abandonó
militarmente la guerra. Luego, en enero de 1881, tras vencer en las batallas de
Chorrillos y Miraflores al ejército peruano, las fuerzas chilenas ocuparon Lima.
Después de estas campañas, la guerra entre Chile y Perú continuó por dos años más
entre los remanentes del ejército, guerrillas y montoneros peruanos contra las fuerzas
chilenas de ocupación, hasta la firma del Tratado de Ancón en 1883, en la que Perú,
entre otras cosas, cedió el Departamento de Tarapacá y le fueron retenidas las
provincias de Arica y Tacna.
Al año siguiente se firmó el Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile de 1884, que puso fin
al estado de guerra entre ambos países. Por su omisión en el tratado, Bolivia aceptó la
anexión chilena de la franja 23°S-24°S. Bolivia aceptó la ocupación militar chilena de la
zona entre el río Loa y el paralelo 23°S, pero su soberanía quedó en disputa y fue
resuelta a favor de Chile en el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia. En el Tratado de
Lima de 1929 Chile devolvió Tacna al Perú y Arica fue cedida a Chile.
Índice
1 Antecedentes
o 1.1 Conflicto limítrofe boliviano-chileno
o 1.2 Tratados de límites de 1866 y 1874
o 1.3 Tratado secreto de alianza entre Perú y Bolivia de 1873
o 1.4 Monopolio peruano del salitre
2 Crisis
o 2.1 Impuesto de los 10 centavos
o 2.2 Rescisión de contrato, cobro de impuestos y ocupación chilena de
Antofagasta
o 2.3 Mediación de Perú, declaraciones de guerra y casus foederis
3 Desarrollo de la guerra
o 3.1 Fuerzas en guerra
o 3.2 Campaña naval
o 3.3 Campañas terrestres
o 3.4 Concentración de fuerzas aliadas en Tarapacá y Arica
o 3.5 Resistencia boliviana en el litoral y la división errante de Campero
o 3.6 Campaña de Tarapacá
o 3.7 Situación interna en los países beligerantes hasta la caída de Iquique
o 3.8 Campaña de Tacna y Arica
o 3.9 Expedición de Lynch
o 3.10 Conferencia de paz de Arica
o 3.11 Campaña de Lima
o 3.12 Situación interna en los países beligerantes luego de la ocupación de
Lima
o 3.13 Campaña de la Breña
4 Fase final de la guerra
o 4.1 Tratado de Ancón y Guerra Civil Peruana
o 4.2 Pacto de tregua entre Bolivia y Chile
5 Análisis de la guerra
o 5.1 Estrategia, medios y tecnología militares
o 5.2 Intervención extranjera
o 5.3 Trato a combatientes
o 5.4 Saqueos y requisiciones
6 Consecuencias de la guerra
7 Postguerra
o 7.1 Tratado de paz entre Chile y Bolivia
o 7.2 Tratado de Lima
8 Véase también
9 Notas
10 Referencias
11 Bibliografía
12 Enlaces externos
Antecedentes
Véase también: Anexo:Línea de tiempo de antecedentes de la Guerra del Pacífico
Al iniciarse la época republicana, Chile, Perú, Bolivia y Argentina aceptaban que sus
fronteras debían ser las mismas de la administración colonial, norma conocida como Uti
possidetis iuris. Sin embargo, la administración española nunca había tenido interés en
definir estrictamente límites precisos entre regiones que le pertenecían, por lo que estos
eran a menudo difusos, contradictorios y a menudo sobre territorios desconocidos,
inhabitados o inhabitables por su clima o lejanía.3:11-12 A causa de sus apremiantes
conflictos internos, los primeros límites enunciados en sus constituciones fueron
imprecisos: Chile señaló en 1822 el despoblado de Atacama como límite norte4:157 y
Bolivia consideró desde 1825 la costa en cuestión como perteneciente a la provincia de
Potosí.5:9
Artículos principales: Tratado de límites entre Bolivia y Chile de 1866 y Tratado de límites
entre Bolivia y Chile de 1874.
Tras la guerra con España, Bolivia y Chile reanudaron las negociaciones y firmaron su
primer tratado limítrofe el 10 de agosto de 1866, que fijó el paralelo 24°S como límite
(norte-sur) y se debían compartir a medias los derechos de exportación de minerales
extraídos entre los paralelos 23°S y 25°S. En 1871, el gobernante boliviano Mariano
Melgarejo, bajo cuyo gobierno se firmó el acuerdo, fue derrocado y reemplazado por
Agustín Morales, quien, siguiendo la corriente de la opinión pública boliviana,
consideró nulos todos los actos del gobierno anterior. Pero como no se podía abrogar
unilateralmente un acuerdo internacional, abrió negociaciones con Chile para revisar el
tratado de 1866.7 Se discutieron diversos aspectos sobre la aplicación del tratado de
1866, como la definición de "minerales", la inclusión (o exclusión) del rico yacimiento
de plata Mineral de Caracoles en (de) la zona de beneficios mutuos, y las dificultades en
Bolivia para transferir el 50 % del impuesto recaudado en la zona a Chile. El 5 de
diciembre de 1872 se firmó el acuerdo llamado de Corral-Lindsay, que fue aprobado en
Chile, pero, por influencia del Perú, que quería para Bolivia un mejor arreglo, o, en todo
caso, intervenir como mediador junto con Argentina, no fue aprobado en Bolivia.8
Los historiadores consideran que el verdadero objetivo del tratado era imponer a Chile
las fronteras convenientes a Perú, Bolivia y Argentina por medio de un arbitraje
obligado de la alianza mientras Chile fuese militarmente débil, es decir antes de la
llegada de las fragatas blindadas Cochrane y Blanco Encalada. Gonzalo Bulnes lo
sumariza sosteniendo que «La síntesis del tratado secreto es: oportunidad: la condición
desarmada de Chile; el pretexto para producir el conflicto: Bolivia; la ganancia del
negocio: Patagonia y el salitre»;3:63 en palabras de Jorge Basadre, «El Perú defendiendo
a Bolivia, a sí mismo y al Derecho, debía presidir la coalición de todos los Estados
interesados para reducir a Chile al límite que quería sobrepasar»;15 Pedro Yrigoyen lo
explica señalando que «perfeccionar la adhesión de la Argentina al Tratado de alianza
Perú-boliviano, antes de que recibiera Chile sus blindados, a fin de poderle exigir a este
país pacíficamente el sometimiento al arbitraje de sus pretensiones territoriales».16
El historiador peruano Jorge Basadre señala que uno de los motivos del Perú para firmar
el tratado, además de proteger sus salitreras, era el temor en Lima a que Bolivia fuese
atraída por Chile a una alianza contra Perú que ocuparía Tacna y Arica para entregarlos
a Bolivia a cambio de entregar Antofagasta a Chile.6:212
Los ingresos provenientes de la exportación del guano, que en las décadas anteriores
había sido el sostén de la bonanza económica peruana, comenzaron a caer en la década
de 1870. Consciente de ello, el gobierno de Manuel Pardo y Lavalle creó por ley en
1873 un estanco del salitre, por el cual las empresas productoras debían regular su
producción y los precios de acuerdo a las políticas del gobierno con el fin de evitar que
el guano y el salitre, peruanos, compitieran. Pero aun antes de entrar en vigor la ley, el
gobierno debió retirarla porque sus costos serían mayores a las ganancias obtenidas.19
En 1875 el mismo gobierno decidió estatizar todas las empresas salitreras y de esa
manera controlar el precio del salitre.nota 2
El proyecto del gobierno peruano debió enfrentar para ello a la Compañía de Salitres y
Ferrocarriles de Antofagasta (CSFA), una empresa chilena, radicada en Valparaíso, con
una minoría de 34 % de capital británico (Casa Gibbs de Londres) que tras los avatares
de la política interna boliviana había obtenido el 27 de noviembre de 1873 una licencia
del gobierno boliviano para explotar los depósitos de nitrato del Salar del Carmen y Las
Salinas en Antofagasta libre de impuestos por 15 años, además del derecho a construir
un ferrocarril desde Antofagasta al interior.nota 3
Las salitreras operadas por la CSFA en Bolivia impedían al Perú controlar el precio
internacional del nitrato,19:124;1305:137 por lo cual el gobierno peruano trató de hacer valer
su influencia sobre Bolivia para impedir esa competencia. Por medio de un testaferro,
Henry Meiggs, Perú compró las licencias bolivianas de explotación de los recién
descubiertos depósitos de "Toco", al sur del río Loa,5:137 impidió la firma del acuerdo
Corral-Lindsay y quiso impedir la firma del tratado de límites de 187420 (que eximía de
impuestos a las compañías chilenas del salitre) e imponer una mediación de Perú y
Argentina para definir las fronteras de Chile.8 En 1878 el socio británico de la CSFA,
que era también encargado de vender el salitre peruano en Europa, la Casa Gibbs,
presionó a la gerencia de la CSFA para que limitara su producción y advirtió a la
gerencia que tendrían dificultades administrativas en Bolivia por encargo de un
gobierno "limítrofe" (the interest of a neighbouring Government) si no reducían sus
expectativas.21:69 En el cenit de la crisis, el 14 de febrero de 1879, se esperaba que el
cónsul peruano en Antofagasta sería el mayor postor en el remate de la CSFA.5:164
Crisis
Impuesto de los 10 centavos
A lo largo de los meses siguientes, el gobierno boliviano, que consideraba el asunto solo
pertinente a los tribunales bolivianos,23:32 se abstuvo de implementar la ley mientras se
discutían las objeciones presentadas por el gobierno chileno. El 8 de noviembre, el
canciller chileno envió una nota al gobierno boliviano indicando que el Tratado de 1874
podría declararse nulo si se insistía en cobrar el impuesto, renaciendo los derechos de
Chile anteriores a 1866. Aunque ambas partes propusieron la resolución del conflicto
por vía de un arbitraje, tal como lo contemplaba el Protocolo de 1875, este no llegó a
realizarse ya que mientras el gobierno de Chile exigía que se suspendiera la ejecución
de dicha ley hasta que su legalidad fuese determinada por un árbitro, el gobierno de
Bolivia exigía que el blindado Blanco Encalada y sus fuerzas navales se retiraran de la
bahía de Antofagasta.
La medida de fuerza del gobierno chileno inició gestiones diplomáticas en las tres
cancillerías. Sin embargo, la mutua desconfianza aumentaba con los preparativos
bélicos en los tres países, y las demostraciones "patrióticas" en las calles impedían un
acercamiento de las posiciones. En los tres países había fuertes corrientes públicas que
pregonaban la guerra y hacían temer a los mandatarios que si no iban a la guerra serían
depuestos por los partidarios de la guerra. Más todavía, Hilarión Daza, el dictador
boliviano, a pesar de ser el peor preparado para la guerra, decretó una serie de medidas
contra residentes chilenos en Bolivia y sus propiedades.
Por otra parte, tras la ocupación de Antofagasta, las fuerzas chilenas habían consolidado
la ocupación de los territorios comprendidos entre los paralelos 23ºS y 24ºS que Chile
consideraba suyos tras la violación del tratado. Luego a consecuencia de la declaración
de guerra de Bolivia se continuó el avance sobre el litoral boliviano hasta la
desembocadura del Río Loa, la frontera sur del Perú. El 21 de marzo fueron ocupados
simultáneamente los puertos de Cobija y Tocopilla, ambos sin resistencia. El 23 de
marzo, tuvo lugar el combate de Calama, en la que los soldados chilenos vencieron a un
grupo de milicianos bolivianos organizados en el sector, y ocuparon dicho poblado. El
gobierno chileno consideró este avance solo como temporal a causa de una necesidad
militar y ofreció a las autoridades civiles bolivianas continuar en sus funciones, lo que
fue rechazado.nota 4
Desarrollo de la guerra
Véanse también: Economía de la Guerra del Pacífico, Armas usadas en la Guerra del
Pacífico, Prensa en la Guerra del Pacífico y Prisioneros en la Guerra del Pacífico.
Fuerzas en guerra
Artículos principales: Combatientes al inicio de la Guerra del Pacífico, Ejército de Bolivia
durante la Guerra del Pacífico, Ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico y
Armada de Chile durante la Guerra del Pacífico.
Fuerzas de los ejércitos de tierra
Chile Perú Bolivia
En enero 1879, antes de la guerra
2440n 1 5557n 2 1687n 3
En enero 1881, ocupación de Lima
ante Lima: 27 000n 4 Ejér. de Lima: 25-35 000n 5 En Bolivia: ?
n6
en Tarapacá y Antofagasta: 8000 en Arequipa: 13 000n 7
en Chile: 6000n 8 Ejér. del Norte: (unido al de Lima)
1.
Diferentes estimaciones por autor son dadas por Valentina Verbal Stockmayer, pág. 153
ArtilleríaF 1
Calibre Cañón Alcance Proyectil
Modelo Cantidad
mm kg m kg
Chile
Cañón de montaña Krupp M1873 L/21 12-16 60 107 2500 2.14
Cañón de campaña Krupp M1867 L/25 ? 78.5 ? 3000 4.3
Cañón de montaña Krupp M1879 L/13 38 75 100 3000 4.5
Cañón de montaña Krupp M1879-80 L/74 24 87 305 4600 1.5
Cañón de campaña Krupp M1880 L/26 29 75 100 4800 4.3
Cañón de campaña Krupp M1873 12 87 450 4800 6.8
Armstrong M1880 (de bronce) 6 66 250 4500 4.1
Modelo 59 Emperador 12 87 ? 323 11.5
Cañón de campaña La Hitte M1858 4 84 ? 342 4035
Cañón de montaña La Hitte M1858 8 86.5 ? 225 4035
Perú
Cañón White (de montaña) 31 55 ? 2500 2.09
Cañón White (de campaña) 49 55 ? 3800 2.09
Cañón Grieve (de acero) 42 60 107 2500 2.14
Bolivia
Cañón de montaña Krupp M1872 L/21 6 60 107 2500 2.14
1.
Los aliados tenían, a primera vista, algunas ventajas sobre el país del sur. Su población
y sus tropas doblaban a las chilenas en número y el puerto peruano del Callao era con
sus defensas de artillería casi inexpugnable para la flota chilena y ofrecía un refugio
seguro a las naves peruanas. En el Callao una firma inglesa ofrecía los servicios de un
dique flotante para naves de hasta 3000 t lo que permitía complicadas reparaciones de
sus barcos, de lo que hizo uso reparando sus naves antes de la guerra29:119. Quizás
fueron estas las razones por las que la prensa internacional en un comienzo dio por
segura la derrota de Chile.303132 La ambivalente actitud argentina y el permanente
conflicto araucano ensombrecían las expectativas chilenas.31:109 Como afirma Basadre
sobre la opinión pública de su país:6:240 «Se desconocía entonces el verdadero poder de
Chile y las espantosas consecuencias de la guerra, y se creía, por las gentes poco
avisadas, que, como en conjunto, los países aliados eran más extensos que Chile,
lograrían la victoria finalmente.»nota 5 Otros observadores6:253 hicieron un análisis más
profundo, que mostraba ventajas chilenas tanto políticas como militares. Chile tenía
desde 1833 un régimen político estable que le había permitido desarrollar y fortalecer
sus instituciones. Entre ellas, su ejército y su armada tenían un mando formado en una
escuela de oficiales,23:44 tropas fogueadas en la guerra de Arauco29:43 y uniformidad en
el armamento (casi todos los fusiles chilenos de infantería, Comblain y Gras, usaban
munición de 11 mm con vaina metálica y poseían bayoneta). La armada de Chile poseía
2 blindados que eran, por el espesor de sus corazas, casinota 6 imbatibles para la armada
del Perú. Aunque existieron en Chile disputas entre militares y civiles por la dirección
de la estrategia, siempre hubo un primado de lo político por sobre lo militar.35:616 Su
abastecimiento desde Europa podía realizarse a través del Estrecho de Magallanes que
solo una vez fue amagado por la Marina del Perú.
En los ejércitos aliados, la falta de dedicación a sus funciones profesionales llevó a una
situación en que se tenían varios tipos de fusiles con munición diferente para cada uno y
a veces sin bayoneta, haciendo más difícil la instrucción de los reclutas, la manutención
del equipo y el municionamiento durante la guerra. (W. Sater lista once tipos diferentes
de fusiles aliados y solo cinco chilenos). La Armada del Perú tenía antes de la guerra
una buena parte de sus tripulaciones formadas por chilenos y tras su expulsión solo
pudieron ser reemplazados por otros extranjeros. Los aliados tampoco poseían una
artillería ni caballería comparable a la chilena. Al contrario del chileno, el
abastecimiento aliado pasaba a través de terceros países, sujetos a la influencia de la
diplomacia y la armada de Chile.
A ello se debe agregar que una vez en posesión de los recursos del guano y del salitre de
Tarapacá, Chile percibió ingresos que le permitieron financiar la guerra, los que le
faltaron al Perú y que tras la ocupación de Tacna y Arica, el comercio boliviano hacia y
desde el Pacífico fue controlado por Chile.