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ONDAS GRAVITACIONALES

En física una onda gravitatoria es una perturbación del espacio-tiempo producida por
un cuerpo masivo acelerado. La existencia de ese tipo de onda, que consiste en la
propagación de una perturbación gravitatoria en el espacio-tiempo y que se transmite a
la velocidad de la luz, fue predicha por Einstein en su teoría de la relatividad general.

La primera observación directa de las ondas gravitatorias se logró el 14 de septiembre


de 2015; los autores de la detección fueron los científicos del experimento LIGOnota 1
que, tras un análisis minucioso de los resultados, anunciaron el descubrimiento al
público el 11 de febrero de 2016, cien años después de que Einstein predijera la
existencia de las ondas.4 La detección de ondas gravitatorias constituye una nueva e
importante validación de la teoría de la relatividad general.

Antes de su descubrimiento solo se conocían pruebas indirectas de ellas, como el


decaimiento del período orbital observado en un púlsar binario.5 En marzo de 2014, el
experimento BICEP2 anunció la detección de modos-B en la polarización del fondo
cósmico de microondas, lo que sugería una prueba indirecta de ondas gravitatorias
primordiales.6 Los estudios combinados con el telescopio PLANCK revelaron que los
resultados de BICEPS2 podían ser explicados por la interferencia del polvo cósmico por
lo que fueron dejados de lado a falta de más evidencias.7

Las ondas gravitatorias constituyen fluctuaciones generadas en la curvatura del espacio-


tiempo que se propagan como ondas a la velocidad de la luz. La radiación gravitatoria
se genera cuando dichas ondas son emitidas por ciertos objetos.

La relatividad general es una teoría de la gravedad que resulta compatible con la


relatividad especial en muchos aspectos y, en particular, con el principio de que nada
viaja más rápido que la luz. Esto significa que los cambios en el campo gravitatorio no
pueden ocurrir en todas partes instantáneamente: deben propagarse. En la relatividad
general se propagan a exactamente la misma velocidad que las ondas electromagnéticas
por el vacío: a la velocidad de la luz. A estos cambios que se propagan se les llama
ondas gravitatorias.

La radiación gravitatoria es una predicción central de la relatividad general y su


detección es una prueba clave de la integridad de la estructura teórica de la obra de
Einstein. Sin embargo, es probable que en el largo plazo sea aún más importante como
instrumento para la observación astronómica. Las observaciones del sistema púlsar
binario Hulse-Taylor han proporcionado excelentes evidencias de que las predicciones
de la relatividad general sobre la radiación gravitatoria son cuantitativamente correctas.
Aun así, la información de la astronomía sobre las posibles fuentes de radiación
detectable es incompleta.

Cada vez que una nueva banda de ondas electromagnéticas se abría a la observación
astronómica con nuevos observatorios en esa longitud de onda tenía lugar el
descubrimiento de fenómenos totalmente inesperados y parece probable que eso vuelva
a ocurrir con el despliegue de los observatorios de ondas gravitatorias, en especial
porque esas ondas llevan algunos tipos de información que la radiación
electromagnética no puede transmitir. Las ondas gravitatorias son generadas por los
movimientos aparentes de las masas, que codifican las distribuciones de masa y
velocidades. Son coherentes y sus frecuencias bajas reflejan los tiempos dinámicos de
sus fuentes.

En una publicación se informa que según los expertos las ondas cuya captación se dio a
conocer el 11 de febrero de 2016 provienen de la colisión de dos agujeros negros, uno
veintinueve veces más grande que el Sol y el otro con un tamaño treinta y seis veces
mayor, que crearon un nuevo agujero de una magnitud equivalente a sesenta y dos veces
la masa de la estrella solar.8 Ese evento pudo ser "escuchado" por LIGO y después de
varios meses de revisar y corroborar los datos los investigadores acaban de comunicar
con seguridad que se trata de las ondas gravitatorias.8 Hasta ahora los objetos del
espacio se habían podido estudiar con ondas electromagnéticas, es decir con la radiación
que emitían. Sin embargo, esos objetos también emiten las ondas resultantes de las
perturbaciones que se han detectado de modo que a partir de su descubrimiento los
físicos podrán mirar los objetos con las ondas electromagnéticas y "escucharlos" con las
gravitatorias. En la última publicación mencionada8 se informa que según una científica
que participó en el proyecto el descubrimiento de las ondas gravitatorias marca el
comienzo de una nueva era de la astronomía, es una herramienta que permitirá estudiar
el Universo y todos los objetos astrofísicos que existen y no es un instrumento para
expandir un poco más el espectro electromagnético sino un espectro nuevo. Esa experta
señala que con las ondas electromagnéticas se puede recibir información del Universo
cuando tenía una edad de 300.000 años mientras que con las ondas gravitatorias se
pueden ver las que se emitieron cuando el Universo "tenía apenas un segundo de edad".8

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