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DISCURSO INAUGURAL
DEL CARDENAL RICARDO BLÁZQUEZ PÉREZ,
ARZOBISPO DE VALLADOLID
Y PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
saludo cordialmente a los obispos eméritos, que hoy no pueden acompañarnos. Muestro
respeto y afecto a cuantos cubren la información de esta Asamblea y a los que conectan
con nosotros por su mediación. A todos los aquí presentes doy la bienvenida.
Desde la última Asamblea Plenaria, que tuvo lugar en el mes de noviembre, han
y Tudela; Mons. Jaume Traserra, obispo emérito de Solsona; y Mons. Rafael Torija,
obispo emérito de Ciudad Real. Encomendamos a todos al Señor, pidiéndole que premie
sus trabajos por el Evangelio; confiamos que habrán escuchado de labios del Buen
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El día 15 de diciembre recibió la ordenación episcopal Mons. José María Gil
esta casa, donde ejerció como secretario general de la Conferencia Episcopal durante
cinco años; tres meses más tarde hemos acompañado al señor obispo de Ávila en la
apostólico en Austria al arzobispo español Mons. Pedro López Quintana, que en los
últimos años ha sido nuncio en Lituania, Estonia y Letonia. Reciba nuestra felicitación
cordial.
la catedral de Oviedo, de nueve seminaristas que fueron martirizados entre los años
Tarragona, el día 23, Mariano Mullerat i Soldevila, padre de familia y médico, que
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familiares en la beatificación impregnó a ambas celebraciones de un sentido
de Dios (cf. Rom 9, 35ss). Su vida entregada por amor, sin acusaciones ni resentimiento,
misión que ha instituido en su Iglesia. En esta oportunidad, manifestamos una vez más
nuestra gratitud al papa Francisco por su entrega valiente y sin reservas a la misión que
frente a las formas de disenso y las críticas irrespetuosas y a veces despiadadas que
padece. Pidamos a Dios que lo sostenga en las pruebas y que continúe confirmándonos
2.- Discurso del papa al final del Encuentro sobre «La protección de menores en la
Iglesia»
primero fue pronunciado el día 17 de octubre de 2015 en el aula Pablo VI, en el marco
de una Asamblea sinodal, al cumplirse cincuenta años de la erección por el papa Pablo
VI del Sínodo de los Obispos (cf. Decreto Christus Dominus, n. 5). En una vitrina,
colocada en el recibidor que da paso a la Sala Nervi, se podía contemplar el texto escrito
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a lápiz con una grafía bella y segura del decreto de erección, titulado Apostolica
sollicitudo. Pronto nos dimos cuenta, los que tuvimos la oportunidad de participar en
el día 24 en la llamada Sala Regia del palacio apostólico. El contexto era significativo:
el papa había convocado a una reunión, sin precedentes en la historia de la Iglesia, a los
presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo y a otras personas con particular
responsabilidad eclesial. El tema tratado había sido «la protección de los menores en la
discurso, una vez terminada la celebración de la eucaristía, ante los participantes en los
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Pues bien, en este contexto pronunció el papa un discurso, no largo –tampoco lo
orientación y las perspectivas fundamentales sobre esa cuestión tan grave, humillante y
palabras del papa: «La primera verdad que emerge de los datos disponibles es que quien
comete los abusos, o sea las violencias (físicas, sexuales o emotivas) son sobre todo los
padres, los parientes, los maridos de las mujeres niñas, los entrenadores y los
educadores. Además, según los datos de UNICEF de 2017 referidos a 28 países del
mundo, 3 de cada 10 muchachas que han tenido relaciones sexuales forzadas, declaran
y también, por desgracia, el eclesial». «Estamos, por tanto, ante un problema universal y
porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética». «La Iglesia se siente
llamada a combatir este mal que toca al núcleo de su misión: anunciar el Evangelio a los
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pequeños y protegerlos de los lobos voraces». «Quisiera reafirmar con claridad: si en la
además de en abusos sexuales «está presente en otras formas de abuso de las que son
víctimas casi 85 millones de niños, olvidados por todos: los niños soldado, los menores
los niños víctimas de la guerra, los niños refugiados, los niños abortados y así
debemos estar atentos a otras formas de abuso y humillación y en cualquier lugar en que
acontezca.
respeto a quienes han padecido esta acción abominable no pueden quedar impunes; la
víctima, la familia, la Iglesia, la sociedad exigen que no se oculten, que sean juzgados,
que no queden impunes, que se corte la difusión de este mal. Todos compartimos la
justicia.
Los abusos son también pecado ante Dios, que hiere profundamente a la persona
y que contamina la vida eclesial. En estos hechos se percibe claramente tanto el poder
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destructivo del pecado como su dimensión social. Por otra parte, el perdón de los
pecados por Dios no exime del castigo por los delitos cometidos.
Con palabras del papa: «Hermanos y hermanas, hoy estamos delante de una
está el espíritu del mal. Esto quisiera decíroslo con la autoridad de hermano y de padre,
caridad: en estos casos dolorosos veo la mano del mal que no perdona ni siquiera la
de cara al futuro. Así dijo el papa: «El objetivo de la Iglesia será escuchar, tutelar,
colaborar juntos para erradicar dicha brutalidad del cuerpo de nuestra humanidad,
impedir que sean víctimas de cualquier abuso psicológico y físico». Entre las medidas
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los sacerdotes y a los consagrados que sirven al Señor con fidelidad y totalmente, y que
hermanos. Todos –Iglesia, consagrados, Pueblo de Dios y hasta Dios mismo– sufrimos
mayoría de sacerdotes que no solo son fieles al celibato, sino que se gastan en un
ministerio, que hoy es más difícil por los escándalos de unos pocos –pero siempre
demasiados– hermanos suyos. Y gracias también a los laicos que conocen bien a sus
purificación. Con «obstinada esperanza» afirma que el Señor no nos abandona. Las
El extraordinario discurso del papa, del cual hemos citado algunos párrafos, las
posible aprobación del Plan de Formación para los Seminarios Mayores de España. Con
ello la Conferencia Episcopal quiere cumplir la encomienda que nos hace la nueva Ratio
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Algunas novedades e insistencias de la Ratio –pastoral vocacional, curso
la Asamblea de noviembre.
llamadas que, sin duda, el Señor sigue realizando. Se debe cuidar particularmente el
caridad pastoral.
Ávila, declarado por el papa Pío XII el año 1946 patrono del clero secular español. La
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coincidencia de los cuatrocientos cincuenta años de su muerte en Montilla (Córdoba)
con la preparación del nuevo Plan de Formación para nuestros seminarios mayores nos
exhortación apostólica impulsen entre nosotros una renovada pastoral de las vocaciones
En poco tiempo, varias veces, somos los ciudadanos convocados a las urnas; son
un servicio necesario y digno al bien común. Esperamos que los que trabajan de esta
forma por la sociedad respondan lealmente a la encomienda que los ciudadanos les
Recuerdo algunas causas que requieren por parte de votantes y elegidos una
desde la concepción hasta el fin natural, ya que en todo su recorrido y en todas las
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familia, que es auténtico pilar de la sociedad, decisiva para la educación de los hijos,
jóvenes, es necesario para realizarse personalmente, ganarse el pan de cada día, ser
«alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
deberes constituyen una unidad armoniosa dentro de la cual ninguno debe separarse de
los demás.
en sociedad, brillen tanto la claridad en las propuestas como el respeto en las formas de
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