Fallo “TINJACA” (Corte Suprema de Justicia, 30 de junio de 1962)
El fallo Tinjacá tiene sus antecedentes y fundamentos iniciales en la sentencia de la
Corte Suprema de Justicia del 21 de Agosto de 1939 en la cual la corte revalúo el concepto de daño indirecta y se escogió a la teoría de la responsabilidad directa fundamentada en el Art 2341 del Código Civil; de tal forma en 1944 se acogió la teoría organicista que planteaba que si el daño era causado por un órganos, se estaba frente a las responsabilidad directa de la administración y si por el contrario el daño era causado por personas que no podía considerarse como agentes la responsabilidad era indirecta.
Estos precedentes históricos dieron como el resultado el FALLO TINJACA del 30
de junio de 1962 el cual consideró que la teoría planteaba en 1939 y posteriormente en 1944 era artificiosa y carecía de razones que llega en a diferenciar si existía la responsabilidad directa o indirecta. De tal forma que la Corte realizó un estudio detallado sobre la responsabilidad de las personas jurídicas en el derecho privado y en el derecho público, basándose en conceptos históricos y jurisprudenciales.
El fallo de Tinjacá es un claro precedente a la Falla en el servicio toda vez que en
la constitución de 1886 se expresaba que el Estado debía proteger los derechos de los particulares por lo cual se evidencia la noción de falla en el servicio y el deber de reparar los daños causados, así es como la falla en el servicio adquiere una importancia para poder justificar y delimitar la responsabilidad del Estado, posteriormente se complementa ese concepto con el de la presunción de la falla en el servicio.
El Estado debía responder en la totalidad de su actuación, de manera excepcional
y por equidad, cuando por determinada acción u omisión en el ejercicio de sus funciones se causó un daño a la comunidad, siendo un daño anormal que los ciudadanos no están obligados a soportar.