4470. José Mara Copa Rodriguez y Sonsoles Cédobe Ramos
cen la tentacién de sefalar simplemente las tareas ¢ innovaciones que han de empren-
det, como contenido formal de la ayuda, En otro orden, sila actuacisn de tos equipos
psicopedagdgicos en los colegios se entiende que es mis eficaz cuanto miis colaborat
‘a sca, conviene que se contemplen ciertas actividades de formaciGn dirigidas a todos
Jos agentes que participan en tormo a algin asunto, respetando sus rasgos prafesiona-
les y disciplinarios,
Estos comentarios sobre la formacién permanente de los actuales miembros de
Jos equipos psicopedagégicos no son arbtrarios, en el marco de la innovacién de s
‘pautas de intervenciGn. Seguramente existe un extenso acuerdo en que la formacién
tiniversitaria recibida mantiene una relacidn lejana con In reformulacivn de su activi-
ddad profesional, no slo por su desfase en el tiempo: y en que, por ejemplo y por citar
‘Sélo dos perfiles profesionales, los psicdlogos han tenido que adquirir conocimientos
algo mas que bisicos propios de los pedagogos —y viceversa—, ademas de actualizar-
Se ambos en los avanees de sus respectivas disciplinas. Reconocer esta realidad acon~
Soja prestar atencidn a las aportaciones que puedan realizar los profesionales —y las
profesiones— que se incorporen a la red de orientacién sectorial en un futuro inme~
Giato, porque ya habran participado de la reordenacién académica de los estudios
telacionados con la interveneiGn psicoeducativa. Sin entrar, deliberadamente, en la
polémica de los tiulos (no por razones de neutralidad, sino de pertinencia), se tiene
{que aceptar que la formacién iniial de los profesionales que puedan incorporarse
{os equipos psicopedagégicos evente con materias troncales, contenidos y un practi
‘cum suficientes para sustentar con garantia la labor que habrén de realizar. Pero tam-
bign se ha de aceptar que tal propésito no se debe aleanzar a costa de complicar exce-
Sivamente el panorama, cuando exista una variedad de férmulas, epistemolégica,
académica y profesionalmente aceptables, para lograrlo.
‘Como final de este conjunto de prospectivas sobre red sectorial de asesoramiento
psicopedagdzico, se anticipa que su rentablidad social y la calidad de sus aportacio
hes al Sistema Educativo se incrementardn con medidas como las antetiormente &x-
puestas, dirgidas especificamente al servicio, y con otras més generales que conlleva
{a Reforma Educativa, De este modo, la incorporacisn a la cultura de los docentes de
los principios psicoeducativos det nuevo marco curricular; Ia consolidacign de los 6r-
anos de coordinacién pedagdgica en los centros escolares; la promocién de espacios
formales para el encuentro sistemiitico entre profesionales; a concepcién de la Edu-
‘cacidn como un trabajo interdiseiplinario y ea equipo; la clarificacién de los roles
{de los diversos profesionales, servicios y entidades —y de sus relaciones— que parti-
tipan de uno u otro modo en Ia labor educacional; la formacién y la evaluacién for
imativa de los diferentes agentes educativos; etc., no sélo restarén complejidad al ase~
Soramiento psicopedagogico externo a los centros escolares, sino que previsitlemente
‘mejorardn la cualifieacidn del recurso.
‘Por aitimo, interest sefalar que las nociones, pautas de actuacién y previsiones
que se han presentado no son especulativas, sino que se apoyan en el anlisis que los
utores hat tealizado de su prictiea diaria en un equipo de sector. No por ello han.
de ser necesariamente compartidas por todos los lectores. Muy al eontrario, la situa
tiga de la ed de asesoramiento psicopedagdgico puede no coincidir entre mbitos de
zestién administrativa, como tampoco ha de hacerlo la posicién desde la que se for-
tmulan valoraciones y propuestas de mejora.
Capitulo 23
LA FORMACION DE LOS
PROFESIONALES ASESORES:
ACTUALIZACION Y
AUTOFORMACION
‘TeRESA MAURIMAIOS
Tavies dele queamatong
Cjecer ons profesion sea coneretado apuondo de
rentesmodelos(M. Ginsbur 188) entre le que encontrames fs ques mien se
tabecer, uiandose por erro aco contextual y ahistontos, una isa de compe
tencias que tipifican un modo determinado de ejercerla y los que introducen un
Eonepio de profeisn mis dndmic y proces que inlue tanto un planeariento
ico dela propa tara, como el reconcimieto el evteala deve ivenas
entre les invdos qu formnn pate dl contexto en qu se rey eve quencs In
Gjeeen Dich content intervine en la saboraion nivel popula de a acini
ins eceptada dea proesin yen la conreign, en elacion a onjunto de tras a
teas ocalmente dlmitadss, dla ncon que desenpei
K Densmore, 1992, A. M. Huberman, 969) que permite justiar, vale
4 ran, 1989) que permite jusifiar, ala 3 (am
big desechar dterminadas opciones profesonaes Fl jeri de una prteson su
so ncermb nl pn et ene dont opal ete
os implicadosy en el que puede quedar modiieada a vain dela proers
mercado de trabajo, “ Gets protesion en ch
(Ganarespacios de protesionalidadsupone ir aumentand
Jad supone i aumentando el control qu os pote
sionales nen de a propa actividad individual y de grupo. gestionando gre
‘amen las coniones aca dnas, aborts y norma que els og so
sits pata inigrse en la profeion, mantenees,promocionsy exci de ems.
2s cae, aque ge yuedan mecca, io alm de onl
Due sata in cnsqur sl mono ten, les profeona emo
tmctan con los valores que mejor ctacerizan la incidenca qu la profeson tie ca
ici, auto ue han de loves conbur shai mi sta
democratic y just, sin establecet ala ver, agin meio que permita a evauaion
de calidad del ejecisio profesional, que demuesten hasta que punto exe compro
a9490 Toresa Maun Mais _
so €s eféctivo en la prictica, En caso contrario se corre el riesgo, tal como denuincian
algunos autores (Sykes, 1992), de que el deseo —por otra parte legitimo si se respeta
tl aspeeto ético que acabamos de establecer—de un cierto grupo de aleanzar un ma-
Yor grado de autocontrol y protagonismo profesional enmascare el de ampliar su in-
fluencia sobre determinados sectores sociales, ampardndose para ello dnicamente en
el eercicio especitico de las competencias profesionales especiales que posee, el do-
‘inio de un lenguaje particulary el de ciertas téenicas, etc. Si bien es cierto que cval-
‘Quier proceso profesionalizador esti mediado por estructuras de poder y corre el riesgo
de desarrollarse apoyéndose {undamentalmente en el que le otorgan determinados
privlegios o en estalus especiales asociados a la profesién, lejos de todos estos plan-
feamientos, lo que importa es asegurar que se dé una préctica profesional basada en
prineipios éticos, en la que los profesionales adquieren responsabilidades para coa to-
{dos aquellos alos que se dirige st tarea y capacidad de autocritica (véase al respecto
‘el Capitulo 24 de esta obra «Etica y estética de una profesién en desarrollo).
‘De acuerdo con todo lo expuesto, la profesionalizacién es el proceso socializador
por el que los profesionales:
‘Adquieren las caracteristicas y capacidades especificas que les permiten ser
competentes en su trabajo,
Se mantienen en la dindmica del mercado laboral y se vinculan a un grupo
profesional determinado.
‘Se vinculan responsablemente a un contexto social especifico, en base a unos
valores determinados.
“Establecen las limitaciones propias de todo comportamiento experto, ya que
ningiin ambito profesional posee todas las soluciones ni es todopoderoso.
Lejos de desvalorizar la prdctica de los expertos, el reconocimiento de tas limita
clones les conduce a reconocer y valorar el papel que otros profesionales tienen en el
logro de los objetivos. Todos elles conjuntamente, pero cada uno segiin lo especifico
de sus conocimicntos, deben tratar de responder a las inedgnitas que tienen plantea
das colaborando conjuntamente en dmbitos de coordinacién que existen en las dife-
rentes instituciones en que ejercen su trabajo.
La formacion profesionalizadora
El earscter polidimensional, contextual, ético, dindmico y cambiante de toda pro-
fesién contribuye a sitwar la formacién permanente en el niicieo mismo del ejercicio
profesional y a que se la eonsidere como uno de sus elementos earacteristicos. Pero,
Uebido justamente a lo que acabamos de establecer, n0 todos los enfoques posibles
dde formacidn son igualmente profesionalizadores. Desde nuestro punto de vista, 1o
son dnicamente aquellos que como profesionales nos ayudan a
— identifica, analizar y.valorar criticamente los cambios sociales y culturales que
ces nevesario levar a eabo, puesto que inciden en la mejora de Ia sociedad
— reflexionar sobre el propio papel en la consecucién de los mismos;
La formacisn do os profesionales azesoree:actualzeeén yauotomaciin 484
cerateia a profesién integrand ls exigenias que Se detivan de los cam
~2T clorar el compromizo ico que tenemos con aquellos a quienes nuestra
vidad se dirige; " “ me
“Tesponder as nas exgecasprofesionales media el cambio el det
propia pratca profesional, laborand reapusas a problemas nuevo
oP Gere la sutra proesonal
Los pro‘esons(N. Goodman, 1978; D. AS, 195.) esti permanen-
Lemeatscompromts on ecomstustn del mundoe qu eoreopondc so ee
Cinientoprotsonaly su habldad, deinen os problemas que geen
tuachones da ria yadptando les stunsnes gra aur eects os
problema, onfgnrando sus aes constujend ia stuasons des pete ok
tee nde operative ts esuemat do fol Ane ls eigenen profes
die connotes se peodicen,masine en momeates de esate ie oan
permarent de acts gue chaan el sber ee cana tener
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sone pesca com an ekento cave dln prearcn prfeosl wt ge ao
Seri protein dsl en un context redone das nas
tas nacre Jel mi ys onan en uncon de aclviades) sane
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rmacin date aye le potsioas cing sobre su propia pric
tratando dereflexionar en la accion y ampardndose en el conosnieate disponible
bara i ereando oto mio, agua paropo ete no ute el edo eae 9
Caps an de ser apc, oslo de enone api les conocer
tenes qu producen laces deseados ensue de robcags acon
sino también de identificar y definir situaciones que les resultan menos familiares,
don el probe so ets canons claro y done at no sextape eee
fnire lex cnacteritss del problema yc corpus daponbe Se eoras 9 vecios
parasols. (a etext sola pds supe aa conepitnconnoe
4 la ealidad y deseropena un papel central en el desarolo dela competencia profe
En conctenis, fo enoqus de forma calmente poionaaadre dee:
an yarn a ions preguntas sinsent Oke atone ple
ivr caboon csamestososly call cncseeuols aoa,
iss ote nea prone i oe tre ta
ten un res acne me yoni Cees ue Urs ee
‘eapataes yrs sn ase ene nye ral peace see engenee
de conocmits fictny de fein ena nn planes ean weer
deus lntacons ee ipapstenaconencon decamo®ane oes
brea debo mosis pu coninir akan akon eos oe cane
tert cq ntrn de talrnn del sro de propa tease ne nee
par idenitar roy en el boen amines qe inadoer de eee panen
sce espn vl apo ena teal el ete a
isegn cue pteons x soca des ojaen de eaabin ee cla,2 Terns Ma Mais -
cién?; jeusles son fos ambitos en que puedo colaborar con otros implicados en el
in mente efectiva?
roceso de mejora para que la tarea conjunta sea cea ue
Prort) formacidn euyo planteamiento ao incorpore en algin grado la elaboraciGn d
las espestas a as pregnisqu acabamos de planter puede que no srva para meo~
tala propia competencia protesion mips que se resonoze socalmente I labor
profesional de un colecivo. Dicho reconoeimiento no ha consttuido nunca un ante
Sceedente, sino una consecuencia de la capacidad demostrada por los profesionales,
para incidir, responsabilearse y comprometerse en la defensa de las necesidades, de
fos intereses soriales y ce los derechos de aquellos a quienes su actividad se dirige
fondamentalmente, es decir, en el caso particular de los asesores, de los intereses y
derechos eos protean yalumsosdelos cers educativos. :
‘Ast pues, desde una determinada concepcién profesional, la formacién es un in
rediene esnsal, pero conto en haber estblcldo del mismo modo que toda for
avin no es igualmente significativa profesionalmente hablando. Con el objeto de
profundzar en la formacién de las asesores piopedagdeicos nos proponemos, on
rime ugar, analizat las nuevas exigeneias profesionales y su incidencia en Ia det
racic necesiades actuals de formact profesional Elo nos eonduciéaana-
Tizar los modelos de formacién en tanto que contfiguran tna respuesta a las necesi-
dades que dichas exigencias erean en los profesionales. Cada modelo intenta
Satisfacerlas de modo diferente, dando prioridad a determinados aspectos y dese
hando ottos. Finalmente, nos detendremos en algunas propuestas de formacié para
tl ejereicio de una prictica profesional reflexiva y autorreguladora, como la formacién
Ge los equipos asesores.
1. IMPLICACIONES DE LAS NUEVAS EXIGENCIAS DE LA PROFESION DE ASESOR
EN LA FORMACION PERMANENTE
sxmodifeacones sales, cultura, consis politics de a eld espa
dots sor nan era tata de mejorar la comaion ela nero, por tra
Pare tac et clmon cma ven ealsano or ft ered
vet cdvenina dl rotcerado para quo amor preadan mejor dbo, =
arta aq tc eyes mer La interven aeons adgucre, en el mare
seieseante props on dtc ma eran paar un roagoismo
Sestacao. ;
ot cambios yuan 2 det las asva competencies expt os as0-
tes pucopedng ics) ote decratr ms anplo sensi, ue es proprionan
Ss pl dl anti en ue dralans te, Adesso s
ven prs concn en lan om vcs poealy i ese
er Psiey asta de formation pemonott La seas desu axon depen
sen deSargo, des preparan suleatomenteo 00 Tos protestonaes pars
tion enpustas suerte roenas edveatvos tambien nue
a lormacn dees profesional asesors:actualacin y aullommacion 483.
LL. La caracterizacién profesional de los asesores
En la caracterizacién profesional de los asesores han influido las novedades que
se han producido en el contexto de la intervencién, como son los cambigs del Sistema
Educativo y los nuevos principios psicopedagdgicos y curriculares base de la reforma
educativa de los niveles escolares no universitarios, asi eomo los cambios que se han
‘perado en las condiciones laborales de la mayoria de los asesores.
Los cambios en el contexto de laintervencién: el nuevo Sistema Educativo
Las etapas de la educacién escolar obligatoria y post-obligatoria se han estruc-
turado de manera diferente debido a los cambios en el sistema educativo. Entre las
novedades mis significativas para el ejercicio de la profesién se encuentra la caracte-
Tizacion que se ha hecho de Ia Educaci6n Infantil (0-6 afios) como etapa fundamer
lalmente educativa, la prolongacién de Ia escolaridad obligatoria hasta los
ailos y su reordenacidn en dos grandes nucleos educativos: la Etapa Primaria (6-12
afios) y Ia Etapa de Secundaria Obligatoria (12-16); la nueva ordenacién y caracteri
zacion del Bachillerato y a de la Formacién Profesional. El objetivo respecto de estas
‘ltimas es preparar a los alumnos para que respondan a los retos culturales, teenold-
‘icos y laborales que la sociedad tiene planteados.
‘Todo ello en conjunto hha supuesto ofertar una ensefianza palbliea para todos los
sectores sociales durante un perfodo mis amplio de tiempo, menos selectiva y eon ca
eter terminal, puesto que lo que se desea es garantizar la consecucin de unos obje
tivos propios de la Etapa por parte de la mayoria de los alumnos. Los cambios en el
sistema educativo han supuesto también diversificar las opciones académicas en la
‘etapa de la escolaridad obligatoria y post-obligatoria y las opciones profesionalizado-
ras. El medio empleado pata ello ha sido el establecimionto de itinerarios de transito
ppor el sistema educativo muy variados para responder no sélo a las exigencias de
cambio social y cultural, sino también a los intereses, motivaciones y capacidades di-
versas de los alumnos,
Los cambios en el contexto de la intervencin: los principios psicopedagégicos
ycurriculares base de la reforma educative
La elaboracién de una propuesta educativa capaz de concretar las nuevas deman-
das que la sociedad hace al sistema y de responder a los nuevos retos que plantea una
‘educacisn de carieter integrador supone no s6lo modifcar las intenciones edticativas
sino también, tal como advierten las aportaciones surgidas de la reflexion sobre la ta-
‘ea profesional de los docentes y de Ia investigaciGn educativa y cientifiea en los iti
‘mos afos, incrementar la competencia que muestran los equipos de docentes para
proporcionar a cada alumno el proyecto educative que necesita para desarrollat las
‘apacidedes que les son imprescindibles para vivir en sociedad (J. Wilson, 1986),
Sin embargo, elaborar una propuesta educativa que responda a las necesidades di-
versas de los alumnos es posible sslo si el profesorado responde mediante una ppo-