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En 1828, el botánico escoces Robert Brown observaba en su microscopio que unos minúsculos granos de polen suspendidos en el agua experimentaban movimiento aleatorio interminable.
Ahora a este fenómeno lo llamamos movimiento browniano
En 1828, el botánico escoces Robert Brown observaba en su microscopio que unos minúsculos granos de polen suspendidos en el agua experimentaban movimiento aleatorio interminable.
Ahora a este fenómeno lo llamamos movimiento browniano
En 1828, el botánico escoces Robert Brown observaba en su microscopio que unos minúsculos granos de polen suspendidos en el agua experimentaban movimiento aleatorio interminable.
Ahora a este fenómeno lo llamamos movimiento browniano
En 1828, el botánico escoces Robert Brown observaba en su microscopio que unos minúsculos granos de polen suspendidos en el agua experimentaban movimiento aleatorio interminable. Ahora a este fenómeno lo llamamos movimiento browniano, Brown observó asimismo que el mismo movimiento ocurría cuando en un fluido se suspendí polvo de carbón, vidrio, roca y de varios minerales. El movimiento es propiedad fundamental de la materia. En 1905, Einstein predijo que el efecto se produciría, y lo presentó como prueba directa de que el fluido donde la partícula estaba suspendida estaba formada por átomos. Una partícula suspendida en un fluido es bombardeada en todos lados por sus átomos, que se encuentran en un movimiento constante de agitación térmica. Supongamos que N es el numero promedio de colisiones de partículas-átomos en cualquier lado de la partícula durante un breve intervalo temporal En promedio, igual número de colisiones tendrán lugar en el otro lado. Pero debido a que las colisiones ocurren al azar el promedio fluctuará en los dos lados. Así pues, en cualquier intervalo particular habrá ligeramente más colisiones en uno de los lados de la partícula. tales desequilibrios aleatorios ocurren en tres dimensione, de manera que la partícula bombardeada, que suele ser más masiva por muchos órdenes magnitud que los átomos que la bombardean, se desplaza en una forma errática típica del movimiento browniano. Algunos años después, el físico y químico francés Jean Baptiste Perrin efectuó mediciones cuantitativas del efecto. Perrin media las coordenadas "x" y "y" de la partícula cada 30s y marcaba su posición con un punto sobra la gráfica.