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Sistema corporativo
Facultad de Ciencias de la Salud
Departamento de Medicina
FACILITADO A:
Lic. Cesarina Bencosme
PRESENTADO POR:
Scarlett González 2-13-0995
ABORTO
Muchas parejas desean tener un bebe, sin embargo, no pueden por una razón medica que le
impide la reproducción o por una situación social que rechaza la idea. En otros casos,
muchas niñas y adolescentes que no tienen la idea de lo que es ser madre o querer serlo,
conciben por desconocimiento, por ignorancia o por descuido al ser sexualmente activa. Al
no tener un apoyo, una orientación, o conocimiento acerca de la fecundación y de un
embarazo como tal, escogen la opción del aborto, dada por alguien que desconoce el valor
de la vida.
Se considera aborto aquel embarazo interrumpido antes de las 20 semanas de gestación que
puede ser de forma espontánea o intencional. Son muchas las causas que se atribuyen a un
aborto espontaneo: Consumo de drogas y alcohol, infecciones, déficit de nutrientes,
enfermedad sistémica grave de la madre (SIDA, diabetes, nefropatías, hepatopatías),
traumatismos y otros. El aborto inducido en cambio, por rechazo al bebe, miedo, temor al
qué dirán sus familiares, carencia económica, falta de un padre y violación. Muchos de
estos factores pueden requerir de un aborto terapéutico si peligra la vida de la madre o la
vida de ambos individuos.
Muchas son las consecuencias que puede arrastrar un aborto, puede tener efectos
fisiológicos, sociales y psicológicos que repercuten sobre la madre. Entre los efectos físicos
están la esterilidad, infecciones, abortos espontáneos en el futuro, trastornos menstruales y
hemorragias idiopáticas. Los efectos sociales son cambios personales que crean una
personalidad y punto de vista distinto en la mujer; disminución de la capacidad de trabajo,
perdida de interés sexual, abuso de los niños, deshumanización, insensibilidad. Estos
pueden relacionarse con los psicológicos ya que la madre empieza a sentir culpabilidad,
pensamientos suicidas, sensación de pérdida, sentimiento de luto y desencajada del mundo.
Mis criterios sobre el aborto van de la mano con lo que demanda Dios, “no mataras”. El
aborto tiene sus causas justas y tiene excusas. Las excusas son la principal causa de la
interrupción del embarazo. Creo y considero que si una mujer se encuentra sexualmente
activa y no tiene ninguna enfermedad que impida el crecimiento y desarrollo de un feto,
tiene que clarificar su mente y saber que está jugando al azar si no hace uso de los métodos
anticonceptivos. Por lo tanto, una de las excusas primordiales para practicar el aborto en
este caso intencional es el hecho de no poder tener un niño, fue un accidente, estoy muy
joven y no estoy preparada. Y para tener relaciones sexuales, ¿se preparó?
Puede practicarse aborto siempre que hayan causas justificadas, ya mencionadas, cuando la
madre ha sido violada es una de las situaciones que aunque puede sonar cruel, a nadie le
gustaría concebir de alguien que no conoce y alguien que haya cometido dicho delito, el
feto no tiene la culpa, pero son circunstancias de la vida que no fueron planeadas ni nunca
se esperaron. Cuando una mujer padece una enfermedad portadora, SIDA e infecciones
que pueden llevar a las malformaciones congénitas, son considerados también
eventualidades que llevan a la madre a la decisión.
Se han hecho aportes científicos en diferentes países para que se produzca un aborto
insensato al feto, algunos como México, cita el Colegio de Bioética: "Los conocimientos
científicos sobre el genoma, la fertilización, el desarrollo del embrión humano y la
fisiología del embarazo indican que el embrión de 12 semanas no es un individuo biológico
ni mucho menos una persona, porque:
Las observaciones del Código Penal de la Republica Dominicana justifican el aborto en sus
tres causales: inviabilidad del feto, riesgo de vida de la madre y producto de una violación,
y así muchos profesionales de la salud en el CMD, se negaron a que por estas causas sea
legalizado el aborto, porque significa convertir los hospitales y centros sanitarios en
mataderos, donde se descuartice, desmiembre, queme y succione seres indefensos, esto
debido a que sobraran las excusas para aquellas mujeres que no tuvieron cuidado en su
práctica sexual y por ende buscarían un fundamento para su aborto.
Estoy en contra del aborto, por mis creencias religiosas y por la ignorancia que tenemos en
el presente siglo XXI, por la deficiencia en los conocimientos, por la credibilidad de pensar
que lo sé todo y puedo hacer lo que quiera, y por la falta de refuerzo de orientación en la
educación de las jóvenes en los hogares, escuelas y congregaciones. Es muy fácil desear un
niño, pero nadie piensa lo siguiente; ¿Cómo crecerá mi hijo? ¿Qué comerá? ¿Tendrá
sustento? ¿Podrá crecer sano? y, ¿tendrá una educación digna? Pero no, siempre se comete
el mismo error no tomar decisiones maduras y razonables y sobre todo por la falta de un
padre, madre, amigo y/o persona cercana que sea capaz de instruir y guiar sobre la base
correcta de tener relaciones sexuales.
Perseguir y condenar el aborto, sin valorar la situación real en que vive la mujer, no aporta
soluciones ni enaltece la ética de ese enfoque. Tampoco se debe caer en la trampa de
justificar y/o estimular el aborto, mediante la tolerancia del desenfreno sexual y la
distorsión en la educación y la formación de valores. Lo que sería necesario en estas
circunstancias, es permitir a la mujer ampliar su conocimiento en el aspecto sexual, en la
maternidad y que se trabaje psicológicamente para que se pueda cambiar la perspectiva que
se tiene acerca de las relaciones sexuales y la desprotección.
El aborto siempre será una problemática para nuestra sociedad si se limita el conocimiento
de la planificación familiar a través de los métodos anticonceptivos o a través de la
abstinencia sexual en casos de niñas o adolescentes. La solución de este problema
comenzará cuando los padres forjen sus hijas con una visión diferente a la que se tiene en la
actualidad, cuando se les de la autonomía de poder tener una respuesta a sus curiosidades
sin tener que practicarlas y cuando aprendan que la formación de una familia siempre
amerita de una gran preparación personal física y psicológica.
Referencias bibliográficas
Sebastiani, Mario. (2018). El aborto como un bien social. Revista de Bioética y Derecho.
Barcelona, España.
http://www.listindiario.com/