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¿Hacia la despatologización de la transexualidad?


Apuntes desde una lógica difusa
Depathologization transsexualism? Notes from a fuzzy logic

Trinidad Bergero Miguel1, Susana Asiain Vierge2, Mª Dolores Cano-Caballero Gálvez3


1
Psicóloga Clínica. Unidad de Trastornos de Identidad de Género. Unidad de Gestión Clínica
de Salud Mental. Hospital Carlos Haya. Málaga.
2
Licenciada Antropología Social y Cultural. Enfermera Hospital de Navarra. Pamplona.
3
Doctora en Antropología por la Universidad de Granada. Profesora de la Escuela
Universitaria de Enfermería Virgen de las Nieves de Granada.

Resumen: Una breve historia del género, su origen y evolución, el concepto de transexua-
lismo de la OMS y la APA y una crítica de la dicotomía del sistema sexo/género que consti-
tuye la base de la definición del Transexualismo como patología.
Palabras clave: Transexualismo, patología mental, modelo biomédico.

Summary: A brief history of gender, its origin and evolution, the concept of transsexua-
lism of the WHO and the APA and a critique of the dichotomy of the sex/gender system
that constitutes the base of the definition of the Transsexualism as pathology.
Key Words: Transsexualism, Mental pathology, biomedical model.

1. Introducción rías mentales complejas y de carácter abstracto


(edad, clase social, género) que se acompañan
La transexualidad está considerada un trastorno
de un conjunto de ideas, representaciones, acti-
mental por la Organización Mundial de la Salud
tudes, conductas y valores asociados que les
(1) y la Asociación de Psiquiatras Americanos. (2)
dan contenido, el cual varía según el contexto
En este artículo se exponen de forma crítica algu- social en el que tienen lugar. En este sentido, la
nos aspectos que tienen relación con esta concep- sociedad occidental, ha intentado manejar las
tualización de patología mental. Pensamos que es distintas formas, situaciones y vivencias de la
importante tener en cuenta el fondo ideológico y masculinidad y la feminidad, utilizando una con-
los valores implícitos en las clasificaciones. cepción dualista en forma de oposiciones bina-
rias (hombre/mujer, masculino/femenino). Este
hecho tiene repercusiones de gran importancia
2. El género ya que pone en funcionamiento toda una serie
Los seres humanos tendemos a organizar aque- de mecanismos: actitudes, expectativas, senti-
llo que nos rodea en base a una serie de catego- mientos, emociones que remiten a creencias,

Norte de salud mental, 2010, vol. VIII, nº 38: 56-64.


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ideas estereotipadas y valores en relación a la dad biológica implícita en el concepto de sexo y


feminidad y la masculinidad que existen en una fue a partir de la década de los 90 cuando se
sociedad en un momento histórico dado. planteó que la categoría de género para ser ope-
rativa, debería alejarse de la base dual con la
Gran parte de la identidad personal procede de que se había conceptualizado en la década ante-
la adopción e interiorización de esas creencias, rior. (4) En este sentido, numerosos autores
normas, valores, estereotipos, compartidos por advirtieron que el concepto de género había sido
el colectivo al que se pertenece, con el que la mal utilizado como sinónimo culturalista de sexo
persona se identifica, convirtiéndose de esta (5) Se criticó la utilización de la palabra género
manera en criterios de organización social muy como un constructo analítico fundamentado en
poderosos (3). la organización social de los sexos, como si fuera
la construcción social del sexo biológico. (4)
En nuestra sociedad las personas están altamen-
te generizadas en torno al sexo biológico y más Alejándose del planteo dicotómico de los sexos, el
concretamente en torno a los genitales, en fun- concepto de género alcanzó una gran potencia
ción de los cuales se realiza la asignación de porque permitió su utilización para otras formas
género como hombre o mujer. de socialización y construcciones de identidad de
En Occidente, existe una tendencia al pensa- género como la androginia o las personas transgé-
miento dual que no es universal, y que ha creado nero que no se adaptan a las formas determinadas
estas categorías binarias, rígidas y contrapues- dicotómicamente como masculinas o femeninas
tas entre sí, además de complementarias, como en nuestra cultura. De esta manera, se comenzó a
lo son hombre/mujer, masculino/femenino, considerar al género como una categoría analítica
heterosexual/homosexual. Estas categorías no abstracta que permite analizar y comprender reali-
reflejan la realidad que es cambiante, dinámica y dades identitarias múltiples y variadas según los
de naturaleza compleja, sino que la recrea en contextos sociales. Este concepto de género resul-
base a mecanismos selectivos diversos, a menu- ta una categoría útil para superar las concepciones
do simplificadores, que actúan como criterios de dualistas. (4).
organización y normativización personal y social, El género abarca un conjunto de creencias, acti-
produciendo así representaciones dicotomiza- tudes, sentimientos, valores, expectativas, atri-
das de la realidad. (3) buciones, comportamientos y actividades que
diferencian a los sujetos – en lo real y en lo ima-
La identidad de género es la imagen que las per-
ginario o simbólico – y en cuyo desarrollo tiene
sonas, de manera más o menos consciente, pro-
un papel predominante la construcción social,
yectan en el ámbito social en relación a la ideo-
en la que intervienen las instituciones políticas y
logía de género dominante. (4) Este proceso se
educativas, el mercado de trabajo, los medios de
inicia desde etapas tempranas de la vida, desde
comunicación, la familia, etc., transmitiéndose la
el mismo momento en que utilizando una eco-
jerarquización de los roles a través de relaciones
grafía, se le informa a la madre el sexo del bebé,
interpersonales. (6)
poniendo en marcha una serie de conductas y
actitudes que refuerzan los estereotipos de La relación sexo/género es muy compleja. En
género que se asocian al hecho de ser mujer u lugar de entender el sexo como algo determina-
hombre en nuestra sociedad. do biológicamente, y el género como algo deter-
minado por lo social debemos considerar ambos
Numerosos autores han destacado la importan- fenómenos en interacción permanente y con
cia del concepto de género como una de las límites no nítidos. (7)
aportaciones más interesantes del pensamiento
del siglo XX. La categoría género permite romper Laqueur plantea la importancia de la construcción
con el determinismo biológico y la identificación de sexo y género para la estructuración y organi-
entre sexo y género como algo natural. (4) zación de la vida social, y pone en claro cómo las
diferencias sexuales, basadas en la anatomía, se
En los 80, el concepto de género se interpretó de interpretan en claves culturales. Es decir, se cons-
manera dicotómica, tratando de reflejar la duali- truyen estas distinciones para dar respuesta a

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unos valores sociales, que buscan su legitimación formuladas de una manera culturalmente espe-
a través del discurso científico. (8) cífica y tiene relación con el contexto histórico y
geográfico en el que se formula. (10). Sin ir más
lejos, el relativismo cultural e histórico de las cla-
3. El modelo biomédico sificaciones que manejamos ha quedado paten-
Desde la perspectiva biomédica, la transexuali- te en el caso de la homosexualidad definida
dad es una patología clasificada entre los trastor- como patología hasta hace poco tiempo. Y esto
nos mentales y del comportamiento. La creación y fue así porque el deseo heterosexual era catalo-
utilización de manuales diagnósticos como el CIE- gado como deseo normal y en virtud de un giro
10 y el DSM IV, desarrollados bajo las directrices perverso del pensamiento, pasó a ser considera-
de la Organización Mundial de la Salud (1) y de la do “natural” (esto es, inscrito en la naturaleza y
Asociación de Psiquiatras Americanos, (2) res- el destino de los seres humanos). (11)
pectivamente, responden a los imperativos de la
psiquiatría de orientación biomédica o neokrae- Cuando los expertos que participan en la elabora-
pelismo, que pone énfasis en la clasificación y ción de los manuales definen los trastornos de
descripción precisa de cuadros clínicos. En dichos identidad sexual, lo hacen partiendo de las creen-
manuales clínicos, los trastornos mentales son cias, la ideología y el bagaje de la sociedad y el
aprehendidos bajo la analogía de las enfermeda- momento histórico que les toca vivir, Además,
des físicas y sus síntomas son entendidos como están describiendo y definiendo al mismo tiempo,
resultado de una disfunción biológica subyacen- las características de la demanda de las personas
te, desligándolos de mecanismos culturales, psi- transexuales que acuden al sistema sanitario soli-
cológicos y biográficos. Constituyen un intento de citando la reasignación sexual. Con ello están
simplificar la realidad para hacerla más manejable estableciendo una definición que parte de indivi-
y conseguir nosologías psiquiátricas neutrales duos o grupos de personas y sobre esa base,
independientes del contexto histórico-cultural. intentan generalizar sus conclusiones sin tener en
Para dar un carácter de objetividad y neutralidad cuenta que éstas no son aplicables a la totalidad
científicas, se eliminan criterios sociales y cultura- de un colectivo que se caracteriza precisamente
les, lo que hace que la taxonomía no explique la por la diversidad y no por la homogeneidad.
variabilidad cultural. (9)
Para la OMS y la APA la transexualidad es un
Sin embargo, a pesar del esfuerzo por lograr la trastorno mental por dos razones: las personas
neutralidad, las definiciones de la transexualidad transexuales transgreden el orden establecido y
de los manuales de la APA (2) .y la OMS, (1). ponen su situación produce un sufrimiento significativo
en evidencia la ideología y los valores implícitos y una desventaja adaptativa importante que se
que subyacen a las mismas, en la medida en que traduce en la disforia y en la comorbilidad psí-
apuestan por un modelo dicotómico de identidad quica. (2, 12) Como plantea Martín Casares: “el
de género. Habría que decir que este modelo no es sistema de género obliga a hombres y mujeres a
muy afortunado porque incluso desde el punto de admitir los valores asociados a la masculinidad y
vista biológico esta dicotomía no describe todas a la feminidad bajo pena de verse despojados de
las posibilidades, ya que la naturaleza va más allá su identidad” (4) Pero habría que preguntarse
del dismorfismo. Hay seres humanos como los ¿por qué una identidad o expresión de género
intersexuados por ejemplo, que desbordan estas que difiera de la asignada al nacer constituye por
coordenadas. El dismorfismo es una forma de sí misma un trastorno mental o una minusvalía
reduccionismo que deja fuera a muchas personas. en la competencia del ser humano? (13)
Pero mirando bien, el sistema sexo/género no sólo
es incompleto y resulta insuficiente para describir Las principales creencias del sistema biomédico
todo el espectro, sino que además ha ayudado a que subyacen a la calificación de la Transe-
incrementar las desigualdades entre los dos géne- xualidad como una patología mental son: el
ros oficiales. determinismo biológico, el modelo de identidad
sexual dicotómica única y estable a lo largo de la
Es que en el sistema biomédico como en cual- vida y la sexualidad heterosexual y coitocéntrica
quier otro, la salud y la enfermedad mental están dirigida a la reproducción. Foucault, sostiene

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que en nuestra sociedad, se adjudica a cada Sin embargo, las intervenciones sanitarias en la
individuo su identidad sexual, primera, profun- Transexualidad son un hecho reciente lo cual
da, determinada, y determinante (14) hace pensar que la necesidad del tratamiento
médico y/o quirúrgico no son inherentes a la
En el sistema biomédico, se plantea como lo Transexualidad, sino producto del progreso de la
natural, que el recién nacido desarrolle una iden- Medicina que permite la utilización de terapias
tidad de género congruente con el sexo biológico. hormonales y quirúrgicas para lograr un cambio
morfoanatómico y hormonal impensable en
Los conceptos homosexualidad/heterosexuali-
otras etapas de la humanidad (17)
dad se definen a partir de la identidad sexual del
sujeto hombre/mujer la cual a su vez se define a El proceso de reasignación sexual nos recuerda
partir de la genitalidad. que “lo corporal no es nunca natural, sino que
Este modelo produce sufrimiento entre aquellas siempre es construido social y políticamente”
personas que quedan excluidas porque no pue- Las novedosas técnicas quirúrgicas y la utiliza-
den ajustarse al concepto de dismorfismo sexual ción de las hormonas, las nuevas tecnologías, el
presente en la sociedad. Es difícil situarse fuera uso de prótesis y materiales diversos introduci-
del modelo dicotómico que utilizamos cuando dos dentro del cuerpo para modificar su forma
desde el punto de vista genético, hormonal y están permitiendo cuerpos reconstruidos y fabri-
morfoanatómico se pertenece a un sexo, y desde cados donde se combina lo orgánico y lo artifi-
el punto de vista psicológico y social a otro. cial y “dan forma a realidades donde la naturale-
za y la sexualidad adquieren nuevos significados
En el tratamiento del transexual subyace un mar- y conducen a formas alternativas de percibir el
cado dualismo entre el cuerpo y la mente, lo que ser persona y las relaciones de los humanos
posibilita ajustar el sexo (que en este caso se entre sí y con el entorno”(18).
iguala a la realidad corporal) a las definiciones
normativas de género. El tratamiento hormonal y La mayoría de las personas transexuales que acu-
la cirugía transexual subrayan el modelo occi- den a la Unidad de Trastornos de Identidad de
dental de género, encarnando la polarización de Género del Hospital Carlos Haya de Málaga, solici-
género con base en los genitales y el cuerpo. tan la reasignación sexual. El tratamiento hormo-
nal y quirúrgico en la sanidad pública ha sido una
En las personas transexuales la falta de corres- de las más importantes reivindicaciones de los
pondencia entre lo biológicamente determinado y transexuales en los últimos tiempos. No debemos
la identidad sentida como propia, haría necesario olvidar que las personas transexuales al igual que
un tratamiento que pasaría por adecuar el cuerpo la mayoría de nuestra sociedad, pueden ver al
para cubrir las expectativas del sistema social de género como algo rígidamente demarcado y exclu-
sexo/género. Se asegura que el sufrimiento (dis- yente: masculinidad/feminidad, reflejando en la
foria) de las personas transexuales se mitigará o solicitud de reasignación, los roles de géneros tra-
desaparecerá cuando se reasignen de sexo. De dicionales, autoexcluyentes entre sí.
esta manera, muchas personas transexuales
hablan de la genitoplastia como de “un nuevo La identidad transexual solicitando ser exacta-
nacimiento”, pues habrá un nuevo renacer desde mente una réplica del otro sexo, sostiene el
la nueva apariencia de los genitales. Esta visión paradigma occidental basado en la existencia de
hace de la anatomía destino, siendo la genitalidad dos sexos opuestos y de conductas, tempera-
el centro de la identidad del individuo, olvidando mentos, emociones y orientaciones sexuales
la tremenda complejidad de la vida. (15) constituidas sobre la base de una polaridad bio-
lógica. Esta oposición está representada por los
Este aspecto es tan importante que nuestra genitales, símbolos de las diferencias reproduc-
experiencia nos permite afirmar que los transe- tivas y base para la asignación del sexo biológi-
xuales sufren con frecuencia presión de su entor- co. (16, 19)
no para pasar necesariamente por la cirugía de
reasignación como una prueba de la veracidad Las personas transexuales realizan al sistema
de su discurso. (16) sanitario una doble y contradictoria demanda:

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por un lado, cuestionan el sistema dicotómico, lo La identidad no es sólo un proceso que se siente
ponen en tela de juicio, y después lo utilizan a nivel íntimo. Las personas transexuales desean
demostrando la insuficiencia de toda referencia ser reconocidas por los demás como hombres o
simbólica y anhelando convertirse exactamente mujeres. La construcción de la identidad necesi-
en el otro y ser reconocidos como hombres o ta de la interacción y el reconocimiento del
como mujeres (20) A veces tomamos conciencia “otro”. La identidad de género se va construyen-
de que gran parte de las que acuden al sistema do y transformando en el marco de unos contex-
sanitario, sitúan todo en la representación cor- tos sociales y unas actividades concretas. En
poral y muy poco en la representación psíquica. estos contextos, la dimensión cognitiva, sensiti-
Acuden al sistema sanitario para “corregir un va, emocional, “performativa” y de acción social
error de la naturaleza”. La mayoría de estas per- se va entretejiendo y retroalimentando. (18, 21)
sonas describen minuciosamente la incomodi-
dad o incluso el horror que les produce su cuer- .Los profesionales sanitarios que las asisten
po, sobre todo sus genitales. En los transexuales (psicólogos, psiquiatras, endocrinólogos, ciruja-
masculinos esta sensación incluye también a las nos plásticos…) comparten las mismas creencias
mamas. Chiland afirma que “el discurso de los del modelo biomédico imperante en la sociedad
transexuales es más rico para expresar el horror occidental. La tarea del profesional de salud
que tienen por el sexo de su cuerpo, que para mental consiste en objetivar en la exploración
hablar de lo que es deseable de la pertenencia al diagnóstica una divergencia entre el desarrollo
otro sexo”. (20) de un sexo morfoanatómico y fisiológico perte-
neciente a un sexo, y la construcción de una
Es comprensible la preocupación por el cuerpo identidad de género de signo contrario. Por eso
porque el cuerpo y el aspecto externo son la pri- el profesional puede entender sin dificultad la
mera tarjeta de presentación y tienen un papel estereotipada frase que escucha una y otra vez
muy importante en la relación con el entorno. en las consultas de las Unidades de Género:
Pero con frecuencia el cuerpo toma un protago- “Soy una mujer y me siento atrapada en un cuer-
nismo importante y la vigilancia permanente de po (de hombre) que no es el mío”.
su evolución con los tratamientos hormonal o
quirúrgico puede llegar a constituir el centro de El modelo biomédico ha contribuido a crear y des-
la vida. arrollar un modelo de transexualidad, influyendo
en gran manera en la construcción del discurso de
La gestión de la apariencia de estas personas las personas transexuales, que con frecuencia
tiene estrecha relación con las definiciones ocultan aquellos aspectos que creen que puedan
sociales de lo que es un hombre o una mujer. impedir el acceso a la reasignación sexual.
Butler dice que en la actividad cotidiana se reco-
noce con facilidad la representación de un tipo A pesar de que la reasignación sexual, actúa como
de feminidad determinado por los mensajes cul- un proceso “normalizador”, nuestra sociedad pre-
turales dominantes. (21) La autodefinición de senta dificultades para aceptarlos e integrarlos, lo
género que cada persona proporciona de sí que les lleva a tener inconvenientes en la vida coti-
misma tiende a ser polarizada. diana, en la integración académica, familiar, social
y laboral que tienen que ver no sólo con su histo-
En las personas transexuales observamos una ria individual, sino también con el modelo social
importante dificultad o imposibilidad de cumplir imperante de en qué consiste ser un hombre y una
el rol de género esperado de acuerdo al sexo bio- mujer y que los excluye a ellos. (16)
lógicamente determinado. Como consecuencia
puede producirse una búsqueda de cumplir este- Estas importantes dificultades les pueden con-
reotipos, cambio de sexo y feminidad extrema. La ducir a interrupciones tempranas de la escolari-
inculcación de la feminidad no se produce inter- zación lo que les coloca en una situación de des-
subjetivamente, sino que su búsqueda se dirige ventaja sociolaboral, y puede conducirlos a
hacia la feminidad en abstracto, es decir hacia situaciones de riesgo de exclusión social, ade-
modelos ajenos a la experiencia cercana, convir- más de exponerles a situaciones de violencia
tiéndose así en una búsqueda de estereotipos. verbal, física y sexual a lo largo de la vida. (16)

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En la actualidad, existe un importante debate indican en qué medida el elemento forma parte
respecto a la transexualidad. Hay autores que la de ese conjunto difuso. En esta forma de inter-
codifican como trastorno mental, para otros es pretar los hechos, la realidad no tiene que ser
un trastorno de la diferenciación sexual y otros verdadera o falsa, sino que puede haber grados
abogan por su despatologización. de verdad, pues los elementos de un conjunto no
tienen por qué estar dentro o fuera completa-
La hipótesis etiológica más destacada sostiene mente del mismo. Puede haber “grados de perte-
que la identidad de género de cada individuo es nencia”, de un elemento a un conjunto dado (24)
el resultado de la actividad de ciertas áreas de
su propio cerebro. En los transexuales se produ- La lógica difusa incluye el intervalo, que se sitúa
ciría una discrepancia entre la diferenciación de en el medio, entre cero y uno; permitiendo la
las áreas cerebrales de las que depende el esta- existencia de multivalores, de multivalencias y
blecimiento de la identidad de género de ese de este modo, entramos en el ámbito de la com-
individuo y el resto de niveles que definen su plejidad y algunas veces en el mundo de las
sexo. De esta forma puede desarrollarse un paradojas. (25). “Sentirse hombre o mujer no es
organismo femenino en sus aspectos genéticos, algo estático o uniforme, sino que está en conti-
hormonales y orgánicos pero con áreas cerebra- nuo cambio, es decir que es un proceso abierto,
les de identidad sexual masculina. (22) complejo y plural”. (18)

En todo este debate observamos que a lo largo En este sentido, Kim Pérez afirma que “La realidad
de la historia, distintas instituciones han creado difusa se encuentra cuando se puede definir por
significados sociales sobre la realidad sociose- un más o menos, y esto es lo que ocurre precisa-
xual y han determinado lo que es normal y acep- mente con el género, en el que las conductas se
table, lo que es enfermedad y lo que no lo es. pueden definir fácilmente con un más o menos
Hasta la Revolución Francesa, el poder para defi- masculinas o femeninas. Hay un continuo que va
nir la realidad social estaba en manos de la de lo extremadamente masculino a lo extremada-
Iglesia. La Iglesia primero, la ciencia después mente femenino y hay una amplia zona más o
son centrales en el proceso de construcción de menos indefinida entre los dos extremos” (26).
las identidades sociosexuales. Olga Viñuales
dice que “los y las protagonistas de las disiden- Observando la realidad, constatamos que no es
cias sexuales, pecaron primero, enfermaron des- posible hablar de identidades de género rígida-
pués y son hoy en día, consumidores de diferen- mente demarcadas, compactas lineales, unifor-
cia”. (23) Es difícil sustraerse del todo al sentido mes. En la realidad observamos “tramas de femi-
común de una época y a ciertas imágenes dema- nidad y masculinidad mixtas”. Tenemos que bus-
siado pregnantes que imperan en un momento car nuevas imágenes y metáforas que hagan jus-
histórico de su desarrollo. ticia a la gran variabilidad y heterogeneidad de la
realidad del género. (18)
4. Propuesta de una lógica difusa
Fischer Pfaeffle en “Devenires, cuerpos sin órga-
Proponemos principios de la lógica difusa o lógi- nos, lógica difusa e Intersexuales”, propone
ca heurística para este problema basándonos en hacer una reflexión sobre las aportaciones de la
lo relativo de lo observado. Este tipo de lógica
toma dos valores aleatorios, pero contextualiza- Biomedicina al concepto de sexo y género: “La
dos y referidos entre sí. Pensamos que el mode- Biomedicina ha producido saberes sobre el cuer-
lo de la lógica difusa representa el mundo real po humano, sobre la designación sexual y la
mejor que el modelo dicotómico. Aplicando esta diferencia sexual, frecuentemente a partir de
lógica al género, se evitaría la obligación de una visión simplista, dicotómica, de una lógica
adherirse completamente a la dicotomía hom- binaria, produciendo un modelo y un deseo de
bre/mujer que establece la ideología dominante. verdad. El discurso biomédico sobre la diferen-
ciación sexual fue producido como un modelo de
Para cada conjunto difuso, existe asociada una verdad, de forma arbitraria y simplista. Pues
función de pertenencia para sus elementos, que parte de la concepción, por un

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lado, de que al haber solamente dos gónadas existe una correspondencia universal entre lo
(ovarios y testículos) solamente debe haber dos que es sexo y lo que es género. Ambas esferas
sexos, dos roles sociales; y por otro, de que la no son totalmente independientes una de otra,
función de los genitales es la reproducción sino que se establece una relación de contingen-
humana. El placer no tiene ninguna importancia, cia entre ambas. En cada cultura existen distin-
ninguna relevancia” (25) tas formas específicas de organizar el pensa-
miento en torno al sistema sexo/género y a la
Alemany, sostiene que “la simplificación que sexualidad. (15)
contempla las vivencias, las emociones, las sen-
saciones y la erótica que tenemos las personas Norma Mejía en su libro Transgenerismos. Una
como seres sexuados en varones o mujeres, experiencia transexual desde la perspectiva
reducidos a parámetros estrictamente físicos antropológica afirma: “la realidad es que no
como son los órganos genitales, los cromoso- existen dos sexos y dos géneros, sino más.
mas, las gónadas y las hormonas, ignora que el Tantos que el número de géneros posible no
cuerpo se propone como algo que cada sujeto tiene límite”. El problema según esta autora es
tiene que conquistar, que no es algo dado, mar- que “hemos confundido unas construcciones
cado por el destino anatómico” (27) abstractas diseñadas”, con la realidad. No es
que los transexuales constituyan un tercer
5. Las personas transexuales sexo/género. “Es que entre los seres humanos
para los cuales lo imaginario es más real que la
La transexualidad tal como la define la Medicina, realidad, sólo existen terceros sexos/géneros. El
es un hecho reciente, sin embargo la existencia de primero y el segundo, son puras fantasías colec-
personas que han transgredido los roles de géne- tivas”. (29)
ro esperados según lo biológicamente pautado,
han estado presentes en todas las culturas y a lo Una de las dificultades más importantes para
largo de toda la historia de la Humanidad. (4, 28) conocer las realidades transexuales en toda su
diversidad lo constituye el hecho de que sabe-
En algunas culturas, las sociedades y personas
mos muy poco de esta población (30). Hasta
han ido construyendo situaciones que transcien-
ahora han permanecido ocultos para los siste-
den y desbordan las rígidas coordenadas que
mas sanitario y social, a veces por una fuerte
delimitan las categorías hombre/mujer y mascu-
preocupación por la privacidad, y otras por
lino/femenino como los hijras de la India y
temor al rechazo y la estigmatización. (30) La
Pakistán, o los eunucos de los harenes orienta-
mayoría de las personas que acuden a nuestras
les, o los inuitas o los berdaches. (4)
Unidades de Género, pretenden ser “una mujer o
En nuestra realidad cultural estas personas son un hombre más”, quieren permanecer anónimas
desconcertantes y desconocidas. Nos hacen ver, porque la visibilidad puede suponer una oportu-
que frente a la concepción biomédica, bipolar occi- nidad para lograr la integración y la aceptación
dental de sexo-género, existe otra realidad de pública y lograr seguridad, pero también puede
géneros e identidades múltiples, heterogéneas. exponerles a la violencia en distintas formas que
Esto es evidente en todas las personas transexua- se ejerce contra ellos (31)
les que solicitan al sistema sanitario reasignación
sexual. Pero sobre todo, son más desconcertantes Es necesario conocer más sobre las personas
aquellas que no solicitan reasignación sexual, y transexuales. Para su estudio hay que utilizar un
que muestran una creciente aceptación y reafirma- enfoque abierto, descriptivo, analítico y explora-
ción del género sin tener que recurrir a la cirugía de torio, pues es una estrategia inmejorable para
reasignación, esto es, sin tener que responder a la aproximarnos a su conocimiento (30)
exigencia de lo que se entiende en la biología por
Para terminar, coincidimos con Rodríguez
ser mujer u hombre. (15).
Alemán quien afirma que “la comparación tran-
Las personas transexuales nos hacen ver que sexual ha permitido evidenciar que en otras
sexo y género no están relacionados de forma, sociedades históricas y en otras culturas con-
secuencial, coincidente ó simétrica, y que no temporáneas, la anatomía no es destino” (15)

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Conclusiones mayores trabas para la construcción de identida-


des y roles de género alternativos y para el res-
La biomedicina es el modelo que actualmente peto por la diversidad.
rige en Occidente y contempla el proceso de rea-
signación sexual de las personas transexuales Es necesaria una revisión de las pretendidamente
ajustando el cuerpo a la identidad de género universales, naturales, neutrales y ahistóricas
sentida como propia. nosologías de la Medicina, la Psiquiatría y la
Psicología y una reflexión sobre la influencia de la
El tratamiento hormonal y la cirugía transexual cultura y del momento histórico para determinar lo
subrayan el modelo occidental de género, encar- que es normal o patológico en un momento dado.
nando la polarización de género con base en los
genitales y el cuerpo. Sería importante avanzar a nivel social, educati-
vo, jurídico y político en la consideración de las
Los transexuales presentan dificultades en la vida personas como seres humanos antes que como
cotidiana, en la integración académica, familiar, hombres o mujeres.
social y laboral que tienen que ver no sólo con su
historia individual, sino también con el modelo La identidad de género es una identidad fluida y
social imperante de en qué consiste ser un hombre abierta que se resiste a etiquetas dicotomizadoras
y una mujer y que los excluye a ellos. del tipo masculino/femenino. Existen múltiples
formas de expresar y vivir la identidad y nuestra
El pensamiento dualista en forma de oposicio- sociedad debe trabajar para crear un espacio en el
nes binarias (hombre/mujer) es una de las que todas ellas sean desarrolladas en libertad.

Bibliografía Medicina Psicosomática y psiquiatría de


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Contacto:
- Trinidad Bergero. Psicóloga Clínica. Unidad de Trastornos de Identidad de Género. Unidad de
Gestión Clínica de Salud Mental. Hospital Carlos Haya. Málaga. berg7679@hotmail.com. Dirección
postal: C/ Las Palmeras, 4. 29018 Málaga.
- Susana Asiain. Licenciada Antropología Social y Cultural. Enfermera. Hospital de Navarra.
Pamplona. susasiain@yahoo.es
- María Dolores Cano-Caballero. Doctora en Antropología por la Universidad de Granada. Profesora
de la Escuela Universitaria de Enfermería Virgen de las Nieves de Granada. canocaballero@hot-
mail.com

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