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LA LUZ
1.1. Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.2. Características de las ondas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.3. Espectro de frecuencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.4. Naturaleza dual de la luz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
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Capítulo 1. LA LUZ
1.1. Generalidades
Es sabido que existen diversos tipos de energía: mecánica, térmica, electrostática y electromagnética.
• Si a un cuerpo en reposo se le suministra energía mecánica, éste tiende a ponerse en movimiento transformando la energía
suministrada en energía cinética, energía que lleva consigo y que comunica a otros cuerpos si colisiona con ellos.
• El calor es una forma de energía que se propaga por convección, conducción o radiación.
• Cuando “encendemos la luz”, conectamos el filamento metálico de una lámpara incandescente a través de una diferencia de
potencial, lo cual hace fluir carga eléctrica por el filamento de un modo parecido a como la diferencia de presión de una manguera
de riego hace fluir el agua por su interior. El flujo de electrones constituye la corriente eléctrica. Usualmente asociamos la corriente al
movimiento de cargas en cables conductores, pero la corriente eléctrica surge de cualquier flujo de carga. Cuando la corriente eléctrica
se propaga a través de los conductores y llega a un receptor se transforma en éste en otro tipo de energía.
• Si el cuerpo o fuente emisora irradia energía, la propagación se produce por radiación en forma de ondas* que son las perturbaciones
físicas que se propagan a través de un determinado medio o en el vacío.
Las ondas mecánicas propagan este tipo de energía a través de un medio material elástico. Son ondas longitudinales porque en ellas
coincide la vibración de las partículas con la dirección de la propagación. Dos ejemplos son las vibraciones de un muelle y el sonido.
En un muelle las vibraciones se propagan en una sola dirección y en el caso del sonido, se propagan tridimensionalmente.
Las ondas electromagnéticas propagan energía producida por oscilaciones de campos eléctricos y magnéticos y no necesitan un
medio material de propagación. Por ejemplo, la luz.
Dentro de las diferentes formas de propagación de las ondas se definen diversos regímenes. Desde el punto de vista de la luminotecnia,
nos interesa el régimen periódico, que se define como aquel que se repite a intervalos regulares de tiempo y que se expresa
gráficamente mediante varias formas de onda.
Aquí, la forma de la onda representa oscilaciones como fenómenos en los que la magnitud física es función periódica de una variable
independiente (el tiempo), cuyo valor medio es nulo. Es decir, se trata de funciones armónicas simples o fundamentales, como el seno o
el coseno, de una sola variable, unidimensional y transversales (se propagan perpendicularmente a la dirección en que vibran las partículas).
En definitiva, existe un conjunto muy amplio de fenómenos físicos, eléctricos y electromagnéticos, entre los que se incluye la electricidad, la luz,
el sonido, las ondas hertzianas o el oleaje del mar, cuyas características quedan determinadas mediante el estudio de las ondas sinusoidales.
De ahí que se utilice el concepto de radiación de las ondas y las características que las definen.
λ λ
λ λ
* Onda: Expresión gráfica de una variación periódica representada en amplitud y tiempo. La amplitud es el valor u ordenada máxima que toma la onda.
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Capítulo 1. LA LUZ
La longitud de onda es una característica importante para clasificar el espectro de radiaciones visibles, objeto de estudio en esta
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Este parámetro queda determinado mediante el producto de la velocidad de propagación (), por el tiempo que tarda en realizar un
ciclo (Periodo ):
= · (m/s · s = m)
Frecuencia ( f )
Se define como el número de periodos que tienen lugar en la unidad de tiempo.
Como el periodo es inverso de la frecuencia, = 1 , la ecuación anterior se transforma en:
f
= (m/s · 1/s-1 = m)
f
Velocidad de propagación ( )
La velocidad de propagación depende del tipo de onda, de la elasticidad del medio y de su rigidez. Si el medio es homogéneo e
isótropo, la velocidad de propagación es la misma en todas las direcciones.
Por ejemplo, la velocidad de propagación del sonido en el aire, a 20 ºC, es de 343´5 m/s, mientras que la velocidad de propagación
de las ondas electromagnéticas en el vacío es de 300.000 km/s = 3 · 108 m/s.
La ecuación fundamental que relaciona la velocidad de propagación con la longitud y frecuencia de la onda es
= · f (m · s-1 = m/s)
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Capítulo 1. LA LUZ
300 nm.
Luz negra
320
340
Rayos Ultravioleta
360
790x1012 Hz
380
Violeta 400 nm.
420
Los fabricantes de lámparas suelen dar las curvas radioespectrométricas con valores comprendidos entre 380 nm. y 780 nm.
Como hemos visto, además del metro, para expresar la longitud de onda se emplea también el nanómetro (nm.) y otras unidades
como son el Angstrom (Å)y la micra (m.).
1 m. = 10-60 m
1 nm. = 10-90 m
1 Å. = 10-10 m
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Capítulo 1. LA LUZ
100 100
% %
80 80
60 60
40 40
20 20
400 nm.
600 nm.
400 nm.
600 nm.
380 nm.
500 nm.
380 nm.
500 nm.
700 nm.
780 nm.
700 nm.
780 nm.
Distribución espectral de la luz del dia normal Distribución espectral de lámpara incandescente
Figura 3
100 100
% %
80 80
60 60
40 40
20 20
400 nm.
600 nm.
380 nm.
500 nm.
700 nm.
780 nm.
380 nm.
400 nm.
500 nm.
600 nm.
700 nm.
780 nm.
Figura 4
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Capítulo 1. LA LUZ
deducción de la ley de la refracción dependía de la hipótesis de que la luz se mueve con más rapidez en el agua o en el vidrio que en
el aire, hipótesis que posteriormente se demostró que era falsa. Los principales proponentes de la teoría ondulatoria de la luz fueron
Christian Huygens y Robert Hooke. Utilizando su propia teoría de la propagación de las ondas, Huygens fue capaz de explicar la reflexión
y la refracción suponiendo que la luz viaja más lentamente en el vidrio o el agua que en el aire. Newton se dio cuenta de las ventajas
de la teoría ondulatoria de la luz, particularmente porque explicaba los colores formados por películas delgadas, que había estudiado a
fondo. No obstante, rechazó la teoría ondulatoria debido a la aparente propagación rectilínea de la luz. En su época no se había
observado aún la difracción, desviación del haz luminoso que permite rodear obstáculos.
La teoría corpuscular de la luz de Newton fue aceptada durante más de un siglo. Luego, en 1801, Thomas Young revitalizó la teoría
ondulatoria de la luz. Fue uno de los primeros en introducir la idea de interferencia como un fenómeno ondulatorio que se presentaba
tanto en la luz como en el sonido. Sus observaciones de las interferencias obtenidas con la luz fueron una clara demostración de su
naturaleza ondulatoria. Sin embargo, el trabajo de Young no fue conocido por la comunidad científica durante más de diez años. Quizás
el mayor avance en lo que se refiere a la aceptación general de la teoría ondulatoria de la luz, se debió al físico francés Augustin Fresnel
(1782-1827), que realizó extensos experimentos sobre interferencia y difracción y desarrolló la teoría ondulatoria sobre una sana base
matemática. En 1850, Jean Foucault midió la velocidad de la luz en el agua y comprobó que es menor que en el aire, acabando así
con la teoría corpuscular de la luz de Newton. En 1860, James Clerk Maxwell publicó su teoría matemática del electromagnetismo, que
predecía la existencia de ondas electromagnéticas que se propagaban con una velocidad calculada mediante las leyes de la electricidad
y el magnetismo y que resultaba valer 3 x 108 m/s, el mismo valor que la velocidad de la luz. La teoría de Maxwell fue confirmada en
1887 por Hertz, quien utilizó un circuito eléctrico sintonizado para generar ondas y otro circuito semejante para detectarlas. En la
segunda mitad del siglo XIX, Kirchoff y otros científicos aplicaron las leyes de Maxwell para explicar la interferencia y difracción de la luz
y de otras ondas electromagnéticas y apoyar los métodos empíricos de Huygens de construcción de ondas sobre una base matemática
firme.
Aunque la teoría ondulatoria es generalmente correcta cuando describe la propagación de la luz (y de otras ondas electromagnéticas),
falla a la hora de explicar otras propiedades de la luz, especialmente la interacción de la luz con la materia. Hertz, en un famoso
experimento de 1887 que confirmó la teoría ondulatoria de Maxwell, también descubrió el efecto fotoeléctrico. Este efecto sólo puede
explicarse mediante un modelo de partículas para la luz, como Einstein demostró sólo unos pocos años después. Así se volvió a
introducir un modelo corpuscular de la luz. Las partículas de la luz se denominan fotones y la energía E de un fotón está relacionada
con la frecuencia f de la onda luminosa asociada por la famosa relación de Einstein E = h · f (h = constante de Planck). No se logró
una comprensión completa de la naturaleza dual de la luz hasta la década de los 20 en el siglo XX, cuando los experimentos realizados
por los científicos del momento (Davisson, Germer, Thompson y otros) demostraron que los electrones (y otras “partículas”) también
tenían una naturaleza dual y que presentan las propiedades de interferencia y difracción además de sus bien conocidas propiedades
de partículas.
En definitiva, la teoría moderna de la mecánica cuántica de la radiación luminosa acepta el hecho de que la luz parece tener una doble
naturaleza; por un lado, los fenómenos de propagación de la luz encuentran mejor explicación dentro de la teoría electromagnética de
Maxwell (naturaleza fundamental ondulatoria electromagnética), y, por otro, la acción mutua entre la luz y la materia, en los procesos
de absorción y emisión, es un fenómeno fotoeléctrico (naturaleza corpuscular).
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Capítulo 2.
EL OJO
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22 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 2. EL OJO
Humor vítreo
Párpado superior
Mancha amarilla
Humor acuoso
Córnea
Nervio óptico
Cristalino
Músculos oftálmicos
Iris
Retina
Músculo ciliar
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Capítulo 2. EL OJO
g) Conos: Células fotosensibles de la retina o fotorreceptores que se encuentran principalmente en la fóvea. Son muy sensibles a los
colores y casi insensibles a la luz. De ahí que cumplan la función de discriminar los detalles finos y la de percibir los colores (Fig. 2).
h) Bastones o bastoncillos: Células fotosensibles de la retina o fotorreceptores que se encuentran sólo fuera de la fóvea y más
concentrados en la periferia. Son muy sensibles a la luz y al movimiento, y casi insensibles al color. De ahí que la misión de los
bastones sea la de percibir la mayor o menor claridad con que están iluminados los objetos (Fig. 2).
i) Mácula: Mancha amarilla situada en el polo posterior de la retina, sobre el eje óptico, donde se produce la fijación nítida y precisa
de detalles y colores. En su centro se encuentra la fóvea, que sólo está formada por conos.
j) Punto ciego: Punto de la retina por donde el nervio óptico conduce las imágenes o sensaciones de luz al cerebro. En este punto
no hay fotorreceptores.
Globo ocular
Célula
nerviosa
Granos
de pigmento
Bastoncillo
Célula
Ampliación de la retina Cono pigmentaria
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Capítulo 2. EL OJO
Tabla 1
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Capítulo 2. EL OJO
80
60
NOCHE DIA
40
20
0
Figura 4. Curva de sensibilidad del ojo a las radiaciones monocromáticas.
En ella se observa que para la luz blanca del día (fotópica), la máxima sensibilidad del ojo corresponde a la longitud de onda de 555
nm. y al color amarillo. La mínima sensibilidad corresponde a los colores rojo y violeta.
De esta forma, las fuentes luminosas cuyas longitudes de onda corresponden al amarillo – verde son las que tienen más eficacia,
aunque de peor calidad debido a que tal luz no es apropiada para nuestro ojo, acostumbrado a la luz blanca del Sol. De aquí que en
locales con alto nivel de iluminación se realcen los colores naranja y rojo.
En el caso de la luz nocturna (escotópica), el máximo de sensibilidad se desplaza hacia longitudes de onda menores (efecto Purkinje)
y, por consiguiente, las radiaciones de menor longitud de onda (azul – violeta) producen mayor intensidad de sensación con baja
iluminación. Este efecto es de gran importancia cuando se proyectan locales con bajo nivel de iluminación en los que se ven mejor los
colores azul y violeta.
2.5. Acomodación
Es la capacidad que tiene el ojo para ajustarse automáticamente a las diferentes distancias de los objetos, y obtener de esta forma
imágenes nítidas en la retina. Este ajuste se efectúa variando la curvatura del cristalino y con ello la distancia focal por la contracción o
distensión de los músculos ciliares. Si el objetivo se encuentra próximo al ojo, la curvatura del cristalino se hace mayor que cuando está
lejos. En la máquina fotográfica el ajuste se hace variando la distancia entre el objetivo y la película sensible.
La acomodación o enfoque es más fácil con altas luminancias* (iluminaciones) que obligan a una adaptación de la pupila o modificación
del diafragma en sentido de cierre. El resultado común de esta acción es el aumento de la profundidad del campo, o lo que es lo
mismo, visión nítida de objetos a diferente distancia del ojo o la cámara.
La capacidad de acomodación del ojo disminuye con la edad a consecuencia del endurecimiento del cristalino.
2.6. Contraste
Todos los objetos son percibidos por los contrastes de color y de luminancia que presentan las distintas partes de su superficie entre sí
y en relación al fondo en que aparece el objeto.
* Luminancia: Efecto de luminosidad que produce una superficie en la retina del ojo, tanto si procede de una fuente primaria de luz como si procede de una
superficie que refleja.
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Capítulo 2. EL OJO
Para niveles de iluminación suficientemente elevados, el ojo normal es sensible a los colores, mientras que para bajos niveles de
iluminación los objetos son percibidos fundamentalmente por el contraste de luminancias que presentan con relación al fondo. La
diferencia de luminancia entre objeto que se observa y su espacio inmediato, es lo que se conoce por contraste.
Lo
Lf
Figura 5
En la Fig. 5 la superficie del objeto tiene una luminacia “L0” y la superficie de fondo una luminancia “Lf”, por tanto se llama contraste
“K” a la diferencia de estas dos luminancias, divididas por la de fondo, es decir:
L0 – Lf
K=
Lf
a b c
Figura 6
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Capítulo 2. EL OJO
Sensibilidad al contraste
Se trata de un concepto derivado del anterior que equivale al mínimo contraste de luminancias que puede ser percibido por el ojo
humano. Matemáticamente sería el inverso del contraste.
Lf 1
G= =
L0 – Lf K
Por consiguiente, la mayor sensibilidad a los contrates que pueden lograrse es aproximadamente:
1
G= = 100
0.01
Sin embargo, en las condiciones encontradas normalmente en la práctica, la sensibilidad a los contrastes es bastante más pequeña por
las causas antes expuestas.
2.7. Adaptación
Es la capacidad que tiene el ojo para ajustarse automáticamente a las diferentes iluminaciones de los objetos. Consiste en el ajuste del
tamaño de la pupila para que la luminancia proyectada en la retina sea de un valor tolerable por las células sensibles. En su símil con
la cámara fotográfica, sería la mayor o menor apertura del diafragma.
Si la iluminación es muy intensa, la pupila se contrae reduciendo la luz que llega al cristalino, y si es escasa, se dilata para captarla en
mayor cantidad.
En iluminaciones de valores muy altos, la pupila se reduce a un diámetro de aproximadamente 2 mm., y en iluminaciones muy bajas,
se abre hasta aproximadamente 8 mm.
Cuando se pasa de un local con mucha iluminancia a otro completamente a oscuras, el ojo se ve sometido a un proceso de adaptación
para cuyo ajuste total necesita unos 30 minutos; mientras que por el contrario, cuando se pasa de un local a oscuras a otro con mucha
iluminancia, dicho periodo es de unos segundos (Fig. 7).
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Capítulo 2. EL OJO
100
%
Fotosensibilidad relativa
80
60
40
20
0 10 20 30 40 50
Tiempo de adaptación (min.)
Figura 7. Curva de fotosensibilidad relativa del ojo respecto al tiempo de adaptación.
2.8. Deslumbramiento
Es un fenómeno de la visión que produce molestia o disminución en la capacidad para distinguir objetos, o ambas cosas a la vez, debido
a una inadecuada distribución o escalonamiento de luminancias, o como consecuencia de contrastes excesivos en el espacio o en el
tiempo.
Este fenómeno actúa sobre la retina del ojo en la cual produce una enérgica reacción fotoquímica, insensibilizándola durante un cierto
tiempo, transcurrido el cual vuelve a recuperarse.
Los efectos que origina el deslumbramiento pueden ser de tipo psicológico (molesto) o de tipo fisiológico (perturbador). En cuanto a
la forma de producirse puede ser directo como el proveniente de fuentes luminosas (lámparas, luminarias o ventanas), que se
encuentren situadas dentro del campo visual, o reflejado por superficies de gran reflectancia, especialmente superficies especulares
como las del metal pulido.
Las fuentes luminosas producen generalmente un deslumbramiento perturbador; éste es proporcional a la iluminación producida por
la fuente de luz sobre la pupila del ojo, así como a un factor dependiente del ángulo “q” que forman la línea recta “R” que une el ojo
con el foco “F” y el plano horizontal “H” que pasa por el ojo en la posición de trabajo. En la Fig. 8 se indican los distintos
deslumbramientos en función de este ángulo, habiéndose tomado como admisible un valor mínimo de 30°.
F
Deslumbramiento
R
θ H
0 10 20 30 40 50 60
Valores del ángulo
Figura 8. Deslumbramientos en función del ángulo q.
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Capítulo 2. EL OJO
Las superficies que no sean completamente mates dan lugar, por reflexión de la luz, a imágenes más o menos netas de los focos
luminosos. Incluso si su luminancia no es excesiva, estas imágenes son casi siempre molestas cuando se encuentran en el campo visual
y, especialmente, en la región central de este campo.
Según lo expuesto, se evitará en lo posible toda clase de superficies pulidas innecesarias (cristales sobre las mesas, etc.). En el caso
que se utilicen superficies semi-pulidas (encerados) se iluminarán por medio de fuentes con la menor luminancia posible y cuya
posición se calcule en función de los reflejos que puedan obtenerse (filtros, rejillas, difusores, etc.).
En casos especiales, las imágenes que proporcionan reflexión podrán ser útiles (visión por efecto de silueta, examen de defectos en
superficies pulidas, composición de imprenta, etc.).
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Capítulo 3.
PROPIEDADES ÓPTICAS
DE LA MATERIA
3.1. Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
3.2. Reflexión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
3.3. Transmisión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.4. Absorción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.5. Refracción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
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Capítulo 3. PROPIEDADES ÓPTICAS DE LA MATERIA
3.1. Generalidades
Cuando un rayo de luz se propaga por un medio y alcanza el límite que lo separa de un segundo medio, puede suceder, que retorne
al primero (reflexión), o que lo atraviese y que ingrese al segundo medio donde parte se convertirá en otra forma de energía (absorción)
y parte no cambiará (transmisión).
Dos, o los tres de dichos fenómenos ocurren simultáneamente, y como la energía no se puede destruir, la suma de la energía
transmitida, absorbida y reflejada debe ser igual a la energía incidente.
Por lo tanto, la aplicación de la luz en la forma más conveniente exige un control y una distribución que se consigue modificando sus
características a merced a los fenómenos físicos de reflexión, absorción y transmisión de la luz, sin olvidarnos de otro cuarto factor
conocido como refracción.
3.2. Reflexión
Cuando unas ondas de cualquier tipo inciden sobre una barrera plana como un espejo, se generan nuevas ondas que se mueven
alejándose de la barrera. Este fenómeno se denomina reflexión.
Cuando la luz es reflejada por una superficie, un porcentaje de dicha luz se pierde debido al fenómeno de absorción. La relación entre
la luz reflejada y la luz incidente se denomina reflectancia de la superficie.
Cualquier superficie que no es completamente negra puede reflejar luz. La cantidad de luz que refleja y la forma en que dicha luz es
reflejada se determina por las propiedades de reflexión de la superficie. Se distinguen cuatro tipos de reflexiones, a saber: reflexión
especular, reflexión compuesta, reflexión difusa y reflexión mixta. En estas propiedades de reflexión se fundamentan los sistemas
reflectores.
Reflexión especular (Fig. 1): Se produce cuando la superficie reflectora es lisa. Dicha reflexión obedece a dos leyes fundamentales:
1. El rayo incidente, el rayo reflejado y el normal a la superficie en un punto de incidencia se trazan en un mismo plano.
2. El ángulo de incidencia (i) es igual al ángulo de reflexión (r).
i r
Reflexión compuesta (Fig. 2): A diferencia de lo que ocurre en la reflexión especular, no hay imagen de espejo de la fuente de luz, pero
el ángulo de intensidad máxima reflejada es igual al ángulo de incidencia. Esta reflexión ocurre cuando la superficie es irregular o rugosa.
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Capítulo 3. PROPIEDADES ÓPTICAS DE LA MATERIA
Reflexión difusa (Fig. 3): Se produce cuando la luz que incide sobre una superficie es reflejada en todas las direcciones, siendo el rayo
normal a la superficie el de mayor intensidad.
Este tipo de reflexión se produce en superficies como el papel blanco mate, las paredes y cielos rasos de yeso, la nieve, etc.
Reflexión mixta (Fig. 4): Es una reflexión intermedia entre la especular y la difusa, en la que parte del haz incidente se refleja y parte
se difunde. Este tipo de reflexión la presentan los metales no pulidos, el papel brillante y las superficies barnizadas.
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Capítulo 3. PROPIEDADES ÓPTICAS DE LA MATERIA
3.3. Transmisión
Es el paso de una radiación a través de un medio sin cambio de frecuencia de las radiaciones monocromáticas que la componen. Este
fenómeno es característico de ciertos tipos de vidrios, cristales, plásticos, agua y otros líquidos, y del aire.
Al atravesar el material, parte de la luz se pierde debido a la reflexión en la superficie del medio siguiente y parte se absorbe. La relación
entre la luz transmitida y la luz incidente se denomina transmitancia del material.
En la transmisión se pueden diferenciar tres tipos: regular, difusa y mixta.
Transmisión regular (Fig. 5): En esta transmisión, el haz que incide sobre un medio, la atraviesa y sale de él como tal haz. Los medios
que cumplen esta propiedad, se les denomina cuerpos “transparentes” y permiten ver con nitidez los objetos colocados detrás de ellos.
LUMINOTECNIA 2002 35
Capítulo 3. PROPIEDADES ÓPTICAS DE LA MATERIA
Transmisión difusa (Fig. 6): Transmisión en la que el haz incidente se difunde por el medio, saliendo del mismo en múltiples direcciones.
A estos medios se les denomina “traslúcidos” y los más conocidos son los cristales esmerilados y los vidrios orgánicos opalizados. Los
objetos colocados detrás de ellos no son distinguidos con precisión.
Transmisión mixta (Fig. 7): Es una forma de transición de la transmisión, intermedia entre la regular y la difusa. Se presenta en vidrios
orgánicos, vidrios orgánicos depulidos y cristales de superficie labrada. Aunque la difusión del haz de luz no es completa, los objetos no
se pueden observar claramente detrás del mismo aunque sí su posición.
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Capítulo 3. PROPIEDADES ÓPTICAS DE LA MATERIA
3.4. Absorción
Se denomina absorción a la transformación de la energía radiante en otra forma de energía, generalmente en forma de calor. Este
fenómeno es una característica de todas las superficies que no son completamente reflectoras, y de los materiales que no son
totalmente transparentes. La relación entre la luz absorbida y la luz incidente se denomina absortancia del material.
La absorción de ciertas longitudes de onda de luz se denomina absorción selectiva. En general, los objetos de color le deben su color
a la absorción selectiva.
3.5. Refracción
Al pasar de un medio a otro, el rayo de luz puede cambiar su dirección. Dicho cambio, se produce por una alteración en la velocidad
de la luz. La misma disminuye si la densidad del nuevo medio es mayor, y aumenta si es menor. Este cambio de velocidad y de dirección
se denomina refracción.
Existen dos leyes de refracción:
1. Cuando la onda pasa de un medio a otro, el rayo incidente, el rayo refractado y la normal a la superficie de separación de los medios
en el punto de incidencia, están en el mismo plano.
2. La razón del seno del ángulo de incidencia y el seno del ángulo de refracción es una constante para los medios comprendidos.
Dicha constante se denomina índice de refracción, n, para ambos medios. La segunda ley de refracción generalmente se denomina Ley
de Snell.
α1
n1
n2
α2
n1
D
α1
sen a1 n
n1 · sen a1 = n2 · sen a2 c = 2=n
sen a2 = n1
sen a1 = n2 · sen a2
La distancia D en la Fig. 8. se conoce como desplazamiento. Dicho desplazamiento depende del ángulo de incidencia y del índice de
refracción. Cuando el rayo de incidencia es perpendicular a la superficie, la refracción y el desplazamiento equivalen a cero.
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Capítulo 3. PROPIEDADES ÓPTICAS DE LA MATERIA
La refracción varía según la longitud de onda. Las ondas cortas (como la azul y la violeta) se transmiten más que las ondas largas (como
por ejemplo las rojas). Este fenómeno se utiliza para separar la luz blanca en sus colores componentes atravesando un prisma de
refracción. El grado de la separación de color, que depende del ángulo de incidencia y de las propiedades refractivas del material del
prisma, se denomina dispersión.
* “ni” se calcula por el cociente entre la velocidad de la luz en el aire y la velocidad de la luz en el medio “i”.
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Capítulo 4.
EL COLOR
4.1. Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
4.2. Clasificación de los colores según el diagrama cromático C.I.E. . . . . . 41
4.3. Temperatura del color (Tc) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
4.4. Índice de rendimiento de color (IRC) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
4.5. Efectos psíquicos de los colores y su armonía . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
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Capítulo 4. EL COLOR
4.1. Generalidades
El color es una interpretación subjetiva psicofisiológica del espectro electromagnético visible.
Las sensaciones luminosas o imágenes que se producen en nuestra retina, al enviarlas al cerebro, son interpretadas como un conjunto
de sensaciones monocromáticas que constituyen el color de la luz.
El sentido de la vista no analiza individualmente cada radiación o sensación cromática. A cada radiación le corresponde una
denominación de color, según la clasificación del espectro de frecuencias.
Es importante indicar que distinguimos a los objetos por el color asignado según sus propiedades ópticas, pero en ellos ni se produce
ni tienen color. Lo que sí tienen son propiedades ópticas de reflejar, refractar y absorber los colores de la luz que reciben, es decir: el
conjunto de sensaciones monocromáticas aditivas que nuestro cerebro interpreta como color de un objeto depende de la composición
espectral de la luz con que se ilumina y de las propiedades ópticas que posea el objeto para reflejarla, refractarla o absorberla.
Fue Newton el primero en descubrir la descomposición de la luz blanca en el conjunto de colores que forma el arco iris. Al hacer pasar
un haz de luz blanca a través de un prisma obtuvo el efecto que se indica en la Fig. 1.
Prisma
380 nm.
400 nm.
Luz blanca
500 nm.
600 nm.
700 nm.
780 nm.
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Capítulo 4. EL COLOR
520
530
510 540
550
560
570
500
580
590
3.200
2.500 600
5.000
800 610
620
490 10.000 6.500 630
650
700
750
24.000
480
470
460
450
400-380
* K = Kelvin. Las temperaturas de la escala Kelvin exceden en 273 °C a las correspondientes a la escala centrígada.
42 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 4. EL COLOR
Tabla 1
Tabla 2
LUMINOTECNIA 2002 43
Capítulo 4. EL COLOR
Rango
Grupo rendimiento
de rendimiento en Apariencia de color Ejemplos para usos preferible Ejemplos para uso aceptable
en color
color (IRC o Ra)
Cálido
Igualaciones de color, exploraciones
1A IRC ≥ 90 Intermedio
clínicas, galerias de arte
Frío
Cálido Casas, hoteles, restaurantes,
Intermedio tiendas, oficinas, escuelas, hospitales
1B 90 > IRC ≥ 80
Intermedio Imprenta, industria de pintura
Cálido y textiles, trabajo industrial
Cálido
2 80 > IRC ≥ 60 Intermedio Trabajo industrial Oficinas, escuelas
Frío
3 60 > IRC ≥ 40 Industrias bastas Trabajo industrial
Trabajos bastos, trabajo
4 40 > IRC ≥ 20 industrial con bajo requerimiento
de rendimiento de color
44 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 5.
MAGNITUDES LUMINOSAS
LUMINOTECNIA 2002 45
46 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
En la técnica de la iluminación intervienen dos elementos básicos: la fuente productora de luz y el objeto que se va a iluminar.
En este capítulo vamos a ver las magnitudes y unidades de medida fundamentales, empleadas para valorar y comparar las cualidades
y los efectos de las fuentes de luz.
LUMINOTECNIA 2002 47
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
δ=1
α = 1 radián
r=1
α (total) = 2 π radianes
Figura 2. Ángulo plano.
El estereorradián se define como el ángulo sólido que corresponde a un casquete esférico cuya superficie es igual al cuadrado del radio
de la esfera (Fig. 3).
1cd
φ = 1 Lm
r = 1m. ω E = 1 Lux
S = 1 m2
1cd
ω (total) = 4π estereorradianes
Figura 3. Ángulo sólido.
La intensidad luminosa de una fuente de luz es igual al flujo emitido en una dirección por unidad de ángulo sólido en esa dirección.
Su símbolo es , su unidad es la candela (cd), y la fórmula que la expresa:
Φ
Ι= (lm/sr)
ω
48 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
La candela se define como la intensidad luminosa de una fuente puntual que emite un flujo luminoso de un lumen en un ángulo
sólido de un estereorradián (sr).
Según el S.I.*, también se define candela como la intensidad luminosa, en una dirección dada, de una fuente que emite una radiación
monocromática de frecuencia 540 · 1012 Hz y cuya intensidad energética en dicha dirección es 1/683 watios por estereorradián.
A B
1
2
3
Figura 4. Luxómetro.
5.5. Luminancia
Se llama Luminancia al efecto de luminosidad que produce una superficie en la retina del ojo, tanto si procede de una fuente primaria
que produce luz, como si procede de una fuente secundaria o superficie que refleja luz.
La luminancia mide brillo de las fuentes luminosas primarias y de las fuentes que constituyen los objetos iluminados. Este término ha
sustituido a los conceptos de brillo y densidad de iluminación, aunque como concepto nos interesa recordar que el ojo no ve colores
sino brillo, como atributo del color. La percepción de la luz es realmente la percepción de diferencias de luminancias. Se puede decir,
por lo tanto, que el ojo ve diferencias de luminancias y no de iluminación (a igual iluminación, diferentes objetos tienen luminancia
distinta porque tienen distinto poder de reflexión).
La luminancia de una superficie iluminada es el cociente entre la intensidad luminosa de una fuente de luz, en una dirección, y la
superficie de la fuente proyectada según dicha dirección.
LUMINOTECNIA 2002 49
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
Superficie real
El área proyectada es la vista por el observador en la dirección de observación. Se calcula multiplicando la superficie real iluminada por
el coseno del ángulo que forma su normal con la dirección de la intensidad luminosa (Fig. 5).
Se representa por la letra L, siendo su unidad la candela/metro cuadrado llamada “nit (nt)”, con un submúltiplo, la candela/centímetro
cuadrado o “stilb”, empleada para fuentes con elevadas luminancias.
1cd 1cd
1nt = ; 1stilb =
1m2 1cm2
La fórmula que la expresa es la siguiente:
Ι
L=
S · cosβ
donde:
S · cos = Superficie aparente.
La luminancia es independiente de la distancia de observación.
Medida de la luminancia
La medida de la luminancia se realiza por medio de un aparato especial llamado luminancímetro o nitómetro. Se basa en dos sistemas
ópticos, uno de dirección y otro de medición (Fig. 6).
El de dirección se orienta de forma que la imagen coincida con el punto a medir, la luz que llega una vez orientado se ve convertida
en corriente eléctrica y recogida en lectura analógica o digital, siendo los valores medidos en cd/m2.
1 1 1
2 2 2
3 3 3
Figura 6. Luminancímetro.
50 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
5.6.2. Reflectancia
Relación entre el flujo reflejado por un cuerpo (con o sin difusión) y el flujo recibido.
Unidad c %
Símbolo c ρ
Φr
Relación c ρ=
Φ
5.6.3. Absortancia
Relación entre el flujo luminoso absorbido por un cuerpo y el flujo recibido.
Unidad c %
Símbolo c α
Φa
Relación c α=
Φ
5.6.4. Transmitancia
Relación entre el flujo luminoso transmitido por un cuerpo y el flujo recibido.
Unidad c %
Símbolo c τ
Φt
Relación c τ=
Φ
LUMINOTECNIA 2002 51
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
El sólido que obtenemos recibe el nombre de sólido fotométrico. En la Fig. 7 se puede apreciar el sólido fotométrico de una lámpara
incandescente.
120°
100°
80°
60°
0°
20°
40°
Figura 7. Sólido fotométrico de una lámpara incandescente.
Si hacemos pasar un plano por el eje de simetría de la fuente luminosa, por ejemplo, un plano meridional, obtenemos una sección
limitada por una curva que se denomina curva fotométrica o curva de distribución luminosa (Fig. 8).
52 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
180° 150°
80 120°
60
40
cd 90°
20
40
60
80 60°
100
120
140
0° 30°
Figura 8. Curva fotométrica de una lámpara incandescente.
Mediante la curva fotométrica de una fuente de luz se puede determinar con exactitud la intensidad luminosa en cualquier dirección,
dato necesario para algunos cálculos de iluminación.
Las direcciones del espacio por las cuales se radia una intensidad luminosa las podemos determinar por dos coordenadas. Uno de los
sistemas de coordenadas más usado para la obtención de curvas fotométricas es el “C - ” que podemos ver en la Fig. 9.
eje de rotación
planos "C"
°
90
C= C=
18
0°
γ = 180°
°
270 C=
C= e je
de 0°
in c
lin
aci
ón γ = 9 0°
γ = 0°
La
do
La cal
do
ace zada
ra
Las curvas fotométricas se dan referidas a un flujo luminoso emitido de 1.000 lm. y, como el caso más general es que la fuente de luz
emita un flujo superior, los valores de la intensidad luminosa correspondientes se hallan mediante una regla de tres simple.
Cuando alojamos una lámpara en un reflector, se distorsiona su flujo proporcionando un volumen cuya forma es distinta, ya que
depende de las características propias del reflector. Por consiguiente, las curvas de distribución según los distintos planos son diferentes.
En las dos siguientes figuras podemos ver dos ejemplos en los que se han representado las curvas de distribución de dos reflectores.
LUMINOTECNIA 2002 53
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
El de la Fig.10 es simétrico, y tiene idénticas curvas para cualquiera de los planos meridionales, por lo que una sola curva es suficiente
para su identificación fotométrica. El ejemplo de la Fig. 11 es asimétrico y cada plano tiene una curva diferente, por lo que es necesario
conocer todos los planos.
60o
30o 0o 30o
Unidad = cd/1000 lm
C=90º C=45º C=0º
Figura 10. Curva de distribución fotométrica simétrica.
320 240 80 0
70o
50o
30o 10o 0o
Unidad = cd/1000 lm
C=90º C=45º C=0º
Otro método de representar la distribución del flujo luminoso es el diagrama de curvas isocandelas (Fig. 12) el cual consiste en imaginar
la luminaria en el centro de una esfera en cuya superficie exterior se unen por una línea los puntos de igual intensidad (curvas
isocandelas). Generalmente las luminarias tienen como mínimo un plano de simetría, por lo que se desarrolla solamente una
semiesfera.
54 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
-80 1 80
5
60 40
10 80
-70 90
70
20
-60 30
60
-50
60 50
-40 40
-30 30
-20 20
-10 10
GM=0 Imax=100%
Esta forma de representación es mucho más completa, pero tiene el inconveniente de que se necesita una mayor experiencia para su
interpretación.
El flujo emitido por una fuente luminosa proporciona una iluminación (iluminancia) en una superficie, cuyos valores se miden en lux.
Si proyectamos estos valores sobre un mismo plano y unimos por medio de una línea los de igual valor, entonces daremos lugar a las
curvas isolux (Fig. 13).
h
LADO ACERA
5
30
40
0 20
80 60
50
70 10
h
5
2h
1
1
LADO CALZADA
3h
6h 5h 4h 3h 2h h 0 h 2h 3h
Lmax=100%
fl=0.154
Por último tenemos las luminacias, que dependen del flujo luminoso reflejado por una superficie en la dirección del observador. Los
valores se miden en candelas por metro cuadrado (cd/m2) y su representación nos viene dada por las curvas isoluminancias (Fig. 14).
LUMINOTECNIA 2002 55
Capítulo 5. MAGNITUDES LUMINOSAS
OBSERVADORES: A, B Y C
6h 5h 4h 3h 2h h 0 h 2h 3h
A h
LADO ACERA 1 5 20
30
40
50 5
60
B 0 80
70
50
C h
10
5
2h
LADO CALZADA
Calzada R2
1
Qo = 0.07
3h
Lmax=100%
fl=0.152
Figura 14. Curvas isoluminancias.
56 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 6.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
LUMINOTECNIA 2002 57
58 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 6. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
donde Ε es el nivel de iluminación en lux (lx), Ι es la intensidad de la fuente en candelas (cd), y d es la distancia de la fuente de luz
al plano receptor perpendicular.
De esta forma podemos establecer la relación de iluminancias Ε1 y Ε2 que hay entre dos planos separados una distancia d y D de la
fuente de luz respectivamente:
Ε1 · d2 = Ε2 · D2
Ε1 D2
= 2
Ε2 = d
S2
S1
E2
F E1
Esta ley se cumple cuando se trata de una fuente puntual de superficies perpendiculares a la dirección del flujo luminoso. Sin embargo,
se puede suponer que la ley es lo suficientemente exacta cuando la distancia a la que se toma la medición es, por lo menos, cinco
veces la máxima dimensión de la luminaria (la distancia es grande con relación al tamaño de la zona fuente de luz).
Ι
Ε= · cos α (lx)
d2
LUMINOTECNIA 2002 59
Capítulo 6. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
“La iluminancia en un punto cualquiera de una superficie es proporcional al coseno del ángulo de incidencia de los rayos luminosos
en el punto iluminado”.
En la Fig. 2 se representan dos fuentes de luz F y F´ con igual intensidad luminosa (I) y a la misma distancia (d) del punto P. A la fuente
F con un ángulo de incidencia a igual a cero, corresponde un cos0 = 1, y produce una iluminación en el punto P de valor:
h F'
d α 60°
F
P
Figura 2. Iluminancia en un punto desde dos fuentes de luz con diferente ángulo de incidencia.
Ι Ι Ι
Εp = 2
· cos 0 = 2
· 1 c Εp = (lx)
d d d2
De la misma forma el F´ con un ángulo α = 60°, al que corresponde el cos60° = 0´5, producirá en el mismo punto una iluminación
de valor:
Ι Ι 1 Ι
Ε´p = · cos 60° = · 0’5 c Ε´p = · (lx)
d2 d2 2 d2
Por lo tanto, Ε´p = 0´5 · Εp, es decir, para obtener la misma iluminación en el punto P, la intensidad luminosa de la fuente F´ debe ser
el doble de la que tiene la fuente F.
En la práctica, generalmente no se conoce la distancia d del foco al punto considerado, sino su altura h a la horizontal del punto.
Empleando una sencilla relación trigonométrica y sustituyendo ésta en la ecuación inicial, obtenemos una nueva relación en la cual
interviene la altura h:
h h
cos α = cd=
d cos α
Ι Ι Ι
Εp = · cos α = · cos α = · cos2 α · cos α
( )
2 h 2
d h2
cos α
Ι
Εp = · cos3 α (lx)
h2
60 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 6. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
F
M2
Iluminación
Iα
vertical
d
α
h
n
c ió
in a a l
m m
Ilu n o r
β
Iluminación
horizontal
M1
M
a
Iluminación normal
Aplicamos la ley de la inversa del cuadrado de la distancia:
Ια
ΕN = (lx)
d2
donde Iα es la intensidad luminosa bajo el ángulo a. Prácticamente, sólo se considera la iluminancia normal de un punto en el caso que
éste se encuentre situado en la vertical de la fuente sobre el plano horizontal (punto M1), por lo que la fórmula anterior se convierte en:
Ι
ΕN = (lx)
h2
y también cuando está situado en línea recta con la fuente sobre el plano vertical (punto M2), siendo la iluminancia:
Ι
ΕN = (lx)
a2
Iluminación horizontal
Si aplicamos directamente la ley del coseno, tenemos que:
Ια
ΕH = ΕN · cos α = · cos α (lx)
d2
Esta expresión la podemos expresar en relación con la altura h que existe entre la fuente F y el punto M (d = h / cosα):
Ια
ΕH = · cos3 α (lx)
h2
LUMINOTECNIA 2002 61
Capítulo 6. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Iluminación vertical
En este caso también aplicamos directamente la ley del coseno, y obtenemos que:
ΕV = ΕN · cos β (lx)
Entre los ángulos α y β existe una relación sencilla, ya que ambos pertenecen a un triángulo rectángulo.
α + β + 90° = 180° c β = 90° - α
Aplicando relaciones trigonométricas:
cosβ = cos(90° - α) = cos90° · cosα + sen90° · senα
Por lo tanto, cosβ = senα. Sustituimos este valor en la expresión y obtenemos que:
ΕV = ΕN · sen α (lx)
Ια
ΕV = · sen α (lx)
d2
Podemos expresar la ecuación en función de la altura h que existe entre la fuente F y el punto M.
Ια
ΕV = · cos2 α · sen α (lx)
h2
I
h α
γ P
Vertical / Horizontal
La experiencia obtenida de las instalaciones de alto nivel de iluminación con un buen control del deslumbramiento, indica que la relación
entre la iluminancia vertical (EV) y la iluminancia horizontal (EH) para un buen modelado* no debe ser inferior a 0´25 en las principales
direcciones de la visión.
ΕV
≥ 0’25
ΕH
* Modelado: Habilidad de la luz para revelar la textura y forma tridimensional de un objeto creando juegos de luces y sombras.
62 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 6. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Vectorial / Esférica
Los efectos de la iluminación direccional se pueden describir en parte por la iluminancia vectorial y la relación entre la iluminancia
vectorial y la esférica.
El vector iluminancia Ε en un punto tiene una magnitud igual a la diferencia máxima en iluminancia sobre elementos de superficie
diametralmente opuestos en un pequeño disco (Fig. 5) ubicados en un punto, siendo su dirección del elemento de mayor iluminancia
hacia el de menor iluminancia.
Ef
Er
E
Figura 5. Vector ilumanacia E = Ef – Er.
La media esférica en un punto es la iluminancia media sobre toda la superficie de una pequeña esfera ubicada en dicho punto (Fig. 6).
Es
Figura 6. Iluminancia media esférica ES.
La intensidad direccional de la iluminación se puede indicar por el índice de modelado dado por la relación entre la iluminancia vectorial
y la iluminancia esférica media:
Ε
ΕS
Si la medimos utilizando una esfera de radio r que recibe un haz de luz con flujo luminoso F, esta es:
Φ
ΕS =
4 · π · r2
La iluminancia E en un elemento de la superficie de radio r es:
Φ
Ε=
π · r2
j
En una habitación con luz difusa y con piso, paredes y cielorraso con reflexión difusa, tenemos que Ε j 0 (es decir, no existen
j
sombras). Bajo estas condiciones, el índice de modelado es Ε / Ε sj 0. En cambio, en una habitación completamente oscura donde
LUMINOTECNIA 2002 63
Capítulo 6. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
j
la luz proviene de una sola dirección (por ejemplo la luz del Sol), Ε = Ε (es decir, sombras oscuras). Bajo estas condiciones, el índice
j
de modelado es Ε / Ε = Ε / Ε s = 4.
Cilíndrica / Horizontal
Un concepto alternativo para describir el efecto de modelado es la relación entre iluminancia cilíndrica y la iluminancia horizontal en
un punto.
La iluminancia cilíndrica media Ε C en un punto es la iluminancia media sobre la superficie curva de un pequeño cilindro ubicado en
el punto (Fig. 7). Salvo indicación contraria, el eje del cilindro debe ser vertical.
EC
Figura 7. Iluminacia cilíndrica media EC.
La iluminancia cilíndrica en un punto es igual a la iluminancia vertical media en todas las direcciones en dicho punto. Se logra un
buen modelado cuando la relación es :
ΕC
0'3 ≤ ≤3
ΕH
Cabe destacar que en general la dirección es tomada en cuenta automáticamente, por lo tanto no se necesita especificarla
adicionalmente, como en el caso de la relación vectorial / esférica: cuando la luz proviene directamente de arriba, ΕC = 0 y ΕC / ΕH
= 0; cuando la luz es horizontal, ΕH = 0 y ΕC / ΕH j q.
Vertical / Semicilíndrica
Las pruebas que se han llevado a cabo relacionadas con la iluminación de áreas exteriores para peatones (con niveles de iluminación
bajos) han demostrado que la relación entre la iluminancia vertical y la semicilíndrica proporciona una media útil de aceptación de
modelado de las facciones humanas, para esta área de aplicación.
La iluminancia semicilíndrica Εsemincil en un punto en una dirección horizontal dada es la iluminancia media sobre una superficie curva
de un semicilindro pequeño vertical ubicado en dicho punto con una superficie curva enfocada a la dirección especificada (Fig. 8).
64 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 6. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Esem
Figura 8. Iluminancia semicilíndrica.
La iluminación de relieve bien equilibrada (ni muy chata ni muy dura) se obtiene a:
ΕV
0’8 ≤ ≤ 1’3
Εsemincil
Las relaciones extremas son:
Cero modelado muy duro.
(π/2) = 1´57 modelado muy chato.
Ια = Ι0 · cosα
Esta relación se conoce como Ley de Lambert y sólo la cumplen los emisores o difusores perfectos.
Lo
Lα
Io
Iα
Superficie
Figura 9. Invariabilidad de la luminancia con el ángulo de incidencia.
LUMINOTECNIA 2002 65
Capítulo 6. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
66 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7.
LUMINARIAS
7.1. Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
7.2. Clasificación de luminarias por el grado de protección eléctrica . . . . . 70
7.3. Clasificación de luminarias por condiciones operativas . . . . . . . . . . . . 70
7.4. Grado de inflamabilidad de la superficie de montaje . . . . . . . . . . . . . 71
7.5. Clasificación de las luminarias por sus condiciones de servicio . . . . . 72
7.6. Datos básicos fotométricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
7.7. Eficiencia de las luminarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
LUMINOTECNIA 2002 67
68 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
7.1. Generalidades
Debido a la muy alta luminancia de las lámparas, es preciso aumentar la superficie aparente de emisión para evitar molestias visuales
(deslumbramientos). Por otro lado, es necesario apantallar las lámparas para protegerlas de los agentes exteriores y para que dirijan el
flujo en la forma más adecuada a la tarea visual.
De esta forma, los distintos estudios e investigaciones contemporáneos le dan una importancia capital al conjunto formado por la
lámpara y la luminaria.
Según la Norma UNE-EN 60598-1*, se define luminaria como aparato de alumbrado que reparte, filtra o transforma la luz emitida
por una o varias lámparas y que comprende todos los dispositivos necesarios para el soporte, la fijación y la protección de lámparas,
(excluyendo las propias lámparas) y, en caso necesario, los circuitos auxiliares en combinación con los medios de conexión con la red
de alimentación.
Elementos generales
Con independencia de otras definiciones que puedan ser más o menos descriptivas, podríamos definir la luminaria como un objeto
formado por un conjunto de elementos destinados a proporcionar una adecuada radiación luminosa de origen eléctrico. La
materialización de esos elementos pasa en cada caso por la conjunción entre un buen diseño formal y una razonable economía de
medios.
Al primero corresponde resolver el control luminoso según las necesidades, que es el fin primordial; un control térmico que haga estable
su funcionamiento; y un control eléctrico que ofrezca las debidas garantías al usuario. Al segundo corresponde prever un producto de
fabricación sólida y eficaz; una relativa sencillez en su instalación; y un mínimo mantenimiento durante su uso.
En cuanto a los elementos genéricos más característicos, cabe mencionar la carcasa o armadura, el equipo eléctrico, el reflector, la
celosía o difusor y el filtro. Todos ellos definen, al mismo tiempo, otras tantas clasificaciones que veremos posteriormente.
1. Armadura o carcasa: Es el elemento físico mínimo que sirve de soporte y delimita el volumen de la luminaria conteniendo todos sus
elementos. Por este concepto pueden distinguirse varios tipos:
- Para interiores o exteriores.
- De superficie o empotradas.
- Suspendidas o de carril.
- De pared, para brazo o sobre columna.
- Abierta, cerrada o estanca.
- Para ambientes normales o de riesgo (de corrosión o explosión).
2. Equipo eléctrico: Sería el adecuado a los distintos tipos de fuentes de luz artificial y en función de la siguiente clasificación:
- Incandescentes normales sin elementos auxiliares.
- Halógenas de alto voltaje a la tensión normal de la red, o de bajo voltaje con transformador o fuente electrónica.
- Fluorescentes. Con reactancias o balastos, condensadores e ignitores, o conjuntos electrónicos de encendido y control.
- De descarga. Con reactancias o balastos, condensadores e ignitores, o conjuntos electrónicos de encendido y control.
3. Reflectores: Son determinadas superficies en el interior de la luminaria que modelan la forma y dirección del flujo de la lámpara. En
función de cómo se emita la radiación luminosa pueden ser:
- Simétrico (con uno o dos ejes) o asimétrico.
- Concentrador (haz estrecho menor de 20º) o difusor (haz ancho entre 20 y 40º; haz muy ancho mayor de 40º).
- Especular (con escasa dispersión luminosa) o no especular (con dispersión de flujo).
- Frío (con reflector dicroico) o normal.
4. Difusores: Elemento de cierre o recubrimiento de la luminaria en la dirección de la radiación luminosa. Los tipos más usuales son:
- Opal liso (blanca) o prismática (metacrilato traslúcido).
- Lamas o reticular (con influencia directa sobre el ángulo de apantallamiento).
- Especular o no especular (con propiedades similares a los reflectores).
5. Filtros: En posible combinación con los difusores sirven para potenciar o mitigar determinadas características de la radiación luminosa.
LUMINOTECNIA 2002 69
Capítulo 7. LUMINARIAS
Tabla 1. Clasificación EN-60598 por grado de protección contra polvo (1ª cifra).
Tabla 2. Clasificación EN-60598 por grado de protección contra el agua (2ª cifra).
70 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
En lugar de esta tercera cifra, también es de aplicación la Norma EN-50102 sobre “Grados de Protección proporcionados por las
envolventes de materiales eléctricos contra impactos mecánicos externos (código IK)”.
En dicha Norma, el grado de protección proporcionado por una envolvente contra los impactos se indica mediante el código IK de la
siguiente forma:
- Letras del código (protección mecánica internacional): IK
- Grupo de cifras características: De 00 a 10
Cada grupo de cifras características representa un valor de la energía de impacto, cuya correspondencia se presenta en la Tabla 4.
Código IK IK00 Ik01 IK02 IK03 IK04 IK05 IK06 IK07 IK08 IK09 IK10
Energía de impactos en Julios. * 0,15 0,2 0,35 0,5 0,7 1 2 5 10 20
Generalmente, el grado de protección se aplica a la envolvente en su totalidad. Si algunas partes de esta envolvente tienen grados de
protección diferentes, éstos deben indicarse por separado.
Clasificación Símbolo
Luminarias adecuadas para montaje directo sólo sobre Sin símbolo, sólo se requiere una nota de advertencia.
superficies no combustibles.
Luminarias adecuadas para montaje directo sobre Sobre la placa de tipo.
F
superficies normalmente inflamables.
LUMINOTECNIA 2002 71
Capítulo 7. LUMINARIAS
Clase de luminaria % distribución del flujo hacia arriba % distribución del flujo hacia abajo
Directa 00 - 010 90 - 100
Semi-directa 10 - 040 60 - 090
Directa-indirecta 40 - 060 40 - 060
General difusa 40 - 060 40 - 060
Semi-indirecta 60 - 090 10 - 040
Indirecta 90 - 100 00 - 010
A su vez, con respecto a la simetría del flujo emitido, se puede hacer una clasificación en dos grupos:
1) Luminarias de distribución simétrica: Aquellas en las que el flujo luminoso se reparte de forma simétrica respecto al eje
de simetría y la distribución espacial de las intensidades luminosas se puede representar en una sola curva fotométrica.
2) Luminarias de distribución asimétrica: Son aquellas en las que el flujo luminoso se distribuye de forma no simétrica
respecto al eje de simetría y la distribución espacial de las intensidades luminosas se expresa mediante un sólido
fotométrico o, parcialmente, con una curva plana de dicho sólido según diversos planos característicos.
72 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
- El plano C = 0°.
- El plano C = 45°.
- El plano C = 90°.
Las curvas de distribución polar están en las unidades de cd por 1.000 lúmenes de flujo emitido por lámpara y se representa
por cd/1.000 lm o cd/Klm. (Fig. 2).
80°
70°
60°
50°
100%
80%
60%
40%
20%
GM=0 20° 40° 60° 80° 100° 120° 140° 160° 180°
Figura 3. Diagrama de Flujo Zonal.
Para luminarias concentradoras, a partir de ángulos pequeños se obtendrá un alto porcentaje de flujo, por lo que el diagrama
inicialmente mostrará una curva de gran pendiente en los primeros ángulos y a partir de un cierto ángulo se mantiene
prácticamente paralela al eje de abcisas. Esto es debido a que casi la totalidad del flujo se distribuye en ángulos pequeños, es
decir, se concentra en un pequeño rango de ángulos.
LUMINOTECNIA 2002 73
Capítulo 7. LUMINARIAS
Para luminarias dispersoras el diagrama mostrará una curva de pendiente más atenuada, ya que el flujo varía poco a poco a
medida que aumentamos el ángulo.
Diagrama de deslumbramiento
Estos diagramas se basan en el Sistema de protección del deslumbramiento de la C.I.E. Las curvas que representan estos
diagramas son de limitación de la luminancia. Dichas curvas abarcan una escala de índices de deslumbramiento (clases de
calidad desde A a la E marcadas por la C.I.E.) y diferentes valores de iluminancia de servicio standard.
Se deben utilizar dos diagramas que dependen del tipo de luminaria y de la orientación según la visión.
La limitación de luminancia requerida depende del tipo de orientación de la luminaria, del ángulo de apantallamiento, del grado
de aceptación o clase de calidad, y del valor de la iluminancia en servicio.
En la Fig. 4a y 4b se muestran los diagramas de las curvas de luminancia para la evaluación del deslumbramiento directo. El
diagrama 1 es para aquellas direcciones de la visión paralelas al eje longitudinal de cualquier luminaria elongada y para
luminarias que no poseen paneles luminosos laterales observadas desde cualquier dirección. El diagrama 2 es para aquellas
direcciones de visión en ángulos rectos al eje longitudinal de cualquier luminaria con paneles luminosos laterales.
Se define:
- Laterales luminosos: Una luminaria posee laterales luminosos si tiene un panel lateral luminoso con una altura de más
de 30 mm.
- Elongada: Una luminaria es elongada cuando la relación entre la longitud y el ancho del área luminosa es superior a 2:1.
C=90 C=90
C=0
C=180
C=270 C=270
85
a b c d e f g h 8
GM 6
4
75
3
a/h
65
2
55
45 3 2
1
9 10 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Cd/m 2 3
G Calidad Valores de Iluminancias en Servicio E (lx)
1.15 A 2000 1000 500 =<300
1.50 B 2000 1000 500 =<300
1.85 C 2000 1000 500 =<300
2.20 D 2000 1000 500 =<300
2.55 E 2000 1000 500 =<300
a b c d e f g h
74 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
65
2
55
45 3 2 1
9 10 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Cd/m 2 3
C=0
C=180
Al utilizar los diagramas de la Fig. 4a y 4b se debe considerar la distribución de la luminancia de la luminaria en dos planos
verticales: el plano C0 – C180 paralelo al eje del interior, la distribución de la luminancia de la luminaria en dicho plano se utiliza
para controlar la limitación del deslumbramiento en la dirección longitudinal de la habitación, y la distribución de la luminaria
en el plano C90 – C270 se utiliza para verificar la limitación del deslumbramiento en la dirección transversal al lugar a iluminar.
Cuando las luminarias se montan con el plano C90 – C270 paralelo al eje longitudinal del interior, dicho plano se debe utilizar
para verificar la limitación del deslumbramiento en la dirección longitudinal del lugar, y la distribución de la luminancia en el
plano C0 – C180 para evitar la limitación del deslumbramiento en el sentido transversal del lugar.
Para luminarias elongadas el plano C90 – C270 se elige coincidente con (o paralelo a) el eje longitudinal de la/s lámpara/s.
Cuando dicho plano es paralelo a la dirección de la visión percibida se dice que la misma es longitudinal, en cambio cuando
el plano C90 – C270 está en ángulos rectos a la dirección de la visión, se considera que la visión es transversal.
Estos diagramas se usan generalmente para luminarias de iluminación interior.
LUMINOTECNIA 2002 75
Capítulo 7. LUMINARIAS
Dirección de la
Tipo de Valor máximo permitido de intensidad Valor máximo permitido de intensidad
intensidad máxima
luminaria emitida a un ángulo de elevación de 80° emitida a un angulo de elevación de 90°
menor de
Cut – off 30 cd / 1.000 lm 10 cd / 1.000 lm* 65°
Semi cut – off 100 cd / 1.000 lm 50 cd / 1.000 lm* 76°
Non cut – off Cualquiera -
195 cd
195 cd
195 cd
195 cd
195 cd
130 cd
130 cd
130 cd
130 cd
130 cd
130 cd
65 cd
65 cd
65 cd
65 cd
65 cd
65 cd
0° 0° 0°
La nueva clasificación de luminarias de la C.I.E. que reemplaza a la anterior se basa en tres propiedades básicas de las
luminarias:
1. La extensión a la cual la luz de la luminaria se distribuye a lo largo de un camino: El “alcance” de la luminaria.
2. La cantidad de diseminación lateral de la luz, a lo ancho de un camino: La “apertura”.
3. El alcance de la instalación para controlar el deslumbramiento producido por la luminaria: El “control” de la luminaria.
El alcance está definido por el ángulo γmax que forma el eje del haz con la vertical que va hacia abajo. El eje del haz está definido
por la dirección de la bisectriz del ángulo formado por las dos direcciones de 90% Ιmax en el plano vertical de intensidad máxima.
Cut-off
195 cd
195 cd
130 cd
130 cd
65 cd
65 cd
γ max
I max
90% Imax
γ
0°
Figura 6. Curva polar de intensidad en el plano que contiene la intensidad luminosa máxima,
que indica el ángulo utilizado para la determinación del alcance.
76 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
La apertura o dispersión está definida por la posición de la línea, que corre paralela al eje del camino y que apenas toca el
lado más alejado del 90% Imax en el camino. La posición de esta línea está definida por el ángulo γ90.
Los tres grados de apertura se definen de la siguiente manera:
γ90 < 45° : apertura estrecha.
55° ≥ γ90 ≥ 45° : apertura media.
γ90 > 55° : apertura ancha.
γ 90
h
1h
2h
90% Imax
3h
4h
Tanto el alcance como la apertura de una luminaria pueden ser mejor determinados a partir de un diagrama de isocandela en
la proyección azimutal (Fig. 8).
γmax
90% Imax
γ90
γ
En la Fig. 9 se indica sobre un plano del camino, la cobertura dada por los tres grados de alcance y apertura en términos de la
altura de montaje de la luminaria (h).
LUMINOTECNIA 2002 77
Capítulo 7. LUMINARIAS
El control está definido por el índice específico de la luminaria, SLI de la luminaria. Este es parte de la fórmula G de control del
deslumbramiento molesto que está determinado sólo por las propiedades de la luminaria.
( ) ( )
0,5
I80 I80
SLI = 13,84 - 3,31 . log(I80) + 1,3 . log - 0,08 . log + 1,29 . log(F) + C
I88 I88
donde:
I80 = Intensidad luminosa a un ángulo de elevación de 80°, en un plano paralelo al eje de la calzada (cd).
I80
= Relación entre intensidades luminosas para 80° y 88°.
I88
F = Área emisora de luz de las luminarias (m2) proyectadas en la dirección de elevación a 76°.
C = Factor de color, variable de acuerdo al tipo de lámpara (+0´4 para sodio baja presión y 0 para las otras).
55°
h 60° 45°
70°
(90% Imax)
Corto
1,7h
2,7h Medio
1h 1,4 h
Largo
Estrecha
Media Ancha
Apertura
γmax
Figura 9. En esta figura se muestra los tres grados de alcance y apertura definidos
por la C.I.E., donde “h” es la altura de montaje de la luminaria.
En el caso del control, también se recomiendan tres grados, que son los siguientes:
SLI < 2 : control limitado.
4 ≥ SLI ≥ 2 : control moderado.
SLI > 4 : control estricto.
En la siguiente tabla ofrecemos resumidas las definiciones anteriores de la C.I.E.
78 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
-80 80 80
-70 70 70
-60 60 60
-50 50 50
Diagramas isocandela
Consiste en imaginar que la luminaria está en el centro de una esfera en cuya superficie exterior se unen los puntos de igual
intensidad por una línea. Las superficies iguales en este diagrama representan ángulos sólidos. Por esta razón el diagrama
puede ser utilizado para calcular el flujo luminoso para una zona dada, multiplicando el área por la intensidad luminosa
(teniendo en cuenta la escala a la que está representada el diagrama).
Si la luminaria está instalada con un ángulo de inclinación δ, los trazos tiene que ser girados alrededor del centro en un ángulo
δ para deducir las nuevas coordenadas C-γ.
Las líneas rectas desde el centro representan líneas paralelas al eje de la calzada.
-80 1 80
5
60 40
10 80
-70 90
70
20
-60 30
60
-50
60 50
-40 40
-30 30
-20 20
-10 10
GM=0 I =100%
max
LUMINOTECNIA 2002 79
Capítulo 7. LUMINARIAS
OBSERVADORES: A, B Y C
6h 5h 4h 3h 2h h 0 h 2h 3h
A h
LADO ACERA 1 5 20
30
40
50 5
60
B 0 80
70
50
C h
10
5
2h
LADO CALZADA
Calzada R2
1
Qo = 0.07
3h
Lmax=100%
fl=0.152
En el diagrama aparecen las letras A, B y C que indican tres posiciones del observador que se utilizan en los diagramas de
rendimientos de luminancias.
h
LADO ACERA
5
30
40
0 20
80 60
50
70 10
h
5
2h
1
1
LADO CALZADA
3h
6h 5h 4h 3h 2h h 0 h 2h 3h
Emax=100%
fl=0.154
Los valores de cada línea isolux se dan en porcentajes de Emáx; la más alta alcanza el 100%. La cuadrícula sobre la cual están
dibujadas las líneas isolux está dimensionada en términos de la altura de montaje h de la luminaria.
80 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
ϕ.Φ
Εmax =
h2
donde:
ϕ = factor de la luminaria en uso.
Φ = flujo luminoso de la lámpara.
h = interdistancia entre luminarias.
Rendimiento en luminancias
Estos diagramas se usan para el cálculo de la luminancia media en la superficie de la calzada de una instalación de alumbrado
público. Si la clase de reflexión del pavimento se conoce se usará el diagrama correspondiente.
Los diagramas de rendimiento de luminancia se dibujan en unidades de altura de montaje de la luminaria y por esta razón son
útiles para usos gráficos directos.
0.6
C
0.5 B
A
0.4
0.3
0.2
0.1
0.0
h h 2h 3h
180°
C=90°
270°
0°
Su manejo es igual que las curvas del factor de utilización, excepto que la posición del observador es importante. Por esto las
curvas se dan para tres posiciones del observador: A, B y C.
- A: Observador ubicado sobre el lado de la acera a una distancia h de la fila de luminarias.
- B: Observador ubicado en línea con la fila de luminarias.
- C: Observador ubicado sobre el lado del camino a una distancia h de la fila de luminarias.
LUMINOTECNIA 2002 81
Capítulo 7. LUMINARIAS
ηL . Φ . Qo
Lmax =
w .s
donde:
ηL = factor de rendimiento de la luminancia.
Φ = flujo luminoso de la lámpara.
QO = coeficiente de luminancia media.
w = ancho del camino.
s = interdistancia entre la luminarias.
Factores de utilización
En el alumbrado de caminos se define el factor de utilización (h) como la fracción del flujo luminoso proveniente de una
luminaria que efectivamente alcanza el camino. Las curvas del factor de utilización que se dan en las hojas de información
fotométrica, nos ofrecen un método simple para calcular la iluminación media, la cual puede ser determinada para una cierta
sección transversal de la carretera.
Φutilizado
η=
Φlámpara
Las curvas del factor de utilización para una luminaria se dan como una función de las distancias transversales, medidas en
términos de h (altura de montaje) sobre la superficie del camino, desde el centro de la luminaria hasta cada una de las dos
curvas (Fig. 15).
0.5
0.4
η 0.3
0.2
0.1
0.0
h h 2h 3h
180°
C=90°
270°
0°
La forma más fácil y rápida de calcular la iluminancia media de un camino recto de longitud infinita es utilizando las curvas del
factor de utilización:
η.Φ.n
Εmed =
w .s
donde:
η = factor de utilización.
Φ = flujo luminoso de la lámpara.
n = número de lámparas por luminaria.
w = ancho del camino.
s = interdistancia entre la luminarias.
82 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
50% I max
β Imax
Para un proyector con distribución de la intensidad de la luz rotacionalmente simétrica (es decir, una distribución que
permanece sin cambios independientemente del plano que contiene al eje del haz que se considere) se puede establecer una
cifra para la apertura del haz, por ejemplo 28° a ambos lados del eje del haz.
En los casos de distribución asimétrica, como la proporcionada por los proyectores rectangulares, se dan dos cifras: por ejemplo
6°/24°, ya que el haz se disemina en los dos planos mutuamente perpendiculares de simetría (vertical y horizontal
respectivamente). En ocasiones, la distribución en el plano vertical de dichos proyectores es asimétrica con relación al eje del
haz. En ese caso, se dan dos cifras para la apertura del haz en este plano: por ejemplo 5º - 8º/24º, esto es 5º por encima y
LUMINOTECNIA 2002 83
Capítulo 7. LUMINARIAS
8º por debajo del eje del haz y en el plano horizontal 12º a la izquierda y 12º a la derecha del haz.
Plano horizontal
Plano vertical
800
700
600
500
Imax/2
400
300
200
100
Diagrama isocandela
Con el fin de evitar coordenadas curvas, como sucede en el sistema de ángulos sólidos, y para facilitar la lectura de las
coordenadas, se trazan éstas en un sistema rectangular.
Los ángulos de los planos C y B se dan sobre el eje horizontal, los ángulos γ y β en el vertical.
El diagrama puede compararse con el de proyección acimutal, pero hay que tener en cuenta que:
- No hay relación lineal entre los rectángulos del diagrama y los ángulos sólidos.
- Que la línea γ = 0 ó β = 0 representa en realidad un punto.
84 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 7. LUMINARIAS
80
70
60
50
40
30
20
10
Planos B
EJE X
0
70
-10
50% de Imax
-20
-30
-40 30
-50 20
15
-60 10
5
-70 3
-80
-80 -70 -60 -50 -40 -30 -20 -10 0 10 20 30 40 50 60 70 80
Angulos Beta
Figura 18. Diagrama isocandela para el sistema B-.
LUMINOTECNIA 2002 85
Capítulo 7. LUMINARIAS
86 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 8.
LÁMPARAS
8.1. Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
8.2. Termorradiación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
8.3. Luminiscencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
8.4. Condiciones que deben reunir las lámparas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
8.5. Lámparas incandescentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
8.6. Lámparas de descarga en vapor de mercurio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
8.7. Lámparas de descarga en vapor de sodio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
8.8. Lámparas de inducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
8.9. Tablas de características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
LUMINOTECNIA 2002 87
88 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 8. LÁMPARAS
8.1. Generalidades
En el capítulo 1 hemos estudiado la naturaleza dual de la luz y en el capítulo 2, el proceso de cómo las radiaciones visibles se
manifiestan en luz a través de la visión.
Como hemos comentado, la luz se compone de radiaciones electromagnéticas en forma de ondas, que pueden producirse de forma
muy variada según las causas que la provoquen. Si la causa se debe exclusivamente a la temperatura del cuerpo radiante, el fenómeno
se llama termorradiación, en todos los demás casos luminiscencia.
La Fig. 1 da una idea general sobre los principales agentes físicos que intervienen en la producción de luz y sus respectivas fuentes.
PRODUCCION DE LUZ
Termorradiación Luminiscencia
Natural
8.2. Termorradiación
Se conoce con esta denominación la radiación (calor y luz) emitida por un cuerpo caliente.
La energía de esta radiación depende única y exclusivamente de la capacidad calorífica del cuerpo radiante. La luz que se obtiene va
siempre acompañada de una cuantiosa radiación térmica que, por lo general, constituye una fuente de pérdida de energía cuando de
lo que se trata es de producir luz.
Al calentar un trozo de carbón, hierro, oro, wolframio o cualquier otro material, se obtiene una radiación visible que se aprecia por el
color de incandescencia que adquiere el cuerpo y que varía según la temperatura, tal como se muestra en la Tabla 1.
Todas las leyes estudiadas y formuladas para el radiador ideal pueden resumirse en una sola: “El porcentaje de radiación visible aumenta
en función de la temperatura del radiador”.
Como puede observarse en la Fig. 2, a los 6.500 K se obtiene el máximo rendimiento y sería inútil aumentar la temperatura del radiador
con la pretensión de conseguir un rendimiento mayor al 40%.
LUMINOTECNIA 2002 89
Capítulo 8. LÁMPARAS
50
%
40
20
10
0 10 5.000 K 10.000
Temperatura
90 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 8. LÁMPARAS
hecho con fibras de bambú carbonizadas. Sin embargo, fue el americano Thomas Alva Edison quien en 1879 “posdescubrió”
la lámpara incandescente con filamento de carbón y le dio una utilidad práctica como artículo de serie. Paralelamente a Edison,
el inglés Swan también logró una lámpara incandescente usual.
El filamento de carbón: Las lámparas utilizadas en los años de 1880 a 1909, eran de filamento de carbón, compuesto de fibras
de bambú o papel “coquizadas”.
El punto de fusión de este filamento era aproximadamente de 3.700 °C, pero debido a su elevado índice de vaporización, las
lámparas sólo podían construirse para una temperatura de servicio de unos 1.900 °C. Por ello, el rendimiento luminoso no
llegaba a ser realmente de más de 3 a 5 lm/W.
El filamento metálico: A principios de siglo se inició una búsqueda con el propósito de encontrar metales que pudieran sustituir
ventajosamente al filamento de carbón. Entre los metales difícilmente fusibles se encontraban el osmio, tantalio y
principalmente el wolframio.
El punto de fusión del wolframio es de aproximadamente 3.400 °C, con un índice de evaporación notablemente inferior al del
carbón. Con una duración de la lámpara de aproximadamente 1.000 horas, la temperatura de incandescencia del filamento
llegaba a los 2.400 °C y con ello se obtenía un rendimiento luminoso de 8 a 10 lm/W.
8.3. Luminiscencia
Con este nombre se conocen aquellos fenómenos luminosos cuya causa no obedece exclusivamente a la temperatura de la sustancia
luminiscente. Dichos fenómenos se caracterizan porque sólo ciertas partículas de los átomos de la materia, los electrones, son incitados
a producir radiaciones electromagnéticas.
Para comprender dicho fenómeno de la luminiscencia hemos de estudiar el átomo según el modelo atómico de Börh.
1 2 3 4 5 6
e3
e2 m
e1
A S ≈
W
E
f
f1 f2
Según este modelo, cada átomo está formado por un núcleo atómico positivo y por una envoltura de electrones negativos, distribuidos
en capas, que giran alrededor del núcleo siguiendo órbitas determinadas. En el átomo normalmente existe un equilibrio eléctrico, es
decir, el número de cargas positivas es igual al número de cargas negativas (electrones). Este equilibrio se denomina estado
fundamental del electrón E, y para los electrones de la órbita más interna, es idéntico a la línea de base f (Fig. 3).
Si desde el exterior se suministra al átomo una determinada cantidad de energía, se excita el electrón E y es desplazado de su órbita
normal a la siguiente o a otra más externa, absorbiendo así la cantidad de energía suministrada. El electrón se sitúa a un nivel de energía
superior (líneas de nivel e1, e2, e3, etc. de la Fig. 3). Tras un corto tiempo de permanencia en este nivel, el electrón salta de nuevo a
su posición inicial (línea f de la Fig. 3) y emite la cantidad de energía absorbida en un principio, generalmente en forma de radiación
electromagnética.
Si la cantidad de energía suministrada es mayor, el electrón E puede llegar a alcanzar instantáneamente una órbita más externa. A
consecuencia del mayor rango de energía conseguido, la radiación emitida al volver el electrón a la base f será más rica en energía.
LUMINOTECNIA 2002 91
Capítulo 8. LÁMPARAS
Por lo tanto, las distintas capas de energía corresponden a un nivel de energía perfectamente determinado y por ello no pueden existir
estados intermedios. De aquí se deduce que para excitar a un átomo se necesita una cantidad de energía exactamente determinada,
la cual es emitida en forma de radiación y/o desprendimiento de calor al recuperar el átomo su forma fundamental.
La emisión de la energía transformada en este proceso desde el punto de vista atómico, se produce en porciones o partes discontinuas
denominadas cuantos de energía (Böhr postuló que el electrón no podía girar a cualquier distancia del núcleo, sino en ciertas órbitas
solamente). Sin embargo, en el campo de la Luminotecnia práctica, la luz emitida en esa transformación se considera emitida de manera
continua en forma de ondas electromagnéticas, lo cual resulta aceptable para los casos normales de su aplicación.
Mediante la teoría de los cuantos de energía formulada por Max Plank, se demuestra que los distintos elementos químicos, al ser
excitados, no emiten un espectro continuo debido a la diferente estructura de sus capas electrónicas, sino solamente longitudes de
onda muy particulares (líneas) dentro de todo el espectro electromagnético; estos espectros se conocen con el nombre de espectros
de líneas. Cada sustancia posee un espectro de líneas característico, lo cual también ocurre con los gases luminiscentes, como por
ejemplo el vapor de sodio, cuyo espectro está compuesto por una doble línea amarilla cuyas longitudes de onda corresponden a 589
y 589´6 nm respectivamente.
Según el procedimiento físico empleado para excitar los átomos, el tipo de radiación y la forma en que se emite se distinguen varias
clases de luminiscencia.
A E C
Figura 4. Tubo de descarga de gas.
Si en un tubo de descarga (Fig. 4) se aplica una corriente continua al ánodo A (+) y al cátodo C (-), se crea entre A y C un
campo eléctrico que acelera las cargas negativas (electrones) y las precipita hacia el ánodo. Al alcanzar un electrón una
determinada velocidad, posee ya energía cinética suficiente para excitar un átomo de gas. Si la velocidad del electrón al chocar
con el átomo del gas es aún mayor, el impacto puede provocar incluso el desprendimiento de un electrón de la corteza atómica,
con lo cual el átomo queda con un electrón menos en su configuración, es decir, se obtiene un ión positivo; este fenómeno
se denomina ionización por choque. De esta forma aumenta aún más el número de electrones libres, pudiendo llegar incluso
a aumentar torrencialmente si la corriente eléctrica por ellos producida no se limita mediante una resistencia apropiada
(estabilizador).
Junto con los electrones libres o desprendidos, se encuentran también iones positivos que se desplazan en sentido contrario
al de los electrones, es decir hacia el cátodo, aunque debido a su pequeña velocidad no pueden provocar ninguna excitación
de otras partículas gaseosas, sino que, por el contrario, transcurrido un breve espacio de tiempo, toman de nuevo un electrón
a cambio de una emisión de energía.
Conforme con el gas noble o gas metálico con que se llene el recipiente de descarga se obtendrán, mediante la excitación
atómica anteriormente citada, los espectros de líneas o colores de luz característicos del elemento químico elegido. Por ejemplo,
si el gas es neón, el color de la luz es rojo-anaranjado, y si es vapor de mercurio blanco-azulado.
Todos estos fenómenos tienen lugar dentro de un volumen comprendido entre dos electrodos, que queda limitado por la pared
del recipiente de descarga. Este volumen forma una columna gaseosa de descarga.
Si la alimentación del tubo de descarga se hace con corriente alterna en vez de continua, los electrodos cambian
periódicamente su función, actuando unas veces de cátodo y otras de ánodo; pero, por lo demás, el fenómeno de la producción
luminosa es el mismo.
Las condiciones de la descarga eléctrica en el seno de un gas, para la producción de luz, dependen fundamentalmente de la
presión del gas o vapor que exista en el interior del tubo de descarga, de ahí que se distingan tres tipos de descarga:
92 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 8. LÁMPARAS
Descarga eléctrica a alta tensión entre electrodos fríos (tubos de gases nobles)
Para suministrar la cantidad suficiente de electrones libres en este tipo de descarga, se utilizan electrodos fríos construidos la
mayoría de las veces de chapa de cromo-níquel.
El llenado del tubo de descarga se hace con gases nobles como son el neón, que emite una luz intensa de color rojo-
anaranjado, o el helio que emite una luz de color rosa-claro, y también con vapores metálicos, especialmente el vapor de
mercurio que emite una luz blanco-azulado y, mezclado con el gas neón, una luz de color azul intenso.
Las tensiones de arranque y de funcionamiento son elevadas, necesitándose de 600 a 1.000 voltios por metro de longitud. El
consumo de potencia media, también por metro de longitud, es de unos 33 W, con un rendimiento luminoso de 2´5 a 5 lm/W:
Debido a este bajo rendimiento luminoso, los tubos de gas noble apenas si han tenido aplicación en el alumbrado de interiores, pero
sí han jugado un papel importante en los anuncios luminosos, por la facilidad de poder ser moldeados en forma de letras para rótulos.
Descarga eléctrica a baja tensión entre electrodos calientes (lámparas de vapor metálico)
Si se introduce en un tubo de vidrio previamente evacuado una cierta cantidad de sodio sólido o mercurio líquido y un gas
noble para lograr transformar el metal en vapor al producirse la descarga eléctrica, se obtiene una descarga de vapor metálico
en el seno de un gas, que puede incluso provocarse a una tensión baja normal (220 V), con electrodos precalentados o
calentados (cátodos calientes). Las lámparas de vapor de sodio y de vapor de mercurio funcionan según este principio.
De todo lo expuesto hasta ahora, se deduce que la luz emitida por las lámparas de vapor metálico depende de forma decisiva
del espectro de líneas del vapor metálico elegido; así pues, la lámpara de vapor de sodio da una luz monocromática de color
amarillo-anaranjado, y la de vapor de mercurio una luz verde-azulada.
Los espectros discontinuos de estas lámparas se mejoran por distintos medios:
En las de mercurio:
- Por combinación con luz incandescente (lámparas de luz mezcla).
- Por combinación con una capa fluorescente (lámparas de vapor de mercurio, color corregido).
- Añadiendo halógenos metálicos (lámparas de vapor de halogenuros metálicos).
En las de sodio:
- Por combinación con luz de mercurio en un recipiente de metal transparente, a alta presión de llenado (lámparas de
vapor de sodio a alta presión).
LUMINOTECNIA 2002 93
Capítulo 8. LÁMPARAS
Se llama “fluorescencia” a todos aquellos fenómenos de luminiscencia en los que la radiación luminosa permanece mientras
dura la excitación. El caso contrario es la fosforescencia.
Fosforescencia
La fosforescencia tiene lugar cuando en determinadas sustancias luminiscentes persiste la radiación luminosa aún después de
cesar la excitación. Este fenómeno corresponde al hecho de que, por debajo de unos niveles de energía (perteneciente a las
capas electrónicas) de algunos componentes químicos, como sulfuros, seleniuros u óxidos de los metales alcalinotérreos, existe
aparte un “nivel de acumulación” que impide que los electrones vuelvan rápidamente a su posición inicial.
Los electrones que por su excitación llegan a ese nivel de acumulación sólo pueden recuperar lentamente su estado
fundamental, siendo entonces cuando la sustancia sigue emitiendo luz. Este fenómeno puede durar desde fracciones de
segundo a meses (dependiendo del tipo de material y la temperatura).
Electroluminancia
Para producir este fenómeno, en lugar de una radiación excitadora, se puede utilizar también directamente un campo
eléctrico para “elevar” electrones a un nivel superior de energía. Esto se consigue insertando una sustancia luminiscente
entre dos capas conductoras y aplicando al conjunto una corriente alterna lo mismo que si se tratara de un condensador de
placas.
Esta forma de obtención de luz (manifestada por un centelleo de moderado esplendor) se ha realizado en las llamadas placas
luminosas de aplicación en salas de enfermos, numeración de portales de edificios, iluminación de escaleras, etc.
Inyectoluminiscencia
Se trata aquí, en cierto modo, del caso contrario al principio fotoeléctrico en que se basan los fotómetros que se emplean para
medir la luz. Mientras que en el fotómetro tiene lugar una transformación de energía luminosa en energía eléctrica (en forma
de una minicorriente), al aplicar la inyecto-luminiscencia a una lámpara llamada de cuerpo sólido, de una energía eléctrica, se
produce recíprocamente una energía luminosa (radiación cromática), que tiene muy buena aplicación para procedimientos
sencillos de pequeñas señalizaciones.
Una lámpara de cuerpo sólido se obtiene incrustando en la malla de un semiconductor determinados átomos extraños, de
forma que éste quede dividido en dos partes, una con exceso de electrones y otra con defecto.
Bioluminiscencia
La bioluminiscencia es un fenómeno luminoso que se manifiesta débilmente en la Naturaleza, consistente en el destello
emitido por los gusanos de luz, algunas clases de peces, algas marinas, madera podrida y similares.
Este fenómeno se debe al proceso de oxidación de algunas sustancias químicas u orgánicas especiales, como las que poseen
las luciérnagas y las bacterias fotógenas, en contacto con el oxígeno del aire o del agua.
Hasta ahora no se ha logrado reproducir artificialmente este fenómeno de la Naturaleza.
94 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 8. LÁMPARAS
rojo, pero como la sensibilidad del ojo es máxima para la radiación amarillo-verdosa, lo más favorable en cuanto a rendimiento
luminoso se refiere es obtener el porcentaje mayor de radiación en la zona 555 nm.
8.4.2. Luminancia
Las lámparas luz que se emplean preferentemente al descubierto no deben tener una luminancia elevada, con el fin de que
su efecto de deslumbramiento se mantenga dentro de unos límites soportables. El valor de la luminancia admisible depende
del tipo de aplicación.
Por el contrario, las lámparas que se utilizan en luminarias pueden tener grandes luminancias, ya que en ellas se amortigua el
efecto de deslumbramiento.
En general, la luminancia que se puede obtener de una lámpara depende del sistema adoptado para la producción de luz, es
decir, de la naturaleza física de la fuente y de si ésta es puntual, lineal o plana. La luminancia de las lámparas nunca puede
aumentarse mediante cualquier sistema óptico pero sí debilitarse, por ejemplo con capas difusoras.
Tabla 2
LUMINOTECNIA 2002 95
Capítulo 8. LÁMPARAS
Mientras que las lámparas incandescentes por su alto contenido en rojo (a excepción de las lámparas de color), sólo pueden
radiar un color blanco cálido, los colores de luz de las lámparas de descarga están determinados por los gases o vapores para
ellas elegidos, por ejemplo el color amarillo de la descarga del vapor de sodio, o el azul pálido de la de vapor de mercurio. Se
pueden obtener otras variantes cromáticas, combinando diferentes vapores metálicos o modificando la presión de vapor.
Con las lámparas fluorescentes se ofrece la posibilidad de conseguir cualquier matiz que se desee, mediante la selección o
mezcla de una gran cantidad de sustancias luminiscentes conocidas, para adaptarlas a cada tipo de aplicación.
96 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 8. LÁMPARAS
a estabilizar la corriente con el fin de que no adquiera unos valores desmesurados que la puedan destruir. Esto se realiza
fácilmente intercalando en el circuito de la lámpara resistencias inductivas, capacitivas y óhmicas.
LUMINOTECNIA 2002 97
Capítulo 8. LÁMPARAS
Las abreviaturas empleadas indican la posición principal de funcionamiento y el ángulo de inclinación admisible en grados.
Principales posiciones de funcionamiento:
S (s) = Vertical (de pie, casquillo abajo).
H (h) = Vertical (colgando, casquillo arriba).
P (p) = Horizontal (casquillo a un lado).
HS (hs) = Vertical (casquillo arriba o abajo).
Universal = Permite cualquier posición de colocación.
Ángulos de inclinación admisibles:
A la posición principal de funcionamiento sigue una cifra que señala la inclinación admisible en grados con respecto a aquella.
20°
45°
60°
45°
p 20 p 45 p 60 h 45
150°
110°
30° 45°
h 110 h 150 hs 30 hs 45
Posición NO admisible
Posición admisible
98 LUMINOTECNIA 2002
Capítulo 8. LÁMPARAS
Casquillo
Filamento
Gas de relleno
Las partes principales de una lámpara incandescente son el filamento, los soportes del filamento, la ampolla, el gas de relleno
y el casquillo.
Filamento: El utilizado en las lámparas modernas está hecho de wolframio (alto punto de fusión y bajo grado de evaporación).
Se logró mayor eficiencia lumínica enrollando el filamento en forma de espiral.
Ampolla: Es una cubierta de vidrio sellado que encierra al filamento y evita que tome contacto con el aire exterior (para que
no se queme).
Gas de relleno: La evaporación del filamento se reduce rellenando la ampolla con un gas inerte. Los gases que comúnmente
se utilizan son argón y nitrógeno.
En estas lámparas, la energía luminosa obtenida es muy poca comparada con la energía calorífica que irradia, es decir, gran
parte de la energía eléctrica transformada se pierde en calor y por ello su eficacia luminosa es pequeña (es una lámpara
derrochadora de energía).
Estas lámparas tienen la ventaja de que se conectan directamente a la red, no necesitando ningún equipo auxiliar para su
funcionamiento.
LUMINOTECNIA 2002 99
Capítulo 8. LÁMPARAS
Ampolla de cristal
La diferencia principal con una lámpara incandescente, aparte del aditivo de halógeno mencionado anteriormente, está en la
ampolla. Debido a que la temperatura de la ampolla debe ser alta, las lámparas halógenas son más pequeñas que las lámparas
incandescentes normales. La envoltura tubular está hecha de un vidrio de cuarzo especial (que no debe tocarse con los dedos).
Desde su introducción, las lámparas halógenas de wolframio han incursionado en casi todas las aplicaciones donde se utilizaban
las lámparas incandescentes. Las ventajas de las lámparas halógenas de wolframio con respecto a las lámparas incandescentes
normales son: mayor durabilidad, mayor eficiencia luminosa, menor tamaño, mayor temperatura de color y poca o ninguna
depreciación luminosa en el tiempo.
Longitud
Las partes principales de la lámpara fluorescente son la ampolla, la capa fluorescente, los electrodos, el gas de relleno y los
casquillos.
Ampolla: La ampolla de una lámpara fluorescente normal está hecha de vidrio cal-soda suavizado con óxido de hierro para
controlar la transmisión ultravioleta de onda corta.
Revestimientos fluorescentes: El factor más importante para determinar las características de la luz de una lámpara fluorescente
es el tipo y composición del polvo fluorescente (o fósforo) utilizado. Éste fija la temperatura de color (y como consecuencia la
apariencia de color), el índice de reproducción del color (IRC) y, en gran parte, la eficiencia lumínica de la lámpara.
Tres grupos de fósforos se utilizan para producir las diferentes series de lámparas con diferentes calidades de color (fósforos
standard, tri-fósforos y multi-fósforos).
Electrodos: Los electrodos de la lámpara, que poseen una capa de material emisor adecuado, sirven para conducir la energía
eléctrica a la lámpara y proporciona los electrones necesarios para mantener la descarga.
La mayoría de los tubos fluorescentes poseen electrodos que se precalientan mediante una corriente eléctrica justo antes del
encendido (se llaman lámparas de electrodos precalentamiento siendo iniciado este precalentado por un arrancador
independiente).
Gas de relleno: El gas de relleno de una lámpara fluorescente consiste en una mezcla de vapor de mercurio saturado y un gas
inerte amortiguador (argón y kripton).
Bajo condiciones operativas normales, el mercurio se encuentra en el tubo de descarga tanto en forma líquida como de vapor.
El mayor rendimiento se logra con una presión de vapor de mercurio de alrededor de 0´8 Pa., combinado con una presión del
amortiguador de alrededor de 2.500 Pa. (0´025 atmósferas). Bajo estas condiciones, alrededor de un 90% de la energía
irradiada es emitida en la onda ultra-violeta de 253’7 nm.
En las lámparas fluorescentes, la temperatura de color está comprendida entre 2.700 K y 6.500 K., con una curva de distribución
espectral discontinua que reproduce colores según la composición de la sustancia fluorescente que recubre la pared interior
del tubo.
Cada radiación luminosa total resultante es la suma de la radiación del espectro discontinuo más la de una distribución espectral
continua, cada vez más eficaz con el empleo de fósforos especiales.
De esta forma se fabrican tubos fluorescentes con varias tonalidades de luz e índices de reproducción cromáticos clasificados,
según las normas C.I.E. entres grandes grupos:
- Luz blanca día: TC > 5.000 K.
- Blanco neutro: 5.000 K ≥ TC ≥ 3.000 K.
- Blanco cálido: TC < 3.000 K.
En cada grupo existen varios tonos con una amplia variedad de temperaturas de color e índices de reproducción cromático,
según cada fabricante, que cubren las necesidades de una amplia gama de aplicaciones.
Estas lámparas precisan un equipo auxiliar formado por un balasto e ignitor (cebador), además de un condensador de
compensación para mejorar el factor de potencia.
Los valores nominales de funcionamiento se alcanzan al cabo de cinco minutos. Cuando se apaga la lámpara, debido a la gran
presión en el quemador, necesita enfriarse entre cuatro y quince minutos para encenderse nuevamente.
Ignición
La ignición se logra por medio de un electrodo auxiliar o de arranque, ubicado muy cerca del electrodo principal y conectado
al otro a través de una resistencia de alto valor (25 k Ω). Cuando se enciende la lámpara, un gradiente de alto voltaje ocurre
entre los electrodos principales y de arranque, e ioniza el gas de relleno de esta zona en forma de descarga luminiscente, siendo
la corriente limitada por una resistencia. La descarga luminiscente luego se expande por todo el tubo de descarga bajo la
influencia del campo eléctrico entre los dos electrodos principales.
Cuando la descarga luminiscente alcanza el electrodo más distante, la corriente aumenta en forma considerable. Como
resultado, los electrodos principales son caldeados hasta que la emisión aumenta lo suficiente como para permitir que la
descarga luminiscente cambie completamente a una descarga de arco, sin que el electrodo auxiliar desempeñe otra función
en el proceso a causa de la alta resistencia conectada en serie con él.
En esta etapa, la lámpara funciona como una descarga de baja presión (semejante a la de una lámpara fluorescente). La
descarga llena el tubo y posee una apariencia azulada.
Encendido
Habiendo sido ejecutada la ionización del gas inerte, la lámpara aún no quema en la forma deseada y no ofrece su máxima
producción de luz, hasta que el mercurio presente en el tubo de descarga esté completamente vaporizado. Esto no ocurre hasta
que haya transcurrido un tiempo determinado, denominado tiempo de encendido.
Como resultado de la descarga de arco en el gas inerte se genera el caldeado resultando un rápido aumento de temperatura
dentro del tubo de descarga. Esto causa la vaporización gradual del mercurio, aumentando la presión del vapor y concentrando
la descarga hacia una banda angosta a lo largo del eje del tubo. Con un mayor aumento en la presión, la energía radiada se
concentra en forma progresiva en las líneas espectrales de longitudes de onda mayores y se introduce una pequeña porción
de radiación continua, de manera tal que la luz se torna más blanca. Con el tiempo, el arco logra un punto de estabilización y
se dice que la lámpara alcanza el punto de equilibrio termodinámico total. Todo el mercurio entonces se evapora, y la descarga
ocurre en vapor de mercurio no saturado.
El tiempo de encendido, que se define como el tiempo necesario de la lámpara desde el momento de ignición para alcanzar
un 80% de su producción máxima de luz, es de aproximadamente cuatro minutos.
Estabilización
La lámpara de mercurio de alta presión, como la gran mayoría de las lámparas de descarga, posee una característica de
resistencia negativa y, por lo tanto, no puede operar por su cuenta en un circuito sin un balasto adecuado para estabilizar el
flujo de la corriente a través de ella.
Partes principales
En la Fig. 9 se pueden observar las partes principales de una lámpara de vapor de mercurio a alta presión.
Casquillo
Alambre
Conductor-soporte
Ampolla ovoide
de vidrio duro
Tubo de descarga
Electrodos principales
Apoyo
Alambre conductor-soporte
Tubo de descarga y soporte: El tubo de descarga está hecho de cuarzo. Presenta una baja absorción a la radiación ultravioleta
y a la visible, y posee la capacidad de soportar las altas temperaturas de trabajo involucradas.
Electrodos: Cada electrodo principal se compone de una varilla de wolframio, cuyo extremo se encuentra revestido por una
serpentina de wolframio impregnado con un material que favorece la emisión de electrones. El electrodo auxiliar es
simplemente un trozo de alambre de molibdeno o wolframio colocado cerca de uno de los electrodos principales y conectado
al otro mediante una resistencia de 25 k Ω.
Ampolla exterior: Para lámparas de hasta 125 W de potencia, la ampolla exterior puede ser de vidrio de cal-soda. Sin embargo,
las lámparas de potencias mayores se fabrican, generalmente, con vidrio duro de borosilicato, ya que puede soportar
temperaturas de trabajo mayores y golpes térmicos.
La ampolla exterior, que normalmente contiene un gas inerte (argón o una mezcla de argón y nitrógeno), protege al tubo de
descarga de cambios en la temperatura ambiente y protege de corrosión a los componentes de la lámpara.
Revestimiento de la ampolla: En la mayoría de las lámparas de mercurio de alta presión, la superficie interna de la ampolla
exterior está cubierta por fósforo blanco para mejorar la reproducción de color de la lámpara y para aumentar su flujo luminoso.
El fósforo convierte una gran parte de la energía ultravioleta radiada por la descarga en radiación visible, predominantemente
en el extremo rojo del espectro.
Gas de relleno: El tubo de descarga está relleno de un gas inerte (argón) y de una dosis precisa de mercurio destilado. El
primero es necesario para ayudar a originar la descarga y para asegurar una vida razonable para los electrodos de emisión
recubiertos.
La ampolla exterior está rellena de argón o una mezcla de argón y nitrógeno a presión atmosférica. El agregado de nitrógeno
sirve para prevenir un arco eléctrico entre los soportes de alambre de la ampolla.
Estas lámparas precisan un equipo auxiliar que normalmente es un balasto con resistencia inductiva o transformador de campo
de dispersión, además de un condensador de compensación.
Cuando la lámpara se apaga, no volverá a arrancar hasta que se haya enfriado lo suficiente para bajar la presión del vapor al
punto donde el arco volverá a encenderse. Este periodo es de unos cinco minutos.
Casquillo
Alambre
Conductor-soporte
Ampolla ovoide
de vidrio duro
Resistencia de arranque.
Sustancia fluorescente.
Electrodos principales
Filamento incandescente
Filamento: El filamento, que también actúa como un balasto de resistencia para el tubo de descarga, es un alambre de
wolframio enrollado igual que en la lámpara incandescente. Está conectado en serie con el tubo de descarga y situado junto o
alrededor del mismo, para obtener buena mezcla de luz y para fomentar el rápido encendido del tubo.
Gas de relleno en ampollas externas: Así como en las lámparas incandescentes, el gas de relleno en lámparas de luz mezcla
está compuesto de argón pero agregándole un porcentaje de nitrógeno para evitar un arco en el filamento. Comparada con la
lámpara standard de vapor de mercurio a alta presión, se utiliza una presión mayor de llenado para mantener la evaporación
del wolframio al mínimo.
Las lámparas de luz mezcla tienen la ventaja de que pueden conectarse directamente a la red (no precisan de balasto y
arrancador para su funcionamiento). Tardan unos dos minutos en el encendido y no se puede efectuar el re-encendido hasta
que no se enfría.
Ampolla tubular
clara
Electrodos
Tubo de descarga
de cuarzo
Ampolla elipsoidal
difusora
Tubo de descarga: Es de cuarzo puro. A veces, se aplica una capa blanca de óxido de circonio en la parte externa de las
cavidades del electrodo, para aumentar en ese punto la temperatura de la pared.
Electrodos: Son similares a los que lleva la lámpara de vapor de mercurio a alta presión.
Ampolla externa: El vidrio externo de la ampolla de las lámparas de halogenuros está hecho de vidrio duro o de cuarzo, y las
hay que no poseen ampolla externa.
La superficie interna de las ampollas con forma oval poseen una capa de fósforo para convertir la radiación ultravioleta de la
descarga en radiación visible. Sin embargo, los haluros empleados en la lámpara de halogenuro metálico producen sólo una
pequeña cantidad de ultra violeta, y principalmente, está irradiada en la zona de longitud de onda ultra violeta del espectro,
donde la conversión en radiación visible es pobre.
Gas de relleno en el tubo de descarga: El tubo de descarga está relleno de una mezcla de gases inertes (neón y argón o
cripton-argón), una dosis de mercurio y los haluros apropiados, de acuerdo con el tipo de lámpara.
Gas de relleno en la ampolla externa: La ampolla externa de una lámpara de halogenuro metálico cuyo tubo de descarga está
relleno de una mezcla de neón-argón, también debe estar rellena de neón para que la presión de neón que se encuentra
dentro y fuera del tubo sea la misma. En caso de que el tubo de descarga esté relleno de una mezcla cripton-argón, se puede
utilizar nitrógeno en la ampolla externa, o bien, esta última puede ser eliminada.
Las condiciones de funcionamiento de las lámparas de halogenuros metálicos son muy parecidas a las de vapor de mercurio
convencionales, estando dispuestas para ser conectadas en serie con un balasto limitador de la corriente, necesitando un
condensador de compensación.
Debido a los halogenuros, la tensión de encendido de estas lámparas es elevada, necesitando el empleo de un cebador o de
un aparato de encendido con tensiones de choque de 0’8 a 5 KV.
La mayoría de estas lámparas permiten un re-encendido inmediato con las lámparas en caliente (después de apagadas),
mediante el empleo de tensiones de choque de 35 a 60 KV, si no, es necesario que se enfríen entre cuatro y quince minutos
para que se enciendan nuevamente.
La lámpara posee una eficiencia luminosa de hasta 200 lm/W y una larga vida.
Por lo tanto, esta lámpara se aplica en aquellos lugares donde la reproducción de color es de menor importancia y donde
cuenta, principalmente, el reconocimiento de contraste, por ejemplo: autopistas, puertos, playas, etc. Existen lámparas de sodio
de baja presión con potencias que van desde 18 W a 180 W.
Partes principales
Electrodos de doble o
triple espiral con materia
emisora de electrones Tubo de descarga en forma de "U"
Tubo de descarga y soportes: El tubo de descarga de una lámpara de sodio de alta presión es en forma de U, para aprovechar
espacio y proveer un mejor aislamiento térmico. Está hecho de vidrio cal-soda, y posee una superficie interna revestida de vidrio
de borato para formar una capa protectora contra el vapor de sodio.
El tubo contiene además, un número de pequeñas hendiduras, o agujeros, donde se deposita el sodio durante la fabricación.
Relleno del tubo de descarga: El relleno del tubo de descarga consiste en sodio metálico de alta pureza y en una mezcla de
neón y argón, la cual actúa como un gas de arranque y de amortiguación.
Electrodos: Las lámparas de sodio de baja presión poseen electrodos de arranque frío. Estos consisten en un alambre de
wolframio triple, de manera que puede mantener una gran cantidad de material emisor.
Ampolla externa: Está vacía y se reviste en su superficie interna con una fina película de material reflector infrarrojo. El reflector
infrarrojo sirve para reflejar la mayor parte de la radiación de calor que vuelve al tubo de descarga, manteniéndolo de ese modo,
a la temperatura deseada, mientras que transmite la radiación visible.
Estas lamparas precisan de un equipo auxiliar formado por alimentador con autotransformador o balasto e ignitor con tensión
de impulso según tipo. Precisan condensador de compensación.
Los valores nominales se alcanzan al cabo de quince minutos del encendido. Cuando se apaga la lámpara, necesita enfriarse
unos minutos para encenderse nuevamente.
Tubo de descarga: El tubo de descarga está hecho de cerámica de óxido de aluminio (aluminio sinterizado) muy resistente al
calor y a las reacciones químicas con el vapor de sodio.
Electrodos: Los electrodos, cubiertos por una capa de material emisor, consisten en una varilla de wolframio con una serpentina
de wolframio enroscada alrededor de la misma.
Relleno: En el interior del tubo de descarga se encuentran sodio, mercurio y un gas nobles (xenón o argón) de los cuales es
el sodio el principal productor de luz.
Ampolla externa: Esta ampolla está generalmente vacía.
La forma puede ser tanto ovoidal como tubular. La primera posee un revestimiento interno. Sin embargo, ya que el tubo de
descarga de la lámpara de sodio alta presión no produce, prácticamente, ninguna radiación ultra violeta, el revestimiento es
simplemente una capa difusa de polvo blanco, para disminuir el elevado brillo del tubo de descarga. La ampolla tubular es
siempre de vidrio claro.
Arrancadores y arrancadores auxiliares: Muchas de las lámparas de sodio de alta presión poseen un arrancador auxiliar
incorporado, el cual ayuda a reducir la medida del voltaje pico de encendido que se necesita para encender la lámpara. A veces
ambos, el arrancador incorporado y el arrancador auxiliar, se encuentran en la misma lámpara.
Estas lámparas precisan de un equipo auxiliar formado por un balasto e ignitor con tensión de impulso según tipo. También
necesitan un condensador de compensación.
Los valores nominales se alcanzan al cabo de cinco minutos de encendido. Cuando se apaga una lámpara, debido a la gran
presión del quemador, necesita enfriarse entre cuatro y quince minutos para encenderse nuevamente.
Recubrimiento fluorescente
El sistema consta, además del tubo fluorescente sin electrodos, de un equipo de control electrónico (a una frecuencia de 250
kHz aproximadamente) separado de la lámpara, lo que permite conservar la energía óptima de la descarga en la lámpara
fluorescente y alcanzar una alta potencia lumínica con una buena eficacia.
Las principales ventajas de esta lámpara son:
- Duración de vida extremadamente larga: 60.000 horas.
- Potencia de lámparas 100 y 150 W.
- Flujo luminoso hasta 12.000 lúmenes.
- Eficacia luminosa de 80 lm/W.
- Bajo perfil geométrico que permite el desarrollo de luminarias planas.
- Luz confortable sin oscilaciones.
- Arranque sin parpadeos ni destellos.
Estas lámparas son especialmente indicadas para aquellas aplicaciones donde las dificultades de sustitución de las lámparas
incrementan los costos de mantenimiento excesivamente, como por ejemplo, iluminación de túneles, techos de naves
industriales muy altos y de difícil acceso, etc.
Ampolla
Acoplador de potencia
Vapor de sodio baja presión forma tubular clara capa reflectora Infrarroja
EQUIPOS AUXILIARES DE
REGULACIÓN Y CONTROL
9.1. Generalidades
En este capítulo vamos a tratar sobre los equipos auxiliares que necesitan las lámparas para su correcto funcionamiento. El equipo a
montar depende del tipo de lámpara.
Las lámparas de incandescencia, halógenas y de luz mezcla se pueden conectar directamente a la red sin necesidad de ningún equipo
auxiliar o mediante un transformador, debido a que, por sus características, tienen la propiedad de que la intensidad que pasa por ellas
y la tensión aplicada son proporcionales.
Las lámparas de descarga tienen la particularidad de que la relación entre la intensidad que pasa por ellas y la tensión aplicada no son
proporcionales, es decir, que la relación tensión-corriente no es lineal sino negativa; dicho de otra forma, la tensión del arco depende
poco de la corriente que la atraviesa. Dependiendo de la tensión aplicada, si se produce el arranque, puede ocurrir que la intensidad
de la corriente se eleve enormemente hasta provocar la destrucción de la lámpara o que la corriente fluctúe desproporcionalmente con
pequeñas variaciones de tensión. Por estas razones, es indispensable utilizar algún dispositivo estabilizador de la corriente si se pretende
conseguir un funcionamiento correcto.
Estabilización de la descarga
El elemento más sencillo que pudiera aplicarse es una resistencia. Esta solución no es recomendable en corriente alterna,
porque la lámpara no luce prácticamente más que cuando la tensión aplicada al conjunto alcanza valores instantáneos
superiores a la tensión de arco, lo que se traduce en parpadeo de la lámpara. Por ello, este tipo de estabilización se utiliza casi
exclusivamente alimentando con corriente continua.
Otro elemento que también pudiera aplicarse para la estabilización de la descarga es un condensador. Esta solución es
inadmisible en la frecuencia normal de 50 Hz. (y por descontado en corriente continua) porque la corriente de la lámpara se
distorsiona con exceso al producirse fuertes picos de corta duración; con ello la lámpara emitiría luz a golpes y se agotaría
prematuramente. Sin embargo, este sistema puede emplearse con alimentación con frecuencias más altas (por encima de
300 Hz.) y tiene la ventaja de mayor rendimiento luminoso de la lámpara.
El elemento más conocido en la práctica normal para estabilizar las lámparas de descarga, lo constituye una reactancia inductiva
que limita con bastante eficacia, sencillez y economía la intensidad de la corriente de descarga. La distorsión de la corriente en
la lámpara que produce es tolerable y generalmente sin parpadeos y aunque desplaza la fase entre la tensión de la lámpara y
la de la red de alimentación, esto puede corregirse fácilmente mediante condensadores en paralelo con la línea.
Cuando la tensión de la que se dispone en la línea no es suficiente para permitir el encendido de la lámpara, se puede acudir
para elevarla a transformadores o autotransformadores previos. A fin de simplificar el conjunto, se hace uso de los llamados
autotransformadores a fugas (también llamados de dispersión) que incorporan en su secundario la reactancia inductiva precisa.
Una vez que se dispone de un transformador a fugas adecuado, si lo que pretendemos es hacer funcionar una lámpara
fluorescente que precisa el caldeo de sus cátodos para el arranque, se introduce un cebador o se puede prescindir de él
incorporando al autotransformador dos nuevos arrollamientos para el correcto caldeo.
Paralelamente a la evolución anterior, fue utilizar el condensador necesario para corregir el factor de potencia. Una reactancia
inductiva en serie con un condensador constituye un regulador de intensidad. Utilizando correctamente los elementos con
ligeras alteraciones en los mismos, se construyen equipos complejos en los que el condensador en serie con el secundario del
transformador y a veces con el primario o parte de él mejora la estabilidad de la lámpara frente a fuertes variaciones de tensión
en la línea, además de corregir simultáneamente el factor de potencia y cos del conjunto a mejor valor que si se utiliza
simplemente un condensador en paralelo con la línea.
Lámparas fluorescentes
La lámpara fluorescente posee características de resistencia negativa y por lo tanto se debe operar en forma conjunta con un
dispositivo de corriente limitada (balasto) para evitar que la corriente se escape. El balasto, que posee características de
resistencia positiva, puede ser:
Lámparas de inducción
La lámpara de inducción se encuentra conectada a la red a través de un generador de alta frecuencia, que está compuesto por
un sistema de circuitos electrónicos. La conexión entre la lámpara y el generador se hace por medio de un cable coaxial que
forma parte de un circuito oscilador, por lo tanto su longitud no puede ser modificada.
9.2. Balastos
9.2.1. Introducción
Las reactancias o balastos son accesorios para utilizar en combinación con las lámparas de descarga, que en forma de
impedancias inductivas, capacitivas o resistivas, solas o en combinación, limitan la corriente que circula por aquellas a los valores
exigidos para un funcionamiento adecuado.
Además, cuando es necesario, suministran la tensión y corriente de arranque requeridas y en el caso de reactancias de arranque
rápido, las bajas tensiones necesarias para el caldeo de los cátodos de las lámparas.
Dadas las características que ofrecen de rendimiento y funcionamiento correcto de la lámpara, las más utilizadas son las de tipo
inductivo. También se utiliza la combinación de reactancia inductiva-capacitiva.
Las de resistencia y las capacitivas por sí solas no se utilizan ya que las primeras ocasionan muchas pérdidas dando por tanto
un bajo rendimiento y las segundas dan una potencia bajísima en la lámpara por la gran deformación de la onda de la corriente
de la misma que originan.
Por su forma de instalación se clasifican en:
- Reactancia independiente, que está cubierta con una protección especial para funcionar al exterior.
- Reactancia para incorporar, que requiere una protección secundaria como puede ser, una caja, una luminaria, etc.
La posesión de dichas homologaciones permite circular a estos productos por los países que engloben dichas marcas.
Normas de referencia
Las normas que regulan la seguridad y el funcionamiento de las reactancias para lámparas de alta intensidad de
descarga, son:
Directivas comunitarias
Para poder utilizar los aparatos eléctricos y electrónicos en la Comunidad Europea, es obligatorio que sean portadores de la
marca “CE”, la cual significa Conformidad Europea, y representa el cumplimiento de las siguientes Directivas Comunitarias a las
que están sujetos los productos de iluminación:
- Directiva de Baja Tensión (LV) 73/23/EEC, obligatoria desde 1-1-97 y aplicable a todos los aparatos eléctricos de
tensión nominal de 50 a 1.000 V. en corriente alterna y 75 a 1.500 V. en corriente continua.
- Directiva de Compatibilidad Electromagnética (EMC) 89/366/EEC, obligatoria desde 1-1-96 y aplicable a todos los
aparatos eléctricos y electrónicos que pueden generar radio-interferencias o verse afectados por perturbaciones
generadas por otros aparatos de su entorno.
Normas de referencia
Para la Directiva de Baja Tensión (LV) son obligatorias las normas de seguridad sobre el producto.
Para las correspondientes a Compatibilidad Electromagnética (EMC), son aplicables las siguientes normas:
Los requerimientos de emisión de radio-interferencias, armónicos e inmunidad aplicables, deben ser comprobados
con la luminaria o en la instalación donde se van a utilizar las reactancias.
Armónicos
Un armónico es una perturbación introducida en la red por equipos eléctricos. En los sistemas de iluminación se supone que
la energía se recibe a una sola frecuencia y que ésta es constante. La constancia de la frecuencia en las distribuciones de energía
está generalmente conseguida. Sin embargo, por diversas circunstancias, la onda fundamental puede estar contaminada con
armónicos indeseables (por ejemplo, producidos por conversores de frecuencia asociados, etc.).
El estudio de dicha contaminación por armónicos es muy complejo porque sus consecuencias dependen de la amplitud y el
orden de la frecuencia armónica así como de la situación sobre la fundamental.
Conviene señalar que, si la situación de los armónicos sobre la onda fundamental hace que la onda compuesta tienda a ser
cuadrada, las bobinas de impedancia no limitan suficientemente la intensidad que recibe la lámpara puesto que en estas
condiciones, la tensión alterna se asemeja a una tensión continua pulsatoria frente a la cual los choques inductivos no
responden eficazmente.
Se puede establecer un modelo matemático para el estudio de la tensión en los distintos dispositivos del circuito eléctrico
(lámpara, balasto, etc.), y descomponerlo en una serie de Fourier, quedándonos con los dos primeros términos como
aproximación aceptable.
Los armónicos terceros y sucesivos que se producen en la utilización de núcleos magnéticos (balastos magnéticos) en los
alumbrados con lámparas de descarga y la generación de armónicos impares por parte de las propias lámparas, tiene dos
consecuencias inmediatas:
1ª- Los condensadores de corrección del factor de potencia, no son capaces de corregir el factor de potencia hasta la
unidad, sino que al añadirse más capacidad a dichos condensadores, se pasa a un circuito capacitivo.
2ª- En los sistemas trifásicos con neutro, la corriente en el neutro se llega a hacer similar a la de las fases, porque aún
cancelándose la frecuencia fundamental a igualdad de cargas, es decir con fases equilibradas, los terceros
armónicos están en fase y por lo tanto se suman.
Si los aparatos que se alimentan de la línea trifásica con neutro sólo tomaran la frecuencia fundamental, el neutro no llevaría
corriente en el caso de equilibrio de cargas sobre las fases. Si en cambio, los aparatos toman una corriente que contenga el
33’3% del tercer armónico, el hilo neutro se carga con la misma corriente que las fases, aunque su frecuencia sea el triple de
la fundamental.
En la práctica, para que esto no ocurra en las líneas de alumbrado, se han establecido límites en las distorsiones de corriente
admisibles de caso armónico impar, ya que los pares se anulan (ver las Normas IEC 1000-3-2, IEC 1000-3-3 o EN 61000-3-2
y EN 61000-3-3). No obstante, el neutro debe dimensionarse al mismo tamaño que los de las fases, según exige el Reglamento
de Baja Tensión, para evitar sorpresas con materiales de baja calidad.
Otro problema típico de la alimentación contaminada de frecuencias armónicas es el fenómeno de resonancia, que puede
producirse en aquellos equipos que están compuestos de reactancia inductiva y condensador en serie. Estos equipos son
especiales y conocidos como reguladores, autorreguladores o balastos de potencia constante.
Tipos de reactancias
Reactancia de choque
Este tipo de reactancia inductiva, formado por una simple bobina con su núcleo magnético correspondiente, conectada
eléctricamente en serie con la lámpara, es el más comúnmente utilizado; constituye un conjunto de bajo factor de potencia
que puede ser corregido colocando un condensador en paralelo con la red (Fig. 2).
Balasto
Red Condensador
Lámpara
Figura 2
Este tipo de reactancia, es económica, ligera y de dimensiones reducidas, proporciona una pobre regulación de potencia, frente
a las variaciones de la tensión de alimentación (alrededor del 20% de oscilación de la potencia, para variaciones de tensión
del 10%) y la corriente de arranque es elevada respecto a la de funcionamiento, debiendo dimensionarse los circuitos para ese
valor. Esto hace que la vida de la lámpara se vea reducida considerablemente si la tensión de la red fluctúa más del 5%. Por
lo tanto, este tipo de reactancias es adecuado siempre que se utilice en las debidas condiciones de estabilidad de la tensión.
Reactancia autotransformadora
Cuando las redes de alimentación tienen una tensión inferior a 220 V, se hace necesario prever un sistema de elevación de
esa tensión que nos proporcione la necesaria para el encendido de la lámpara. Este sistema puede ser simplemente un
autotransformador y una reactancia de choque normal, lo cual eléctricamente es correcto, pero muy costoso y voluminoso.
Balasto
F
Red
Lámpara
Figura 3
De ordinario se han construido, para esa función, reactancias autotransformadoras, cuyo esquema básico se muestra en la
Fig. 3, formadas por dos devanados desacoplados magnéticamente, incluso con shunts magnéticos entre ellos, para que,
además de elevar la tensión para que la lámpara pueda encender, realicen la función de controlar la intensidad de la misma.
Este tipo de reactancias tienen una regulación de potencia muy pequeña, de modo que una variación de tensión del 5%
ocasiona oscilaciones de potencia de la lámpara del 12%. Además, son reactancias de bajo factor de potencia y para corregir
éste, teniendo en cuenta la tensión de alimentación (normalmente 110 o 125 V), nos veremos obligados a colocar
condensadores de gran capacidad y por lo tanto costosos.
Reactancia autorreguladora
Esta reactancia combina un autotransformador con un circuito regulador. Debido a que una parte del bobinado primario es
común con el secundario, su tamaño es reducido. Puesto que sólo el bobinado secundario contribuye a una buena regulación,
el grado de ésta depende de la porción de tensión primaria acoplada al secundario (Fig. 4).
Condensador
Balasto
Red
Lámpara
Figura 4
Marcas e indicaciones
Las reactancias, además de las características eléctricas, llevan impresas una serie de indicaciones que conviene conocer para
hacer el uso adecuado de las mismas, obteniéndose así las máximas prestaciones eléctricas, de seguridad y duración.
tW Es la temperatura máxima a la cual pueden funcionar constantemente los bobinados de una reactancia
en condiciones normales, a su tensión y frecuencia nominales, para asegurar una vida media de 10 años.
Los aumentos o diminuciones de la temperatura de los bobinados tienen influencia en la vida de los
mismos.
t Calentamiento de los bobinados de una reactancia sobre la temperatura ambiente en la que está
instalada, funcionando en condiciones normales y a tensión y frecuencia nominales.
ta Temperatura de ambiente máxima a la que puede funcionar una reactancia en condiciones normales.
Viene dada por: ta = tW - t
Pérdidas Es la potencia autoconsumida. Si no se indica de otra forma, este valor está medido con voltaje y
frecuencia nominales y con los bobinados a una temperatura de 25º C.
Es el factor de potencia.
Además de éstas, pueden llevar impresas las marcas de conformidad de los diferentes organismos como ya indicamos
anteriormente.
Los balastos electrónicos se usan generalmente para lámparas fluorescentes y halogenuros metálicos y sodio alta presión de
hasta 150 W.
El principio de funcionamiento más comúnmente empleado en los balastos electrónicos para tubos fluorescentes en
acometidas de corriente alterna normal (220 V y 50 Hz) es como el que se muestra en la Fig. 5.
Lámpara
F
Control
Red
electrónico
N
Lámpara
Condensador
amortiguador
Figura 5
Como puede verse, con un filtro previo de paso bajo para reducir distorsión de la corriente de alimentación e impedir que las
señales de alta frecuencia se reflejen en la red. Además, hay que proteger al circuito electrónico de los impulsos fortuitos que
aparecen en la corriente alterna de 50 Hz.
Una vez rectificada la corriente alterna, y con ayuda del condensador de acoplo, se procede a la generación de alta frecuencia
en onda cuadrada, mediante dos transistores generalmente. Esta frecuencia ha de ser mayor de 20 KHz. para superar los límites
audibles y conseguir el mayor rendimiento.
Antes de aplicar la alta frecuencia a los tubos hay que establecer los medios para limitar la corriente y facilitar el encendido.
Además de lo anterior, es preciso proveer medios para impedir que el balasto se deteriore al final de la vida de los tubos, etc.
Para una correcta instalación siempre es necesario utilizar el borne de tierra del balasto y conectarlo debidamente.
Interferencias radioeléctricas: Los equipos electrónicos de funcionamiento en altas frecuencias emiten o generan
interferencias radioeléctricas perjudiciales para el entorno eléctrico y aparatos afines a él.
Estos niveles de emisión deben situarse por debajo de los límites tolerables por la norma EN 55015.
Los balastos electrónicos disponen de etapas y filtros supresores de interferencias radioeléctricas, de modo que su emisión sea
siempre inferior a los límites máximos normalizados.
Para mantener este bajo nivel de emisión de radiointerferencias, hay que prestar especial atención a la disposición del cableado
de la instalación, siguiendo en todo momento las recomendaciones a tal fin.
9.3. Arrancadores
Las lámparas de vapor de mercurio, tienen electrodos que les permiten el arranque con tensiones bajas, del orden de los 220 V., por
lo que no necesitan ningún dispositivo adicional para el arranque. Sin embargo, las de halogenuros metálicos y las de sodio de alta
presión, necesitan tensiones de encendido muy elevadas que no puede suministrarlas la reactancia por sí sola.
El proporcionar esta tensión de encendido es la misión de los arrancadores, que también se utilizan para el encendido de algunas
lámparas de vapor de sodio a baja presión.
Principios de funcionamiento
Están basados en aprovechar la energía almacenada en un condensador, y que se descarga mediante un sistema de disparo
adecuado en el bobinado primario de un transformador. Debido a la brusca variación de flujo en el núcleo del mismo, aparece
un impulso de tensión inducido en el secundario, de un valor de pico muy elevado y de poca duración que superpuesto a la
tensión de la red, hace saltar el arco en el interior del tubo de descarga.
Según su principio de funcionamiento podemos distinguir tres tipos diferentes de arrancadores: arrancador independiente,
arrancador de transformador de impulsos y arrancador independiente de dos hilos.
Además de esta clasificación por su forma de funcionamiento, los arrancadores pueden tener en su interior un sistema de
desactivación que corte su funcionamiento si la lámpara no arranca en un plazo de tiempo. Estos últimos son los llamados
arrancadores temporizados.
Balasto Transformador
Circuito de
Condensador disparo
Lámpara
Red Condensador
Resistencia
Arrancador
Figura 6
Balasto
1 3
F
2
Condensador
Lámpara
Red Arrancador
Condensador
Circuito de
disparo Resistencia
Figura 7
Balasto
Resistencia
Lámpara
Circuito
de disparo
Figura 8
Éstos son utilizables sólo para algunas lámparas de halogenuros metálicos y para las de sodio a baja presión de 35 W., que
requieren impulsos de tensión relativamente bajos pero de cierta duración.
Arrancadores temporizadores
Son arrancadores con un dispositivo interno que tras un tiempo prefijado de producción de impulsos, desactiva el
funcionamiento del mismo. Si la lámpara no enciende por agotamiento o avería, deja de someter a los impulsos de alta tensión
a todo el circuito.
El arrancador vuelve a estar activo tras la interrupción de la tensión de alimentación del circuito aunque sólo sea por un corto
espacio de tiempo (milisegundos).
Normas de referencia
Las normas aplicables a los arrancadores son las siguientes:
EN 60926: Aparatos arrancadores y cebadores (excepto los de efluvios). Prescripciones generales y de
seguridad.
EN 60927: Aparatos arrancadores y cebadores (excepto los de efluvios). Prescripciones de funcionamieto.
EN 60662: Lámparas de vapor de sodio a alta presión.
EN 61167: Lámparas de halogenuros metálicos.
Cebadores
Reciben este nombre los arrancadores destinados al encendido de las lámparas fluorescentes.
El tipo de cebador más normal es el llamado de destellos, compuesto por una ampolla de vidrio llena de gas neón a baja presión, en
cuyo interior se encuentran dos electrodos, uno de los cuales o ambos son laminillas bimetálicas que se doblan ligeramente por la
acción del calor. Paralelamente con los electrodos se halla conectado un condensador para eliminar interferencias. Todo el conjunto se
aloja en un recipiente cilíndrico de aluminio o material aislante, en el que se incluye una placa con dos patillas para su contacto y fijación.
El cebador se intercala en serie con los electrodos de la lámpara y el balasto, funcionando automáticamente de la forma siguiente:
Al establecerse la conexión se produce una pequeña descarga eléctrica entre las laminillas a través del gas, calentándolas lo suficiente
para que se doblen hasta unirse. Esta unión cierra el circuito y facilita durante un breve periodo de tiempo el paso de corriente por los
electrodos de la lámpara que, al ponerse incandescentes, emiten electrones a su alrededor en forma de nube. Instantes después, al
enfriarse las laminillas, se separan abriendo el circuito y dando lugar con ello a que el balasto lance un impulso de tensión con el que
se consigue la descarga del arco y el funcionamiento de la lámpara. Una vez encendida la lámpara, el cebador queda fuera de servicio
al llegarle una tensión insuficiente. Si falla el encendido, el cebador vuelve a actuar de la misma forma.
Sin embargo, los cebadores electrónicos realizan un sólo intento de arranque (muy determinado) para que cualquier parpadeo durante
la fase de encendido sea eliminada. Las ventajas adicionales del arrancador electrónico son la alta fiabilidad de arranque a bajas
temperaturas ambientales y la prolongación de la vida de la lámpara.
9.4. Condensadores
9.4.1. Introducción
El condensador eléctrico es un sistema formado por dos conductores separados por un aislante. Si no se coloca ningún
elemento entre los dos conductores, es el aire el que hace de aislante; ahora bien, generalmente, el aire se sustituye por otro
aislante de mayor poder dieléctrico, lo que permite aproximar mucho los conductores (armaduras) sin que las cargas eléctricas
salten de uno a otro.
Si las armaduras de un condensador se conectan a los polos de un generador eléctrico, adquieren cargas iguales y de distinto
signo, por lo que, una vez desconectado, el condensador hace de almacén de cargas eléctricas.
La cantidad de carga almacenada por un condensador es directamente proporcional a la diferencia de potencial que se haya
establecido entre sus placas, pero puede ocurrir que dos condensadores de distinta forma o tamaño adquieran distinta carga
cuando se someten a una misma diferencia de potencial.
Capacidad de un condensador es el cociente entre la carga de una de sus placas y la diferencia de potencial entre ambas.
q
C=
U
donde:
C = capacidad del condensador.
q = carga del condensador (coulomb).
U = diferencia de potencial entre las placas o las patillas del condensador (V).
dq = i · dt = C · du
Si al circuito le aplicamos una tensión alterna senoidal u = Umax · sen (t), y la sustituimos en la ecuación anterior, derivamos
y operamos:
i = Umax · · C · sen( · t + )
2
Esta ecuación nos indica el adelanto que sufre la intensidad con respecto a la tensión debido al efecto del condensador.
Efecto de la frecuencia
Reactancia de capacidad
La capacidad de un circuito sirve para retardar el aumento o disminución de la tensión, pero en ningún caso previene ni limita
el cambio. Ahora bien, la frecuencia limita la amplitud de la corriente en un valor igual a 1. = . 1. . ohmios. A este
C 2 f C
valor le llamamos reactancia capacitiva XC, que crece al disminuir la frecuencia y
disminuye si aumenta la frecuencia. De ahí que en corriente continua como f = 0 Hz, el valor de la reactancia capacitiva sea
infinito y el de la corriente cero amperios.
Reactancia inductiva
La inductancia de un circuito sirve para retardar el aumento o disminución de la corriente, pero en ningún caso previene o limita
el cambio. Ahora bien, la frecuencia limita la amplitud de la corriente en un valor igual a . L = 2 . . f . L ohmios. A este valor
le llamamos reactancia inductiva XL, que crece al aumentar la frecuencia y disminuye si también lo hace la frecuencia. De ahí
que en corriente continua, como f = 0 Hz., el valor de la reactancia inductiva sea cero.
Resistencia
La resistencia que ofrece un conductor en corriente alterna se puede decir que es la misma que la que ofrece en corriente
continua (resistencia óhmica), siempre y cuando sean despreciables los efectos Kelvin y corona, y la resistencia debida a
corrientes parásitas, histéresis, etc.
r Ur
Z = r ()
I
r
Z = Z . (cos + j . sen) = R + j . X ()
La parte real del número complejo es la magnitud que conocemos con el nombre de resistencia, R, se representa en el eje
real. Su módulo vale:
R = Z . cos = ZZ2 - R2 ()
r
La parte imaginaria del número complejo, Z , es la reactancia X, que se representa en el eje imaginario de tal forma que si es
de naturaleza inductiva es positiva, +j . XL, y si es de naturaleza capacitiva resulta negativa, -j . XC. Su módulo vale:
El ángulo es el ángulo de desfase entre la tensión y la intensidad, de tal forma que si es positivo, corresponde a un circuito
inductivo. Si es negativo, corresponde a un circuito capacitivo. Como sabemos, este ángulo es de gran importancia en corriente
alterna, pues le llamamos factor de potencia y nos da información acerca de la energía reactiva y nos la cuantifica.
XL
-Xc
Z
ϕ X (inductiva)
0 R
Figura 9
Si el triángulo de impedancias de la Fig. 9 se multiplica por I2, lo que obtenemos es su correspondiente triángulo de potencias,
en el que:
S
Q
0 P
Figura 10
+Q
L
2
P
=
UI QL=UI senϕ
S= ϕ
0 P=UI cosϕ
Figura 11
Siempre será menor que la unidad, pero cuanto más próximo sea a ella, mayor aprovechamiento estamos haciendo de la
energía tomada de la red.
En las normas para reactancias se especifica que un equipo (conjunto reactancia–lámpara) es de alto factor de potencia cuando
su valor es igual o mayor que 0’85.
El uso de reactancias de alto factor de potencia presenta las siguientes ventajas:
1- Cumplir con los requisitos de las compañías suministradoras de energía eléctrica de tener compensado el factor
de potencia como mínimo a 0’85.
2- Evitar recargos en los recibos por concepto de energía reactiva.
3- Reducir sección en los conductores de las líneas de alimentación en las instalaciones.
4- Utilizando equipos de alto factor de potencia se pueden instalar mayor número de luminarias por circuito con lo
que se reducen y simplifican los equipos de protección (magnetotérmicos, diferenciales, etc.).
Al seleccionar el método de compensación necesario se debería considerar la ubicación de los condensadores y los aspectos
económicos (tarifas, parámetros de la red, coste inicial de la adquisición y los gastos de mantenimiento del equipo). Aparte de
esto, existen factores tales como armónicos del sistema y las condiciones del ambiente que puede limitar la utilización efectiva
de los condensadores.
No existe un método de compensación que pueda recomendarse universalmente; no obstante, pueden aplicarse varios
métodos en cada caso.
Compensación en paralelo
La compensación en paralelo se hace según el esquema de la Fig. 12 en la que se ha representado una lámpara fluorescente
de arranque por cebador, como ejemplo típico, pero que es aplicable a cualquier otro tipo de lámpara.
Balasto
Iγ IL
F
Ic
Lámpara
Cebador
Red Condensador
IL
N
Figura 12
El condensador conectado en paralelo a la red, ha de ser del valor adecuado para que la intensidad reactiva en adelanto de
fase absorvida por él, IC, compuesta con la que circule por la lámpara, IL, dé una intensidad absorbida de red, IT, cuyo factor de
potencia sea próximo a la unidad (Fig. 13).
Ic
Vred
ϕ’
It
ϕ
IL
Figura 13
La tensión a soportar por el condensador es la de la red, y la tolerancia admitida en capacidad suele ser de ±10% de su valor
nominal.
Siendo:
VRED = Tensión de alimentación.
IL = Corriente absorbida por el equipo sin compensar.
IC = Corriente absorbida por el condensador.
It = Corriente en red tras la compensación.
y ´ = Ángulos de desfase antes y después de la compensación.
P . (tag - tag´)
C= (F)
. V2
donde:
cos = factor de potencia inicial ( = arc cos).
cos’ = factor de potencia que queremos alcanzar (’ = arc cos’).
V= tensión de la línea.
= frecuencia en radianes ( = 2. . F ; F es la frecuencia en Hz.).
Compensación en serie
Como anteriormente se ha establecido, la compensación en paralelo reduce la componente de potencia reactiva de la corriente
de la red, y por consiguiente, las pérdidas de tensión. Con la compensación en serie la potencia reactiva se transmite en algún
grado y la recataría de la línea queda influenciada al conectar los condensadores en serie con la red. La expresión para la pérdida
de tensión de la línea viene dada por:
U = Ia . R + Ir . (XL - XC)
Esta fórmula muestra que, cuando XC = XL, la reactancia de la red es cero y la pérdida de tensión originada por la transmisión
de potencia reactiva es también, por consecuencia, cero. Al incluir un condensador adecuado en serie, XC puede ser mayor que
XL, en cuyo caso, la reactancia de la red llega a hacerse negativa. Así pues, la compensación en serie también puede reducir la
caída de tensión causada por la transmisión de la potencia activa.
Relé
Relé
Relé
Balasto auxiliar
Lámpara
F Balasto principal
En cualquier caso, se reduce el consumo de la lámpara al actuar el relé, conectado con una línea de mando existente en la
instalación. También puede disponerse de un temporizador en equipo de cada luminaria, que programado según se precise
haga el paso del nivel normal al reducido.
El sistema de doble nivel que estamos describiendo puede aplicarse en lámparas de mercurio a alta presión y en lámparas de
vapor de sodio de alta presión (teniendo especial cuidado en el circuito de arranque). Este sistema no es adecuado con las
lámparas de halogenuros metálicos porque el color de la luz resulta muy afectado por la potencia emitida.
En los sistemas de ahorro energético con varios niveles de iluminación, hay que vigilar el factor de potencia de la instalación,
siendo a veces necesario en el nivel mínimo reducir la capacidad instalada necesaria para el nivel máximo. Una ventaja añadida
en los equipos de doble nivel, es la mayor duración de equipos y lámparas, ya que generalmente, las sobretensiones
perjudiciales se producen en las líneas en las horas en que se ha conectado el alumbrado a nivel reducido.
Tubos fluorescentes
Los tubos fluorescentes se clasifican en dos grandes grupos, en función de que los cátodos estén o no caldeados para su
arranque.
Los más normales son los de cátodo caliente que pueden arrancarse mediante cebador térmico (Fig. 17), caldeo de filamentos
en los sistemas de arranque rápido “rapid start” (Fig. 18), arranque “trigger” (se reduce la tensión del filamento una vez que el
tubo ha arrancado), arranque semi-resonante (Fig. 19) y arranque por medios electrónicos.
Otro tipo de tubos es el de cátodo frío, que arrancan casi exclusivamente por la tensión aplicada entre sus extremos.
Balasto
Cebador
Lámpara
Red Condensador
Figura 17. Arranque por cebador. Balasto inductivo. Compensación del factor de potencia en paralelo con la línea.
Lámpara
Red
Condensador
Figura 18. Arranque rápido. Circuito con autotransformador a dispersión (con calentamiento de electrodos en paralelo).
Balasto
F
Lámpara
Red Condensador
Figura 19. Encendido rápido. Circuito “semirresonante” con calentamiento de electrodos en serie.
Balasto
Red Condensador
Lámpara
Balasto
Lámpara
Red
Condensador
Reactancia
Condensador
Red
Balasto
Condensador Arrancador
Red
Balasto
Lámpara
F
Red Condensador
Arrancador
Balasto
Balasto
Lámpara
F
Red Condensador
Arrancador
Balasto
Balasto
F
Lámpara
Condensador Arrancador
Red
ILUMINACIÓN INTERIOR
E INDUSTRIAL
10.1. Generalidades
El hombre necesita estar informado del entorno que le rodea para poder llevar a cabo fácilmente y sin peligro sus actividades.
La mayoría de la información acerca del entorno llega al hombre a través de los ojos y, por lo tanto, es de naturaleza visual. El término
visibilidad (de un objeto) se usa como medida de la facilidad, la rapidez y la precisión con que un objeto puede ser detectado y
reconocido visualmente. En consecuencia, una buena visibilidad del entorno y de todo lo que contiene es esencial.
Para una buena visibilidad se requiere una buena iluminación. Aunque una buena visibilidad de los objetos relevantes es una condición
necesaria, no siempre es una condición suficiente para llevar a cabo actividades fácilmente y con comodidad. En interiores donde se
realiza un trabajo, la función principal de la iluminación es facilitar el confort de las tareas visuales allí realizadas, sin embargo, en áreas
de circulación o salas de estar y lugares de descanso, el criterio de la capacidad visual no es tan importante; lo importante es el criterio
de agrado y confort visual.
Por tanto, los criterios más importantes relacionados con el diseño de la iluminación, para una aplicación particular, son la
visibilidad y la satisfacción visual. Además, estos factores deben estar equilibrados con relación a los costes de la instalación y
funcionamiento.
Luminancia
Para el logro de una buena visibilidad en el trabajo, el factor más importante está relacionado con la luminancia de la tarea
y su entorno.
El efecto general de la luminancia sobre la visibilidad es debido a la adaptación resultante, proceso por el cual las
propiedades del sistema visual se modifican de acuerdo con las luminancias del campo visual. Para una distribución de
luminancias dada en el campo visual, el proceso de adaptación alcanza un estado final expresado como luminancia de
adaptación.
Las propiedades del sistema visual afectadas por adaptación a la luminancia son:
- Agudeza visual, que es la capacidad del sistema para discriminar entre detalles u objetos que están muy juntos.
- Sensibilidad al contraste, que es la capacidad del sistema para distinguir las pequeñas diferencias de luminancia
relativa.
- Eficiencia de las funciones motoras oculares para la acomodación, convergencia, contracción pupilar, movimientos
del ojo, etc.
La agudeza visual, la sensibilidad al contraste y la eficiencia de las funciones motoras oculares crecen con el aumento de la
luminancia de adaptación hasta un cierto máximo nivel.
Para trabajos donde el tamaño angular del detalle es crítico con respecto a la visibilidad del trabajo, un incremento de
agudeza visual debido a un incremento de luminancia es de gran importancia para mejorar en la visibilidad de la tarea. Sin
embargo, cuando el tamaño angular del tamaño crítico está muy por encima del umbral de la agudeza visual, la contribución
al incremento de la misma es insignificante.
Lo mismo pasa con los otros factores anteriormente mencionados. Pueden, también, estar afectados positivamente por un
incremento de la luminancia, la cual, sin embargo, dará como resultado una visibilidad mejorada en el trabajo, en tanto en
cuanto estos factores sean críticos con respecto a la visibilidad de la tarea considerada.
La conclusión de todo lo anterior es que para tareas y contornos brillantes no sólo es importante la iluminancia para una
buena visibilidad sino también la direccionabilidad de la iluminación, que es un término general que describe la distribución
especial de la luz incidente en la tarea. Está determinada por la distribución de la luminancia del entorno y depende de
factores tales como la geometría de la instalación, las luminancias de las luminarias y las reflectancias del interior.
%
100
Satisfactorio
80 Demasiado Demasiado
oscuro claro
60
40
20
0
2 3 4
10 2 5 10 2 5 10 (Lx)
Figura 1. Combinaciones de respuesta.
cambios físicos en los ojos envejecidos son una reducción de la transmisión de la luz a través de los medios ópticos y un
incremento de la dispersión en los medios. Esto significa que las personas mayores pueden ser menos sensibles a la luz
central, lo cual puede reducir la visibilidad, y más sensibles a la luz periférica, la cual puede causar deslumbramientos. Proveer
de una adecuada iluminación, libre de deslumbramientos, es incluso más importante para los trabajadores mayores que para
las personas jóvenes.
Superficie de referencia
La superficie de referencia de un interior es la superficie donde se va a suministrar la iluminancia apropiada recomendada,
seleccionada de las tablas que se muestran al final de este capítulo. La superficie de referencia no necesita estar reducida a
un área de superficie única, sino que puede comprender un número de áreas separadas. Las especificaciones de iluminación
interior siempre deben incluir una definición clara de la superficie de referencia.
En interiores de trabajo, la superficie de referencia normalmente será el plano de trabajo. Para interiores donde las tareas no
están restringidas a lugares fijos, se considera que el plano de trabajo es el plano horizontal limitado por las paredes del
interior a una altura de 0’85 m. sobre el suelo. Para interiores donde las localizaciones de las tareas son conocidas y
claramente especificadas, la superficie de referencia puede consistir en áreas específicas de zonas de trabajo o áreas de
tareas.
Cuando la tarea no se realiza en un plano horizontal o está a una altura diferente, la superficie de referencia deberá tener
el ángulo del plano de la tarea y estar a la altura de la misma.
En interiores donde no se trabaja, la superficie de referencia puede ser el piso, la pared, o cualquier plano importante en el
mismo.
Uniformidad de iluminancia
La iluminancia proporcionada en la superficie de referencia por una instalación de iluminación nunca será totalmente
uniforme, ni en espacio ni en el tiempo.
Uniformidad en el espacio
La medida de la uniformidad de iluminancia sobre la superficie de referencia es la relación entre la iluminancia mínima y la
iluminancia media.
En el caso de iluminación general, la uniformidad de iluminancia en la superficie de referencia no debe ser menor de 0’8
para proporcionar posibles ubicaciones de tareas equivalentes en todo el interior.
En el caso de iluminación general localizada o iluminación de áreas generales, la iluminancia media en las áreas que rodean
las tareas no debe ser menor que un tercio del nivel para las áreas de tareas.
La relación entre las iluminancias medias para dos interiores adyacentes (por ejemplo, oficina y corredor) no debe exceder
5:1.
Uniformidad en el tiempo
La iluminancia media proporcionada por una instalación disminuirá gradualmente a lo largo del tiempo debido a la
depreciación del flujo luminoso de la lámpara y la acumulación de suciedad en las lámparas, luminarias y superficies de la
habitación.
Iluminación inicial: Es la iluminancia media cuando la instalación es nueva y las superficies de la habitación están
limpias. La iluminancia inicial debe ser elegida de acuerdo con los requisitos impuestos por el programa de
mantenimiento. Su valor no se debería utilizar para recomendaciones de iluminancia.
Iluminancia en servicio: Es la iluminancia media en todo el ciclo de mantenimiento sobre la superficie de referencia.
En algunos países se usa para recomendaciones de iluminancia.
Iluminancia de mantenimiento: Es la iluminancia media en la superficie de referencia durante el periodo entre dos
operaciones de mantenimiento, sustituyendo las lámparas y/o limpiando las luminarias y las superficies de la
habitación. En algunos países se usa para recomendaciones de iluminancia. En países donde la iluminancia
recomendada está en términos de iluminancia de servicio, la iluminancia de mantenimiento no debería llegar a caer
por debajo del 0’8 del valor recomendado.
10.3. Deslumbramiento
El deslumbramiento es la sensación producida por una luminancia exagerada dentro de un campo visual que altera la sensibilidad del
ojo, causando molestia, reduciendo la visibilidad o ambas cosas.
El deslumbramiento se puede producir en dos formas, que a veces ocurren en forma separada, pero que generalmente se
experimentan en forma simultánea. La primera se denomina deslumbramiento fisiológico (o perturbador), que reduce la capacidad
visual y la visibilidad pero no causa necesariamente molestias. La segunda se denomina deslumbramiento psicológico (o molesto),
que resulta molesto a la vista, pero que no necesariamente dificulta la observación de los objetos.
En la práctica de iluminación interior, el deslumbramiento psicológico (molesto) es probable que sea un problema mayor que el
deslumbramiento fisiológico (perturbador), y las medidas tomadas para controlar el deslumbramiento molesto tendrán en cuenta
también el deslumbramiento perturbador. La sensación de molestia experimentada por el deslumbramiento molesto tiende a
incrementarse con el paso del tiempo, y contribuye a la tensión nerviosa y a la fatiga.
El deslumbramiento, cualquiera que sea el tipo, puede ser directo o por reflexión. El deslumbramiento directo es el
deslumbramiento causado directamente por las luminancias de las fuentes de luz, tales como las lámparas, las luminarias y las
ventanas, que aparecen en el campo de visión del observador. El deslumbramiento por reflexión es el deslumbramiento
causado por las luminancias reflejadas desde las superficies con alta reflectancia, especialmente superficies especulares tales
como metales brillantes, salvo que éstas formen parte de la luminaria. El deslumbramiento por reflexión debería distinguirse de
otros tipos de reflexión que producen reducción del contraste de la tarea, y que se describen más correctamente como
reflexiones de velo (la luminancia alta es reflejada por la tarea hacia los ojos, velándola y reduciendo los contrastes de la
misma).
direcciones de los ojos. Por eso, una de las funciones de las luminarias es limitar la luminancia en las direcciones críticas a
un nivel aceptable.
L2 . w
E
G= 8 . log 2 ·
1+ Ed / 500
Ei + Ed
·
p2 R
donde:
G: índice deslumbramiento C.I.E.
Ed y Ei: iluminancias verticales en el ojo.
75
55
65
45
9 103 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Cd/m2 2 3
55
Diagrama 2 L
45
9 103 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Cd/m2 2 3
Diagrama 1 L
Figura 2. Diagramas de las curvas de luminancia para la evaluación del deslumbramiento directo.
Los diagramas de la Fig. 2 son diagramas de las curvas de luminancia para la evaluación del deslumbramiento directo. El
diagrama 1 es para aquellas direcciones de la visión paralelas al eje longitudinal de cualquier luminaria elongada y para
luminarias que no poseen paneles luminosos laterales observadas desde cualquier dirección. El diagrama 2 es para aquellas
direcciones de visión en ángulos rectos al eje longitudinal de cualquier luminaria con paneles luminosos laterales.
La limitación de luminancia requerida depende del tipo y orientación de la luminaria, del ángulo de apantallamiento, del
grado de aceptación o clase de calidad, y del valor de la iluminancia de servicio.
Tipo de luminaria
Los términos “laterales luminosos” y “elongada” utilizados para describir los tipos de luminaria se definen de la siguiente
manera:
- Laterales luminosos: Se considera que una luminaria posee laterales luminosos si tiene un panel lateral luminoso
con una altura de más de 30 mm.
- Elongada: Se considera que una luminaria es elongada cuando la relación entre la longitud y el ancho del área
luminosa es superior a 2:1.
Orientación de la luminaria
Al utilizar los diagramas de la Fig. 2 se debe considerar la distribución de la luminancia de la luminaria en dos planos
verticales: el plano C0-C180 y el plano C90-C270.
85° 85°
75°
γ
75°
γ
45° 45°
Cuando las luminarias se montan con el plano C0-C180 paralelo al eje del local, la distribución de la luminaria en dicho plano
se utiliza para controlar la limitación del deslumbramiento en la dirección longitudinal de la habitación, y la distribución de
la luminancia en el plano C90-C270 se utiliza para verificar la limitación del deslumbramiento en la dirección transversal a la
habitación.
Cuando las luminarias se montan con el plano C90-C270 paralelo al eje longitudinal del local, dicho plano se debe utilizar para
verificar la limitación del deslumbramiento en la dirección longitudinal de la habitación, y la distribución de la luminancia en
el plano C0-C180 para verificar la limitación del deslumbramiento en el sentido transversal de la habitación.
Para luminarias elongadas el plano C90-C270 se elige coincidente con (o paralelo a) el eje longitudinal de la/s lámpara/s.
Cuando dicho plano es paralelo a la dirección de la visión percibida se dice que la misma es longitudinal, en cambio cuando
el plano C90-C270 está en ángulos rectos a la dirección de la visión, se considera que la visión es transversal.
Ángulo de apantallamiento
Para aquellas luminarias en las cuales, al observarlas desde ángulos de 45º o más con respecto a la vertical, se pueden ver
las lámparas o partes de las mismas, se debe limitar no sólo la luminancia media de la luminaria según las curvas de la Fig.
4, sino también las lámparas deben estar bien apantalladas dependiendo de la luminancia de la lámpara y de la clase de
calidad elegida.
Los ángulos de apantallamiento requerido (Fig. 4 y 5) se muestran en la Tabla 2. Si el ángulo de apantallamiento es igual o
mayor que el tabulado, el deslumbramiento será de la clase especificada o mejor.
α α
α α
Figura 4. Ángulos de apantallamiento para varias luminarias.
Angulo de
apantallamiento
Tipos de fuentes
Se sabe por experiencia estadística que el umbral mínimo de luminancia es de 10-5 cd/m2, que el deslumbramiento aparece
a partir de 5.000 cd/m2 y que en ningún caso se debe pasar de 20.000 cd/m2. Para fines de control de deslumbramiento,
conviene dividir las fuentes en dos grandes grupos, es decir, las que tienen una luminancia por debajo de 20.000 cd/m2 y
las que tienen una luminancia por encima de este valor.
Las fuentes que están por debajo de los 20.000 cd/m2, incluyen todos los tipos normales de lámparas fluorescentes. Las
luminarias para este grupo de fuentes emplean, para el control del deslumbramiento, materiales translúcidos y el
apantallamiento. En algunas circunstancias la luminancia de la lámpara es lo suficientemente baja para permitir emplearla
desnuda.
El grupo de fuentes por encima de 20.000 cd/m2 incluye la mayor parte de las lámparas de tipo compacto, con filamento
incandescente y las variedades de descarga gaseosa. Aunque los dos métodos de control de deslumbramiento mencionados
antes se emplean en lámparas de baja potencia, el método de apantallamiento se emplea casi exclusivamente para controlar
el deslumbramiento en los tipos más potentes, en casos de alumbrado industrial; y en tales casos, debe de tenerse en
cuenta tanto la iluminancia en el ojo del espectador como la luminancia. Por esta razón, se debería contar con el flujo que
sale y la altura del montaje al calcular ángulos de apantallamiento convenientes para fuentes de esta clase.
Relación a/h
En lugar del rango adecuado de los rangos críticos, se puede utilizar un rango de relaciones a/h críticas, donde “a” representa
la distancia horizontal y “h” la distancia vertical entre el ojo del observador y la luminaria más lejana (Fig. 6). Estos valores
están representados al lado derecho de los diagramas de deslumbramiento.
γ Zona de la visión
crítica
45° hs
1,20 m.
a
tan γ =
hs
Valores de luminancia
La distribución de la luminancia de las luminarias en los planos C0-C180 y C90-C270 son los valores iniciales. La luminancia
media de la luminaria en una dirección dada se puede calcular como el cociente entre la intensidad luminosa en dicha
dirección y el área luminosa aparente.
Las curvas de limitación son válidas para:
- Iluminación general.
- Líneas de visión predominantemente horizontales o hacia abajo.
- Reflectancias de al menos 0’5 para cielos rasos y paredes, y de por lo menos 0’25 para el mobiliario.
Para un techo luminoso, la limitación del deslumbramiento será suficiente siempre y cuando la luminancia en los ángulos
mayores de 45º no exceda de 500 cd/m2.
Es aconsejable utilizar este método sólo en interiores de trabajo. En otras situaciones, es decir en lugares públicos, vestíbulos
y entradas, se puede requerir iluminancias mayores ya que en esos lugares las fuentes de luz sirven como un elemento de
animación.
Nuevo desarrollo
Un nuevo desarrollo en el área de los sistemas de deslumbramiento es el Sistema de Índice del Deslumbramiento Unificado
(UGR, Unified Glare Rating) C.I.E., que es un nuevo sistema de evaluación para el deslumbramiento psicológico en la
iluminación interior. Aunque todavía no ha sido aprobado internacionalmente, este sistema se puede adoptar para uso
general.
Fórmula UGR
La fórmula para calcular el valor de UGR es la siguiente:
UGR= 8 . log
E0,25
Lb
·
L2 . w
p2 R
donde:
Lb = luminancia de fondo (cd/m2).
L = luminancia de las partes luminosas de cada luminaria en la dirección del ojo del observador (cd/m2).
= ángulo sólido trazado por las partes luminosas de cada luminaria en el ojo del observador
(estereorradián).
p = índice de posición para cada luminaria, que se relaciona con el desplazamiento de la zona de visión
(índice de posición Guth para cada luminaria)
La evaluación más exacta del deslumbramiento se logra mediante la aplicación directa de la fórmula UGR para la
instalación considerada, para la cual se requiere un programa de ordenador.
Tablas UGR
Se puede obtener un valor de UGR más simple aunque no tan exacto utilizando las tablas de deslumbramiento UGR
estándar. Estas tablas proporcionan el valor UGR calculado para diferentes situaciones estándar y para distintos tipos
de luminarias.
Una desventaja de estas tablas es que no es posible clasificar las luminarias. Por esta razón, se han desarrollado las
curvas de limitación UGR.
Curvas de limitación UGR
Las curvas de limitación del deslumbramiento calculadas utilizando el método UGR son ligeramente diferentes a las
curvas de limitación del deslumbramiento C.I.E. descritas anteriormente. Las mismas comprenden cinco líneas en
lugar de ocho, y el rango de luminancias abarcado es considerablemente mayor.
UGR C= 0-180
C= 90-270
13 16 19 22 25 28
85º
80º
75º
70º
γ 65º
60º
55º
50º
45º
2 3 4 5
8 10 2 3 4 5 6 8 10 2 3 4 5 6 8 10 2 3 4 5 6 8 10 2
2
L (cd/m )
Figura 7
El rango del índice del deslumbramiento se extiende de 13 a 28 en escalones de 3 unidades, siendo éste el menor aumento
que proporciona un cambio significativo en la sensación de deslumbramiento psicológico.
Otra diferencia es que con esas curvas la clasificación de la luminaria es independiente de la iluminancia. Gracias a las curvas
se pueden clasificar las luminarias. Sin embargo, no son tan exactas como las tablas, ya que sólo consideran el efecto de la
luminaria y no el de toda la instalación.
eficaces y reducen, materialmente, las sombras, reflejando una cantidad significativa de luz difusa dentro de áreas sombreadas. Las
sombras con bordes suaves se obtienen con fuentes de áreas grandes tales como luminarias de lámparas fluorescentes o sistemas de
iluminación indirecta.
5.000
500
50
5
2.000 2.500 3.000 4.000 5.000 10.000
TEMPERATURA DE COLOR ºK
El índice de reproducción cromática (IRC) tiene transcendental importancia en la calidad de la luz, siendo de primera
magnitud en actividades donde la óptima reproducción cromática es imprescindible (ver capítulo 4).
cd/m2
10000
5000
Luminancia permitida para
2000 luminarias de iluminación general
1000
500
30
Luminarias Luminarias
20 limpiadas limpiadas
cada cada
10 12 meses 12 meses
0
1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000 7.000 8.000 9.000
Horas de trabajo
Fallo de la lámpara
El promedio de vida de la lámpara depende del tipo de lámpara utilizado y, en el caso de lámparas de descarga, del ciclo
de encendido. Los fallos en las lámparas causan no sólo una reducción en los niveles de iluminancia, sino que también
pueden ocasionar una reducción inaceptable en el grado de uniformidad de la iluminación.
A.L
Relación del local =
h . (A + L)
- Para luminarias indirectas y semi-indirectas:
3.A.L
Relación del local =
2 h . (A + L)
.
En ambas fórmulas:
A = Ancho del local (m.).
L = Longitud del local (m.).
h = Altura de montaje (m.). Se considera la distancia que hay desde la luminaria hasta el plano útil o de
trabajo.
La altura del local, H, es suma de la cota de suspensión de la luminaria, C, más la altura de montaje, h, y más los
0’85* m. a los que está el plano de trabajo del suelo.
Como H y C son datos previos de la instalación, se calcula la altura de montaje mediante la fórmula:
h = H – C – 0’85 (m.)
Ambiente de trabajo Fm
Acerías, fundiciones 0’65
Industrias de soldadura, mecanizado 0’70
Oficinas industriales, salas 0’75
Patios de operaciones, locales públicos 0’80
Despachos, oficinas comerciales, informáticas 0’85
Tabla 3
* Distancia a la que está el plano de trabajo del suelo según la NTE (Norma Tecnológica de Edificación).
donde:
. N . . fu . fm
Ems =
S
Talleres de montaje
Fábricas de indumentaria
Industria eléctrica
Industria alimenticia
Fundiciones
Talleres metalúrgicos
Fábrica de papel
Impresiones y encuadernaciones
Industrias textiles
Oficinas
Escuelas
Negocios y tiendas
Edificios públicos
Casas
Hoteles y restaurantes
Hospitales
ILUMINACIÓN POR
PROYECCIÓN
11.1. Generalidades
El Comité Internacional de Iluminación (C.I.E.) define la iluminación por proyección como: La iluminación de un lugar (escena, área)
o de un objeto, por medio de proyectores, a fin de aumentar fuertemente su iluminación en relación con los alrededores.
Hay un gran número de campos de aplicación totalmente diferentes y de sistemas de iluminación a los cuales se les aplica
ordinariamente el término “iluminación por proyección” (también se utilizan los de iluminación dirigida o por inundación). La técnica
común a todas las instalaciones de iluminación por proyección consiste en el uso de proyectores para obtener un aumento de la
iluminancia de una superficie con respecto a sus alrededores.
Esta importante rama de la técnica de la iluminación es la más ligada quizás al desarrollo de los países y está teniendo un general e
importantísimo incremento.
La escala de aplicaciones abiertas a la iluminación dirigida con propósitos decorativos y utilitarios es amplia y variada. Sin embargo,
las más importantes se enumeran a continuación:
- Iluminación utilitaria (grandes áreas de trabajo).
- Iluminación decorativa (edificios, monumentos, puentes, parques y jardines).
- Iluminación deportiva.
Cada caso, en iluminación por proyección o con proyectores, es un problema a resolver en particular, y a veces precisaremos haces
muy estrechos, de gran intensidad en candelas, para poder llegar a zonas u objetos situados a grandes distancias, mientras que otras
veces precisaremos determinados ángulos de apertura para lograr buena uniformidad en la iluminación de la zona o campo,
ajustándonos en lo posible a sus límites geométricos.
Si añadimos la enorme variedad que pueden presentar las tres variables más importantes que intervienen en todos los casos (tipo
de área, situación geométrica de los equipos de alumbrado y condiciones del entorno o alrededores) deducimos fácilmente que es
prácticamente imposible establecer una normalización. Únicamente en la mayoría de los casos de iluminación deportiva (unificación
de dimensiones, reglas de juego, etc.), es factible el establecimiento de normas generales, aún cuando admiten numerosas variantes.
Por tanto, para ayuda del técnico que ha de realizar el estudio o proyecto de la instalación, sólo podemos proporcionarle las más
importantes reglas básicas, recomendaciones, tablas o datos a tener en cuenta, contando siempre con su justo criterio a la hora de
suplir deficiencias.
Recopilación de datos
Es la base fundamental para tomar decisiones posteriores. Cuanto más datos, planos, observaciones, posibilidad de los
emplazamientos, horas de encendido, previsión de acumulación de suciedad, alrededores de la zona, calles, cruces,
carreteras o vías próximas, centros de alimentación, posibilidades del presupuesto, etc., tomemos, tanto mejor.
- En iluminación de seguridad, protección o producción, hemos de tomar nota de las horas de encendido, necesidades en
horas punta, deslumbramientos, contrastes favorables, condiciones atmosféricas, etc.
- En iluminación decorativa o arquitectónica, no hemos de olvidar posibles efectos de color, sombras y contrastes, ángulos
de proyección, reflectancia de la superficie, brillos de los alrededores, etc.
- En iluminación deportiva, nos fijaremos preferentemente en las posibles exigencias en iluminación vertical, en evitar
sombras y deslumbramientos a los usuarios o al público, contrastes y clase o carácter del juego (competición, club,
entrenamiento, recreo, etc.).
Determinación de la iluminancia
En el caso de no sernos dada, hemos de fijar el nivel recomendable, teniendo en cuenta todas las particularidades y con
ayuda de las tablas que aparecen a lo largo y al final de este capítulo.
Pero no sólo ha de tenerse en consideración el nivel luminoso mínimo para una percepción correcta del objeto (facilitada
siempre por la extraordinaria capacidad de adaptación del ojo humano), sino también se ha de procurar evitar la más leve
fatiga visual de las personas sometidas durante largos periodos de tiempo a la acción de la iluminación artificial. Con ello
podemos evitar accidentes o merma de facultades.
Generalidades
Altura de columnas
Para calcular la altura de las columnas (torres o postes) sobre las que se montarán los proyectores de forma que no se
produzca un deslumbramiento directo, se utilizará el ábaco de la Fig. 2. Hay que tener en cuenta que con alturas excesivas
se eleva considerablemente el costo de las columnas, mientras que a alturas más bajas el número de columnas, lámparas
y luminarias se vuelve muy alto. Sin embargo, si hay construcciones relativamente altas en distintas posiciones dentro del
área, se deben utilizar alturas de montaje inferiores a aquellas mostradas en el ábaco, para evitar que arrojen sombras
fuertes sobre el área. Cuando el énfasis se pone en ahorrar espacio y en la flexibilidad del uso del área, las columnas
empleadas deben superar los del ábaco, ya que al aumentar la altura, aumenta también el espacio permisible, y por lo tanto
disminuye el número de obstrucciones en forma de columnas.
Figura 1
ALTURA DE MONTAJE
. . m. 5 m. 8 m. 1 m. 4 m. 7 m.
DISTANCIA DE LAS COLUMNAS AL BORDE DE LA ZONA A ILUMINMAR
6m 9 m 12 1 1 2 2 2
0 m. m.
30
m.
6 m. 33
m.
12 m. 36
m.
39
ALTURA DE MONTAJE
18 m.
m.
42
24 m.
m.
45
30 m. m.
48
36 m. m.
51
42 m. m.
54
48 m. m.
57
m.
54 m. 60
60 m.
0 m. 20 m. 40 m. 60 m. 80 m. 100 m. 120 m. 140 m.
ANCHO TOTAL DE LA SUPERFICIE A ILUMINAR
Figura 2
Niveles de iluminación
Se debe definir, al menos, el nivel requerido en el plano horizontal (iluminancia horizontal). A veces también se debe
controlar la iluminancia vertical (por ejemplo, donde se llevan a cabo tareas de lectura donde se deben inspeccionar o
mover mercancías).
Los niveles y uniformidades de iluminación necesarios dependen de la dificultad de la tarea visual por un lado y del grado
de eficiencia y seguridad requeridos por el otro. En la Tabla 1 se indican los requerimientos de nivel y uniformidad para
diferentes categorías de áreas.
Deslumbramiento
El grado del límite de deslumbramiento requerido depende, por supuesto, de la categoría del área en cuestión (C.I.E.:
Sistema de evaluación del deslumbramiento para iluminación de áreas y deportes exteriores).
En general, el deslumbramiento molesto se reducirá con el aumento de la altura de montaje. Elegir bien los proyectores y
tener especial cuidado al apuntarlos también puede ayudar a mantener el deslumbramiento al mínimo. A veces, cuando el
deslumbramiento es crítico, se deben colocar celosías especiales a las luminarias.
Lámparas
Las lámparas de descarga de alta intensidad se recomiendan como apropiadas para la iluminación por proyección de áreas.
Las lámparas usadas con mayor frecuencia son las de descarga de Sodio a Alta Presión, y las de Halogenuros Metálicos, a
pesar de que cuando la discriminación de color no es necesaria y los niveles de iluminación no excesivamente elevados, la
lámpara de descarga de Sodio a Baja Presión ofrece una buena solución.
Dirección de observación
Normalmente hay varias direcciones desde las cuales puede observarse un edificio, pero en general se puede considerar
una en particular como la dirección principal de observación.
Distancia de observación
La distancia de observación es importante, ya que determinará la cantidad de detalles visibles sobre la estructura que se
ilumine.
Alrededores y fondo
Si los alrededores y el fondo de una estructura son oscuros, se necesita una cantidad de luz relativamente pequeña para
que la estructura destaque contra el fondo. Si hay otros edificios iluminados por proyección en las cercanías, o edificios con
ventanas iluminadas, o un fondo con brillo, éstos darán una fuerte impresión de luminancia. Entonces se necesitará más
luz para que la iluminación por proyección produzca el impacto deseado. Otra solución puede ser la de crear contrastes de
colores, en vez de diferencias de luminancias.
Obstáculos
Los árboles y las rejas que rodean un edificio pueden formar un elemento decorativo de la instalación. Una forma atractiva
de hacerlo es colocar las fuentes de luz delante de ellos. Esto tiene dos ventajas: primero, las fuentes de luz son invisibles
para el observador y, segundo, los árboles y rejas se ven como siluetas contra el fondo iluminado de la fachada, lo que
aumenta la impresión de profundidad.
B
B
A
A
B
A
Figura 3
También debemos tener en cuenta que elementos salientes o voladizos (como balcones), muros o balaustradas pueden
enriquecer la apariencia de una fachada, si se les incluye en el esquema de iluminación. En este caso, los proyectores deben
colocarse a cierta distancia de la fachada, para evitar que resulten sombras excesivamente duras. Si no hubiese espacio para
esto se podrían utilizar pequeños proyectores, como iluminación complementaria, colocados en el mismo voladizo (Fig. 4).
Elementos entrantes o cóncavos, como galerías o balcones, quedarán en sombra al colocar proyectores a poca distancia de
la fachada. En estos casos se puede utilizar iluminación complementaria, colocada en las mismas partes entrantes. La luz
de otro color puede ser apropiada para este fin. Una iluminación por proyección, colocada a una mayor distancia, produce
menos sombras y elimina la necesidad de la iluminación adicional.
Figura 4
Algunas de las muchas alternativas para colocar las fuentes luminosas son: en los postes de alumbrado público o en postes
expresamente colocados para este fin; en el tejado de un edificio vecino; en soportes fijados en la misma fachada o en el
suelo, detrás de muros bajos, setos o arbustos.
Los niveles de iluminación recomendados son aquellos necesarios para crear una luminancia de 4, 6 ó 12 cd/m2 sobre la
fachada cuando los alrededores están pobremente iluminados, bien iluminados o con mucho brillo respectivamente. Los
valores son válidos para lámparas de filamento de wolframio de 2.800 K y para superficies de edificios limpias. Los
coeficientes de corrección que se muestran son multiplicadores.
Es obvio que estas diferencias de las propiedades de reflexión de la superficie del material hace, en cada caso, necesaria una
iluminación diferente para cada fachada para obtener la luminosidad deseada. Incluso, la cantidad de suciedad en la fachada
es importante; el factor de reflexión de una fachada limpia puede ser más del doble que el de la misma fachada sucia.
Los alrededores tienen una poderosa influencia en el efecto producido por los edificios iluminados por proyección. Por
ejemplo, si cerca del conjunto tenemos un lago, río, canales, etc., éste queda muy realzado cuando se producen reflexiones
de sus edificios en el agua.
Las catedrales, iglesias, castillos, edificios públicos, puentes y monumentos antiguos son ejemplos de edificios que
generalmente responden bien a la iluminación por proyección; algunos edificios industriales y comerciales pueden ser
iluminados por proyección como una ventaja para ellos mismos y los alrededores.
Figura 9
11.3.3. Monumentos
Los monumentos deberían ser iluminados por proyección de una manera que indique su carácter, edad y, donde sea
factible, su significado histórico.
Los proyectos de iluminación por proyectores para monumentos son similares, en general, que aquellos para edificios
históricos. Deberían tomarse informes sobre los efectos de la erosión y, si los techos y muros han sido destruidos, o
parcialmente destruidos, la iluminación debería diseñarse para conseguir un efecto sin una causa aparente (Fig. 10).
Figura 10
Los proyectores para iluminación por proyección de castillos en ruinas y monumentos similares deberían diseñarse para
enfatizar el carácter macizo de las estructuras y revelar la forma de las torres y otros elementos prominentes (Fig. 11).
Figura 11
La importancia histórica de un monumento puede ser indicada por luz de color; por ejemplo, la luz azul quizá pueda usarse
para crear un aire de misterio, y la luz roja para indicar el escenario de una batalla.
El esplendor y la magnificencia de un monumento puede ser manifestada al máximo sólo por una estrecha y continua
cooperación entre el arquitecto del proyecto, el ingeniero de iluminación y, donde sea apropiado, el arqueólogo, cuyo
principal interés es la conservación del monumento. El equipo de iluminación no debería fijarse a la estructura del edificio
a menos que se tenga un permiso especial.
Figura 12
- La forma y los principales elementos del puente deben ser visibles desde una distancia considerable. A menudo es
deseable, para puentes de carreteras, incluir los accesos en el proyecto de iluminación para que sea visto como una parte
de la carretera y no como un elemento aislado del conjunto; las luminarias decorativas para iluminar calzadas deberían ser
tratadas como parte del diseño de iluminación.
- La conveniencia de que un puente sea iluminado por proyección depende de los alrededores, las principales direcciones
y las distancias de observación, la importancia de la estructura y arquitectura del puente, su importancia en el decorado
nocturno, y los materiales con los que ha sido construido.
- Los puentes de piedra y hormigón armado, generalmente responden bien a la iluminación por proyección, pero puede
ser difícil mostrar la forma y los detalles de los puentes de hierro y acero por este medio, debido a la baja reflectancia y
la pequeña área proyectada de los miembros de la estructura. Sin embargo, se pueden usar otros métodos: por ejemplo,
la iluminación con guirnaldas, con lámparas sujetas a los cables y cadenas, ha sido usada en algunos puentes colgantes
con satisfacción, pero el mantenimiento efectivo puede ser difícil.
- La iluminación no debería distraer la atención del tráfico (rodado, vial o marítimo) que pasa sobre o debajo del puente; si
se emplea iluminación de colores se debe tener especial cuidado para evitar la confusión con las señales de tráfico.
- La iluminancia necesaria para mostrar de forma efectiva el puente dependerá principalmente del tipo de puente, los
alrededores (incluyendo la iluminación del distrito) y la reflectancia de los materiales de construcción. Cuando se ha
decidido el tipo de sistema de iluminación y la ubicación de los proyectores, su tipo, número y potencia puede ser
estimada usando el programa de cálculo INDALWIN. Después de que el sistema de iluminación ha sido instalado, los
efectos deberían ser valorados de forma crítica, y los ajustes hacerlos a pie de obra.
- Los lados de un puente de piedra, o similar, que cruza un valle, desmonte o río a menudo pueden ser convenientemente
iluminados por proyectores rectangulares asimétricos montados en una o ambas orillas. Si la luz es dirigida desde uno de
los lados principalmente, los arcos, estribos, contrafuertes y las balaustradas serán enfatizados por las sombras coherentes
que se forman; sin embargo, quizás este sistema no se puede aplicar si el puente es muy largo. Preferiblemente, los
proyectores deberían ser montados debajo de la plataforma del puente para minimizar el deslumbramiento al tráfico y a
los peatones que pasan sobre o debajo del puente (Fig. 13). Los proyectores que, por razones prácticas, deben ser
montados por encima de la altura del puente, deberían estar convenientemente orientados para que el deslumbramiento
sea restringido tanto como sea posible. Los puentes de este tipo quizá puedan ser iluminados también con luminarias
montadas en o contiguas al puente y ocultadas de los ángulos de observación normales, o por una línea continua de
luminarias fluorescentes a prueba de lluvia montadas en el parapeto.
Figura 13
Este último sistema puede ser aplicado para la iluminación de puentes de peatones, usando luminarias que dirijan parte de la
luz a la acera y parte a los lados del puente. A menudo, la apariencia de un puente abovedado es mejorada si la parte inferior
de los arcos es iluminada, preferentemente con luz de diferente color a la usada en los lados del puente; se produce un efecto
muy dramático dejando los lados sin iluminar (en la oscuridad). Es difícil, excepto para iluminación festiva, delinear los cables
y cadenas de los puentes colgantes, pero sus torres de sujeción pueden ser generalmente iluminadas por proyectores con gran
ventaja, usando proyectores circulares simétricos con haz estrecho, montados en o contiguos al puente y apuntados hacia arriba.
La iluminación de la zona del puente que soporta tráfico rodado se realiza normalmente con luminarias de alumbrado público.
Iluminación de árboles
Figura 14
Las luminarias pueden iluminar el follaje desde cierta distancia o colocarse próximas al tronco, iluminando sus ramas
desde abajo (Fig. 14). La primera técnica es apropiada para árboles con follaje muy denso, mientras que el otro tipo de
enfoque es apropiado para árboles de poco follaje. Pueden lograse efectos hermosos utilizando luces de diferentes
colores (Fig. 15).
Figura 15
Si no se desea una iluminación superior frontal o vertical, o no es aplicable, los árboles florecidos o con ramas desnudas se
pueden proyectar contra una pared, cerco o enrejado blancos o de colores claros. Otro efecto sutil visualmente más
interesante que la iluminación de frente, se puede obtener iluminando los árboles y arbustos desde atrás.
Pero en la mayoría de los casos, los proyectores deberían colocarse entre el público y los objetos a iluminar. Se puede evitar
el deslumbramiento colocando pantallas a los proyectores, a pesar de que la mayoría de los jardines cuentan con
abundantes lugares para ocultarlos, tales como arbustos, troncos de árboles o cepas, rocas, cercas, paredes pequeñas, etc.
Alternativamente, puede ser posible empotrar los proyectores en el piso (en este caso hay que tener en cuenta la posibilidad
de drenaje).
En general, no es económico ni práctico iluminar más que unos pocos árboles del parque; y por razones estéticas, la
iluminación uniforme por proyección de la totalidad de un área es pocas veces satisfactoria. Los árboles que sean elegidos
deberían ser importantes y especies hermosas, y que estén en posiciones donde den profundidad y delicadeza al paisaje.
11.4.1. Generalidades
El objetivo de iluminar instalaciones deportivas ya sean interiores o exteriores es ofrecer un ambiente adecuado para la práctica y
disfrute de actividades deportivas por parte de jugadores y público. Lógicamente, las exigencias variarán según el tipo de instalación
(recreo, entrenamiento o competición) y el nivel de actividad (amateur, profesional o retransmisión por televisión).
Jugadores y árbitros
Los jugadores (deportistas) y árbitros (jueces) deben poder observar claramente todo lo que sucede en el área de juego
para poder realizar la actividad deportiva en las mejores condiciones posibles.
Espectadores
Los espectadores deben poder seguir la actividad de los deportistas y la acción del deporte realizando el menor esfuerzo.
El entorno de visión debe ser agradable, lo que significa que no sólo se debe poder ver la pista o área de juego, sino también
los alrededores inmediatos. La iluminación debe ayudar al espectador a ingresar a la instalación deportiva y salir de ella de
forma segura. Este aspecto de seguridad es muy importante para el público.
Continuidad de cobertura
Para cumplimentar los requisitos de continuidad de cobertura de la T.V. en caso de producirse un fallo en el sistema de
iluminación normal, generalmente se instala un sistema de alimentación secundario capaz de proporcionar un nivel de
“iluminación de T.V. de emergencia”.
Iluminación horizontal
El área iluminada donde se desarrolla la actividad deportiva es la parte principal del campo de visión de los deportistas y
los espectadores, por lo tanto, la iluminancia en este plano horizontal al nivel del suelo sirve principalmente para establecer
el estado de adaptación de la visión. Debido a eso, y debido a que el área de juego iluminada sirve como fondo visual, es
importante que el mismo tenga una adecuada iluminancia horizontal para conseguir crear el contraste correcto con el fondo.
También es importante la iluminancia horizontal en las áreas de circulación, como por ejemplo la iluminación anti-pánico
que se utiliza en caso de producirse un fallo en el sistema de iluminación normal, para asegurar el movimiento de los
espectadores al ingresar y al salir del campo deportivo.
Las iluminancias medias recomendadas en la Tabla 4 son valores mantenidos. Es decir, son los valores que se deben
alcanzar durante el periodo de operación de una instalación. Para alcanzar los valores iniciales requeridos, los valores
mantenidos se deben multiplicar por el inverso del factor de mantenimiento (fm).
Iluminancia vertical
Es importante que exista un contraste suficiente a través del cuerpo del deportista para identificarlo. Esto se obtiene sólo si
alcanza luz suficiente a los planos verticales, ya que esta iluminancia es esencial para reconocer objetos.
La iluminancia vertical se caracteriza por la magnitud y la dirección. Para los deportistas, es importante una iluminancia
vertical desde todas las posiciones, mientras que para los espectadores y las cámaras que ocupan una posición
determinada, se debe considerar sólo la iluminancia vertical hacia dichas posiciones. En el caso de las cámaras con distintas
posiciones, se debe tener en cuenta la iluminancia vertical sobre los cuatro planos laterales del campo.
En la práctica, la iluminancia vertical requerida para deportistas y espectadores se obtiene automáticamente si se cumplen
los requisitos de iluminancia horizontal. Por lo tanto, en la práctica, la iluminancia vertical, que se debe medir a una altura
de 1’5 metros sobre el área de juego, es sólo un criterio de diseño cuando se considera la cobertura televisiva, ya que tiene
una influencia mayor en la calidad de imagen.
La iluminancia vertical no sólo debe asegurar el reconocimiento de un deportista o la calidad de imagen, sino que los
espectadores y deportistas puedan seguir fácilmente una pelota, aro, etc., que vuela sobre el campo de juego.
Los espectadores y las tribunas forman parte del medio visual de la cámara. Por lo tanto, para las tribunas también se debe
Uniformidad de iluminancia
Es importante una buena uniformidad de iluminancia en los planos horizontales y verticales. Evita problemas de adaptación
para jugadores y espectadores, y elimina la necesidad de ajustar continuamente las cámaras en las diferentes direcciones
de la visión. Si la uniformidad no es suficientemente buena, existe la posibilidad (especialmente con cámaras de televisión)
de que una pelota o jugador no se vea claramente en ciertas posiciones del campo.
La uniformidad se puede expresar como la relación entre la iluminancia mínima y la iluminancia máxima (U1) o como la
relación entre la iluminancia mínima y la iluminancia media (U2).
Para que las cámaras puedan obtener las mejores condiciones visuales posibles, la relación entre la iluminancia media en
el plano horizontal y la iluminancia media en el plano vertical debe, en general, mantenerse entre 0’5 y 2.
Deslumbramiento
El deslumbramiento, que ocurre si un área de brillo molesto se aproxima o penetra en el campo de visión, produce un
efecto molesto en la visión de los deportistas y espectadores.
El deslumbramiento se puede minimizar prestando cuidadosa atención en la elección de los proyectores o luminarias, y
asegurándose que los mismos estén bien enfocados, teniendo en cuenta las principales direcciones de visión.
EE R R
0,9
Lvl
GR = 27 + 24 . log
Lve
donde:
Lvl = luminancia de velo producida por las luminarias.
Ε ojo,i
Lvl =
Φi 2
donde Eojo,i es la iluminancia en el ojo producida por la fuente de luz (lux) i, y i es el ángulo entre la dirección de la visión
y la dirección de la incidencia de luz desde la fuente de luz i (grados).
Lve = luminancia de velo producida por el medio.
Lve se puede aproximar desde la iluminancia media horizontal del área donde se realiza la actividad deportiva, Ehav, utilizando
la fórmula:
p
Lve = 0,035 . Ehav .
Para Lvl las fuentes de luz son las luminarias, mientras que para Lve el campo y los alrededores luminosos se consideran
como un número infinito de pequeñas fuentes de luz.
Es necesario calcular GR para las posiciones más críticas del observador, definidas en la Fig. 16. para un campo de fútbol.
1A
5 1 10
300 m. 300 m.
1/4 A
1/2 A
4 3 2 8 9
1/4 A
7
6 11
1/4 B
1/2 B
1B
Figura 16
Actualmente, las asociaciones deportivas internacionales están introduciendo sus propias normas de GR y la luminancia de velo.
Deslumbramiento externo
Antiguamente el deslumbramiento se consideraba sólo para los deportistas y espectadores que se encontraban en o muy
cerca de área iluminada. Sin embargo, en el caso de un deporte al aire libre, la luz dispersa de la instalación puede resultar
molesta para los espectadores que se encuentran fuera del complejo: por ejemplo, para el tráfico en vías adyacentes y para
aquellas personas que viven en las proximidades.
Actualmente la C.I.E. está estudiando un parámetro directo para cuantificar dicha molestia. Esto se relaciona directamente
con las cualidades ópticas de los proyectores empleados, lo que significa que para evitar este inconveniente, se deben
seleccionar los proyectores basándose en la limitación de luz dispersa fuera del haz principal. Los mismos deben ser
montados y enfocados de forma adecuada.
Recomendaciones
El índice de deslumbramiento, o GR, aunque no está especificado en las recomendaciones, es de hecho importante para
todas las instalaciones de iluminación deportiva. Debe coincidir con los valores GR establecidos en la publicación C.I.E. nº 83.
El valor GR calculado depende parcialmente de la reflectancia del área donde se desarrolla la actividad deportiva. Para
canchas de césped, se presume generalmente una reflectancia difusa de alrededor de 0’15 a 0’25.
El valor GR se debe determinar para las posiciones del observador patrón del deporte en cuestión a una altura de 1’5 metros
sobre el área donde se desarrolla la actividad deportiva, con el observador viendo a todos los puntos de malla a nivel del
suelo. En el caso de una instalación al aire libre, se debe calcular el efecto de la luz dispersa fuera del precinto a una distancia
de 300 metros desde el centro del área. Esto significa que se debe calcular la luminancia de velo a una altura de 1’5 metros
sobre el suelo para las cinco posiciones más extremas.
Modelado y sombras
El modelado es la capacidad de la iluminación para revelar formas y texturas. La misma es particularmente importante para
proporcionar una visión general de los deportistas, jugadores, pelota u otros elementos, y espectadores que se encuentran en el área
donde se desarrolla la actividad deportiva o cerca de la misma.
La eficacia del modelado depende de las direcciones desde las cuales proviene la luz y el número y tipo de fuentes utilizadas. El
modelado puede ser “duro”, producido con sombras profundas, por ejemplo mediante proyectores de haz estrecho y simple; o
“chato”, resultado de una iluminación sin sombra desde, por ejemplo, un techo luminoso. Ninguno de estos extremos es aconsejable;
sin embargo, para el último caso, es posible adicionar algunos pequeños proyectores para mejorar el modelado.
Las imágenes de televisión de buena calidad requieren un buen modelado por el alumbrado. Por lo tanto, para limitar la longitud y
dureza de las sombras proyectadas por los deportistas donde se emplea una disposición de proyectores asimétrica, hasta un 60%
del flujo total instalado puede provenir desde el lado de la cámara principal y un 40% o más desde el lado opuesto.
Proyectores
Los proyectores se clasifican de acuerdo a su distribución de luz:
Proyectores circulares (Fig. 17)
Existen dos tipos de proyectores circulares empleados en la iluminación deportiva por proyección:
a) Con un haz simétrico en forma cónica. Pueden tener un haz estrecho o un haz ancho.
b) Con un haz levemente asimétrico en el plano vertical. Pueden tener un haz estrecho, mediano, ancho y muy ancho.
Los proyectores circulares requieren el uso de una fuente de luz más o menos concentrada, tal como un tubo de descarga
corto de una lámpara de descarga de alta intensidad. Cuando no se enfoca verticalmente hacia abajo, el haz cónico emite
un modelado de luz elíptica o casi elíptica sobre el campo (Fig. 17).
Los proyectores rectangulares se utilizan junto con fuentes lineales tales como lámparas de descarga tubulares y halógenas.
El haz con forma de abanico produce sobre el área donde se practica la actividad deportiva un modelo de luz muy
trapezoidal (Fig. 18).
Cuando los proyectores rectangulares se montan en forma no muy separada sobre los lados de un área deportiva (disposición
normal para un área pequeña) ofrecen dos ventajas sobre la unidad circular: la distribución de luz es más uniforme y el desperdicio
de luz es menor (Fig. 19). El proyector circular, sin embargo, es más eficiente que la unidad rectangular cuando se utiliza en las cuatro
esquinas, disposición diagonal (Fig. 20), siempre y cuando se utilicen varias unidades por columna.
Para todos los tipos de proyectores rectangulares simétricos se puede utilizar un dispositivo de apantallamiento especial, o
louver, siempre que el proyector esté enfocado en una dirección que produzca deslumbramiento. Dichos proyectores están
diseñados de manera tal que la intensidad máxima no está en el centro del haz, sino que se desplaza hacia un lado. La
disminución de la intensidad luminosa en cada lado del eje del haz está dispuesta de manera tal que cuando enfoca en un
punto determinado sobre la superficie, produce una iluminancia horizontal más o menos uniforme.
Para limitar el deslumbramiento, las intensidades disminuyen rápidamente desde cierto ángulo de incidencia de luz,
haciendo que la distribución de luz sea todavía más asimétrica.
Cuando el deslumbramiento pueda producir una molestia importante a las personas que se encuentran fuera del área
donde se practica la actividad deportiva, las intensidades luminosas fuera del haz actual deben ser lo más bajas posibles.
Para esta aplicación se recomienda un proyector que pueda distribuir la luz totalmente debajo del plano horizontal.
Cálculos de iluminación
Es muy común en la práctica utilizar programas de ordenador (INDALWIN) para diseñar instalaciones de iluminación
deportiva. Los resultados del programa muestran los valores cuantitativos de la mayoría de los parámetros, tales como
iluminancias verticales y horizontales, relaciones de uniformidad e índices de deslumbramiento.
γ
γA
γ
A ε
Figura 21
Matriz de cálculo
Como la distancia entre los puntos de la matriz es relativamente pequeña, el valor que se muestra en cada punto representa
el área que rodea dicho punto (Fig. 22.). Los tamaños de matriz comúnmente empleados son:
- de 1 a 2 m.: Para pequeñas áreas de juego.
- de 5 m.: Para fútbol, hockey o rugby.
Para especificar las iluminancias horizontales, la matriz debe estar a nivel del suelo, mientras que para especificar las
iluminancias verticales generalmente está a 1’5 m. sobre dicho nivel.
1/2 Sx Sx
1/2 Sy
Sy
Figura 22
Las posiciones del observador patrón y las direcciones de observación o visión empleadas al realizar los cálculos de
deslumbramiento se definen en la matriz.
Posiciones de la cámara
Se deben conocer las posiciones de la cámara para asegurar que la iluminación en dichas direcciones sea adecuada. Las
mismas están especificadas como puntos de referencia en el programa de ordenador y generalmente se realizan cálculos
separados para un número de puntos.
Iluminancia
Cuando los eventos son televisados regularmente desde un estadio o campo de fútbol, el proyecto de iluminación por
proyección está diseñado por lo general para proporcionar la alta iluminancia necesaria para cumplir los requisitos televisivos.
La iluminancia horizontal necesaria para un terreno de juego depende de:
a) El nivel de competición que en él tiene lugar.
b) La velocidad de la pelota (también debe tenerse en cuenta el movimiento rápido de los jugadores).
c) La distancia máxima entre los jugadores y entre cualquiera de ellos y la pelota durante el juego.
Si el terreno deportivo tiene un graderío para espectadores y la distancia entre el centro del campo y el espectador más
distante es mayor que la máxima existente entre un jugador y el objeto de juego, éste último es el que hay que tomar como
criterio de referencia. En la Fig. 23 se representan los niveles de iluminancia horizontal mínimos recomendados para
diferentes distancias entre los espectadores y el centro del campo.
Figura 23
La iluminancia vertical se caracteriza no sólo por su magnitud, sino incluso por su dirección. La iluminancia vertical se
considera en un plano vertical en ángulo recto con la línea de visión del observador (Fig. 24).
Posición del
observador 1 Posición del
observador 2
Para los jugadores es muy importante una iluminación vertical adecuada desde todas las direcciones, pero si se comprueba
ésta en las cuatro direcciones paralelas a las líneas exteriores del campo de juego será la adecuada en todas las demás. Para
espectadores y cámaras que ocupen una posición fija sólo habrá que verificar la iluminación vertical vista desde ese lugar.
En las tablas al final del capítulo se muestran los niveles de iluminancia vertical mínimos recomendados para retransmisión de T.V.
Relación de uniformidad
La uniformidad de iluminancia necesaria sobre el campo y las pistas de los alrededores depende de lo que está
aconteciendo. Por ejemplo, se requiere mayor uniformidad de luz para transmisiones de televisión que para el desarrollo
del juego o el seguimiento con la vista en una competición sin retransmisión. Para entrenamiento puede aceptarse una
menor uniformidad que para la competición. Ver Tabla 3.
Deslumbramiento
El deslumbramiento no debería ser molesto con tal de que:
a) Se usen proyectores con preciso control de luz y sean correctamente apuntados.
b) Los proyectores se monten lejos de las direcciones de observación importantes. Los ángulos de montaje medidos desde
el centro del campo deberían ser mayores de 20º sobre la horizontal.
c) Se use el menor número de grupos de proyectores o una disposición en sólo una línea. El número de grupos en
cualquiera de los lados del campo no debería ser mayor que 4.
d) La iluminancia en el campo de visión (el cual incluye el campo y las áreas opuestas de espectadores) sea tan alta y tan
uniforme como sea posible, consecuente con evitar demasiada iluminancia en los ojos de los espectadores. En la práctica
esto significa que la media de la iluminancia en los planos verticales a la altura de los ojos de los espectadores de
enfrente no debería ser mayor que la mitad del valor medio en la vertical sobre el campo, y preferiblemente no más de
1/3.
Si estos requisitos son satisfechos, el tamaño y la luminosidad de las fuentes individuales y el número de proyectores en
cada grupo no es muy importante con respecto al deslumbramiento; ellos tienen más efecto en la iluminancia sobre el
campo. La experiencia ha demostrado que el deslumbramiento desde una instalación correctamente planificada no se
incrementa cuando se aumenta la iluminancia.
a
Diseño para 3 postes
l/6 l/3 l/3 l/6
Figura 25
Los pequeños campos de entrenamiento pueden iluminarse desde menos posiciones y algunas veces desde sólo un lado.
Los proyectores rectangulares simétricos o asimétricos (que dan un haz en forma de abanico) se usan para la mayoría de
los proyectos de iluminación lateral. La altura de montaje recomendada se deduce de la Fig. 26, siendo medidos los ángulos
característicos desde la línea longitudinal del centro del campo y la línea de banda.
12 m. mínimo
Objetivo 25°
75° máx.
Máximo 30°
45° mín.
Mínimo 20°
Figura 26
Cuando se usan tres grupos de proyectores, éstos deben ser apuntados para obtener una aceptable uniformidad de
iluminancia a lo largo de la línea de banda cercana. Eligiendo un número apropiado de proyectores para cada torre, las
iluminancias que pueden ser proporcionadas van desde los valores bajos adecuados para campos de entrenamiento, hasta
valores altos, necesarios para la retransmisión por T.V. color. La iluminancia en planos verticales sobre el área de juego es
aproximadamente igual que la de los planos horizontales. El modelado es relativamente insignificante, y pueden verse
claramente múltiples sombras. Es necesario un apuntamiento cuidadoso para evitar un deslumbramiento inadecuado.
La Fig. 27 muestra el diseño de un sistema de proyectores laterales donde los proyectores están montados en líneas únicas bajo
cada lado del campo y proporcionan la alta iluminancia necesaria para la T.V. color. Las alturas de montaje de los proyectores
están definidas por los ángulos dados en la Fig. 26. La línea de proyectores debería extenderse preferentemente más allá de las
líneas de gol para mantener una uniformidad de iluminancia razonable, especialmente en las áreas, y proporcionar luz sobre los
jugadores para que sean vistos desde detrás de las porterías. Sin embargo, en la práctica esta extensión puede que no sea
posible. Entonces, el amortiguamiento en iluminancia hacia las líneas de las porterías debería ser restringido por reducción del
espacio de los proyectores hacia el final de las líneas o por el apuntamiento de los proyectores finales hacia fuera. Como con
otros sistemas de iluminación lateral, la iluminancia media en los planos verticales sobre la zona de juego es aproximadamente
igual a la de los horizontales y es necesario un apuntamiento cuidadoso para evitar excesivo deslumbramiento. Donde los
proyectores son montados en los techos (viseras) de las gradas, la distancia de compensación puede que no sea suficientemente
grande para proporcionar adecuada iluminancia vertical en la línea de banda más cercana. Entonces se necesitarán proyectores
extra y deberían ser montados bajo el techo (visera) a la distancia de compensación necesaria.
Figura 27
Sistema de torres en córners
El diseño usado para 4 torres en los córners es el observado en la Fig. 28; las alturas recomendadas para la torre son
deducidas de la Fig. 26. Normalmente son usados proyectores tipo circular simétrico que dan un haz simétrico. Los haces
individuales pueden unirse para llenar lo que, desde la estructura superior, es visto como un área de juego de forma no
rectangular y así permite un diseño de iluminancia adecuado para ser aumentado sobre el campo. Las compensaciones
angulares de 5° y 15° respectivamente desde el centro de la línea de banda y la boca de gol proporcionan adecuadas
ubicaciones para las torres. En la práctica, la ubicación de la torre es mandada más a menudo por la disposición del lugar
que por los requisitos de la iluminación ideal.
Los grandes estadios, y especialmente aquellos con pistas fuera del campo de juego, son difíciles de iluminar
suficientemente desde las 4 esquinas. Serían necesarias torres muy altas para cumplir con los requisitos angulares de la Fig.
26, y el deslumbramiento desde los proyectores de largo alcance que serían necesarios, probablemente sería excesivo. Por
estas razones, se prefiere el sistema de 6 torres visto en Fig. 29. La altura de la torre está definida desde el centro de la
mitad del campo y aproximadamente 2 veces tantos proyectores agrupados en las torres centrales como en la de las
esquinas. Los ángulos de apuntamiento son agudos y el deslumbramiento puede controlarse con bastante facilidad. La
relación de iluminancia entre planos verticales y planos horizontales es aproximadamente 0’7.
5°
15°
Figura 28.
5°
15°
Figura 29
a= d H
h-H
D= d h
h-H
Torre
h
Grada
H
a d
D
Torre
area de sombra
Grada
Figura 30
Leyenda de la tabla 3:
t: Entrenamiento (amateur y profesional).
r: Recreación general.
ca: Competición nacional.
cp: Competición nacional e internacional sin requisitos de TV.
E: Iluminancia horizontal mínima medias al nivel del suelo o, cuando está marcado con *, iluminancia vertical mínima.
n.a.: No aplicable.
U1= Uniformidad extrema de iluminancia (Emin/Emax)
U2= Uniformidad media de iluminancia (Emin/Emed)
IRC: Índice de reproducción cromática.
Tc= Temperatura de color (en grados Kelvin)
A
25 m 500 lux 500 lux 0’4 0’5 0’3 0’5 65 4.000
75 m 700 lux 500 lux 0’4 0’5 0’3 0’5 65 4.000
150 m 1.000 lux 700 lux 0’5 0’6 0’4 0’6 65 4.000
B
25 m 700 lux 500 lux 0’5 0’6 0’3 0’5 65 4.000
75 m 1.000 lux 700 lux 0’5 0’6 0’3 0’6 65 4.000
150 m 1.400 lux 1.000 lux 0’6 0’7 0’4 0’6 65 4.000
C
25 m 1.000 lux 700 lux 0’5 0’6 0’4 0’6 65 4.000
75 m 1.400 lux 1.000 lux 0’6 0’7 0’4 0’6 65 4.000
150 m n.a. n.a.
A
25 m 700 lux 700 lux 0’4 0’5 0’3 0’5 65(1) 4.000(2)
75 m 1.000 lux 700 lux 0’5 0’6 0’3 0’5 65 (1)
4.000(2)
150 m 1.400 lux 1.000 lux 0’5 0’6 0’4 0’6 65(1) 4.000(2)
B
25 m 1.000 lux 700 lux 0’5 0’6 0’3 0’5 65(1) 4.000(2)
75 m 1.400 lux 1.000 lux 0’6 0’7 0’4 0’6 65(1) 4.000(2)
150 m 1.750 lux 1.250 lux 0’6 0’7 0’4 0’6 65 (1)
4.000(2)
C
25 m 1.400 lux 1.000 lux 0’6 0’7 0’4 0’6 65(1) 4.000(2)
75 m 1.750 lux 1.250 lux 0’7 0’8 0’5 0’7 65(1) 4.000(2)
150 m n.a. n.a.
(1)
Es admisible un IRC de 65, pero se aconseja 90.
(2)
Es admisible una Tc de 4.000 K, pero se aconseja 5.500 K.
ILUMINACIÓN DE
CARRETERAS
12.1.1. Objetivos
El objetivo fundamental de la iluminación de carreteras es permitir una visión segura y confortable durante la noche. Estas
cualidades de la visión pueden salvaguardar, facilitar y mejorar el tráfico de vehículos. El uso adecuado de la iluminación viaria
como instrumento operativo proporciona beneficios económicos y sociales, como son:
a) La reducción de accidentes nocturnos, incluyendo los daños humanos y las pérdidas económicas.
b) La ayuda a la protección policial y seguridad ciudadana.
c) La facilidad del tráfico.
d) La promoción del transporte y el desplazamiento durante las horas nocturnas.
La finalidad del alumbrado público es proporcionar al conductor la visibilidad necesaria para distinguir los obstáculos y el
trazado de la carretera con el tiempo preciso para efectuar las maniobras que garanticen su seguridad, además de dotarle de
confort visual mientras conduce.
1. El tipo de vía (autopista, autovía, vía rápida o carretera convencional), su situación y trazado.
2. Los puntos singulares, tales como intersecciones, enlaces complicados y tramos especiales.
3. La intensidad y composición del tráfico.
Como criterios de instalación de alumbrado en tramos de carreteras se recomienda tener en cuenta los factores que influyen
en la necesidad de su iluminación, así como considerar los supuestos en los que, debido a la intensidad de tráfico, únicamente
pueden utilizarse las luces cortas o de cruce del vehículo en un elevado porcentaje de tiempo.
En carretera convencional, el cambio de luz larga a luz de cruce para evitar deslumbramientos debe realizarse a una distancia
aproximada de 500 m. entre vehículos enfrentados que circulan en sentidos contrarios. Por tanto, el número máximo de
vehículos a la hora que podrá circular con luz de carretera (luz larga), a una media de 75 Km/h., es de 150, lo que supone
un total de 300 vehículos a la hora en periodo de oscuridad, en un tramo recto.
Como criterios orientativos, en la Tabla 1 se indican los valores de las intensidades medias diarias (IMD) de tráfico que podrían
adoptarse para tomar en consideración la posibilidad de iluminar la carretera.
Asimismo y al objeto de evitar el denominado efecto “agujero negro”, sería conveniente considerar el iluminar los tramos entre
enlaces cuya distancia sea inferior a 6 Km. en carreteras de calzadas separadas y de 2 Km. en carreteras de calzada única.
Además, resultaría recomendable tener en cuenta aquellos tramos de carretera donde exista un porcentaje considerable de
accidentes nocturnos respecto a los diurnos.
TIPOS DE USUARIOS
Usuario principal M Tráfico motorizado
0 Otros usuarios permitidos S Vehículos de movimiento lento
Usuarios excluidos C Ciclistas
P Peatones.
Tabla 2
En la Tabla 3 se incluyen las clases de alumbrado que corresponden a las situaciones del proyecto A.
La Tabla 4 comprende un total de 4 clases de alumbrado ordenadas de mayor a menor grado de exigencia luminotécnica,
con expresión de los niveles como valores mínimos en servicio, es decir, con mantenimiento de la instalación, a excepción
del incremento de umbral TI que son valores máximos iniciales. Las clases de alumbrado ME3 y ME4 se dividen en los
apartados a y b cuya diferencia estriba en la uniformidad longitudinal.
Tabla 3
La luminancia se expresa en cd/m2 mientras que las uniformidades, como relación entre luminancias, carecen de unidades.
El deslumbramiento perturbador se detalla en tanto por ciento y, asimismo, tampoco la relación entorno tiene unidades por
ser también un cociente entre luminancias.
Desde el punto de vista luminotécnico, las situaciones de proyecto más interesantes son las del grupo A-1, siendo las
situaciones recogidas en las clases de alumbrado A-2 y A-3 tratadas más genéricamente.
En la situación de proyecto A1 la Tabla 3. concreta la clase de alumbrado a adoptar en función únicamente de la intensidad
de tráfico y complejidad del trazado de la carretera.
Para el resto de situaciones de proyecto A2 y A3 existen diversas opciones de elección de la clase de alumbrado,
seleccionándose en cada caso, de acuerdo con la intensidad de tráfico y complejidad del trazado de la carretera, control del
tráfico y separación de los distintos tipos de usuarios, así como en función de los parámetros específicos dominantes, que se
especifican a continuación:
Situación de Proyecto A2. Parámetros dominantes:
- Tipo de cruces (enlaces, intersecciones).
- Densidad de nudos
Situación de proyecto A3. Parámetros dominantes:
- Separación de calzadas.
- Tipo de cruces (enlaces, intersecciones).
- Densidad de nudos.
Tabla 4
Tabla 5
Asimismo, se consideran tramos singulares aquellos sectores de gran dificultad frecuentados por peatones, ciclistas
u otros usuarios de la vía de tráfico.
La instalación de alumbrado debe revelar o poner de manifiesto el propio tramo singular, así como todas las
características del mismo, tales como la posición de los bordillos, marcas viales, diferentes señalizaciones, direcciones
de tráfico, etc. Del mismo modo, debe evidenciar la presencia de peatones, ciclistas, obstáculos, otros vehículos y el
movimiento de los mismos en el entorno del tramo singular.
a) Criterio de luminancia
Siempre que resulte posible, en los tramos singulares se aplicarán los criterios de luminancias, uniformidades global
y longitudinal, deslumbramiento perturbador y relación entorno, que han sido definidas para las distintas clases de
alumbrado. En todos casos se tendrá en cuenta que la clase de alumbrado que se defina para el tramo singular será
de un grado superior al de la vía de tráfico a la que corresponde dicho tramo singular. Por ejemplo: si a una carretera
le atañe una clase de alumbrado ME4, a un tramo singular incluido en su recorrido le corresponde una clase de
alumbrado ME3a. Si confluyen varias vías en un tramo singular, tal y como puede suceder en los cruces, la clase de
alumbrado será un grado superior al de la vía que tenga la clase de alumbrado más elevada.
b) Criterio de iluminancia
Sólo cuando resulte impracticable aplicar los criterios de luminancia, se utilizarán los criterios de iluminancia. Esta
situación puede ocurrir cuando la distancia de visión sea inferior a los 60 m. (valor mínimo que se utiliza para el
cálculo de luminancia), y cuando no se pueda situar adecuadamente el observador debido a la sinuosidad y
complejidad del trazado de la carretera.
En estos casos se aplicarán los criterios de iluminación mediante la iluminancia media y su uniformidad, que corresponden
a las clases de alumbrado de la serie CE (Tabla 6). Se cumplirá también con las limitaciones de deslumbramiento o de control
de la contaminación luminosa, representadas por las clases de intensidad serie G (Tabla 7).
ILUMINANCIA HORIZONTAL
CLASE DE
Iluminancia media Uniformidad media
ALUMBRADO*
Em (lux) Um
CEO 50 0,40
CE1 30 0,40
CE2 20 0,40
CE3 15 0,40
CE4 10 0,40
CE5 7,5 0,40
* Los niveles de la tabla son valores mínimos en servicio con mantenimiento de la instalación de alumbrado. A
fin de mantener dichos niveles de servicio, debe considerarse un factor de depreciación no mayor de 0,8
dependiendo del tipo de luminaria y grado de contaminación del aire.
Tabla 6
Considerando, de conformidad con la Tabla 8, que las clases de alumbrado ME y CE de idéntica numeración (por
ejemplo CE3 y ME3) son de similar nivel de iluminación, cuando se utilice el criterio de iluminancia, la clase de
alumbrado que se defina para el tramo singular será un grado superior al de la vía de tráfico al que corresponde
dicho tramo singular. Por ejemplo, si a una carretera se le atribuye una clase de alumbrado ME2, a un tramo singular
incluido en su recorrido le correspondería una clase de alumbrado CE1.
En el supuesto de un tramo singular en el que incide una vía con clase de alumbrado ME1, el tramo singular
continuará también como clase de alumbrado ME1 o su equivalente CE1. Cuando este tramo singular ofrezca una
especial complejidad y una elevada potencialidad de riesgo de accidentes, en la más desfavorable de las situaciones
y circunstancias, a dicho tramo le corresponderá una clase de alumbrado CE0 (50 lux) o su similar nivel de
luminancia 3’3 cd/m2. En situaciones intermedias podrán adoptarse clases de alumbrado comprendidas en el
intervalo entre las clases de alumbrado CE1 y CE0, correspondiente a niveles de iluminancia de 35, 40 y 45 lux o
sus valores similares 2’3, 2’7 y 3 cd/m2 respectivamente.
En los tramos singulares cuyas aceras o arcenes no estén dotadas de una específica iluminación, se considerará el
alumbrado de las mismas con un nivel luminoso como mínimo del 50% del previsto sobre la calzada.
INTENSIDAD MÁXIMA
CLASE DE
(cd/Klm)** OTROS REQUERIMIENTOS
INTENSIDAD
A 70° * A 80° * A 90° *
G1 — 200 50 Ninguno.
G2 — 150 30 Ninguno.
G3 — 100 20 Ninguno.
G4 500 100 10 Intensidades por encima de 95° deben ser cero.
G5 350 100 10 Intensidades por encima de 95° deben ser cero.
G6 350 100 0 Intensidades por encima de 90° deben ser cero.
** Cualquier dirección que forme el ángulo especificado a partir de la vertical hacia abajo, con la luminaria instalada para su funcionamiento.
** Todas las intensidades son proporcionales al flujo de la lámpara para 1.000 lm.
NOTA: Las clases de intensidad G1, G2 y G3 corresponden a distribuciones fotométricas «semi cut-off» y «cut-off», conceptos utilizados tradicionalmente
en los requerimientos luminosos que se definen en el epígrafe 7.5.2. Las clases de intensidad G4, G5 y G6 se asignan a luminarias con distribución
«cut-off» muy fuerte, como por ejemplo luminarias con cierre de vidrio plano, en cualquier posición cercana a la horizontal de la apertura o estrictamente
en la posición horizontal.
Tabla 7
- El cambio de tipo de fuente de luz de diferente color a la del resto de la vía de tráfico en enlaces,
intersecciones, glorietas, circunvalaciones y puntos singulares donde la relación entre accidentes nocturnos y
diurnos sea elevada, ayuda al guiado visual.
Por lo que respecta a la visión de la señalización horizontal y, en concreto, de las marcas viales, la cuestión esencial
es asegurar una buena visibilidad por la noche, así como en condiciones de pavimento mojado. En este último caso
los captafaros, los hitos retrorreflectantes y las marcas viales con resaltes, al estar por encima de la película de agua
de la calzada producida por la lluvia, mantienen la visibilidad proporcionada por el alumbrado viario y los propios
faros del vehículo, conservándose el guiado visual y la seguridad viaria.
Tabla 8
La realización de la instalación de alumbrado mediante soportes de gran altura es una solución cuando la implantación de los
báculos o columnas clásicos origina problemas en el entorno, tales como:
- Pérdida de perspectiva y separaciones de nivelación entre soportes (cruces de vías de tráfico rodado a distintos niveles).
- Problemas de dimensionamiento (grandes espacios), de estética y de confusión del guiado visual (multiplicidad de
soportes).
En este tipo de alumbrado las alturas más frecuentes de implantación son los soportes de 30 y 35 m., aún cuando en
situaciones concretas de cruces complejos puedan superarse los 40 m. El número de fuentes luminosas se reducirá en lo
posible, mediante la utilización de lámparas de descarga de potencia y eficacia luminosa elevada. Pueden instalarse luminarias
con óptica convencional, orientable o específica, así como proyectores, adaptándose en cada caso las soluciones que se
estimen convenientes para lograr los fines previstos.
Para efectuar las operaciones de mantenimiento, la accesibilidad de los aparatos, equipos y lámparas, podrá efectuarse
mediante escalas fijas instaladas en los soportes, hasta una altura de 20 m. Para columnas de alturas mayores, será adecuada
la instalación del sistema de corona móvil.
Al objeto de paliar el deslumbramiento, el ángulo de inclinación de la intensidad máxima de los proyectores será [ 65%,
limitando e todo lo posible los valores de intensidad por encima de este ángulo. Todo ello sin perjuicio de la instalación, en
su caso, de rejillas u otros dispositivos antideslumbrantes.
CLASE DE
DESCRIPCIÓN DE LA VÍA DE TRÁFICO
ALUMBRADO
Cruces muy complejos con intensidad de tráfico elevado y alta
CE 0
complejidad del trazado y del campo visual
Cruces complejos, glorietas CE 0
CE 1
Zonas de peaje CE 2
NOTA: En situaciones de alumbrado correspondientes a cruces muy complejos con intensidad de tráfico elevado
y alta complejidad del trazado y del campo visual, en algunos casos especiales la uniformidad media de luminancia
será 0,5.
Tabla 9
12.3.1.1. Método
La luminancia en un punto de la calzada se calcula mediante la fórmula:
L=
E Ι (c, γ) · r (β,h tgγ) R (cm/m )
2
2
donde el sumatorio () comprende, en principio, todas las luminarias de la instalación. Los valores de intensidad
luminosa (I(c,)) y del coeficiente de luminancia reducida (r(, tg)) se obtienen por interpolación cuadrática en la
matriz de intensidades de la luminaria y en la tabla de reflexión del pavimento. Por último, la variable h es la altura
máxima de la luminaria (Fig. 1).
Observador
α
β
δ P
s
Los valores de luminancia calculados estarán influidos por el factor de mantenimiento como minoración, que tiene
en cuenta la depreciación luminosa de la lámpara y la causada por la suciedad. Se adoptará, en todos los cálculos,
un valor menor o igual a 0’8, dependiendo del tipo de luminaria y del grado local de polución atmosférica.
12.3.1.2. Hipótesis
Los siguientes apartados son aplicables a tramos de calzada rectos o curvas de radio grande (radio ≥ 300 m.). En
otro tipo de configuración se estudiará cada caso individualmente, aplicando los criterios para las situaciones
especiales.
Además, como ya se ha indicado, los cálculos se establecen para pavimentos en estado seco.
- Longitudinalmente: 10 puntos para separaciones entre luminarias inferiores a 50 m., o el menor número de
puntos que proporcione distancias entre ellos iguales o inferiores a 5 m., para separaciones entre luminarias
mayores de 50 m.
- Transversalmente: 5 puntos por carril, con uno de ellos situado en el centro del mismo. Los dos puntos más
exteriores quedarán dentro de la calzada, con respecto al borde de la misma, a 1/6 del ancho del carril.
Luminaria Luminaria
a/2
a/6
: Punto de retícula
12.3.1.6. Cálculos
- Luminancia media: valor medio de las luminancias calculadas en los puntos de la retícula.
- Uniformidad global: cociente entre la luminancia mínima calculada en un punto de la retícula y la luminancia media.
- Uniformidad longitudinal: para cada uno de los carriles, se obtiene dividiendo las luminancias puntuales mínima y
máxima calculadas en el eje del carril.
12.3.2.1. Método
La iluminancia horizontal en un punto de la calzada se expresa mediante:
E Ι (c, γ) · R
cos3 γ
E= (lux)
h2
Siendo γ el ángulo formado por la dirección de incidencia en el punto con la vertical (Fig. 3). El sumatorio (∑)
comprende, en principio, a todas las luminarias de la instalación.
dφ
E=
a dS
I
h
γ
P
Los cálculos de iluminancias, al igual que los de luminancias, se afectarán por un factor de mantenimiento menor o
igual a 0’8, dependiendo del tipo de luminaria y del grado local de polución atmosférica.
12.3.2.4. Cálculos
- Iluminancia media: valor medio de las iluminancias calculadas en los puntos de la retícula.
- Uniformidad media: cociente entre la iluminancia mínima calculada en un punto de la retícula y la iluminancia
media.
- Uniformidad extrema: cociente entre las iluminancias mínima y máxima calculadas en los puntos de la retícula.
12.3.3.1. Método
Se basa en el cálculo de la luminancia de velo:
Eg
Lv = 3 · 10-3 · Σ (θ ) 2 (cd/m2)
donde Eg (lux) es la iluminancia producida en el ojo en un plano perpendicular a la línea de visión, y θ (rad) es el
ángulo entre la dirección de incidencia de la luz en el ojo y la dirección de observación. El sumatorio () está
extendido, en principio, a todas las luminarias de la instalación (ver 12.3.3.4.).
El incremento del umbral de percepción se calcula según la expresión:
Lv
TI = 65 · ... (en %)
(Lm)0’8
que es una fórmula válida para luminancias medias de calzada (Lm) entre 0’05 y 5 cd/m2.
Ig
an
ap
de
no
20º
Pl a
α=1º
θ
W
1/4W
12.3.3.5. Cálculos
- Luminancia de velo: para cada hilera de luminarias, se comienza por la más cercana, alejándose progresivamente
y acumulando las luminancias de velo producidas por cada una de ellas, hasta que su contribución individual sea
inferior al 2% de la acumulada, y como máximo hasta las luminarias situadas a 500 m. del observador. Finalmente,
se sumarán las luminancias de velo de todas las hileras de luminarias.
- Incremento del umbral de percepción: se calculará con los valores de luminancia de velo obtenida según 12.3.3.1.
y de la luminancia media según 12.3.1.6.
Acera
Acera Acera
Calzada
Acera
Figura 5
Acera
Acera
Calzada
Acera
Acera
Figura 6
La altura H de montaje de los puntos de luz (Fig. 7 y 8) deberá ser igual a la de los puntos de la vía principal que confluya
en la glorieta a iluminar. En el caso de que en la zona central de la glorieta no se obtenga una iluminación mayor o igual a
1’5 veces la iluminación media de dicha calzada principal, se requerirá una iluminación suplementaria.
Calzada
era
Ac
Ac
e ra
Ca
da lz a
lz a da
Ca Acera
Figura 7
Calzada
era
Ac
Ac
e ra
da Ca
lza lza
Ca Acera da
Figura 8
Si la parte central de la glorieta tiene un diámetro menor de 18 m. se instalará en su centro un punto de luz especial en
columna o báculo de brazo múltiple (Fig. 7). Si su diámetro es mayor de 18 m. o tiene arbolado en el centro, se dispondrán
puntos de luz en las prolongaciones de los ejes de circulación (Fig. 8).
Respecto a la implantación de puntos de luz en curvas y en relación al alumbrado se consideran tramos curvos aquellos cuyo
radio sea menor de 300 m. Cuando el radio sea superior a dicha cifra se considerarán como tramos rectos.
Si la anchura A de la vía de tráfico es menor de 1’5 veces la altura H de montaje, los puntos de luz deberán implantarse en
la parte exterior de la curva, situando un punto de luz en la prolongación de los ejes de circulación (Fig. 9 y 10). La separación
entre puntos de luz deberá ser tanto menor cuanto mayor sea el radio de curvatura, variando entre 3/4 y 1/2 de la separación
media calculada en el tramo recto de dicha vía de tráfico.
Para vías de tráfico cuya anchura sea mayor de 1’5 veces la altura H de montaje, la implantación de puntos de luz deberá ser
bilateral pareada. En cualquier caso deberá evitarse la distribución a tresbolillo.
Acera
Calzada
Calzada
Figura 9
Ac
er
a
Ca
lz a
da
Ac
er
a
Figura 10
12.4.2.1. Unilateral
Cuando los puntos de luz se sitúan en un mismo lado de la vía de tráfico (Fig. 11). Se utilizará generalmente cuando
la anchura A de la calzada sea igual o inferior a la altura H de montaje de las luminarias.
Acera
H
Calzada A
Acera
A
Acera
H Calzada A
Acera
A
Acera
H Calzada A
Acera
A
Acera
Sentido de la circulación
Calzada
Mediana b
Sentido de la circulación
Calzada
Acera
Para anchuras de medianas superiores a 3 m. no se utilizarán báculos dobles. En cualquier caso, la disposición se
estudiará como si se tratara de dos calzadas independientes, dando lugar a las implantaciones de las figuras
siguientes, recomendándose la de la Fig. 15 sobre la Fig. 16, ya que en este caso se puede incitar a los conductores
de los vehículos para que circulen permanentemente por el carril de tráfico más próximo a la mediana (carril de la
izquierda).
Acera
Sentido de la circulación
Calzada
Mediana b
Sentido de la circulación
Calzada
Acera
Figura 15. Implantación para valores de b cualesquiera.
Acera
Sentido de la circulación
Calzada
Mediana b
Sentido de la circulación
Calzada
Acera
Figura 16. Implantación para valores de b > 3m.
12.4.2.5. Catenaria
Los puntos de luz se fijan axialmente a los cables longitudinales de la catenaria, tendida entre dos sólidos soportes
implantados en la mediana central y situados a una gran distancia uno del otro, del orden de 50 a 100 m. (Fig. 17).
Este tipo de distribución, tiene el grave inconveniente que los puntos de luz, son fácilmente movidos por la acción
del viento, perdiendo parte de su efectividad.
Acera
Mediana
Sentido de la circulación
Mediana
Mediana
Calzada de circulación lenta (2 carriles)
Sentido de la circulación
Acera
Figura 18. Agrupación combinada.
Acera
Calzada de circulación lenta
Sentido de la circulación
Mediana
Sentido de la circulación
Mediana
Acera
Figura 19. Agrupación combinada.
8 - 10 mts.
Si los árboles son de pequeño porte, se dispondrán las luminarias a una altura de 12 a 15 metros (Fig. 21). En cualquier caso
se considera conveniente efectuar periódicamente una poda adecuada de los árboles.
12 - 15 mts.
e1
e1' < e1
e e' < e e
e = separación normal
e' = separación reducida
e1
Figura 22
e1
e e' < e e
e1' < e1
e = separación normal
e' = separación reducida
e1
Figura 23
e1
e e' < e e
e1' < e1
e = separación normal
e' = separación reducida
e1
Intersección en ángulo recto: Implantación recomendada sobre dos
calzadas iluminadas unilateral y bilateralmente
Figura 24 e1
e e' < e e
e1' < e1
e = separación normal
e' = separación reducida
e1
Figura 25
En el segundo caso, cuando el tráfico de vehículos en una de las calzadas está canalizado mediante isletas
direccionales de pequeñas dimensiones y en la otra no (Fig. 26), la implantación de los puntos de luz debe
comenzar por la calzada dotada de isletas, que se estudiará separadamente. Se iniciará el emplazamiento de los
puntos de luz por la intersección, reduciendo la separación entre los mismos y continuando por la calzada con tráfico
canalizado, adoptando cada uno de los sistemas de implantación que proceda (unilateral, al tresbolillo, axial, bilateral,
etc.).
El origen de la ubicación de los puntos de luz del alumbrado de la calzada donde no está canalizado el tráfico
mediante isletas se iniciará también en la intersección, ajustando los puntos de luz de acuerdo con los establecidos
en la otra calzada, prosiguiendo con la colocación de los puntos de luz que proceda, de conformidad con las
Figura 26
Figura 27.
60 m.
Figura 28
Figura 29.
.
50 m
.
50 m
.
50 m
.
50 m
Figura 30
12.4.5. Vegetación
Se requiere entendimiento y cooperación entre la vegetación y la iluminación para que ninguno interfiera en la labor o función
que desempeña el otro.
luminaria
altura de montaje
A
Línea de poda
M
La selección del tipo de arbusto o árbol ha de basarse en aquellos que dejan libre el espacio suficiente para la iluminación
con la mínima interferencia entre ambos. Estas selecciones pueden incluir árboles de formas estilizadas, esféricas o normales.
En la mayoría de los casos, un buen servicio de poda puede solucionar cualquier problema entre el arbolado y el alumbrado
viario.
Hay que destacar que incluso en instalaciones con gran altura de montaje no es necesario podar todos los árboles hasta la
altura de la luminaria. Sólo es necesario podar aquellas ramas que caen por debajo del haz luminoso útil (Fig. 31). La
frondosidad del arbolado situado entre la luminaria y los objetos, puede servir para recortar y distinguir siluetas de forma
intencionada, a la vez que ayuda a reducir el deslumbramiento directo de las luminarias sobre posibles observadores o
conductores. Esta ventaja es particularmente importante en carreteras con tráfico local y áreas residenciales, donde se
requieren interdistancias relativamente altas, junto con elevadas potencias y ángulos cercanos a la horizontal.
o
ric
14
índ
c il
Tipo
10
ri c
m
sf é
cho
ira
Tipo e
op
e stre
Tip
Tipo oval
8
idal
iram
6
p
Tipo
2 4
Acera
Calzada
0
0 2 4 6
Vuelo de la luminaria mts.
Figura 32
Otra posible modificación de diseño puede ser la suspensión de las luminarias mediante sistemas de catenaria sobre
el centro de la calzada. El problema, en este caso, viene dado por el sobrecoste que conlleva la utilización de dos
soportes por luminaria. Una desventaja añadida a este sistema consiste en la pérdida de la eficacia que se produce
en el alumbrado cuando las luminarias son sometidas a la acción del viento, dado que éste modifica su orientación
y, por tanto, su distribución fotométrica.
Otra factible variación de diseño consiste en rebajar la altura de instalación de las luminarias por debajo de la
vegetación, de forma que también se reduzca la potencia de las lámparas. El problema que plantea es también de
sobrecoste, puesto que se tiene que disminuir la interdistancia entre luminarias y, por tanto, aumentar su número,
con lo que las ventajas desaparecen.
También se podrá llevar a cabo una última alteración de diseño, que consiste en el aumento de potencia de las
lámparas para así compensar la luz que se ve obstaculizada en su camino hacia la calzada y aceras. Sin embargo,
esto supone un claro inconveniente ya que aumenta el deslumbramiento directo de la luminaria y, sobre todo,
incrementa el coste energético sin una mejora clara de la uniformidad luminosa.
cho
ico al an
Lado acera
fér mid
es pira r ic o
índ
Tip o
c il
Tip Tipo
o
Tip
o
o e piram
al est
mid
Tip
Ti
ira
Tip
sfér
po
p
o cil
ic o
Tipo
p iramidal est
índrico
idal anch
1
o
2
Lado calzada
3
4
5
Figura 33
Aunque la iluminación de la calzada suele presentar interferencias con la vegetación, no se debe pasar por alto la
iluminación de las aceras u otras zonas laterales de la calzada. Esto a veces puede resultar casi aún más importante
ILUMINACIÓN DE
TÚNELES
13.1. Generalidades
La conducción de vehículos a través de los túneles durante las horas diurnas plantea una problemática totalmente diferente a la
conducción al aire libre por la noche, que se concreta fundamentalmente en las diferentes existentes entre los elevados niveles de
luminancia exteriores y los bajos niveles de luminancia en el interior de los túneles.
El problema visual fundamental en un túnel es el de la adaptación del ojo humano desde las elevadas luminancias exteriores durante
el día, a las bajas luminancias (prácticamente nulas) que existen en el interior de un túnel, teniendo en cuenta además que, en una
determinada distribución de luminancias, no puede verse un obstáculo si su luminancia es muy inferior a la de dicha distribución. Todo
lo cual da lugar al denominado “efecto agujero negro” que impide, durante el día, que los conductores vean el interior del túnel cuando
se encuentran a una cierta distancia de la boca del mismo.
Todo ello considerando que en la mayoría de los túneles, la luz natural diurna solamente penetra, en función de la orientación de los
mismos, una distancia del orden de una a tres veces su mayor dimensión transversal. Más allá de dicha distancia las condiciones
luminosas existentes son insuficientes para asegurar la visibilidad de eventuales obstáculos, o para el adecuado guiado de los
conductores.
Desde el punto de vista luminotécnico en los túneles se diferencian las siguientes zonas: de acceso, de entrada constituida por las
zonas de umbral y de transición, del interior y, finalmente, de salida (véase Fig. 4). Por razones económicas, no es posible restablecer
en la zona de entrada de los túneles condiciones de iluminación idénticas a las existentes durante el día en el exterior (zona de
acceso), que puedan alcanzar valores de hasta 100.000 lux.
En la zona de umbral situada justo a la entrada del túnel, con una longitud aproximadamente igual a la distancia de seguridad, el
alumbrado durante el día debe dimensionarse de forma que asegure una visión suficiente de eventuales obstáculos sobre la calzada,
aunque se produzca una primera reducción brusca de los niveles de iluminación existentes en el exterior (zona de acceso), pero que
resulta aceptable. En la segunda parte de la zona de umbral se disminuyen progresivamente los niveles de iluminación.
En la zona inmediata siguiente o zona de transición, de longitud variable en función de la velocidad de circulación, la instalación de
alumbrado debe concebirse para paliar el efecto de adaptación (paso súbito de un nivel de iluminación muy elevado a un nivel
bastante bajo) continuando con la disminución paulatina de los niveles de iluminación hasta haber completado el progreso de
adaptación del ojo al llegar a la zona del interior, donde se instala un alumbrado con un nivel constante de iluminación.
En la zona de salida, con una longitud aproximadamente igual a la distancia de seguridad, debe reforzarse de forma asimismo
progresiva el alumbrado elevando los niveles de iluminación, de manera que se facilite a los conductores la adaptación a las
condiciones luminosas exteriores. En los túneles bidireccionales el alumbrado en la zona de salida será idéntico al de la zona de
entrada.
L0 – Lf
C=
Lf
donde:
L0 = Luminancia del obstáculo.
Lf = Luminancia de fondo.
El contraste C puede ser positivo o negativo:
Si L0 > Lf C > 0 Contraste positivo (obstáculo más claro que el fondo)
Si L0 < Lf C < 0 Contraste negativo (obstáculo más oscuro que el fondo)
En el caso de túneles se deben diferenciar dos tipos de contraste: el denominado intrínseco o físico Cint medido
junto al obstáculo y el contraste de retina CR medido desde el ojo del conductor del vehículo.
En la Fig. 1 puede comprobarse que el contraste intrínseco Cint se mide junto al obstáculo en (1), mientras que el
contraste de retina CR se evalúa desde el ojo del observador en (4), interponiéndose entre ambos contrastes un
conjunto de luminancias de velo denominadas atmosférica Latm, de parabrisas Lpb y foveal o de Fry Lv, que dan origen
en el ojo del conductor a un deslumbramiento de velo que perturba la visión.
Las capas de aire de la atmósfera conteniendo partículas iluminadas por la luz solar dan lugar a la luminancia
atmosférica Latm debido a la refracción de la luz en dichas capas de aire de la atmósfera. Depende de las condiciones
atmosféricas y de la posición del sol.
La luminancia del parabrisas Lpb se produce como consecuencia de la existencia en los vehículos del parabrisas, que
provoca efectos de difracción o reflexión según la posición del Sol en el campo visual y el estado, curvatura e
inclinación del propio parabrisas.
La luminancia de velo foveal o de Fry Lv está causada por la perturbación en la visión que induce una luminancia
ajena a la tarea visual a realizar, y que dificulta la percepción de las imágenes de dicha tarea visual, debido al velo
luminoso producido en el ojo del conductor a causa de la difracción de la luz en el humor acuoso del globo ocular.
Las luminancias de velo atmosférica, de parabrisas y foveal o de Fry que, tal como se representa en la Fig. 1, se
interponen entre el obstáculo y el conductor, reducen el contraste intrínseco Cin del obstáculo (CR < Cint) sin cambiar
el signo del contraste, disminuyendo la visibilidad de los obstáculos a la entrada de los túneles.
Dicha reducción del contraste intrínseco podría ocasionar que no se llegara a asegurar la visibilidad de los obstáculos
a la entrada de los túneles, sobre todo en el caso de luminancias de velo fuertes, que podrían obligar a duplicar los
valores de luminancia a alcanzar en la zona de umbral del túnel mediante el alumbrado artificial, con la finalidad de
paliar la reducción del citado contraste y, consecuentemente, la disminución de la visibilidad de los obstáculos por
parte del conductor. Por todo ello, el efecto producido por las luminancias de velo se tiene en cuenta a la hora de
establecer los niveles de iluminación de la entrada de los túneles.
Las luminancias o velos parásitos que caracterizan los efectos del entorno del túnel, del parabrisas y de la atmósfera
y que perturban la visión del conductor, son variables según la región y zona donde se encuentra el túnel, así como
su orientación, la estación del año, climatología, la hora de la jornada, etc.
2 Atmósfera
3 Parabrisas
V0 1 v
DS = RT ·
3’6
+
3’62 · g
· ! f1 (v) + h
dv
donde:
DS = Distancia de seguridad (m.).
V0 = Velocidad de diseño (Km/h.).
RT = Tiempo de percepción-reacción (s).
f1(v) = Coeficiente de fricción (longitudinal) dependiente de v.
g = Aceleración de la gravedad (9’81 m/s2).
h = Inclinación o gradiente de la carretera (%).
Aplicando la formula obtenemos los siguientes ejemplos de distancia de parada “SD” en carreteras planas para
retardos de 3,5 a 5 m/s2:
Tabla 1
Cuando se aproxima un vehículo a un túnel los efectos de inducción, adaptación y la influencia de las luminancias
de velo están íntimamente relacionadas con la distancia a la que el conductor del vehículo se encuentra de la boca
de dicho túnel, en la denominada zona de acceso con una longitud aproximadamente igual a la distancia de
seguridad (DS, Fig. 4).
Cuanto mayor es la velocidad de un vehículo, mayor resulta la distancia de seguridad (DS) y por ello deben tenerse
en cuenta algunas consideraciones:
Para un conductor en la zona de acceso, cuanto mayor es la velocidad de su vehículo más larga es la distancia desde
la boca del túnel hacia el interior en la que el conductor tiene que ver dentro del túnel, lo que supone mayor longitud
de la zona umbral a iluminar.
Asimismo, a mayores distancias un obstáculo situado en el interior del túnel subtiende un ángulo más pequeño en
el ojo del conductor y, por tanto, es menos visible. Además, la capa de aire entre el conductor situado en la zona de
acceso y la entrada del túnel es mayor, lo que significa mayor luminancia atmosférica Latm, reducción del contraste
intrínseco Cint y, consecuentemente, disminución de la visibilidad de los obstáculos. Todo ello exige mayores niveles
de iluminación en la zona de umbral del túnel.
En resumen, a mayores velocidades corresponden distancias de seguridad (DS) más largas, lo que entraña mayor
longitud de la zona umbral del túnel a dotar de alumbrado, así como más elevados niveles de iluminación en dicha
zona y, por tanto, por ambas causas superiores costes económicos.
L
P = qc =
Ev....
donde:
L = Luminancia de la calzada en cd/m2.
Ev = Iluminancia vertical del obstáculo en lux a nivel de la calzada en la dirección de la circulación de vehículos, es
decir, iluminancia media sobre una superficie vertical perpendicular al eje del túnel y, orientada hacia la entrada.
El sistema de alumbrado simétrico se utiliza en todos los casos en la zona del interior de los túneles con luminarias
dotadas de lámparas fluorescentes convencionales y compactas, de vapor de sodio a alta y baja presión o de
descarga por inducción, pudiéndose utilizar la implantación de dicho sistema en la zona de entrada de aquellos
túneles que tengan establecida una limitación de la velocidad de aproximación de los vehículos baja.
Este sistema permite una buena visibilidad de los obstáculos y ausencia de deslumbramiento, siendo aconsejable
fotométricamente que el pavimento de la calzada y las paredes del túnel sean superficies difusoras (factor especular
S1 pequeño) y claras (coeficiente de luminancia medio Q0 alto). Por tanto, el pavimento conviene que sea de la
Clase R1, R2 ó C1, según recomendaciones de la C.I.E., con alto grado de claridad o luminosidad (Q0 lo más elevado
posible).
Figura 2
El dimensionamiento del alumbrado de los túneles, mediante sistema simétrico en la zona de entrada, conduce a
niveles de iluminación difíciles de conseguir para velocidades de aproximación de los vehículos superiores a 90
Km/h con luminancias de velo débiles o medias en la zona de acceso, o mayores de 70 Km/h con luminancias de
velo fuertes. Cuando se pretenda alcanzar niveles superiores a 200 cd/m2, muy complicados de lograr en la práctica
con el sistema simétrico, resulta necesario en dichos casos buscar otras alternativas, bien de limitación en la
velocidad de los vehículos o de implantación del sistema de alumbrado a contraflujo en la zona de entrada.
Figura 3
El sistema de alumbrado a contraflujo únicamente se utiliza en la zona de entrada de los túneles. Se recomienda en
esta zona cuya limitación de la velocidad de los vehículos es elevada, es decir, a partir aproximadamente de 90
Km/h, dadas las ventajas económicas que en dichos casos representa. Las luminarias se instalan necesariamente
encima de los carriles de tráfico y están equipadas normalmente con lámparas de vapor de sodio a alta presión.
Debe destacarse que el alumbrado a contraflujo no se implanta en la zona interior de los túneles.
Por la propia concepción de este sistema, debe evitarse su utilización en túneles de doble sentido de circulación
(bidireccionales), dado que en dicho caso, lo que sería contraflujo para un sentido de circulación determinado, resultaría
a favor de flujo para el sentido contrario, con lo que se modificarían las condiciones de visión de los conductores.
El sistema de alumbrado a contraflujo crea habitualmente mayor contraste entre el obstáculo y el fondo, pero puede
producir un cierto aumento del efecto “agujero negro” reduciendo el confort visual del conductor. Asimismo, este
sistema a contraflujo puede no ser apropiado en la entrada de túneles con penetración muy alta de luz diurna, y
resulta menos efectivo cuando las intensidades de tráfico sean muy elevadas o se prevea en el tráfico un elevado
porcentaje de vehículos pesados.
En este sistema de alumbrado, que proporciona una buena visibilidad de los obstáculos, debe limitarse el
deslumbramiento controlando la intensidad luminosa emitida por las luminarias, siendo aconsejable
fotométricamente la utilización de pavimento especular (factor especular S1 elevado) y claro, es decir, con coeficiente
de luminancia medio Q0 alto, pavimentos clase R3, R4 ó C2, según recomendaciones de la C.I.E., con alto grado de
claridad o luminosidad (Q0 lo más elevado posible). Además debe limitarse en las paredes del túnel, al menos hasta
el nivel de 1 m., una elevada luminancia, con el fin de reducir la iluminancia vertical de los obstáculos (Ev).
Simétrico co ≤ 0,2
Contraflujo ≥ 0,6
Nota: Los sistemas de alumbrado cuyos valores del coeficiente del revleado del contraste está
comprendido entre 0,2 y 0,6 no han sido considerados
Tabla 2
El valor del coeficiente de revelado de contraste qc = L/Ev está estrechamente ligado a las características intrínsecas
del sistema de alumbrado del túnel, a la implantación de las luminarias y a las características reflexivas del pavimento,
así como a la contribución fotométrica de las paredes del túnel.
Estos valores de la Tabla 2 caracterizan el sistema de alumbrado de los túneles únicamente en mediciones
nocturnas, esto es, sin influencia de la luz diurna, que altera los valores del coeficiente de revelado de contraste qc.
En mediciones durante el día en la zona de entrada de los túneles y para el sistema de alumbrado simétrico, qc
alcanza cifras superiores a 0’2, mientras que en el sistema a contraflujo los valores de qc son inferiores a 0’6. Debido
precisamente a esta variación del coeficiente de revelado de contraste qc = L/Ev en medición diurna respecto a
medición nocturna, el contraste cambia de signo pasando de contrastes negativos a positivos y viceversa, dando lugar
a situaciones de no visibilidad de obstáculos.
Tabla 3
Tabla 4
Tabla 5
El guiado visual proporcionado por el alumbrado del túnel debe permitir incrementar la visibilidad de la
calzada y de la señalización vertical y horizontal, especialmente esta última, instalando asimismo
balizamiento (captafaros, hitos, etc.) tanto en la calzada como en las paredes del túnel al objeto de
mejorar el guiado visual.
En este sentido a la hora de establecer los factores de ponderación en función del guiado visual (Tabla
5), se tendrá en cuenta la instalación adicional de dispositivos retrorreflectantes en las paredes y en la
superficie de la calzada, especialmente para los túneles que corresponden a las clases de alumbrado
5, 6 y 7 (Tabla 7).
Tabla 6
Tabla 7
Salida
L20
Lth
Lex
Luminancia
Ltr
Lin
Figura 4
TABLA A
LUMINANCIA MEDIA DE LA ZONA DE ACCESO L20 (Kcd/m2)
PORCENTAJE DE CIELO (%) EN LOS CAMPOS DE VISIÓN CÓNICOS A 20°
35% 25% 10% 0%
TIPOS DE VÍAS
NORMAL NIEVE NORMAL NIEVE NORMAL NIEVE NORMAL NIEVE
B A B A B A B A B A B A B A B A
Situación de brillo en el campo
de visión (1) (1) (1) (1) (2) (3) (2) (3)
Distancia de seguridad 60 m (4) (4) 4 5 4 5 2,5 3,5 3 3,5 1,5 3 1,5 4
Distancia de seguridad 100 a 160 m 4 6 4 6 4 6 4 6 3 4,5 3 5 2,5 5 2,5 5
Siendo:
1) Efecto dependiente fundamentalmente de la orientación del túnel:
«B»: Bajo; En el hemisferio norte: «entrada sur».
«A»: Alto; En el hemisferio norte: «entrada norte».
Para entradas este y oeste deben elegirse valores intermedios entre bajo y alto.
2) Efecto dependiente fundamentalmente del brillo de los alrededores:
«B»: Bajo; Reflectancias de los alrededores bajas.
«A»: Alto; Reflectancias de los alrededores altas.
3) Efecto dependiente fundamentalmente de la orientación del túnel:
«B»: Bajo; En el hemisferio norte: «entrada norte».
«A»: Alto; En el hemisferio norte: «entrada sur».
Para entradas este y oeste deben elegirse valores intermedios entre bajo y alto.
4) Para una distancia de parada de 60 m no se encuentran en la práctica porcentajes de cielo del 35$.
Notas: La «entrada norte» significa la entrada para conductores de vehículos viajando hacia el sur. La «entrada sur» expresa la entrada pra conductores
de vehículos viajando hacia el norte.
Tabla 8
Método exacto
La luminancia de la zona de acceso L20 es la luminancia media contenida en un campo cónico de visión que subtiende un
ángulo del 20%, con el vértice en la posición del ojo del conductor, situado a una distancia anterior al túnel igual a la distancia
de parada, y orientado el cono hacia el portal de túnel sobre un punto situado a una altura de 1/4 de la boca del túnel.
La determinación de la luminancia de la zona de acceso L20 tiene una gran transcendencia, ya que es la que predetermina el
nivel a obtener mediante el alumbrado en la zona umbral. Dicha luminancia de la zona de acceso depende de las condiciones
atmosféricas del lugar donde está situado el túnel. El cálculo de la luminancia de la zona de acceso L20 se obtiene a partir de
un croquis de los alrededores de la zona del túnel y se utiliza la fórmula siguiente:
L20 = a * Lc + b * LR + c * LE + d * Lth
en donde:
a = % de cielo.
Lc = Luminancia de cielo.
b = % de carretera.
LR = Luminancia de carretera.
c = % de entorno.
LE = Luminancia del entorno.
d = % de boca de túnel.
Lth = Luminancia de zona de umbral.
con: a+b+c+d=1
En la fórmula la incógnita a determinar es el valor de la luminancia de la zona de umbral (Lth). Cuando nos encontramos con
distancias de paradas superiores a 100 m. el tanto por ciento de boca de entra de túnel es bajo (< al 10%) y como Lth tiene
también un valor bajo respecto a los otros valores de luminancia se puede despreciar la contribución de Lth.
Para una distancia de parada de 60 m., la norma establece:
L20 = (a * Lc + b * LR + c * LE) / (1 / K)
como K nunca excede de 0,1 tenemos:
L20 = a * Lc + b * LR + c * LE
siendo a + b + c < 1.
Si no se dispone de los datos para conocer exactamente el valor de “a, b, c y d” utilizamos los definidos en los siguientes
esquemas.
Si no disponemos de valores de entornos o alrededores utilizamos los siguientes:
De esta tabla obtenemos el valor de “L” y para realizar la definición del % de cielo que contribuye al valor L20 en la instalación
objeto estudio, utilizamos la Fig. 5.
Distancia de seguridad 160 m. Cielo 35% Distancia de seguridad 100 m. Cielo 27%
Figura 5
Tabla 10
0,5 DS
L% Lth
100
80 Ltr = Lth(1,9 + t)-1-428
60 Ltr = Lth(1,9 + t)-1-428
40 con Lth = 100% y t = tiempo en segundos
20
10
8
6
4
t. sec.
1
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Zona de umbral Zona de transición
80 Km./h
100 m. 200 m. 300 m. 400 m.
100 Km./h
100 m. 200 m. 300 m. 400 m. 500 m.
120 Km./h
100 m. 200 m. 300 m. 400 m. 500 m. 600 m.
Figura 6
De conformidad con la Fig. 6, la longitud de la zona de transición es la distancia que debe recorrer un vehículo para
pasar, adoptándose visualmente, desde el nivel de luminancia del final de la zona de umbral, hasta el valor de la
luminancia en el comienzo de la zona del interior. En consecuencia, para cada velocidad del vehículo la reducción
permisible de la luminancia en la zona de transición Ltr, es función de la distancia recorrida en la mencionada zona.
La luminancia media en servicio de la calzada con mantenimiento de la instalación de la zona de transición Ltr
disminuye gradualmente, desde la luminancia de la zona de umbral hasta la luminancia de la zona del interior. En
cualquier posición en la zona de transición, la luminancia de la superficie de la calzada debe ser igual o exceder a
la luminancia establecida en la Fig. 6.
La curva de la Fig. 6 es el resultado de numerosas pruebas experimentales en función de la adaptación del ojo desde
altos niveles de luminancia a valores muy bajos que han dado lugar a una aproximación matemática que responde
a la siguiente expresión:
- Visibilidad de cualquier obstáculo eventual sobre la calzada a una distancia como mínimo igual a la distancia de
seguridad, teniendo en cuenta la opacidad de la atmósfera del túnel debido a los gases de escape de los vehículos.
- Guiado sin ambigüedades de los vehículos.
- Buena calidad del ambiente luminoso, cuyo efecto psicológico es importante sobre todo en los túneles muy largos.
Se debe señalar que los niveles de la zona del interior se consiguen en toda la longitud del túnel, igualmente en las
denominadas zonas de refuerzo del alumbrado (zona de entrada y, en su caso, de salida), donde a esta iluminación se le
denomina alumbrado base.
Tabla 11
la distancia de seguridad (DS), a partir de la luminancia de la zona del interior, a un nivel 5 veces superior al de la zona del
interior (Lex = 5 · Lin) a una distancia de 20 m., antes de llegar a la boca o portal de salida del túnel. El aumento lineal de la
luminancia podrá realizarse escalonadamente de forma que la relación entre escalones no exceda de la relación 3:1 en una
longitud, como mínimo, igual a la distancia de seguridad (DS).
En los casos de túneles unidireccionales cuyas clases de alumbrado sean 1 a 5 ambas inclusive, la zona de salida tendrá la
misma luminancia que la zona del interior del túnel (Lex = Lin), no requiriéndose alumbrado adicional sobre el previsto en la
zona del interior. No obstante, con independencia de la clase de alumbrado que corresponda al túnel, en ciertos casos
particulares de túneles unidireccionales, donde existan serios riesgos de molestia y deslumbramiento a la salida, debido por
ejemplo a la orientación del túnel o a las incomodidades ocasionadas por la salida y ocaso del Sol, deberá reforzarse el
alumbrado de la zona de salida del túnel en las condiciones establecidas para los de clase de alumbrado 6 y 7.
Tabla 12
LV
TI = 65 · · en % para 0’05 [ Lm [ 5 cd/m2
(Lm) 0,8
LV
TI = 95 · · en % para Lm > 5 cd/m2
(Lm) 1,05
donde:
TI = Incremento de umbral correspondiente al deslumbramiento perturbador.
Lv = Luminancia de velo total en cd/m2.
Lm = Luminancia media de la calzada en cd/m2.
El incremento de umbral (TI) debe ser menor del 15% para las zonas de umbral, de transición y zona interior durante el día,
y para todas las zonas durante la noche. Para la zona de salida durante el día no existe limitación en el deslumbramiento
perturbador.
intensidad luminosa.
La incomodidad visual experimentada por el conductor debida al parpadeo o efecto Flicker depende fundamentalmente de
los siguientes factores:
La influencia de los tres primeros puntos, dependen de la velocidad del vehículo y de la separación entre luminarias; el último
punto depende también de las características fotométricas (distribución de la intensidad luminosa) e interdistancia entre
luminarias.
Cuando la distancia entre los extremos de las luminarias adyacentes es inferior a la longitud de una sola luminaria, el tercer
punto relativo a la velocidad de cambio de claro a oscuro queda minimizado, y el parpadeo o efecto Flicker percibido resulta
despreciable, debido a que la implantación de la instalación de alumbrado puede asimilarse a una línea continua.
Para calcular la frecuencia de parpadeo o Flicker en una zona del túnel, se divide la velocidad del tráfico en metros/segundo
por la separación entre luminarias en metros.
Ejemplo:
v = 60 Km/h. = 16’6 m/s.
Separación entre luminarias = 4 m.
Frecuencia de parpadeo o Flicker = 16’6 / 4 4’2 Hz.
Deben evitarse frecuencias de parpadeo o Flicker (variación de la luminancia), comprendidas entre 2’5 Hz. y 15 Hz. a la
velocidad de circulación durante más de 20 segundos, dado que el efecto de parpadeo puede despreciarse para frecuencias
por debajo de 2’5 Hz. y por encima de 15 Hz.
Tabla 13
Los pasos inferiores y túneles cortos menores de 25 metros de longitud, normalmente no requieren la instalación de alumbrado
diurno. Cuando la longitud del túnel corto es algo superior a 25 metros, el fondo oscuro constituido por las paredes y techo del túnel,
así como por la propia calzada, puede ocultar la visión de los vehículos y, en su caso, de los peatones que lo atraviesan (véase Fig.
7), lo que impide su percepción. En este caso debe instalarse alumbrado diurno en el túnel o paso inferior.
Tabla 16
Para cada tipo de túnel corto en los diagramas guía y en su parte izquierda, se hacen constar las cuatro cuestiones siguientes:
longitud, visibilidad de la salida, velocidad y volumen de tráfico.
- Longitud (m): Se establecen para cada diagrama guía cuatro órdenes de longitudes de túneles cortos o pasos inferiores,
expresadas en metros.
- ¿Salida visible?: En cada diagrama guía se considera, cuando el conductor del vehículo que se acerca al túnel y se
encuentra, como mínimo, a una distancia igual a la de seguridad (DS) antes de la entrada del mismo, si es o no visible
la salida del túnel o paso inferior.
- Velocidad [ 80 Km/h: En los diagramas guía 2 y 3, correspondientes a los túneles tipo B y C, se contempla si la velocidad
de diseño del túnel o paso inferior es mayor o menor que 80 Km/h. La velocidad de diseño es muy importante en
relación a la distancia de seguridad (DS), así como respecto al riesgo de accidentes y a la gravedad de los mismos.
- Volumen de tráfico: Se tiene en cuenta en los diagramas guía 2 y 3 el volumen de tráfico, que puede clasificarse en
ligero y denso.
En el diagrama 2 correspondiente a túneles cortos tipo B (interurbanos bidireccionales), se valora que el volumen de tráfico
es denso cuando la intensidad media diaria de los vehículos que circulan es superior a 5.000 (IMD > 5.000).
En el diagrama 3, que hace referencia a túneles cortos tipo C (interurbanos unidireccionales de autopistas y autovías), se
estima que el volumen de tráfico es denso cuando la intensidad media diaria de los vehículos que circulan es superior a
10.000 (IMD > 10.000).
Se establecen 4 diagramas que constituyen una guía que tiene un carácter orientativo, y proporciona una ayuda para decidir
si el túnel corto o paso inferior necesita o no dotarse de alumbrado diurno, y si lo precisa, se detalla que tipo de alumbrado
debe adoptarse.
Si, por ejemplo, se presenta el caso de un túnel corto de 120 metros de longitud, situado en una carretera interurbana con
tráfico de baja velocidad (v < 60 Km/h.) y con una intensidad media diaria IMD < 3.000, y se necesita decidir si debe dotarse
o no de alumbrado diurno y, en el caso de requerirlo se precisa determinar el tipo de alumbrado a instalar, la forma de operar
es la siguiente:
Siguiendo el diagrama guía nº 4, se sitúa el túnel dentro del intervalo de longitudes que le corresponden, es decir, entre 101
y 150 metros.
Se contesta la segunda cuestión ¿salida visible?. En caso afirmativo, de acuerdo con el diagrama 4, no se requiere alumbrado
diurno. Si la respuesta es negativa, debido a la existencia de curvas o pendientes en el interior del túnel, se instala alumbrado
diurno limitado.
En el supuesto del mismo túnel corto pero con una longitud de 170 metros, de conformidad con el diagrama 4, las dos únicas
alternativas en el caso de que la salida del túnel sea o no visible, son respectivamente la instalación de alumbrado diurno
limitado o diurno completo.
Los diagramas constituyen una guía práctica que, en cada caso concreto, deberá ser adaptada al tipo de carretera teniendo
en cuenta:
Además de considerar a título orientativo los diagramas guía, para el diseño, funcionamiento y mantenimiento del alumbrado
de túneles cortos y pasos inferiores, se tendrán en cuenta las siguientes consideraciones técnicas y económicas:
- Efectuar un análisis cuidadoso del riesgo de accidentes y de la seguridad en relación a la iluminación (calidad y cantidad).
- Estudiar la señalización conveniente frente a la entrada del túnel, especialmente en lo relativo a la velocidad límite,
encendido de los faros de los vehículos, etc.
- Realizar un examen meticuloso de los costes de instalación y explotación anual del alumbrado, incluidos los costes de
funcionamiento, mantenimiento y trabajos de reparación en relación a la seguridad y comodidad proporcionada por dicha
instalación (binomio coste/beneficio).
(se precisa siempre que desde cualquier posición no es visible al menos una salida).
La situación de estas luminarias será en la pared a una altura de 0,50 m de la calzada y con una separación inferior a 50 m.
13.5. Mantenimiento
El factor de mantenimiento utilizado en los estudios de iluminación cubren normalmente la depreciación de luminaria (ensuciamiento)
y lámpara (pérdida de flujo luminoso).
En el caso de los túneles que son instalaciones con un alto grado de polución atmosférica, es muy importante disponer de un
programa de mantenimiento (limpieza de paredes y luminarias) que defina los ciclos de limpieza que permitan cumplir el factor
establecido en el estudio.
La norma recomienda utilizar un factor de mantenimiento de 0,7 para definir el valor del nivel medio de luminancia de calzada y 0,5
para el de las paredes.
La reposición de lámparas se realizará cuando el nivel medio esté por debajo del establecido o la falta de uniformidad resulte
inaceptable.
TÚNELES CORTOS
TIPOS DE TIPO A TIPO B TIPO C TIPO D
TÚNELES DIAGRAMA-1 DIAGRAMA-2 DIAGRAMA-3 DIAGRAMA-4
Longitud < 25 < 80 < 100 < 100
25 a 75 80 a 120 100 a 150 100 a 150
75 a 125 120 a 150 150 a 200 150 a 200
> 125 > 150 > 200 > 200
¿Salida visible? SI SI SI SI
NO NO NO NO
Velocidad SI SI
< 80 km/h NO NO
Volúmen tráfico LIGERO LIGERO
DENSO DENSO
* En los túneles tipo B el volúmen de tráfico es denso cuando IMD > 5.000.
** En los túneles tipo C el volúmen de tráfico es denso cuando IMD > 10.000.
Tabla 18
Si está previsto alumbrado en la carretera, éste se implantará de forma que se asegure una penetración adecuada de la iluminación
dentro del túnel corto o paso inferior.
El contenido de los diagramas guía para túneles cortos y pasos inferiores detallados en el apartado 13.3. se resumen en la tabla
anterior.
Es importante una elevada reflectancia de paredes para aumentar el brillo del fondo contra el que los objetos pueden ser vistos. En
los túneles cortos, donde la salida no es visible desde la distancia de seguridad (DS) enfrente de la entrada del túnel, la reflectancia
de paredes es particularmente importante, debido a que una reflectancia de pared elevada asegurará que una gran proporción del
alumbrado diurno que penetra por la boca de salida, se refleje hacia los conductores. Las paredes con una reflectancia difusa, en
servicio, de más del 40%, son denominadas como ELEVADA y las paredes de menos de del 40% de reflectancia, son denominadas
como BAJA (debe tenerse en cuenta el factor de depreciación o mantenimiento).
En cualquier túnel, las paredes deben estar cubiertas por un revestimiento blanco de hasta 2 m. de altura, con una superficie lisa y
una reflectancia especular elevada en servicio o mantenida. La parte inferior hasta 0’50 m. y las aceras laterales, pueden ser
ennegrecidas o pintadas de color negro, fundamentalmente cuando el revestimiento de la calzada es claro o blanco, debido a las
necesidades de conducción de los vehículos con un buen contraste mantenido, a fin de mejorar la percepción total. Cuando la
reflectancia de las paredes se califica como BAJA, la longitud señalada en cada uno de los 4 diagramas guía debe ser reducida en un
20%.
El grado de penetración de luz diurna en la salida también es importante. Así, un túnel con una gran sección transversal, por ejemplo,
de tres carriles o más de anchura, y una salida en terreno plano o con pendiente descendente y mirando al sur, admitirá un máximo
de luz diurna y contribuirá considerablemente a la visibilidad en el túnel. Por otro lado, la penetración de la luz diurna puede ser pobre
cuando el túnel sea de dos carriles o menos, en el caso de que la salida esté situada en un corte o se encuentre rodeada por edificios
altos, así como cuando la carretera tenga pendiente ascendente desde la salida o en el supuesto de que la salida mire al norte. La
importancia de la penetración de la luz diurna en la salida disminuye con la longitud del túnel. Cuando la penetración de la luz diurna
es BUENA, la longitud indicada en cada uno de los 4 diagramas guía debe ser incrementada hasta en un 20%.
En lo que se refiere a la geometría del túnel y sus carreteras de acceso, el diseño del alumbrado del túnel debe seguir el recorrido
más conservador en cada diagrama guía. Lo mismo debe hacerse:
- Cuando el túnel presenta en primer lugar una pendiente y luego una rampa (cambios en curvatura vertical).
- Cuando hay discontinuidades o singularidades geométricas.
En el caso de que el túnel presente una mala percepción total, el diseño del alumbrado debe seguir un trayecto conservador en cada
uno de los 4 diagramas guía.
Es necesario un análisis específico, cuando el transporte de mercancías peligrosas sea frecuente. En este caso, el diseño del alumbrado
en el túnel debe llevarse a cabo optando por la trayectoria más conservadora en cada uno de los diagramas guía.
TABLA I
INTENSIDADES LUMINOSAS EN LA ZONA DE ENTRADA DE TÚNELES
CLASE DE ALUMBRADO 1
ÁNGULO 80° < γ < 87,5° γ = 87,5°
INTENSIDAD (cd) INTENSIDAD (cd)
TIEMPO
MÍN. MÁX. MÍN. MÁX.
Durante el día 300 800 — 400
Durante la noche 8 50 — 25
Tabla 19
Con el fin de asegurar un guiado visual adecuado, la separación entre luminarias no deberá ser mayor de 25 m. En
túneles en curva siempre serán visibles como mínimo 4 luminarias, por lo que la separación entre luminarias podrá
ser reducida.
13.9.1.2. Guiado visual en la zona del interior para túneles. Clase de alumbrado 1
En la zona del interior de los túneles clase de alumbrado 1 (Tabla 19), las luminarias instaladas tendrán unas
intensidades luminosas hacia el conductor que cumplirán lo establecido en la Tabla 20.
TABLA II
INTENSIDADES LUMINOSAS EN LA ZONA DEL INTERIOR DE TÚNELES
CLASE DE ALUMBRADO 1
ÁNGULO 80° < γ < 87,5° γ = 87,5°
INTENSIDAD (cd) INTENSIDAD (cd)
TIEMPO
MÍN. MÁX. MÍN. MÁX.
Día y noche 8 50 — 25
Tabla 20
CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
14.1. Generalidades
Desde sus orígenes, el hombre siempre se ha preocupado por el origen y el destino de nuestro planeta así como sobre la existencia
de la vida terrestre, y el estudio del firmamento siempre ha estado ligado a esta preocupación. Desde principios del siglo XX y por
primera vez en la Historia, la visión nocturna de nuestro firmamento está siendo amenazada, sin apenas darnos cuenta, por la
anárquica iluminación de los asentamientos urbanos. La contaminación lumínica sobre los cielos de nuestros pueblos y ciudades nos
impide contemplar uno de los espectáculos más bellos. El cielo ha sido y es una inspiración para la humanidad. Sin embargo, su
contemplación se hace cada vez más difícil e, incluso, para las jóvenes generaciones empieza a resultar desconocido.
Es por ello que el “Comité Español de Iluminación”, mediante un informe técnico, ha desarrollado una Guía para la Reducción del
Resplandor Luminoso Nocturno la cual vamos a exponer a continuación.
La contaminación lumínica se define como el brillo o resplandor luminoso nocturno en el cielo, producido por la difusión y reflexión
de la luz artificial en los gases y partículas en suspensión de la atmósfera. Este resplandor, generalmente producido en parte por las
fuentes de luz instaladas en las zonas exteriores, hacen que se incremente el brillo del fondo natural del cielo, disminuyendo
progresivamente el valor de magnitud de observación de los objetos astronómicos y perjudicando la observación.
Debe distinguirse el brillo natural, atribuible a la radiación de las fuentes u objetos celestes y a la luminiscencia de las capas altas de
la atmósfera, del resplandor luminoso debido a las fuentes de luz artificial instaladas en zonas exteriores. En este último caso, tienen
que considerarse las emisiones directas hacia arriba de diversas fuentes de luz artificial, así como la radiación reflejada por las
superficies iluminadas por dichas fuentes de luz.
Con la finalidad de reducir la contaminación lumínica imputable a las fuentes de luz artificiales se deberá actuar, por una parte, sobre
los propios aparatos o luminarias que emiten luz y, por otra, sobre la instalación de alumbrado implantando el número mínimo de
puntos de luz que permita alcanzar los niveles luminosos requeridos sin superarlos, lo que conllevará, en el caso de alumbrado viario,
a establecer determinadas recomendaciones sobre los tipos de pavimentos de las calzadas a utilizar.
Asimismo, deberá tenerse en cuenta la variación temporal o disminución de los niveles luminosos a ciertas horas de la noche en las
que desciende substancialmente la intensidad de tráfico, siempre y cuando quede garantizada la seguridad de los usuarios de dichas
vías.
Por otra parte, deben considerarse los criterios de elección de lámparas, especialmente en las proximidades de los observatorios
astronómicos de categoría internacional o zona “E 1”, donde se recomienda la instalación únicamente de lámparas de vapor de sodio
de alta y baja presión, implantando con preferencia estas últimas, ya que al no emitir dentro de la zona del ultravioleta (ondas de gran
energía con largo alcance) no se producen interferencias con los equipos de telemetría y espectrografía de los observatorios
astronómicos.
Además, deben contemplarse otras alternativas para paliar la contaminación lumínica o resplandor luminoso en el cielo, en lo relativo
a las iluminaciones publicitarias y ornamentales.
También hay que destacar que la contaminación lumínica o brillo achacable a las fuentes de luz artificial, no obedece exclusivamente
al diseño o concepción de las instalaciones de iluminación, sino que también depende de las condiciones atmosféricas (humedad,
nubes, niebla, aerosoles, contaminación atmosférica, etc.).
En resumen, la contaminación lumínica está determinada por dos factores principalmente:
- La emisión de luz procedente de las luminarias de alumbrado público, ya sea por emisión directa (luz no controlada en el hemisferio
superior de la luminaria) o por emisión indirecta (reflexión de la luz en las paredes, calzadas o superficies a iluminar).
- Las fuentes de luz empleadas en el alumbrado exterior, ya que sus diferentes espectros de emisión pueden ser más o menos
perjudiciales.
La causa principal de tasas tan elevadas de accidentes nocturnos es la propia oscuridad, ya que las capacidades visuales de los
conductores (agudeza y campo visual, apreciación de distancias, visión de contraste, percepción cromática y tolerancia al
deslumbramiento) son alteradas desfavorablemente debido a los bajos o nulos niveles luminosos existentes y, en consecuencia, la
visibilidad queda muy reducida por la noche.
Según los estudios de la C.I.E. ha quedado demostrado que el alumbrado de las vías de tráfico rodado reduce el total de accidentes
en un 30% durante el periodo nocturno.
La tarea visual y las necesidades de los peatones difieren de las de los conductores en muchos aspectos. La velocidad del movimiento
es menor, y la percepción de los objetos que rodean a los peatones tiene más importancia que la visión de los que están más
distanciados. Por tanto, los criterios de calidad del alumbrado peatonal no pueden ser iguales a los de las vías de tráfico rodado. En
áreas urbanas tiene mayor significación para los peatones la percepción de su entorno inmediato, al objeto de evitar cualquier tipo de
delito (robos, vandalismos, agresiones sexuales, actos de terrorismo, etc.).
La decisión de si debe o no preverse alumbrado para una vía pública en una zona o lugar determinado debe tomarse sobre la base
de un detallado estudio. Una vez que se haya adoptado la decisión de acometer la instalación de alumbrado, los criterios de diseño
y niveles de iluminación se ajustarán, evitando su superación, a lo establecido en las siguientes publicaciones de la C.I.E.:
No obstante, podrán rebasarse los niveles luminosos establecidos en las anteriores publicaciones hasta un 20%, salvo en casos
debidamente justificados en los que sería posible sobrepasar dicho porcentaje.
En lo que respecta a los elementos que constituyen la instalación, cálculos luminotécnicos, mediciones, mantenimiento, etc. se estará
a lo dispuesto en las publicaciones de la C.I.E. siguientes:
- Publicación C.I.E. 30.2: 1982 Cálculo y mediciones de la luminancia y la iluminancia en el alumbrado de carreteras.
- Publicación C.I.E. 31: 1976 Deslumbramiento y uniformidad en las instalaciones de alumbrado de carreteras.
- Publicación C.I.E. 32/AB: 1977 Puntos especiales en alumbrado público.
- Publicación C.I.E. 33: 1977 Depreciación y mantenimiento de instalaciones de alumbrado público.
- Publicación C.I.E. 34: 1977 Luminarias para alumbrado de carreteras: datos fotométricos, clasificación y prestaciones.
- Publicación C.I.E. 121: 1996 Fotometría y goniofotometría de las luminarias.
L0 – Lf
C=
Lf
Siendo:
L0= Luminancia del objeto.
Lf= Luminancia de fondo.
El contraste C puede ser positivo o negativo:
Si L0 >Lf C > 0 contraste positivo (objeto más claro que el fondo).
Si L0 <Lf C < 0 contraste negativo (objeto más oscuro que el fondo).
Siempre se verifica que C’ < C, dado que el numerador es el mismo y el denominador es siempre mayor.
Cuando la luminancia de velo Lv aumenta, el objeto observado puede desaparecer del campo visual, particularmente en el caso de
observaciones astronómicas cuando se trata de una estrella u objeto celeste con una luminancia L0 muy débil.
Los parques nacionales y áreas de especial belleza natural tendrán el mismo tratamiento que la zona “E 1”, en lo que respecta a las
limitaciones del flujo hemisférico superior instalado establecidas en la Tabla 2, no siendo de aplicación el régimen de distancias al resto
de zonas recogido en la Tabla 4.
En la zona “E 1” donde se encuentra el “punto de referencia” (observatorios astronómicos de categoría internacional), se recomienda
instalar lámparas de vapor de sodio a alta y baja presión, implantando con preferencia estas últimas.
A modo de ejemplo en la Tabla 3 se hace constar el tipo de observaciones astronómicas realizables en cada zona.
No obstante, en el caso de iluminación de autopistas y autovías, vías urbanas importantes, rondas de circunvalación, etc. se
recomienda instalar luminarias con un flujo hemisférico superior instalado FHSinst [ 5%.
En el caso de alumbrados peatonales, así como artísticos con faroles, aparatos históricos, etc., se sugiere un FHSinst [ 25%.
Cuando se agote la vida de las instalaciones de alumbrado, o por cualquier causa se proceda a su renovación, se recomienda implantar
luminarias con las limitaciones de flujo hemisférico superior señaladas en este apartado.
Se aconseja el establecimiento de programas de sustitución de luminarias existentes cuyo flujo hemisférico superior instalado sea
mayor del 25% (FHSinst/25%), por luminarias que cumplan los valores recomendados en este epígrafe.
Para la correcta utilización de la Tabla 4, en primer lugar debe seleccionarse la zona donde se encuentra situado el “punto de
referencia” y a continuación, en la Tabla 4, se obtiene la distancia mínima en Km. donde comienza la zona siguiente, y así
sucesivamente para el resto de zonas colindantes.
Los valores consignados en la Tabla 4 se han deducido de la experiencia práctica, aún cuando el número de casos estudiados ha sido
limitado.
La reducción de los niveles luminosos mediante apagado de puntos de luz no es recomendable, y en el supuesto de utilizar dicho
procedimiento, deben mantenerse las uniformidades mínimas establecidas en las publicaciones de la C.I.E.
La reducción con sistemas de regulación, se estima es el procedimiento más adecuado ya que evita zonas de sombra y muros de
luz que dificultan la visión, manteniendo las uniformidades.
NO SI SI
Figura 1
- Si no existe la posibilidad de cambiar el sentido de iluminación hacia abajo y no hacia arriba, utilizar pantallas y
paralúmenes para evitar la dispersión del haz luminoso (Fig. 2).
NO SI SI
Figura 2
- Instalar equipos de iluminación que reduzcan la dispersión de la luz sobre el plano horizontal del aparato de iluminación,
con valores mínimos e incluso nulos por encima de dicho plano (Fig. 3 y 4).
NO SI
Figura 3.
SI
NO
Figura 4
- Para que el deslumbramiento sea mínimo, dirigir hacia abajo el haz de los rayos luminosos manteniéndolo por debajo de
70°. Si se eleva la altura de montaje, debería disminuirse el ángulo del haz de los rayos luminosos. En lugares con luz
ambiental baja, el deslumbramiento puede ser muy molesto, por lo que se debe cuidar con esmero el posicionamiento
y el apuntamiento u orientación de los aparatos de iluminación (Fig. 5).
SI O.K.
90°
70° <70°
NO
Figura 5
- Cuando resulte posible, se recomienda implantar aparatos con reflector asimétrico que permitan mantener su cierre frontal
paralelo o casi paralelo a la superficie que se quiera iluminar (Fig. 6).
NO SI
Figura 6
- Para evitar instalar exceso de luz, se deben cumplir las recomendaciones que fijan los niveles para iluminar las diversas
tareas con las tolerancias permitidas.
- En el caso de pequeñas iluminaciones de seguridad y alumbrados domésticos existen dos soluciones:
- • Pueden emplearse con efectividad los detectores pasivos de infrarrojos, si se instalan y alinean correctamente. En
general, una lámpara halógena de 150 W. resulta más que suficiente. Lámparas de 300/500 W. proporcionan demasiada
iluminación, mayor deslumbramiento y sombras más oscuras o acentuadas.
- • Son igualmente aceptables iluminaciones permanentes con bajo brillo durante toda la noche. En el caso de un porche
en una vivienda, una lámpara fluorescente compacta de 9 W. (600 lm.) resulta adecuada en la mayoría de los casos.
- En el alumbrado de vías de tráfico rodado, se debe reducir el flujo emitido por encima del plano horizontal y restringir la
luz cercana.
En función de la clasificación de zonas establecida en la Tabla 1, las recomendaciones a título meramente orientativo para la
limitación de la luz molesta o perturbadora procedente de instalaciones de alumbrado exterior se expresan, como valores máximos,
en la tabla siguiente:
E1 0 2 1* 0 0 0 10
E2 5 5 1 50 0’5 5 10
E3 15 10 5 100 1’0 10 15
E4 25 25 10 100 2’5 25 15
FHSinst Máximo porcentaje permitido del flujo hemisférico superior instalado en tanto por ciento.
EV Iluminancia vertical en lux.
Ι Intensidad luminosa en Kilocandelas (Kcd.).
Lm Luminancia media en cd/m2.
TΙ Incremento de umbral de contraste en tanto por ciento.
* Aceptable únicamente para instalaciones de alumbrado de vías de tráfico rodado.
** Se aplica para cada fuente de luz en la dirección potencial de la molestia.
*** Para evitar una iluminación excesiva se limita la luminancia en los edificios, que debe estar acorde con la luminosidad
general de la zona.
BIBLIOGRAFÍA
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• Fördergemeinschaft Gutes Licht: Good lighting for offices and office buildings.
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• Sistema eléctrico para lámparas de descarga. Antonio Vela Sánchez, Juan José Garrido Vázquez.
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• Norma UNE-EN 60927 (1990): Aparatos arrancadores y cebadores (excepto los de efluvios).
• Norma UNE-EN 60598-2-01 (1993): Luminarias. Parte 2. –Requisitos particulares y ensayos. Sección 1: Luminarias fijas de uso
general.
• Norma UNE-EN 60598-2-02 (1993): Luminarias. Parte 2. –Reglas particulares. Sección 2: Luminarias empotradas.
• Norma UNE-EN 60598-2-03 (1993): Luminarias. Parte 2. –Reglas particulares. Sección 3: Luminarias para alumbrado público.
• Norma UNE-EN 60598-2-04 (1993): Luminarias. Parte 2. –Reglas particulares. Sección 4: Luminarias portátiles de uso general.
• Norma UNE-EN 60598-2-05 (1993): Luminarias. Parte 2. –Reglas particulares. Sección 5: Proyectores.
• Norma UNE-EN 60598-2-06 (1993): Luminarias. Parte 2. –Reglas particulares. Sección 6: Luminarias con transformador integrado
para lámparas de filamento de wolframio.
• Norma UNE-EN 60598-2-08 (1993): Luminarias. Parte 2. –Reglas particulares. Sección 8: Luminarias portátiles.
• Curso básico de Ergonomía. Santiago González Gallego. Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales de Valladolid.
• Documentos Técnicos: La Iluminación en los Lugares de Trabajo. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social.
• Guía Técnica: Lugares de Trabajo (interpretación y aplicación del R.D. 486/1997 de 14 de Abril). Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
LUMINOTECNIA
Naturaleza de la luz
Producción de la luz
Transmisión de la luz
La misma se efectúa a través del espacio por medio de ondas, cuya longitud dentro del
–9
espectro visible está comprendida entre 380 y 630 Nanómetros (1 Nanómetro = 10 metros).
Se define como longitud de onda la distancia entre dos ondas consecutivas. La velocidad
de propagación de las ondas es de 300.000 kilómetros por segundo.
El ojo humano
Porciento de 100 %
sensibilidad
relativa
Visión Visión
nocturna diurna
0%
Longitud
400 nm 550 nm 700 nm
de onda
Color
El color de la luz viene determinado por su longitud de onda. Entre 380 nm - 450 nm.
produce la sensación del color violeta, de 450 nm a 490 nm azul, de 490 nm a 560 nm el
anaranjado, de 560 nm a 590 nm amarillo y de 590 nm a 630 nm el rojo.
El espectro de una fuente de luz puede ser continuo o una línea o banda conteniendo unas
pocas longitudes de onda.
Un filamento de tungsteno posee un espectro continuo (Luz blanca). El arco de vapor de
mercurio da un espectro lineal.
Φ = dQ/dt [Lumen]
El rendimiento luminoso nos da la relación del flujo luminoso emitido por las fuentes por
cada unidad de potencia eléctrica consumida [Lumen/Watio]
dω
dΦ
dS
I = dΦ/ dω [Candela]
Distribución luminosa
12.4 Iluminancia
E = dΦ/dS [Lux]
dS (Superficie aparente)
dI
Lámparas incandescentes
Lámparas normales
• Filamento
Las lámparas modernas tienen filamento de tungsteno o wolframio, ya que necesitan la mayor
temperatura posible (cerca de 2400 °C)
El filamento tiene forma de espiral, para poder ocupar el menor lugar posible y aumentar su
superficie de radiación.
• Ampolla
El filamento se coloca dentro de una ampolla de vidrio, hermética que impide el contacto con el
aire, ya que él oxigeno del mismo haría que se quemará inmediatamente.
• Gas de relleno
Dentro de la ampolla se encuentra un gas inerte como el Argón, con lo cual se reduce la
evaporación del filamento con el consiguiente incremento de su vida útil.
• Casquillo
• Rendimiento
Las lámparas incandescentes tienen un rendimiento de 10 a 20 lúmenes por vatio, según los
valores de las potencias unitarias. Su vida útil es de unas 1000 horas.
• Equipo auxiliar
• Tensión
Las lámparas deben trabajar a su tensión nominal, ya que un aumento de la tensión implica un
mayor flujo luminoso pero su vida útil se acorta, ya que la temperatura es mas elevada.
Una tensión menor alarga su vida útil, pero el flujo luminoso disminuye en mayor proporción.
W Lumen
25 230
40 430
60 730
75 950
100 1380
150 2220
200 3150
En este tipo de lámparas se introduce un halógeno (yodo o bromo) en la ampolla junto con
el gas de relleno.
Los átomos de volframio, que se desprenden del filamento caliente, reaccionan con los
átomos del halógeno y forman halogenuros. En su movimiento por convección, el halogenuro al
acercarse al filamento, se disocia en halógeno (que queda libre para repetir el proceso) y wolframio
metálico que se deposita en el propio filamento.
La vida útil de esta lámpara es superior a las 2000 horas, y presenta un mejor rendimiento
lumínico.
Cabe mencionar que dentro de estas lámparas se encuentran las tipo Bi Pin, que trabajan
con 12 V, lo cual requiere un transformador para su uso.
Lámparas de descarga
La luz es producida por un arco eléctrico mantenido en un gas o vapor ionizado.
Generalmente necesitan un dispositivo que reduzca la corriente que las atraviesa.
Las partes principales son:
• Tubo de descarga
• Ampolla exterior
La utilizan las lámparas de alta presión para proteger el tubo de descarga de los agentes
atmosféricos.
La ampolla puede estar recubierta internamente por una capa difusora de luz o de fósforo
para mejorar el rendimiento en color.
• Casquillos
Pueden ser a rosca ó de tipo bayoneta, y sirve para conectar los electrodos de la lámpara al
suministro de energía eléctrica.
Balasto
Tubo
fluorescente
220 V
50 Hz Capacitor
Arrancador
Otro circuito que se utiliza para evitar el efecto estroboscopio, es mediante dos equipos en
los cuales se produce un desfasaje en el encendido y apagado de los mismos mediante un
condensador, tal como se muestra en la figura 12.8.
Balasto
Tubo fluorescente
220 V Capacitor
50 Hz Arrancador
Capacitor
Balasto
Tubo fluorescente
Capacitor
Arrancador
• Equipo auxiliar
El equipo auxiliar consta de un limitador de corriente que es el balasto (Una bobina con núcleo
de hierro) y un cebador para iniciar la descarga.
Estas lámparas se encienden precalentado los electrodos, antes de aplicar la tensión de
arranque.
Este precalentamiento se logra, mediante un cebador, que conecta los electrodos de la
lámpara en serie con la salida del balasto, cortocircuitando la lámpara.
El cebador es un elemento que contiene dos electrodos, uno de ellos formado por un
elemento bimetálico, encerrados dentro de una ampolla de gas inerte.
Cuando se conecta el equipo, estos electrodos reciben la tensión de línea lo cual produce una
descarga entre ellos (Efluvios), que hace que se calienten, lo cual produce la deformación del
elemento bimetálico y se unan cortocircuitando la lámpara.
Al circular corriente por los electrodos de la lámpara, se calientan y emiten electrones.
Debido a que se unen los electrodos del cebador, estos se enfrían y vuelven a abrirse, lo que
produce un transitorio debido a la presencia del balasto, originando un pico de tensión entre
los electrodos de la lámpara y producen la descarga entre ellos.
La tensión sobre la lámpara se ve limitada por el balasto.
Se pueden utilizar balastos electrónicos, los cuales presentan las siguientes propiedades:
Mejoran la eficiencia
Provocan el arranque instantáneo
Aumentan la vida útil
Mejoran el factor de potencia
No produce parpadeo
No producen ruido
• Rendimiento
• Tensión
Debe estar dentro de los valores nominales, ya que una baja tensión, puede crear dificultades
en el arranque y por lo tanto acortar su vida útil.
Con tensiones superiores, la corriente que circula por la misma es mayor con lo que también
reduce su vida útil.
En la siguiente tabla se dan las características para lámparas del tipo luz día standard.
Corriente de Capacitor a
Longitud del tubo
Potencia lámpara con Flujo luminoso colocar para cos
aprox.
cos ϕ = 0,85 ϕ ≥ 0,85
W A Lumen µF mm
Están formadas por un tubo de vidrio de 10 mm de diámetro interior, doblado en forma de “U”, se
fabrican en potencias de 9, 11, 13, 15, 18 y 23 W. El esquema de un tipo de estas es el de la figura
12.9.
Resistencia
Electrodo
principal
Electrodo
auxiliar
Tubo de
cuarzo
Electrodo
Ampolla de vidrio principal
La ignición se logra por medio de un electrodo auxiliar o de arranque, ubicado muy cerca
del electrodo principal y conectado al otro a través de una resistencia de alto valor. Cuando se
conecta, el voltaje entre el electrodo principal y el auxiliar ioniza el gas en esa zona en forma de
descarga luminiscente, estando limitada la corriente por el resistor.
Esta descarga disminuye la resistencia entre los dos electrodos principales, hasta un valor
que permite la descarga entre ellos, con lo cual se vaporiza el mercurio que actúa como conductor
principal. El tubo de descarga alcanza en funcionamiento normal temperaturas de hasta 750 °C y
una presión de 5 atmósferas., por lo que para protegerlo y aislarlo térmicamente, se lo envuelve
con una ampolla de vidrio
Ing. Julio Álvarez 12/09 306
LUMINOTECNIA
La resistencia de encendido aumenta con la temperatura, hasta que supera la del arco
principal y se apaga el arco auxiliar.
Tiene un período de arranque de 5 a 6 minutos, tomando una corriente un 150 % superior
a la de régimen.
• Equipo auxiliar
Como equipo auxiliar, necesita un balasto para limitar la corriente y de acuerdo al tipo de
lámpara puede llevar ignitor.
• Rendimiento
Es del orden de 40 a 60 lúmenes por vatio, y su vida útil de 16000 a 24000 horas.
Balasto
W A A Lumen µF W
Similares a las anteriores, contiene aditivos de yoduros metálicos (indio, sodio) que
proporcionan una mayor eficacia y rendimiento en color. Hay dos tipos, los de ampolla
ovoidal, con capa difusora y otra de bulbo tubular y transparente.
La vida útil de la misma es de 6000 a 8000 horas.
En la figura 12.12 Se ve un esquema de este tipo de lámpara
Balasto
W A A Lumen µF W
Lámparas mezcladoras
Deriva de una lámpara de vapor de mercurio de alta presión, pero en lugar de tener un
balasto para limitar la corriente, tiene un filamento de tungsteno alrededor del tubo de descarga
conectado en serie con el mismo.
La luz de la descarga y la del filamento caldeado se combinan para dar una lámpara de
características distintas a la de vapor de mercurio o incandescente.
Al conectar la lámpara, el filamento recibe la tensión de la red produciéndose un flujo
luminoso muy superior a su valor de régimen. A medida que se produce la descarga va creciendo
el flujo luminoso, ya que la tensión entre los electrodos principales crece mientras que decrece en
el filamento.
El esquema de este tipo de lámpara se observa en la figura 12.14.
Electrodo Electrodo
principal auxiliar
Filamento
Resistencia
Tubo de
cuarzo
Electrodo
principal
Corriente de
Corriente en el
Potencia línea con Flujo luminoso
arranque
cos ϕ = 0,85
W A A Lumen
Electrodo
Sodio, mercurio
y argón
Tubo de
cerámica de oxido
de aluminio
• Equipo auxiliar
• Rendimiento
Es del orden de 53 a 120 lúmenes por vatio y su vida útil de 9000 horas
También se fabrican con la cubierta transparente de vidrio duro de la forma que se muestra
la figura 12.16
Balasto
Arrancador
220 V
Capacitor Lámpara
50 Hz
W A A Lumen µF W
Diseño
En todo sistema de alumbrado interior se debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
Rendimiento visual
Por lo general el rendimiento crece con el aumento del nivel de iluminación hasta un cierto
valor que puede dañar el ojo.
Se debe tener en cuenta también el deslumbramiento, el color, etc.
Costos
Niveles de iluminación
Los niveles de iluminación a utilizar deben estar de acuerdo con la tarea a realizar. La
Comisión Internacional de Iluminación, recomienda los valores en función de las distintas
actividades, los cuales se pueden consultar en diversos Manuales de Alumbrado. A modo
orientativo, damos a continuación algunos valores generales:
Sistemas de alumbrado
Φt
E med . = ⋅ η ⋅ fm
A
fm : Factor de mantenimiento
Factor de utilización
Parte del flujo luminoso emitido por una lámpara es absorbido por la luminaria en la cual se
encuentra instalada, del resto del flujo, parte incide directamente al plano de trabajo y partes a
través de reflexiones en el techo y las paredes.
Por lo tanto este factor de reducción, tiene en cuenta la distribución de las luminarias, la
reflectancia de los techos y paredes, la disposición de las luminarias, muebles y equipos que se
encuentren en el lugar, etc.
Para cada tipo de artefacto, y en función de la reflectancia de las paredes y techos y del
índice del local, se encuentran tabulados en los distintos Manuales de Alumbrado, los factores de
utilización.
Se define como índice del local al siguiente valor:
l⋅a
K=
h m (l + a )
Plano de hm
trabajo
En las siguientes tablas se dan los valores para artefactos de uso en iluminación en
oficinas y en locales industriales.
< 0,70 0,27 0,21 0,17 0,27 0,21 0,17 0,22 0,20 0,17
Artefacto abierto
con tubos 0,70 a 0,90 0,35 0,30 0,24 0,35 0,30 0,24 0,34 0,28 0,24
fluorescentes
0,90 a 1,12 0,43 0,36 0,30 0,41 0,35 0,31 0,40 0,34 0,30
1,4 x Altura 1,12 a 1,38 0,49 0,42 0,37 0,49 0,42 0,36 0,46 0,40 0,36
del
1,38 a 1,75 0,55 0,47 0,42 0,53 0,47 0,41 0,50 0,44 0,40
artefacto
sobre el 1,75 a 2,25 0,62 0,55 0,50 0,60 0,53 0,49 0,57 0,52 0,47
suelo
2,25 a 2,75 0,67 0,61 0,56 0,66 0,60 0,55 0,62 0,57 0,52
2,75 a 3,50 0,71 0,65 0,60 0,70 0,63 0,59 0,65 0,61 0,56
3,50 a 4,50 0,76 0,71 0,66 0,74 0,69 0,65 0,69 0,65 0,62
> 4,50 0,81 0,76 0,71 0,78 0,74 0,70 0,73 0,69 0,67
< 0,70 0,31 0,27 0,24 0,30 0,26 0,23 0,29 0,26 0,23
Artefacto con
rejilla difusora y 0,70 a 0,90 0,37 0,33 0,30 0,37 0,33 0,29 0,36 0,32 0,29
tubos
fluorescentes 0,90 a 1,12 0,42 0,37 0,34 0,41 0,37 0,34 0,40 0,36 0,33
1,12 a 1,38 0,46 0,42 0,38 0,45 0,41 0,38 0,43 0,40 0,37
1,2 x Altura
del 1,38 a 1,75 0,50 0,43 0,42 0,48 0,44 0,41 0,46 0,43 0,40
artefacto
sobre el 1,75 a 2,25 0,54 0,50 0,47 0,53 0,49 0,46 0,50 0,47 0,45
suelo
2,25 a 2,75 0,56 0,52 0,50 0,55 0,52 0,49 0,53 0,50 0,48
2,75 a 3,50 0,58 0,55 0,52 0,57 0,54 0,52 0,54 0,52 0,50
3,50 a 4,50 0,61 0,59 0,56 0,59 0,57 0,55 0,57 0,55 0,53
> 4,50 0,62 0,60 0,58 0,61 0,59 0,57 0,58 0,56 0,55
< 0,70 0,35 0,32 0,29 0,35 0,31 0,29 0,31 0,29 0,27
Artefacto con
lámpara de 0,70 a 0,90 0,43 0,39 0,37 0,43 0,39 0,37 0,39 0,37 0,35
descarga de
hasta 400 W 0,90 a 1,12 0,49 0,45 0,42 0,49 0,45 0,42 0,45 0,42 0,39
1,2 x Altura 1,12 a 1,38 0,55 0,51 0,48 0,54 0,50 0,47 0,50 0,47 0,44
del
1,38 a 1,75 0,59 0,55 0,52 0,58 0,54 0,52 0,54 0,51 0,38
artefacto
sobre el 1,75 a 2,25 0,64 0,60 0,58 0,63 0,60 0,57 0,59 0,57 0,55
suelo
2,25 a 2,75 0,67 0,64 0,61 0,66 0,63 0,61 0,62 0,60 0,58
2,75 a 3,50 0,69 0,66 0,64 0,68 0,66 0,63 0,65 0,63 0,61
3,50 a 4,50 0,73 0,70 0,68 0,71 0,69 0,67 0,68 0,67 0,65
> 4,50 0,74 0,72 0,70 0,73 0,71 0,69 0,70 0,68 0,66
En todo sistema de alumbrado hay una pérdida en la emisión luminosa de las lámparas por
envejecimiento de las mismas, por acumulación de suciedad en la lámpara o en el artefacto.
Lo mismo ocurre con el ensuciamiento de los techos y paredes, o con la reposición en
tiempo de las lámparas quemadas.
El factor de mantenimiento tiene en cuenta estos hechos y en cierta medida contempla un
mantenimiento programado, ya que de no ser así al cabo de un tiempo el nivel luminoso
proyectado se verá reducido a valores no compatibles con la tarea que se está desarrollando.
E med. ⋅ A
N=
η ⋅ fm ⋅ Φ L
La ubicación de las luminarias debe ser acorde a la simetría del local, no debiendo estar
distanciadas en valores no mayores que los recomendados en las tablas que nos dan los factores
de utilización de acuerdo al tipo de luminaria.
Ejemplos de cálculo
Oficina
Ancho: 5,00 m
Longitud: 10,50 m
10,50 ⋅ 5,00
K = = 1,93
1,75 (10,50 + 5,00 )
1,25 m
2,50 m
1,25 m
0,75 m 1,50 m
Taller
Ancho: 10,00 m
Largo: 22,00 m
22,00 ⋅ 10,00
K = = 1,45
4,75 (22,00 + 10,00 )
22,00m
1,60m
3,40 m
3,40 m
1,60 m
1,75m 3,70m
n Iα 3
E = ∑ cos γ
1 h2
n : Número de luminarias
h
γ
Figura 12.21 Esquema de una columna con artefacto para alumbrado exterior
Curvas Isolux
Si para una luminaria, se efectuara el cálculo de la iluminancia en los puntos del piso que la
rodea y se unieran entre sí, los puntos de igual nivel de iluminación, se obtendrían unas curvas que
se denominan “Isolux” (Igual nivel de iluminación).
Normalmente estas curvas, están incluidas en la información fotométrica para cada
luminaria, y su forma se muestra en la figura 12.22, estando las distancias en múltiplos de la altura
de montaje del artefacto.
Teniendo estas curvas y superponiéndolas para cada columna, podemos hallar en cada
punto el nivel de iluminancia, teniendo en cuenta el factor de reducción, de acuerdo a la altura de la
luminaria con respecto a la altura que tienen como dato las curvas mencionadas.
Este valor se obtiene sumando la iluminancia de una cierta cantidad de puntos y dividiendo
la suma de los mismos por la cantidad de puntos:
∑E
Emed =
n
Se debe ver cuales son los valores de la iluminancia mínima y máxima (Se determinan de
la superposición de las curvas analizadas) y su relación nos da el índice de uniformidad.
E min
fu =
E max
El factor de utilización se define como la parte del flujo luminoso que procedente de una
misma luminaria alcanza el piso.
Φ u
η =
Φ L
h 0 h 2h 3h
η ⋅ ΦL
Emed =
w ⋅S
Donde: ΦL : Flujo luminoso de la luminaria [Lúmenes]
η : Factor de utilización
w : Ancho de la zona a iluminar [m]
a b
a
Luminaria N° 1
Luminaria N° 2
El cual como su nombre lo indica es el alumbrado necesario para que un edificio pueda ser
evacuado con rapidez y seguridad en caso de emergencia. El nivel sobre el suelo en la zona de
escape debe ser de por lo menos 1 Lux.
Iluminación de seguridad
Es el nivel de iluminación para garantizar la seguridad de las personas que realizan tareas
que pueden ser peligrosas, siendo su nivel no menor al 5 % del nivel de iluminación normal.
Iluminación de reserva