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Para que los sujetos logren darle un sentido a su entorno, recurren a la

representación, pero también al discurso; dicho por sus antepasados, pero que a la
vez han sido reactualizados para adaptarse al colectivo actual, Caso considera que
el hombre, al colocarse frente a la naturaleza, ha experimentado un asombro; al
sentir lo pequeño que es, hablando de fuerzas, en comparación con ella; es este
plano, el hombre no se explica y por lo tanto, no puede dominarla, pero tiene claro
que es él, quien sufre los efectos dañosos de esta; la solución que ha encontrado el
hombre, es la creación de la magia y la religión, para explicarse un sin fin de
fenómenos:
Proyecta su asombro, su temor y su esperanza fuera de su alma y, como no
puede entender ni mandar, teme y ama, es decir, adora.Por eso los dioses
han sido hechos a imagen y semejanza del hombre. Cada imperfección
humana se transforma en un dios capaz de vencerla; cada cualidad humana
se proyecta en una divinidad en la que adquiere proporciones sobrehumanas
o ideales (...) los hombres han creído que las fuerzas están sujetas
necesariamente a las palabras o actos mágicos, y tienen que obedecer al
conjuro del que las pronuncia o ejecuta (Caso, 1953:12).
El hombre se explica de distintas formas el universo, el mundo que lo rodea,
una de esas formas es a través de la religión, Álvarez nos dice que:
La palabra religión incluye todo lo considerado como religioso por una larga
sucesión de sabios filósofos (...) en la afirmación de la creencia en los dioses
o en un Dios único en un mundo espiritual y en otro mundo o mundos que
existen más allá del que habitamos(…) Frazer sostiene que toda religión
consta de teoría y la creencia de poderes superiores al hombre que practica
la conciliación de esos poderes (Álvarez,1987:25).

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