Observamos con respecto al homicidio de Andrea Soledad
Melo por su pareja Maximiliano Gastón Giujusa con la que tenía hijos la figura del femicidio que claramente hace unos años atrás no era muy visible, lo vemos claramente en la resolución sobre este caso anteriormente por el Tribunal Oral Criminal (toc) n° 26 que condena a Giujusa a prisión perpetua por homicidio agravado por la relación de pareja entre ambos y por haberse cometido con alevosía (cautela para asegurar el resultado, sin riesgo para el delincuente; también es definida como aquel delito cometido a traición y sobre seguro.) y ensañamiento ( es aquella hipótesis en la que el autor aplica sobre su víctima un modo de matar deliberada e inusualmente cruel.). El Tribunal Oral Criminal se niega a colocar el agravante de femicidio del inciso 11 artículo 80 (incorporado por la ley 26.394) que dice que se impondrá prisión perpetua cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género. Este caso se caracteriza por la existencia de subordinación de Andrea Melo hacia su pareja Maximiliano Giujusa que encuentra su fundamento en la relación desigual de poder. Comprobado los hechos anteriores la defensa del imputado no reconoce el homicidio con alevosía ya que dice que no elige los medios para asegurar su persona sobre la defensa que podría hacer la víctima y plantea que Maximiliano Gastón Giujusa actuó en legítima defensa (articulo 34 inciso 6) pero no lo pudo sostener por no tener si quiera heridas que demuestren la agresión ilegitima. Cabe resaltar que fue el primer caso que condenan por femicidio en la Ciudad de Buenos Aires.