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ASTRONOMÍA

Se define como una ciencia cuyo objeto de estudio es la estructura, composición y


proceso de los astros y sus leyes del movimiento. Desde antaño la astronomía ha
ocupado un lugar importante para el hombre; la arqueología se ha encargado de
investigar civilizaciones como la India, China, Egipto o Mesopotamia donde ya habían
realizado grandes avances con respecto a observaciones de fenómenos astronómicos.
Estaríamos hablando hace aproximadamente 5000 años AC.

La importancia de la astronomía en la historia es más que relevante; es cosa de


analizar el nombre de los días de la semana, y veremos que están asociados a los
planetas de nuestro sistema solar (lunes de la Luna, martes de Marte, Miércoles de
Mercurio, Jueves de Júpiter, viernes de Venus, Sábado de Saturno y Domingo en
inglés es "Sunday", que vendría a ser "día del Sol". Otra anécdota interesante en la
historia corresponde la historia bíblica de la Torre de Babel; resulta que en Babilonia,
los Asirios eran sumamente aficionados a observar las estrellas, tanto que construían
grandes torres para estar más cerca de los astros, para ellos sus dioses.

La astronomía es posible dividirla en cuatro grandes ramas:


Astrofísica: estudia el origen, evolución y destino de los cuerpos celestes. Utiliza como
ciencia auxiliar especialmente a la física y las matemáticas. Analizan principalmente
las radiaciones electromagnéticas en los objetos.
Astrometría: estudia las posiciones y movimientos de los astros.
Utiliza como ciencia auxiliar principalmente a la astrología.

Mecánica celeste y cosmología: estudio del universo como un todo,


principalmente su estructura.
Radioastronomía: estudia las radiaciones
electromagnéticas emitidas por los cuerpos celestes. En este
sentido se asocia mucho a la astrofísica. En esta rama cabe
destacar los trabajos realizados por el ingeniero Kart G. Jansky
quien detectó ruidos provenientes de la Vía Láctea.

La astronomía para llevar a cabo su estudio se ha empeñado en


elaborar instrumentos específicos a lo largo del tiempo. En primer
lugar, el planisferio celeste, que es un instrumento de bajo costo de elaboración, pues
se elabora con plástico y cartón, y contiene un mapa del cielo con sus estaciones del
año y latitudes. En segundo lugar, también se creó lo que se conoce como La Guía del
Cielo; una especie de manual para el astrónomo, que contiene los elementos básicos
de la astronomía y el mapa
del cielo, además de
descripciones de cuerpos
celestes como estrellas,
planetas, meteoritos, etc. Otro
instrumento utilizado por la
astronomía son las fibras
ópticas; que consiste en
cables sencillos y finos cuya
función es girar la luz en
forma controlada con el
objetivo de no perder
información por alguna
refracción o dispersión de luz. Además las fibras ópticas permiten emitir señales
diferentes de distintas frecuencias. El telescopio es uno de los instrumentos más
sofisticado y antiquísimos de la astronomía. Existen de varios tipos, hay uno simples y
más económicos y se requiere de poca instrucción para utilizarlos, a diferencia de
unos más complejos y de difícil manejo. Dentro de éstos más complicados existen los
llamados reflectores recolectores que focalizan la luz por medio de espejos y los
utilizan principalmente para investigaciones. Existen telescopios más modernos que
utilizan el espectro electromagnético para adquirir información, más allá del espectro
visible (la luz captada por el ojo humano), de esta manera pueden emitir ondas de
radio, rayos x y rayos gama.

CONSTELACIÓN
es una agrupación convencional de estrellas, cuya posición en el cielo nocturno es
aparentemente aproximada y pueblos, generalmente de civilizaciones antiguas,
decidieron vincularlas mediante trazos imaginarios, creando así siluetas virtuales sobre
la esfera celeste. En la inmensidad del espacio, en cambio, las estrellas de una
constelación no necesariamente están localmente asociadas; y pueden encontrarse a
cientos de años luz unas de otras. Además, dichos grupos son completamente
arbitrarios, ya que distintas culturas han ideado constelaciones diferentes, incluso
vinculando las mismas estrellas.
Algunas constelaciones fueron ideadas hace muchos siglos por los pueblos que
habitaban las regiones del Medio Oriente y el Mediterráneo. Otras, las que están más
al sur, recibieron su nombre de los europeos en tiempos más recientes al explorar
éstos lugares hasta entonces desconocidos por ellos, aunque los pueblos que
habitaban las regiones australes ya habían nombrado sus propias constelaciones de
acuerdo a sus creencias.
Se acostumbra a separar las constelaciones en dos grupos, dependiendo el hemisferio
celeste dónde se encuentren:
 constelaciones septentrionales, las ubicadas al norte del ecuador celeste
 constelaciones australes, al sur.

A partir de 1928, la Unión Astronómica Internacional (UAI) decidió reagrupar


oficialmente la esfera celeste en 88 constelaciones con límites precisos, tal que todo
punto en el cielo quedara dentro de los límites de una figura. Antes de dicho año, eran
reconocidas otras constelaciones menores que luego cayeron en el olvido; muchas, ya
no se recuerdan. El trabajo de delimitación definitiva de las constelaciones fue llevado
a cabo fundamentalmente por el astrónomo belga Eugène Joseph Delporte y
publicado por la UAI en 1930.

ECLIPSE SOLAR
Es el fenómeno que se produce cuando la Luna oculta al Sol,
desde la perspectiva de la Tierra. Esto sólo puede pasar
durante la luna nueva (Sol y Luna en conjunción).

Tipos de eclipse solar

 Parcial: la Luna no cubre por completo el disco solar que


aparece como un creciente.
 Semiparcial: la Luna casi cubre por completo el Sol,
pero no lo consigue.
 Total: desde una franja (banda de totalidad) en la
superficie de la Tierra, la Luna cubre totalmente el Sol.1
Fuera de la banda de totalidad el eclipse es parcial. Se
verá un eclipse total para los observadores situados en la Tierra que se
encuentren dentro del cono de sombra lunar, cuyo diámetro máximo sobre la
superficie de nuestro planeta no superará los 270 km, y que se desplaza en
dirección este a unos 3.200 km/h. La duración de la fase de totalidad puede
durar varios minutos, entre 2 y 7,5, alcanzando algo más de las 2 h todo el
fenómeno, si bien en los eclipses anulares la máxima duración alcanza los 12
minutos y llega a más de 4 h en los parciales, teniendo esta zona de totalidad
una anchura máxima de 272 km y una longitud máxima de 15.000 km.
 Anular: ocurre cuando la Luna se encuentra cerca del apogeo y su diámetro
angular es menor que el solar, de manera que en la fase máxima permanece
visible un anillo del disco del Sol. Esto ocurre en la banda de anularidad; fuera
de ella el eclipse es parcial.

Para que se produzca un eclipse solar la Luna ha de estar en o próxima a uno de sus nodos, y
tener la misma longitud celeste que el Sol.

Cada año suceden sin falta dos eclipses de


Sol, cerca de los nodos de la órbita lunar,
si bien pueden suceder cuatro e incluso
cinco eclipses. Suceden cinco eclipses
solares en un año cuando el primero de
ellos tiene lugar poco tiempo después del
primero de enero. Entonces el segundo
tendrá lugar en el novilunio siguiente, el
tercero y el cuarto sucederán antes de
que transcurra medio año, y el quinto
tendrá lugar pasados 345 días después
del primero, puesto que ese es el número
de días que contienen 12 meses
sinódicos.

Por término medio sucede un eclipse


total de Sol en el mismo punto terrestre
una vez cada 200-300 años. Para que
suceda un eclipse de Sol, es preciso que la
Luna esté en conjunción inferior (Luna
nueva) y además que el Sol se encuentre
entre los 18º 31´ y 15º 21´ de uno de los
nodos de la órbita lunar.

La mayor o menor distancia de la Luna a su perigeo va a determinar que el eclipse sea total o
anular, como se explica en la figura 2. Los valores extremos para el perigeo y apogeo lunares
en el siglo XXI, tomados del Anuario del Observatorio Astronómico de Madrid, son los
siguientes:
 Perigeo lunar: entre 356.375 km y 370.350 km
 Apogeo lunar: entre 404.050 km y 406.712 km

Considerando los valores extremos de los anteriores resulta que la distancia de la


Luna a la Tierra variará en nuestro siglo en 50.337 km como máximo, cantidad
importante que supone unos 4 minutos de arco para el diámetro angular lunar, en más
o en menos, un 8% del diámetro angular medio de nuestro satélite.

ECLIPSE LUNAR
es un evento astronómico que sucede cuando el planeta Tierra se
interpone entre el Sol y la Luna, es decir, cuando la Luna entra en la
zona de sombra de la Tierra. Esto sólo puede ocurrir en la fase de
Luna llena.

Cono de sombra y penumbra en los eclipses de Luna

El ecuatorial de la Tierra es 100,7 veces menor que el del Sol, lo


que provoca que éste proyecte un cono de sombra convergente y
un cono de penumbra divergente, determinados por las tangentes
interiores y exteriores, respectivamente, comunes al Sol y a la
Tierra.

La distancia promedio entre la Tierra y el Sol —denominada unidad


astronómica (UA)— es de 149 600 000 km.

La Luna tiene un radio de 1736,6 km y gira alrededor de la Tierra a


una distancia media de 384 403 km (60,27 radios ecuatoriales de la
Tierra). La altura del cono de sombra es de 1 384 584 km (217
radios ecuatoriales) que es mayor que la distancia de la Luna a la
Tierra, por lo que se producen eclipses.
Para un astronauta que estuviera situado sobre la superficie de la Luna, un eclipse
penumbral sería un eclipse parcial de Sol. Análogamente, si el astronauta se
encontrara dentro del cono de sombra de la Tierra no podría ver el Sol; para él se
estaría produciendo un eclipse total de Sol.

La atmósfera terrestre tiene una influencia vital en los eclipses. Si la atmósfera no


existiese, en cada eclipse total de Luna ésta desaparecería completamente (cosa que
sabemos que no ocurre). La Luna totalmente eclipsada adquiere un color rojizo
característico debido a la luz refractada por la atmósfera de la Tierra. Para medir el
grado de oscurecimiento de los eclipses lunares se emplea la escala de Danjon.

La sombra tiene un tamaño de 4607 km, y como el radio de la Luna es 1736,6 km,
resulta que el radio de la sombra es 2,65 veces el radio de la Luna, por lo que dentro
de la sombra caben casi 3 lunas.

ESTACIONES DEL AÑO


Son los periodos del año
en los que las
condiciones climáticas
imperantes se mantienen,
en una determinada
región, dentro de un
cierto rango. Estos
periodos son
normalmente cuatro y
duran aproximadamente
tres meses y se
denominan: primavera,
verano, otoño e invierno.
Las estaciones se deben
a la inclinación del eje de
giro de la Tierra respecto
al plano de su órbita
respecto al Sol, que hace que algunas regiones reciban distinta cantidad de luz solar
según la época del año, debido a la duración del día y con distinta intensidad según la
inclinación del Sol sobre el horizonte (ya que la luz debe atravesar más o menos
atmósfera).
En las regiones ecuatoriales de la Tierra (donde pasa el paralelo 0°) las estaciones
son sólo dos: la estación seca y la estación lluviosa; ya que en ellas varía
drásticamente el régimen de lluvias, pero no varía mucho la temperatura. A partir del
paralelo 7° se observan los cuatro cambios estacionarios claramente.

Método astronómico
En astronomía, los solsticios y equinoccios marcan la mitad de su estación respectiva,
regiones continentales suelen considerar estas cuatro fechas como el inicio de estas
estaciones.
 Primavera. Tradicionalmente comienza con el equinoccio de primavera y
termina con el solsticio de verano, mientras que meteorológicamente hablando
comienza alrededor del 4 de febrero en el hemisferio norte y el 7 de agosto en
el hemisferio sur.
 Verano.
Tradicionalmente
comienza con el
solsticio de verano y
termina con el
equinoccio de otoño,
mientras que
meteorológicamente
hablando comienza
alrededor del 6 de
mayo en el hemisferio
norte y el 7 de
noviembre en el
hemisferio sur.
 Otoño.
Tradicionalmente
comienza con el equinoccio de otoño y termina con el solsticio de invierno,
mientras que meteorológicamente hablando comienza alrededor del 7 de
agosto en el hemisferio norte y el 4 de febrero en el hemisferio sur.
 Invierno. Tradicionalmente comienza con el solsticio de invierno y termina con
el equinoccio de primavera, mientras que meteorológicamente hablando
comienza alrededor del 7 de noviembre en el hemisferio norte y el 6 de mayo
en el hemisferio sur.

Debido a la inercia térmica de la atmósfera terrestre y sus océanos, el clima de cada


región está desfasado ligeramente con respecto a los períodos de mayor y menor
insolación solar. Por ejemplo, en el hemisferio sur el día de mayor insolación es el 21
de diciembre, pero la masa terrestre y oceánica tarda en calentarse y la temperatura
máxima se da en enero, un mes después.

Método tradicional asiático/irlandés


En algunas culturas del hemisferio norte existe, además de los tres métodos más
reconocidos, un método alternativo basado en la insolación o radiación solar. Según
este método, los equinoccios y solsticios no marcan el paso de una estación a otra,
sino el "día central" de la estación. El verano, como base de la clasificación, es el
trimestre con mayor insolación. Por lo tanto se da un desfase de alrededor de 7
semanas con el método astronómico tradicional y uno de 4 semanas con el método
meteorológico. Las estaciones se clasifican de la siguiente manera, de acuerdo a sus
comienzos, que varían según la cultura:
1. Primavera: entre el 2 y el 7 de febrero
2. Verano: entre el 4 y el 10 de mayo
3. Otoño: entre el 3 y el 10 de agosto
4. Invierno: entre el 5 y el 10 de noviembre

Como consecuencia, al igual que con el método tradicional astronómico se da un


desfase con los datos de la temperatura, pero invertido a éste: el otoño aquí es más
cálido que la primavera.

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