Basándome en lo que se vio en la serie “Crímenes Americanos: El caso de O.J.
Simpson” y los temas vistos en clase, los dos procesos tienen la misma meta, que la persona imputada reciba las consecuencias adecuadas de su acción. La gran diferencia de estos procesos es que en U.S.A. se utiliza un jurado el cual su decisión será la de mayor valor. El jurado está constituido por ciudadanos estadounidenses elegidos por el ministerio público y la defensa. La función del juez es la de un mediador. En cambio, en México no se utiliza un jurado, los tres jueces durante el juicio oral tienen el voto decisivo. Al iniciar en los dos casos se lleva a cabo la aprehensión del que se cree que es culpable. Después en México se lleva a cabo la Audiencia inicial, mientras que en U.S.A., visto en la serie, la persona que decide esto es el ministerio público. Al tener apresado al imputado en los dos procesos el ministerio público y la defensa recolectan evidencia y testimonios que les beneficie a sus posturas. En México esto es llamado Audiencia Intermedia. En el proceso de U.S.A. después de exponer las pruebas se determina que personas conformarán el jurado durante el juicio, mientras que en México se da el por qué de la existencia de las pruebas dentro del juicio. En ambos procesos surge la salida alterna antes del juicio oral. En el juicio oral los dos “bandos” (ministerio público y defensa) manifiestan su postura sobre lo sucedido con el imputado, se interroga a los testigos implicados y se expone la evidencia. En México se presentan tres jueces durante este proceso de juicio oral. Al final ambas partes dan un resumen con la información recolectada. En el caso de U.S.A. se expone hacia el jurado y estos toman tiempo para decidir si el imputado es inocente o culpable, en México se expone hacia los tres jueces y son los que deciden entre ellos a través de votos como será catalogado el imputado, inocente o culpable.