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Por tal razón, el ciclo del nitrógeno se desarrolla tras un proceso bien
definido de pasos, que incluye procesos físicos, químicos y biológicos.
Fijación biológica
Los seres vivos no pueden absorber el nitrógeno en estado gaseoso como
se encuentra en la atmósfera, por eso debe ser transformado en nitrógeno
orgánico, el cual se alcanza a través de la fijación biológica por medio de
bacterias simbióticas que viven en las plantas y absorben el nitrógeno que
obtiene el suelo.
El nitrógeno llega a la tierra por la energía desprendida de los rayos que se
desprenden de las tormentas eléctricas al enviar de nuevo al suelo el
nitrógeno por medio de las precipitaciones.
Cadena alimenticia
El nitrógeno entra en la cadena alimenticia una vez los vegetales y las
plantas lo obtienen del suelo; de allí pasa a los animales herbívoros y de
estos a los carnívoros.
Amonificación
Se refiere a la transformación química del nitrógeno que fue consumido y
absorbido por plantas y animales, que una vez muertos se descomponen y
desprenden nitrógeno amoniacal.
Nitrificación y desnitrificación
En este proceso, el nitrógeno amoniacal vuelve a estar contenido en el
suelo y es aprovechado por las plantas como nitrógeno nítrico
(nitrificación).
No obstante, estos nitratos pueden volver a la atmósfera a través de la
desnitrificación (cuando se reduce el nitrato a nitrógeno gaseoso) o por
lixiviación (al disolverse en el agua) y llegar a los lagos y ríos.
Ciclo del nitrógeno y actividad humana
Existen diversas actividades humanas que afectan negativamente el ciclo
del nitrógeno.
Por ejemplo, fertilizar excesivamente los suelos, la tala de árboles, el
cultivo intensivo, las centrales térmicas o el combustible de los vehículos
afectan notoriamente a este ciclo porque repercute en los niveles de
nitrógeno en estado natural y se genera mayores niveles de
contaminación.
Dióxido de carbono
Existen dos tipos de carbono, el orgánico y el inorgánico. Por ello, es posible hallar dos
tipos de ciclos, el geológico y biológico. El primero es conocido como el ciclo lento del
carbono; mientras que el primero se conoce como el ciclo rápido del carbono.
¿Que es el ciclo del carbono y en qué consiste?
El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico, en el cual dicho elemento se mueve entre
los seres vivos y el ambiente (biosfera, plitosfera, hidrosfera y atmósfera) a través de una
serie de etapas.
Debido a que el carbono es uno de los principales elementos del universo y un pilar
fundamental en la vida de los seres vivos, aprender acerca este ciclo es indispensable en
la escuela. Además, adquirir dichos conocimientos permite observar cómo el humano
interviene en los cambios climáticos.
Este ciclo se considera como el más rápido, ya que según los estudios, la renovación de
la cantidad de carbono en la atmósfera sucede cada veinte años. Además, existen tres
depósitos de este elemento en la tierra: el terrestre, atmosférico y oceánico.
El flujo del dióxido de carbono sucede mediante la respiración y la fotosíntesis:
Por otro lado, el océano también interviene en este ciclo y es el depósito con mayores
reservas de carbono. En el mismo, la cantidad de CO2 absorbido o expulsado dependerá
de la temperatura y concentración del elemento; siendo común la absorción en
temperaturas bajas y emisión en temperaturas cálidas.
En el ciclo biológico del dióxido de carbono también se incluyen los incendios naturales; ya
que estos producen CO2 al provocar el fallecimiento de las plantas y seres vivos que
terminan descomponiéndose.
También conocido como el ciclo lento de este elemento, ya que su funcionamiento requiere
de millones de años. La estructura del mismo viene desarrollada desde la creación de la
tierra y el universo; producto de los planetesimales y meteoritos que impactaron en el
planeta y contenían carbono.
La mayoría del carbono presente en la litosfera es inorgánico, el cual está contenido
en las rocas sedimentarias; mientras que el depósito orgánico de la litosfera lo hayamos en
los combustibles fósiles.
Desde el punto de vista geológico, el ciclo del carbono sucede gracias a la interacción de
la litosfera, hidrosfera y atmósfera; la cual explicaremos a continuación.
Dichas rocas son succionadas por el manto terrestre, por lo que pasan a estar a altas
temperaturas reaccionando con diferentes elementos y liberando el CO2; el cual vuelve a
la atmósfera mediante actividades volcánicas.
Si deseas ver un resumen del ciclo del carbono, puedes hacerlo a través de un documento
pdf que hemos creado para nuestros lectores. Para acceder solo debes hacer clic aquí.
A lo largo del artículo, hemos visto cómo el carbono va reciclándose a través de sus dos
ciclos y mantiene el equilibrio en la tierra. Por esos motivos es importante, ya que sin él,
hubiese sido imposible la formación de vida en el planeta.
Mineralización
Esta etapa ocurre en las capas superficiales del suelo, el sulfato que se libera del humus es
fijado en pequeñas cantidades por los coloides del suelo, el sulfato se liga de forma débil en
comparación con el fosfato, en esta etapa el azufre es reducido para integrar los compuestos
orgánicos.
Esto quiere decir que durante la mineralización, el azufre pasa de su forma orgánica a su
forma inorgánica, convirtiéndose en sulfuro de hidrógeno, minerales a base de sulfuro y
azufre elemental.
Oxidación
Durante esta etapa el sulfuro de hidrógeno se oxida, así como el azufre elemental y todos
los minerales relacionados con el azufre, formándose el dióxido de azufre que actúa en el
ambiente como agente oxidante y como agente reductor.
Reducción
Esta etapa ocurre gracias a las bacterias reductoras, las cuales obtienen toda su energía
reduciendo el sulfato o azufre a sulfuro de hidrógeno, esto permite que el azufre pueda ser
asimilado por los organismos productores primarios y muchos microorganismos
heterotróficos.
Por último ocurre la inmovilización microbiana de los compuestos del azufre, para
incorporarse posteriormente a la forma orgánica del azufre.
Estos compuestos gaseosos en muchas ocasiones son lavados por las lluvias, aunque
también pueden ser absorbidos directamente por las plantas cuando están presentes en la
atmósfera, sobre todo el dióxido de azufre.
Las bacterias que se encargan de la descomposición también cumplen un papel importante
durante el reciclaje del azufre, cuando el azufre está presente en el aire, la descomposición
del mismo produce sulfato.
El proceso de combustión del petróleo y el carbón mineral también liberan dióxido de azufre
en la atmósfera.
Para que se entienda el ciclo del azufre de forma más sencilla, lo explicaremos de esta
manera:
Las plantas utilizan el azufre para realizar sus funciones vitales, pero solo cuando este se
encuentra en forma de sulfato.
Los animales herbívoros, como consumidores primarios, incorporan el azufre a su organismo
cuando se alimentan de las plantas.
Cuando los animales carnívoros, se alimentan de los animales herbívoros, incorporan el
azufre en sus tejidos.
Cuando algunos de estos animales carnívoros mueren, los microorganismos encargados de
la descomposición como hongos y bacterias, convierten sus restos en sulfato nuevamente,
ya que reducen los restos a partículas orgánicas.
Estos sulfatos provenientes de la descomposición de los animales pasan al suelo, para que
sean absorbidos por las plantas una vez más.
Por medio de los gases provenientes de volcanes en actividad y por la descomposición de la
materia orgánica, el azufre llega a la atmósfera como dióxido de azufre y sulfuro de hidrógeno.
Sin embargo el azufre y sus compuestos se asocian frecuentemente con los daños
ambientales significativos, por ejemplo, la presencia del dióxido de azufre en grandes
concentraciones daña la vegetación, así como los drenajes de ácidos provenientes de los
sulfuros producen la degradación del ecosistema.
El ciclo del oxígeno se manifiesta en dos tipos de procesos: ciclo lento o geológico y ciclo rápido o
biológico.
Los ciclos lentos o geológicos son aquellos que forman parte del proceso geológico de la Tierra
como, por ejemplo, el ciclo hidrológico.
El ciclo hidrológico es el recorrido que hacen dos moléculas de oxígeno junto con una molécula de
hidrógeno por la superficie y el interior de la Tierra, a través de las etapas de evaporación,
condensación, precipitación, infiltración y escorrentía.
Por otro lado, los ciclos rápidos o biológicos son aquellos que constituyen parte de los procesos
biológicos de los seres vivos.
Ejemplo de ciclos rápidos o biológicos del oxígeno son la respiración que se manifiesta en dos pasos:
la absorción del oxígeno y liberación del dióxido de carbono. Asimismo, la fotosíntesis también
forma parte de los ciclos biológicos del oxígeno que se resume en los mismos dos pasos que la
respiración pero absorbiendo dióxido de carbono y liberando oxígeno.
Estos fosfatos pasan a través del suelo a los vegetales, y de estos a los animales que se alimentan de
las plantas o de otros animales que los hayan obtenido, y son devueltos al suelo a través de sus
excrecencias.
Ya en el suelo, los descomponedores actúan sobre los excrementos animales, volviendo a producir
fosfatos.
Asimismo, el fósforo también puede ser liberado durante la descomposición de cadáveres. De allí,
pasa a los organismos vegetales en forma de fosfato orgánico.
El ser humano es también responsable de la movilización del fósforo cuando explota rocas que
contienen fosfatos.
Por su parte, en el fondo del mar, los restos de los animales marinos dan lugar a rocas fosfatadas. De
las rocas, se libera fósforo en el suelo, que es a su vez aprovechado por las plantas y los animales que
se alimenten de estas.
El fósforo no toma forma de fluidos volátiles (como sí ocurre con el nitrógeno, el carbono y el
azufre), lo que le permitiría pasar del mar a la atmósfera y de esta a la tierra.
Por eso, solo hay dos formas en que el fósforo que ha llegado al mar retorne a los ecosistemas
terrestres:
Por acción de las aves marinas, que lo devuelven a tierra a través de sus excrementos
Mediante el levantamiento de los sedimentos del océano a tierra firme, proceso geológico que puede llevar
miles de años.
El fósforo, además, se encuentra en los ácidos nucleicos (ADN), en las células, en los huesos, en los
dientes, en el adenosín trifosfato (ATP) y su rol es fundamental en la fotosíntesis.