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Bowie, entre bodas alquímicas y funerales iniciáticos: héroe hegeliano,

uber mensch nietzcsheano y Fausto del corto siglo psicodelico.

A pesar de la intima consciencia de David Bowie de estar íntimamente conectado, tanto con el
destino de una etapa histórica que muestra sus impulsos intra-historicos característicos- a
plena luz del dia-en la eclosion de la contracultura y, por ende ( como veremos a lo largo de
esta serie de ensayos), con el fatum de la misma cultura occidental al completo, y muy
especialmente, con el devenir, la esencia y sentido de lo Europeo; no podemos afirmar ni que
fuera un héroe hegeliano al uso, ni un ubermensch situado en las coordenadas de sentido que
hubieran permitido a un Nietzsche reconocerle hipotéticamente como tal, ni en virtud una
figura de amplia cultura clásica y profundidad reflexiva capaz de renovar la alta cultura
europea. Bowie ni siquiera era un Jhon Lennon, que ayudado por el vanguardista Mccartney (
al contrario de lo que se suele pensar, es a través de Paul que la conexión entre las
vanguardias esteticas y musicales llega a los Beatles) y por el neo-tradicionalista Harrison,
pusiera su genio a disposición del proyecto de crear una cultura plebeya superior apartir de
una sublimación sorprendente de las culturas populares del siglo XX y presentarlas, tal y como
decía Paul, en la nueva figura de la consciencia estética occidental ( “La música pop es la
música clásica actual”). Si Lennon pudo aspirar a semejante proyecto, fue por un lado por su
conomicimiento extenso de las diversas ramas de la cultura popular de la primera mitad del
siglo XX y la vaga certeza de haber oscillado el acontecer histórico, desde una alta cultura
europea, hacia una heterogenea cultura popular (vaudeville, comics, blues, jazz) donde la
lógica de la mercantilización masificada podía servir como modo de desjerarquizacion y de
desarrollo de nuevas disciplinas capaces de expresar los anhelos humanos en un siglo alergico
a la cultura clásica europea. Lennon acabo siendo un misoniario y una figura que expresa el
culmen de esa cultura plebeya viva y desarraigada del siglo XX. Figura de la consciencia que
muestra su verdad y en ello muestra su carencia, lo no expresado o llevado a consciencia
determinada, respecto al posible sentido y conexión de este renacer de las aspiraciones
humanas en la estética pop del siglo XX, dentro de la sucesión y procesión de las figuras de la
consciencia histórica europea y su devenir. Su carencia, si me es posible adelantar un tesis
axial de estos ensayos, consiste en creer estar cuajando una nueva cultura desasida de la
tradición, fuera de los parámetros de la cultura europea, fuera del gozne de la historia. Lo cual
es lógico si es que debia hacer positivos los impulsos intra-historicos de su generación. Cuando
los Beatles dejan de tocar en directo y se cansan de ejecutar el truco barato de excitar hasta la
histeria a sus fans por medio de blues acelerado maridado con melodías pop y armonias
vocales exaltadas, cuando han descubierto y sobrepasado unos métodos de control de masas
que iban mas allá de los resultados inmediatos en este terreno de un Hitler ( teniendo en
cuenta que no se usaban con el mismo fin, que llegado un momento se aperciben de su falta
de control sobre los mismos, pero que indudablemente producían unos efectos psicológicos y
físicos que nunca pudo estimular tan potentemente Hitler. Que Lennon sabia que existía una
línea entre los procesos de mesmerismo de masas del Fuhrer y lo que ellos hacían, se confirma
en la inclusión velada de Hitler entre los personajes que pueblan la portada del Sargent
Pepper) pero incapaces de afectar mas que a las potencias mas bajas del ser humano ( y por
tanto inservibles para crear una nueva cultura), entonces los Beatles producen obra maestra
tras otra, y aquello que asalta la consciencia en la escucha de Revolver, es convertido en
institución artística y momento de ruptura culturalmente consciente en Sgt Pepers. Es
equivalente al disparo a los relojes públicos en la época de la Revolucion Francesa: año cero,
ruptura histórica, mesianismo de lo actual. La diferencia es que el revolucionario francés se
sabe “producto” de toda la historia occidental y mas bien indica que toda la cultura occidental
converge en este año cero revolucionario que estaba implicado en los anhelos y luchas
historicas de la cultura europea. Pero el año cero estético de la contracultura es mas bien la
constatación de un renacer indiferente a la historia acontecida, en mitad de una decadencia
cultural que ha hecho de la alta cultura europea una fuente que ya no deja brotar el agua de la
vida. Es la revindicacion de una nueva lengua viva capaz de transmitir con inmediatez a una
generación existente de tal modo que hasta el hieratismo de la lengua franca de la cultura
occidental pueda mostrar sus secretos (pues la hibridación del alto pop con la tradición
sinfónica se vuelve otro de los recursos indispensables, y llevara a la creación de un estilo muy
caracteristico en las postrimerias de la explosión psicodélica: el rock progresivo).

Lo que es importante recalcar es que Adorno y su critica estética fallan miserablemente al


explicar su tiempo, asi como fracasa en darse cuenta del verdadero carácter de la caída del
Espiritu Absoluto, y por otro lado tanto el jazz, como el rock seguirán cada uno por su senda
los jalones esteticos del concepto absoluto estético inadvertidamente y sin saber que motivo
les impele a seguir formalmente el mismo devenir que la música clásica siguió.

Es importante entender esta clave teorica, esta hipótesis que estará funcionando y mostrando
relaciones no concebidas, en el tejer antiintuitivo de la intra-historia: La postmodernidad (que
por no extendernos identificaremos con Adorno) no entendio a Hegel, ni entendio la
naturaleza de la cacareada caída del Sistema Absoluto hegeliano. No la entendieron pues no la
contemplaron como una necesidad del sistema mismo. No entendieron como la vida del
absoluto ( aquello que contiene a su contrario en si mismo) que florece apolíneamente en la
mirada retrospectiva y la delineación en la arqueología de la historia, los jalones de una
consciencia de si reconociéndose en una aufhebung racional absoluta que Hegel denomina
Concepto Absoluto o Espiritu Absoluto, no puede ni mucho menos descansar en esa ultima
figura de la consciencia, ni en la filosofía como lenguaje absoluto del Absoluto. Pues esta es
una comprensión conceptual de lo ya acontecido, comprensión que saca a la luz características
meta-ontologicas del Absoluto. Pero ni el absoluto se agota en su comprensión conceptual, ni
el concepto absoluto deja de ser fuerza viva agotable en una gran síntesis comprensiva.

De esto es consciente Hegel que confiesa que lo que ofrece es el acabamiento del Absoluto
como intra-historia realizada europea pero que este en su inquietud no ha agotado sus
determinaciones, ni sus figuras, ni los posibles modos de ser, y por tanto señala a America
como posible nuevo huésped de este Espiritu de la Historia. Hegel mismo sabe que el final y
comienzo de una nueva ronda de determinaciones historicas en la vida del absoluto debe ser
un comienzo absoluto, un nuevo caer de la consciencia de si en la naturaleza y por tanto un
esconderse de este en lo natural, una nueva consciencia inmediata. El sabe esto pero ni sabe
como sucederá este retorno al inicio, ni las determinaciones que el Absoluto adoptara, ni con
que fin parcial en la historia. Por tanto el mismo ya muestra la desesperación ante la ultima
figura de la consciencia que esperando decir lo concreto sin resto, solo dice la esencia de lo
concreto en general como espíritu absoluto. Y esta desesperación debería a) llevarnos a una
nueva mirada retrospectiva en pos de explicitar donde se posiciono la vida del absoluto en el
siglo XX b) a dejar de ver a Hegel como el fetichista de la pirámide sistematica c) comprender el
sistema como configuración del absoluto que no agota su vida ni deja por deshonestidad del
sistema ( el sistema del Absoluto conlleva la comprensión de la inagotabilidad del Absoluto.
A vuelo de pájaro vemos los sistemas post-hegelianos caídos en el Pragma y en la Substancia
(material), inadvertidamente incapaces de hacer positivas las intelecciones morales y
ontológicas de Hegel ( aunque fascinados por el formalismo de la filosofía Hegeliana en
distintas medidas) haciendo una civilización intersubjetivamente irracional y objetivamente
sustancialista. Esta sustancia natural comienza a devenir sistema naturalista absoluto, gracias a
la prolífica técnica fruto de una ciencia del mero entendimiento externo, que busca un sistema
total de lo real en su comprensión de lo inerte y en la absolutización de lo inerte ( hasta el
punto que lo vivo y consciente serán vistos como modos de lo inerte). En tanto en cuanto, la
fenomenología deja de ser un acceso valido a lo real y verdadero. Esta primera figura que es la
caída especulativa en la naturaleza substancial, en sus multiples formas, deja de lado lo que
será su particular negatividad, en su positivación de la consciencia inteligente de lo inerte. Deja
de lado la experiencia individual de la consciencia fenomenológica, la realidad del tiempo en
acto en su indeterminación ( gracias a la hipótesis de Laplace y Monod), deja de lado la vida y
sus fuerzas no meramente fisiológicas, deja de lado el pensamiento realmente absuelto, deja
de lado la consciencia conceptual del espíritu y de la naturaleza viva creadora.

En este sentido tanto Schelling como, especialmente, Bergson son los heraldos de un nuevo
mundo ( nuevo mundo que comienza sin duda en Nietzsche). La lucha de Nietzsche por liberar
las potencias escondidas en la naturalidad superior humana será la línea que nos dará el pie
para contextualizar la contracultura dentro de un amplio movimiento intra-historico. No esta
demás hacer notar que su pretensión es justa y acertadamente hegeliana pese a su ignorancia,
pues es en estas potencias que en su caída el Espiritu Absoluto se anuncia en una nueva
configuración: escondido como naturaleza especifica de lo vivo y consciente. Seran las
vanguardias esteticas las que, formadas por bohemios excéntricos en busca de formas de
consciencia mas allá de la consciencia de vigilia, por desnortados viciosos, improductivos y
ajenos al sistema, al neo escolasticismo del naturalismo reduccionista lato, formaran la raíz de
la nueva figura del Espiritu. Es en el arte y especialmente en la música que el Absoluto se
muestra en una naturalidad superior, en una vida pre-lingüística que da a borbotones el
exceso de si en el cual Nietzsche cifra la naturaleza de la vida absuelta y del genio. No será la
física cuántica la que al destruir la pretensión de encontrar los bloques constitutivos de la
materia con los rasgos ontológicos de esta ( al mostrar una materia irracional, con multitud de
fenómenos inexplicables desde la lógica macro) destruya el sistema naturalista absoluto para
las masas. Seran en cambio aquellos en los que la espiritualidad in nuce de la alta naturaleza
viva y consciente del ser humano, se hace patente los que obstinadamente obstan y se oponen
al paradigma de lo inerte absoluto.

Volvamos a Bowie ( ya que la historia del desarrollo que lleva hasta el será explicitada en otro
capitulo) y veamos que características posee:

En primer lugar es necesario resaltar, una vanalidad, una superficialidad superior en Bowie,
que es uno de sus rasgos intrínsecos ( como hacen constar multitud de testimonios de aquellos
que lo conocieron). Mas que en una dura personalidad excéntrica y absuelta ( Lou Reed o Neil
Young son ejemplos de este tipo de personalidad artística), es una personalidad pasiva y
receptiva, con cierta humildad artística y con una honestidad gélida consigomismo. Es en cierta
carencia que Bowie desarrolla un gusto y un entendimiento artístico de la contracultura, pero
sabe que no es en esta esencialidad estética de la contracultura, ajena a la forma y a la
creación de personajes capaces de intermediar entre contra-cultura y cultura, no es hasta que
la deriva que separa ambas se suavice que el podrá entrar en escena. Por ello y por puros
motivos pragmáticos que Bowie se convierte en un sismógrafo de la intra-historia y sus
cambios de configuración (pues sabe que conocer el zeitgeist en su lógica interna, poder
anticipar la deriva de las demandas culturales antes de explicitarse convencionalmente, es el
secreto del éxito en el devenir brusco y radical de la contra-cultura pop. En esto ya hace gala
de disposiciones cognitivas europeas: esta intimidad cognitiva con la historia y sus cambiantes
configuraciones). A esto le suma una implacable ambición. Por ello es en la contra-contra-
cultura newyorkina que comienza a encontrar aquello que sucederá a la contracultura, y lo
percibe con una antelación prodigiosa. “El rock debe prostituirse. Debe maquillarse como una
farsa de si mismo” ¿Qué es aquí prostituirse? Bueno por un lado volver al cuerpo (en el glam
no hay heads) desde la cabeza, por otro lado volver a la superficie, dejar la mitología de la
autenticidad, volver a la sexualidad pero conscientemente perversa y sin reprimir sus aspectos
divergentes y oscuros, esto es post adolescente, rescatar la importancia del puro aspecto de
los mods pero pasado por una lente contracultural, en cuanto lo ritual-esencial se desehecha
es lo teatral y formal lo que se alienta. En este sentido el personaje asumido como tal cobra
importancia y se vuelve ideal antropologico en los 70 : No queda autenticidad espiritual
inmediata, pero quedan todos los modos de ser alternativos que la contracultura ilumino y
legitimo. Queda reinventarse y probar todo lo que la cultura pre-contracultural considera
peligroso con orgullo y ademan de librepensador. Con todo esto y con una sincera aceptación
de tales postulados esteticos e históricos Bowie da a luz a su propia versión del superhombre:

Despectivo de lo profundo y al tiempo haciendo gala de una profundidad estética de lo


meramente superficial, habitando personajes para hacer patente la realidad de la identidad
cambiante e insustancial de sus coetáneos, ambiguo, tan mujer como hombre, no el andrógino
sagrado, mas bien el andrógino profano ( el antiandrogino sagrado). Su androginia es exterior
mas que interior, su sacralidad representada mas que substante ( Width of a Circle en directo
es una representación magistral de las desventuras del super-hombre psicodelico…..no en
vano Bowie tantea un circulo del que sale para imitar el vuelo de un ave con sus manos) y la
fuente de tal diferenciación reside, como muestra en Ziggy Stardust, en un origen alienigena o
mutante. Asi los temas neo-aquarianos, la obsesion por el espacio, la necesidad de una
religiosidad profana se mezclan en una nueva figura de la consciencia: la vanalidad inteligente.

Ziggy no tiene compas moral ninguno en puridad, mas que “just a beer light to guide us”,
basado en un rockero de los 50 que comenzó a creerse Jesucristo, cuando baja a la tierra e
intenta salvar a la humanidad, el icono se hace mucho mas grande que su sencilla verdad
(“Soul Love”) y sus admiradores le destruyen y le consumen como una ostia viviente. Una
historia sencilla, pero arquetípicamente cargada de sentido ( si uno se pone sesudo es la
regresión al canibalismo que impone la sociedad de consumo que ha convertido a sus héroes
en productos con los que comulgar fetichistamente en vez de comulgar con el sentido de su
mensaje), que romantiza el mitologema del rock fundacional, y al tiempo ofrece un disfraz
heroico para un anti-heroe alienigena. Con varias capas de sentido, capaz de tener como target
a adolescentes de ambos sexos, anti-hippies rockeros y a post-hippies aquarianos. Un
producto diseñado para irrumpir en el zeitgeist como un profeta de los tiempos.

Pero es el juguteo con lo arquetipico lo que lleva a Bowie a su particular destino artístico:

En primer lugar Ziggy y Bowie comienzan a confundirse y debe renunciar tajantemente a el por
riesgo a ser consumido por sus fans y por la esquizofrenia que su falta de separación de su
mascara esta apunto de arrollarle. En ese sentido Bowie es la consciencia histórica de los
setenta puesto que ve al tiempo el riesgo y la mentira de la mascara ( que uno se puso para
decir la verdad).
Al tiempo es la post-contracultura de idolos aristocráticos en lo económico y engañosamente
plebeyos en su representación lo que vive Bowie. Se acabo el lsd y la mariguana, es tiempo de
cocaína y egotrips. Control, placer y mentiras sin fin. En vez de enteógenos eenegogenos. Pero
la verdad de la psicodelia como escuela espiritual fallida del siglo XX es superada solo a costa
de llevar su verdad a otra posición. Esa posición abandona la esperanza del chapoteo en lo
sagrado, oscila hacia un formalismo mas allá de la autenticidad de la consciencia inmediata del
otro lado, un formalismo teatral y narrativo que muestra la inmersión en lo perverso, una vez
la suspensión de todo limite normativo se ha convertido en gesto habitual, y se desconecta de
su mesianismo enteogénico. Ahora Dios y el hombre se confunden también pero solo como
gesto deliberadamente abstracto. De ese modo Bowie se rie de los niños de las flores y revela
su monstruosa caída en una trampa espiritual: el es el medio por el cual todos los viajes
devienen vicios, como la suspensión de limitación normativa lejos de crear un superhombre
crea un hombre corrupto, que se recrea en su corrupción. Los limites han sido dejados atrás
pero la dirección en la que lo inlimitado se explora viene dada por la mediocridad de las
compulsiones crecientes. En ese momento es solo la vanalidad, superficialidad y el artificio el
que aparece como lo sustante. Se trata de sacar al que se cree confundido con lo divino, se
trata de mostrar como lo que se confunde con lo divino deviene idolo, fetiche, como la
confusión con lo divino en un estado ético calamitoso, pagado de si mismo y lleno de
truinfalismo voluntarista hace del confuso un demonio que se da los lujos que solo un dios
podría justificar, lleno de rabia ante el devenir de una sacralización frustrada que deviene
demonización social. De nuevo el destino faustico se cierne sobre la cultura occidental.
Creyendo realizar la comunión entre cielo y tierra, el reino de los cielos, se ha realizado otra
versión del infierno. Y en este infierno mora Bowie. Los auténticos republicanos como diría
Sade de la revolución del rock están travistiéndose y tomando drogas duras. Cabalgando el
tigre como diría Evola aceptando el marco de la pesadilla. El resto han vuelto a la clase media a
través del progrock. Bowie debe mantener su capacidad de hacer de intermediario de un
retorcido acceso a lo sublime en lo puramente superficial, ficticio, actuado. Pero se da cuenta
que su encarnacion andrógina no conquiataria America. Debe masculinizarse, convertir lo
femenino en elegancia, y del pensar solo debe quedar la critica interna de unos topicos que al
tiempo se ensalzan. Young Americans, busca una teatralidad que enzalza la cultura pop
adolescente al nivel de mito para luego erosionar con cinismo su realidad. Es el camino
americano, su canon y solo en ese corse es aceptado en el mainstream americano. Pero eso
hará a Bowie desmontar toda mitomanía kitsch del rock inicial. La presión de la prostitución al
que su rock prostituido debe someterse en America le manda como una bala en la dirección
opuesta, la habitación de cliches mitómanos, el poco aguante que tiene el americano para
pensar lo que no le gusta, o le crea dudas, el peligro de convertirse en producto le lleva a la
siguente posición de la procesión del nuevo comienzo de ls revelación del espíritu absoluto: El
canon europeo esta aquí, es necesario rehabilitar la consciencia europea tras el fracaso de la
contracultura americana, en su consciencia de tal cosa y en un uso diferente de ese fracaso.
Diamond dogs revive al Bowie andrógino que se mezcla con lo animal, y temas como 1984
auyan distopia en el corazón del sueño americano. Bowie va volviendo a su consciencia
separada, y un terror a la potencial maquinización y comercialización sorda que el canon
americano clama para olvidar el dolor, le llevan de vuelta a Europa, al intento por rechazar el
olvido hacia la consciencia de ser y el ser. Vaciado en America, en el star way of life, comienza
a repensarse de nuevo desde el punto en que la psicodelia pierde su sentido. Comienza a
profundizar en la Khabala y en Crowley, esto es a intentar conocer esotéricamente el mundo
descubierto en la psicodelia. Como un heremita invertido, como un chaman en un egotrip
singular, Bowie se impone con la dedicación del que lucha con fuerza contra el ser mero actor,
una dieta de cocaína y leche. En un egotrip perpetuo ritual sigue hasta el fondo el camino
derecho hacia el conocimiento del otro mundo, la separación y la relación pre- verbal y verbal
con un mundo ignoto pero sabido como real. Si Van der Graaf Generator dedican su canción
White hamer al error del Maleus Maleficarum al condenar todo acceso a lo sobrenatural como
herejia, matando a los de negro y también a los de blanco, Bowie se convierte en un gnóstico
retorcido el mismo y comienza a realizar álbumes experimentales, en los que un personaje
dice la verdad del europeo que recobra su misión y su centro. Asi nace Thin White Duke, el
Duque Palido que tira dardos en los ojos de los amantes: esos Young americans entregados a la
simplicidad, a la ignorancia de las demandas del pensar. Blanco pues esta enfermo, por ser
criatura de castillos y no de playas soleadas, delgado por no comer persiguiendo sus objetivos
y Duque puesto que es con intención aristocrática que Bowie se opondrá a la democracia
estandarizante. Vuelve para resucitar el canon europeo, pues ya es tarde para llegar tarde otra
vez y lo hará de modo que la jerarquía artística de Bowie se vea con nitidez, es un hombre con
un proyecto necesario históricamente y eso le da la capacidad de saber que es necesario en el
arte y que es superfluo. Station to Station, Low buscan crear un nuevo mainstream pero el
intento de usar la electrónica experimental alemana en un contexto mas cercano al pop crean
un nuevo underground experimental. Su gusto prodigioso, su implicación, su musa radiante, le
dan la consciencia de un “sonámbulo que sigue la providencia”, de un aristócrata estético
divino-demoniaco, de ser recipiente del Espiritu, y siente el frio orgullo de su altura
aristocrática y se pone en las botas de Hitler y reclama la vuelta del fascismo. Solo los iniciados
deben contar, los hombres de a pie casi destruyren la civilización con su cultura plebeya,
estandarizada. En esta época Bowie esboza el post-punk en un formato experimental, consigue
avanzar el transhumanismo y el cyberpunk adoptando solo los sonidos de Berlin. Pero su
exploración del canon europeo, su aventura artística ha de mutar pues las canciones de Bowie
están dirigidas al subconsciente universal y la segregación del vanguardismo pop alemán se lo
impide. Fame será una radiografia implacable de la inconsistencia de la fama en medio de la
MTV. Con “Scary monsters” crea otra escuela europea, los nuevos románticos. A esta altura los
mitos americanos han desaparecido. La nostalgia del existencialismo y el trato constante con la
muerte, la recuperación de la tradición gótica, romántica, de la visión trágica y llena de sentido
de la vida. Y el Bowie artista y el Bowie empresario se separan del todo. “Lets Dance”
conquista america con proclamas insultantemente sencillas. Pero nadie ve lo que Bowie
intenta enseñar y poner en juego: la Gran Politica consiste en hacer de las masas americanas
los tontos útiles y manejando su mitologemas simplistas un europeo puede reinar sobre ellos,
muchos europeos de hecho. La clase de los señores y los siervos deben ser identificadas. Pero
en America la mediocridad es merito y el rock que acoge lo espinoso y disonante en si es solo
música underground. Los pixies son el ejemplo perfecto. Bowie va viendo como lo Americano
va ganando terreno, la inconsciencia, la cooptación, el diseño social. Por suerte cuando el alt-
rock se convierte en grunge, en Europa esta naciendo la electrónica avanzada, un movimiento
grassroot, incontrolable, que hace de la pista el centro de un ritual que descoloca los sentidos
y el pensar, y que muestra un lado inteligente y artístico. Trip-hop, Jungle, Big Beat, Trance,
Electro, etc, etc. ES el contexto perfecto para que Bowie haga otra genialidad y cree el álbum
conceptual electrónico. Mientras en esta ultima explosión del underground europeo que “im
afraid of Americans”. Viendo como esta ola de renacentismo europeo y psicodelia ampliada
será cooptada y usada en la maquina gigantesca de olvido. ¿Cómo hacer un gesto netamente
europeo, real y no actuado, imposible de asimilar por esa maquinaria? Hablando del
conocimiento de la dimensión espiritual mas profunda y oscura, dándola por hecho, temiendo
no la muerte si no el destino postmortem, revelando que fue una estrella negra contaminada
por su trato con los atajos mágicos y los seres que revelan sabiduría torcida, el total
desvelamiento del pacto faustico de Bowie, del origen de su nobleza aristocrática artística,
pero revelando en su confesión su verdadera nobleza artística. Bowie revela la verdad de la
post-psicodelia ocultista, su trágico destino, su conocimiento y su miedo. Un miedo al destino
post-mortem, un conocer lo suprasensible mediante amos del conocer y la vivencia de su
poder y de su sometimiento, y el acto de intentar liberarse al exponerlos y exponerse. Dias
antes de su muerte. El shock estético es tan grande como su consistencia. Una generación de
exploradores sin miedo, vergüenza, o prudencia….dejando el testigo de su saber, y el saber
sobre su saber como hilo que necesariamente entretejerá la siguente figura del espíritu.

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